Comentario de Ezequiel 2:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Y me dijo: “Oh hijo de hombre, ponte en pie, y hablaré contigo.”
Hijo de hombre. Eze 2:3, Eze 2:6, Eze 2:8; Eze 3:1, Eze 3:4, Eze 3:10, Eze 3:17; Eze 4:1; Eze 5:1; Eze 7:2; Eze 12:3; Eze 13:2; Eze 14:3, Eze 14:13; Eze 15:2; Eze 16:2; Eze 17:2; Eze 20:3; Eze 37:3; Sal 8:4; Dan 8:17; Mat 16:13-16; Jua 3:13, Jua 3:16.
ponte sobre tus pies. Eze 1:28; Dan 10:11, Dan 10:19; Mat 17:7; Hch 9:6; Hch 26:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
La comisión de Ezequiel, Eze 2:1-5.
Sus instrucciones, Eze 2:6-8.
El rollo de esta gran profecía, Eze 2:9-10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Hijo de hombre: Ezequiel utiliza esta frase más de noventa veces para referirse a sí. Enfatiza su humanidad en el papel dado por Dios como su vocero. El significado de la frase es «uno humano». Sólo Dan 7:13 y Dan 8:17 utiliza también esta frase. En el NT. Jesús se llama frecuentemente hijo de hombre. Con esta frase se atribuía la calidad de «uno humano», el Mesías esperado por tanto tiempo que vino como Dios en la carne (Luc 21:27; Jua 1:14; Jua 1:2 Jua 7:1-53). Así la expresión hijo de hombre no es una contradicción de la divinidad de Jesús como algunos alegan.
ponte sobre tus pies: Ezequiel hizo una reverencia ante el glorioso (Eze 1:28). Quizás sus primeros pensamientos fueron similares a los de Isaías (Isa 6:5). El mandato de ponerse de pie indica que no tenía razón para temer.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
HIJO DE HOMBRE. Dios se refiere a Ezequiel más de noventa veces como «hijo de hombre». Ese título ponía de relieve la humanidad y la debilidad del profeta, y le recordaba que dependía del poder capacitador del Espíritu para cumplir su ministerio. Jesús también empleó ese título para referirse a sí mismo (Mat 8:20; Mat 9:6; Mat 11:19; Mar 2:28; Mar 8:31; Mar 8:38; Mar 9:9; Luc 5:24; Jua 3:13), haciendo hincapié en su relación con la humanidad y su dependencia del Espíritu Santo (cf. Dan 8:17).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
2. Intimación de Dios al Profeta.
Vocación del profeta (1-9).
1 Y me dijo: Hijo de hombre, ponte en pie, que voy a hablarte. 2 Y en habiéndome entró dentro de mí el espíritu, que me puso en pie, y escuché al que me hablaba. 3 Me dijo: Hijo de hombre, yo te mando a los hijos de Israel, al pueblo rebelde, que se ha rebelado contra mí; ellos y sus padres pecaron contra mí hasta el día de hoy. 4 Son gente de cara dura y de corazón empedernido esos a quienes te mando. Diles: Así dice el Señor, Yahvé: 5 Acaso te escuchen. Y si no te escucharen, pues son gente rebelde, al menos conocerán que hay entre ellos profeta. 6 Tú, hijo de hombre, no los temas ni tengas miedo a sus palabras, aunque te sean cardos y zarzas y habites en medio de escorpiones. No temas sus palabras, no tengas miedo de su cara, porque son gente rebelde. 7 Diles lo que yo te diga, óigante o no te oigan, porque son muy rebeldes. 8 Tú, hijo de hombre, escucha lo que yo te digo, no seas tú también rebelde, como la casa rebelde/Abre la boca y come lo que te presento. 9 Miré y vi que se tendía hacia mí una mano que tenía un rollo. Lo desenvolvió ante mí, y vi que estaba escrito por delante y por detrás, y lo que en él estaba escrito eran lamentaciones, elegías y guayes.
