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Comentario de Ezequiel 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Ezequiel 1:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Sucedió en el quinto día del mes cuarto del año 30, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Quebar, que fueron abiertos los cielos, y vi visiones de Dios.

RESUMEN DE EZEQUIEL

El personaje de Ezequiel, como escritor y poeta, está así admirablemente dibujado por la mano magistral del obispo Lowth: «Ezequiel es muy inferior a Jeremías en elegancia; en sublimidad ni siquiera es superado por Isaías; pero su sublimidad es de un tipo totalmente diferente. Él es profundo, vehemente, trágico; sus sentimientos son elevados, animados, llenos de fuego e indignación; sus imágenes están llenas, magníficas, fabulosas; su lenguaje es grandioso, solemne, austero, áspero, y a veces sin pulir; abunda en repeticiones, no por la gracia o la elegancia, sino por la vehemencia y la indignación. Cualquiera que sea el tema que trata, lo purifica diligentemente; de eso rara vez parte, sino que se escinde, por así decirlo, a ella; de donde la conexión es en general evidente y bien conservada. En otros aspectos, tal vez sea excedido por los otros profetas; pero, para esa especie de composición a la que parece adaptado por los dones naturales, el forzado, impetuoso, grave y grandioso, ninguno de los escritores sagrados es superior a él. Su dicción es suficientemente perspicaz; toda su oscuridad surge de la naturaleza de sus súbditos. Las visiones (como, por ejemplo, entre otras, las de Oseas, Amós y Zacarías) son necesariamente oscuras y confusas. La mayor parte de Ezequiel, particularmente hacia la mitad del libro, es poética, si consideramos la materia del lenguaje».

Abp. Newcombe observa juiciosamente: El Profeta no debe ser considerado meramente como un poeta, ni como un encuadre de esas visiones majestuosas y asombrosas, y de esas admirables representaciones poéticas, que se comprometió a escribir; sino como un instrumento en las manos de Dios, que permitió revelarse, a través de una larga sucesión de edades, no solo en diversas partes que constituyen un todo magnificente y uniforme, sino también de diferentes maneras, como por la voz, los sueños y la inspiración y por visión simple o enigmática.

«Ezequiel es un gran poeta, lleno de originalidad; y, en mi opinión, quienquiera que lo censure como si fuera solo un imitador de los antiguos profetas, nunca pudo haber sentido su poder. Él no debe, en general, ser comparado con Isaías y el resto de los antiguos profetas. Esos son geniales, Ezequiel también es grandioso; aquellos en su manera de poesía, Ezequiel en la suya.»

Para justificar este carácter, el prelado erudito desciende a detalles, y da ejemplos apropiados, no solo de lo claro, fluyente y nervioso, sino también de lo sublime; y concluye sus observaciones sobre su estilo, al afirmar que es su opinión deliberada, que si su «estilo es la vejez del lenguaje y la composición hebrea (como se ha alegado), es firme y vigorosa, y debería inducirnos para rastrear su juventud y hombría con la atención más asidua.»

Como Profeta, a Ezequiel se le debe permitir ocupar un rango muy alto; y pocos de los profetas han dejado un tesoro más valioso a la iglesia de Dios que él. Es verdad, él está en varios lugares oscuros; pero esto resultó de la naturaleza de sus súbditos o de los eventos que se predijeron que todavía no se habían cumplido; y, cuando el tiempo haya quitado la neblina del futuro, las sucesivas generaciones percibirán con qué sabiduría celestial ha hablado este profeta tan descuidado. Sin embargo, hay una gran proporción de su trabajo que está libre de toda oscuridad y altamente edificante. Él ha predicho tan minuciosa y acertadamente el destino y la condición de varias naciones y ciudades, que nada puede ser más interesante que rastrear el cumplimiento exacto de estas profecías en las cuentas proporcionadas por historiadores y viajeros; mientras que, bajo el elegante tipo de un nuevo templo que se erigirá, un nuevo culto que se introducirá, y una nueva Jerusalén que se construirá, con nuevas tierras para ser asignadas a las doce tribus, se podrá descubrir la gran extensión y gloria de la Iglesia del Nuevo Testamento.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

a los treinta años. Núm 4:3; Luc 3:23.

estando yo en medio de los cautivos. Ecl 9:1, Ecl 9:2; Jer 24:5-7.

junto al río. Eze 1:3; Eze 3:15, Eze 3:23; Eze 10:15, Eze 10:20, Eze 10:22; Eze 43:3.

los cielos se abrieron. Mat 3:16; Luc 3:21; Jua 1:51; Hch 7:56; Hch 10:11; Apo 4:1; Apo 19:11.

y vi visiones de Dios. Eze 8:3; Eze 11:24; Gén 15:1; Gén 46:2; Núm 12:6; Isa 1:1; Dan 8:1, Dan 8:2; Ose 12:10; Joe 2:28; Mat 17:9; Hch 9:10-12; Hch 10:3; 2Co 12:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Los días de Ezequiel, Eze 1:1-3.

Su visión de los cuatro querubines, Eze 1:4-14;

de las cuatro ruedas, Eze 1:15-25;

y de la gloria de Dios, Eze 1:26-28.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

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EL PROFETA EZEQUIEL TUVO EL INGRATO TRABAJO DE PROCLAMAR LOS mensajes de Dios por las multitudinarias y hostiles calles de Babilonia. Al mismo tiempo que Jeremías advertía a los ciudadanos de Jerusalén sobre la venidera destrucción de la ciudad santa, Ezequiel predicaba el mismo mensaje a los cautivos en Babilonia. Aunque estos deportados estaban a cientos de kilómetros lejos de la tierra prometida y del Templo, Dios no los abandonaría en medio de las tinieblas. En cambio, envió a Ezequiel a advertir, exhortar y consolar a los abatidos cautivos.

A diferencia de la mayoría de los libros proféticos, Ezequiel presta atención considerable a la cronología y las fechas exactas por todo su libro. Ningún otro profeta proporciona tantas fechas (trece). Es posible encontrar en Ezequiel fechas precisas sobre muchos sucesos gracias a las fechas arqueológicas y las investigaciones más recientes en los sistemas de calendarios del antiguo Oriente Medio.

La clave para fechar el comienzo de la información cronológica y otras fechas específicas de Ezequiel es la referencia en Eze 1:2 al «quinto año de la deportación del rey Joaquín». En 2Re 24:12, esta deportación va paralela con «el octavo año» del reinado de Nabucodonosor o 597 a.C. Ezequiel comenzó a profetizar en 593 a.C. llamando la atención al cautiverio babilónico de Judá y terminó en 571 a.C. con un mensaje sobre el juicio venidero de Dios sobre Egipto por mano del mismo monarca babilónico. Ezequiel profetizó durante cuatro períodos diferentes: 593-588 a.C. (Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27; Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27; Eze 25:1-17); 587-585 a.C. (Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-16; Eze 30:20-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32; Eze 33:1-33; Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29); 573 a.C. (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35); y 571 a.C. (Eze 29:17-21; Eze 30:1-19). En total, Ezequiel profetizó de 593 a 571 a.C. un período de veintidós años rodeando la culminante caída de Jerusalén en 586 a.C.

Durante la vida y el ministerio de Ezequiel, Israel (el reino del norte) estuvo corrompido en sentido político y espiritual. Su idolatría lo llevó al cautiverio asirio en 722 a.C. En ese tiempo, la gobernación de Judá (el reino del sur) fue justa; pero al final también cayó en la idolatría de la naciones vecinas, aunque experimentó breves restablecimientos. El pueblo rehusó escuchar los recordatorios de los profetas sobre las maldiciones y bendiciones prometidas por Dios en el pacto con Moisés. Ezequiel profetizó que vendrían catástrofes y cautiverio para Judá y Jerusalén. Aunque también llevaba un mensaje de Dios relativo a la consiguiente restauración y renovación, basado en la fidelidad de Dios a las promesas de todos los pactos hechos con su pueblo desde el pacto abrahámico.

Al hablar a sus compatriotas cautivos en Babilonia, Ezequiel experimentó y utilizó visiones (caps. Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 37:1-28; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35). Estas visiones son similares en estructura a las «visiones en sueños» conocidas de la literatura mesopotámica de los siglos séptimo y sexto a.C. Estos textos tienen dos secciones importantes:

(1) Una introducción a la escena y la situación general, incluyendo el tiempo, lugar, circunstancias y las personas involucradas; y

(2) una descripción de la visión. En los capítulos Eze 37:1-28 y Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35, Ezequiel utiliza tal formato para introducir visiones apocalípticas, revelaciones que describen simbólicamente el fin de los tiempos. Viviendo en Babilonia, Ezequiel y sus oyentes estaban familiarizados con este tipo de literatura.

En otras partes, Ezequiel emplea temas e ilustraciones de la literatura y vida religiosa de las sociedades cuyos juicios él predijo. Típicamente, las naciones bajo el juicio de Dios eran las que habían maltratado a Israel o que lo llevaron a la adoración de ídolos. Los cautivos y aquellos israelitas que aún vivían en Judá conocían el comportamiento religioso y las creencias de sus vecinos y no se confundirían con el lenguaje del profeta. Además de las visiones y los temas religiosos, Ezequiel usa varias técnicas literarias para comunicar los mensajes de Dios a los cautivos: prosa y poesía, parábolas y proverbios, lamentaciones y endechas, alegorías y juegos de palabras.

Ezequiel ministró en Babilonia, Tel-Aviv cerca del río Quebar. Está en la parte sur oriental de la moderna Irak, al noroeste del golfo Pérsico. Los babilonios establecieron a los judíos cautivos en esta región para colonizarlos. El ministerio de Ezequiel se dirigió principalmente a los judíos deportados de Judá por los babilonios y a cualquier otro israelita que siguiera cautivo debido a las deportaciones previas por los asirios. Aún sus mensajes tenían gran importancia práctica e instructiva para los hebreos que quedaban en Israel y para las naciones paganas de los alrededores cuyo futuro Ezequiel previó. Aunque fue transportado a Jerusalén por una visión (caps. Eze 8:1-18 y Eze 11:1-25), aquellas revelaciones siempre fueron para su beneficio y para aquellos a quien él les habló en el cautiverio.

Los oráculos de Ezequiel relativos a la calamidad nacional, incluían advertencias de enfermedades, muerte, destrucción, y deportaciones. Aunque, debido a las promesas incondicionales de Dios y mediante el arrepentimiento del pueblo, las bendiciones materiales y espirituales de Dios volverían al pueblo. El propósito de Ezequiel era recordar al pueblo de Dios su infidelidad espiritual (cap. Eze 16:1-63) y la fidelidad de Dios a sus propias promesas. Ezequiel mostró al pueblo cómo el juicio era el resultado natural de la ira de un Dios santo contra el pecado. También era el medio de un Dios amoroso para disciplinar a su pueblo: corregir sus creencias, redirigir su conducta, y restablecer el compañerismo íntimo entre él y el pueblo. Así Ezequiel predicó a los cautivos el juicio inminente de Dios y la necesidad de arrepentirse en sentido nacional e individual.

El libro de Ezequiel recalca el último objetivo de la compasión y el castigo de Dios: «conocerán que yo soy Jehová». Esta frase enfatiza que el propósito de las acciones de Dios siempre será causar la renovación espiritual de todo el pueblo. Ezequiel enseña la responsabilidad del pecado individual y en conjunto ante Dios (caps. Eze 18:1-32 y Eze 23:1-49). Aunque los temas sobre idolatría, injusticia social, inmoralidad pública y privada, el juicio inminente y las bendiciones futuras de restauración y redención no son privativas de Ezequiel, sus profecías relacionan estos temas con la centralidad del Templo y la influencia del sistema de sacrificios en la vida de Israel. Las desobediencias pasadas y las corrupciones de los sacerdotes y el pueblo habían llevado a la dispersión de este y lo llevaría a más juicios (caps. Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27; Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32). La conducta del pueblo estaba conectada intrínsecamente con su forma de acercarse a Dios en adoración. El culto poco sincero lo llevó a una conducta inmoral y a juicio; la adoración apropiada del Dios vivo lo dirigió a un comportamiento moral y bendiciones. Aunque al final, Ezequiel concluye con las consoladoras noticias que llegará el día en que el gobierno de Dios y su justicia práctica volverán con un nuevo templo y ciudad y una nación y tierra renovadas (caps. Eze 33:1-33; Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35).

Ezequiel recibió e informó las revelaciones del Dios vivo mientras estuvo cautivo en Babilonia durante 593-571 a.C. Todo lo que se conoce de este solitario profeta viene de su profecía escrita, y no existe más información convincente para aceptar otro autor que no sea el que se nombra en el libro: Ezequiel hijo de Buzi (un sacerdote) que fue llevado cautivo con Joaquín y otros judíos en 597 a.C.

Como venía de una familia sacerdotal, Ezequiel era sacerdote y también profeta. Por lo tanto, estaba muy bien familiarizado con las leyes y rituales levíticos así como con el Templo y sus regulaciones, lo que se hace evidente cuando escribe sobre su visión apocalíptica del futuro templo mesiánico. Además, poseía un conocimiento detallado del pacto de Moisés, incluyendo las exigencias éticas, morales y espirituales de la revelación de Dios y los resultados inevitables de obedecer o desobedecer la ley de Dios. Aunque su auditorio de cautivos estaba alejado del Templo, el sacerdocio, y sus fiestas y ceremonias relacionadas, el profeta Ezequiel no les informó sólo esos detalles, sino también la importancia de obedecer la ley de Dios y de buscarlo a Él.

El libro de Ezequiel muestra que era casado (Eze 24:15-18) y tenía una casa (Eze 3:24; Eze 8:1). En resumen, disfrutó de una gran cantidad de libertad en el cautiverio. Los babilonios no habían capturado a los judíos para hacerlos esclavos en su país; al contrario, querían desplazar a la población de Israel, especialmente su gobernación y nobleza, y establecer sus propios ciudadanos y otros extranjeros en la tierra. Por su personalidad y habilidades, parece que Ezequiel era bastante elocuente, inteligente y persuasivo. Era una persona que podía aguantar gran oposición por obedecer los mandatos de Dios en su vida.

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Bosquejo

I. Profecías contra Judá y Jerusalén Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27; Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27

A. El llamado de Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27

B. Predicción del derrocamiento de la ciudad y el estado Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27

C. El pecado y el destino de Jerusalén Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25

D. Necesidad moral del cautiverio Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14

E. La caída inevitable de Jerusalén Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27

II. Oráculos contra las naciones extranjeras Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32

A. Amón Eze 25:1-7

B. Moab Eze 25:8-11

C. Edom Eze 25:12-14

D. Filistea Eze 25:15-17

E. Tiro Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-19

F. Sidón Eze 28:20-26

G. Egipto Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32

III. Profecías relativas a Israel Eze 33:1-33; Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29

A. El papel del profeta en la nueva era Eze 33:1-33

B. Los pastores egoístas y El Buen Pastor Eze 34:1-31

C. Un Israel fructífero Eze 35:1-15; Eze 36:1-38

D. La visión de los huesos secos Eze 37:1-28

E. Paz: Jehová defenderá a Israel de Gog Eze 38:1-23; Eze 39:1-29

IV. Visión del futuro: El nuevo templo y la nueva ley Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35

A. Descripción del nuevo templo Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27

B. Un nuevo servicio de adoración Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24

C. Se reorganiza a Israel según las divisiones tribales Eze 47:1-23; Eze 48:1-35

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Eze 2:1-10; Eze 3:1-27

El llamado de Dios y la comisión de Ezequiel para un ministerio profético se explica en tres etapas:

(1) una revelación de la personalidad de Dios mediante una visión simbólica, sobrenatural (Eze 1:1-28);

(2) la visión concluye con una descripción del auditorio elegido (Eze 2:1-10; Eze 3:1-15); y

(3) una explicación del cometido de Dios y el desafío del profeta (Eze 3:16-27).

 EN PERSONA

La obediencia de Ezequiel

Ezequiel se parece a varios de los otros profetas del AT. porque como ellos, parecía extraño a sus vecinos y amigos. Una cosa es profetizar sobre el juicio inminente y advertir al pueblo que se arrepienta; y otra muy distinta yacer sobre un lado por 390 días para ilustrar un punto. Pero Ezequiel no se preocupó por lo que los demás pensaban de él, puesto que debía su obediencia a Dios. Por eso, si Jehová le decía que hiciera algo, él lo hacía.

Algunas de las acciones de Ezequiel pudieron parecer extrañas, como cuando se encerró como prisionero en su propia casa. Otras, como cuando yació sobre su lado izquierdo por 390 días y sobre su lado derecho por 40 días, pudieron ser casi cómicas. Otras más, como cuando no lloró la muerte de su propia esposa, pudieron parecer insensibles, incluso aborrecibles de acuerdo a los rituales y tradiciones de su día. Pero Dios tenía un propósito para que Ezequiel realizara cada uno de esos actos. Se ilustra un punto y se enseña una lección. Algunos se rieron del profeta y otros lo ignoraron, a su propio riesgo.

Los creyentes modernos pueden sentirse identificados con el desfase de Ezequiel con sus contemporáneos. Obedecer la voluntad de Dios es difícil en cualquier generación. Es una lucha vivir como Dios quiere mientras que el resto de la sociedad continúa en sus caminos pecaminosos. Aunque nuestras acciones no sean tan dramáticas como las de Ezequiel, sus consecuencias son de igual importancia, tanto como ejemplo para otros y como indicación de nuestra obediencia a Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Ezequiel se estaba preparando para ser sacerdote cuando los babilonios atacaron Judá en 597 a.C. y lo llevaron junto a otros al cautiverio (2Re 24:10-14). Es más probable que el año treinta se refiera a la edad de Ezequiel. Un hombre podía ser sacerdote a esa edad (v. Eze 1:3) y comenzar a servir en el Templo (Núm 4:1-3). En este caso, fue el tiempo en que Dios lo llamó para ser profeta.

estando yo: De todos los profetas escritores, Ezequiel es el único que se refiere a sí mismo en primera persona con el pronombre «yo», sin usar su nombre hasta el v. Eze 1:3 (Isa 1:1; Jer 1:1; Ose 1:1; Jon 1:1; Sof 1:1).

río Quebar: un brazo del Éufrates que fluye al sudeste desde Babilonia.

los cielos se abrieron: Como con todos los profetas verdaderos del antiguo Israel, la visita de Dios era por su propia iniciativa, llamando a ciertas personas para responsabilidades especiales (Jer 1:1-9).

visiones de Dios: la palabra visión se deriva del verbo hebreo común que significa «ver», y no del verbo específico usado para visiones proféticas como en Isa 1:1-31. El que esta palabra aparezca en plural llama la atención a las profecías de Ezequiel, que no tienen paralelo en naturaleza y cantidad.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

EL AÑO TREINTA. Lo más probable es que este señalamiento se refiera a la edad de Ezequiel. En aquella época él estaba viviendo entre los exiliados en Babilonia, por haber sido llevado allí en 597 a.C., nueve años después que había llegado Daniel y once años antes que fuera destruida Jerusalén. A Ezequiel se le llamó a ser profeta durante el cautiverio, proclamando el mensaje de Dios a los exiliados al mismo tiempo que Jeremías estaba predicando en Jerusalén. Ezequiel ministró por lo menos veintisiete años; el cautiverio babilónico de Judá duró aproximadamente setenta años (desde 605 hasta 538 a.C.).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Introducción a Ezequiel

Bosquejo

I. Llamamiento y comisión de Ezequiel (Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27)

A. La visión de la gloria de Dios (Eze 1:1-28)

B. La comisión de la palabra profética (Eze 2:1-10; Eze 3:1-27)

II. El mensaje profético del juicio a Judá y Jerusalén (Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27)

A. Señales proféticas del juicio venidero (Eze 4:1-17; Eze 5:1-17)

1. El adobe (Eze 4:1-3)

2. Ezequiel se acuesta sobre su lado (Eze 4:4-8)

3. El pan de escasez (Eze 4:9-17)

4. La navaja divina (Eze 5:1-17)

B. Mensajes proféticos del juicio venidero (Eze 6:1-14; Eze 7:1-27)

C. Visiones proféticas del juicio venidero (Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25)

1. Visión de las abominaciones en el templo (Eze 8:1-18)

2. Visión de la destrucción de Jerusalén (Eze 9:1-11)

3. Visión de la gloria de Dios que abandona el templo (Eze 10:1-22)

4. Visión de los gobernantes malvados y la gloria ida (Eze 11:1-25)

D. Señales, mensajes y parábolas proféticas del juicio venidero (Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27)

1. Señales del exilio de Jerusalén (Eze 12:1-28)

2. Mensaje contra los falsos profetas (Eze 13:1-23)

3. Mensaje contra los ancianos idólatras (Eze 14:1-23)

4. Parábolas de la vid inútil (Eze 15:1-8), las mujeres adúlteras (Eze 16:1-23), y las dos águilas (Eze 17:1-24)

5. Una lección (Eze 18:1-32) y una lamentación (Eze 19:1-14)

6. Más mensajes y señales del juicio de Jerusalén (Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27)

III. El mensaje profético del juicio a las naciones extranjeras (Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32)

A. Amón (Eze 25:1-7)

B. Moab (Eze 25:8-11)

C. Edom (Eze 25:12-14)

D. Filistea (Eze 25:15-17)

E. Tiro (Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-19)

F. Sidón (Eze 28:20-26)

G. Egipto (Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32)

IV. El mensaje profético de la restauración (Eze 33:1-33; Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35)

A. El atalaya de la restauración (Eze 33:1-33)

B. Las promesas de la restauración (Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-28)

C. La visión de la restauración (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35)

Autor : Ezequiel

Tema : El juicio y la gloria de Dios Fecha: 590-570 a.C.

Trasfondo

El ambiente histórico del libro de Ezequiel es Babilonia durante los primeros años del exilio babilónico (593-571 a.C.). Nabucodonosor llevó cautivos judíos de Jerusalén a Babilonia en tres etapas:

(1) En 605 a.C., se deportaron jóvenes judíos selectos a Babilonia, entre quienes estaban Daniel y sus tres amigos;

(2) en 597 a.C., 10.000 cautivos fueron llevados a Babilonia, entre los cuales estaba Ezequiel; y

(3) en 586 a.C., las fuerzas de Nabucodonosor destruyeron del todo la ciudad y el templo, y a la mayoría de sus habitantes que sobrevivieron los llevaron a Babilonia. El ministerio profético de Ezequiel se realizó durante la época más tenebrosa de la historia del AT: los siete años precedentes a la destrucción de 586 a.C. (593-586 a.C.) y los quince años siguientes (586-571 a.C.). El libro probablemente se completó cerca de 570 a.C.

Ezequiel, cuyo nombre significa «Dios fortalece», era de una familia sacerdotal (Eze 1:3) y pasó sus primeros veinticinco años en Jerusalén. Estaba en la preparación sacerdotal para el servicio en el templo cuando lo llevaron cautivo a Babilonia en 597 a.C. Unos cinco años después, a los treinta años de edad (Eze 1:2-3), Ezequiel recibió su llamamiento profetico y su comisión divina, después de lo cual sirvió con fidelidad durante por lo menos veintidós años (Eze 29:17). Ezequiel tenía unos diecisiete años de edad cuando Daniel fue deportado, por lo cual se deduce que los dos teman casi la misma edad. Ezequiel y Daniel fueron contemporáneos más jóvenes de Jeremías, y es probable que éste ejerciera mucha influencia sobre ellos (cf. Dan 9:2). Cuando Ezequiel llegó a Babilonia, Daniel ya era famoso como hombre de extraordinaria sabiduría profética; Ezequiel se refiere a él tres veces en su libro (Eze 14:14; Eze 14:20; Eze 28:3). A diferencia de Daniel, Ezequiel estaba casado (Eze 24:15-18) y vivió como ciudadano común entre los judíos exiliados junto al río Quebar (Eze 1:1; Eze 3:15; Eze 3:24; cf. Sal 137:1).

El libro claramente atribuye sus profecías a Ezequiel (Eze 1:3; Eze 24:24). El empleo de la forma verbal de primera persona del singular a través del libro, junto con la unidad de estilo y lenguaje, indican que la paternidad literaria es de Ezequiel exclusivamente. Sus profecías se pueden fechar con precisión debido a su método ordenado de poner las fechas (cf. Eze 1:1-2; Eze 8:1; Eze 20:1; Eze 24:1; Eze 26:1; Eze 29:1; Eze 29:17; Eze 30:20; Eze 31:1; Eze 32:1; Eze 32:17; Eze 33:21; Eze 40:1). Su ministerio comenzó en julio de 593 a.C. y continuó por lo menos hasta la última profecía registrada en abril de 571 a.C.

Propósito

El propósito de las profecías de Ezequiel fue doble:

(1) dar el mensaje del juicio de Dios a las apóstatas Judá y Jerusalén (caps. Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27; Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27) y a siete naciones extranjeras a su alrededor (caps. Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32); y

(2) sustentar la fe del remanente de Dios en el exilio en cuanto a la restauración de su pueblo del pacto y a la gloria final del reino de Dios (caps. Eze 33:1-33; Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35). El profeta también recalcaba la responsabilidad de cada individuo delante de Dios, en vez de sólo culpar los pecados de sus antepasados por el juicio exílico (Eze 18:1-32; Eze 33:10-20).

Visión panorámica

El libro de Ezequiel está bien organizado, y sus cuarenta y ocho capítulos se dividen naturalmente en cuatro secciones principales:

(1) La sección introductoria (caps. Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27) describe la poderosa visión de Ezequiel de la gloria y del trono de Dios (cap. Eze 1:1-28) y su subsecuente comisión divina para el ministerio profético (caps. Eze 2:1-10; Eze 3:1-27); nótense la experiencia de Moisés en la zarza ardiendo (Éxo 3:1-22; Éxo 4:1-31) y la visión de Isaías en el templo (Isa 6:1-13) como semejantes revelaciones decisivas de Dios al principio de la misión profética de ellos.

(2) La segunda sección (caps. Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27) registra el mensaje duro y desesperante de Ezequiel del juicio inevitable e inminente de Judá y Jerusalén debido a su persistente rebeldía y apostasía. Durante los últimos siete años de Jerusalén (593-586 a.C.), Ezequiel les advirtió a los judíos en Jerusalén y a los cautivos en Babilonia contra toda falsa esperanza de que Jerusalén sobreviviría al juicio. Los pecados pasados y presentes de Jerusalén aseguraban su ruina. Ezequiel anuncia con voz atronadora ese profético mensaje de juicio mediante diversas visiones, parábolas y actos simbólicos. Los caps. Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25 describen cómo Dios transporta a Ezequiel a Jerusalén en una visión para dar profecías a la ciudad. En el cap. Eze 24:1-27, la muerte de la amada esposa de Ezequiel sirve como parábola y señal del fin de Jerusalén.

(3) La tercera sección (caps. Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32) contiene profecías del juicio contra siete naciones extranjeras que se alegraban de la calamidad de Judá. En la profecía excepcionalmente larga contra Tiro aparece una descripción velada de Satanás (Eze 28:11-19) como el verdadero poder que respaldaba al rey de Tiro.

(4) La sección final del libro (caps. Eze 33:1-33; Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35) marca una transición en el mensaje del profeta del juicio tenebroso al consuelo y la esperanza futuros (cf. Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13; Isa 56:1-12; Isa 57:1-21; Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24). Después de la caída de Jerusalén, Ezequiel profetiza acerca del avivamiento y la restauración venideros, cuando Dios sería el pastor verdadero de su pueblo (cap. Eze 34:1-31) y les daría un «corazón nuevo» y un «espíritu nuevo» (cap. Eze 36:1-38). En ese contexto ocurre la famosa visión de Ezequiel de un ejército completo de huesos secos que se resucitan profeticamente a la vida (cap. Eze 37:1-28). El libro concluye con la descripción de la restauración escatológica del templo santo, y la ciudad y la tierra santas (caps. Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35).

Características especiales

Siete aspectos o énfasis principales caracterizan el libro de Ezequiel:

(1) Abunda en visiones misteriosas, parábolas atrevidas, y actos simbólicos extraños como medios de expresión de la revelación profética de Dios.

(2) Su contenido está organizado y fechado con cuidado; contiene más fechas que ningún otro libro profetico del AT.

(3) Dos frases distintivas ocurren a través del libro: (a) «Y conocerán que yo soy Jehová» (sesenta y cinco veces con sus variantes) y «la gloria de Jehová» (diecinueve veces con sus variantes).

(4) Es característico que Dios llama a Ezequiel «hijo de hombre» o «atalaya».

(5) Este libro registra dos visiones extraordinarias del templo: una en que el templo está profanado y a la espera de la destrucción (caps. Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25), y la otra con el templo purificado y perfectamente restaurado (caps. Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35).

(6) Más que a ningún otro profeta, Dios requería que Ezequiel se identificara con la palabra profética representándola con simbolismo profetico.

(7) Ezequiel pone énfasis en la responsabilidad individual ante Dios.

