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Comentario de Ezequiel 13:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Ezequiel 13:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:

La reprobación a los profetas mentirosos, Eze 13:1-9,

y su pared inservible, Eze 13:10-16.

y contra las profetizas, Eze 13:17-23.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

En este pasaje, Ezequiel profetiza juicio contra los falsos profetas, hombres y mujeres (vv. Eze 13:1-16Eze 13:17-23). En cada caso caracteriza de manera vívida sus pecados (vv. Eze 13:1-7Eze 13:17-19) y después da el veredicto de Dios de condenación (vv. Eze 13:8-16Eze 13:20-23).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Los falsos profetas eran insensatos y parecían zorras en los desiertos. La palabra hebrea traducida desiertos comunica la idea de lugares abiertos y desolados. En el contexto inmediato (v. Eze 13:5), las zorras vagaban entre los escombros de los muros arruinados de la ciudad. Los profetas eran insensatos porque confundían sus propios pensamientos con los de Dios. Eran como zorras entre las ruinas porque buscaban alimento para sí a la vez que causaban, ignoraban y se aprovechaban de los restos humanos que los rodeaban. Eran unos chantajistas y no reformadores.

 EN PROFUNDIDAD

Dispersados y reunidos

Dios siempre encuentra una forma de defender su soberanía y cumplir sus propósitos, sin importar si nosotros como seres humanos cooperamos con sus planes. Los israelitas tenían que aprender la lección de la manera difícil. Se opusieron a la intención de Dios de establecerlos como su pueblo en su propia tierra, y con su ley para guiarse. Como resultado, Dios determinó «dispersarlos entre las naciones» (Eze 12:15).

Esta promesa de dispersión fue un tema principal para el profeta Ezequiel. Varias veces declaró que Jehová los esparciría en el extranjero (Eze 5:10, Eze 5:12; Eze 6:8; Eze 11:16; Eze 12:15; Eze 20:23; Eze 21:15; Eze 34:6; Eze 36:19). Esto comenzó cuando Asiria capturó Israel en 722 d.C y continuó con una serie de deportaciones de Judá a Babilonia al principio del siglo VI d.C Sin embargo, la dispersión del pueblo de Dios no fue el fin de la historia. Ezequiel también declaró numerosas veces que Jehová «reuniría» a su pueblo de los países del mundo y los devolvería a su tierra (Eze 11:17; Eze 20:34, Eze 20:41; Eze 28:25; Eze 34:13; Eze 36:24; Eze 37:21; Eze 38:8, Eze 38:12; Eze 39:27). Así Dios demostró su soberanía, ya sea esparciendo su pueblo en el extranjero o reuniéndolo de nuevo.

Si Dios va a cumplir sus propósitos de una manera u otra, entonces la pregunta final que necesitamos considerar es cómo podemos cooperar con sus planes. Hacerlo de otra manera sería perdernos lo que Él está haciendo, o peor aún, hacer que actúe por despecho.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

13. Contra los falsos Profetas.
Los semitas, conscientes de la intervención directa de Dios en todos los acontecimientos de la vida humana, eran propensos a consultar la voluntad de los dioses. En Israel pulularon, al lado de los verdaderos profetas suscitados por Yahvé para transmitir sus mensajes al pueblo 1, falsos profetas, que pretendían tener comunicaciones especiales de Dios, explotando así la credulidad de las masas. Eran yahvistas, pero se apropiaban la vocación de profeta a imitación de los verdaderos enviados de Yahvé. Contra éstos se levantaron constantemente los verdaderos profetas, representantes de la intransigencia religiosa yahvista 2. Además de estos falsos profetas, existían los adivinos, que, con falsos augurios y con observaciones de acontecimientos externos, anunciaban hechos futuros. Este capítulo puede dividirse en dos partes: a) contra los falsos profetas (v.1-16); b) contra los hechiceros y pitonisas (v.17-23).