Ezequiel recibe una misión ingrata de parte de Yahvé. Tiene que predicar a un pueblo rebelde, de corazón empedernido. Dios le ordena levantarse del estado de postración, llamándole con la extraña denominación de hijo de hombre (v.1), que se repetirá constantemente en las visiones de Ezequiel. Parece significar simplemente hombre, o perteneciente a la raza humana, en el sentido de ser frágil e impotente, en contraposición al Dios omnipotente l. Yahvé, pues, con esta denominación reiterada quiere insinuar que, aunque el profeta sea débil, sin embargo, será fortalecido por la asistencia divina. La presencia divina hace que el profeta recobre fuerzas y se ponga en pie (v.2), dispuesto a cumplir el mandato de Dios 2. El profeta es enviado a los hijos de Israel, que aquí son los exilados de Babilonia, llevados en cautividad en 598 a.C., llamados en 3:4 casa de Israel, en cuanto eran objeto de las preferencias de Yahvé, como futuro núcleo de restauración nacional. Pero al mismo tiempo son calificados como pueblo rebelde (v.3) por sus numerosas transgresiones a través de la historia contra Yahvé 3.
La misión de Ezequiel es ingrata, pero al menos no podrán quejarse de no habérseles enviado un profeta (v.6) ο mensajero de Yahvé. Los exilados creían próximo su retorno a Jerusalén, y no concebían que la Ciudad Santa cayera en manos de sus enemigos. Ezequiel debe anunciarles la catástrofe de la Ciudad Santa, y cuando se cumplan sus predicciones, entonces reconocerán que han tenido entre ellos a un profeta. Mientras tanto, la reacción de sus contemporáneos será hostil como la de escorpiones (v.6), punzándole con calumnias e ironías despectivas.
En todo caso, el profeta debe ser dócil a la inspiración divina (v.8). Yahvé le presenta un rollo escrito por dentro y por fuera, en contra del uso común de estar sólo escrito por la parte interna. Con ello se quiere expresar la abundancia de oráculos que tendrá que comunicar a sus compatriotas; y concreta más el profeta: sus profecías llevarán el sello de la desgracia para sus conciudadanos: lo que en él estaba escrito eran lamentaciones, elegías y guayes (v.10).
1 Cf. Isa 51:12; Job 25:6; Sal 8:5. En las otras lenguas semíticas encontramos la misma expresión: árabe: ‘bn’dm; asiro-babilonio: mar améli; arameo: bar enas (Dan 7:13). – 2 Cf. Eze 3:24; Dan 8:18; Dan 10:15-19; Rev 1:17. – 3 Cf. Num 14:9; Jos 22:16; Eze 2:3; Jer 52:3; Ose 7:13, etc.
Fuente: Biblia Comentada
Hijo de hombre. Un término que Ezequiel emplea más de noventa veces para indicar su condición humana.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— hijo de hombre: Este semitismo equivale sencillamente a “ser humano” o “persona”, es decir, miembro de la comunidad. En el libro de Ezequiel es utilizado continuamente cuando el Señor se dirige al profeta (92 veces).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Eze 3:24.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Isa 6:8-13+.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
voz le dice a Ezequiel que él será enviado a los israelitas, un pueblo obstinado, en constante rebelión contra Dios. El ha de profetizarles, sea que ellos escuchen o no. No debe temer ni rebelarse.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
