Comentario de Ezequiel 34:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
Una reprensión a los pastores, Eze 34:1-6.
El juicio de Dios contra ellos, Eze 34:7-10.
Su providencia sobre su rebaño, Eze 34:11-19.
El reino del Mesías, Eze 34:20-31.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
En esta sección, Dios usa el fracaso de los líderes de Israel (vv. Eze 34:1-6) y luego predice:
(1) su fin (vv. Eze 34:7-10);
(2) su propio estilo de pastorear (vv. Eze 34:11-16), que se caracteriza con la condenación (vv. Eze 34:17-19) y salvación (vv. Eze 34:20-24); y,
(3) un pacto de paz y prosperidad (vv. Eze 34:25-31).
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EN PROFUNDIDAD
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Pastores
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A lo largo de la Biblia, la imagen de pastor es importante desde David, el pastorcillo que llegó a ser el rey de Israel, hasta Jesucristo, quien dijo ser «el Buen Pastor», (Jua 10:11), el pastor representa a alguien que ama y cuida su manada, así como un líder o gobernador que cuida a aquellos bajo su cargo.
Algunas características de un buen pastor incluyen alimentar el rebaño, atender a la y enferma, buscar la perdida, guiarlas con amor, juntar y proteger a las ovejas y darles lo mejor de uno. Por otra parte, un mal pastor está más preocupado de alimentarse él mismo, se preocupa de su propia salud, guía con una mano dura, abandona y dispersa su rebaño y acapara lo mejor para él.
Es fácil ver estas comparaciones porque las Escrituras frecuentemente exhortan a líderes a ser pastores para su pueblo. Un buen líder está preocupado de que las necesidades físicas del pueblo sean satisfechas y se provea cuidado a la enferma y herida. Un verdadero líder busca aquellas que se pierden. Él dirige como un pastor al proveerles dirección y corrección no con un látigo, sino con una mano cariñosa. Un buen líder protege aquellas que están bajo su cuidado y no las deja a merced de los lobos ni de aquellos que puedan llevarlas por el mal camino. Y finalmente un buen líder da de sí mismo a aquellas bajo su cargo. Él cuida de ellas y de su bienestar.
Porque Jesús se llama el Buen Pastor, es claro que Él es de quien profetizó Ezequiel. Él es el único que va en busca de sus seguidores (Eze 34:11), los salva (Eze 34:12), los guía (Eze 34:13), y suple sus necesidades (Eze 34:14; Jua 10:1-42). La vida abnegada de Jesús es la copia perfecta para hacer un buen pastor y líder.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Los pastores de Israel es una metáfora para los mandatarios políticos, pero podría incluir también líderes espirituales (aun los reyes debieron ser ejemplos espirituales). Los pastores fueron acusados de despreocuparse del principal aspecto de la dirección divina: abnegación, servicio sacrificial (Isa 52:13-15; Isa 53:1-12; Mat 23:11; Mar 10:45; Luc 22:24-30; Hch 20:17-38; Rom 12:1-5; Flp 2:1-11; 1Ti 3:1-7; 1Pe 2:18-25; 1Pe 5:1-4). Los resultados del liderazgo egoísta para Israel son vistos en los vv. Eze 34:5, Eze 34:6.
por falta de pastor: Esto significa que tienen líderes que buscan que ser servidos, antes que servir, esto es equivalente a no tener líder; por lo tanto, el pueblo de Israel era como oveja sin pastor (Mat 9:36). Ellas estaban a la deriva —perdidas— y fácilmente atacadas, son presa.