Contra los falsos profetas (1-16).
1 Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 2 Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel, profetiza, y di a esos que profetizan a capricho suyo: Oíd la palabra de Yahvé. 3 Así dice el Señor, Yahvé: ¡Ay de los profetas insensatos que andan en su propio capricho, sin haber visto nada! 4 Fueron, Israel, tus profetas como zorras entre ruinas. 5 No habéis subido a las brechas, no habéis amurallado la casa de Israel para que resistiera en el combate en el día de Yahvé. 6 Vieron vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: “Ha dicho Yahvé,” y no los envió Yahvé, y hacen esperar que se cumplirán sus palabras. 7 ¿No habéis visto visiones vanas? ¿No habéis anunciado adivinaciones mentirosas, diciendo: “Ha dicho Yahvé,” no habiéndolo dicho yo? 8 Por tanto, así dice el Señor, Yahvé: Por haber hablado vosotros vanidad y haber visto mentiras, aquí estoy yo contra vosotros, dice el Señor, Yahvé. 9 Y será mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira. No formarán en la asamblea de mi pueblo, ni serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni volverán a la tierra de Israel, y sabréis que yo soy el Señor, Yahvé. 10Por tanto, por haber engañado a mi pueblo, diciendo: “Paz,” no habiendo paz, y porque, mientras mi pueblo alzaba una pared, ellos la jarreaban con barro, 11 di a esos jarreadores con barro que se caerá, que vendrán aguaceros, y mandaré granizadas que la derribarán y viento impetuoso que la deshará. 12 Y cuando caiga la pared, no os dirán: ¿Dónde está la argamasa con que la cubristeis? 13 Y, por tanto, así dice el Señor, Yahvé: Yo, en mi furor, desencadenaré la tempestad, y vendrá en mi ira un aguacero impetuoso, y caerá furioso el granizo para destruir.14 Y derribaré la pared que vosotros revocasteis, la echaré a tierra, y quedarán al descubierto sus cimientos. Jerusalén caerá, y vosotros pereceréis en medio de sus escombros y sabréis que yo soy Yahvé. 15 Yo saciaré mi furor contra la pared y contra los que la revocaron de argamasa, y se dirá: Ya no hay pared, y se acabaron los que la revocaban, 16 los profetas de Israel que profetizan a Jerusalén y tienen para ella visiones de paz, no habiendo paz, dice el Señor, Yahvé.

Ezequiel echa en cara a los presuntos profetas que no hablan en nombre de Dios, sino lo que les sugiere su capricho. La expresión profetas de Israel en el contexto parece referirse a los que estaban con los exilados en Mesopotamia, no los que quedaban en Palestina 3. La labor de ellos entre los exilados es como la de las zorras entre ruinas (v.4), porque, haciendo madrigueras entre las ruinas, las zorras descomponen más lo que aún queda en pie. Es justamente lo que hacen estos falsos profetas entre los exilados de Babilonia^ arruinando lo poco que aún queda en pie de firmeza moral y confianza en Yahvé. Anuncian cosas falsas que no se cumplirán. Con una nueva metáfora describe su labor desmoralizadora. En lugar de tapar las brechas en los muros, hechas por el ejército asediador, trabajando por fortificar la casa de Israel para que resistiera (v.5), se dedican a sembrar vanas ilusiones. Debieran restañar las heridas morales de los pobres exilados, haciéndoles ver la justicia divina en el castigo.
Pero su labor es contraproducente, ya que alientan vanas ilusiones y no fomentan el retorno a Yahvé para conseguir perdón. Con sus supuestas visiones no hacen sino desorientarlos (v.6). Pero sus visiones son vanidad y no tienen consistencia alguna. Por ello, Yahvé los castigará inexorablemente4. No formarán parte de la asamblea de Israel cuando éste vuelva a organizarse como nación, ni siquiera serán inscritos en el libro de la casa de Israel (v.9), es decir, en los registros de la Providencia divina, en los que están consignados los que van a sobrevivir al exilio para constituir de nuevo la casa de Israel 5. No volverán a la tierra de Israel por haber contribuido de modo especial con sus oráculos falsos a la consumación de la ruina de la nación, anunciando paz próxima, o liberación de los babilonios, cuando en realidad esa paz no había de venir (v.10).
No tenían otra obsesión que secundar lo que halagaba al pueblo, el cual alzaba una pared, es decir, un edificio de ilusiones patrioteras, y ellos la jarreaban con barro o revocaban exteriormente, dando pábulo a tales ilusiones sin fundamento (v.10). Con ello no hacían sino confirmar los puntos de vista falsos del pueblo, cuando debieran abrirle los ojos’ y echar por tierra esa falsa pared que habían edificado. Pero Dios se encargará de que ese falso edificio edificado con su concurso se venga abajo. Toda su labor de revoque desaparecerá ante la primera tormenta (v.11). Cuando llegue la hora de la ruina, les pedirán cuenta por su labor ficticia: ¿Dónde está la argamasa con que la cubristeis? (v.12). Toda su labor no pasó de ser una superficial argamasa, que pierde su consistencia con los primeros aguaceros. En la hora de la manifestación de la justicia divina, su obra quedará descubierta hasta los cimientos. Jerusalén caerá, y en ella perecerán. La suerte de la Ciudad Santa está echada, y, por tanto, no deben los exilados hacerse ilusiones con las falsas promesas de los profetas aprovechados (v.14).

