Biblia

Comentario de Filemon 1:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Filemon 1:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por lo tanto, aunque tengo mucha confianza en Cristo para ordenarte lo que conviene,

v. 8 — “Por lo cual”. Esta frase apunta a las pruebas que Pablo tenía del amor de Filemón los versículos 4-7). Se debe conectar con el versículo 9, “te ruego por amor.” Es decir, “Dado que eres una persona que refresca corazones, que comparte con otros, que ama, te ruego …”

— “aunque tengo mucha libertad.” La palabra griega, en nuestra versión traducida “libertad,” lleva la idea de libertad en hablar, o de confianza sin miedo, que es lo opuesto de temor (compárese Jua 7:13) o de reserva (compárese Jua 11:14).

Notemos estas versiones: “mucha confianza” (Ver. R.V.A.; Ver. Mod.; Ver. B.A., margen), “franqueza de expresión” (Ver. N.M.); “franqueza suficiente” (Ver. NVI.); “mucha franqueza” (Ver. L.A.).

— “en Cristo”; es decir, en conexión con Cristo, la fuente de su autoridad apostólica.

— “para mandarte”. Como apóstol tenía autoridad para mandar. Considérense Rom 1:1; 2Co 12:12; GáI 1:1; 2Ts 3:6; 2Ti 1:1; 2Ti 1:11; 2Ti 4:1; Tit 1:1.

— “lo que conviene”. La implicación es que recibir a Onésimo es algo oportuno, apropiado, correcto, o conveniente. Compárese Col 3:18; Efe 5:4.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

tengo much libertad en Cristo. 2Co 3:12; 2Co 10:1, 2Co 10:2; 2Co 11:21; 1Ts 2:2, 1Ts 2:6.

para mandarte. 2Co 10:8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Por lo cual: A la luz del fundamento que se entregó (vv. Flm 1:4-7), Pablo está listo para hacer su ruego.

mucha libertad: Esta frase habla de «libertad y transparencia» (2Co 3:12; Efe 6:19).

mandarte: La autoridad apostólica de Pablo y la condición espiritual de Filemón hacen que Pablo confíe en que puede mandar a Filemón a hacer lo que es correcto (Col 3:18).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

libertad … para mandarte. Debido a su autoridad apostólica (vea las notas sobre Rom 1:1; 1Ts 2:6), Pablo pudo haber ordenado a Filemón que aceptara a Onésimo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

v. 8 — “Por lo cual”. Esta frase apunta a las pruebas que Pablo tenía del amor de Filemón los versículos 4-7). Se debe conectar con el versículo 9, “te ruego por amor.” Es decir, “Dado que eres una persona que refresca corazones, que comparte con otros, que ama, te ruego …”
–“aunque tengo mucha libertad.” La palabra griega, en nuestra versión traducida “libertad,” lleva la idea de libertad en hablar, o de confianza sin miedo, que es lo opuesto de temor (compárese Jua 7:13) o de reserva (compárese Jua 11:14).
Notemos estas versiones: “mucha confianza” (Ver. R.V.A.; Ver. Mod.; Ver. B.A., margen), “franqueza de expresión” (Ver. N.M.); “franqueza suficiente” (Ver. NVI.); “mucha franqueza” (Ver. L.A.).
–“en Cristo”; es decir, en conexión con Cristo, la fuente de su autoridad apostólica.
–“para mandarte”. Como apóstol tenía autoridad para mandar. Considérense Rom 1:1; 2Co 12:12; GáI 1:1; 2Ts 3:6; 2Ti 1:1; 2Ti 1:11; 2Ti 4:1; Tit 1:1.
–“lo que conviene”. La implicación es que recibir a Onésimo es algo oportuno, apropiado, correcto, o conveniente. Compárese Col 3:18; Efe 5:4.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA SÚPLICA DEL AMOR