dispersado se refiere a las deportaciones y dispersiones de Israel entre las naciones.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LOS PASTORES DE ISRAEL. Ezequiel profetiza contra los dirigentes de Israel, es decir, sus reyes, sacerdotes y profetas. Por la codicia, la corrupción y el egoísmo, habían dejado de guiar al pueblo de Dios de la manera que Él quería. Estaban explotando al pueblo (v. Eze 34:3) y usándolo para beneficio personal en vez de ayudarlo espiritualmente (v. Eze 34:4). Así que eran responsables del cautiverio de Judá, y Dios los juzgaría. En contraste con los pastores infieles, Ezequiel siguió profetizando acerca de un día en que Dios enviaría a un pastor conforme a su propio corazón (i.e., el Mesías), quien de veras cuidaría del pueblo. En vez de ser explotado y manipulado, el rebaño recibiría «lluvias de bendición» (v. Eze 34:26).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
34. Los malos Pastores y el buen Pastor.
En este capítulo se contraponen dos situaciones: la pasada del pueblo israelita bajo la égida de pastores depravados, que sólo se han preocupado de sí mismos, dejando el rebaño a la intemperie, expuesto a todos los peligros, por lo que Yahvé los ha de castigar severamente, y la situación futura, en la que el pueblo vivirá bajo la inmediata protección de Dios, con un nuevo buen pastor, representante suyo.
El capítulo puede dividirse en las siguientes secciones: a) pésima conducta de los antiguos pastores de Israel (1-10); b) Yahvé gobernará directamente la grey israelita, imponiendo un reinado de justicia y de equidad (11-22); c) el nuevo Pastor fiel (23-31) 1.
Los malos pastores de Israel (1-10).
1 Fueme dirigida la palabra de Yahvé, diciendo: 2Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel. Profetiza diciéndoles: Así habla el Señor, Yahvé: Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! Los pastores ¿no son para apacentar el rebaño? 3 Pero vosotros coméis la leche 2, os vestís de su lana, matáis las cebadas, no apacentáis a las ovejas. 4 No confortasteis a las flacas, 110 curasteis a las enfermas, no vendasteis a las heridas, no redujisteis a las descarriadas, no buscasteis a las perdidas, sino que las dominabais con violencia y con dureza. 5 Y así andan perdidas mis ovejas por falta de pastor, siendo presa de todas las fieras del campo. 6 Andan errantes por montes y collados, derramadas por toda la haz de la tierra, sin que haya quien las busque y las congregue. 7 Oíd, pues, pastores de Israel, la palabra de Yahvé: 8 Por mi vida, dice Yahvé, que, pues mi rebaño ha sido depredado y han sido presa mis ovejas de todas las fieras del campo por falta de pastor, pues no iban mis pastores en pos de mi rebaño, sino que lo abandonaron, apacentándose a sí mismos, no a mi grey; 9 oíd, por tanto, ¡oh pastores! la palabra de Yahvé: 10 Así habla el Señor, Yahvé: Heme aquí contra los pastores para requerir de su mano mis ovejas. No les dejaré ya rebaño que apacienten, no serán más pastores que a sí mismos se apacienten. Les arrancaré de su boca mis ovejas, no serán ya más pasto suyo.
Los principales responsables de la catástrofe del pueblo judío fueron sus jefes o pastores. En vez de mirar por los intereses espirituales y materiales del pueblo, no se han preocupado sino de explotarlo y de aprovecharse, en interés propio, de sus bienes. La alegoría es bella y aparece reiteradamente en la Biblia 3. En Jer 23:1-4 encontramos un fragmento muy parecido a este de Ezequiel4. Aquí el profeta del exilio, antes de hablar del futuro radiante que espera a Israel, quiere hacer un recuento del triste pasado para, por contraste, presentar la figura luminosa del buen Pastor futuro, adornado de los principios de la más perfecta justicia y equidad. En paralelismo antitético nos presenta a los pastores pasados en contraposición al Pastor venidero. Los dirigentes del pueblo de Israel (sacerdotes, profetas y jefes políticos) debían guiar la vida nacional conforme a principios de justicia y de equidad y conforme a las exigencias de la ley de Yahvé 5. En vez de pastores, se han convertido en lobos rapaces 6. No han hecho sino buscar sus propias satisfacciones (se apacientan a sí mismos, v.2), sin preocuparse de su misión de mirar por los intereses del rebaño: los pastores, ¿no son para apacentar el rebaño?