Cumplimiento en el Nuevo Testamento

El mensaje de los caps. Eze 33:1-33; Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35 esencialmente trata sobre la futura obra redentora de Dios como se revela en el NT. Se refiere no sólo a la restauración física de Israel a su tierra, sino también a la restauración final futura que comprende la total realización del destino que Dios tiene para el Israel espiritual con relación a la gloria y al poder de Dios en el templo (adoración), y del destino que Dios tiene para las naciones como resultado de las misiones. Algunas profecías importantes de Ezequiel acerca del Mesías del NT son: Eze 17:22-24; Eze 21:26-27; Eze 34:23-24; Eze 36:16-38 y Eze 37:1-28.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

1. Visión de la Gloria de Yahve.
En este capítulo tenemos la visión inaugural de la misión profética de Ezequiel. Como Jeremías, también Ezequiel recibió una comunicación imaginaria de parte de Yahvé en la que se anunciaba su futura misión de profeta entre los exilados. Ezequiel debía ejercer una labor de apostolado entre los exilados en Babilonia para mantener la fe religiosa y la esperanza en la resurrección nacional de Israel. Como hemos visto en la introducción, algunos autores suponen una primera fase de apostolado de Ezequiel en Palestina, y, en este supuesto, la visión de este capítulo sería la inauguración de la segunda fase profética en Babilonia. Pero no se puede probar la fase profética de Ezequiel en Palestina. Por consiguiente, nos atenemos a la tesis tradicional, considerando a Ezequiel como profeta exclusivo de los exilados en Babilonia.
El capítulo consta de dos partes: a) introducción histórica (1-3); b) descripción de la visión inaugural (4-28).

Tiempo y lugar de la teofanía (1-3).
1 Y sucedió que en el año treinta, en el mes cuarto, a cinco del mes, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Kebar, se abrieron los cielos, y contemplé visiones de parte de Dios. 2 En el cinco del mes, en el año quinto de la deportación del rey Joaquín, 3fue palabra de Yahvé a Ezequiel, hijo de Buzí, sacerdote, en tierra de los caldeos, junto al río Kebar, y fue allí sobre él la mano de Yahvé.

La datación dada en el v.1 ofrece una gran dificultad, ya que no sabemos el punto de partida del cómputo el año treinta. Se han propuesto diversas soluciones. Unos autores suponen que es el año treinta de la vida de Ezequiel, mientras que otros toman como punto de partida la reforma de Josías en el 621, lo que nos llevaría hacia el 592-1, más o menos en concordancia con la fecha que da el v.2 (año quinto de Joaquín: 593). Otros autores prefieren computar el año treinta a partir de la subida al trono de Nabopo-lasar (625 a.C.)· No faltan quienes supongan corrompida la cifra, y así leen año trece; pero todas las versiones consignan la fecha de treinta del TM. El mes cuarto es el mes de Tammuz (junio-julio). El río Kebar parece ser el nar-Kabari (“gran canal”) de las inscripciones cuneiformes 1. Ezequiel, pues, se hallaba entre los deportados junto al “gran canal” y tuvo visiones celestes, que después va a concretar. No especifica si se trata de visiones imaginarias o sensibles, pero para el resultado doctrinal es lo mismo. En todo caso, la palabra visión en los profetas tiene el carácter genérico de comunicación divina sobrenatural. El v.2 es considerado por muchos autores como glosa marginal.
El año quinto del rey Joaquín es el 593, ya que el joven monarca comenzó su reinado en el asedio de Jerusalén del 598, siendo llevado en cautividad después de reinar sólo tres meses. La expresión fue sobre él la mano de Yahvé (v.3) aparece reiteradamente en el libro de Ezequiel 2, y designa el estado psicológico del profeta bajo la acción de Dios: está como poseído por una fuerza superior divina. Tal es la impresión que siente en la visión inaugural que con todo detalle va a describir.

Visión de los cuatro vivientes (4-14).
4 Miré, y he aquí que venía del septentrión un viento impetuoso, una nube densa, y en torno a la cual resplandecía un remolino de fuego, que en medio brillaba como bronce en ignición. 5 En el centro de ella había semejanza de cuatro seres vivientes, cuyo aspecto era éste: tenían semejanza de hombre, 6 pero cada uno tenía cuatro aspectos, y cada uno cuatro alas. 7 Sus pies eran rectos, y la planta de sus pies era como la planta del toro. Brillaban como bronce en ignición. 8 Por debajo dé las alas, a los cuatro lados, salían brazos de hombre, todos cuatro tenían el mismo semblante y las mismas alas, 9 que se tocaban las del uno con las del otro. Al moverse no se volvían para atrás, sino que cada uno iba cara adelante. 10 Su semblante era éste: de hombre y de león a la derecha los cuatro, de toro a la izquierda los cuatro y de águila los cuatro. n Sus alas estaban desplegadas hacia lo alto; dos se tocaban las del uno con las del otro, y dos de cada uno cubrían su cuerpo. 12 Todos marchaban de frente, a donde les impelía el espíritu, sin volverse para atrás. 13 Había entre los vivientes (fuego) como de brasas, encendidas como antorchas, que discurrían por entre ellos, centelleaban y salían rayos. 14 Los vivientes iban y venían como el relámpago.

La visión del profeta es apocalíptica y difícil de entender, ya que interviene más la imaginación desbordada que la lógica del pensamiento. A la luz de los hallazgos arqueológicos asirios podemos hoy sorprender la fuente en que se inspiró el profeta para trazar este cuadro deslumbrante como pórtico solemne a su misión profética y a su libro. Estando el profeta junto al “gran canal,” vio venir como un turbión o densa nube acompañada de fuerte viento. En torno aparecía como un halo de fuego brillante como bronce en ignición. En medio de la nube, un núcleo ígneo. La nube brillante e ígnea viene del septentrión, es decir, de la región nórdica de Mesopotamia por la que pasaba la vía caravanera que habían seguido los exilados israelitas. Gomo veremos después, el sentido de la visión es mostrar que Yahvé ha seguido a los exilados en su destierro para protegerlos y darles esperanza de rehabilitación. Algunos autores creen ver en esta dirección del septentrión una alusión al olimpo babilónico, situado en la parte norte de Mesopotamia. En ese caso, el sentido de la visión era simbolizar la supremacía de Yahvé sobre todos los dioses mesopotámicos.
A medida que se acercaba el turbión, divisa el profeta en el centro ígneo cuatro vivientes. A primera vista, de frente le parecen semejanza de hombre por la cabeza y el pecho. Pero, fijándose bien, distingue en ellos cuatro aspectos o caras: de hombre por el rostro, de águila por las alas, de león y de toro por el cuerpo3. Concebida así la extraña visión, encontramos una explicación en los karibu asirios encontrados a la entrada del palacio de Jorsabad; en el c.10 de Ezequiel se los llama Kerubi o querubes. En efecto, en los colosos asirios que se ven en el museo de Louvre se pueden apreciar esos extraños seres con rostro barbado de hombre, alas de águila, bajo las cuales salen dos brazos de hombre (v.8), cuerpo mitad de toro y mitad de león. Eran los genios protectores de los palacios asirios4. Los cuatro vivientes juntaban dos de sus alas con las del más vecino, formando un soporte o plataforma. El conjunto de los vivientes caminaba siempre hacia adelante, sin volverse (v.8). En el v.10 insiste sobre su cuádruple composición: por delante, aspecto de hombre; en la derecha, aspecto de león; a la izquierda, de toro, y alas de águila 5. Con dos de las alas de cada uno extendidas en lo alto se formaba un trono, y con las otras dos de cada uno se cubrían el cuerpo en señal de respeto (v.1-1) 6.
El profeta ha logrado crear con los cuatro vivientes un inigualable trono para Yahvé. En ellos están representadas las criaturas más nobles de la creación: el hombre con su inteligencia, rey de la creación; el león y el toro con su fuerza, reyes de los animales terrestres; el águila, reina de las aves por su raudo y elevado vuelo. Estos animales, que en el folklore babilónico estaban destinados, como animales más nobles, a representar diversas divinidades, forman un trono al único Dios, al Yahvé de Israel. La concepción teológica es grandiosa en todos sus detalles7. En el número cuatro de los seres (con cuatro aspectos, y cuatro alas, y cuatro ruedas) puede verse la idea de la universalidad del dominio de Yahvé en las cuatro direcciones del universo 8.
Los cuatro vivientes caminaban de frente, sin volverse, movidos por el espíritu o soplo de Dios. En medio de los cuatro vivientes había fuego como de brasas (v.13), que centelleaban en continuo movimiento. El fuego, como elemento purificador y símbolo de la santidad, aparece constantemente en muchas teofanías del A.T. Yahvé se manifiesta siempre entre rayos y relámpagos y rodeado de nubes de fuego. Los autores semitas no encontraban mejor símbolo para indicar el carácter numénico de Dios que el fuego, a cuyo contacto todo se consume y purifica. A Moisés se apareció Yahvé en una zarza ardiendo 9

Descripción de las ruedas (15-21).
15 Y, mirando a los vivientes, descubrí junto a cada uno de ellos una rueda que tocaba la tierra. 16 Las ruedas parecían de turquesa, eran todas iguales, y cada una dispuesta como si hubiese una rueda dentro de otra rueda. 17 Cuando avanzaban marchaban hacia los cuatro lados, y no se volvían al caminar. 18 Mirando, vi que sus llantas estaban todo en derredor llenas de ojos. 19 Al ir los vivientes, giraban junto a ellos las ruedas, y al levantarse los vivientes sobre la tierra, se levantaban las ruedas. 20 Hacia donde los impelía el espíritu a marchar, marchaban, y las ruedas se alzaban a la vez con ellos, porque tenían las ruedas espíritu de vida. 21 Guando iban ellos, iban las ruedas; cuando ellos se paraban, se paraban ellas, y cuando se alzaban de la tierra, se alzaban, porque había en las ruedas espíritu de vida.

Los detalles de la visión van complicando la clara comprensión de la misma. El profeta multiplica las imágenes en función de las ideas, pero no siempre es fácil captar bien la imagen, pues resulta a menudo muy compleja. Así, contempla a los cuatro vivientes sobre cuatro ruedas, cada una de las cuales tiene otra en sentido opuesto, formando ángulo, de modo que, según se dice en el í.17, el carro con las cuatro ruedas y vivientes marchaba en las cuatro direcciones sin volverse. Hemos de pensar que aquí se trata de una visión apocalíptica; por tanto, no debemos preguntarnos si efectivamente el conjunto es técnicamente realizable en la práctica. Los profetas prescinden de muchas cosas, y se levantan sobre la realidad para declarar sus ideas, muchas veces envueltas a propósito en el misterio. Así, no sabemos el significado exacto del detalle de que las llantas estaban llenas de ojos (v.18). Quizá tuvieran un puro valor ornamental, o se quiere indicar que las ruedas fulguraban como chispas luminosas. No faltan quienes ven en esa pluralidad de ojos la omnisciencia divina, múltiple en las manifestaciones de su providencia. El profeta puntualiza después que tanto los vivientes como las ruedas se movían en completa sincronía, empujados por el espíritu o soplo divino.

Descripción de la plataforma (22-25).
22 Sobre las cabezas de los vivientes había una semejanza de firmamento, como de portentoso cristal, tendido por encima de sus cabezas, 23 y por debajo del firmamento estaban extendidas sus alas, que se tocaban dos a dos, la una con la del otro, mientras que las otras dos de cada uno cubrían su cuerpo. 24 Oía el ruido de las alas como ruido de río caudaloso, como voz del Omnipotente, cuando marchaban, como estruendo de campamento; cuando se detenían, plegaban las alas. 25 Y una voz hendió el firmamento que estaba sobre sus cabezas. Al pararse ellos plegaron sus alas.

Sobre los vivientes que tienen sus alas extendidas en alto, formando como una plataforma, había una placa sólida como firmamento de cristal (v.22); es la base del trono divino que se explicará a continuación. Al agitarse las alas se oía como un ruido ensordecedor semejante a la voz del Omnipotente 10, es decir, del trueno, o como el estruendo de un campamento militar que se pone en movimiento (v.24). El profeta oyó como una voz majestuosa que hizo parar el cortejo (v.25) 11.

El Señor, sentado sobre el trono (26-28).
26 Sobre el firmamento que estaba sobre sus cabezas había una piedra de apariencia de zafiro a modo de trono, y sobre la semejanza del trono, en lo alto, una figura semejante a un hombre que se erguía sobre él. 27 Y de lo que de él aparecía, de cintura arriba, era como el fulgor de un metal resplandeciente, y de cintura abajo, como el resplandor del fuego, y todo en derredor suyo resplandecía. 28 El esplendor que le rodeaba todo en torno era como el arco iris que aparece en las nubes en día de lluvia. Esta era la apariencia de la imagen de la gloria de Yahvé. A tal vista caí rostro a tierra, pero oí la voz de uno que hablaba.

El profeta distingue sobre la plataforma de cristal, soportada por las alas de los vivientes, una piedra de zafiro, de azul celeste,que hacía de trono. Es de notar en la descripción las frases aproximativas propias de los autores apocalípticos (a semejanza de., como, a modo.), que indican la trascendencia de las mismas cosas que se ven, presentadas de modo descriptivo imaginativo para dar una idea aproximada de ellas. Sobre el trono había una figura semejante a un hombre. (v.27) resplandeciente. Es Yahvé en toda su majestad y gloria, aureolado de un arco iris 12. Ante tal manifestación de la majestad divina, Ezequiel cae de rodillas en un sentimiento de adoración y de reconocimiento de su propia indignidad (v.28) 13.
El simbolismo de esta visión deslumbradora parece girar en torno a la idea de la presencia de Yahvé entre los exilados de Babilonia. Aunque Yahvé habite en Jerusalén, sin embargo, no los ha abandonado, y por eso los visita en toda su majestad, para dar idea de su omnipotencia, muy por encima de los ídolos babilónicos. Es el Señor absoluto de toda la naturaleza, sentado sobre los vivientes más nobles, que le sirven de escabel de sus pies: el toro, símbolo de la fuerza salvaje, dedicado en la mitología babilónica a Hadad, dios de las tormentas; el león, rey de los animales, dedicado a Samas e Istar y Enlil; el águila, reina de las aves, símbolo del sol. Toda la creación en su más noble manifestación está al servicio del Dios de Israel, que invade en su plena majestad el territorio de los dioses paganos. En todas partes se siente su dominio, como Señor de la naturaleza. Los exilados se creían en el destierro alejados de la providencia de su Dios. El castigo del cautiverio era para ellos como un velo que se interponía en las relaciones con el Dios de sus padres, y de ahí el desaliento y hasta la desesperación. Por eso, esta visión del profeta del exilio por excelencia quiere hacer ver que Yahvé está también al lado de los desterrados, que tiene providencia de ellos, y que va a abandonar definitivamente a Jerusalén, entregándola a la destrucción y reservando a los desterrados como núcleo de la futura restauración de Israel14.

1 Cf. A. Jeremías, Das A.T. im Lichte des A. Oriente (Leipzig 1916) p.617s. – 2 Cf. Eze 3:14.22; Eze 8:1; Eze 33:22; Eze 33:37, i; 40,1. – 3 Antes de los hallazgos de los karibu asirios se solía interpretar el texto en el sentido de que cada animal tenía cuatro “rostros,” lo que hace ininteligible el texto. – 4 Cf. H. Gressmann, Alt. Orient. Text. und Bild. (Berlín 1926) II ñg. 165:168. – 5 Los Santos Padres tomaron de esta visión los símbolos de los cuatro evangelistas. – 6 Cf. Isa 6:1. – 7 Cf. Les Cherubins: DBS i (1928) 74353, y Dhorme-Vincent, Les Cherubins: RB 35 (1926) 328-358. – 8 Cf. Zac 2:1; 2:3; 6:5. – 9 Cf. Exo 3:2.5; Exo 19:18; Exo 24:17; Deu 4:12. – 10 Cf. Eze 10:5; Job 37:48; Sal 29:3-9Sal 29:–11 La última parte del v.25 falta en los LXX. – 12.Cf.AP4:3. – 13 Cf. Isa 6:5; Jue 13:20; Tob 12:16; Dan 8:17. – 14 Sobre esta visión inaugural de Ezequiel pueden verse, además de los comentarios citados, los artículos siguientes: A. Van Hoonacker, Le títre primitif du livre d’Ez.: “Revue Biblique Int.,” 9 (1912) 241-243; J- Goppens, Deux passages obscurs du livre d’Ez. 1:25 et 1:18: “Muséon,” 47 (1934) 259-263.

Fuente: Biblia Comentada

El libro de Ezequiel

Título

El libro siempre ha sido nombrado por su autor, Ezequiel (Eze 1:3; Eze 24:24), quien no es mencionado en ningún otro lugar en las Escrituras. Su nombre quiere decir «fortalecido por Dios», lo cual, de hecho, él fue para el ministerio profético al que Dios lo había llamado (Eze 3:8-9). Ezequiel usa visiones, profecías, parábolas, señales y símbolos para proclamar y dramatizar el mensaje de Dios a su pueblo exiliado.

Autor y fecha

Si «el año treinta» del Eze 1:1 se refiere a la edad de Ezequiel, él tenía veinticinco años de edad cuando fue llevado cautivo y treinta cuando fue llamado al ministerio. Treinta años era la edad en la que los sacerdotes comenzaban su cargo, y por lo tanto era un año notable para Ezequiel. Su ministerio comenzó en el 593/92 a.C. y se extendió por lo menos veintidós años hasta el 571/70 a.C. (cp. Eze 25:17). Él era un contemporáneo tanto de Jeremías (quien era unos veinte años mayor) y Daniel (quien era de la misma edad), a quien él nombra en el Eze 14:14; Eze 14:20; Eze 28:3 como un profeta que ya era bien conocido. Al igual que Jeremías (Jer 1:1) y Zacarías (cp. Zac 1:1 con Neh 12:16), Ezequiel fue tanto un profeta como un sacerdote (Eze 1:3). Debido a su contexto sacerdotal, él estaba particularmente interesado y a la vez familiarizado con los detalles del templo; y así Dios lo usó para escribir mucho acerca de ellos (Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-12).

Ezequiel y su esposa (quien es mencionada en el Eze 24:15-27) estaban entre los diez mil judíos que fueron llevados cautivos a Babilonia en el 597 a.C. (2Re 24:11-18). Ellos vivían en Tel-abib (Eze 3:15) en la cuenca del río Quebar, probablemente al SE de Babilonia. Ezequiel escribe de la muerte de su esposa en el exilio (Eze 24:18), pero el libro no menciona la muerte de Ezequiel, la cual la tradición rabínica sugiere que ocurrió en las manos de un príncipe israelita cuya idolatría él reprendió alrededor del 560 a.C.

El autor recibió su llamado a profetizar en el 593 a.C. (Eze 1:2), en Babilonia («en la tierra de los caldeos»), durante el quinto año de la cautividad del rey Joaquín, la cual comenzó en el 597 a.C. Frecuentemente, Ezequiel fecha sus profecías a partir del 597 a.C. (Eze 8:1; Eze 20:1; Eze 24:1; Eze 26:1; Eze 29:1; Eze 30:20; Eze 31:1; Eze 32:1; Eze 32:17; Eze 33:21; Eze 40:1). Él también fecha el mensaje en el Eze 40:1 como el 573/72, el decimocuarto año después del 586 a.C., esto es, la caída final de Jerusalén. La última profecía fechada de Jerusalén fue en el 571/70 a.C. (Eze 29:17).

Las profecías en los caps. Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27; Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27; Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26 están en orden cronológico. En el Eze 29:1, el profeta regresa a un año antes del Eze 26:1. Pero a partir del Eze 30:1 (cp. Eze 31:1; Eze 32:1; Eze 32:17), él está cerca de ser estrictamente cronológico.

Contexto histórico

Desde la perspectiva histórica, el reino unido de Israel duró más de ciento diez años (ca. 1043-931 a.C.), pasando por los reinados de Saúl, David, y Salomón. Después el reino dividido, Israel (norte) y Judá (sur), se extendió del 931 a.C. al 722/21 a.C. Israel cayó en manos de Asiria en el 722/21 a.C. dejando a Judá, el reino sobreviviente por ciento treinta y cinco años, el cual cayó en manos de Babilonia en el 605-586 a.C.

En el contexto más inmediato, varias características fueron estratégicas. Políticamente, el poder militar de Asiria se derrumbó después del 626 a.C. y la capital, Nínive, fue destruida en el 612 a.C. por los babilonios y los medos (cp. Nahum). El Imperio Neobabilonio había manifestado su poderío desde que Nabopolasar tomó el trono en el 625 a.C., y Egipto, bajo Faraón Necao II, estaba determinado a conquistar lo que pudiera. Babilona aplastó a Asiria en el 612-605 a.C., y registró una victoria decisiva en contra de Egipto en el 605 a.C. en Carquemis, sin dejar, de acuerdo a la crónica babilonia, sobreviviente alguno. También en el 605 a.C., Babilonia, guiada por Nabucodonosor, comenzó la conquista de Jerusalén y la deportación de los cautivos, entre los cuales estaba Daniel (Dan 1:2). En diciembre de 598 a.C., volvió a sitiar a Jerusalén y en el 16 de marzo de 597 a.C. tomó posesión de ella. En esta ocasión se llevó cautivo a Joaquín y a un grupo de diez mil que incluyó a Ezequiel (2Re 24:11-18). La destrucción final de Jerusalén y la conquista de Judá, que incluyó la tercera deportación, ocurrió en el 586 a.C.

Religiosamente, el rey Josías (ca. 640-609 a.C.) había instituido reformas en Judá (cp. 2Cr 34:1-33). Trágicamente, a pesar de su esfuerzo, la idolatría había insensibilizado a los judíos de tal manera que su despertar fue solo «tan profundo como su piel» en términos generales. El ejército egipcio mató a Josías al cruzar Palestina en el 609 a.C., y los judíos se hundieron en el pecado para juicio bajo Joacaz (609 a.C.), Joacim (609-598 a.C.), Joaquín (598-597 a.C.) y Sedequías (597-586 a.C.).

Domésticamente, Ezequiel y los diez mil vivieron en exilio en Babilonia (2Re 24:14), más como colonos que como cautivos, teniendo permiso de cultivar porciones de tierra bajo condiciones algo favorables (Jer 29:1-32). Aun Ezequiel tenía su propia casa (Eze 3:24; Eze 20:1).

Proféticamente, los falsos profetas engañaron a los exiliados con certezas de un regreso pronto a Judá (Eze 13:3; Eze 13:16; Jer 29:1). Del 593-585 a.C., Ezequiel advirtió que su amada Jerusalén sería destruida y su exilio prolongado y por lo tanto, no había esperanza de un regreso inmediato. En el 585 a.C., una persona que se escapó de Jerusalén, quien había evadido a los babilonios, llegó a Ezequiel con las primeras noticias de que la ciudad había caído en el 586 a.C., alrededor de seis meses antes (Eze 33:21). Eso destrozó las falsas esperanzas de cualquier liberación inmediata para los exiliados, y entonces el resto de las profecías de Ezequiel se relacionaron a la restauración futura de Israel a su tierra de origen y las bendiciones futuras del reino mesiánico.

Temas históricos y teológicos

La «gloria de Jehová» es central a Ezequiel, apareciendo en el Eze 1:28; Eze 3:12; Eze 3:23; Eze 10:4; Eze 10:18; Eze 11:23; Eze 43:4-5; Eze 44:4. El libro incluye descripciones vívidas de la desobediencia de Israel y Judá, a pesar de la bondad de Dios (cap. Eze 23:1-49; cp. cap. Eze 16:1-63). Muestra el deseo de Dios porque Israel diera fruto que Él pueda bendecir; no obstante, los deseos egoístas habían dejado a Judá lista para el juicio, como una vid, lista para ser quemada (cap. Eze 15:1-8). Hay bastantes referencias a la idolatría de Israel y sus consecuencias, tales como Pelatías cayendo muerto (Eze 11:13), una ilustración simbólica del desastre general para el pueblo.

Muchas escenas pintorescas ilustran principios espirituales. Entre estas está Ezequiel comiendo un rollo (cap. Eze 2:1-10); las caras de cuatro ángeles representando aspectos de la creación sobre la cual Dios gobierna (Eze 1:10); una escena de «peluquería» (Eze 5:1-4); pinturas en las paredes del templo recordándole a los lectores de lo que Dios realmente quiere en su lugar de morada, esto es santidad y no inmundicia (Eze 8:10); y carbones encendidos esparcidos mostrando juicio (Eze 10:2; Eze 10:7).

Los principales temas teológicos son la santidad y la soberanía de Dios. Estos son comunicados a través de un contraste frecuente entre su gloria brillante y el despreciable contexto de los pecados de Judá (Eze 1:26-28; frecuente en los caps. Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; y Eze 43:1-7). Relacionado muy de cerca está el propósito de Dios de triunfo glorioso para que todos sepan » … que yo soy Jehová». Este monograma divino, la firma de Dios certificando sus obras, es mencionado más de sesenta veces, normalmente con un juicio (Eze 6:7; Eze 7:4), pero ocasionalmente después de la restauración prometida (Eze 34:27; Eze 36:11; Eze 36:38; Eze 39:28).

Otra característica involucra a los ángeles de Dios llevando a cabo su programa detrás de las escenas (Eze 1:5-25; Eze 10:1-22). Un tema que también es importante es que Dios hace responsable a todo individuo por buscar la justicia (Eze 18:3-32).

Ezequiel también enfatiza la pecaminosidad en Israel (Eze 2:3-7; Eze 8:9-10) y otras naciones (a lo largo de los caps. Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32). Él lidia con la necesidad de la ira de Dios para lidiar con el pecado (Eze 7:1-8; Eze 15:8); la frustración por parte de Dios de los planes del hombre para escapar de la Jerusalén sitiada (Eze 12:1-13; cp. Jer 39:4-7); y la gracia de Dios prometida en el pacto abrahámico (Gén 12:1-3) siendo cumplida en la restauración del pueblo de Abraham a la tierra del pacto (caps. Eze 34:1-31; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35; cp. Gén 12:7). Dios promete preservar a un remanente de israelitas a través de quienes Él cumplirá sus promesas de restauración y mantener su Palabra inviolable.

Retos de interpretación

Ezequiel usa un lenguaje simbólico de manera extensa, como lo hicieron Isaías y Jeremías. Esto da lugar a la pregunta de que si ciertas porciones de los escritos de Ezequiel deben ser tomadas literalmente o en sentido figurado, p. ej. ser atado con cuerdas, Eze 3:25; si el profeta fue llevado corporalmente a Jerusalén o no, Eze 8:1-3; como el juicio individual puede ser llevado a cabo en el cap. Eze 18:1-32 cuando los impíos evaden la muerte en el Eze 14:22-23 y algunos de los piadosos mueren en una invasión, Eze 21:3-4; como Dios permitiría que la esposa de un profeta fiel muriera (Eze 24:15-27); cuándo ocurrirán algunos de los juicios sobre otras naciones (caps. Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32); si el tiempo en los caps. Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24 será literal y en qué forma; y cómo las promesas del futuro de Israel se relacionan al programa de Dios con la iglesia. Estos asuntos serán tratados en las notas de estudio.

Bosquejo

El libro puede ser dividido en términos generales en secciones acerca de condenación / retribución y después consolación / restauración. Una división más detallada divide al libro en cuatro secciones. En primer lugar, hay profecías de la ruina de Jerusalén (caps. Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27; Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27). En segundo lugar, hay profecías de retribución sobre naciones vecinas (caps. Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32), con un vistazo de la restauración futura de Israel por parte de Dios (Eze 28:25-26). En tercer lugar, hay un capítulo de transición (Eze 33:1-33) el cual da instrucción con respecto a un ultimo llamado para que Israel se arrepienta. Finalmente, la cuarta división incluye ricas expectativas que tienen que ver con la restauración futura de Israel por parte de Dios (caps. Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35).