2.1 El Dios inmortal llama a Ezequiel «hijo de hombre», con lo que recalca la distancia que existe entre ellos. Es sorprendente que Dios lleve a cabo su divina voluntad en la tierra a través de seres imperfectos y finitos. Estamos hechos del polvo, y aun así Dios depositó en nosotros su vida y su aliento, y nos pide que le sirvamos.2.2 Solo podemos imaginar lo que fue para Ezequiel experimentar esta visión. Ciertamente muchas cosas no comprendió, pero sabía que todo tenía significado porque provenía de Dios. Cuando Dios vio la actitud franca y obediente de Ezequiel, lo llenó de su Espíritu y le dio poder para el trabajo que iba a realizar más adelante. Dios no espera que lo comprendamos todo en cuanto a El, sino que seamos siervos obedientes y dispuestos, fieles a lo que sabemos que es verdadero y correcto.2.3-5 En el mundo de los negocios, el éxito se obtiene cuando se le ofrece al consumidor lo que este quiere. Sin embargo, Ezequiel tenía que proclamar el mensaje de Dios al pueblo «escuchara o no». El éxito de Ezequiel se mediría no por la forma en que el pueblo respondiera a sus mensajes, sino por la forma en que obedeciera a Dios y cómo llevara a cabo el propósito por el cual Dios lo llamó. Isaías y Jeremías también profetizaron con muy poca respuesta positiva (véanse Isa 6:9-12; Jer 1:17-19). La verdad de Dios no depende de la respuesta humana. Dios no nos juzgará por la forma en que los demás reaccionen ante nuestra fe, sino por lo fieles que hayamos sido. Dios siempre nos da fortaleza para lograr lo que nos pide que hagamos.2.4, 5 Dios dijo que el pueblo era de duro rostro y de empedernido corazón porque no quería reconocer su pecado. La rebeldía (2.7, 8) fue la características principal de la nación en ese tiempo. Aun cuando Dios les señaló sus malas acciones, se cerraron a la verdad. ¿Le está Dios señalando algún pecado? No sea obstinado, confiéselo y comience a vivir para Dios. Al obedecerle ahora estaremos preparados para la revisión final que Dios hará de nuestra vida (Mat 25:31-46).2.6-8 A Ezequiel se le dio la difícil responsabilidad de presentar el mensaje de Dios a un pueblo mal agradecido y abusivo. Algunas veces también se nos llama para que seamos un ejemplo o para que anunciemos nuestra fe a personas poco amables. El Señor le dijo a Ezequiel que no tuviese miedo ni se rebelara, pero que hablara sus palabras, independientemente de la atención del pueblo. También nos dice a nosotros que anunciemos las buenas nuevas oportuna o inoportunamente (2Ti 4:2).2.6-10 En tres ocasiones Dios le dijo a Ezequiel que no temiera. Cuando el Espíritu de Dios está en nosotros podemos hacer a un lado nuestros los temores al rechazo o al ridículo. La fortaleza de Dios es suficientemente poderosa para ayudarnos a vivir para El incluso bajo la más severa crítica.2.9, 10 Los libros antiguos eran por lo general rollos: una página (hasta de casi diez metros) que se enrollaba simultáneamente por ambos extremos. Normalmente, los rollos estaban escritos de un solo lado. Pero en este caso, las advertencias se desbordaron hacia el otro lado del rollo, en señal de la plena medida de castigo que caería sobre Judá.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) “Hijo del hombre.” Heb.: ben-’a·dhám; la primera de las 93 veces que aparece esta expresión en Ezequiel. Gr.: hui·é an·thró·pou; lat.: fí·li hó·mi·nis.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 59 Eze 8:5; Eze 37:3
b 60 Dan 10:11
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Hijo de hombre. En el A.T. esta expresión (heb. ben adam ) se limita casi siempre a la literatura poética o profética. En Ezequiel, el término ocurre 93 veces, dando énfasis a la naturaleza mortal del profeta entre los seres divinos que él ve y con quienes trata. Jesús usaba el término Hijo del Hombre para referirse a sí mismo, y a quien se hace reverencia en Dn 7:13. En relación con Cristo, el término es un título mesiánico (cp. Jn 5:27; Mt 26:64).
Fuente: La Biblia de las Américas
Hijo de hombre. El vocablo «hombre» se usa enfáticamente y aparece 93 veces en este libro como un recordatorio a Ezequiel de que, en contraste con el Dios majestuoso, él era sólo un hombre mortal.