El profeta enumera los distintos deberes de los pastores: fortalecer a los débiles prodigándoles la protección que necesitan de la autoridad; curar a los enfermos, buscar a los descarriados (v.4). Por no cumplir con su deber, las pobres ovejas andan descarriadas sin pastor por los montes y lugares inaccesibles, perdiendo los mejores pastos (v.6). Es la situación trágica de los deportados israelitas y de los que aún andaban por los lugares desiertos escapando de los soldados de Nabucodonosor. Sólo la intervención de Yahvé podrá arreglar la trágica situación de su pueblo arruinado. Exigirá cuenta estrecha de la mala conducta de los perversos pastores. Yahvé va a romper con el pasado y va a crear un nuevo orden de cosas. Los antiguos dirigentes de Israel se han convertido en lobos, que devoran lo mejor del rebaño, y Yahvé les arrancará de su boca las ovejas (v.10), que son en realidad propiedad exclusiva suya. Se creará un nuevo estado de cosas, de forma que el pueblo viva más directamente bajo la égida de Yahvé, como en los tiempos de la primitiva teocracia del Sinaí.
La nueva teocracia, bajo la dirección inmediata de. Yahvé (11-22)
11 Porque así dice el Señor, Yahvé: Yo mismo iré a buscar a mis ovejas y las reuniré. J2 Como recuenta el pastor a sus ovejas el día en que la tormenta dispersa la grey, así recontaré yo mis ovejas, y las pondré en salvo en todos los lugares en que fueron dispersadas el día del nublado y de la tiniebla, 13 y las retraeré de en medio de las gentes, y las reuniré en todas las tierras, y las llevaré a su tierra, y las apacentaré sobre los montes de Israel, en los valles y en todas las regiones del país. 14 Las apacentaré en pastos pingües y tendrán su ovil en las altas cimas de Israel. Allí tendrán cómoda majada y pingües pastos en los montes de Israel. 15 Yo mismo apacentaré a mis ovejas y yo mismo las llevaré a la majada, dice el Señor, Yahvé. 16 Buscaré la oveja perdida, traeré la extraviada, vendaré la perniquebrada y curaré la enferma, y guardaré 6 las gordas y robustas, apacentaré con justicia. 17 Y tú, rebaño mío, así dice el Señor, Yahvé: Yo mismo juzgaré entre oveja y oveja y entre carneros y machos cabríos. 18 ¿No os bastaba a vosotros apacentaros en lo mejor de los pastos, que pisoteabais además con vuestras pezuñas el resto del pasto? ¿Beber el agua clara y no enturbiar con vuestras pisadas la que queda? 19 ¿Mis ovejas van a tener que comer lo que vosotros hollasteis con los pies, y beber lo que con ellos enturbiasteis? 20Por eso así dice el Señor, Yahvé: Yo juzgaré entre la oveja gorda y la flaca. 21Y como empujáis con el flanco y las espaldas y acorneáis con los cuernos a las débiles, hasta que las echáis y las hacéis descarriar, 22yo protegeré a mis ovejas para que no se descarríen, y yo juzgaré entre oveja y oveja.
En adelante la grey de Israel estará bajo el gobierno directo de Yahvé. Han sido dispersadas en la tempestad, y, por tanto, como un buen pastor, las va a reunir y contar cuidadosamente (v.12), de modo que todas puedan ponerse a salvo. Los israelitas han sido dispersados entre las naciones, pero van a ser juntados de nuevo en su tierra, donde volverán a disfrutar de pastos pingües. en las altas cimas de Israel. (v.14). Allí estarán bajo la égida del buen Pastor, Yahvé, que se encargará de tratar a cada oveja según su situación: buscará la perdida, vendará la perniquebrada y curará la enferma (v.16), y pondrá a salvo las gordas y robustas para que no las asalten las fieras, que se van sobre las más apetitosas. Yahvé apacentará con justicia; la equidad será la característica del nuevo orden de cosas, en contraposición al estado injusto pasado. Desaparecerán las injusticias sociales, porque Yahvé conocerá las necesidades de cada una: yo juzgaré entre oveja y oveja. (v.17).
