Comentario de Ezequiel 14:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Algunos hombres de los ancianos de Israel vinieron a mí y se sentaron delante de mí.
vinieron a mi algunos. Eze 8:1; Eze 20:1; 2Re 6:32; Hch 4:5, Hch 4:8.
y se sentaron delante de mí. Eze 33:31; Isa 29:13; Luc 10:39; Hch 22:3.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Dios contesta a los idólatras de acuerdo a su propio corazón, Eze 14:1-5.
Son exhortados al arrepentimiento, por temor a los juicios, por medio de profetas engañados, Eze 14:6-11.
Dios trae juicio, Eze 14:12-14.
por bestias feroces, Eze 14:15-16;
por la espada, Eze 14:17-18;
y por pestilencia, Eze 14:19-21.
Un remanente será preservado como ejemplo para otros, Eze 14:22-23.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Dios reveló a Ezequiel que este grupo de ancianos de Israel consistía en personas de mente doble (1Re 18:21; Mat 6:24; Stg 1:5-8). Aparentemente, venían a buscar un mensaje de Dios mediante su profeta verdadero, Ezequiel, pero en sus corazones escondían su lealtad a otros dioses.
He de ser … consultado: Dios conoce todas las mentes y los corazones (Sal 139:1-6), y hace a Ezequiel una pregunta retórica en cuanto a si debe dar una revelación que guíe a tales hipócritas religiosos (vv. Eze 14:4, Eze 14:5).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Al menos en un aspecto, el cautiverio babilónico se volvió en una bendición disfrazada al estimular una nueva forma de judaísmo que era más móvil, transcultural, y conocida que la que había en Judá. Uno de los factores clave de este desarrollo fue la creación de la sinagoga. En Judá, los israelitas veían al Templo en Jerusalén como el centro de su vida religiosa y cultural. Pero la pérdida del Templo en 587 a.C. exigió un nuevo enfoque para mantener la identidad judía. Construir un templo en Babilonia era imposible, por eso los cautivos comenzaron a reunirse en asambleas locales para sus asuntos políticos, educacionales y de culto. Es posible que líderes de uno o más de estos grupos se reunieran ante Ezequiel. Poco tiempo después, estos grupos conocidos por su nombre griego «sinagogas» («reuniones» o «asambleas») comenzaron a asumir responsabilidades formales al momento que las comunidades judías en el cautiverio les concedían autoridad.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
14. Exhortación a la conversión. Inutilidad de la Intercesión.
Representantes calificados de los exilados, conmovidos por las predicciones de Ezequiel, quisieron hacerle una consulta. No se dice de qué trataron, pero se puede colegir del contexto, por las manifestaciones del profeta. La consulta debió de versar sobre la posibilidad de la destrucción de Jerusalén: ¿Cómo Yahvé había de permitir que la Ciudad Santa fuera arruinada, habiendo tantos hombres justos en ella? La respuesta es tajante: la idolatría y rebeldía a Yahvé es la causa de la catástrofe, y es tanta la maldad que hay en Jerusalén, que, aunque intercedieran a favor de ella justos como Noé, Daniel y Job, Dios no oiría sus plegarias. Podemos dividir el capítulo en dos partes: a) exhortación a dejar las prácticas idolátricas (v.1-11); b) inutilidad de la intercesión (v.12-23).
Exhortación a la conversión (1-11).
1 Vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel y se sentaron delante de mí, 2 y me fue dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 3 Hijo de hombre, estas gentes llevan sus ídolos dentro de su corazón y miran con sus ojos el escándalo de su iniquidad. ¿Voy a dejarme consultar por ellos? 4 Habíales, por tanto, y diles: Así habla el Señor, Yahvé: A todos los de la casa de Israel que, llevando sus ídolos en su corazón y mirando con sus ojos el escándalo de su iniquidad, vinieron al profeta, les responderé yo mismo, Yahvé, hablándoles de la muchedumbre de sus ídolos, 5 para agarrar a la casa de Israel por su propio corazón, ya que por sus ídolos se aparta de mí. 6 Di, por tanto, a la casa de Israel: Así habla el Señor, Yahvé: Convertios y apartaos de vuestros ídolos y apartad la vista de vuestras abominaciones, 7 porque a quienquiera de la casa de Israel que de mí se apartare para poner en su corazón sus ídolos y sus ojos en el escándalo de su iniquidad, y viniera al profeta para preguntarle, le responderé yo, Yahvé, por mí mismo, 8 y pondré mi rostro contra él, y le haré portento y fábula, y le arrancaré de mi pueblo de Israel, y sabréis que yo soy Yahvé; 9 y si el profeta se deja seducir y dice alguna cosa, seré yo, Yahvé, quien le habré seducido, y tenderé sobre él mi mano, y le exterminaré de en medio de mi pueblo, Israel. 10 Y llevarán sobre sí su maldad; según la maldad de quien pregunta, así será la maldad de quien responde. n Para que no yerre más la casa de Israel lejos de mí ni se contamine con todas sus abominaciones, y sean mi pueblo y yo sea su Dios, dice el Señor, Yahvé.