Filemón 1:8-17

Yo podría atreverme a darte órdenes en Cristo en relación con tus deberes, pero por mor del amor prefiero hacerlo en forma de súplica, yo, Pablo, tal como soy, ahora ya un hombre de edad y además un preso de Cristo. Lo que te pido es para el hijo que me ha nacido estando yo preso -quiero decir Onésimo, que te fue inútil una vez, pero que ahora nos puede ser útil a ti y a mí. Te le estoy enviando de vuelta, lo que es para mí como enviarte un trozo de mi propio corazón. Yo habría querido seguir teniéndole a mi lado, para que me sirviera en tu lugar en el encarcelamiento que me ha venido por causa del Evangelio; pero no quise hacer nada sin tu consentimiento, para que no te sintieras obligado a hacerme el favor que te pido, sino me lo concedieras de buena gana. Puede que se apartara de ti por un tiempo para que le recuperaras para siempre; y no ya como esclavo, sino como un hermano querido, especialmente para mí, y aún más para ti, tanto como hombre como como cristiano. Si me tienes por colega, recíbele como me recibirías a mí.

Pablo, por ser Pablo, podía haberle exigido a Filemón lo que hubiera querido; pero prefiere pedírselo hun-ffidemente. Un regalo tiene que darse con libertad y de voluntad; si se da por obligación, ya no es un regalo.
En el versículo 9 Pablo se describe a sí mismo. La versión Reina-Valera -que seguimos aquí- traduce » Pablo, ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo.» Buen número de expertos proponen sustituir por otra la palabra anciano. Se arguye que Pablo no podía realmente describirse como anciano. Seguramente todavía no tenía ni sesenta años. Se encontraba entre los cincuenta y cinco y los sesenta. Pero sobre esa base, los que objetan a la traducción anciano están equivocados. La palabra que se aplica Pablo es presbytés, y el gran escritor médico griego Hipócrates dice que un hombre es presbytés desde los cuarenta y nueve hasta los cincuenta y seis años de edad; y solo después llegaba a ser un guerón, la palabra griega para viejo.

Pero, ¿qué otra traducción se sugiere? Hay dos palabras que son muy semejantes; sólo se diferencian en una letra, y se pronunciaban exactamente igual. Son presbytés, anciano, y presbeutés, embajador. Es el verbo correspondiente a esta última el que usa Pablo en Ef 6:20 , cuando dice: «Yo soy un embajador en cadenas.» Si creemos que la palabra original sería presbeutés, Pablo está diciendo: «Soy un embajador, aunque soy un embajador en cadenas.» Pero es mucho más probable que debamos retener la traducción anciano porque Pablo está apelando en esta carta todo el tiempo, no a ningún puesto que ocupara o a ninguna autoridad que poseyera, sino solamente al amor. No es un embajador el que está hablando, sino un hombre que ha llevado una vida dura, y ahora se encuentra solo y cansado.

Pablo hace su petición en el versículo 10, y es por Onésimo. Advertimos cómo difiere el pronunciar-el nombre de Onésimo, casi como si quisiera evitarlo. No presenta ningunas disculpas por él; admite abiertamente que era un tipo inútil; pero hace la salvedad de que ahora es útil. El Cristianismo, como solía decir James Denney, es el poder que hace buenos a los malos.
Es significativo notar que Pablo pretende que en Cristo la persona inútil se hace útil. La última cosa que el Cristianismo está diseñado para producir es gente indiferente e ineficaz; produce personas que son útiles y que pueden hacer un trabajo mejor de lo que habrían podido hacerlo si no conocieran a Cristo. Se decía de Alfonso X el Sabio que » de mirar tanto al cielo se le cayó la corona.» El verdadero Cristianismo produce personas que asuran al Cielo para ser útiles en la Tierra.
Pablo llama a Onésimo el hijo que le ha nacido en la cárcel. Un dicho rabínico decía: » Si uno le enseña la Ley al hijo de su prójimo, la Escritura le considera lo mismo que si le hubiera engendrado.» El llevar a una persona a Jesucristo es por lo menos tan importante como el haberla traído a este mundo. ¡Felices los padres que le dan la vida de este mundo a sus hijos, y también los conducen a la vida eterna; porque entonces son los padres de sus hijos por partida doble!