En el antiguo estado de cosas, los más fuertes y poderosos abusaban de su situación, pisoteando los derechos de los más débiles. No se contentaban con lo suyo, sino que procuraban hacer daño a los demás que no tenían defensa: ¿No os bastaba apacentaros de lo mejor., que pisoteabais con vuestras pezuñas el agua clara? (v. 18). El símil está tomado de lo que pasa en los rebaños. Las reses más robustas van desflorando los mejores pastos, pasando de unas hierbas a otras, dejando el resto para las que no han podido llegar a lo mejor de los pastos. Las más robustas empujan con el flanco y las espaldas, y acornean a las ovejas débiles hasta echarlas de los buenos pastos. Es justamente lo que hicieron los dirigentes de Israel (v.21). Se han cogido lo mejor, han apartado de su usufructo a los impotentes y débiles.
En el nuevo orden de cosas, Yahvé juzgará entre la oveja gorda y la flaca (v.20), es decir, dará a cada una lo que le corresponde y no permitirá que la más robusta oprima a la débil, dando, en caso contrario, el castigo merecido a la culpable.
La paz mesiánica y el buen Pastor (23-31).
23 Suscitaré para ellas un pastor único, que las apacentará. Mi siervo David, él las apacentará, él será su pastor. 24 Yo, Yahvé, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellas. Yo, Yahvé, lo he dicho. 25 Haré con ellas alianza de paz, haré desaparecer de la tierra las fieras, y andarán tranquilas por el desierto y se reposarán en la selva. 26 Haré de ellas y de los alrededores de mi collado una bendición. Mandaré a su tiempo las lluvias, lluvias de bendición. 27 Darán sus frutos los árboles del campo, y la tierra los suyos. Habitarán en su tierra en seguridad, y sabrán que yo soy Yahvé cuando rompa las coyundas de su yugo y las arranque de las manos de los que las esclavizaron. 28 No serán ya más presa de las gentes, las devorarán las fieras del campo, sino que habitarán en seguridad, sin que nadie las espante. 29 Les suscitaré una prole de renombre; no los consumirá ya más el hambre ni serán más el escarnio de las gentes. 30 Conocerán entonces que yo, Yahvé, soy su Dios, y que ellos, la casa de Israel, son mi pueblo, dice el Señor, Yahvé. 31 Rebaño mío, vosotros sois las ovejas de mi grey, y yo soy vuestro Dios, dice el Señor, Yahvé.
La alegoría del pastor y de la grey es muy repetida en el A. Τ. 7 Ezequiel, después de presentar la conducta de los malos pastores, declara que el nuevo pastor fiel en la nueva restauración nacional será el mismo David. Una providencia particular sobre su grey israelita hará que triunfe el principio de la justicia y de la equidad. Ahora anuncia que Yahvé establecerá sobre esa nueva sociedad teocrática a un lugarteniente personal suyo, el pastor único que las apacienta, al que se le llama mi siervo David (v.24), que gobernará la grey en calidad de príncipe.
El nuevo Pastor regirá a todas las tribus de Israel. Desaparecerá la tradicional división, iniciada con la escisión de Jeroboam a la muerte de Salomón (930 a.C.). En la etapa definitiva de Israel en los tiempos mesiánicos, Israel se verá de nuevo bajo la égida de un único Pastor, que será como una reencarnación del gran antepasado David. Se le llama al futuro Pastor mi siervo David, porque provendrá de su estirpe y emulará con creces las hazañas del añorado rey fundador de la dinastía bendecida por Yahvé con promesas de permanencia eterna. Como el antiguo David8, el nuevo Pastor será siervo de Yahvé de modo especialísimo, ya que en todo gobernará conforme a las directrices divinas.
La nueva era, presidida por el nuevo Pastor, estará caracterizada por una paz paradisíaca, en la que no habrá lugar para el temor (v.25). Las ovejas, los ciudadanos de la nueva teocracia, nada tendrán que temer de los asaltos de las fieras, que desaparecerán de la tierra. En la literatura profética tradicional se anuncia ya esta paz edénica con el cambio radical de los instintos hostiles de las fieras 9. La descripción de los nuevos tiempos mesiánicos es convencional e idealizada: habrá paz, lluvia abundante y frutos ubérrimos por doquier (v.27). Todo ello como consecuencia de una nueva alianza de paz (v.25). El centro de las bendiciones divinas de toda índole será el collado de Yahvé, la colina de Sión (v.26) 10.