Ante la presencia de los ancianos de Israel, o dirigentes de la población exilada israelita, habla Yahvé a Ezequiel en términos despectivos para los consultantes. Son gentes que llevan sus ídolos en su corazón (v.3), esto es, que tienen propensión a prácticas idolátricas, mirando, complacidos, con sus ojos lo que es ocasión de escándalo para ellos, en cuanto que son un incentivo hacia la iniquidad, u ocasión de pecado. Por estas razones, Yahvé 110 quiere ser consultado por ellos, ya que, por su depravada conducta, no merecen ser oídos: ¿Voy a dejarme yo consultar por ellos? (v.3). En su mentalidad sincretista, creían posible mantener un culto a Yahvé y otro a los ídolos paganos; pero Yahvé es celoso de su honor y no admite competidores; por eso quiere atraer el corazón de Israel humillándole, como primer paso hacia la conversión (v.5). Si no se apartan de sus abominaciones, o prácticas idolátricas, la respuesta de Yahvé será punitiva. El castigo será terrible, de forma que el israelita idólatra se convertirá, por obra de Yahvé, en portento y fábula (v.8) entre los gentiles; es decir, su castigo será proverbial entre los no israelitas, quizá los prosélitos adheridos paganos, sin duda existentes también entre los exilados del 598 l.
Por otra parte, si el profeta se deja seducir por las dádivas de los consultantes, dándoles las respuestas que desean, esto hubiera sido imputado a Yahvé, que la había seducido o inducido a hacer esas manifestaciones halagüeñas, lo que está contra las exigencias de la santidad y justicia divina. En la mentalidad semita, Dios invade con su acción la personalidad de tal forma, que lo que nosotros atribuimos a las causas segundas, ellos lo atribuían todo directamente al mismo Dios. Así, en 1Re 22:2oss se dice que Yahvé envió sobre los falsos profetas un espíritu de mentira, haciéndoles caer en la trampa. Son modos de hablar poco matizados. Nosotros distinguimos entre inducir y permitir, pero los hagiógrafos – de mentalidad expresiva oriental – prefieren las expresiones radicales y aun paradójicas, para llamar más la atención del lector. Aquí Dios amonesta por Ezequiel a los profetas que se prestan a dar respuestas a los consultantes sin que en ellas hable realmente Yahvé. ésto es intolerable; por eso, a esos falsos profetas los exterminará de su pueblo. Llevará el castigo correspondiente a la maldad del consultante, ya que, en vez de recriminarle su conducta idolátrica, le ha hecho caso, comprometiendo así el buen nombre de Dios (v.10). La intransigencia de Yahvé en este punto no tiene otra finalidad sino evitar que Israel se contamine con todas sus abominaciones (v.11), llegando a ser su pueblo, y El realmente su Dios 2.
Inutilidad de la intercesión por Jerusalén (12-23).
