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Comentario de Filipenses 1:15 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Filipenses 1:15 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda, pero otros lo hacen de buena voluntad.

1:15 — » Algunos… predican a Cristo por envidia y contienda «, («rivalidad», BAS). PHTHONOS, envidia, es el sentimiento de disgusto producido al ser testigo u oir de la prosperidad de otros… Mat 27:18Gál 5:21; Flp 1:15» (Vine). ERIS, riña, contención, es la expresión de la enemistad, Flp 1:15, ‘contienda'» (Vine). Como hay rivalidad entre abogados, médicos, profesores, otros profesionales y empleos, también la hay entre predicadores. Entre los apóstoles había rivalidad y contención en cuanto a quién sería mayor en el reino (Luc 22:24). Desde el ver. 12 Pablo expresa su optimismo, porque Cristo fue anunciado por él y por la mayoría de los hermanos, pero él no se engañó, sino que reconoció que no todos predicaron con motivos sanos. Algunos, movidos por la envidia, obraban en contra de él. Envidiaban la influencia de Pablo.

Es importante observar que Pablo habla de hermanos que anunciaron a Cristo. Esto significa que predicaron la verdad. No eran falsos maestros. No eran los judaizantes que imponían la ley de Moisés y la circuncisión sobre los gentiles (3:2). De estos Pablo escribió en Gál 1:8-9. Este texto (Flp 1:15-18) tiene que ver con el propósito de estos predicadores y con la falta de sinceridad (Mat 6:1-18). Pablo no defiende la insinceridad en la predicación. El se regocijaba cuando Cristo era anunciado, porque la fe viene por el oír (Rom 10:17). La gente que oye el evangelio de labios de los tales puede obedecer y ser salva. Es importante que el evangelio se predique con propósito sano, pero hay gran diferencia entre predicar la verdad con propósitos indignos y no predicar la verdad. Pablo se regocijaba cuando Cristo se predicaba imperfectamente, pero nunca se regocijó cuando se predicó el error.

— » pero otros de buena voluntad «, con propósito bueno, con sinceridad.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

predican a Cristo. Flp 1:16, Flp 1:18; Hch 5:42; Hch 8:5, Hch 8:35; Hch 9:20; Hch 10:36; Hch 11:20; 1Co 1:23; 2Co 1:19; 2Co 4:5; 1Ti 3:16.

por envidia y contienda. Flp 2:3; Mat 23:5; Rom 16:17, Rom 16:18; 1Co 3:3, 1Co 3:4; 1Co 13:3; 2Co 12:20; Gál 2:4; Stg 4:5, Stg 4:6.

pero otros de buena voluntad. Flp 1:17; 1Pe 5:2-4.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Aquellos que predicaban por envidia y contienda no eran herejes puesto que predicaban a Cristo. Pero aparentemente estaban celosos de la atención que Pablo recibía y decidieron sembrar semillas de discordia para causarle problemas.

otros de buena voluntad: Otros cristianos predicaban a Cristo con buenos motivos. Pensaban bien acerca de Pablo y del mensaje del evangelio y estaban dedicados a servir fielmente a Dios.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

por envidia y contienda. La actitud de los detractores de Pablo que a pesar de predicar el evangelio estaban celosos de su poder y autoridad apostólicos así como de su éxito y los grandes dones que poseía. «Contienda» alude a rivalidad y conflicto, que resultó en que los críticos de Pablo comenzaran a desacreditarlo. de buena voluntad. Es una expresión de satisfacción y contentamiento, la actitud que mantuvieron los que brindaron su apoyo a Pablo, tanto como persona y ministro del evangelio.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:15 — » Algunos… predican a Cristo por envidia y contienda «, («rivalidad», BAS). PHTHONOS, envidia, es el sentimiento de disgusto producido al ser testigo u oir de la prosperidad de otros… Mat 27:18… Gál 5:21; Flp 1:15″ (Vine). ERIS, riña, contención, es la expresión de la enemistad, Flp 1:15, ‘contienda'» (Vine). Como hay rivalidad entre abogados, médicos, profesores, otros profesionales y empleos, también la hay entre predicadores. Entre los apóstoles había rivalidad y contención en cuanto a quién sería mayor en el reino (Luc 22:24). Desde el ver. 12 Pablo expresa su optimismo, porque Cristo fue anunciado por él y por la mayoría de los hermanos, pero él no se engañó, sino que reconoció que no todos predicaron con motivos sanos. Algunos, movidos por la envidia, obraban en contra de él. Envidiaban la influencia de Pablo.
Es importante observar que Pablo habla de hermanos que anunciaron a Cristo. Esto significa que predicaron la verdad. No eran falsos maestros. No eran los judaizantes que imponían la ley de Moisés y la circuncisión sobre los gentiles (3:2). De estos Pablo escribió en Gál 1:8-9. Este texto (Flp 1:15-18) tiene que ver con el propósito de estos predicadores y con la falta de sinceridad (Mat 6:1-18). Pablo no defiende la insinceridad en la predicación. El se regocijaba cuando Cristo era anunciado, porque la fe viene por el oír (Rom 10:17). La gente que oye el evangelio de labios de los tales puede obedecer y ser salva. Es importante que el evangelio se predique con propósito sano, pero hay gran diferencia entre predicar la verdad con propósitos indignos y no predicar la verdad. Pablo se regocijaba cuando Cristo se predicaba imperfectamente, pero nunca se regocijó cuando se predicó el error.
— » pero otros de buena voluntad «, con propósito bueno, con sinceridad.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA PROCLAMACIÓN SUPREMA