La fertilidad de los campos en la era mesiánica era también un tópico en la literatura profética n. Los profetas coloreaban sus vaticinios mesiánicos conforme a las exigencias del ambiente. En todas las profecías hay un núcleo sustancial espiritual, que es el centro del vaticinio, y una corteza externa, en la que entra mucho la imaginación desbordada oriental. Sustancialmente las promesas se cumplen, si bien en lo accidental de un modo muy diverso a como lo presentaban los profetas del A.T. En realidad, éstos se han quedado cortos en sus descripciones ideales, ya que el mundo de la gracia – síntesis de las íntimas relaciones de Dios con la humanidad – supera con mucho a todo lo que pudieran entrever los grandes profetas del A.T. 12 No debemos perder de vista la perspectiva doctrinal del A.T. Los profetas son hombres excepcionales, pero de su tiempo, y del futuro sólo conocían lo que expresamente les revelaba Dios, y en estas revelaciones hay un núcleo sustancial espiritual; pero, al proponerlas al pueblo, ellos presentaban esa realidad sustancialmente espiritual de modo gráfico, con concepciones tomadas de su ambiente histórico.
Ezequiel, en este oráculo, describe a los exilados la restauración de Israel como nación, entrando en una nueva etapa libre de temores. Han sufrido tanto de los pueblos enemigos, que sólo la idea de paz centraba las ansias de todos. Les anuncia solemnemente que los enemigos tradicionales de Israel serán vencidos definitivamente, rompiendo las coyundas de su yugo (v.27), con la consecuente liberación de los oprimidos. Israel se volverá a constituir sin temor a invasiones de las gentes, creando un nuevo núcleo nacional, una prole de renombre (v.29); es decir, los descendientes de los exilados volverán a constituir una comunidad nacional renombrada entre las naciones, para no volver a ser más el escarnio de las gentes. La catástrofe nacional y la cautividad habían dado ocasión a que las naciones paganas se mofaran del pueblo israelita, interpretando su derrota como un signo de impotencia de Israel y de su Dios. Pero, en el futuro, la progenie de Jacob volverá a ser el rebaño de Yahvé (v.31), el pueblo elegido, dirigido bajo una providencia especialísima divina: yo soy vuestro Dios. La antigua propensión a la idolatría desaparecerá e Israel reconocerá a Yahvé como su único Señor.
1 Muchos cíe los conceptos de este capítulo aparecen en los últimos capítulos del libro. Así 1-16 es paralelo a 48:35; 23-24 es similar al contenido de los €.45-48; los v.25-10 son muy parecidos a 47:1-12. – 2 Hemos traducido leche según los LXX. El TM puntúa la misma palabra hebrea con sentido de grey. Creemos que en el contexto se adapta mejor nuestra versión, ya que se habla de leche, lana, productos todos del rebaño. – 3 Zac 11:4-17; 2Sa 5:2; Sal 23; Mat 18:12-14; Lev 15:4-7, Y sobre todo la bellísima parábola del buen Pastor (Jua 10:1-18). – 4 “¡Ay de los pastores que dispersan y destrozan el rebaño de mi pastizal! Por eso dice Yahvé de los que apacientan a mi pueblo: Vosotros habéis dispersado mi grey, la habéis descarriado y no habéis cuidado de ella; yo me cuidaré de pediros cuenta de vuestra conducta.” – 5 Cf. Exo 19:5. – 6 Cf. Eze 22:23-31. – 6 Así según los LXX. El TM dice: “destruiré.” La confusión de una letra por otra parecida en el hebreo (resh por daleth) explica esta versión, que no parece encaje en el contexto. – 7 Cf. 2Sa 5:2; 1Re 22:17; Sal 23; 1Re 74:1; 1Re 74:79.131 Ose 13:6; Miq 5:4; Miq 7:14! Isa 40:11; Jer 13:17; Jer 23:1; Isa 50:19; Zac 10:3; Zac 11:7. – 8 Esta denominación de siervo aplicada a David aparece en 2Re 8:18; Sal 19:1; Sal 36:1; Sal 89:4 11. – 9 Isa 11:6-9; Jer 23:5-6; Ose 2:2os; Miq 5:5. – 10 Cf. Isa 2:2 Sal 2:6; Isa 110:2; Joe 2:32; Joe 3:17, – 11 Cf. Amo 9:13; Ose 2:23; Is 0:3.6; Ose 11:6-9; Ose 32:1-5.15-18. – 12 Sobre esta cuestión pueden verse los siguientes trabajos: B. Frey, Le conflit cnire le Messiahisme de Jesús et le Messianisme de son ternps: B1 14 (1933) 133-149.269-293; A. Meli, / beni ternporali nelle profezie messianiche: Bi 18 (1935) 307-329; M. García Cordero, Hipérbole, paradoja y realidad en las profecías mesiánicas: CT (1959) 353-82.