Contra las profetisas y adivinos (17-23).
17 Y tú, hijo de hombre, pon tus ojos en las hijas de tu pueblo que profetizan a capricho suyo, y profetiza contra ellas. 18 Di: Así habla el Señor, Yahvé: ¡Ay de las que se hacen cintajos para todas las articulaciones de las manos, y lazos sobre la cabeza de toda talla para cazar las almas! ¿Creéis que cazando las almas de mi pueblo mantendréis las vuestras? 19 Vosotras, por dos puñados de cebada o dos pedazos de pan, me deshonráis ante mi pueblo, predicando la muerte de quien no ha de morir, y prometiendo la vida a quien no vivirá, y engañando así a mí pueblo, que se cree las mentiras. 20 Por tanto, así dice el Señor, Yahvé: Heme aquí contra esos vuestros cintajos con que cazáis las almas; yo los arrancaré de vuestros brazos y dejaré volar libres a las almas que con ellos cazáis. 2lYo arrancaré también vuestros lazos y libraré de vuestras manos a mi pueblo. No os servirán ya más de red en vuestras manos, y sabréis que yo soy Yahvé. 22 Por haber entristecido con vuestras mentiras el corazón del justo, cuando yo no quería entristecerle, y haber confortado las manos del impío para que no se volviese de su mal camino y viviese, 23 ya no tendréis más vanas visiones ni pronunciaréis más oráculos. Libraré cíe vuestras manos a mi pueblo y sabréis que yo soy Yahvé.

Por la tradición bíblica conocemos algunas mujeres que tuvieron el don de profecía y con sus oráculos amonestaban al pueblo, como Débora6 y Julda7. Al lado de estas verdaderas mensajeras de Dios había otras que, con amuletos y prácticas adivinatorias, se dedicaban a atraerse al pueblo, viviendo de sus aportaciones. Por lo que dice Ezequiel, parece que también entre los exilados de Babilonia había pitonisas que halagaban las vanas ilusiones de aquéllos. Las falsas profetisas daban respuestas adaptadas a los diferentes tipos de consultantes: se hacen cintajos para todas las articulaciones, y lazos sobre la cabeza de toda talla para cazar las almas (v. 18). Como la mujer sabe hacerse prendas ajustadas a su estatura y a sus articulaciones y miembros, así estas falsas profetisas saben adaptarse a las exigencias de sus clientes, cortándoles un traje a medida, es decir, dándoles la respuesta que desean. Algunos autores han querido ver en este verso alusiones a prácticas mágicas 8; pero parece mejor entenderlo en el contexto en sentido metafórico, como hemos ya explicado.
Las falsas profetisas, con sus falsos oráculos, quieren cazar las almas de los exilados, es decir, ganarles a su partido para obtener un descarado lucro. Por dos puñados de cebada deshonran a Yahvé (v.19), presentando como oráculos de Dios cosas que son de la imaginación de ellas, ya que sus vaticinios no se cumplen, pues predican la muerte de quien no ha de morir, y prometiendo la vida a quien no vivirá (v.19). Con sus seducciones y engaños han logrado dar caza a muchos incautos, pero Yahvé se encargará de que se les terminen sus medios de caza: yo arrancaré (vuestros cintajos) de vuestros brazos. (v.20). Aquí el lazo se refiere al empleado por el pajarero para coger a las aves incautas. El símil se presta bien para expresar la idea: Yahvé les quitará todos los medios de atraer a los exilados israelitas, de modo que sus almas o personas queden libres. Con sus mentiras han afligido el corazón del justo (v.22), anunciando cosas desagradables a su sensibilidad religiosa yahvista, cuando en los planes de Dios no estaba el entristecerle; y, en cambio, han dado pábulo a la pésima conducta de los impíos, pues han confortado las manos del impío (v.22) aprobando su proceder. Por todo esto vendrá la hora de exterminio para todas estas falsas profetisas, de forma que no volverán a tener mas vanas visiones.

1 Cf. Dt 18-22. – 2 Cf. Jer 14:133; Jer 23:1-40; Jer 26:73.11.16; Jer 27:145; Jer 29:21-32. Sobre los adivinos: Num 22:58; 1Re 18:19-40; 2Re 3:13. – 3 Cf. Ez 4:5- – 4 Cf. Eze 5:8; Eze 21:3; Eze 28:22; Eze 29:3; Eze 29:30, Eze 29:22. – 5 Cf. Exo 32:325; Isa 4:3; Isa 65:6; Mal 3:16; Dan 12:1; Neh 13:14; Sal 69:29; Rev 3:5; Rev 3:11·8·’Rev 17:8. – 6 Cf. Jue 4:4. – 7 Cf. 2Re 22:14. – 8 Spadafora, Ezequiele p.iog.

Fuente: Biblia Comentada

Condenación de los falsos profetas y profetisas

Este oráculo condena a dos clases de falsos profetas. El primer grupo sería los pretendidos profetas que pensaban que realmente podían adivinar el futuro. Esperaban que sus pronunciamientos se cumplirían. Sus mensajes eran de la clase que a la gente le gustaba oír (10). No obstante, a pesar de su sinceridad y sus mensajes consoladores, estaban equivocados. La falsedad de sus palabras sería expuesta. No es suficiente ser sincero. Usted puede estar sinceramente equivocado.