Bosquejo

I) Profecías de la ruina de Jerusalén (Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27; Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27)

A) Preparación y comisión de Ezequiel (Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 3:1-27)

1. Aparición divina a Ezequiel (Eze 1:1-28)

2. Tarea divina para Ezequiel (Eze 2:1-10; Eze 3:1-27)

B) Proclamación de la condenación de Jerusalén (Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25; Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27)

1. Señales de juicio venidero (Eze 4:1-17; Eze 5:1-4)

2. Mensajes con respecto al juicio (Eze 5:5-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27)

3. Visiones con respecto a la abominación en la ciudad y el templo (Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25)

4. Explicaciones de juicio (Eze 12:1-28; Eze 13:1-23; Eze 14:1-23; Eze 15:1-8; Eze 16:1-63; Eze 17:1-24; Eze 18:1-32; Eze 19:1-14; Eze 20:1-49; Eze 21:1-32; Eze 22:1-31; Eze 23:1-49; Eze 24:1-27)

II) Profecías de retribución a las naciones (Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32)

A) Amón (Eze 25:1-7)

B) Moab (Eze 25:8-11)

C) Edom (Eze 25:12-14)

D) Filistea (Eze 25:15-17)

E) Tiro (Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-19)

F) Sidón (Eze 28:20-24) Paréntesis: La restauración de Israel (Eze 28:25-26)

G) Egipto (Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32)

III) Provisión para el arrepentimiento de Israel (Eze 33:1-33)

IV) Profecías de la restauración de Israel (Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28; Eze 38:1-23; Eze 39:1-29; Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35)

A) Reuniendo a Israel en la tierra (Eze 34:1-31; Eze 35:1-15; Eze 36:1-38; Eze 37:1-28)

1. Promesa de un verdadero Pastor (Eze 34:1-31)

2. Castigo de las naciones (Eze 35:1-15; Eze 36:1-7)

3. Propósitos de restauración (Eze 36:8-38)

4. Retratos de restauración, huesos secos y dos palos (Eze 37:1-28)

B) Desplazamiento de los enemigos de Israel de la tierra (Eze 38:1-23; Eze 39:1-29)

1. Invasión de Gog para saquear a Israel (Eze 38:1-16)

2. Intervención de Dios para proteger a Israel (Eze 38:17-23; Eze 39:1-29)

C) Reestablecimiento de la verdadera adoración en Israel (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24)

1. Nuevo templo (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-12)

2. Nueva adoración (Eze 43:13-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24)

D) Redistribución de la tierra en Israel (Eze 47:1-23; Eze 48:1-35)

1. Posición del río (Eze 47:1-12)

2. Porciones para las tribus (Eze 47:13-23; Eze 48:1-35)

ANEXOS

Fechas en Ezequiel

Acontecimiento/versículo Año Día/mes Fecha Año
1. Llamado (Eze 1:2) 5 5/4 31 de julio 593
2. Visita del templo (Eze 8:1) 6 5/6 17 de septiembre 592
3. Visita de los ancianos (Eze 20:1) 7 10 / 5 17 de agosto 591
4. El sitio comienza (Eze 24:1) 9 10 / 10 15 de enero 588
5. En contra de Tiro (Eze 26:1) 11 1 / ¿? ¿? 587 / 586
6. En contra de Egipto (Eze 29:1) 10 12 / 10 7 de enero 587
7. En contra de Tiro, Egipto (Eze 29:17) 27 1 / 1 26 de abril 571
8. En contra de Faraón (Eze 30:20) 11 7 / 1 29 de abril 587
9. En contra de Faraón (Eze 31:1) 11 1 / 3 21 de junio 587
10. Lamento por Faraón (Eze 32:1) 12 1 / 12 3 de marzo 585
11. Faraón al Seol (Eze 32:17) 12 15 / ¿? ¿? 586 / 585
12. Informe de los refugiados acerca de la caída de Jerusalén (Eze 33:21) 12 5 / 10 8 de enero 585
13. Comienza la visión del futuro templo (Eze 40:1) 25 10 / 1 28 de abril 573

________

Experiencias de señales de Ezequiel
(cp. Eze 24:24; Eze 24:27) 1. Ezequiel estuvo encerrado, amarrado y mudo (Eze 3:23-27). 2. Ezequiel usó una tabla de adobe y una plancha de hierro como ilustraciones en su predicación (Eze 4:1-3). 3. Ezequiel tuvo que acostarse sobre su lado izquierdo por 390 días y sobre su lado derecho por 40 días (Eze 4:4-8). 4. Ezequiel tuvo que comer de manera inmunda (Eze 4:9-17). 5. Ezequiel tuvo que rasurarse su cabeza y barba (Eze 5:1-4). 6. Ezequiel tuvo que empacar sus pertenencias y escarbar para abrir una brecha en el muro de Jerusalén (Eze 12:1-14). 7. Ezequiel tuvo que comer su pan con temblor y beber su agua con estremecimiento (Eze 12:17-20). 8. Ezequiel afiló una espada y batió una mano contra otra (Eze 21:8-17). 9. Ezequiel retrató a Israel en el horno fundidor (Eze 22:17-22). 10. Ezequiel tuvo que cocinar una olla de comida (Eze 24:1-14). 11. Ezequiel no podía llorar la muerte de su esposa (Eze 24:15-24). 12. Ezequiel estuvo mudo por un tiempo (Eze 24:25-27). 13. Ezequiel unió dos palos y se volvieron uno (Eze 37:15-28).

Sacrificios durante el milenio

Levítico En el milenio*
1. HolocaustoLev 1:3-17 1. HolocaustoEze 40:39
2. OblaciónLev 2:1-16 2. OblaciónEze 45:15
3. PazLev 3:1-17 3. PazEze 45:15
4. PecadoLev 4:1-35 4. PecadoEze 40:39
5. ExpiaciónLev 5:1-19; Lev 6:1-7 5. ExpiaciónEze 40:39
6. LibaciónLev 23:13; Lev 23:37 6. LibaciónEze 45:17

Isa 56:7; Isa 66:20-23; Jer 33:18; corroboran de manera adicional el holocausto y la oblación.

Fiestas durante el milenio

Levítico Durante el milenio
1. N / A 1. Año nuevoEze 45:18-20
2. PascuaLev 23:5 2. PascuaEze 45:21-24
3. Panes sin levaduraLev 23:6-8 3. Panes sin levaduraEze 45:21-24
4. PentecostésLev 23:9-22 4. N / A
5. TrompetasLev 23:23-25 5. N / A
6. ExpiaciónLev 23:26-32 6. N / A
7. TabernáculosLev 23:33-44 7. TabernáculosEze 45:25

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

el año treinta. Lo más probable es que esta cifra corresponda a la edad de Ezequiel, puesto que la fecha relacionada con el reinado del rey se presenta en Eze 1:2. Treinta años era la edad en la que un sacerdote (cp. v. Eze 1:3 y Núm 4:1-49) comenzaba sus deberes sacerdotales. río Quebar. Un canal principal que se deriva del río Éufrates al S de Babilonia. visiones de Dios. Esta escena tiene similitudes con las visiones del trono de Dios en Apo 4:1-11 y Apo 5:1-14, donde también se hace hincapié en una vislumbre de ese trono, justo antes de que los juicios de Apo 6:1-17 al Apo 19:1-21 sean desatados.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD

INTRODUCCIÓN A LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD

(Ezequiel y Daniel)

1. El Sal 137:1-9 describe el comienzo de este período y el Sal 126:1-6 nos habla del final.

2. Israel se cura de su pecado de idolatría mientras está en la ciudad de la idolatría.

3. Dos testigos oculares escriben sobre esta etapa. Uno era jefe de gobierno y el otro un sacerdote.

4. Este período histórico incluye:

a. Tres hombres que no se doblegaron ni ante el riesgo de ser quemados (Dan 3:1-30).

b. Un examen del rey más grande de Babilonia (Nabucodonosor, Dan 1:1-21; Dan 2:1-49; Dan 3:1-30; Dan 4:1-37) y una anticipación del que sería el más grande de los reyes de Grecia (Alejandro Magno, Dan 7:6; Dan 8:5-8; Dan 8:21-22; Dan 11:3-4).

c. Una pelea entre un camero persa y un macho cabrío griego (Dan 8:1-27).

d. Una mano (de Dios) que escribe y un valle de huesos (de hombre) que reviven y caminan (Dan 5:1-31; Eze 37:1-28).

e. La única descripción de Dios el Padre en la Biblia (Dan 7:9-14).

f. Grandes profecías son reveladas mediante la caída de una piedra (Dan 2:1-49) y el derribo de un árbol (Dan 4:1-37).

g. El segundo de tres intentos de consolidar la religión alrededor de una imagen:

(1) Gén 11:1-32;

(2) Dan 3:1-30; y

(3) Apo 13:1-18.

h. La historia real de cuando el oso aparece sobre los montes (Eze 38:1-23; Eze 39:1-29).

i. El futuro y último templo terrenal (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35).

5. Dios bendice una dieta básica y maldice una fiesta blasfema (Dan 1:1-21; Dan 5:1-31).

6. Los arcángeles Gabriel y Miguel son mencionados en este período (Dan 8:1-27; Dan 12:1-13).

7. En esta etapa aprendemos más acerca del ministerio de los querubines que en ningún otro período (Eze 1:1-28; Eze 10:1-22).

8. Se habla más en este tiempo acerca de la actividad del diabólico Antricristo que en ninguna otra etapa (Dan 7:1-28; Dan 8:1-27; Dan 9:1-27; Dan 11:1-45).

9. Ezequiel denuncia a la ciudad de Tiro y su materialismo (cap. Eze 26:1-21) y describe a la ciudad milenaria de Dios (cap. Eze 48:1-35).

10. Ezequiel comienza describiendo la partida de la nube que representa la gloria de Dios (Eze 10:18), y concluye prediciendo el retomo de la gloria de Dios (Eze 43:2).

LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD

EZEQUIEL

(alrededor del 597 a.C)

INTRODUCCIÓN

1. Ezequiel era el hijo de un sacerdote de la línea de Sadoc. Fue desterrado a Babilonia en el 597 a.C. con el rey Joaquín. Su esposa falleció el mismo día que comenzó el sitio de Jerusalén en el 586 a.C. (Eze 24:1; Eze 24:15-18).

2. Tenía treinta años cuando comenzó a escribir. Vivió en Babilonia en un pueblo al lado del Quebar, un canal que se alimentaba del río Éufrates.

3. Su ministerio fue doble: recordar a los desterrados sus pecados y alentarlos en relación con las futuras bendiciones de Dios.

4. Ezequiel puede ser comparado con otros libros del Antiguo Testamento de la siguiente manera:

a. Isaías habla de la salvación de Dios.

b. Jeremías habla del juicio de Dios.

c. Daniel habla del reino de Dios.

d. Ezequiel habla de la gloria de Dios.

I. Ezequiel: la santificación del hombre de Dios (caps. Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 33:1-33).

A. Ezequiel contempla la visión de los cuatro seres vivientes (Eze 1:1-28).

1. La descripción de estas criaturas (Eze 1:4-28).

2. La identidad de estas criaturas vivientes. ¿Quiénes son? Ezequiel nos las identifica más tarde (Eze 10:20) como querubines, ángeles de alto rango. Aparecen en la Palabra de Dios en tres ocasiones distintas.

a. En el jardín de Edén, para evitar que Adán tome del fruto del árbol de la vida después de su pecado (Gén 3:22-24).

b. A Ezequiel en Babilonia (Eze 1:4-28).

c. En el cielo, durante la visión de Juan (Apo 4:6-8).

3. Los deberes de estas criaturas vivientes.

a. Guardar y vindicar la justicia de Dios (Gén 3:24; Eze 26:1; Eze 36:8; Eze 36:35).

b. Simbolizar la misericordia de Dios (Éxo 25:22; Éxo 37:9).

c. Ayudar en la administración del gobierno de Dios (1Sa 4:4; Sal 80:1; Sal 99:1; Eze 1:22; Eze 1:26).

d. Recordar eternamente el bendito ministerio terrenal del Señor Jesucristo. Esto lo vemos mediante el siguiente resumen del relato de los cuatro evangelios:

(1) Mateo (escrito para los judíos), retrata a Cristo como un león, el Mesías.

(2) Marcos (escrito para los romanos) presenta a Cristo como un buey, el Siervo.

(3) Lucas (escrito para los griegos) representa a Cristo como el hombre perfecto.

(4) Juan (escrito para todo el mundo) representa a Cristo mediante un águila, el Dios todopoderoso.

(Véase Isa 6:1-7 para la descripción de los serafines, otra orden especial de seres angelicales.)

B. Ezequiel oye la voz del Dios vivo (Eze 2:1-10; Eze 3:1-27; Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 33:1-22).

1. Fue comisionado para ser el centinela de Israel en Babilonia.

2. Tenía que advertir a los impíos de que si ellos abandonaban sus malos caminos Dios no los destruiría físicamente.

3. Tenía que avisar a los justos de que si ellos dejaban los caminos de rectitud Dios los destruiría por completo.

4. Tenía que llevarlo a cabo sin temor ni favoritismos.

5. Tenía que asimilar totalmente el mensaje de Dios (Eze 3:1-2). (Véase también Apo 10:8-11.)

II. Jerusalén: la desolación de la ciudad de Dios (caps. Eze 4:1-17Eze 24:1-27).

Hubo tres fases distintas en la cautividad babilónica y en el asedio de Jerusalén.

En el año 605 a.C., Daniel y otros pertenecientes a la nobleza fueron deportados (Dan 1:3-4; 2Cr 36:6-7).

En el año 597 a.C., fueron llevados a Babilonia el rey Joaquín, Ezequiel y otros muchos (2Re 24:10-16).

En el año 586 a.C., Sedequías, el último rey de Judá, fue desterrado en este tiempo, las murallas de Jerusalén fueron destruidas y el templo incendiado (2Re 25:1-7).

Los sucesos recogidos en Eze 4:1-17Eze 24:1-27 tuvieron lugar entre la segunda y la tercera fase. Surgieron aparentemente falsos profetas, tanto en Jerusalén como en Babilonia, que descaradamente aseguraban a los judíos que el Señor no destruiría su ciudad santa, aunque ya había sido sitiada dos veces. Pero Ezequiel sabía que Dios sí iba a permitir que sucediera, e intentó por medio de simbolismos, parábolas, visiones y mensajes advertirles a todos que Jerusalén sufriría con toda certidumbre la desolación y la destrucción.

A. Los doce actos simbólicos de Ezequiel.

1. Trazó un mapa de Jerusalén sobre una plancha de adobe grande, mostrando a un ejército preparándose para atacar a la ciudad. Después agregó más detalles, dibujando el campamento enemigo alrededor de la ciudad y preparando las rampas de asalto.

Finalmente tomó una lámina de hierro y la puso entre la ciudad y él, para simbolizar así la muralla impenetrable del ejército babilónico y mostrar la absoluta imposibilidad de escape (Eze 4:1-3).

2. Tenía que acostarse sobre su lado izquierdo unas pocas horas cada día, durante 390 días, para simbolizar la iniquidad del reino del norte. Cada día representaba un año (Eze 4:4-5).

3. Después se acostó sobre su lado derecho durante unas horas cada día por cuarenta días, para representar así la iniquidad de Judá, el reino del sur. Esta vez también cada día representaba un año (Eze 4:6). Tenemos que admitir que no podemos conocer el significado completo de estos períodos de tiempo. Unger escribe:

«La posición por 390 días sobre su lado izquierdo y 40 sobre su lado derecho (un total de 430 días, simbólicamente un año por cada día) recordaba la esclavitud egipcia (Éxo 12:40-41). Una cautividad similar sobrevendría a Israel y Judá. Sin embargo, la cautividad del reino del norte iba a ser más larga.» (Manual Bíblico de Unger, Editorial Portavoz, p. 375.)

4. Preparó pan con harina de diversos cereales y legumbres, cocido con estiércol de vaca. Esto indicaba la escasez de alimentos en Jerusalén (Eze 4:9-17).

5. Afeitó su cabeza y barba con un cuchillo afilado, y luego dividió el pelo en tres partes iguales (Eze 5:1-4).

a. Una parte tenía que quemarla.

b. Otra parte la tenía que cortar con espada.

c. La última parte tenía que esparcirla al viento.

Todo esto indicaba lo que estaba preparado para Judá y Jerusalén. Una tercera parte de sus ciudadanos iba a morir por fuego durante el asedio de la ciudad. Otra tercera parte caería mediante la espada, y la restante tercera parte sería esparcida al viento.

6. Tenía que lamentarse dando golpes con las manos y los pies para llamar su atención (Eze 6:11).

7. Tenía que sacar unos pocos de sus enseres fuera de la casa. Al atardecer tenía que hacer un agujero en la muralla de la ciudad. Al pasar por el boquete cargado con sus posesiones, tenía que cubrir su rostro. Todo esto simbolizaría vívidamente lo siguiente (Eze 12:1-16):

a. Las pocas posesiones que llevaba como equipaje representaba a los deportados saliendo deprisa de sus hogares.

b. El agujero en la muralla simbolizaba su desesperación por salir de la asediada ciudad de Jerusalén.

c. La cara cubierta representaba a Sedequías, el último rey de Judá, a quien le sacaron los ojos por su rebelión contra Nabucodonosor y fue llevado cautivo a Babilonia (2Re 25:1-7).

8. Tenía que temblar al comer su alimento y angustiado racionar su agua como si fuera la última (Eze 12:17-20).

9. Tenía que blandir en el aire una espada reluciente y con sollozos herirse en los muslos (Eze 21:9-17).

10. Dibujó un mapa del Cercano Oriente y trazó dos rutas que el rey de Babilonia seguiría. Una le llevaba a Jerusalén y la otra a Rabá de los amonitas. Ambas ciudades se habían rebelado contra Nabucodonosor en el 593 a.C. Ezequiel dibujó al rey en la bifurcación del camino.

¿Qué ciudad destruiría primero? La triste respuesta es dada inmediatamente (Eze 21:18-22).

«Él llamará a sus magos para usar adivinaciones; ellos arrojarán suertes agitando flechas de su aljaba; sacrificarán a los ídolos e inspeccionarán el hígado de su sacrificio. ¡Decidirán dirigirse hacia Jerusalén!» (Eze 21:21-22, La Biblia al Día).

11. Dios le manda que ponga una olla al fuego y la llene de agua y de carnes escogidas, y la haga cocer hasta que la carne se desprenda de los huesos. Después que lo tire todo y vuelva a poner la olla al fuego para que se caliente hasta que desaparezca el moho y la herrumbre (Eze 24:1-14). Aquí, por supuesto, el simbolismo es claro. El fuego del juicio de Dios consumiría completamente a lo rico y noble de Jerusalén. Sus ciudadanos serán deportados de la tierra a fin de que la ciudad santa pueda ser limpiada de toda impureza y deterioro moral.

12. Le fue prohibido manifestar ningún pesar por la muerte repentina de su amada esposa (Eze 24:15-18). Charles Feinberg ha escrito:

«El cubrirse la cabeza (2Sa 15:30), llevar los pies descalzos (Isa 20:2), y taparse la cara (Lev 13:45; Miq 3:7) le fueron prohibidos a Ezequiel. Los sacerdotes podían hacer duelo por sus seres queridos (Lev 21:1-3), pero Ezequiel fue una excepción con un propósito especial. La costumbre en los tiempos antiguos era que, como parte del funeral, los amigos llevaran alimentos a los afligidos como una muestra de solidaridad (Deu 26:14; Jer 16:7; Ose 9:4). Ante el hecho del mandato de Dios, Ezequiel muestra completa subordinación de su propia voluntad y sentimientos al cumplimiento de su ministerio profético en la voluntad de Dios. A pesar de que sabía que las horas de vida de su esposa estaban contadas, se dedicó a cumplir el ministerio que tenía encomendado. ¡Qué gran ejemplo de obediencia!» (The Prophecy of Ezekiel, pp. 139, 140.)

Uno de los versículos más conmovedores de toda la Biblia es su testimonio en esta circunstancia:

«Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado» (Eze 24:18).

Dios le ordenó que no hiciera duelo por la muerte de su mujer, porque él, el Señor, no haría duelo por la muerte de Jerusalén. Es especialmente significativo observar que ella falleció el mismo día que Nabucodonosor inició su tercer y definitivo asalto sobre Jerusalén (Eze 24:2).

B. Los doce mensajes de juicio de Ezequiel.

A continuación un breve resumen de los puntos principales de estos mensajes de Ezequiel:

1. Dios se había retenido frecuentemente en su ira a pesar de la descarada desobediencia de Israel (Eze 20:7-10; Eze 20:14; Eze 20:21-22).

2. Dios no se gozaba en juzgar a su pueblo ni siquiera en esta etapa desesperada, y vuelve a llamar a Judá al arrepentimiento (Eze 18:31-32).

3. Pero Judá no escucharía, y la hora de su sentencia estaba ahora cerca (Eze 7:6; Eze 7:12).

4. Judá sería entonces destruida no por los pecados de sus padres, sino por sus propias iniquidades (Eze 18:1-4; Eze 18:20).

5. Incluso la presencia de hombres tales como Noé, Daniel y Job no podría hacer que la ciudad de Jerusalén se salvara (Eze 14:14; Eze 14:20).

6. Sus ejércitos serían completamente impotentes para defenderla (Eze 7:14).

7. Su riqueza no podría comprarles ni un minuto adicional de libertad (Eze 7:19).

8. La ciudad santa de Dios se había convertido en la ciudad ramera de Satanás.

9. Dios, por consiguiente, traería a Jerusalén lo peor de las naciones y gentes para que ocuparan sus tierras y casas (Eze 7:24).

10. Las ciudades de Judá serían incendiadas y sus ídolos machacados (Eze 6:4; Eze 6:6).

11. Cuatro grandes castigos caerían sobre sus ciudadanos: guerra, hambre, animales salvajes y enfermedades (Eze 14:21).

C. Las seis parábolas de Ezequiel.

1. La parábola de la vid inútil (Eze 15:1-8).

a. La vid es un símbolo común del pueblo de Israel en la Biblia. (Véanse Deu 32:32; Sal 80:8-12; Isa 5:1-7; Jer 2:21; Ose 10:1; Mat 21:33.)

b. El único propósito y valor de una vid es llevar fruto. No sirve para construir casas (su tronco es corto y retorcido), ni para hacer muebles (la madera es muy blanda), y tampoco sirve mucho como combustible (se quema rápidamente).

c. Debido a que la vid había rehusado cumplir con la única tarea que tenía prescrita, sería arrancada y quemada (Jua 15:6).

2. La niña adoptada que se transformó en una prostituta (Eze 16:1-63).

El doctor Charles Feinberg escribe lo siguiente en la introducción a esta parábola:

«Aquí, en el capítulo más largo del libro de Ezequiel, se nos presenta el carácter del personaje en toda su sordidez, bajeza y miseria, a fin de que pueda ser visto claramente el infinito aborrecimiento de Dios del pecado de Israel. Según el rabí Eleizer ben Hyrcanus en la misná, este capítulo no era para leerse o traducirse en público.» (The Prophecy of Ezekiel, p. 85.)

a. Dios había encontrado a una niña recién nacida, despreciada y abandonada en el campo. Se llamaba Israel (Eze 16:1-5). Esta es una referencia a la esclavitud de Israel en Egipto como se nos narra en los primeros capítulos de Éxodo. (Véanse especialmente Éxo 1:13-14; Éxo 2:23; Éxo 3:7.)

b. Dios adoptó amorosamente a esta pequeña niña. Cuando se hizo mayor se comprometió con ella en matrimonio, celebraron los ritos matrimoniales y se convirtió en su legítima esposa (Eze 16:8). Todo esto tuvo lugar, por supuesto, en el monte Sinaí cuando Dios ratificó su pacto con Israel. (Véase Éxo 19:5. Comparar también Eze 16:9 con Éxo 19:14.)

c. Después de su matrimonio Dios la vistió con las más hermosas vestiduras, la adornó con las más costosas joyas, y proveyó de los más ricos manjares para su amada (Eze 16:10-14). Esto ocurrió en la historia de Israel durante los reinados de David y Salomón. (Véanse 2Sa 8:11; 1Re 3:13; 1Re 10:4-7.)

d. Pero esta mujer se olvidó pronto de todas las bendiciones recibidas, despreció el amor y la fidelidad de su esposo, y se convirtió en una prostituta callejera (Eze 16:15-34).

e. Esta acción intolerable no podía continuar sin castigo, porque su amado Esposo era también el Juez justo. Él, por tanto, la entregó a sus amantes asesinos para que abusaran de ella y la castigaran (Eze 16:36-41).

f. Para este tiempo su maldad había incluso sobrepasado a la de su hermana mayor (Samaria, la capital del reino del norte), y la de su hermana menor (Sodoma). (Véase Eze 16:46-50.)

g. Después de que Dios la hubiera castigado, él otra vez la restauraría y la atraería hacia él (junto con sus dos hermanas pecadoras) a causa de su amor por ella y de su promesa a Abraham (Eze 16:53; Eze 16:60; Eze 16:63).

3. La parábola de las dos águilas (Eze 17:1-21). Los eventos mencionados en esta parábola se refieren a los asuntos internacionales de Judá, Babilonia y Egipto ocurridos entre los años 597 al 588 a.C. Los personajes involucrados son Joaquín, Sedequías y Nabucodonosor. El registro histórico de estos sucesos lo encontramos en 2Re 24:8-20; 2Cr 36:9-13; Jer 37:1-21; Jer 52:1-7.

4. La parábola del retoño de cedro (Eze 17:22-24).

a. Un día Dios mismo va a plantar el mejor y más hermoso de los retoños sobre el monte más alto de Israel (Eze 17:22).

b. El retoño se convertirá en un gran cedro y con su sombra y su fruto será de bendición a todos los que se acerquen a él (Eze 17:23).

c. Por medio de ello el mundo entero conocerá acerca del plan y del poder de Dios (Eze 17:24).

d. Estos versículos nos presentan sin duda alguna una profecía mesiánica. (Véanse Isa 2:2-4; Miq 4:1-4.) El retoño es el Mesías (Isa 11:1; Isa 53:2; Jer 23:5-6; Jer 33:15; Zac 6:12; Apo 22:16) y el monte alto es el monte de Sion (Sal 2:6).

5. La leona y sus cachorros (Eze 19:1-9).

a. Una leona tuvo cachorros. Uno de ellos creció y aprendió a devorar hombres; a causa de esto fue atrapado y llevado a Egipto (Eze 19:1-4).

b. Otro de los cachorros hizo lo mismo y también fue apresado y llevado a Babilonia (Eze 19:5-9).

c. Algunos creen que la leona era Hamutal, la esposa de Josías, y madre de tres reyes de Judá. El primer cachorro fue Joacaz (2Re 23:31-34), que fue hecho prisionero y encarcelado en Egipto por el faraón Necao. El otro cachorro fue Sedequías (el hijo pequeño de Hamutal). Éste fue el último rey de Judá y fue llevado prisionero a Babilonia por Nabucodonosor (2Re 24:18).

6. Las dos hermanas pecadoras (Eze 23:1-49).

a. Dos hermanas iniciaron su triste historia de prostitución entregándose a la inmoralidad con los egipcios (Eze 23:1-3).

b. Los nombres de estas jóvenes son Ahola y Aholiba y se las identifica con Samaria y Jerusalén (Eze 23:4).

c. La palabra Ahola significa «tabernáculo de ella» y puede referirse al hecho de que Dios nunca aprobó la falsa religión de Samaria (capital del reino del norte) tal como fue instituida por su primer rey Jeroboam (1Re 12:25-33). Es decir, «tabernáculo de ella» significa que ella tuvo su propia religión que no incluía a Dios.

d. La palabra Aholiba, que significa «mi tabernáculo en ella», indica quizá que la presencia de Dios permanecía todavía en el templo en Jerusalén a pesar del pecado de Judá.

e. Se nos dice que estas dos jóvenes se hicieron prostitutas a causa de sus inmoralidades egipcias. Esto puede referirse al hecho de que ambas ciudades estaban muy influenciadas por las estructuras políticas y religiosas de Egipto.

f. Ahola empezó entonces relaciones ilícitas con Asiria (Eze 23:5). Esto empezó con el rey del norte Manahem que estableció alianza con Asiria (2Re 15:13-20).

g. Aholiba hizo lo mismo con Babilonia (Eze 23:11). El rey Ezequías trató a los representantes babilonios casi como si fueran dioses (2Re 20:12-19; 2Cr 32:31).

h. Dios, por tanto, determinó entregar a estas dos hermanas a la completa brutalidad de sus respectivos amantes (Eze 23:9; Eze 23:22; Eze 23:24).

D. Visión de Ezequiel del templo (Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25).

1. Judá se aleja de la gloria de Dios.

a. Ezequiel es arrebatado en una visión y transportado de Babilonia al templo en Jerusalén durante el mes de septiembre del 592 a.C. Aquí es testigo de las cosas que estaban sucediendo en la ciudad santa en ese mismo momento (Eze 8:1-3).

b. Lo primero que ve es un ídolo al norte de la puerta del altar (Eze 8:5).

c. Después entra a un cuarto escondido en el atrio del templo, donde ve las paredes cubiertas de toda clase de pinturas de reptiles, lagartos y seres abominables. En aquella recámara había setenta ancianos israelitas quemando incienso y rindiendo culto a esos ídolos pintados. Los dirigía en estas depravadas devociones Jazaanías, hijo de Safán. Ezequiel quedó muy sorprendido porque este Safán era el que había leído el libro de la ley al rey Josías durante el gran avivamiento experimentado treinta y tres años antes (2Re 22:8-11). Pero su hijo les dirigía ahora en esta horrible apostasía (Eze 8:7-11). (Véase también Rom 1:21-23.)