Fuente: Biblia Comentada
De este capítulo en adelante, la mayoría de los mensajes de Ezequiel son de consuelo, y en ellos habla de la gracia de Dios y su fidelidad para cumplir las promesas de su pacto.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Jer 23:1-6; Zac 11:4-17; Sal 23:1-6; Jua 10:1-16.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Los pastores de Israel denunciados
La figura del pueblo de Dios como un rebaño de ovejas aparece varias veces a través de la Biblia. En este oráculo los pastores de la época, es decir los gobernantes de Israel, son reprendidos por su egoísmo y falta de cuidado por sus súbditos. Además, algunas ovejas habían engordado a expensas de otras, es decir, algunas personas habían adquirido riqueza y poder oprimiendo a otras que eran más pobres y más débiles. Ezequiel advierte que la justicia será restablecida.
La advertencia se torna en una promesa para el futuro (21-24). El Señor no sólo salvará a sus ovejas, sino que también levantará a su siervo David para que las apaciente, y hará un pacto de paz con ellas. Como en otros oráculos, el nombre es simbólico. La referencia a David no significa que el antiguo rey David será lit. resucitado y establecido como gobernante. Su valor primordial es que el futuro gobernante tendrá los atributos ejemplares de David, alguien en quien el Señor se deleitaba y que triunfaba sobre los enemigos de Israel. También hay referencia a David en 37:24-26, donde su gobierno se describe como durando para siempre. El mismo pasaje también hace referencia al pacto eterno de paz que el Señor hará con su pueblo, un tema casi idéntico a aquel de 34:25-30.
Ambos pasajes están claramente mirando hacia adelante, no sólo al futuro inmediato de Israel sino también a su futuro lejano. Dios hará la paz con el pueblo, y levantará a un pastor para que las gobierne.
El oráculo trae una promesa de esperanza. Aun si el pueblo de Dios fuese esparcido y oprimido, un día recibiría justicia. Los lectores del NT verán ese día como el tiempo del regreso de Jesucristo, una promesa sellada por su primera venida, muerte y resurrección.
1-31 Ezequiel ha de proclamar a los pastores de Israel, en otras palabras: “¡Ay de vosotros, pastores de Israel! Vosotros no habéis cuidado de mis ovejas. Han sido esparcidas por toda la faz de la tierra. Vosotros sólo os cuidasteis a vosotros mismos (2, 5-8). Yo estoy en contra de los pastores. Serán tenidos por responsables del rebaño, pero serán quitados de sus puestos. Ya no se alimentarán más de mis ovejas (10). Rescataré a mi rebaño disperso. Lo juntaré de las naciones y lo traeré a buenos pastos en la tierra de Israel. Yo mismo lo apacentaré y seré un pastor justo (11-15). Juzgaré entre una oveja y otra. Algunas han engordado a expensas de otras. El rebaño no será saqueado más (17-22). Pondré a mi siervo David como pastor de las ovejas. Seré el Dios de ellas y David será su príncipe (23, 24). Haré un pacto de paz con ellas. Ellas habitarán seguras en una tierra fértil. Serán rescatadas de esclavitud. Entonces sabrán que yo su Dios estoy con ellas, y que ellas son mi pueblo (25-31).”