12 Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 13 Hijo de hombre, cuando, por haberse rebelado pérfidamente contra mí la tierra, tienda yo mi brazo contra ella, y la quebrante el sustento del pan, y mande sobre ella el hambre, y extermine en ella hombres y animales, 14 aunque hubieran estado en ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job, ellos por su justicia salvarían su vida, dice el Señor Yahvé. 15 Y si invadiera esa tierra con bestias feroces para que la desolaran, sin que nadie por miedo a las fieras la atravesara, 16 si hubieran estado en ella esos tres varones, por mi vida, dice Yahvé, no hubieran salvado a sus hijos ni a sus hijas; ellos solos habrían escapado, y la tierra habría sido desolada. 17 Y si mando contra ella la espada y digo: Espada, recorre la tierra y extermina hombres y animales, 18 aunque en medio de ella estuvieran aquellos tres varones, por mi vida, dice Yahvé, que no salvarían a sus hijos y a sus hijas; ellos solos se librarían. 19 O si mandare sobre esa tierra la peste contra ella, derramando mi ira contra él con sangre, para exterminar hombres y bestias, 20 aunque en medio de ella estuvieran Noé, Daniel y Job, por mi vida, dice Yahvé, no salvarían un hijo ni una hija; por su propia justicia escaparían ellos y salvarían la propia vida. 21 Pues así dice el Señor, Yahvé: ¡Cuánto más cuando desencadene yo contra Jerusalén esos cuatro azotes juntamente: la espada, el hambre, las bestias feroces y la peste, para exterminar en ella hombres y animales 22 Y, sin embargo, quedarán en ella algunos restos, hijos e hijas, que escaparán y saldrán fuera y vendrán con vosotros, y veréis su conducta y sus obras, y comprenderéis el mal que yo voy a hacer a Jerusalén y todo lo que voy a hacer contra ella. 23 Lo comprenderéis cuando veáis su conducta y sus obras, y reconoceréis que no sin razón hago yo cuanto hago, dice el Señor, Yahvé.
El profeta quiere quitar toda ilusión de salvación para Jerusalén. Los exilados tienen vanas esperanzas de que la Ciudad Santa, al fin, no caiga en manos de los babilonios, pero no conocen los designios de Dios. Jerusalén ha colmado la medida de la iniquidad, y por eso no servirán para salvarla las buenas obras de los justos que en ella habitan. Esta tesis es reiteradamente demostrada en esta sección, ya que, para más resaltarla, presenta a tres justos legendarios incapaces por sus buenas obras de aplacar la justicia divina. A los tres flagelos tradicionales (el hambre, la espada y la peste) se añade la de una invasión de fieras salvajes. Sólo se salvarían los tres justos, sin que sus buenas obras fueran capaces de salvar a sus propios hijos e hijas (v.15). Las cosas han llegado a tal grado de maldad, que Dios suspende el principio de la solidaridad. Según la tesis tradicional, el bien o mal de un individuo redunda en beneficio o perjuicio de los demás parientes o conciudadanos 3. Los semitas, oriundos de organizaciones tribales, tenían muy metido dentro el principio de la solidaridad e interdependencia dentro de la tribu. La sangre era el gran lazo que los unía. La vida nómada del desierto los hacía cerrarse en su propia parentela como única defensa. Fuera de la tribu, todo era hostilidad; de ahí la necesidad de la “venganza de la sangre” como regla de subsistencia contra toda incursión enemiga.
Este sentimiento de solidaridad en la sangre era aplicado tambien a la comunidad religiosa. Israel, en concreto, formaba una sociedad religiosa especial, basada en un pacto colectivo. De ahí que al israelita en la época anterior al exilio se le considere más como miembro de una nación que como persona con su responsabilidad personal. La idea de la nación como colectividad, lanzada hacia la plena manifestación de los tiempos mesiánicos, absorbía toda otra posible consideración. Quizá en esto hay que buscar la razón de por qué el problema del más allá no aparezca planteado claramente hasta los libros sapienciales de la época helenística. Con la catástrofe nacional cayeron los ídolos colectivos y se avivaron los problemas personales, y uno de ellos es el de la retribución personal. Jeremías anunciaba que, en la era mesiánica, cada uno sería hijo de sus obras, de forma que no tendría valor el proverbio “los padres comieron las agraces y los hijos sufrieron la dentera.”4 Y Ezequiel es el gran campeón del individualismo, como veremos en los capítulos siguientes.
En el texto que comentamos no se quiere negar el poder intercesor de los justos, lo que aparece claramente enseñado en otros pasajes de la Sagrada Escritura, sino que se quiere destacar la culpabilidad de Jerusalén. Dios está ya cansado de perdonar a Jerusalén, pues su capacidad de misericordia está como rebasada, y por eso, aunque los mayores justos estuvieran en ella, como Noé, Daniel y Job, no les atendería por exigencias de su justicia; las frases son hiperbólicas, y hay que entenderlas en el contexto sólo como expresión de la gran maldad de la Ciudad Santa. Es la idea principal del capítulo. En el v.22 se afirma que se salvarán algunos, lo que ya es una restricción a la idea de total exterminación de los habitantes de Jerusalén. La mención de los tres personajes se debe a que en la tradición popular figuraban como modelo de virtud. Pero es extraña esta unión de personajes de épocas tan dispares. Recientemente se ha escrito mucho sobre la posible identificación de este Daniel con el Danel, héroe mítico de Fenicia, desenterrado en las excavaciones de Ras Shamra (la antigua Ugarit), en la frontera del Líbano y Siria5. Son textos del siglo xv-xiv a.C., que narran leyendas más antiguas. Por otra parte, en Eze 28:3 se menciona al gran sabio llamado Daniel. Hay autores que sostienen que el Danel mítico sea una deformación del Daniel histórico. Filológicamente, el Daniel de Ezequiel y el Daniel de los textos de Ugarit pueden identificarse; por otra parte, como uno de los nombrados por Ezequiel (Job) no es israelita, no tiene de particular que ponga como modelo de virtud a uno extrañó a Israel.