El doctor Feinberg escribe: «Estos setenta hombres no eran en absoluto el Sanedrín, que no fue organizado hasta después de la restauración de Babilonia. Se refiere probablemente al modelo de estructura dado en Éxo 24:9-10 y Núm 11:16. En los días de Ezequiel estos setenta representaban a los laicos. El Señor había nombrado setenta líderes en los tiempos pasados y su cometido principal era proteger en contra de la idolatría. ¡Qué perversión tan grande de su llamamiento!» (The Prophecy of Ezekiel. P. 51.)

d. Después de esta experiencia repulsiva, el profeta va a la puerta norte del templo. Allí ve a las mujeres judías llorando por su dios Tamuz (Eze 8:14). La historia de la religión de Tamuz es verdaderamente sórdida:

(1) La iglesia de Satanás empezó oficialmente en la torre de Babel en Gén 11:1-9, casi veinticuatro siglos a. C. Allí, en la vega de Sinar, muy cerca probablemente del jardín original de Edén, se inició la adoración de Satanás.

(2) Nimrod, el nieto impío y apóstata de Noé, fue el primer sacerdote a pleno tiempo de Satanás (Gén 10:8-10).

(3) La historia secular y la tradición nos dicen que Nimrod se casó con una mujer tan impía como él, que se llamaba Semerimus. Conocerá de la promesa divina de un futuro Salvador (Gén 3:15), Semerimus atrevidamente declaró que Tamuz, su primer hijo, cumplió esta profecía.

(4) A partir de entonces, Semerimus instituyó un sistema religioso que hizo de ella y de su hijo objetos de adoración. Ella misma se convirtió en la suma sacerdotisa. Así comenzó el culto y adoración de madre-hijo que posteriormente se extendió al mundo entero.

(5) ¿Cuál era la enseñanza de esta iglesia satánica de Semerimus?

(a) Que Semerimus era el camino a Dios. Ella adoptó en realidad el título de «reina del cielo».

(b) Que sólo ella podía administrar salvación a los pecadores por medio de varios sacramentos, tales como el rociamiento de agua santa.

(c) Que a su hijo trágicamente lo mató un jabalí salvaje durante una expedición de caza.

(d) Que él, sin embargo, fue resucitado de entre los muertos cuarenta días más tarde. De modo, que después de esto las vírgenes del templo de este culto entraban cada año en un período de ayuno de cuarenta días en recuerdo de la muerte y resurrección de Tamuz.

(e) Al cabo de los cuarenta días celebraban un gozosa fiesta llamada Ishtar. En esta fiesta se intercambiaban y comían huevos coloreados como símbolo de la resurrección. Exhibían un árbol siempre verde y quemaban un tronco. Por último, se cocían y se comían pasteles adornados con la letra «T», para recordar a todos acerca de Tamuz.

Jeremías también habló acerca de este culto vicioso (Jer 7:18; Jer 44:25).

e. Ezequiel continuó su recorrido y vio a veinticinco hombres de espaldas al templo, mirando hacia el oriente y adorando al sol (Eze 8:16). De nuevo, el doctor Feinberg escribe:

«Lo que Ezequiel vio era el mayor insulto contra el Señor del cielo y de la tierra. Veinticinco hombres estaban adorando al sol, el objeto de la idolatría persa, en aquel sagrado recinto. Moisés les había advertido acerca de este constante peligro (Deu 4:19)… Los veinticinco hombres representaban a las veinticuatro órdenes del sacerdocio levítico con el sumo sacerdote a la cabeza. Ya habíamos notado la apostasía de los laicos y de las mujeres; ahora se revela en las filas de los sacerdotes. Como son los sacerdotes, así es el pueblo. ¡Pensemos en ello! Aquello cuya intención era manifestar la gloria de Dios en la creación (Sal 19:1-14) es pervertido para disminuir la gloria del Creador, pues mientras que miraban de frente al sol, daban sus espaldas al templo de Dios. Era una actitud de desafío hacia Dios y de rechazo de su adoración. Era la mayor manifestación de repudio al Señor que podían hacer (véase 2Cr 29:6), la copa de su iniquidad estaba llena hasta rebosar.» (The Prophecy of Ezekiel, p. 52.)

f. Mientras estaba allí, aturdido por todo esta actividad blasfema que le rodeaba, vio aparecer a seis seres celestiales que llevaban en sus manos armas de destrucción. Les dirigía uno vestido con ropas de lino que llevaba a la cintura instrumentos para escribir (Eze 9:1-2). Este ángel-líder parece que era el ángel-escriba de Dios, y los útiles para escribir, el libro de la vida. (Véanse Éxo 32:32; Sal 69:28; Sal 139:16; Isa 4:3; Dan 12:1; Flp 4:3.)

g. Dios le ordena al líder de este grupo que recorra las calles de Jerusalén y ponga una señal en la frente de todos aquellos que sienten pena y dolor por los pecados de Judá (Eze 9:3-4). Esta señal era con el propósito de darles protección segura. (Véanse también Apo 7:1-3; Gál 6:17; Apo 13:16-18; Apo 14:1; 2Ti 2:19.)

h. Entonces se les mandó a los ángeles que llevaban instrumentos de destrucción que pasasen por la ciudad y mataran a todos los que no tuvieran la señal (Eze 9:5-11). Tenían que empezar en el templo, pues allí es donde empieza el juicio de Dios. (Véase 1Pe 4:17.)

i. Ezequiel ora por Jerusalén (como Abraham lo hizo una vez por Sodoma. Comparar Gén 18:23-33 con Eze 9:8), pero se le dice que la situación es tal que está más allá de toda oración (Eze 9:8-10).

j. Los líderes de Judá habían ignorado todos los avisos de parte de Dios, y estaban en realidad convencidos de que aquellos que estaban ya en la cautividad (incluyendo a Daniel y a Ezequiel) habían sido deportados a causa de sus pecados (Eze 11:14-15).

2. La gloria de Dios se aleja de Judá.

a. Ezequiel ve que la gloria de Dios se eleva por encima del propiciatorio (Eze 9:3).

b. Después se elevó por encima de la puerta del templo (Eze 10:4).

c. De allí se trasladó a la entrada oriental del templo (Eze 10:18-19).

d. Finalmente se movió hacia el monte de los Olivos y desapareció (Eze 11:23).

A partir de este momento, Icabod, aquella terrible palabra, podía haberse escrito sobre el cielo de Jerusalén: la gloria de Jehová se había alejado de Israel. (Véase 1Sa 4:22.) Pero de aquellos cielos oscurecidos por la desesperación sale un brillante rayo de esperanza, porque el profeta escucha la voz de Dios (Eze 11:17-20).

III. La condenación de los enemigos de Dios (Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32; Eze 35:1-15).

A. Amón (Eze 25:1-7).

1. La nación amonita (que ocupaba la zona este del Jordán al norte de Moab) procedía de la relación incestuosa entre Lot y su hija menor (Gén 19:38).

2. Amón había mostrado frecuentemente su hostilidad hacia Judá. (Véanse 2Sa 10:1-19; Amó 1:13-15.) Se había unido a los babilonios contra Judá en el 600 a.C. (2Re 24:2). Antes de esto, se había apoderado del territorio que pertenecía a la tribu de Gad después de la cautividad asiría (Jer 49:1).

3. Su peor pecado, sin embargo, fue la diabólica alegría que manifestaron abiertamente por la destrucción del templo de Jerusalén, y por la matanza y esclavitud de sus ciudadanos (Lam 2:15).

4. A causa de esto Dios iba a permitir que varias tribus de crueles beduinos invadieran su territorio. Rabá, la capital (la actual Amán), quedaría reducida a un campo de pasto para camellos.

B. Moab (Eze 25:8-11).

1. Este pueblo procedía de Lot y de su hija mayor. El hijo que nació fue llamado Moab (Gén 19:37).

2. Su principal pecado fue el degradar al Jehová de Judá y considerarlo como cualquier otra dios nacional o tribal.

3. Las mismas tribus del desierto que invadieron a Amón ocuparían también las ciudades principales de Moab.

C. Edom (Eze 25:12-14; Eze 35:1-15).

1. Esta nación tuvo su origen en Esaú, el hermano de Jacob (Gén 25:33). Debido a este linaje común, Israel no pelearía con Edom en su camino a la Tierra Prometida (Deu 23:7). Los edomitas se establecieron en el territorio al sur de Moab, desde el mar Muerto hasta el golfo de Aqaba.

2. A pesar de su herencia común, Edom fue considerado como el peor enemigo de Israel. (Véanse Abd 1:10; Mal 1:2-5.)

3. Sus pecados fueron varios:

a. Se había regocijado por la caída de Judá (Sal 137:7; Lam 4:21-22; Abd 1:10-14). (Véase también Eze 35:15.)

b. Mataron de manera cruel a judíos indefensos durante la invasión babilónica (Eze 35:5).

c. Planeaban apoderarse de toda la tierra de Palestina y expulsar de ella al Señor Dios (Eze 35:10).

4. Dios los castigaría permitiendo que varias naciones llenaran la tierra con cadáveres insepultos de edomitas (Eze 35:5-9).

D. Filistea (Eze 25:15-17).

1. Si Edom era el primero en la lista de enemigos de Israel, Filistea era ciertamente el segundo. Esta nación hostil se menciona más veces en el Antiguo Testamento que ninguna otra.

2. Hostigaron y oprimieron constantemente a Israel hasta el reinado del rey David. (Véase 1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52.)

3. A causa de este odio y persecución continuos, Dios ejecutaría sobre ellos una terrible venganza (Eze 25:17).

E. Tiro (Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-19).

1. La historia de Tiro.

a. Tiro era la ciudad más antigua de Fenicia y aparece por primera vez en la Biblia en Jos 19:29. Fue la ciudad comercial más importante en el tiempo del Antiguo Testamento. Tiro significa «roca» y estaba en el centro del mundo mediterráneo.

b. Tiro era, según Ezequiel (Eze 26:13) e Isaías (Isa 23:16) una ciudad de grandes músicos y amantes de la música.

c. La ciudad ejerció gran influencia durante los reinados de David y Salomón. Hiram, rey de Tiro, fue un fiel amigo de David (2Sa 5:11). Posteriormente ayudó a David y Salomón en sus planes de edificaciones, especialmente con el templo (1Re 5:1-12; 1Cr 14:1; 2Cr 2:3; 2Cr 2:11).

d. Quizá debemos hacer notar aquí que Tiro consistía en realidad de dos ciudades, una en la costa, a unas 60 millas (aproximadamente 96 km) al noroeste de Jerusalén, y la otra en una isla a algo más de media milla (como 1 km) de la costa en el Mediterráneo.

e. Al tiempo de la profecía de Ezequiel, Tiro estaba en abierta rebelión contra Babilonia.

2. El pecado de Tiro.

a. Tiro se había alegrado de la caída de Judá (Eze 26:2). La razón era que eso significaba paso libre para sus caravanas que iban desde el norte a Egipto en el sur. Con la desaparición de Judá ya no tendría que pagar el impuesto por el derecho de paso.

b. Había vendido judíos como esclavos a los griegos y a los edomitas (Joe 3:4-8; Amó 1:9-10).

(1) El rey en este tiempo era Itobaal II, quien presumía de ser tan fuerte como un dios y tan sabio como un Daniel (Eze 28:2-3). La historia esta llena, por supuesto, de aquellos que cayeron a causa de su orgullo. Notar especialmente los ejemplos de Senaquerib (2Re 18:33-35), Nabucodonosor (Dan 3:15; Dan 4:30), y Herodes (Hch 12:21-23).

(2) En su pretensión de ser un dios, el rey de Tiro se convirtió en una prefiguración del futuro Anticristo. (Véase 2Ts 2:4.)

c. La ciudad estaba corrompida con grosero materialismo (Eze 27:4-25).

3. El castigo de Tiro.

a. Varias naciones iban a levantar contra Tiro como olas del océano (Eze 26:3).

(1) En los años 701696 a.C., el rey asirio Senaquerib había tomado parte de la ciudad en el continente, pero no capturó la isla fortificada.

(2) Nabucodonosor, el rey de Babilonia, también trató, durante trece años, de tomar las dos ciudades (585573 a. C.), pero no pudo apoderarse de la isla al igual que Senaquerib.

b. A pesar de la fuerte protección que le proporcionaba el agua, Ezequiel predice que sus murallas serían derribadas, su tierra sería barrida dejándola más pelada que una roca, y ambas ciudades quedarían sólo para que los pescadores extendieran sus redes (Eze 26:4-5).

Pasaron 225 años sin que se cumpliera esta profecía. Pero en el 332 a.C., Alejandro Magno llegó a este escenario y la isla fue tomada. Logró construir un largo puente desde la costa en tierra firme hasta la isla arrojando los escombros de la antigua ciudad al agua. Al hacer esto dejó literalmente pelada aquella área. Hace algunos años, un arqueólogo americano llamado Edward Robinson descubrió cuarenta o cincuenta columnas de mármol debajo del agua a lo largo de la costa de la antigua Tiro. Después de siete meses de asedio, Alejandro Magno tomó la ciudad en la isla y la destruyó. A partir de este momento, las playas de toda esta zona han sido usadas por los pescadores para extender y secar sus redes.

c. Ezequiel declaró, además, que la ciudad nunca más volvería a ser habitada (Eze 26:20-21). Tiro nunca ha sido reedificada, a pesar de la existencia en las cercanías de las bien conocidas fuentes de agua de Roselain, que dan abundante agua a diario.

d. Sus barcos serían destruidos por violentos huracanes (Eze 27:26-27).

e. Todo el mundo occidental conocido lamentaría y lloraría a causa de sus destrucción (Eze 26:16-18; Eze 27:35-36). En los días de la tribulación el mundo hará lo mismo por la destrucción de Babilonia. (Véase Apo 18:1-24.)

4. La fuerza siniestra existente detrás de Tiro (Eze 28:11-19).

a. La identidad de esta fuerza. Ya hemos notado que Ezequiel describe en el capítulo Eze 28:1-10 el orgullo de Itobaal II, que era el rey de Tiro en este tiempo. Pero el profeta se traslada ahora más allá del escenario terrenal y nos describe la creación y caída de una criatura no humana vil y maligna. Este ser espantoso es el mismo Satanás, la fuerza que estaba realmente detrás de la maldad de Tiro. Dios habla frecuentemente a Satanás por medio de otra fuente indirecta. Por ejemplo:

(1) Habló al diablo por medio de la serpiente (Gén 3:14-15).

(2) Le habló también por medio de Simón Pedro (Mat 16:23).

b. Las características de esta fuerza.

  1. Modelo de perfección, lleno de sabiduría y belleza (v. Eze 28:12).

  2. Nunca un ser humano ha sido descrito en estos términos, todo lo contrario. (Véase Rom 3:23.)

(2) Estaba en Edén, el jardín de Dios (v. Eze 28:13).

Algunos han especulado que Ezequiel tenía a Adán en mente al decir esto, pero en ninguna parte del relato del Génesis se nos habla del vestido de Adán diciendo: «De toda piedra preciosa era tu vestidura.»

(3) «Los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación» (v. Eze 28:13, tal como lo traduce la versión Reina Valera de 1960).

El doctor J. Dwight Pentecost escribe en cuanto a esto: «Los instrumentos musicales fueron concebidos originalmente como medios de alabar y adorar a Dios. No era necesario que Lucifer aprendiera a tocar un instrumento musical para alabarle. Por decirlo así, tenía un órgano de tubos dentro de sí, o era un órgano. Esto es lo que el profeta quiso decir cuando dijo: “los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación”. Lucifer, a causa de su hermosura, hacía lo que un instrumento musical haría en las manos de un diestro músico: producir un himno de alabanza a la gloria de Dios. Lucifer no necesitaba buscar quien tocara el órgano para él poder cantar la doxología: él era en sí una doxología.» (Vuestro adversario el diablo, Editorial Logoi, p. 14.)

(4) El ungido querubín protector (v. Eze 28:14) Nota: La versión Reina-Valera de 1960 no emplea la palabra ungido como lo hace el autor basándose en la versión inglesa del rey Jaime, pero sí aparece en el texto de la Reina-Valera Actualizada. (Nota del traductor.)

(a) Fue ungido. Sólo se ungía a tres personas en el Antiguo Testamento en razón de su oficio: el profeta, el sacerdote y el rey. Parece como si aquí se sugiriera que Lucifer pudo haber sido creado originalmente (bajo Cristo) como el profeta-sacerdote-rey celestial, pero falló. Quizá esta es la razón por la que Dios separó estos oficios. (Véanse 1Sa 13:1-23; 2Cr 26:1-23.)

(b) Era un querubín protector. Los querubines pertenecían a una orden especial de ángeles cuya misión era proteger la santidad de Dios. (Véanse Gén 3:1-24; Éxo 25:1-40; 1Re 6:1-38; Eze 1:1-28; Apo 4:1-11.) Tanto las evidencias arqueológicas como bíblicas sugieren que eran semejantes a un león, un buey, un águila y un hombre. Lucifer fue aparentemente creado (entre otros propósitos) para demostrar la obra terrenal de Cristo, como es presentada por los cuatro escritores de los evangelios.

Mateo: presenta a Cristo como Rey y usa el símbolo del león.

Marcos: le presenta como Siervo, y para ello usa el buey como símbolo.

Lucas: le presenta como el hombre perfecto.

Juan: le presenta como Dios y usa la figura del águila.

(5) «Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura» (v. Eze 28:17). Aquí tenemos el primer pecado y la auto-creación del primer pecador del universo.

F. Sidón (Eze 28:20-24).

1. Sidón estaba a unas 20 millas (unos 32 km) al norte de Tiro y fue fundada por el primogénito de Canaán (Gén 10:15).

2. Parece que esta ciudad fue el cuartel general de la adoración a Baal. La princesa Jezabel, la mujer más nefasta que aparece en las Escrituras, procedía de allá y era una fanática de la adoración de Baal (1Re 16:31-33). Además, Sidón era el centro de la adoración a Asera y Tamuz.

3. Debido a su influencia tan negativa, Sidón fue comparada a una «espina desgarradora y aguijón que da dolor» para la casa de Israel (v. Eze 28:24).

4. Dios iba a castigar a Sidón enviando enfermedades y un ejército que la destruyera (v. Eze 28:23). Esto sucedió en el 351 a.C., cuando la ciudad fue incendiada por los persas.

G. Egipto (Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32).

1. Su castigo histórico (por Nabucodonosor).

a. El pecado de Egipto, al igual que el de otras muchas naciones, fue el orgullo (Eze 29:3).

b. El faraón Hofra (el rey egipcio al que se refiere Eze 29:1-21), de la dinastía veintiséis, parece ser que había convencido al rey Sedequías de Judá que Egipto le sería de más ayuda en contra de Nabucodonosor que Dios mismo (Eze 29:6). (Véase también Eze 30:21-26.)

c. Ezequiel, por tanto, pronuncia sentencia sobre faraón, el pueblo e incluso los animales (Eze 29:8-12).

d. En el capítulo Eze 31:1-18 Egipto es descrito como un poderoso cedro del Líbano que sobresale por encima de todos los demás árboles. Los pájaros descansaban en sus ramas y los animales parían bajo su sombra. Pero el árbol pronto quedó carcomido por el orgullo y Dios ordenó al leñador babilónico que lo cortara.

e. Ezequiel nos informa que Nabucodonosor conquistó Egipto por su riqueza a fin de pagar a sus soldados después del largo asedio de Tiro (Eze 29:17-21).

f. Egipto quedaría arrasado y permanecería desolado durante cuarenta años (Eze 29:9; Eze 29:11), y este es aproximadamente el tiempo que Babilonia dominó a Egipto. Beroso, historiador de Babilonia, declara que Nabucodonosor se llevó cautivos a muchos egipcios después que invadió y ocupó su país.

g. Después del período de cuarenta años de castigo Egipto se recuperaría un poco, pero permanecería para siempre como un reino de segunda fila (Eze 29:13-15).

h. Israel nunca más volvería a depender de Egipto (Eze 29:16).

2. Su futuro castigo (Eze 30:1-19).

a. Aunque el nombre de Nabucodonosor aparece una vez en este pasaje (v. Eze 30:10), se piensa que el cumplimiento final de los juicios mencionados aquí acontecerá durante la tribulación. Ezequiel lo indica cuando usa el término profético «el día de Jehová» (v. Eze 30:3). Esta frase casi siempre se refiere a la tribulación de siete años. (Véanse Isa 13:6; Isa 13:9; Joe 1:15; Joe 2:1; Joe 2:11; Joe 3:14; Amó 5:18; Abd 1:15; Sof 1:7; Sof 1:14; Zac 14:1; 1Ts 5:2; 2Ts 2:2; 2Pe 3:10.)

b. Según Dan 11:40-43, Egipto será en verdad destruido durante la tribulación.

c. En aquel tiempo experimentará los juicios de Dios. (Véase Eze 30:4-17.)

Podemos observar, para completar esta sección, que las palabras de Ezequiel en Eze 32:17-21 han sido señaladas como el lamento más solemne que jamás se haya compuesto sobre un pueblo pagano. En él se pinta a Egipto descendiendo lentamente a las profundidades oscuras y horrendas del Seol en el corazón de la tierra. Allí yacerá al lado de otros pueblos que fueron también poderosos pero que ahora han desaparecido, tales como Asiria, Elam. los hititas, Edom y Sidón.

IV. La presentación de Jesucristo, el pastor de Dios (Eze 34:1-31).

A. Los muchos falsos profetas.

1. Que se cuidaban a sí mismos en vez de apacentar el rebaño (Eze 34:2-3).

2. No ayudaron a las débiles, ni curaron a las enfermas, ni vendaron a las que tenían algún hueso roto, ni buscaron a las extraviadas (Eze 34:4).

3. Andaban dispersas por falta de pastor (Eze 34:5).

4. Eran presa fácil de todo animal salvaje (Eze 34:5).

5. Por tanto, los pastores serían castigados (Eze 34:9):

a. Se les quitará de su posición de pastores (Eze 34:10).

b. No serán alimentados por el gran Pastor (Eze 34:9-10).

c. El Señor los juzgará y destruirá (Eze 34:16).

B. El único pastor verdadero. (Véanse Sal 23:1-6; Jua 10:11; Heb 13:20; 1Pe 5:4.)

1. Buscará a las ovejas perdidas (Eze 34:11).

2. Las librará de sus enemigos (Eze 34:12).

3. Las recogerá de todas las naciones (Eze 34:13).

4. Las apacentará sobre los montes de Israel (Eze 34:14).

5. Las llevará a descansar a verdes prados (Eze 34:15).

6. Vendará a la perniquebrada (Eze 34:16).

7. Curará a las heridas y enfermas (Eze 34:16).

8. Pondrá a David a cargo del rebaño, como su pastor de confianza (Eze 34:23). (Véanse también Eze 37:24; Jer 30:9; Ose 3:5.)

9. Hará con ellas un pacto eterno (Eze 34:25).

10. Garantizará su seguridad y las pondrá en un paraíso perfecto (Eze 34:25-28).

V. La restauración de Israel, la nación de Dios (Eze 36:1-38; Eze 37:1-28).

A. La necesidad de esta restauración. Israel había sido ya desterrado de Palestina a causa de su pecado (Eze 36:17-19).

B. La razones para la restauración.

1. Avergonzar a las naciones gentiles que se habían burlado de la tragedia de Israel (Eze 36:1-7).

2. Vindicar el nombre de Dios (Eze 36:20-23; Eze 36:32). Se había corrido el rumor de que el Dios de Israel era incapaz de (o no quería) proteger y purificar a su propio pueblo.

C. La visión de la restauración (Eze 37:1-14).

1. Dios le manda a Ezequiel que profetice sobre un valle lleno de huesos humanos, viejos y secos, esparcidos por todas partes (Eze 37:1-6).

2. Se extendió repentinamente un gran ruido por todo el valle y los huesos de cada cuerpo se juntaron y se unieron unos a otros como una vez estuvieron unidos (Eze 37:7).

3. Después se formaron los músculos y la carne sobre los huesos y la piel los cubrió (Eze 37:8).

4. Pero aquellos cuerpos completos no tenían aliento. Entonces se le ordenó a Ezequiel que:

«Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un ejército grande en extremo» (Eze 37:9-10).

D. El símbolo de esta restauración (Eze 37:15-22).

1. Ezequiel tenía que grabar las siguientes palabras sobre dos varas de madera:

a. En la primera vara: «Para Judá y los hijos de Israel sus compañeros.»

b. En la segunda: «Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros.»

2. El doctor Charles Feinberg escribe lo siguiente en relación con estas dos varas:

«Estos palos que encontramos aquí son equivalentes a cetros, rememorativos de aquellos otros en los días de Moisés (Núm 17:1-2). “Para Judá y … sus compañeros” (v. Eze 37:16) nos muestra que el reino del sur incluía, además de Judá, la mayor parte de Benjamín y Simeón, la tribu de Levi y todos aquellos israelitas piadosos que se habían pasado del reino del norte, con toda su idolatría y falso sacerdocio, al reino del sur (véanse 2Cr 11:12; 2Cr 15:9; 2Cr 30:11; 2Cr 30:18; 2Cr 31:1). José es mencionado en relación con la otra vara. Fue elegido con toda probabilidad porque la casa de José, compuesta por las dos poderosas tribus de Efraín y Manasés, formaba el núcleo principal del reino del norte.» (The Prophecy of Ezekiel, p.215.)

3. Ezequiel tenía entonces que sostener ambas varas juntas en una mano, indicando así la intención de Dios de reunificar una vez más a los dos reinos en Palestina (Eze 37:17-20).

E. Los resultados de esta restauración.

1. Una vez más vendrían a ser el pueblo de Dios (Eze 36:28; Eze 37:27).

 

2. Los rociará con agua limpia (Eze 36:25; Eze 36:29-33). Esta es, por supuesto, una alusión al rito mosaico de la purificación (Núm 19:17-19).

 

3. El Espíritu Santo morará en ellos (Eze 36:27; Eze 37:14). (Véanse también Eze 39:29; Isa 44:3; Isa 59:21; Joe 2:28-29, Hch 2:16-18.)

 

4. Les dará corazones nuevos y deseos rectos (Eze 36:26).

 

5. Gozarán de las bendiciones del nuevo templo (Eze 37:26-28).

 

6. David reinará sobre ellos (Eze 37:24).

 

7. Serán vindicados entre las naciones (Eze 36:30).

 

8. Disfrutarán de abundantes cosechas (Eze 36:29-30; Eze 36:34-35). (Véanse también Isa 35:1-2; Isa 55:13; Zac 8:12.)

 

9. Las ciudades de Israel se volverán a llenar de gente, especialmente Jerusalén (Eze 36:38).

 

10. Vivirán en la tierra santa para siempre (Eze 37:25).

VI. La demostración de la ira de Dios: Rusia (Eze 38:1-23; Eze 39:1-29).

Ezequiel nos describe en estos dos extraordinarios capítulos la invasión de Palestina en los últimos tiempos por una nación inicua ubicada al norte de Palestina.

 

A. La identidad de los invasores. ¿Dónde se halla la tierra de Magog? Parece casi seguro que estos versículos en Ezequiel se refieren a Rusia, hasta hace poco el oso rojo comunista. Veamos la siguiente triple prueba que lo demuestra:

 

1. La prueba geográfica.

Ezequiel nos dice en tres pasajes distintos (Eze 38:6, Eze 38:15; Eze 39:2) que esta nación invasora procederá de «los confines del norte» (como el término original hebreo lo indica). Un vistazo rápido a un mapamundi nos mostrará que sólo Rusia puede cumplir esta descripción.

 

2. La prueba histórica.

Josefo, el historiador judío de la antigüedad (primer siglo a.C.) nos asegura que los descendientes de Magog (que fue hijo de Jafet y nieto de Noé) emigraron a una zona al norte de Palestina. Pero incluso antes de Josefo, Herodoto, el famoso historiador griego del siglo quinto a.C., nos dice que los descendientes de Mesec se establecieron al norte de Palestina (Gén 10:2).

 

3. La prueba lingüística.

El doctor John Walvoord escribe al respecto: «En Eze 38:1-23 se le describe a Gog como el “príncipe de Ros” (véanse la Biblia de las Américas y la Versión Moderna). La Reina-Valera 1960 lo presenta como el “príncipe soberano de Mesec y Tubal”. La traducción “príncipe de Ros” es una traducción más literal de la expresión hebrea. “Ros” puede ser la raíz de la que procede el término moderno “Rusia”. En el estudio de cómo las palabras antiguas se transforman en términos modernos, vemos que es bastante común que permanezcan las mismas consonantes, mientras que cambian las vocales. En la palabra “Ros” si la vocal “o” se cambia por “u” se convierte en el término moderno para “Rusia” con el sufijo añadido. Es decir, la palabra en sí parece ser una forma temprana del término del cual procede el nombre moderno de “Rusia”. Gesenius, el famoso lexicógrafo, asegura que ésta es una identificación apropiada; esto es, que Ros es la forma primaria de la que hemos obtenido la palabra Rusia. Las dos palabras Mesec y Tubal también están relacionadas con otros términos rusos prominentes. La palabra “Meesec” es similar al nombre moderno de “Moscú”, y la palabra “Tubal” es obviamente similar al de una de las provincias asiáticas de Rusia, la provincia de Tobolsk. Cuando juntamos toda esta evidencia, nos lleva a la conclusión de que estos términos son referencias tempranas a ciertas porciones de Rusia; por tanto, el argumento geográfico queda reforzado con el argumento lingüístico, y apoya la idea de que estas fuerzas invasoras procederán de Rusia.» (The Nations in Prophecy, pp. 107, 108.)