Filipenses 1:15-18

A algunos lo que les mueve a predicar a Cristo son la envidia y la rivalidad, pero a otros la buena voluntad. Unos predican a Cristo por amor, porque saben que me encuentro aquí por la defensa del Evangelio; otros predican a Cristo con fines partidistas, no por motivos limpios, para que aún me aflija más por estar encarcelado. ¿Y entonces, qué he de pensar? Pues que el único resultado es que, sea como sea, como tapadera de otros propósitos o por amor a la verdad, se proclama a Cristo. Y de eso no puedo hacer más que regocijarme a tope siempre.

Aquí está hablando el gran corazón de Pablo. El estar él en la cárcel ha incentivado a la predicación del Evangelio. Ese incentivo actuó de dos maneras. Estaban los que le amaban; y, al saberle en la cárcel, redoblaban los esfuerzos para extender el Evangelio para que no perdiera terreno por estar Pablo inmovilizado. Sabían que la mejor manera de deleitar su corazón era hacerle ver que la obra no sufría por su lamentable ausencia. Pero otros estaban motivados por lo que Pablo llama eritheía, y predicaban por sus propios fines partidistas. Eritheía es una palabra interesante. En su origen no significaba más que trabajar por el sueldo. Pero si uno trabaja solamente por él sueldo no tiene la motivación más elevada. No considera nada más que lo que pueda sacar para sí. De ahí que llegara a significar el espíritu mercenario y ambicioso que no hace nada nada más que para engrandecerse a sí mismo; y llegó a aplicarse a la política y a querer decir hacer lo que fuera para ganar votos. Así llegó a describir la ambición interesada y egoísta que no busca más que encumbrarse sin prestar atención a los medios a los que tiene que rebajarse para obtener sus fines. Así es que había algunos que predicaban a Cristo más intensamente aprovechándose de que Pablo estaba en la cárcel, porque esa circunstancia parecía ofrecerles una oportunidad enviada del cielo para aumentar su propio prestigio e influencia y disminuir los de él.

Aquí encontramos una lección. Pablo no sabía lo que eran los celos ni el rencor. Mientras se predicara a Cristo, no le importaba quién recibiera los honores o el prestigio. No le importaba lo más mínimo lo que otros predicadores dijeran de él, ni lo enemistados que estuvieran con él, o lo mucho que le despreciaran, o que trataran de sacarle ventaja. Lo único que le importaba era que se predicara a Cristo. Desgraciadamente muchas veces nos damos por ofendidos cuando alguien se alza con una posición que se nos cierra a nosotros. Es frecuente que miremos al otro como un enemigo porque ha hecho alguna crítica de nosotros o de nuestros métodos. Es corriente creer que otros no pueden hacer nada bien porque no lo hacen a nuestra manera. Demasiado a menudo los teólogos no quieren saber nada de los evangelistas, y los evangelistas critican la actitud de los teólogos. Los que creen en la evangelización mediante la educación no le encuentran sentido a la evangelización buscando decisiones personales, y éstos no les reconocen a aquéllos el derecho a creer que su enfoque consiga resultados más duraderos. Pablo es nuestro gran ejemplo: ponía la cuestión por encima de los personalismos, y todo lo qué-le importaba era que se predicara a Cristo.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Diferentes razones para predicar a Cristo

15-17 Después de todo lo que pudo decir a modo de agradecimiento sobre los avances del evangelio a través de sus prisiones, es triste que Pablo tuviera que señalar que había algunos que predicaban a Cristo por envidia y contienda, por ambición egoísta, aun con el deseo de hacer las cosas más difíciles para sus prisiones. No conocemos las circunstancias. Es claro que Pablo no desafía el contenido de la predicación, sino su motivación. Quizá se trataba de líderes de la iglesia en el lugar del encarcelamiento de Pablo antes de llegar él, y ahora estaban celosos de su reputación por causa de sus la bores apostólicas, y estaban decididos a superarlo y muy dispuestos a causarle angustia.

18 Pablo se propuso no sentirse provocado o permitir que el asunto se transformara en una lucha de personalidades; todo lo que le interesaba era que Cristo es anunciado.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

b 28 Mat 7:22; 2Co 12:20

c 29 1Co 9:17; 1Co 13:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

15 (1) Aquellos cristianos que se oponían a Pablo y su ministerio ( 2Co_10:7 ; 2Co_11:22-23). Aun en los tiempos del apóstol había algunos que predicaban el evangelio por envidia de Pablo y por contienda con él.

15 (2) Espíritu divisivo, partidismo.

15 (3) Los que tenían comunión con Pablo y participaban con él en la predicación del evangelio.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

La modificación de la secuencia en 1.16-17 cambia la puntuación ortográfica.

Fuente: La Biblia Textual III Edición