1 Sobre los prosélitos paganos cf. Lev 17:8.10.13; Exo 12:19; Exo 20:10; Exo 23:12; Lev 18:26; Lev 18:20, Lev 18:2; Lev 22:18. – 2 Cf. Eze 11:20. – 3 Sobre el principio de solidaridad véase Gen 12:7; ? i?i-i4; 22,i6s; Ex 33,ü Num 32:2; Deu 34:4; 2 Sarn 7:8-16; 23:5. – 4 Cf. Jer 31:29; Ez 18,is; Deu 24:16. – 5 Cf. R. Dussaud, Les découvertes de Ras Shamra (Ugarit) et l’Ancien Testament (París 1937) p.129; ch. Virolleaud, La légende phénicienne de Danel (París 1936) p.242; R. De Lanche; *Les textes de Ras Shamra et leurs rapports a la histoire des origines du peuple hebreu: “Ephemerídes Theologiae Lovanienses,” τ 6 (χ939) 245-327; R. De Vaux, Les textes de Ras Shamra et l’Ancien Testament: “Rev. Bibl.,” 46 (193?) 526-555; P. Joüon, Trois norns de personnages bibliques a la lamiere des textes d’Ugarit (Ras Shamra): trch, ysskr, dril: Bi 19 (1938) 283-285; G. A. Barton, Danel, a Pre-Israelite Hero of Galüee: “Memorial La-grange” (1940) 29-37. Véase el resumen de los argumentos sobre la cuestión en Spadafora, Ezechicle p.ii7. – 6 Cf. Isa 5:1-4; Ose 10:1; Jer 2:21; Sal 80:9-18.
Fuente: Biblia Comentada
Vinieron … ancianos. Estos líderes se acercaron al profeta para buscar con hipocresía el consejo de Dios (v. Eze 14:3; cp. Sal 66:18), como Dios lo revela a Ezequiel, quien así pudo ver lo que escondían tras esa fachada, y denunciar su intención de procurar sus caminos malvados y oponerse a la voluntad de Dios. Los profetas falsos del capítulo Eze 13:1-23 prosperaron porque los líderes civiles y el pueblo representado por ellos les suministraron un clima de aceptación con su proclividad a las promesas engañosas de bienestar.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Eze 20:1-3.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Condenación de la idolatría
Ezequiel había sido consultado como profeta por los exiliados por un mensaje de Dios. Al parecer su posición era tal que hasta los ancianos de Israel venían a él para “inquirir” del Señor, es decir, para oír un oráculo (cf. 20:1-3).
En esta oportunidad le fue revelado a Ezequiel que los ancianos tenían lealtades divididas. Ellos adoraban a otros dioses además del Señor. El mensaje que Ezequiel entregó fue directo: debían arrepentirse y volverse de su idolatría. Cualquiera que intentara adorar ídolos y a la vez consultar a un profeta de Dios, sería castigado. Si un profeta cediera a sus pedidos, él también sería castigado (para un tema similar, ver 20:1-44).
No hay indicación de que los ancianos no creyeran en el Dios de Israel. Su problema era que también tenían otros dioses. Nadie puede servir a dos (o más señores) (Mat. 6:24). Sólo puede haber uno. Contra el trasfondo del pluralismo de hoy pareciera ser atrayente mantener opiniones abiertas y reconocer muchos dioses. La verdad nos enfrenta cuando nos involucramos más profundamente en una religión y hallamos que es incompatible con las demás. P. ej., si Cristo es el verdadero camino a Dios (Juan 14:6, 7) no pueden contemplarse otros “caminos”.