B. Los aliados en la invasión.

Ezequiel enumera las cinco naciones que se aliarán con Rusia en esta invasión, y son: Persia, Etiopía, Libia, Gomer y Togarma. Estas pueden referirse (aunque hay algo de incertidumbre) a los siguientes países de hoy día:

 

1. Persia: la moderna Irán.

 

2. Etiopía: las naciones africanas de raza negra.

 

3. Libia: las naciones árabes del norte de África.

 

4. Gomer: Alemania oriental.

 

5. Togarma: el sur de Rusia y los cosacos, o quizá Turquía.

 

C. Las razones de la invasión.

 

1. Apoderarse de las riquezas de Palestina (Eze 38:11-12) y controlar el Medio Oriente. Los antiguos conquistadores supieron siempre que aquel que quiera controlar Europa, Asia y África necesita controlar primero el puente del Medio Oriente que lleva a esos tres continentes.

 

2. Desafiar la autoridad del Anticristo (Dan 11:40-44).

D. La cronología de la invasión.

Es imposible ser dogmático en cuanto a fechas. Lo que sigue es, por tanto, una simple sugerencia de lo que posiblemente suceda, basado en Eze 38:1-23 y Dan 11:40-44.

 

1. Egipto ataca a Palestina desde el sur siguiendo un plan preconcebido (Dan 11:40 a).

 

2. Rusia luego invade Israel desde el norte mediante un ataque terrestre y anfibio (Dan 11:40 b).

 

3. Rusia no se para en Israel, sino que traiciona a su aliado continuando hacia el sur y ocupando Egipto también (Dan 11:42-43).

 

4. Mientras está en Egipto, Rusia recibe noticias alarmantes procedentes del este y del norte y regresará rápidamente a Palestina. No se nos dice de qué tratan estas noticias, pero se han formulado algunas teorías:

 

a. Que se refieren a que el Anticristo ha sido asesinado, pero ha resucitado. (Véase Apo 13:3.)

 

b. Que tienen que ver con el contraataque inminente del líder occidental (el Anticristo).

 

c. Que es el aviso de una confrontación con China y con India («príncipes del este»), que pueden estar movilizando sus ejércitos.

Debemos hacer notar aquí, sin embargo, que algunos estudiosos de la Biblia identifican al sujeto al que se refiere Dan 11:42 como el Anticristo y no el líder ruso. Si esto es así, la cronología que indicamos arriba debe ser corregida según corresponda.

 

E. La destrucción de los invasores.

Nada más regresar, Rusia es derrotada completamente sobre los montes de Israel. Esta derrota total es producida por los eventos siguientes causados por Dios mismo:

 

1. Un gran terremoto (Eze 38:19-20).

 

2. Una rebelión entre los mismos soldados rusos (Eze 38:21).

 

3. Enfermedades entre los soldados (Eze 38:22).

4. Lluvias, tormentas de granizo, fuego y azufre (Eze 38:22; Eze 39:6).

 

F. Los resultados de esta invasión.

 

1. Cinco sextas partes (ochenta y tres por ciento) de los soldados rusos son destruidos (Eze 39:2).

 

2. Empieza el primero de los terribles banquetes de Dios (Eze 39:4; Eze 39:17-20). Parece que un banquete similar tendrá lugar más tarde, después de la batalla de Armagedón (Apo 19:17-18; Mat 24:28).

 

3. La amenaza comunista cesará para siempre.

4. Se necesitarán siete meses para enterrar a todos los muertos (Eze 39:11-15).

5. Tomará siete años quemar todas las armas de guerra (Eze 39:9-10).

El doctor John Walvoord escribe lo siguiente acerca de este período de siete años:

«Hay algunos … problemas en relación con este pasaje que merecen estudio. Se hace referencia a arcos y flechas, escudos, carros y espadas. Esto es, por supuesto, armamento antiguo visto desde la perspectiva moderna. Es comprensible el gran uso de caballos, pues Rusia todavía los usa hoy en gran escala en su ejército. Pero, ¿por qué van a usar hoy armaduras, lanzas, arcos y flechas? Esto sin duda representa un problema. Se han dado dos o más respuestas a esta dificultad. Una es que Ezequiel está usando el vocabulario con el que estaba familiarizado —las armas que eran comunes en su día— para anticipar el armamento moderno. Lo que en realidad está diciendo es que cuando esa invasión ocurra los soldados irán completamente equipados para la guerra. Esta interpretación también presenta sus dificultades. Se nos dice en el pasaje que usarán la madera de los escudos, arcos, flechas y lanzas como leña para el fuego, pero si estos son símbolos resulta muy difícil quemar símbolos. No obstante, todavía se usa bastante la madera en la guerra moderna… Una segunda solución es que esta guerra es precedida por un acuerdo de desarme entre las naciones. Si este fuera el caso, sería necesario recurrir a cierta clase de armamento primitivo que sería fácil de hacer secretamente si se quiere llevar a cabo un ataque por sorpresa. Esto permitiría una interpretación literal del pasaje. Se ha sugerido una tercera interpretación basada en la premisa de que los modernos misiles de guerra se habrán desarrollado a tal punto en aquel día que van a requerir enormes cantidades de metal. Bajo estas circunstancias sería necesario abandonar el uso de armas metálicas y sustituirlo por madera como se indica en el armamento antiguo.» (The Nations in Prophecy, pp. 115, 116.)

VII. La manifestación de la gloria de Dios: el templo (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35).

 

A. Su orden bíblico.

El templo milenario es el último de los siete grandes templos que aparecen en las Escrituras. Estos son:

 

1. El tabernáculo de Moisés, Éxo 40:1-38 (1500-1000 a.C.).

 

2. El templo de Salomón, 1Re 5:1-18; 1Re 6:1-38; 1Re 7:1-51; 1Re 8:1-66 (1000-586 a.C.).

3. El templo de Zorobabel (reconstruido más tarde por Herodes), Esd 6:1-22; Jua 2:1-25 (516 a.C. a 70 d.C.).

 

4. El templo del cuerpo de Cristo, Jua 2:21 (4 a.C. a 30 d.C.).

 

5. La Iglesia, el templo espiritual, Hch 2:1-47; 1Ts 4:1-18 (desde Pentecostés hasta el rapto).

 

a. De toda la Iglesia (Efe 2:21).

 

b. La iglesia local (1Co 3:16-17).

c. El cristiano individual (1Co 6:19).

 

6. El templo en la tribulación, Apo 11:1-19 (desde el rapto hasta el Armagedón).

 

7. El templo milenario, Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35; Joe 3:18; Isa 2:3; Isa 60:13; Dan 9:24; Hag 2:7-9).

B. Su santa oblación.

Palestina será redistribuida entre las doce tribus de Israel durante el milenio. La tierra misma será dividida en tres partes. Siete tribus ocuparán la parte norte y las otras cinco la parte sur. Entre estas dos áreas habrá una sección llamada «la santa oblación», es decir, aquella parte de la tierra que se apartará para el Señor. El doctor J. Dwight Pentecost cita a Merrill F. Unger a este respecto:

«La santa oblación será un cuadrado espacioso de terreno de unas 34 millas de lado (54 km aproximadamente). Aquí estará el centro de todos los intereses de la adoración y el gobierno de Dios que se establecerá en la tierra milenaria … El templo mismo estará establecido en medio de este cuadrado (la santa oblación) y no en la ciudad de Jerusalén, sobre un monte muy alto, el cual estará listo milagrosamente para cuando el templo sea edificado. (Véanse Isa 2:3; Miq 4:1-4; Eze 37:26.) (Things to Come, pp. 510, 514. Véase también la edición castellana Eventos del provenir, Editorial Vida, p. 387, 389.).

C. Sus dimensiones (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 46:21-24).

D. Su propósito:

 

1. Proveer de un lugar donde la nube de la gloria de Dios permanezca (Eze 43:1-17).

 

2. Proveer de un centro para el Rey de la gloria (Eze 43:7). (Véanse también Isa 2:2-3; Miq 4:2.)

E. Su sacerdocio (Eze 44:5-31).

Se nos dice en cuatro ocasiones específicas que a los hijos de Sadoc se les asignarían deberes sacerdotales (Eze 40:46; Eze 43:19; Eze 44:15; Eze 48:11).

Sadoc fue sumo sacerdote en el tiempo de David (el undécimo descendiente de Aarón). Su lealtad al rey era incuestionable, y a causa de ello se le prometió que su simiente gozaría de esta gloriosa oportunidad (1Sa 2:35; 1Re 2:27-35)

F. Su príncipe (Eze 45:7-8, Eze 45:17; Eze 46:1-20).

En su descripción del templo, Ezequiel habla como diecisiete veces acerca de un misterioso «príncipe». Quienquiera que sea desempeña un papel muy importante en el templo, aparentemente como intermediario entre el pueblo y el sacerdocio. Estamos seguros de que no se refiere a Cristo, en razón de que prepara una ofrenda expiatoria por sí mismo (Eze 45:22), y está casado y tiene hijos (Eze 46:16). Algunos sugieren que este príncipe procede de la simiente de David y que él será para David lo que el falso profeta es para el Anticristo.

G. Sus elementos distintivos.

Algunos artículos y objetos que aparecían en los templos de Moisés, Salomón y Herodes no estarán en el templo milenario.

 

1. No habrá velo. Fue rasgado de arriba a abajo (Mat 27:51) y no reaparecerá en este templo. No habrá barreras que separen al hombre de la gloria de Dios.

 

2. No estará la mesa de los panes de la proposición. No se necesitará porque el Pan de vida mismo estará presente.

 

3. No habrá candeleros porque no serán necesarios, pues la Luz del mundo alumbrará personalmente.

 

4. No estará el arca del pacto. Será innecesaria porque la nube de la gloria de Jehová cubrirá todo el mundo, como una vez cubrió el arca.

 

5. La puerta oriental estará cerrada. Observemos las palabras de Ezequiel: «… Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre, porque Jehová Dios de Israel entró por ella; estará, por tanto, cerrada» (Eze 44:2).

Se ha sugerido que esta puerta estará cerrada por las siguientes razones:

 

a. Ésta será la puerta por la cual el Señor Jesucristo entrará al templo. Como una manifestación de honor para un rey oriental, ninguna persona podía pasar por la puerta por la que él entraba.

 

b. Fue por esa puerta oriental que la gloria de Dios se había marchado por última vez en el Antiguo Testamento (Eze 10:18-19). Dios nos recuerda mediante el acto de cerrar la puerta que su gloria nunca más se apartará de su pueblo.

H. Sus sacrificios.

Como ya hemos visto, varias piezas del mobiliario del santuario del Antiguo Testamento no estarán en el templo milenario. No obstante, el altar de bronce de los sacrificios sí volverá a estar presente. Hay al menos cuatro profecías del Antiguo Testamento que hablan de sacrificios de animales en el templo milenario: Isa 55:6-7; Isa 60:7; Zac 14:16-21; Jer 33:18. Pero, ¿por qué estos sacrificios de animales en la edad de oro del milenio? A fin de poder responder debemos intentar proyectamos a nosotros mismos dentro de este fabuloso tiempo futuro. En este período no habrá pecado, dolor, sufrimiento, enfermedad, Satanás ni separación; incluso el vocabulario será diferente en el milenio. Por ejemplo, hoy día la sociedad respetable y decente evita el uso de palabras sucias, y ¡así debe ser! Esta será también sin duda la práctica durante el milenio. ¿Cómo se cambiarán estas palabras? Citamos a continuación algunas de las palabras que no se usarán durante el reinado de mil años: temor, dolor, cárcel, odio, drogas. Estos términos son parte tan inherente de nuestra sociedad pecaminosa que es totalmente imposible evitarlas o ignorarlas. Al punto que queremos llegar es éste: durante el milenio nacerán millones de niños que serán criados por padres israelitas y gentiles redimidos que sobrevivieron a la tribulación. Sin embargo, a pesar de vivir en un medio perfecto, estos «hijos del reino» también necesitarán el nuevo nacimiento. Como hijos de Adán ellos, al igual que todos los demás, también precisarán salvación eterna (Rom 3:23; Jua 3:3). Pero, ¿cómo pueden ser alcanzados estos niños? ¿Qué lecciones objetivas se pueden usar?

Aquí tenemos a una generación que va a crecer sin conocer el temor, sin experimentar el dolor, sin contemplar el odio, sin usar drogas y sin ver una cárcel.

Esta es una razón para restituir el sistema de sacrificios durante el milenio. Funcionarán como:

1. Un recordatorio de la necesidad del nuevo nacimiento.

2. Una lección objetiva del costo de la salvación.

3. Un ejemplo de lo terrible que es el pecado.

4. Una ilustración de la santidad de Dios.

I. Su oficina.

1. Asuntos generales, tales como pesas y medidas estándares, impuestos del templo, etc. (Eze 45:9-16).

2. Asuntos específicos, tales como repartición de tierras (Eze 47:13-23; Eze 48:1-34). El área total de esta tierra es aproximadamente del tamaño de la que Dios le prometió a Abraham. (Véase Gén 15:18-21.)

J. Su río (Eze 47:1-12).

1. La fuente del río: procede de debajo del templo (Eze 47:1).

2. El curso del río: fluye hacia el oriente y después al sur por el desierto y el río Jordán hacia el mar Muerto, donde sus aguas dulces van a purificar aquellas aguas sin vida (Eze 47:2-6; Eze 47:12).

3. La fuerza del río: al principio llegaba a los tobillos de Ezequiel, después a sus rodillas, a continuación a su cintura, y finalmente tuvo que nadar sin conocer su profundidad (Eze 47:3-5).

K. Su nube de gloria (Eze 43:1-5).

L. Su ciudad.

1. Jerusalén se convertirá en el centro de adoración mundial y ocupará un lugar elevado (Zac 14:10). (Véase también Isa 2:2-3.)

2. La ciudad tendrá una circunferencia de 6 millas (9,5 km) (Eze 48:35). En el tiempo de Cristo tenía cerca de 4 millas (unos 6,5 km).

3. La ciudad será llamada «Jehová-sama», que significa «Jehová está allí» (Eze 48:35).

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD

INTRODUCCIÓN A LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD

(Ezequiel y Daniel)

1. El Sal 137:1-9 describe el comienzo de este período y el Sal 126:1-6 nos habla del final.

2. Israel se cura de su pecado de idolatría mientras está en la ciudad de la idolatría.

3. Dos testigos oculares escriben sobre esta etapa. Uno era jefe de gobierno y el otro un sacerdote.

4. Este período histórico incluye:

a. Tres hombres que no se doblegaron ni ante el riesgo de ser quemados (Dan 3:1-30).

b. Un examen del rey más grande de Babilonia (Nabucodonosor, Dan 1:1-21; Dan 2:1-49; Dan 3:1-30; Dan 4:1-37) y una anticipación del que sería el más grande de los reyes de Grecia (Alejandro Magno, Dan 7:6; Dan 8:5-8; Dan 8:21-22; Dan 11:3-4).

c. Una pelea entre un camero persa y un macho cabrío griego (Dan 8:1-27).

d. Una mano (de Dios) que escribe y un valle de huesos (de hombre) que reviven y caminan (Dan 5:1-31; Eze 37:1-28).

e. La única descripción de Dios el Padre en la Biblia (Dan 7:9-14).

f. Grandes profecías son reveladas mediante la caída de una piedra (Dan 2:1-49) y el derribo de un árbol (Dan 4:1-37).

g. El segundo de tres intentos de consolidar la religión alrededor de una imagen:

(1) Gén 11:1-32;

(2) Dan 3:1-30; y

(3) Apo 13:1-18.

h. La historia real de cuando el oso aparece sobre los montes (Eze 38:1-23; Eze 39:1-29).

i. El futuro y último templo terrenal (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35).

5. Dios bendice una dieta básica y maldice una fiesta blasfema (Dan 1:1-21; Dan 5:1-31).

6. Los arcángeles Gabriel y Miguel son mencionados en este período (Dan 8:1-27; Dan 12:1-13).

7. En esta etapa aprendemos más acerca del ministerio de los querubines que en ningún otro período (Eze 1:1-28; Eze 10:1-22).

8. Se habla más en este tiempo acerca de la actividad del diabólico Antricristo que en ninguna otra etapa (Dan 7:1-28; Dan 8:1-27; Dan 9:1-27; Dan 11:1-45).

9. Ezequiel denuncia a la ciudad de Tiro y su materialismo (cap. Eze 26:1-21) y describe a la ciudad milenaria de Dios (cap. Eze 48:1-35).

10. Ezequiel comienza describiendo la partida de la nube que representa la gloria de Dios (Eze 10:18), y concluye prediciendo el retomo de la gloria de Dios (Eze 43:2).

LA ETAPA DE LA CAUTIVIDAD

EZEQUIEL

(alrededor del 597 a.C)

INTRODUCCIÓN

1. Ezequiel era el hijo de un sacerdote de la línea de Sadoc. Fue desterrado a Babilonia en el 597 a.C. con el rey Joaquín. Su esposa falleció el mismo día que comenzó el sitio de Jerusalén en el 586 a.C. (Eze 24:1; Eze 24:15-18).

2. Tenía treinta años cuando comenzó a escribir. Vivió en Babilonia en un pueblo al lado del Quebar, un canal que se alimentaba del río Éufrates.

3. Su ministerio fue doble: recordar a los desterrados sus pecados y alentarlos en relación con las futuras bendiciones de Dios.

4. Ezequiel puede ser comparado con otros libros del Antiguo Testamento de la siguiente manera:

a. Isaías habla de la salvación de Dios.

b. Jeremías habla del juicio de Dios.

c. Daniel habla del reino de Dios.

d. Ezequiel habla de la gloria de Dios.

I. Ezequiel: la santificación del hombre de Dios (caps. Eze 1:1-28; Eze 2:1-10; Eze 33:1-33).

A. Ezequiel contempla la visión de los cuatro seres vivientes (Eze 1:1-28).

1. La descripción de estas criaturas (Eze 1:4-28).

2. La identidad de estas criaturas vivientes. ¿Quiénes son? Ezequiel nos las identifica más tarde (Eze 10:20) como querubines, ángeles de alto rango. Aparecen en la Palabra de Dios en tres ocasiones distintas.

a. En el jardín de Edén, para evitar que Adán tome del fruto del árbol de la vida después de su pecado (Gén 3:22-24).

b. A Ezequiel en Babilonia (Eze 1:4-28).

c. En el cielo, durante la visión de Juan (Apo 4:6-8).

3. Los deberes de estas criaturas vivientes.

a. Guardar y vindicar la justicia de Dios (Gén 3:24; Eze 26:1; Eze 36:8; Eze 36:35).

b. Simbolizar la misericordia de Dios (Éxo 25:22; Éxo 37:9).

c. Ayudar en la administración del gobierno de Dios (1Sa 4:4; Sal 80:1; Sal 99:1; Eze 1:22; Eze 1:26).

d. Recordar eternamente el bendito ministerio terrenal del Señor Jesucristo. Esto lo vemos mediante el siguiente resumen del relato de los cuatro evangelios:

(1) Mateo (escrito para los judíos), retrata a Cristo como un león, el Mesías.

(2) Marcos (escrito para los romanos) presenta a Cristo como un buey, el Siervo.

(3) Lucas (escrito para los griegos) representa a Cristo como el hombre perfecto.

(4) Juan (escrito para todo el mundo) representa a Cristo mediante un águila, el Dios todopoderoso.

(Véase Isa 6:1-7 para la descripción de los serafines, otra orden especial de seres angelicales.)

B. Ezequiel oye la voz del Dios vivo (Eze 2:1-10; Eze 3:1-27; Eze 4:1-17; Eze 5:1-17; Eze 6:1-14; Eze 7:1-27; Eze 8:1-18; Eze 33:1-22).

1. Fue comisionado para ser el centinela de Israel en Babilonia.

2. Tenía que advertir a los impíos de que si ellos abandonaban sus malos caminos Dios no los destruiría físicamente.

3. Tenía que avisar a los justos de que si ellos dejaban los caminos de rectitud Dios los destruiría por completo.

4. Tenía que llevarlo a cabo sin temor ni favoritismos.

5. Tenía que asimilar totalmente el mensaje de Dios (Eze 3:1-2). (Véase también Apo 10:8-11.)

II. Jerusalén: la desolación de la ciudad de Dios (caps. Eze 4:1-17Eze 24:1-27).

Hubo tres fases distintas en la cautividad babilónica y en el asedio de Jerusalén.

En el año 605 a.C., Daniel y otros pertenecientes a la nobleza fueron deportados (Dan 1:3-4; 2Cr 36:6-7).

En el año 597 a.C., fueron llevados a Babilonia el rey Joaquín, Ezequiel y otros muchos (2Re 24:10-16).

En el año 586 a.C., Sedequías, el último rey de Judá, fue desterrado en este tiempo, las murallas de Jerusalén fueron destruidas y el templo incendiado (2Re 25:1-7).

Los sucesos recogidos en Eze 4:1-17Eze 24:1-27 tuvieron lugar entre la segunda y la tercera fase. Surgieron aparentemente falsos profetas, tanto en Jerusalén como en Babilonia, que descaradamente aseguraban a los judíos que el Señor no destruiría su ciudad santa, aunque ya había sido sitiada dos veces. Pero Ezequiel sabía que Dios sí iba a permitir que sucediera, e intentó por medio de simbolismos, parábolas, visiones y mensajes advertirles a todos que Jerusalén sufriría con toda certidumbre la desolación y la destrucción.

A. Los doce actos simbólicos de Ezequiel.

1. Trazó un mapa de Jerusalén sobre una plancha de adobe grande, mostrando a un ejército preparándose para atacar a la ciudad. Después agregó más detalles, dibujando el campamento enemigo alrededor de la ciudad y preparando las rampas de asalto.

Finalmente tomó una lámina de hierro y la puso entre la ciudad y él, para simbolizar así la muralla impenetrable del ejército babilónico y mostrar la absoluta imposibilidad de escape (Eze 4:1-3).

2. Tenía que acostarse sobre su lado izquierdo unas pocas horas cada día, durante 390 días, para simbolizar la iniquidad del reino del norte. Cada día representaba un año (Eze 4:4-5).

3. Después se acostó sobre su lado derecho durante unas horas cada día por cuarenta días, para representar así la iniquidad de Judá, el reino del sur. Esta vez también cada día representaba un año (Eze 4:6). Tenemos que admitir que no podemos conocer el significado completo de estos períodos de tiempo. Unger escribe:

«La posición por 390 días sobre su lado izquierdo y 40 sobre su lado derecho (un total de 430 días, simbólicamente un año por cada día) recordaba la esclavitud egipcia (Éxo 12:40-41). Una cautividad similar sobrevendría a Israel y Judá. Sin embargo, la cautividad del reino del norte iba a ser más larga.» (Manual Bíblico de Unger, Editorial Portavoz, p. 375.)

4. Preparó pan con harina de diversos cereales y legumbres, cocido con estiércol de vaca. Esto indicaba la escasez de alimentos en Jerusalén (Eze 4:9-17).

5. Afeitó su cabeza y barba con un cuchillo afilado, y luego dividió el pelo en tres partes iguales (Eze 5:1-4).

a. Una parte tenía que quemarla.

b. Otra parte la tenía que cortar con espada.

c. La última parte tenía que esparcirla al viento.

Todo esto indicaba lo que estaba preparado para Judá y Jerusalén. Una tercera parte de sus ciudadanos iba a morir por fuego durante el asedio de la ciudad. Otra tercera parte caería mediante la espada, y la restante tercera parte sería esparcida al viento.

6. Tenía que lamentarse dando golpes con las manos y los pies para llamar su atención (Eze 6:11).

7. Tenía que sacar unos pocos de sus enseres fuera de la casa. Al atardecer tenía que hacer un agujero en la muralla de la ciudad. Al pasar por el boquete cargado con sus posesiones, tenía que cubrir su rostro. Todo esto simbolizaría vívidamente lo siguiente (Eze 12:1-16):

a. Las pocas posesiones que llevaba como equipaje representaba a los deportados saliendo deprisa de sus hogares.

b. El agujero en la muralla simbolizaba su desesperación por salir de la asediada ciudad de Jerusalén.

c. La cara cubierta representaba a Sedequías, el último rey de Judá, a quien le sacaron los ojos por su rebelión contra Nabucodonosor y fue llevado cautivo a Babilonia (2Re 25:1-7).

8. Tenía que temblar al comer su alimento y angustiado racionar su agua como si fuera la última (Eze 12:17-20).

9. Tenía que blandir en el aire una espada reluciente y con sollozos herirse en los muslos (Eze 21:9-17).

10. Dibujó un mapa del Cercano Oriente y trazó dos rutas que el rey de Babilonia seguiría. Una le llevaba a Jerusalén y la otra a Rabá de los amonitas. Ambas ciudades se habían rebelado contra Nabucodonosor en el 593 a.C. Ezequiel dibujó al rey en la bifurcación del camino.

¿Qué ciudad destruiría primero? La triste respuesta es dada inmediatamente (Eze 21:18-22).

«Él llamará a sus magos para usar adivinaciones; ellos arrojarán suertes agitando flechas de su aljaba; sacrificarán a los ídolos e inspeccionarán el hígado de su sacrificio. ¡Decidirán dirigirse hacia Jerusalén!» (Eze 21:21-22, La Biblia al Día).

11. Dios le manda que ponga una olla al fuego y la llene de agua y de carnes escogidas, y la haga cocer hasta que la carne se desprenda de los huesos. Después que lo tire todo y vuelva a poner la olla al fuego para que se caliente hasta que desaparezca el moho y la herrumbre (Eze 24:1-14). Aquí, por supuesto, el simbolismo es claro. El fuego del juicio de Dios consumiría completamente a lo rico y noble de Jerusalén. Sus ciudadanos serán deportados de la tierra a fin de que la ciudad santa pueda ser limpiada de toda impureza y deterioro moral.

12. Le fue prohibido manifestar ningún pesar por la muerte repentina de su amada esposa (Eze 24:15-18). Charles Feinberg ha escrito:

«El cubrirse la cabeza (2Sa 15:30), llevar los pies descalzos (Isa 20:2), y taparse la cara (Lev 13:45; Miq 3:7) le fueron prohibidos a Ezequiel. Los sacerdotes podían hacer duelo por sus seres queridos (Lev 21:1-3), pero Ezequiel fue una excepción con un propósito especial. La costumbre en los tiempos antiguos era que, como parte del funeral, los amigos llevaran alimentos a los afligidos como una muestra de solidaridad (Deu 26:14; Jer 16:7; Ose 9:4). Ante el hecho del mandato de Dios, Ezequiel muestra completa subordinación de su propia voluntad y sentimientos al cumplimiento de su ministerio profético en la voluntad de Dios. A pesar de que sabía que las horas de vida de su esposa estaban contadas, se dedicó a cumplir el ministerio que tenía encomendado. ¡Qué gran ejemplo de obediencia!» (The Prophecy of Ezekiel, pp. 139, 140.)

Uno de los versículos más conmovedores de toda la Biblia es su testimonio en esta circunstancia:

«Hablé al pueblo por la mañana, y a la tarde murió mi mujer; y a la mañana hice como me fue mandado» (Eze 24:18).

Dios le ordenó que no hiciera duelo por la muerte de su mujer, porque él, el Señor, no haría duelo por la muerte de Jerusalén. Es especialmente significativo observar que ella falleció el mismo día que Nabucodonosor inició su tercer y definitivo asalto sobre Jerusalén (Eze 24:2).

B. Los doce mensajes de juicio de Ezequiel.

A continuación un breve resumen de los puntos principales de estos mensajes de Ezequiel:

1. Dios se había retenido frecuentemente en su ira a pesar de la descarada desobediencia de Israel (Eze 20:7-10; Eze 20:14; Eze 20:21-22).

2. Dios no se gozaba en juzgar a su pueblo ni siquiera en esta etapa desesperada, y vuelve a llamar a Judá al arrepentimiento (Eze 18:31-32).

3. Pero Judá no escucharía, y la hora de su sentencia estaba ahora cerca (Eze 7:6; Eze 7:12).

4. Judá sería entonces destruida no por los pecados de sus padres, sino por sus propias iniquidades (Eze 18:1-4; Eze 18:20).

5. Incluso la presencia de hombres tales como Noé, Daniel y Job no podría hacer que la ciudad de Jerusalén se salvara (Eze 14:14; Eze 14:20).