El segundo grupo de los falsos profetas tenía elementos más oscuros. Para empezar, las profetizas de este tipo trabajaban por ganancia (19). Practicar la religión puramente por recompensa económica se condena en la Biblia. Además, condimentaban su acto con alguna magia, posiblemente usando un control de brujería sobre la gente (18, 20, 21). Las acciones de ellas habían llevado a la injusticia, aun a la muerte (19). Sorprendentemente, la condenación de estas brujas es menos severa que la del primer tipo de profeta. Perderían su poder sobre la gente y no practicarían más sus falsas profecías. Tal vez la profesión de ellas era el resultado de la necesidad económica más bien que de un deseo malicioso.

1-15 Ezequiel ha de proclamar a los falsos profetas, en otras palabras: “¡Ay de vosotros! No habéis ayudado a Israel en su hora de necesidad. Vuestras visiones son falsas y, sin embargo, esperáis neciamente que se cumplan (1-7). Yo el Señor estoy contra vosotros debido a vuestras falsas visiones (8). No perteneceréis al consejo del pueblo, ni estaréis inscriptos en el registro de la casa de Israel, ni entraréis en la tierra de Israel (9). Habéis dado falso consuelo a mi pueblo y un falso sentido de seguridad (10-12). Esa seguridad será destruida. Con su muerte vendrá la vuestra también. Entonces sabréis que yo soy Jehovah (13-15).”

16-21 A las falsas profetisas Ezequiel debe proclamar, en otras palabras: “Practicasteis la magia por ganancia. Vuestras mentiras han llevado a que se cometieran actos de injusticia (18, 19). Yo estoy contra vuestros ardides mágicos y los arrancaré de vosotras. Quebraré vuestro dominio sobre el pueblo. Entonces sabréis que yo soy Jehovah (20, 21).”

22, 23 Sigue la paráfrasis del mensaje: “Habéis desalentado al justo y animado al injusto. Vuestras prácticas terminarán, entonces sabréis que yo soy Jehovah (22, 23).”

Notas. 4 Zorras entre las ruinas: en vez de tratar de juntar los pedazos y ayudar al pueblo a reedificar sus vidas, estos profetas, cual basureros, estaban alimentándose de los residuos de la comunidad. 9 Su castigo es triple, resultando en ostracismo de la sociedad israelita. Serían echados del consejo, es decir, perderían toda posición como ciudadanos dirigentes; serían quitados de los registros principales de la comunidad, perdiendo así sus derechos de varones israelitas; y no se les permitiría regresar a Israel. 10 Recubren con cal: puede verse bien, pero la realidad debajo es débil e insustancial. 18 Cintas … velos: las maneras exactas con que estas mujeres practicaban su magia no es clara. El propósito de su magia era cazar y controlar a sus víctimas. 19 Cebada … pan: éste era su magro sustento.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

13.1ss Esta advertencia iba dirigida a los falsos profetas cuyos mensajes no provenían de Dios. Sino que eran mentiras que intentaban ganar la simpatía de la gente al decir cualquier cosa que los hiciera feliz. A los falsos profetas no les importaba la verdad como a Ezequiel. Adormecieron a la gente con un falso sentido de seguridad, haciendo que el trabajo de Ezequiel fuera mucho más difícil. Tenga cuidado de los líderes que quieren torcer la verdad en su búsqueda de popularidad y poder.13.10-12 Estos falsos profetas cubrían sus mentiras («una pared insegura» según la versión popular) con «lodo suelto» («cal» en otra traducción) para darle una apariencia agradable. Tal superficialidad no puede mantenerse firme bajo el escrutinio de Dios.13.17 Existen registros en la Biblia que indican que el don de la profecía se otorgaba tanto a mujeres como hombres. María (Exo 15:20), Débora (Jdg 4:4) y Hulda (2Ki 22:14) eran profetisas. Pero las mujeres mencionadas en este versículo se parecen más a la bruja de 1Sa 28:7, y son condenadas por descorazonar a los justos (1Sa 13:22).13.18 Estas vendas mágicas para las manos y los velos mágicos para la cabeza se usaban en prácticas de brujería. Eran anunciadas como amuletos de la buena suerte, pero en realidad se utilizaban para engañar a la gente y atraparla en la idolatría.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

[3] Ez 14, 9; 34, 2; Jer 23, 1.[5] Con vuestras oraciones.[9] Deut 13, 5.[18] La metáfora de las almohadillas simboliza la adulación y el engaño.

Fuente: Notas Torres Amat