Como ya hemos advertido en la introducción a esta carta, el versículo 12 tiene un doble sentido. Pablo escribe: » Estoy enviándotele de vuelta.» Pero el verbo anapémpein no quiere decir solamente enviar de vuelta, sino también elevar un caso a la autoridad competente; y Pablo le está diciendo a Filemón: » Te remito este caso de Onésimo a ti, para que des sobre él el veredicto que esté de acuerdo con el amor que debes tener.» Onésimo debe haberle llegado a ser muy querido a Pablo en aquellos meses de prisión, porque le hace el elogio de decirle a Filemón que se le envía como si se tratara de un pedazo de su propio corazón.

Y entonces llega la súplica. Pablo habría querido quedarse con Onésimo, pero se le devuelve a Filemón para no hacer nada sin su consentimiento. Aquí volvemos a tener otro detalle significativo. El Cristianismo no pretende ayudar a una persona a escapar de su pasado y huir de él, sino permitirle a uno arrostrar su pasado y elevarse por encima de él. Onésimo se había fugado. Pues bien, entonces tenía que volver atrás, asumir las consecuencias de lo que había hecho y elevarse por encima de ellas. El Cristianismo no es nunca una evasión; es siempre una conquista.
Pero Onésimo vuelve atrás con una diferencia. Se escapó como esclavo pagano; vuelve como hermano en Cristo. Va a serle difícil a Filemón el ver en el esclavo fugitivo a un hermano; pero eso es precisamente lo que le pide Pablo: » Si estás de acuerdo en que tú y yo somos socios en la obra de Cristo, y en que Onésimo es mi hijo en la fe, debes recibirle como me recibirías a mí.»
Aquí encontramos otra cosa muy significativa. El cristiano siempre debe recibir a la persona que vuelve atrás después de cometer una equivocación. Demasiadas veces miramos con suspicacia a la persona que se ha descarriado, y le hacemos ver que no estamos dispuestos a otorgarle otra vez nuestra confianza. Creemos que Dios puede perdonarla, y que la perdona; pero a nosotros nos resulta demasiado difícil. Se ha dicho que lo más alentador de Jesucristo es que confía en nosotros en el mismo terreno en que hemos sido derrotados. Cuando una persona ha cometido una equivocación, la vuelta atrás le puede ser muy dura; y Dios no puede perdonar a la ligera a la persona que, pagada de su propia justicia o carente de simpatía, le hace todavía más difícil la rehabilitación al que vuelve arrepentido.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Pablo Ruega Por Onesimo

En un cuidadoso y estructurado párrafo donde pesa sus palabras, Pablo hace su ruego por Onésimo, el esclavo de Filemón que se había escapado. Comienza con una breve descripción de su situación (vv. 8-12).

8 El buen carácter de Filemón, mencionado en forma explícita en el versículo anterior (por lo tanto muestra el estrecho enlace con él), significa que Pablo podía hablar abierta y afectivamente. Es probable que su amistad personal comenzó en el tiempo de la conversión de Filemón cuando Pablo fue el instrumento utilizado por Dios (v. 19). Su responsabilidad como apóstol a los gentiles le permitió hablar con todo denuedo en Cristo. Lo que conviene (lit. “lo que corresponde”) señala lo que es apropiado que Filemón haga, como cristiano, en las circunstancias relacionadas con Onésimo. Pa blo no explica en detalle el contenido de esto; solamente indica que él podría haber dado una orden en el asunto.