6. Sus ejércitos serían completamente impotentes para defenderla (Eze 7:14).

7. Su riqueza no podría comprarles ni un minuto adicional de libertad (Eze 7:19).

8. La ciudad santa de Dios se había convertido en la ciudad ramera de Satanás.

9. Dios, por consiguiente, traería a Jerusalén lo peor de las naciones y gentes para que ocuparan sus tierras y casas (Eze 7:24).

10. Las ciudades de Judá serían incendiadas y sus ídolos machacados (Eze 6:4; Eze 6:6).

11. Cuatro grandes castigos caerían sobre sus ciudadanos: guerra, hambre, animales salvajes y enfermedades (Eze 14:21).

C. Las seis parábolas de Ezequiel.

1. La parábola de la vid inútil (Eze 15:1-8).

a. La vid es un símbolo común del pueblo de Israel en la Biblia. (Véanse Deu 32:32; Sal 80:8-12; Isa 5:1-7; Jer 2:21; Ose 10:1; Mat 21:33.)

b. El único propósito y valor de una vid es llevar fruto. No sirve para construir casas (su tronco es corto y retorcido), ni para hacer muebles (la madera es muy blanda), y tampoco sirve mucho como combustible (se quema rápidamente).

c. Debido a que la vid había rehusado cumplir con la única tarea que tenía prescrita, sería arrancada y quemada (Jua 15:6).

2. La niña adoptada que se transformó en una prostituta (Eze 16:1-63).

El doctor Charles Feinberg escribe lo siguiente en la introducción a esta parábola:

«Aquí, en el capítulo más largo del libro de Ezequiel, se nos presenta el carácter del personaje en toda su sordidez, bajeza y miseria, a fin de que pueda ser visto claramente el infinito aborrecimiento de Dios del pecado de Israel. Según el rabí Eleizer ben Hyrcanus en la misná, este capítulo no era para leerse o traducirse en público.» (The Prophecy of Ezekiel, p. 85.)

a. Dios había encontrado a una niña recién nacida, despreciada y abandonada en el campo. Se llamaba Israel (Eze 16:1-5). Esta es una referencia a la esclavitud de Israel en Egipto como se nos narra en los primeros capítulos de Éxodo. (Véanse especialmente Éxo 1:13-14; Éxo 2:23; Éxo 3:7.)

b. Dios adoptó amorosamente a esta pequeña niña. Cuando se hizo mayor se comprometió con ella en matrimonio, celebraron los ritos matrimoniales y se convirtió en su legítima esposa (Eze 16:8). Todo esto tuvo lugar, por supuesto, en el monte Sinaí cuando Dios ratificó su pacto con Israel. (Véase Éxo 19:5. Comparar también Eze 16:9 con Éxo 19:14.)

c. Después de su matrimonio Dios la vistió con las más hermosas vestiduras, la adornó con las más costosas joyas, y proveyó de los más ricos manjares para su amada (Eze 16:10-14). Esto ocurrió en la historia de Israel durante los reinados de David y Salomón. (Véanse 2Sa 8:11; 1Re 3:13; 1Re 10:4-7.)

d. Pero esta mujer se olvidó pronto de todas las bendiciones recibidas, despreció el amor y la fidelidad de su esposo, y se convirtió en una prostituta callejera (Eze 16:15-34).

e. Esta acción intolerable no podía continuar sin castigo, porque su amado Esposo era también el Juez justo. Él, por tanto, la entregó a sus amantes asesinos para que abusaran de ella y la castigaran (Eze 16:36-41).

f. Para este tiempo su maldad había incluso sobrepasado a la de su hermana mayor (Samaria, la capital del reino del norte), y la de su hermana menor (Sodoma). (Véase Eze 16:46-50.)

g. Después de que Dios la hubiera castigado, él otra vez la restauraría y la atraería hacia él (junto con sus dos hermanas pecadoras) a causa de su amor por ella y de su promesa a Abraham (Eze 16:53; Eze 16:60; Eze 16:63).

3. La parábola de las dos águilas (Eze 17:1-21). Los eventos mencionados en esta parábola se refieren a los asuntos internacionales de Judá, Babilonia y Egipto ocurridos entre los años 597 al 588 a.C. Los personajes involucrados son Joaquín, Sedequías y Nabucodonosor. El registro histórico de estos sucesos lo encontramos en 2Re 24:8-20; 2Cr 36:9-13; Jer 37:1-21; Jer 52:1-7.

4. La parábola del retoño de cedro (Eze 17:22-24).

a. Un día Dios mismo va a plantar el mejor y más hermoso de los retoños sobre el monte más alto de Israel (Eze 17:22).

b. El retoño se convertirá en un gran cedro y con su sombra y su fruto será de bendición a todos los que se acerquen a él (Eze 17:23).

c. Por medio de ello el mundo entero conocerá acerca del plan y del poder de Dios (Eze 17:24).

d. Estos versículos nos presentan sin duda alguna una profecía mesiánica. (Véanse Isa 2:2-4; Miq 4:1-4.) El retoño es el Mesías (Isa 11:1; Isa 53:2; Jer 23:5-6; Jer 33:15; Zac 6:12; Apo 22:16) y el monte alto es el monte de Sion (Sal 2:6).

5. La leona y sus cachorros (Eze 19:1-9).

a. Una leona tuvo cachorros. Uno de ellos creció y aprendió a devorar hombres; a causa de esto fue atrapado y llevado a Egipto (Eze 19:1-4).

b. Otro de los cachorros hizo lo mismo y también fue apresado y llevado a Babilonia (Eze 19:5-9).

c. Algunos creen que la leona era Hamutal, la esposa de Josías, y madre de tres reyes de Judá. El primer cachorro fue Joacaz (2Re 23:31-34), que fue hecho prisionero y encarcelado en Egipto por el faraón Necao. El otro cachorro fue Sedequías (el hijo pequeño de Hamutal). Éste fue el último rey de Judá y fue llevado prisionero a Babilonia por Nabucodonosor (2Re 24:18).

6. Las dos hermanas pecadoras (Eze 23:1-49).

a. Dos hermanas iniciaron su triste historia de prostitución entregándose a la inmoralidad con los egipcios (Eze 23:1-3).

b. Los nombres de estas jóvenes son Ahola y Aholiba y se las identifica con Samaria y Jerusalén (Eze 23:4).

c. La palabra Ahola significa «tabernáculo de ella» y puede referirse al hecho de que Dios nunca aprobó la falsa religión de Samaria (capital del reino del norte) tal como fue instituida por su primer rey Jeroboam (1Re 12:25-33). Es decir, «tabernáculo de ella» significa que ella tuvo su propia religión que no incluía a Dios.

d. La palabra Aholiba, que significa «mi tabernáculo en ella», indica quizá que la presencia de Dios permanecía todavía en el templo en Jerusalén a pesar del pecado de Judá.

e. Se nos dice que estas dos jóvenes se hicieron prostitutas a causa de sus inmoralidades egipcias. Esto puede referirse al hecho de que ambas ciudades estaban muy influenciadas por las estructuras políticas y religiosas de Egipto.

f. Ahola empezó entonces relaciones ilícitas con Asiria (Eze 23:5). Esto empezó con el rey del norte Manahem que estableció alianza con Asiria (2Re 15:13-20).

g. Aholiba hizo lo mismo con Babilonia (Eze 23:11). El rey Ezequías trató a los representantes babilonios casi como si fueran dioses (2Re 20:12-19; 2Cr 32:31).

h. Dios, por tanto, determinó entregar a estas dos hermanas a la completa brutalidad de sus respectivos amantes (Eze 23:9; Eze 23:22; Eze 23:24).

D. Visión de Ezequiel del templo (Eze 8:1-18; Eze 9:1-11; Eze 10:1-22; Eze 11:1-25).

1. Judá se aleja de la gloria de Dios.

a. Ezequiel es arrebatado en una visión y transportado de Babilonia al templo en Jerusalén durante el mes de septiembre del 592 a.C. Aquí es testigo de las cosas que estaban sucediendo en la ciudad santa en ese mismo momento (Eze 8:1-3).

b. Lo primero que ve es un ídolo al norte de la puerta del altar (Eze 8:5).

c. Después entra a un cuarto escondido en el atrio del templo, donde ve las paredes cubiertas de toda clase de pinturas de reptiles, lagartos y seres abominables. En aquella recámara había setenta ancianos israelitas quemando incienso y rindiendo culto a esos ídolos pintados. Los dirigía en estas depravadas devociones Jazaanías, hijo de Safán. Ezequiel quedó muy sorprendido porque este Safán era el que había leído el libro de la ley al rey Josías durante el gran avivamiento experimentado treinta y tres años antes (2Re 22:8-11). Pero su hijo les dirigía ahora en esta horrible apostasía (Eze 8:7-11). (Véase también Rom 1:21-23.)

El doctor Feinberg escribe: «Estos setenta hombres no eran en absoluto el Sanedrín, que no fue organizado hasta después de la restauración de Babilonia. Se refiere probablemente al modelo de estructura dado en Éxo 24:9-10 y Núm 11:16. En los días de Ezequiel estos setenta representaban a los laicos. El Señor había nombrado setenta líderes en los tiempos pasados y su cometido principal era proteger en contra de la idolatría. ¡Qué perversión tan grande de su llamamiento!» (The Prophecy of Ezekiel. P. 51.)

d. Después de esta experiencia repulsiva, el profeta va a la puerta norte del templo. Allí ve a las mujeres judías llorando por su dios Tamuz (Eze 8:14). La historia de la religión de Tamuz es verdaderamente sórdida:

(1) La iglesia de Satanás empezó oficialmente en la torre de Babel en Gén 11:1-9, casi veinticuatro siglos a. C. Allí, en la vega de Sinar, muy cerca probablemente del jardín original de Edén, se inició la adoración de Satanás.

(2) Nimrod, el nieto impío y apóstata de Noé, fue el primer sacerdote a pleno tiempo de Satanás (Gén 10:8-10).

(3) La historia secular y la tradición nos dicen que Nimrod se casó con una mujer tan impía como él, que se llamaba Semerimus. Conocerá de la promesa divina de un futuro Salvador (Gén 3:15), Semerimus atrevidamente declaró que Tamuz, su primer hijo, cumplió esta profecía.

(4) A partir de entonces, Semerimus instituyó un sistema religioso que hizo de ella y de su hijo objetos de adoración. Ella misma se convirtió en la suma sacerdotisa. Así comenzó el culto y adoración de madre-hijo que posteriormente se extendió al mundo entero.

(5) ¿Cuál era la enseñanza de esta iglesia satánica de Semerimus?

(a) Que Semerimus era el camino a Dios. Ella adoptó en realidad el título de «reina del cielo».

(b) Que sólo ella podía administrar salvación a los pecadores por medio de varios sacramentos, tales como el rociamiento de agua santa.

(c) Que a su hijo trágicamente lo mató un jabalí salvaje durante una expedición de caza.

(d) Que él, sin embargo, fue resucitado de entre los muertos cuarenta días más tarde. De modo, que después de esto las vírgenes del templo de este culto entraban cada año en un período de ayuno de cuarenta días en recuerdo de la muerte y resurrección de Tamuz.

(e) Al cabo de los cuarenta días celebraban un gozosa fiesta llamada Ishtar. En esta fiesta se intercambiaban y comían huevos coloreados como símbolo de la resurrección. Exhibían un árbol siempre verde y quemaban un tronco. Por último, se cocían y se comían pasteles adornados con la letra «T», para recordar a todos acerca de Tamuz.

Jeremías también habló acerca de este culto vicioso (Jer 7:18; Jer 44:25).

e. Ezequiel continuó su recorrido y vio a veinticinco hombres de espaldas al templo, mirando hacia el oriente y adorando al sol (Eze 8:16). De nuevo, el doctor Feinberg escribe:

«Lo que Ezequiel vio era el mayor insulto contra el Señor del cielo y de la tierra. Veinticinco hombres estaban adorando al sol, el objeto de la idolatría persa, en aquel sagrado recinto. Moisés les había advertido acerca de este constante peligro (Deu 4:19)… Los veinticinco hombres representaban a las veinticuatro órdenes del sacerdocio levítico con el sumo sacerdote a la cabeza. Ya habíamos notado la apostasía de los laicos y de las mujeres; ahora se revela en las filas de los sacerdotes. Como son los sacerdotes, así es el pueblo. ¡Pensemos en ello! Aquello cuya intención era manifestar la gloria de Dios en la creación (Sal 19:1-14) es pervertido para disminuir la gloria del Creador, pues mientras que miraban de frente al sol, daban sus espaldas al templo de Dios. Era una actitud de desafío hacia Dios y de rechazo de su adoración. Era la mayor manifestación de repudio al Señor que podían hacer (véase 2Cr 29:6), la copa de su iniquidad estaba llena hasta rebosar.» (The Prophecy of Ezekiel, p. 52.)

f. Mientras estaba allí, aturdido por todo esta actividad blasfema que le rodeaba, vio aparecer a seis seres celestiales que llevaban en sus manos armas de destrucción. Les dirigía uno vestido con ropas de lino que llevaba a la cintura instrumentos para escribir (Eze 9:1-2). Este ángel-líder parece que era el ángel-escriba de Dios, y los útiles para escribir, el libro de la vida. (Véanse Éxo 32:32; Sal 69:28; Sal 139:16; Isa 4:3; Dan 12:1; Flp 4:3.)

g. Dios le ordena al líder de este grupo que recorra las calles de Jerusalén y ponga una señal en la frente de todos aquellos que sienten pena y dolor por los pecados de Judá (Eze 9:3-4). Esta señal era con el propósito de darles protección segura. (Véanse también Apo 7:1-3; Gál 6:17; Apo 13:16-18; Apo 14:1; 2Ti 2:19.)

h. Entonces se les mandó a los ángeles que llevaban instrumentos de destrucción que pasasen por la ciudad y mataran a todos los que no tuvieran la señal (Eze 9:5-11). Tenían que empezar en el templo, pues allí es donde empieza el juicio de Dios. (Véase 1Pe 4:17.)

i. Ezequiel ora por Jerusalén (como Abraham lo hizo una vez por Sodoma. Comparar Gén 18:23-33 con Eze 9:8), pero se le dice que la situación es tal que está más allá de toda oración (Eze 9:8-10).

j. Los líderes de Judá habían ignorado todos los avisos de parte de Dios, y estaban en realidad convencidos de que aquellos que estaban ya en la cautividad (incluyendo a Daniel y a Ezequiel) habían sido deportados a causa de sus pecados (Eze 11:14-15).

2. La gloria de Dios se aleja de Judá.

a. Ezequiel ve que la gloria de Dios se eleva por encima del propiciatorio (Eze 9:3).

b. Después se elevó por encima de la puerta del templo (Eze 10:4).

c. De allí se trasladó a la entrada oriental del templo (Eze 10:18-19).

d. Finalmente se movió hacia el monte de los Olivos y desapareció (Eze 11:23).

A partir de este momento, Icabod, aquella terrible palabra, podía haberse escrito sobre el cielo de Jerusalén: la gloria de Jehová se había alejado de Israel. (Véase 1Sa 4:22.) Pero de aquellos cielos oscurecidos por la desesperación sale un brillante rayo de esperanza, porque el profeta escucha la voz de Dios (Eze 11:17-20).

III. La condenación de los enemigos de Dios (Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32; Eze 35:1-15).

A. Amón (Eze 25:1-7).

1. La nación amonita (que ocupaba la zona este del Jordán al norte de Moab) procedía de la relación incestuosa entre Lot y su hija menor (Gén 19:38).

2. Amón había mostrado frecuentemente su hostilidad hacia Judá. (Véanse 2Sa 10:1-19; Amó 1:13-15.) Se había unido a los babilonios contra Judá en el 600 a.C. (2Re 24:2). Antes de esto, se había apoderado del territorio que pertenecía a la tribu de Gad después de la cautividad asiría (Jer 49:1).

3. Su peor pecado, sin embargo, fue la diabólica alegría que manifestaron abiertamente por la destrucción del templo de Jerusalén, y por la matanza y esclavitud de sus ciudadanos (Lam 2:15).

4. A causa de esto Dios iba a permitir que varias tribus de crueles beduinos invadieran su territorio. Rabá, la capital (la actual Amán), quedaría reducida a un campo de pasto para camellos.

B. Moab (Eze 25:8-11).

1. Este pueblo procedía de Lot y de su hija mayor. El hijo que nació fue llamado Moab (Gén 19:37).

2. Su principal pecado fue el degradar al Jehová de Judá y considerarlo como cualquier otra dios nacional o tribal.

3. Las mismas tribus del desierto que invadieron a Amón ocuparían también las ciudades principales de Moab.

C. Edom (Eze 25:12-14; Eze 35:1-15).

1. Esta nación tuvo su origen en Esaú, el hermano de Jacob (Gén 25:33). Debido a este linaje común, Israel no pelearía con Edom en su camino a la Tierra Prometida (Deu 23:7). Los edomitas se establecieron en el territorio al sur de Moab, desde el mar Muerto hasta el golfo de Aqaba.

2. A pesar de su herencia común, Edom fue considerado como el peor enemigo de Israel. (Véanse Abd 1:10; Mal 1:2-5.)

3. Sus pecados fueron varios:

a. Se había regocijado por la caída de Judá (Sal 137:7; Lam 4:21-22; Abd 1:10-14). (Véase también Eze 35:15.)

b. Mataron de manera cruel a judíos indefensos durante la invasión babilónica (Eze 35:5).

c. Planeaban apoderarse de toda la tierra de Palestina y expulsar de ella al Señor Dios (Eze 35:10).

4. Dios los castigaría permitiendo que varias naciones llenaran la tierra con cadáveres insepultos de edomitas (Eze 35:5-9).

D. Filistea (Eze 25:15-17).

1. Si Edom era el primero en la lista de enemigos de Israel, Filistea era ciertamente el segundo. Esta nación hostil se menciona más veces en el Antiguo Testamento que ninguna otra.

2. Hostigaron y oprimieron constantemente a Israel hasta el reinado del rey David. (Véase 1Sa 13:1-23; 1Sa 14:1-52.)

3. A causa de este odio y persecución continuos, Dios ejecutaría sobre ellos una terrible venganza (Eze 25:17).

E. Tiro (Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-19).

1. La historia de Tiro.

a. Tiro era la ciudad más antigua de Fenicia y aparece por primera vez en la Biblia en Jos 19:29. Fue la ciudad comercial más importante en el tiempo del Antiguo Testamento. Tiro significa «roca» y estaba en el centro del mundo mediterráneo.

b. Tiro era, según Ezequiel (Eze 26:13) e Isaías (Isa 23:16) una ciudad de grandes músicos y amantes de la música.

c. La ciudad ejerció gran influencia durante los reinados de David y Salomón. Hiram, rey de Tiro, fue un fiel amigo de David (2Sa 5:11). Posteriormente ayudó a David y Salomón en sus planes de edificaciones, especialmente con el templo (1Re 5:1-12; 1Cr 14:1; 2Cr 2:3; 2Cr 2:11).

d. Quizá debemos hacer notar aquí que Tiro consistía en realidad de dos ciudades, una en la costa, a unas 60 millas (aproximadamente 96 km) al noroeste de Jerusalén, y la otra en una isla a algo más de media milla (como 1 km) de la costa en el Mediterráneo.

e. Al tiempo de la profecía de Ezequiel, Tiro estaba en abierta rebelión contra Babilonia.

2. El pecado de Tiro.

a. Tiro se había alegrado de la caída de Judá (Eze 26:2). La razón era que eso significaba paso libre para sus caravanas que iban desde el norte a Egipto en el sur. Con la desaparición de Judá ya no tendría que pagar el impuesto por el derecho de paso.

b. Había vendido judíos como esclavos a los griegos y a los edomitas (Joe 3:4-8; Amó 1:9-10).

(1) El rey en este tiempo era Itobaal II, quien presumía de ser tan fuerte como un dios y tan sabio como un Daniel (Eze 28:2-3). La historia esta llena, por supuesto, de aquellos que cayeron a causa de su orgullo. Notar especialmente los ejemplos de Senaquerib (2Re 18:33-35), Nabucodonosor (Dan 3:15; Dan 4:30), y Herodes (Hch 12:21-23).

(2) En su pretensión de ser un dios, el rey de Tiro se convirtió en una prefiguración del futuro Anticristo. (Véase 2Ts 2:4.)

c. La ciudad estaba corrompida con grosero materialismo (Eze 27:4-25).

3. El castigo de Tiro.

a. Varias naciones iban a levantar contra Tiro como olas del océano (Eze 26:3).

(1) En los años 701696 a.C., el rey asirio Senaquerib había tomado parte de la ciudad en el continente, pero no capturó la isla fortificada.

(2) Nabucodonosor, el rey de Babilonia, también trató, durante trece años, de tomar las dos ciudades (585573 a. C.), pero no pudo apoderarse de la isla al igual que Senaquerib.

b. A pesar de la fuerte protección que le proporcionaba el agua, Ezequiel predice que sus murallas serían derribadas, su tierra sería barrida dejándola más pelada que una roca, y ambas ciudades quedarían sólo para que los pescadores extendieran sus redes (Eze 26:4-5).

Pasaron 225 años sin que se cumpliera esta profecía. Pero en el 332 a.C., Alejandro Magno llegó a este escenario y la isla fue tomada. Logró construir un largo puente desde la costa en tierra firme hasta la isla arrojando los escombros de la antigua ciudad al agua. Al hacer esto dejó literalmente pelada aquella área. Hace algunos años, un arqueólogo americano llamado Edward Robinson descubrió cuarenta o cincuenta columnas de mármol debajo del agua a lo largo de la costa de la antigua Tiro. Después de siete meses de asedio, Alejandro Magno tomó la ciudad en la isla y la destruyó. A partir de este momento, las playas de toda esta zona han sido usadas por los pescadores para extender y secar sus redes.

c. Ezequiel declaró, además, que la ciudad nunca más volvería a ser habitada (Eze 26:20-21). Tiro nunca ha sido reedificada, a pesar de la existencia en las cercanías de las bien conocidas fuentes de agua de Roselain, que dan abundante agua a diario.

d. Sus barcos serían destruidos por violentos huracanes (Eze 27:26-27).

e. Todo el mundo occidental conocido lamentaría y lloraría a causa de sus destrucción (Eze 26:16-18; Eze 27:35-36). En los días de la tribulación el mundo hará lo mismo por la destrucción de Babilonia. (Véase Apo 18:1-24.)

4. La fuerza siniestra existente detrás de Tiro (Eze 28:11-19).

a. La identidad de esta fuerza. Ya hemos notado que Ezequiel describe en el capítulo Eze 28:1-10 el orgullo de Itobaal II, que era el rey de Tiro en este tiempo. Pero el profeta se traslada ahora más allá del escenario terrenal y nos describe la creación y caída de una criatura no humana vil y maligna. Este ser espantoso es el mismo Satanás, la fuerza que estaba realmente detrás de la maldad de Tiro. Dios habla frecuentemente a Satanás por medio de otra fuente indirecta. Por ejemplo:

(1) Habló al diablo por medio de la serpiente (Gén 3:14-15).

(2) Le habló también por medio de Simón Pedro (Mat 16:23).

b. Las características de esta fuerza.

  1. Modelo de perfección, lleno de sabiduría y belleza (v. Eze 28:12).

  2. Nunca un ser humano ha sido descrito en estos términos, todo lo contrario. (Véase Rom 3:23.)

(2) Estaba en Edén, el jardín de Dios (v. Eze 28:13).

Algunos han especulado que Ezequiel tenía a Adán en mente al decir esto, pero en ninguna parte del relato del Génesis se nos habla del vestido de Adán diciendo: «De toda piedra preciosa era tu vestidura.»

(3) «Los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación» (v. Eze 28:13, tal como lo traduce la versión Reina Valera de 1960).

El doctor J. Dwight Pentecost escribe en cuanto a esto: «Los instrumentos musicales fueron concebidos originalmente como medios de alabar y adorar a Dios. No era necesario que Lucifer aprendiera a tocar un instrumento musical para alabarle. Por decirlo así, tenía un órgano de tubos dentro de sí, o era un órgano. Esto es lo que el profeta quiso decir cuando dijo: “los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación”. Lucifer, a causa de su hermosura, hacía lo que un instrumento musical haría en las manos de un diestro músico: producir un himno de alabanza a la gloria de Dios. Lucifer no necesitaba buscar quien tocara el órgano para él poder cantar la doxología: él era en sí una doxología.» (Vuestro adversario el diablo, Editorial Logoi, p. 14.)

(4) El ungido querubín protector (v. Eze 28:14) Nota: La versión Reina-Valera de 1960 no emplea la palabra ungido como lo hace el autor basándose en la versión inglesa del rey Jaime, pero sí aparece en el texto de la Reina-Valera Actualizada. (Nota del traductor.)

(a) Fue ungido. Sólo se ungía a tres personas en el Antiguo Testamento en razón de su oficio: el profeta, el sacerdote y el rey. Parece como si aquí se sugiriera que Lucifer pudo haber sido creado originalmente (bajo Cristo) como el profeta-sacerdote-rey celestial, pero falló. Quizá esta es la razón por la que Dios separó estos oficios. (Véanse 1Sa 13:1-23; 2Cr 26:1-23.)

(b) Era un querubín protector. Los querubines pertenecían a una orden especial de ángeles cuya misión era proteger la santidad de Dios. (Véanse Gén 3:1-24; Éxo 25:1-40; 1Re 6:1-38; Eze 1:1-28; Apo 4:1-11.) Tanto las evidencias arqueológicas como bíblicas sugieren que eran semejantes a un león, un buey, un águila y un hombre. Lucifer fue aparentemente creado (entre otros propósitos) para demostrar la obra terrenal de Cristo, como es presentada por los cuatro escritores de los evangelios.

Mateo: presenta a Cristo como Rey y usa el símbolo del león.

Marcos: le presenta como Siervo, y para ello usa el buey como símbolo.

Lucas: le presenta como el hombre perfecto.

Juan: le presenta como Dios y usa la figura del águila.

(5) «Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura» (v. Eze 28:17). Aquí tenemos el primer pecado y la auto-creación del primer pecador del universo.

F. Sidón (Eze 28:20-24).

1. Sidón estaba a unas 20 millas (unos 32 km) al norte de Tiro y fue fundada por el primogénito de Canaán (Gén 10:15).

2. Parece que esta ciudad fue el cuartel general de la adoración a Baal. La princesa Jezabel, la mujer más nefasta que aparece en las Escrituras, procedía de allá y era una fanática de la adoración de Baal (1Re 16:31-33). Además, Sidón era el centro de la adoración a Asera y Tamuz.

3. Debido a su influencia tan negativa, Sidón fue comparada a una «espina desgarradora y aguijón que da dolor» para la casa de Israel (v. Eze 28:24).

4. Dios iba a castigar a Sidón enviando enfermedades y un ejército que la destruyera (v. Eze 28:23). Esto sucedió en el 351 a.C., cuando la ciudad fue incendiada por los persas.

G. Egipto (Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32).

1. Su castigo histórico (por Nabucodonosor).

a. El pecado de Egipto, al igual que el de otras muchas naciones, fue el orgullo (Eze 29:3).

b. El faraón Hofra (el rey egipcio al que se refiere Eze 29:1-21), de la dinastía veintiséis, parece ser que había convencido al rey Sedequías de Judá que Egipto le sería de más ayuda en contra de Nabucodonosor que Dios mismo (Eze 29:6). (Véase también Eze 30:21-26.)

c. Ezequiel, por tanto, pronuncia sentencia sobre faraón, el pueblo e incluso los animales (Eze 29:8-12).

d. En el capítulo Eze 31:1-18 Egipto es descrito como un poderoso cedro del Líbano que sobresale por encima de todos los demás árboles. Los pájaros descansaban en sus ramas y los animales parían bajo su sombra. Pero el árbol pronto quedó carcomido por el orgullo y Dios ordenó al leñador babilónico que lo cortara.

e. Ezequiel nos informa que Nabucodonosor conquistó Egipto por su riqueza a fin de pagar a sus soldados después del largo asedio de Tiro (Eze 29:17-21).

f. Egipto quedaría arrasado y permanecería desolado durante cuarenta años (Eze 29:9; Eze 29:11), y este es aproximadamente el tiempo que Babilonia dominó a Egipto. Beroso, historiador de Babilonia, declara que Nabucodonosor se llevó cautivos a muchos egipcios después que invadió y ocupó su país.

g. Después del período de cuarenta años de castigo Egipto se recuperaría un poco, pero permanecería para siempre como un reino de segunda fila (Eze 29:13-15).

h. Israel nunca más volvería a depender de Egipto (Eze 29:16).