Notas. 13 Las reuniré … las traeré: la promesa de restauración toma énfasis especial en los caps. 34-48. No obstante, también ocurre en oráculos anteriores: 11:17; 16:60; 20:34, 42; 28:25. 25 Pacto de paz: el nuevo pacto prometido (cf. Jer. 31:31-34).
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
34.1ss Ezequiel llamó a los cautivos «Israel», refiriéndose a los judíos del cautiverio, tanto del reino del norte como del sur. Criticó a los líderes de Israel por preocuparse por ellos y no por su pueblo. Enfatizó sus pecados (34.1-6) y pronunció juicio sobre ellos (34.7-10). Luego prometió que vendría un verdadero Pastor (el Mesías) que cuidaría al pueblo como se suponía que los otros líderes debían hacerlo (34.11-31). En este hermoso mensaje se ve el destino de esos pastores, la obra del nuevo Pastor y el futuro de las ovejas.34.4-6 Dios juzgaría a los líderes religiosos porque se dejaron atrapar por sus intereses y olvidaron su servicio a los demás. Los líderes espirituales deben cuidarse de ir en pos del desarrollo personal a expensas de un pueblo quebrantado y esparcido. Cuando prestamos mucha atención a nuestras necesidades e ideas, tal vez echemos a un lado a Dios y abandonemos a los que dependen de nosotros.34.9, 10 Había que destituir de sus oficios a los pastores que desviaron a sus rebaños y responsabilizarlos por lo sucedido al pueblo que se suponía debían guiar. Los líderes cristianos deben escuchar esta advertencia y cuidar de su rebaño o tendrán como resultado un fracaso total (véase 1Co 9:24-27). El verdadero liderazgo se centra en ayudar a otros y no solo en la autosatisfacción.34.11-16 Dios promete asumir el cargo de pastor de su rebaño esparcido. Cuando los líderes nos fallen, no nos desesperemos, sino recordemos que Dios todavía tiene el control y promete regresar y cuidar su rebaño. Sabemos que podemos volvernos a Dios para buscar su ayuda. El puede transformar cualquier situación trágica y producir un bien para su Reino (véanse Gen 50:20; Rom 8:28).34.18-20 Un mal pastor no solo es egoísta sino destructivo. Un ministro que enturbia las aguas de los demás al crear dudas innecesarias, enseña ideas falsas y actúa de manera pecaminosa que destruye el alimento espiritual de su rebaño.34.23-25 En contraste con estos pastores malvados (líderes) del pueblo de Dios (34.1-6), Dios enviará a un Pastor perfecto, el Mesías («mi siervo David»), quien cuidará de satisfacer cada una de las necesidades de su pueblo y establecerá un reino perfecto de paz y justicia (véanse Salmo 23; Jer 23:5-6; Joh 10:11; Heb 13:20-21; Apocalipsis 21). «Paz» aquí significa más que ausencia de conflictos. Es contentamiento, satisfacción y seguridad.MALOS PASTORES VERSUS BUENOS PASTORESMalos pastoresCuidan de ellosSe preocupan por su saludGobiernan con dureza y crueldadAbandonan y dispersan a las ovejasGuardan lo mejor para ellosBuenos pastoresCuidan de su rebañoCuidan al débil y al enfermo, buscan al perdidoGobiernan con amor y respetoReúnen y protegen a las ovejasDan lo mejor a sus ovejas
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
[2] Pastores significa sacerdotes, príncipes y magistrados.[4] Mat 23, 4; 1 Pe 5, 2.[11] Esto alude al regreso del pueblo de la cautividad de Babilonia.[17] Mat 25, 33.[23] Is 40, 11; Jn 1, 45.[25] Jer 31, 31; 1 Cor 14, 33.[29] Retoño de justicia o santidad. Is 11, 1; Jer 23, 5.