9 En su lugar, basa su apelación (gr. parakalo) en otros fundamentos, esto es, el amor de Filemón. Dos veces este término ha sido utilizado en el párrafo anterior para denotar el amor de Filemón de mostrado concretamente a los santos, y es más natural tomarlo en el mismo sentido aquí antes que del amor como un principio o aun el amor de Pablo. Precisamente porque conoce de la generosidad de Filemón, Pablo puede rogar antes que ordenar, y espera que el amor de su amigo sea mostrado nuevamente, esta vez con referencia a Onésimo. Detrás del requerimiento se encuentra uno que es tanto un “embajador” (que aparece con más propiedad que como anciano) y un prisionero de Cristo Jesús, es decir, alguien que comparte los sufrimientos de Cristo en este instante. Por eso es una súplica poderosa.

10 Pablo ahora menciona su requerimiento y por lo tanto el propósito específico de su carta. Es a Filemón a quien está dirigida la misma, y su pedido es a favor de uno de sus convertidos mientras estaba en prisión y que había llegado a ser muy querido para él (Onésimo). La figura de parentesco espiritual es la misma usada en relación con los corintios (1 Cor. 4:15), a Timoteo (1 Cor. 4:17) y a Tito (Tito 1:4), quienes habían sido convertidos por su predicación.

11 Como un esclavo frigio (ellos eran famosos por su irresponsabilidad e infidelidad) Onésimo había sido anteriormente inútil a Filemón. Pero un gran cambio había ocurrido y Pablo lo describe co mo un contraste entre antes y después. Esta poderosa transformación tuvo lugar en la conversión de Onésimo a Cristo como Señor, por lo que ahora puede ser llamado útil, una descripción que verda deramente se ajusta a su nombre, ya que Onésimo significa “provechoso” o “útil”.

12 Pablo envía de regreso a Filemón con una carta al que había llegado a ser muy querido para él. Tal era su apego que Pablo había dicho de él: El que es mi propio corazón. Es como si el Apóstol es tuviera realizando un acto de autosacrificio al retornarlo a su amo. Algunos han sugerido que “te lo vuelvo a enviar” indica que Pablo está devolviéndolo por una “decisión” con la esperanza que Filemón le permitiera retornar a él.

13 Describe brevemente lo que había sucedido antes que él escribiera su carta y enviara a Onésimo. Yo deseaba retenerlo conmigo expresa el deseo de Pablo de retener a Onésimo. Había brindado un servicio fiel al Apóstol y había sido el deseo de éste que continuara en lugar del ausente Filemón. La expresión para que en tu lugar muestra un delicado tacto de Pablo que asume que Filemón hubiera deseado cumplir este servicio para él (especialmente ministerio en el evangelio) si hubiera sido posible.

14 Pero por más que Pablo deseaba mantener a Onésimo, no haría nada sin el consentimiento de Filemón. Por lo menos hubiera involucrado una ruptura del compañerismo cristiano. No deseaba manipular a su hermano o meterse en su decisión. Buena voluntad se refiere a una decisión arribada libremente, mientras que obligación muestra que Pablo se contuvo de aplicar cualquier presión ex terna que forzara a Filemón a actuar en una forma particular. La cortesía y tacto de Pablo es una lección para todos los que tienen que manejar delicadas relaciones interpersonales. La decisión le corresponde a Filemón.

15 Se da una razón adicional para la decisión de Pablo de no retener a Onésimo: podría haber actuado contrariamente al propósito de Dios. La voz pasiva en él se apartó (gr. “fue apartado”) señala la acción escondida de Dios como responsable último de lo ocurrido. La atención de Filemón es, pues, orientada más a pensar que en los errores personales de Onésimo subyace un propósito divino que ha ce que estos errores trabajen finalmente para bien (cf. Gén. 45:4-8). Si (nótese el quizás) el propósito de Dios está detrás de todo esto, entonces la intención divina era que Filemón debería recibir a Onésimo en una nueva relación (como un hermano cristiano) para siempre libre.