2. Su futuro castigo (Eze 30:1-19).

a. Aunque el nombre de Nabucodonosor aparece una vez en este pasaje (v. Eze 30:10), se piensa que el cumplimiento final de los juicios mencionados aquí acontecerá durante la tribulación. Ezequiel lo indica cuando usa el término profético «el día de Jehová» (v. Eze 30:3). Esta frase casi siempre se refiere a la tribulación de siete años. (Véanse Isa 13:6; Isa 13:9; Joe 1:15; Joe 2:1; Joe 2:11; Joe 3:14; Amó 5:18; Abd 1:15; Sof 1:7; Sof 1:14; Zac 14:1; 1Ts 5:2; 2Ts 2:2; 2Pe 3:10.)

b. Según Dan 11:40-43, Egipto será en verdad destruido durante la tribulación.

c. En aquel tiempo experimentará los juicios de Dios. (Véase Eze 30:4-17.)

Podemos observar, para completar esta sección, que las palabras de Ezequiel en Eze 32:17-21 han sido señaladas como el lamento más solemne que jamás se haya compuesto sobre un pueblo pagano. En él se pinta a Egipto descendiendo lentamente a las profundidades oscuras y horrendas del Seol en el corazón de la tierra. Allí yacerá al lado de otros pueblos que fueron también poderosos pero que ahora han desaparecido, tales como Asiria, Elam. los hititas, Edom y Sidón.

IV. La presentación de Jesucristo, el pastor de Dios (Eze 34:1-31).

A. Los muchos falsos profetas.

1. Que se cuidaban a sí mismos en vez de apacentar el rebaño (Eze 34:2-3).

2. No ayudaron a las débiles, ni curaron a las enfermas, ni vendaron a las que tenían algún hueso roto, ni buscaron a las extraviadas (Eze 34:4).

3. Andaban dispersas por falta de pastor (Eze 34:5).

4. Eran presa fácil de todo animal salvaje (Eze 34:5).

5. Por tanto, los pastores serían castigados (Eze 34:9):

a. Se les quitará de su posición de pastores (Eze 34:10).

b. No serán alimentados por el gran Pastor (Eze 34:9-10).

c. El Señor los juzgará y destruirá (Eze 34:16).

B. El único pastor verdadero. (Véanse Sal 23:1-6; Jua 10:11; Heb 13:20; 1Pe 5:4.)

1. Buscará a las ovejas perdidas (Eze 34:11).

2. Las librará de sus enemigos (Eze 34:12).

3. Las recogerá de todas las naciones (Eze 34:13).

4. Las apacentará sobre los montes de Israel (Eze 34:14).

5. Las llevará a descansar a verdes prados (Eze 34:15).

6. Vendará a la perniquebrada (Eze 34:16).

7. Curará a las heridas y enfermas (Eze 34:16).

8. Pondrá a David a cargo del rebaño, como su pastor de confianza (Eze 34:23). (Véanse también Eze 37:24; Jer 30:9; Ose 3:5.)

9. Hará con ellas un pacto eterno (Eze 34:25).

10. Garantizará su seguridad y las pondrá en un paraíso perfecto (Eze 34:25-28).

V. La restauración de Israel, la nación de Dios (Eze 36:1-38; Eze 37:1-28).

A. La necesidad de esta restauración. Israel había sido ya desterrado de Palestina a causa de su pecado (Eze 36:17-19).

B. La razones para la restauración.

1. Avergonzar a las naciones gentiles que se habían burlado de la tragedia de Israel (Eze 36:1-7).

2. Vindicar el nombre de Dios (Eze 36:20-23; Eze 36:32). Se había corrido el rumor de que el Dios de Israel era incapaz de (o no quería) proteger y purificar a su propio pueblo.

C. La visión de la restauración (Eze 37:1-14).

1. Dios le manda a Ezequiel que profetice sobre un valle lleno de huesos humanos, viejos y secos, esparcidos por todas partes (Eze 37:1-6).

2. Se extendió repentinamente un gran ruido por todo el valle y los huesos de cada cuerpo se juntaron y se unieron unos a otros como una vez estuvieron unidos (Eze 37:7).

3. Después se formaron los músculos y la carne sobre los huesos y la piel los cubrió (Eze 37:8).

4. Pero aquellos cuerpos completos no tenían aliento. Entonces se le ordenó a Ezequiel que:

«Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un ejército grande en extremo» (Eze 37:9-10).

D. El símbolo de esta restauración (Eze 37:15-22).

1. Ezequiel tenía que grabar las siguientes palabras sobre dos varas de madera:

a. En la primera vara: «Para Judá y los hijos de Israel sus compañeros.»

b. En la segunda: «Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros.»

2. El doctor Charles Feinberg escribe lo siguiente en relación con estas dos varas:

«Estos palos que encontramos aquí son equivalentes a cetros, rememorativos de aquellos otros en los días de Moisés (Núm 17:1-2). “Para Judá y … sus compañeros” (v. Eze 37:16) nos muestra que el reino del sur incluía, además de Judá, la mayor parte de Benjamín y Simeón, la tribu de Levi y todos aquellos israelitas piadosos que se habían pasado del reino del norte, con toda su idolatría y falso sacerdocio, al reino del sur (véanse 2Cr 11:12; 2Cr 15:9; 2Cr 30:11; 2Cr 30:18; 2Cr 31:1). José es mencionado en relación con la otra vara. Fue elegido con toda probabilidad porque la casa de José, compuesta por las dos poderosas tribus de Efraín y Manasés, formaba el núcleo principal del reino del norte.» (The Prophecy of Ezekiel, p.215.)

3. Ezequiel tenía entonces que sostener ambas varas juntas en una mano, indicando así la intención de Dios de reunificar una vez más a los dos reinos en Palestina (Eze 37:17-20).

E. Los resultados de esta restauración.

1. Una vez más vendrían a ser el pueblo de Dios (Eze 36:28; Eze 37:27).

 

2. Los rociará con agua limpia (Eze 36:25; Eze 36:29-33). Esta es, por supuesto, una alusión al rito mosaico de la purificación (Núm 19:17-19).

 

3. El Espíritu Santo morará en ellos (Eze 36:27; Eze 37:14). (Véanse también Eze 39:29; Isa 44:3; Isa 59:21; Joe 2:28-29, Hch 2:16-18.)

 

4. Les dará corazones nuevos y deseos rectos (Eze 36:26).

 

5. Gozarán de las bendiciones del nuevo templo (Eze 37:26-28).

 

6. David reinará sobre ellos (Eze 37:24).

 

7. Serán vindicados entre las naciones (Eze 36:30).

 

8. Disfrutarán de abundantes cosechas (Eze 36:29-30; Eze 36:34-35). (Véanse también Isa 35:1-2; Isa 55:13; Zac 8:12.)

 

9. Las ciudades de Israel se volverán a llenar de gente, especialmente Jerusalén (Eze 36:38).

 

10. Vivirán en la tierra santa para siempre (Eze 37:25).

VI. La demostración de la ira de Dios: Rusia (Eze 38:1-23; Eze 39:1-29).

Ezequiel nos describe en estos dos extraordinarios capítulos la invasión de Palestina en los últimos tiempos por una nación inicua ubicada al norte de Palestina.

 

A. La identidad de los invasores. ¿Dónde se halla la tierra de Magog? Parece casi seguro que estos versículos en Ezequiel se refieren a Rusia, hasta hace poco el oso rojo comunista. Veamos la siguiente triple prueba que lo demuestra:

 

1. La prueba geográfica.

Ezequiel nos dice en tres pasajes distintos (Eze 38:6, Eze 38:15; Eze 39:2) que esta nación invasora procederá de «los confines del norte» (como el término original hebreo lo indica). Un vistazo rápido a un mapamundi nos mostrará que sólo Rusia puede cumplir esta descripción.

 

2. La prueba histórica.

Josefo, el historiador judío de la antigüedad (primer siglo a.C.) nos asegura que los descendientes de Magog (que fue hijo de Jafet y nieto de Noé) emigraron a una zona al norte de Palestina. Pero incluso antes de Josefo, Herodoto, el famoso historiador griego del siglo quinto a.C., nos dice que los descendientes de Mesec se establecieron al norte de Palestina (Gén 10:2).

 

3. La prueba lingüística.

El doctor John Walvoord escribe al respecto: «En Eze 38:1-23 se le describe a Gog como el “príncipe de Ros” (véanse la Biblia de las Américas y la Versión Moderna). La Reina-Valera 1960 lo presenta como el “príncipe soberano de Mesec y Tubal”. La traducción “príncipe de Ros” es una traducción más literal de la expresión hebrea. “Ros” puede ser la raíz de la que procede el término moderno “Rusia”. En el estudio de cómo las palabras antiguas se transforman en términos modernos, vemos que es bastante común que permanezcan las mismas consonantes, mientras que cambian las vocales. En la palabra “Ros” si la vocal “o” se cambia por “u” se convierte en el término moderno para “Rusia” con el sufijo añadido. Es decir, la palabra en sí parece ser una forma temprana del término del cual procede el nombre moderno de “Rusia”. Gesenius, el famoso lexicógrafo, asegura que ésta es una identificación apropiada; esto es, que Ros es la forma primaria de la que hemos obtenido la palabra Rusia. Las dos palabras Mesec y Tubal también están relacionadas con otros términos rusos prominentes. La palabra “Meesec” es similar al nombre moderno de “Moscú”, y la palabra “Tubal” es obviamente similar al de una de las provincias asiáticas de Rusia, la provincia de Tobolsk. Cuando juntamos toda esta evidencia, nos lleva a la conclusión de que estos términos son referencias tempranas a ciertas porciones de Rusia; por tanto, el argumento geográfico queda reforzado con el argumento lingüístico, y apoya la idea de que estas fuerzas invasoras procederán de Rusia.» (The Nations in Prophecy, pp. 107, 108.)

B. Los aliados en la invasión.

Ezequiel enumera las cinco naciones que se aliarán con Rusia en esta invasión, y son: Persia, Etiopía, Libia, Gomer y Togarma. Estas pueden referirse (aunque hay algo de incertidumbre) a los siguientes países de hoy día:

 

1. Persia: la moderna Irán.

 

2. Etiopía: las naciones africanas de raza negra.

 

3. Libia: las naciones árabes del norte de África.

 

4. Gomer: Alemania oriental.

 

5. Togarma: el sur de Rusia y los cosacos, o quizá Turquía.

 

C. Las razones de la invasión.

 

1. Apoderarse de las riquezas de Palestina (Eze 38:11-12) y controlar el Medio Oriente. Los antiguos conquistadores supieron siempre que aquel que quiera controlar Europa, Asia y África necesita controlar primero el puente del Medio Oriente que lleva a esos tres continentes.

 

2. Desafiar la autoridad del Anticristo (Dan 11:40-44).

D. La cronología de la invasión.

Es imposible ser dogmático en cuanto a fechas. Lo que sigue es, por tanto, una simple sugerencia de lo que posiblemente suceda, basado en Eze 38:1-23 y Dan 11:40-44.

 

1. Egipto ataca a Palestina desde el sur siguiendo un plan preconcebido (Dan 11:40 a).

 

2. Rusia luego invade Israel desde el norte mediante un ataque terrestre y anfibio (Dan 11:40 b).

 

3. Rusia no se para en Israel, sino que traiciona a su aliado continuando hacia el sur y ocupando Egipto también (Dan 11:42-43).

 

4. Mientras está en Egipto, Rusia recibe noticias alarmantes procedentes del este y del norte y regresará rápidamente a Palestina. No se nos dice de qué tratan estas noticias, pero se han formulado algunas teorías:

 

a. Que se refieren a que el Anticristo ha sido asesinado, pero ha resucitado. (Véase Apo 13:3.)

 

b. Que tienen que ver con el contraataque inminente del líder occidental (el Anticristo).

 

c. Que es el aviso de una confrontación con China y con India («príncipes del este»), que pueden estar movilizando sus ejércitos.

Debemos hacer notar aquí, sin embargo, que algunos estudiosos de la Biblia identifican al sujeto al que se refiere Dan 11:42 como el Anticristo y no el líder ruso. Si esto es así, la cronología que indicamos arriba debe ser corregida según corresponda.

 

E. La destrucción de los invasores.

Nada más regresar, Rusia es derrotada completamente sobre los montes de Israel. Esta derrota total es producida por los eventos siguientes causados por Dios mismo:

 

1. Un gran terremoto (Eze 38:19-20).

 

2. Una rebelión entre los mismos soldados rusos (Eze 38:21).

 

3. Enfermedades entre los soldados (Eze 38:22).

4. Lluvias, tormentas de granizo, fuego y azufre (Eze 38:22; Eze 39:6).

 

F. Los resultados de esta invasión.

 

1. Cinco sextas partes (ochenta y tres por ciento) de los soldados rusos son destruidos (Eze 39:2).

 

2. Empieza el primero de los terribles banquetes de Dios (Eze 39:4; Eze 39:17-20). Parece que un banquete similar tendrá lugar más tarde, después de la batalla de Armagedón (Apo 19:17-18; Mat 24:28).

 

3. La amenaza comunista cesará para siempre.

4. Se necesitarán siete meses para enterrar a todos los muertos (Eze 39:11-15).

5. Tomará siete años quemar todas las armas de guerra (Eze 39:9-10).

El doctor John Walvoord escribe lo siguiente acerca de este período de siete años:

«Hay algunos … problemas en relación con este pasaje que merecen estudio. Se hace referencia a arcos y flechas, escudos, carros y espadas. Esto es, por supuesto, armamento antiguo visto desde la perspectiva moderna. Es comprensible el gran uso de caballos, pues Rusia todavía los usa hoy en gran escala en su ejército. Pero, ¿por qué van a usar hoy armaduras, lanzas, arcos y flechas? Esto sin duda representa un problema. Se han dado dos o más respuestas a esta dificultad. Una es que Ezequiel está usando el vocabulario con el que estaba familiarizado —las armas que eran comunes en su día— para anticipar el armamento moderno. Lo que en realidad está diciendo es que cuando esa invasión ocurra los soldados irán completamente equipados para la guerra. Esta interpretación también presenta sus dificultades. Se nos dice en el pasaje que usarán la madera de los escudos, arcos, flechas y lanzas como leña para el fuego, pero si estos son símbolos resulta muy difícil quemar símbolos. No obstante, todavía se usa bastante la madera en la guerra moderna… Una segunda solución es que esta guerra es precedida por un acuerdo de desarme entre las naciones. Si este fuera el caso, sería necesario recurrir a cierta clase de armamento primitivo que sería fácil de hacer secretamente si se quiere llevar a cabo un ataque por sorpresa. Esto permitiría una interpretación literal del pasaje. Se ha sugerido una tercera interpretación basada en la premisa de que los modernos misiles de guerra se habrán desarrollado a tal punto en aquel día que van a requerir enormes cantidades de metal. Bajo estas circunstancias sería necesario abandonar el uso de armas metálicas y sustituirlo por madera como se indica en el armamento antiguo.» (The Nations in Prophecy, pp. 115, 116.)

VII. La manifestación de la gloria de Dios: el templo (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35).

 

A. Su orden bíblico.

El templo milenario es el último de los siete grandes templos que aparecen en las Escrituras. Estos son:

 

1. El tabernáculo de Moisés, Éxo 40:1-38 (1500-1000 a.C.).

 

2. El templo de Salomón, 1Re 5:1-18; 1Re 6:1-38; 1Re 7:1-51; 1Re 8:1-66 (1000-586 a.C.).

3. El templo de Zorobabel (reconstruido más tarde por Herodes), Esd 6:1-22; Jua 2:1-25 (516 a.C. a 70 d.C.).

 

4. El templo del cuerpo de Cristo, Jua 2:21 (4 a.C. a 30 d.C.).

 

5. La Iglesia, el templo espiritual, Hch 2:1-47; 1Ts 4:1-18 (desde Pentecostés hasta el rapto).

 

a. De toda la Iglesia (Efe 2:21).

 

b. La iglesia local (1Co 3:16-17).

c. El cristiano individual (1Co 6:19).

 

6. El templo en la tribulación, Apo 11:1-19 (desde el rapto hasta el Armagedón).

 

7. El templo milenario, Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 43:1-27; Eze 44:1-31; Eze 45:1-25; Eze 46:1-24; Eze 47:1-23; Eze 48:1-35; Joe 3:18; Isa 2:3; Isa 60:13; Dan 9:24; Hag 2:7-9).

B. Su santa oblación.

Palestina será redistribuida entre las doce tribus de Israel durante el milenio. La tierra misma será dividida en tres partes. Siete tribus ocuparán la parte norte y las otras cinco la parte sur. Entre estas dos áreas habrá una sección llamada «la santa oblación», es decir, aquella parte de la tierra que se apartará para el Señor. El doctor J. Dwight Pentecost cita a Merrill F. Unger a este respecto:

«La santa oblación será un cuadrado espacioso de terreno de unas 34 millas de lado (54 km aproximadamente). Aquí estará el centro de todos los intereses de la adoración y el gobierno de Dios que se establecerá en la tierra milenaria … El templo mismo estará establecido en medio de este cuadrado (la santa oblación) y no en la ciudad de Jerusalén, sobre un monte muy alto, el cual estará listo milagrosamente para cuando el templo sea edificado. (Véanse Isa 2:3; Miq 4:1-4; Eze 37:26.) (Things to Come, pp. 510, 514. Véase también la edición castellana Eventos del provenir, Editorial Vida, p. 387, 389.).

C. Sus dimensiones (Eze 40:1-49; Eze 41:1-26; Eze 42:1-20; Eze 46:21-24).

D. Su propósito:

 

1. Proveer de un lugar donde la nube de la gloria de Dios permanezca (Eze 43:1-17).

 

2. Proveer de un centro para el Rey de la gloria (Eze 43:7). (Véanse también Isa 2:2-3; Miq 4:2.)

E. Su sacerdocio (Eze 44:5-31).

Se nos dice en cuatro ocasiones específicas que a los hijos de Sadoc se les asignarían deberes sacerdotales (Eze 40:46; Eze 43:19; Eze 44:15; Eze 48:11).

Sadoc fue sumo sacerdote en el tiempo de David (el undécimo descendiente de Aarón). Su lealtad al rey era incuestionable, y a causa de ello se le prometió que su simiente gozaría de esta gloriosa oportunidad (1Sa 2:35; 1Re 2:27-35)

F. Su príncipe (Eze 45:7-8, Eze 45:17; Eze 46:1-20).

En su descripción del templo, Ezequiel habla como diecisiete veces acerca de un misterioso «príncipe». Quienquiera que sea desempeña un papel muy importante en el templo, aparentemente como intermediario entre el pueblo y el sacerdocio. Estamos seguros de que no se refiere a Cristo, en razón de que prepara una ofrenda expiatoria por sí mismo (Eze 45:22), y está casado y tiene hijos (Eze 46:16). Algunos sugieren que este príncipe procede de la simiente de David y que él será para David lo que el falso profeta es para el Anticristo.

G. Sus elementos distintivos.

Algunos artículos y objetos que aparecían en los templos de Moisés, Salomón y Herodes no estarán en el templo milenario.

 

1. No habrá velo. Fue rasgado de arriba a abajo (Mat 27:51) y no reaparecerá en este templo. No habrá barreras que separen al hombre de la gloria de Dios.

 

2. No estará la mesa de los panes de la proposición. No se necesitará porque el Pan de vida mismo estará presente.

 

3. No habrá candeleros porque no serán necesarios, pues la Luz del mundo alumbrará personalmente.

 

4. No estará el arca del pacto. Será innecesaria porque la nube de la gloria de Jehová cubrirá todo el mundo, como una vez cubrió el arca.

 

5. La puerta oriental estará cerrada. Observemos las palabras de Ezequiel: «… Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre, porque Jehová Dios de Israel entró por ella; estará, por tanto, cerrada» (Eze 44:2).

Se ha sugerido que esta puerta estará cerrada por las siguientes razones:

 

a. Ésta será la puerta por la cual el Señor Jesucristo entrará al templo. Como una manifestación de honor para un rey oriental, ninguna persona podía pasar por la puerta por la que él entraba.

 

b. Fue por esa puerta oriental que la gloria de Dios se había marchado por última vez en el Antiguo Testamento (Eze 10:18-19). Dios nos recuerda mediante el acto de cerrar la puerta que su gloria nunca más se apartará de su pueblo.

H. Sus sacrificios.

Como ya hemos visto, varias piezas del mobiliario del santuario del Antiguo Testamento no estarán en el templo milenario. No obstante, el altar de bronce de los sacrificios sí volverá a estar presente. Hay al menos cuatro profecías del Antiguo Testamento que hablan de sacrificios de animales en el templo milenario: Isa 55:6-7; Isa 60:7; Zac 14:16-21; Jer 33:18. Pero, ¿por qué estos sacrificios de animales en la edad de oro del milenio? A fin de poder responder debemos intentar proyectamos a nosotros mismos dentro de este fabuloso tiempo futuro. En este período no habrá pecado, dolor, sufrimiento, enfermedad, Satanás ni separación; incluso el vocabulario será diferente en el milenio. Por ejemplo, hoy día la sociedad respetable y decente evita el uso de palabras sucias, y ¡así debe ser! Esta será también sin duda la práctica durante el milenio. ¿Cómo se cambiarán estas palabras? Citamos a continuación algunas de las palabras que no se usarán durante el reinado de mil años: temor, dolor, cárcel, odio, drogas. Estos términos son parte tan inherente de nuestra sociedad pecaminosa que es totalmente imposible evitarlas o ignorarlas. Al punto que queremos llegar es éste: durante el milenio nacerán millones de niños que serán criados por padres israelitas y gentiles redimidos que sobrevivieron a la tribulación. Sin embargo, a pesar de vivir en un medio perfecto, estos «hijos del reino» también necesitarán el nuevo nacimiento. Como hijos de Adán ellos, al igual que todos los demás, también precisarán salvación eterna (Rom 3:23; Jua 3:3). Pero, ¿cómo pueden ser alcanzados estos niños? ¿Qué lecciones objetivas se pueden usar?

Aquí tenemos a una generación que va a crecer sin conocer el temor, sin experimentar el dolor, sin contemplar el odio, sin usar drogas y sin ver una cárcel.

Esta es una razón para restituir el sistema de sacrificios durante el milenio. Funcionarán como:

1. Un recordatorio de la necesidad del nuevo nacimiento.

2. Una lección objetiva del costo de la salvación.

3. Un ejemplo de lo terrible que es el pecado.

4. Una ilustración de la santidad de Dios.

I. Su oficina.

1. Asuntos generales, tales como pesas y medidas estándares, impuestos del templo, etc. (Eze 45:9-16).

2. Asuntos específicos, tales como repartición de tierras (Eze 47:13-23; Eze 48:1-34). El área total de esta tierra es aproximadamente del tamaño de la que Dios le prometió a Abraham. (Véase Gén 15:18-21.)

J. Su río (Eze 47:1-12).

1. La fuente del río: procede de debajo del templo (Eze 47:1).

2. El curso del río: fluye hacia el oriente y después al sur por el desierto y el río Jordán hacia el mar Muerto, donde sus aguas dulces van a purificar aquellas aguas sin vida (Eze 47:2-6; Eze 47:12).

3. La fuerza del río: al principio llegaba a los tobillos de Ezequiel, después a sus rodillas, a continuación a su cintura, y finalmente tuvo que nadar sin conocer su profundidad (Eze 47:3-5).

K. Su nube de gloria (Eze 43:1-5).

L. Su ciudad.

1. Jerusalén se convertirá en el centro de adoración mundial y ocupará un lugar elevado (Zac 14:10). (Véase también Isa 2:2-3.)

2. La ciudad tendrá una circunferencia de 6 millas (9,5 km) (Eze 48:35). En el tiempo de Cristo tenía cerca de 4 millas (unos 6,5 km).

3. La ciudad será llamada «Jehová-sama», que significa «Jehová está allí» (Eze 48:35).

Fuente: Auxiliar Bíblico Portavoz

INTRODUCCIÓN

1. Características generales

Como el resto de los libros proféticos, el libro de Ezequiel es una obra de recopilación. Encontramos en él un material variopinto, probablemente más misceláneo que en ningún otro profeta, pues, junto a las habituales denuncias contra la comunidad israelita, oráculos contra las naciones extranjeras y anuncios de restauración, encontramos una original descripción de un nuevo país, una nueva ciudad y un nuevo Templo.

En líneas generales, el libro de Ezequiel se compone de una introducción y cuatro partes. A la introducción, en la que se describe la conocida visión del carro de Yahvé, el Señor, la vocación del profeta y la misión que el Señor le encarga (Eze 1:1Eze 3:15), sigue un primer bloque compuesto fundamentalmente de oráculos y visiones de juicio contra Jerusalén y sus habitantes (Eze 3:16Eze 24:27). Viene a continuación una recopilación de oráculos contra las naciones extranjeras (cps. Eze 25:1-17Eze 32:1-32), de características formales similares a las de los bloques de Isaías y Jeremías. El siguiente bloque está integrado por profecías de restauración y esperanza (cps. Eze 33:1-33Eze 39:1-29). La última parte contiene la descripción del nuevo Templo y la nueva ciudad del Señor (cps. Eze 40:1-49Eze 48:1-35). Si prescindimos del último bloque, el libro de Ezequiel no difiere, por lo que respecta a su contenido, de las obras de los otros grandes profetas israelitas. La profecía bíblica, conciencia moral de su pueblo, insiste con frecuencia en la inminente destrucción de la nación: la corrupción de las instituciones y del pueblo ha llegado a tales extremos que el Señor no tiene más remedio que acabar con aquello que había creado. Los remiendos no sirven para nada. Pero, al propio tiempo, Yahvé, el Señor, no es un “fracasado”, no está dispuesto a que el resto de las naciones se ría de él por haber sido incapaz de salvar a su pueblo. Sobre las ruinas del país creará algo nuevo, imperecedero (teología de la restauración). Este es a grandes rasgos el cometido de la profecía israelita y de quienes retocaron sus textos.

La disposición actual del material del libro requiere una breve explicación. Resulta evidente que, a partir del final del cp. Eze 24:1-27, encontramos un cambio de temática. La denuncia del pecado y el anuncio de la destrucción de Jerusalén y del Templo dan paso a los oráculos de restauración. Diríase que Jerusalén ya ha sido destruida y que el pueblo necesita reavivar su mortecina esperanza o recuperar el ánimo perdido. La denuncia de las acciones detestables de los israelitas es sustituida por una continua llamada a la fe en las novedades que se avecinan. La clave de la disposición actual del material está en el cp. Eze 33:1-33, donde hay una referencia (vv. Eze 20:45-27Eze 22:1-31) al mismo acontecimiento histórico que el de Eze 24:27. El resto del cp. Eze 33:1-33 es una cuidada composición que trata de retomar algunos de los temas expuestos con anterioridad: así, Eze 33:1-9 remite a Eze 3:19-21; Eze 33:10-19 al cp. Eze 18:1-32; Eze 33:23-29 a Eze 11:14-16. Si el cp. Eze 33:1-33 ejerce la función de bisagra, habremos de pensar que los cps. Eze 1:1-28Eze 24:1-27 fueron transmitidos junto con el bloque de oráculos contra las naciones (cps. Eze 25:1-17Eze 32:1-32). A este bloque serían añadidos los capítulos independientes Eze 34:1-31Eze 37:1-28 (con temáticas peculiares) y los relativos al rey Gog (Eze 38:1-23Eze 39:1-29). Finalmente se le colocaría a este material, como apéndice, los cps. Eze 40:1-49Eze 48:1-35.

En cuanto a la fecha de composición del libro de Ezequiel, existen discrepancias entre los expertos. Un reducido grupo de especialistas la sitúa en el siglo IV (e incluso III) a. C.; en tal caso, el profeta Ezequiel sería un personaje ficticio. Pero la mayoría de los comentaristas sigue relacionando directa o indirectamente el libro con la persona real de Ezequiel, si bien para no pocos, Eze 38:1-23Eze 39:1-29 y Eze 40:1-49Eze 48:1-35 serían obra directa de los discípulos del profeta, más que del propio Ezequiel. En realidad, habida cuenta de la mezcla de poesía y prosa, y de las diferencias de estilo y centros de interés, está todavía por determinar con precisión qué material se remonta al propio profeta y cuál se debe a la intervención de los discípulos de su círculo profético.

Por otra parte, un buen número de expertos comparte la idea de la reelaboración deuteronomista de numerosos pasajes en prosa. A pesar de todo, se sigue aceptando la idea de que una gran parte del libro (quizá el sesenta por ciento) es original del profeta y de que incluso las partes atribuidas a los editores del libro conservan el espíritu y la mentalidad de Ezequiel. Probablemente la edición básica del libro de Ezequiel tuvo lugar en el propio siglo VI a. C., en dos etapas: a) recopilación de las palabras y de los escritos del profeta; b) añadidos de su círculo de discípulos.