1-11 Dios habla a Ezequiel con respecto a los ancianos, en otras palabras: “Estos hombres adoran ídolos; ¿he de dejarles que me consulten?” (2, 3). El debe proclamarles: “Arrepentíos y volveos de vuestra idolatría. Si un israelita, o un extranjero que vive en Israel, practica la idolatría, y luego busca consultarme por medio de un profeta, él tendrá una respuesta directa: será puesto como un ejemplo y será cortado del pueblo. Entonces sabréis que yo soy Jehovah (4-8). Si ese profeta dice una profecía, yo lo tenté a hacerlo. El será cortado de Israel. El es tan culpable como el otro que lo consulta. Entonces Israel no volverá a extraviarse. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios (9-11).”
Notas. 7 Extranjeros: la prohibición se aplica también a los no israelitas. 9 Inducido: si el profeta fuera digno de su llamado, le sería revelado a él (como en el caso de Ezequiel) que él no debería dar una profecía ante una consulta. Si el profeta no fuera digno, Dios le dejaría ser seducido a declarar una profecía, y ese profeta sufriría las consecuencias.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
14.3 Dios condenó a los ancianos por adorar ídolos en sus corazones y luego atreverse a venir al profeta de Dios en busca de consejo. En lo externo parecía que adoraban a Dios. Hacían visitas regulares al templo en donde ofrecían sacrificios, pero no eran sinceros. Resulta muy fácil para nosotros criticar a los israelitas por adorar ídolos cuando era tan claro que necesitaban a Dios. Sin embargo, nosotros tenemos ídolos en nuestros corazones cuando buscamos reputación, aceptación, riqueza o placer sexual con la intensidad y compromiso que deberían ser reservados solo para Dios.14.3-5 Para los escritores hebreos, importantes funciones de la vida eran asignadas a diferentes órganos del cuerpo. Al corazón se lo consideraba la esencia del intelecto y la función espiritual de una persona. Debido a que todo individuo tiene alguien o algo como objeto de la devoción de su corazón, posee el potencial para la idolatría dentro suyo. Dios quiere recuperar el corazón de su pueblo. Nunca debemos permitir que algo capture nuestra lealtad o imaginación de tal manera que llegue a reemplazar o debilitar nuestra devoción a Dios.14.6-11 Judá, aun cuando estaba ansiosa de aceptar los mensajes de los falsos profetas, consideraba la presencia de algunos pocos hombres santos en la nación como una póliza de seguro en contra del desastre. En caso de apuro, siempre podrían recurrir a los profetas de Dios para pedir consejo. Pero, el solo hecho de tener gente santa a nuestro alrededor no nos ayuda. Debemos recordar que la santidad de nuestro pastor o de nuestra familia o amigos no nos protegerá de las consecuencias de nuestros propios pecados. Cada persona es responsable de su propia relación con Dios. ¿Es su fe personal y real o se apoya en lo que otros están haciendo?14.14 Noé, Daniel y Job fueron grandes hombres en la historia hebrea, conocidos por su relación con Dios y su sabiduría (véanse Gen 6:8-9; Dan 2:47-48; Job 1:1). A Daniel lo llevaron cautivo durante la primera invasión de Babilonia a Judá en 605 a.C., ocho años antes de que sucediera lo mismo con Ezequiel. En el tiempo del mensaje de Ezequiel, Daniel ocupaba un alto puesto gubernamental en Babilonia. Sin embargo, este gran hombre de Dios no pudo salvar a Judá, porque Dios ya había emitido su castigo por la maldad impregnada en la nación.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) “Hombres.” Heb.: ’ana·schím, pl. de ’isch.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 564 Eze 8:1; Eze 20:1; Eze 33:31
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
ancianos de Israel. No se da la razón por la segunda de las tres visitas de los jefes de la colonia judía (8:1; 20:1). Tal vez fuera para pedir la intercesión de Ezequiel a favor del pueblo de Judá (v. vers. 7, 12– 20).
Fuente: La Biblia de las Américas
ancianos. Supuestos líderes espirituales de la nación en cautiverio, estaban inquietos tocante al futuro de Jerusalén e inquirieron de Ezequiel respecto a ésta. Dios conocía de sus corazones idólatras y dijo que Él contestaría por el acto de juicio que vendría sobre Jerusalén.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
[5] 1 Re 22, 10.[20] Cada hombre tiene la responsabilidad de la culpa o la virtud de su vida.