16 Por primera vez en la carta la palabra esclavo se usa en relación con Onésimo. Pero está inmediatamente calificada: no ya como un esclavo sino como a un hermano amado. Pablo ha elegido sus palabras cuidadosamente. No está declarando que Filemón lo reciba como a un hombre liberado y ya no como un esclavo, o que sea liberado apenas regrese. Pero que Onésimo permanezca en su condición de esclavo o no, él ya no podría ser considerado como un esclavo. Un cambio había sido efectuado en él en forma independiente de su posible libertad. El es ahora un hermano amado y se dirige a él en los mismos términos que a Filemón (vv. 7, 20) porque Onésimo también es un miembro del cuerpo de Cristo. La relación entre el amo y el esclavo sería ahora guiada en función de pertenecer al mismo Señor.

Realmente Pablo no está tratando el tema de la esclavitud como tal o la resolución de una instancia de la esclavitud. Por lo contrario, él trata aquí el tema del amor fraternal. Aunque la libertad terrenal de Onésimo pueda ser un valor positivo, en último análisis no tiene importancia si es esclavo o libre. Lo que importa es que haya aceptado el llamado de Dios y lo haya obedecido (1 Cor. 7:21-24).

17 Aunque Pablo mencionó el hecho de su pedido a Filemón en relación con Onésimo en el v. 10, solamente aquí lo expresa y llega al propósito de la carta. El basa su pedido en los lazos cercanos que existen entre él y Filemón, como compañero. No se refiere a compañerismo en los negocios ni a lazos especiales de amistad. Por lo contrario, el “compañerismo” de él y de Filemón es con el Hijo de Dios, Jesucristo, al cual los dos habían sido llamados (1 Cor. 1:9). Esta relación los habían unido en actividades comunes, de tal manera que compañero aquí puede tener el significado adicional de “colaborador”. Pablo no solamente intercede a favor de Onésimo, sino que también se identifica a sí mismo con él: Recíbele como a mí mismo.

18 Ahora el Apóstol se resguarda ante cualquier posible obstáculo a la recepción favorable a Onésimo. Pablo no quiere que la reconciliación se estropee a causa de alguna demanda de compensación. Le pide a Filemón que todos los cargos resultantes de la huida o ausencia de Onésimo sean debitados a la cuenta del Apóstol. Pablo dice: Ponlo a mi cuenta. Como un padre haría por su hijo (v. 10), Pablo declara que está preparado para hacerse cargo de cualquier daño.

19 Como un paréntesis Pablo incluye su propio vale: Yo lo pagaré. Luego, retomando el pensamiento del v. 18, le recuerda a Filemón que es él quien está en deuda con el Apóstol ya que fue por medio de éste que Filemón fue convertido. Este último le debía su vida espiritual a Pablo y esa era una deuda mucho más grande que la que Onésimo había contraído y de la cual Pablo se haría responsable. El mensaje es claro. Filemón comprenderá que Onésimo experimentó la misma gracia de Dios cuando se había convertido. Debería recibir a Onésimo como a un hermano en Cristo sin estar enojado con él aunque hubiera buenas razones para ello.

20 Pablo concluye el cuerpo de su carta reforzando su pedido y expresando el deseo de que Filemón conforte su corazón en Cristo Jesús.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) Lit.: “franqueza”.

REFERENCIAS CRUZADAS

m 12 1Ti 6:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

tengo…para mandarte. Estas palabras enfatizan la autoridad de Pablo como apóstol de Cristo.

Fuente: La Biblia de las Américas

Pablo pudo usar su autoridad apostólica para ordenar a Filemón, pero prefirió usar el poder persuasivo del amor, de la edad y de su estado de preso por Cristo, para apelar sencillamente a Filemón (v. Flm 1:10).

Onésimo significa útil, beneficioso.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

M102 Ἔχων se usa como un participio concesivo: aunque tengo.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, confianza

Fuente: La Biblia de las Américas