2. Marco histórico

La predicación de Ezequiel tiene como telón de fondo la ruina de Judá y de Jerusalén, así como la situación de los desterrados en Babilonia. La reforma del rey Josías (621 a. C.) había impulsado una radical reforma de las instituciones religiosas en Judá, pero su inesperada muerte (609 a. C.) truncó la puesta en marcha oficial del proyecto. A partir de estas fechas se precipitan los acontecimientos políticos internacionales, y Judá con su capital Jerusalén deben rendirse a las tropas de Nabucodonosor (598 a. C.). Tras esta rendición, tiene lugar una primera deportación, al tiempo que los neobabilonios colocan en el trono de Judá a Matanías (tercer hijo del rey Josías) a quien Nabucodonosor cambia el nombre por Sedecías (598-587 a. C.). Sin embargo, ciertos grupos nacionalistas enrarecen el ambiente, acabando por arrastrar a Sedecías a la rebelión y obligando a una segunda intervención de Nabucodonosor. Esta vez, el rey de Babilonia arrasa la ciudad y el Templo, destrucción que va acompañada de una segunda y definitiva deportación (587 a. C.).

Ezequiel fue testigo sin duda, en su juventud, de violentas tensiones, tanto religiosas como políticas. Por una parte, la inicial reforma de Josías había propiciado la esperanza en una renovación de las instituciones religiosas judías. Al mismo tiempo que esta esperanza era cultivada por ciertos círculos influidos por la teología deuteronomista, el espíritu religioso de la población en general se nutría de un sincretismo religioso que se extendió virulentamente tras la muerte del rey reformador. Por otra parte, la población estaba políticamente dividida entre los partidarios de los conquistadores y los que buscaban el apoyo de Egipto para librarse del yugo neobabilónico.

La localización concreta de la predicación de Ezequiel sigue siendo objeto de una interminable controversia entre los especialistas. La mayoría opina que Ezequiel formó parte del grupo de los primeros deportados (año 597 a. C.) y ejerció su actividad profética en una comunidad de exiliados que vivía en la ciudad mesopotámica de Tel Abib (Eze 3:15). Pero es evidente que la mayor parte de su mensaje está dirigido a los habitantes de Jerusalén. Y surgen dos preguntas: a) ¿Cómo es posible que un profeta proclamara su mensaje a un auditorio que no podía escucharle? b) ¿De dónde le viene a Ezequiel el conocimiento tan preciso de las circunstancias que marcaban la vida diaria de la población que había quedado en Jerusalén? De aquí que algunos estudiosos opinen que Ezequiel recibió en Judá la llamada a profetizar y que ejerció su ministerio exclusivamente en Palestina. La ubicación del ministerio de Ezequiel en Babilonia sería creación ficticia de un “editor babilónico” del libro. Incluso hay quienes opinan que Ezequiel ni siquiera es una figura histórica. Finalmente, otros tratan de resolver el problema proponiendo una triple etapa en la actividad profética de Ezequiel, a saber: comienzo de la actividad profética en Babilonia, traslado real (y no simplemente en visión) a Jerusalén, donde ejercería su ministerio hasta la caída de la ciudad en el 587 a. C., y nueva actividad en Babilonia.

3. Características literarias

Si prescindimos de algunos poemas magistrales, el libro de Ezequiel no constituye una cumbre de la literatura bíblica. Para emitir un juicio más preciso es necesario tener en cuenta la duda sobre la autoría ezequeliana de bastantes pasajes y también la doble forma de exponer el mensaje: prosa y poesía. Además, la presencia de las distintas manos de recopiladores, correctores, ampliadores y editores dificultan una aproximación objetiva al estilo del libro.

En lo que se refiere a la prosa, los textos que reproducen diálogos, encuentros u otro tipo de situaciones análogas suelen ser fluidos y llegan al desenlace con relativa agilidad; en cambio, la prosa oracular, es decir, aquella en la que el profeta denuncia las actitudes negativas del pueblo y sus acciones detestables, se caracteriza por la reiteración de situaciones y enjuiciamientos que a veces provocan el hastío en el lector. Este estilo repetitivo (análogo al que se observa en numerosas páginas del Deuteronomio) puede deberse, entre otras circunstancias, a la proliferación de redactores o editores del libro, o a alguna escuela teológica en particular.

En cuanto a la parte poética, el libro de Ezequiel se caracteriza, al mismo tiempo, por cierta dependencia (sobre todo en el uso de tópicos e imágenes) de la profecía precedente y por algunas innovaciones y originalidades. El estilo poético de Ezequiel es mucho más penetrante y atractivo que el de los pasajes en prosa. Los cps. Eze 26:1-21Eze 32:1-32 (oráculos contra Tiro y Egipto) tienen una fuerza expresiva comparable a la de las mejores páginas de Isaías. Junto a estos hermosos ejemplos nos encontramos con otros poemas en los que se advierte la presencia de “alguien” que ha mutilado algún verso o ha añadido otros. En tales circunstancias, el poema presenta una estructura difuminada o una sobrecarga literaria e ideológica que lo desdibujan. Es característico de numerosos poemas del libro de Ezequiel lo que podríamos denominar “ampliación explicativa”: es decir, encontrar en la parte final de un poema (sobre todo si es de tipo alegórico) su interpretación (véanse, entre otros textos, Eze 5:5; Eze 12:9-10; Eze 17:12 ss). Esto hace que el poema pierda su apertura a la interpretación del mismo por parte del lector y se convierta, de alguna manera, en propiedad exclusiva del autor.

Otro rasgo de los poemas de Ezequiel es el recurso a un material mitológico espigado, sin duda, en los poemas mitológicos cananeos. El profeta hace un uso limitado de él adaptándolo a la fe yavista. En ocasiones el uso de tales elementos mitológicos es sólo tangencial; Ezequiel se sirve de ellos para confeccionar poemas originales y dotarlos de un cuerpo de imágenes inédito hasta entonces.

4. Claves de lectura

La teología de Ezequiel hace hincapié en las líneas doctrinales patrocinadas ya por los profetas que lo precedieron, pero al mismo tiempo cultiva unas tendencias teológicas peculiares, que hacen que el lector se familiarice de inmediato con el libro.

a) Los profetas que vivieron la destrucción de Jerusalén se hicieron eco de la reacción popular ante las dimensiones del desastre, pero sobre todo ante su “calidad”. Desde tiempo inmemorial (quizá desde la época preisraelita) se había cultivado entre la población de Jerusalén una especie de convencimiento teológico, a saber: Sión y su Templo (morada del Señor, el gran rey sobre todos los dioses de Sal 95:3) eran inviolables e indestructibles. En consecuencia ningún atacante sería capaz de penetrar en Jerusalén, pues el propio Señor saldría en defensa de su ciudad (ver Sal 2:1-4; Sal 46:1-8). Sin embargo, la destrucción de la ciudad y del Templo supuso un duro golpe para la fe israelita: era evidente que el Señor había sido derrotado por sus oponentes. El Señor había desaparecido y el pueblo se había quedado sin Dios.

b) Es aquí cuando interviene el teólogo Ezequiel para hacer una serie de observaciones de gran calado. En primer lugar, el Señor es absolutamente independiente de las instituciones israelitas: el hecho de que estas desaparezcan del escenario de la historia no implica que al Señor le ocurra lo mismo. En segundo lugar, no han sido las tropas de Nabucodonosor quienes han destruido el país y el Templo. El rey babilónico sólo ha sido un instrumento en manos del propio Dios israelita que es el responsable último de la desolación del país. En tercer lugar, el Señor no ha desaparecido como tragado por la catástrofe. Al contrario, ha sido él quien ha abandonado la ciudad (Eze 11:22-25) y el Templo (Eze 10:18-22), dejándolos inermes, a merced de las tropas del invasor. La razón es bien simple: el Señor está harto de las infidelidades de su pueblo y no tiene más remedio que convertirse en juez y ejecutor del castigo anunciado con tanta insistencia.

c) Pero, como el resto de los profetas, Ezequiel no se limita a anunciar la catástrofe y a darla por bienvenida. El reverso de tal situación es el anuncio de restauración. En este punto Ezequiel alcanza cimas de gran escritor. Su visión de la llanura de los huesos secos (Eze 37:1-14) es de tal hondura teológica, que ha dejado una huella imborrable en la tradición judeocristiana. La presencia en este pasaje del espíritu inspirador de vida, y la imagen del agua que fluye por debajo del altar del Templo y que es fuente de vida (Eze 47:1-2) evocan, lo mismo que en Isaías, la idea de una nueva creación.

d) Otro aspecto relacionado con el anterior es la idea de que el Señor dirige la historia independientemente del compromiso con su pueblo. La movilidad cósmica del Señor, representada por el carro que transporta su gloria en todas direcciones, es una descripción en clave de imagen de su movilidad teológica. El Señor tiene en sus manos el destino de la historia y de los pueblos y no tiene por qué estar sometido a las instituciones de Israel, por muy sagradas que puedan parecer. Si el Señor ha actuado como ha actuado, ha sido para reivindicar su poder y su justicia ante las naciones que, de otro modo, se habrían burlado de su impotencia ante las infidelidades de su pueblo.

e) Posiblemente la contribución más llamativa de Ezequiel a la historia de la teología bíblica se concreta en su doctrina de la retribución individual (ver sobre todo cp. Eze 18:1-32). No es que Ezequiel haya sido su creador, pero sí su impulsor más decidido. Hasta ahora se había insistido sobre todo en la responsabilidad colectiva: los padres comieron los agraces y los hijos sufren la dentera (Eze 18:12). Ezequiel pone al descubierto lo inapropiado del aforismo y proclama que las malas acciones de una persona no pueden acabar diluidas en el cuerpo social de la familia o la nación. Ahora bien, es posible que Ezequiel no advirtiese el oscuro callejón en que se metía al dejar en segundo plano la explicación comunitaria del mal que hasta entonces había sido prioritaria y que seguiría vigente en muchos ambientes hasta los tiempos del NT (ver Jua 9:2). ¿Cómo explicar las desgracias de un inocente desde la perspectiva de la responsabilidad individual? Con este interrogante tuvieron que debatirse generaciones enteras de sabios en Israel, que dejaron la huella de sus agónicas discusiones en el libro de Job.

f) Finalmente, hay que mencionar la relación del pensamiento de Ezequiel con el nacimiento del Judaísmo. Aunque todos reconocen el protagonismo de Esdras en la nueva configuración del pueblo de Israel (el quizá mal llamado “Judaísmo”), fue Ezequiel (o por lo menos los que completaron con posterioridad el libro) quien puso las bases a dicha nueva configuración. Si los culpables indirectos de la corrupción del pueblo de Israel y de la destrucción de sus instituciones habían sido las ideologías paganas, había que hacer todo lo posible por evitar la contaminación con extranjeros y por establecer unas rígidas normas de conducta que rigieran con seguridad la vida de los ciudadanos. De aquí surgió el exclusivismo y el culto a la ley que caracterizó al Israel postexílico.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Eze 8:3; Eze 11:24; Apo 4:1.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— año treinta: No es fácil dar una explicación satisfactoria de este “año treinta”, cuando en el v. Eze 1:2 se habla del “año quinto”. Algunos exegetas suprimen esa datación como no auténtica y reordenan los vv. Eze 1:1-3.

— el río Quebar: El profeta, que habría padecido la primera deportación de Nabucodonosor (597 a. C.), se hallaba entre los desterrados en Babilonia. El río Quebar no ha sido claramente localizado, aunque es frecuentemente relacionado con un importante canal de riego cercano a Babilonia: el Kabaru.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

, hijo de Buzi, experimenta visiones enviadas por Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

EZEQUIEL sirvió como profeta entre los cautivos en Babilonia desde 593 a.C. hasta 571 a.C.Ambiente de la época: Ezequiel y su pueblo son llevados en cautiverio a Babilonia. Los judíos son extranjeros en una tierra extraña gobernada por un gobierno autoritario.Mensaje principal: Debido a los pecados del pueblo, Dios había permitido la destrucción de Judá. Sin embargo, todavía había esperanza: Dios prometía restaurar la tierra a los que permanecieran fieles a El.Importancia del mensaje: Dios nunca se olvida de los que fielmente buscan obedecerle. Tienen un futuro glorioso por delante.Profetas contemporáneos: Daniel (605-536) Habacuc (612-588) Jeremías (627-586)1.1 Ezequiel, nacido y criado en Judá, se preparaba para el sacerdocio en el templo de Dios cuando los babilonios atacaron en 597 a.C. y se lo llevaron junto con diez mil cautivos más (2Ki 24:10-14). La nación estaba al borde de la destrucción completa. Cuatro o cinco años más tarde, cuando Ezequiel tenía treinta años (la edad normal para ser sacerdote), Dios lo llamó a ser profeta. Durante los primeros seis años que Ezequiel ejerció en Babilonia (2Ki 1:3), Jeremías predicaba a los judíos que aún permanecían en Judá y Daniel servía en la corte de Nabucodonosor. El río Quebar desembocaba en el Eufrates en Babilonia y allí se estableció un grupo de cautivos judíos.1.1 ¿Por qué los cautivos en Babilonia necesitaban un profeta? Dios quería que Ezequiel: (1) ayudara a que los cautivos comprendieran por qué los llevaron en cautiverio, (2) disipara la falsa esperanza de que el cautiverio iba a ser corto, (3) llevara un nuevo mensaje de esperanza, y (4) llamara al pueblo a una nueva conciencia de su dependencia en Dios.1.1 Dios se comunicaba con Ezequiel en visiones. Una visión es una revelación milagrosa de la verdad de Dios. Estas visiones nos parecen extrañas porque son apocalípticas. Esto significa que Ezequiel veía imágenes simbólicas que expresaban vívidamente una idea. Daniel y Juan fueron otros escritores de la Biblia que utilizaron imágenes apocalípticas. La gente que estaba en el cautiverio perdió su perspectiva del propósito de Dios y su presencia, y Ezequiel fue a ellos con una visión de Dios para mostrarles la tremenda gloria y santidad de El y advertirles las consecuencias del pecado antes de que fuera demasiado tarde.1.1ss El último mensaje fechado que Dios le dio a Ezequiel (29.17) fue en 571 a.C. Lo llevaron cautivo durante la segunda invasión babilónica de Judá en 597 a.C. Los babilonios invadieron Judá por tercera y última vez en 586 a.C. y destruyeron completamente Jerusalén, quemaron el templo y deportaron al resto del pueblo (véase 2 Reyes 25). Ezequiel fecha todos sus mensajes desde el año en que lo llevaron cautivo (597). Su primera profecía a los cautivos la pronunció cuatro o cinco años después de estar en Babilonia (593 a.C.).1.3 El nombre «Ezequiel» significa «Dios es fuerte» o «Dios fortalece». En un sentido muy real, esto resume el mensaje básico del libro: a pesar del cautiverio, la soberana fortaleza de Dios prevalecía, y castigaría a sus enemigos y restauraría a su verdadero pueblo.1.4ss Esta es la primera visión de Ezequiel en la que Dios lo llama para ser profeta (véase 2.5). Nada en su experiencia previa lo había preparado para tal demostración del poder y de la presencia de Dios. La «gran nube» resplandecía con vientos tempestuosos y estaba rodeada por una luz brillante. Cuatro seres vivientes surgieron del envolvente fuego de la nube. Le mostraron a Ezequiel que la destrucción de Jerusalén sería castigo de Dios por los pecados de Judá. (Estos seres vivientes también se presentan en Rev 4:6-7.)Ezequiel estaba muy lejos del templo de Jerusalén, símbolo físico de la presencia de Dios, cuando recibió esta visión. Por medio de ella, supo que Dios está presente en todas partes y que sus actividades en el cielo conforman los sucesos en la tierra.1.5 Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía cuatro caras, que simbolizaban la naturaleza perfecta de Dios. Algunos creen que el león representaba la fuerza; el buey, el servicio diligente; el hombre, la inteligencia; y el águila, la divinidad. Otros los ven como las criaturas más majestuosas de Dios y dicen que representan a la creación entera. Los padres de la iglesia primitiva veían una conexión entre estos seres y los cuatro Evangelios: El león con Mateo, que presenta a Cristo como el León de Judá; el buey con Marcos, que presenta a Cristo como el Siervo; el hombre con Lucas, que presenta a Cristo como el Hombre perfecto; el águila con Juan, que presenta a Cristo como el Hijo de Dios exaltado y divino. La visión de Juan en el capítulo cuatro de Apocalipsis hace un paralelo con la visión de Ezequiel.1.16-18 La «rueda en medio de rueda», probablemente describe dos ruedas en ángulo recto, una en dirección norte a sur y la otra en dirección este a oeste. Podían moverse para cualquier parte como Dios, que está presente en todas partes y puede ver todas las cosas (1.18). Dios no está restringido a Jerusalén, sino que rige la vida y la historia. A pesar de que los cautivos habían experimentado grandes cambios, Dios todavía llevaba las riendas.1.26 Esta «semejanza que parecía de hombre» revelaba la santidad de Dios y preparaba a Ezequiel para lo que El estaba a punto de decirle. Esta figura representaba al mismo Dios en el trono. De manera similar, Cristo revela a Dios en forma humana y nos prepara para su mensaje de salvación. Cristo llegó a la historia en un cuerpo humano, real.1.27, 28 Ezequiel percibió la gloria de Dios como una luz brillante y fuego. Cayó de cara al suelo, abrumado por la santidad de Dios y por su propia insignificancia y maldad. A la larga toda persona caerá ante Dios, ya sea por reverencia y gratitud por su misericordia o por temor de su castigo. Sobre la base de la forma en la que usted vive hoy, ¿cómo reaccionará a la santidad de Dios?1.27, 28 Los cuatro seres vivientes y las cuatro ruedas son poderosas imágenes de castigo, pero el arco iris sobre el trono simboliza la fidelidad infinita de Dios hacia su pueblo. Dios envió un arco iris a Noé como señal de su promesa de no volver a destruir la tierra con un diluvio (Gen 9:8-17), y de la misma forma este arco iris era señal de su promesa de preservar a los que permanecen fieles a El. El propósito del castigo de Dios es corregirnos y, finalmente, permitir que reine paz perfecta y justicia en la tierra para siempre..CAUTIVERIO EN BABILONIA : Ezequiel trabajó para Dios exactamente en el lugar en que se encontraba, entre los cautivos en diversas colonias cerca del río Quebar en Babilonia. Jerusalén y su templo quedaban aproximadamente a 800 km, pero Ezequiel ayudó al pueblo a comprender que a pesar de que se encontraban lejos de la patria, no tenían que estar lejos de Dios.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Título “Ezequiel.” Heb.: Yejez·qé’l, que significa: “Dios Fortalece”; gr.: I·e·ze·ki·él; lat.: Hi·e·zé·ci·hel.

(2) “Dios.” Heb.: ’Elo·hím.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 0 2Re 24:14; Est 2:6

b 1 Sal 137:1; Eze 3:15; Eze 10:15; Eze 43:3

c 2 Mat 3:16; Hch 7:55; Hch 10:11; Rev 19:11

d 3 Gén 15:1; Núm 12:6; Dan 8:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

el año treinta. Este dato probablemente se esté refiriendo a la edad de Ezequiel. Los sacerdotes empezaban su ministerio a los treinta años de edad (cp. Nm 4:3, 23, 30, 39).

río Quebar. Este era un gran canal para el riego, un ramal del Eufrates. Pasaba por Nippur, al este de Babilonia, y se unía con el Eufrates cerca del golfo Pérsico.

entre los desterrados. Ezequiel, junto con unos 10,000 cautivos (2 R 24:14) fue llevado a Babilonia por el ejército de Nabucodonosor después de tres meses del sitio de Jerusalén, que terminó a mediados de marzo del 597 a.C.

visiones de Dios. Además de la visión de 1:4– 3:14, otras tres visiones de Dios son mencionadas en 8:1– 11:24; 37:1– 14; y 40:1– 48:35.

Fuente: La Biblia de las Américas

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE EZEQUIEL

AUTOR: Ezequiel

Fecha: 592-570 a.C.

El profeta Nacido de una familia sacerdotal (Eze 1:3). Ezequiel, cuyo nombre significa «Dios fortalece», vivió en Jerusalén durante su edad temprana, hasta que fue llevado cautivo junto con otros a Babilonia por Nabucodonosor en el año 597 a.C. En el exilio, vivió en su propia casa en una aldea cerca de Nipur, junto al río Quebar (el canal real de Nabucodonosor), en Babilonia (Eze 3:15; Eze 3:24). Profetizó durante no menos de 22 años (Eze 1:2 y Eze 29:17-21). Su esposa murió en el año 587 (Eze 24:16-18).

La época El ministerio de Ezequiel a los exiliados en Babilonia tuvo lugar al mismo tiempo que Jeremías profetizaba a los judíos en Palestina y durante los primeros años del ministerio de Daniel. Para los hechos importantes de ese período véase la INTRODUCCIÓN a Jeremías.

Contenido El ministerio de Ezequiel era el de recordar constantemente a los exiliados los pecados que habían traído sobre ellos el juicio de Dios y asegurarles de las futuras bendiciones de Dios de conformidad con Su pacto. Los capítulos Eze 1:1-28Eze 24:1-27 fueron escritos antes de la caída de Jerusalén para recordarle a sus compañeros de cautiverio que el juicio de Dios sobre la ciudad y el Templo era ciertísimo. Los capítulos Eze 33:1-33Eze 48:1-35 contienen profecías de la todavía futura restauración de Israel en el reino milenial.

Las secciones mesiánicas importantes en el libro son: Eze 17:22-24; Eze 21:26-27; Eze 34:23-24. La derrota de Gog es descrita en los capítulos Eze 38:1-23Eze 39:1-29 y el Templo milenial y la adoración en el reino en los capítulos Eze 40:1-49Eze 48:1-35. Algunos de los pasajes bien conocidos son: Eze 1:4-28; Eze 3:16-21; Eze 11:17-20; Eze 14:14; Eze 28:11-19; Eze 36:24-28; Eze 37:1-28.

BOSQUEJO DE EZEQUIEL

I) El llamado y la comisión de Ezequiel, Eze 1:1Eze 3:27

A) Las circunstancias de Ezequiel, Eze 1:1-3

B) La visión de Dios dada a Ezequiel, Eze 1:4-28

1. Los cuatro seres vivientes y la carroza, Eze 1:4-14

2. Las cuatro ruedas, Eze 1:15-21

3. La expansión radiante, Eze 1:22-28

C) El llamado de Ezequiel, Eze 2:1-10

D) La comisión de Ezequiel, Eze 3:1-27

II) Las profecías contra Judá y Jerusalén, Eze 4:1Eze 24:27

A) Profecías a través de símbolos, Eze 4:1Eze 5:17

1. Un ladrillo: el sitio de Jerusalén, Eze 4:1-3

2. Una postura: la duración del exilio, Eze 4:4-8

3. Pan: escasez, Eze 4:9-17

4. Rasurarse: la destrucción del pueblo de Jerusalén, Eze 5:1-17

B) Proferías a través de sermones, Eze 6:1Eze 7:27

1. La causa del juicio venidero: idolatría, Eze 6:1-14

2. El carácter del juicio venidero: severo, Eze 7:1-27

C) Profecías a través de visiones, Eze 8:1Eze 11:25

1. Visión de la iniquidad en el Templo, Eze 8:1-18

2. Visión de la muerte de los habitantes de Jerusalén, Eze 9:1-11

3. Visión de la quema de Jerusalén, Eze 10:1-22

4. Visión de los príncipes malvados y de la partida de la gloria, Eze 11:1-25

D) La certeza y las causas del juicio a través de señales, mensajes y parábolas, Eze 12:1Eze 24:27

1. La señal de los enseres del profeta, Eze 12:1-16

2. La señal del temblor, Eze 12:17-28

3. El mensaje contra los falsos profetas y profetisas, Eze 13:1-23

4. El mensaje contra los ancianos idólatras, Eze 14:1-23

5. La parábola de la vid estéril, Eze 15:1-8

6. La parábola de la mujer adúltera, Eze 16:1-63

a. Su juventud, Eze 16:1-14

b. Sus pecados, Eze 16:15-34

c. Su condenación, Eze 16:35-52

d. Su restauración, Eze 16:53-63

7. La parábola de las dos águilas, Eze 17:1-24

8. El proverbio de las uvas agrias rechazadas, Eze 18:1-32

9. El lamento por los príncipes de Israel, Eze 19:1-14

10. El mensaje tocante a la infidelidad de Israel, Eze 20:1-32

11. La promesa de la restauración futura, Eze 20:33-44

12. El incendio forestal, Eze 20:45-49

13. La espada, Eze 21:1-32

14. El horno de fundición como ejemplo de juicio, Eze 22:1-31

a. La lista de los pecados, Eze 22:1-12

b. La certeza del juicio, Eze 22:13-22

c. Las clases de pecadores, Eze 22:23-31

15. La parábola de las dos hermanas, Eze 23:1-49

a. Su identidad, Eze 23:1-4

b. Su infidelidad, Eze 23:5-21

c. Su castigo, Eze 23:22-49

16. La parábola de la olla hirviente, Eze 24:1-14

17. La señal de la muerte de la esposa de Ezequiel, Eze 24:15-27

III) Profecías contra las naciones extranjeras, Eze 25:1Eze 32:32

A) Juicio contra Amón, Eze 25:1-7

B) Juicio contra Moab, Eze 25:8-11

C) Juicio contra Edom, Eze 25:12-14

D) Juicio contra Filistia, Eze 25:15-17

E) Juicio contra Tiro, Eze 26:1Eze 28:19

1. La destrucción de Tiro, Eze 26:1-21

2. El lamento sobre Tiro, Eze 27:1-36

3. La caída del líder de Tiro, Eze 28:1-10

4. El lamento sobre el rey de Tiro, Eze 28:11-19

F) Juicio contra Sidón, Eze 28:20-26

G) Juicio contra Egipto, Eze 29:1Eze 32:32

1. La certeza del juicio, Eze 29:1-21

2. La descripción del juicio, Eze 30:1-26

3. La comparación entre Asiría y Egipto, Eze 31:1-18

4. El lamento sobre Egipto, Eze 32:1-32

IV) Profecías de la restauración de Israel, Eze 33:1Eze 39:29

A) La designación de Ezequiel como atalaya, Eze 33:1-33

B) Los pastores de Israel, Eze 34:1-31

1. Los falsos pastores, Eze 34:1-10

2. El verdadero pastor, Eze 34:11-31

C) El renacimiento de la nación, Eze 35:1Eze 36:38

1. La destrucción de Edom, Eze 35:1-15

2. El nuevo pacto con Israel, Eze 36:1-38

D) La resucitación de la nación, Eze 37:1-14

E) La reunión de la nación, Eze 37:15-28

F) La victoria de la nación sobre Gog y Magog, Eze 38:1Eze 39:29

1. La invasión por Gog, Eze 38:1-16

2. La victoria sobre Gog, Eze 38:17Eze 39:29

V) Profecías tocante a Israel en el reino milenial, Eze 40:1Eze 48:35

A) Un nuevo templo, Eze 40:1Eze 43:27

1. INTRODUCCIÓN, Eze 40:1-4

2. El portal y sus tres puertas, Eze 40:5-27

3. El atrio y sus tres puertas, Eze 40:28-47

4. El Templo propio, Eze 40:48Eze 41:26

5. Las cámaras en el atrio, Eze 42:1-20

6. El regreso de la gloria de Jehová, Eze 43:1-12

7. El altar del holocausto, Eze 43:13-27

B) Un nuevo culto de adoración, Eze 44:1Eze 46:24

1. Los que pueden ministrar, Eze 44:1-31

2. El sostén de los que ministran, Eze 45:1-17

3. Las ofrendas, Eze 45:18Eze 46:24

a. Las ofrendas en las fiestas solemnes, Eze 45:18-25

b. Las ofrendas de los sábados, lunas nuevas, y sacrificios diarios, Eze 46:1-15

c. Normas para el príncipe, Eze 46:16-18

d. Lugares para la preparación de las ofrendas, Eze 46:19-24

C) Una nueva tierra santa, Eze 47:1Eze 48:35

1. El río que da vida a la tierra, Eze 47:1-12

2. Los límites de la tierra, Eze 47:13-23

3. La división de la tierra, Eze 48:1-35

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

en el año treinta. Posiblemente la edad de Ezequiel y la edad a la que hubiese entrado en el sacerdocio si hubiera permanecido en Jerusalén (Núm 4:3).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

en el año treinta… Esto es, de la vida del profeta → Núm 4:2-3; Núm 4:30 donde se dan los datos del servicio de los hijos de Israel.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Algunas versiones antiguas dicen: una visión

Fuente: La Biblia de las Américas

Esto es (prob.), de la vida del profeta g Núm_4:2-3 Núm_4:30.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

[2] 1 Cro 3, 16.[3] 1 Re 18, 46; 2 Re 3, 15.[15] Como de una carroza.[22] Deslumbraba por su brillo y claridad.[28] El arco iris alrededor del trono de Dios puede considerarse un símbolo de la divina misericordia.

Fuente: Notas Torres Amat