Comentario de Filipenses 2:25 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Sin embargo, también creí necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de milicia y vuestro mensajero y suministrador de mis necesidades,

2:25 — » Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito «, el mensajero de la iglesia de Filipos que llevó ayuda a Pablo. Pablo envía a este hermano a su hogar (Filipos), porque se enfermó y luego se angustió mucho porque supo que los filipenses se enteraron de su enfermedad.

— » mi hermano «. Eran de la misma familia (gozaban la «común salvación», Jud 1:3). ¡Qué gozo y honor que Pablo diga de alguno, «mi hermano»! Cuando Pablo empleó la palabra «hermano», tenía significado rico e importante. Sus «hermanos» eran Cuarto (Rom 16:23); Sóstenes (1Co 1:1); Apolos (1Co 16:12); Timoteo (2Co 1:1), Tito (2Co 2:13); Tíquico (Col 4:7); Onésimo (Col 4:9), etcétera.

Los verdaderos hermanos nuestros son los que en verdad son hermanos de Jesús (Mat 12:46-50) y de Pablo. Los sectarios (y algunos hermanos liberales) quieren que nos sujetemos a la voluntad humana para ampliar la comunión. Pero tenemos comunión solamente con los que hacen la voluntad de Dios. No hay varios planes de salvación, sino uno solo. Si no obedecemos el plan bíblico de salvación, no llegamos a ser hijos de Dios y hermanos de los otros hijos de Dios.

Muchos hacen burla de nosotros, llamándonos «legalistas», «intolerantes» y «fanáticos». ¿ Piensan estos que Pablo era hermano de toda persona que profesaba ser cristiano ? Lamentablemente habrá muchos en el infierno que se llaman «hermanos» en este mundo.

— » y colaborador y compañero de milicia «. Hacían trabajo y sufrían peligros en común como colaboradores y soldados de Cristo. Como colaborador de Pablo Epafrodito se incluyó en tales textos como 1Co 3:9; 3Jn 1:8; 1Ts 3:2; Flp 4:3; Col 4:11.

Además, para ser colaborador de Pablo tanto nosotros como aquellos hermanos tenemos que ser soldados, porque hay muchos que se oponen a esta obra. Es necesario llevar toda la armadura de Dios (Efe 6:10-20) y luchar fielmente (1Ti 6:12; 2Ti 2:3-4).

Aunque la batalla se ponga muy recia, no debemos huir. Como Epafrodito debemos estar dispuestos a exponer la vida por la obra de Cristo. Tales compañeros de milicia no corren al «campo de Ono» para discutir condiciones de paz con los enemigos (Neh 6:2-4). Ni tampoco esperan ser decorados con medallas por los hombres por su valentía.

Pablo y sus compañeros de milicia no se dedicaban a consolar al enemigo ni tampoco a hacer que los demás soldados de Jesús se sintieran bien acerca de sí mismos. No tenían miedo de que con tanto pelear fueran acusados de ser «muy negativos» y ofensivos. Su propósito fijo era causar toda clase de incomodidad para las fuerzas de Satanás en todo lugar, aun dentro de la iglesia. «Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, no os azoréis (alarméis), ni tampoco os desalentéis delante de ellos; porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros… ¿Quién es hombre medroso y pusilánime (de corazón apocado)? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque (haga desfallecer) el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo» (Deu 20:3-8).

Sin duda, actualmente hay más de 22,000 hermanos en la iglesia que deben devolverse del monte de Galaad, porque no quieren enfrentar el error y el pecado. («Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil», Jue 7:3). Muchos hermanos ya no creen en debatir. Parece que son como aquellos soldados que con solamente ver al enemigo sufren trauma sicológico. Lo más triste es que aun entre nosotros (hermanos conservadores) hay quienes critican la «mentalidad» de la década ’50 (cuando tuvimos que luchar tanto contra el institucionalismo que estaba dividiendo la iglesia). Lamentablemente hay hermanos que profesan ser «conservadores» que van por todo lado con la «hoja de olivo en el pico» buscando paz.

— » vuestro mensajero «, APOSTOLON, «apóstol» de la iglesia de Filipos (véase 2Co 8:23). Solamente los doce apóstoles y Pablo eran embajadores de Cristo (2Co 5:20) y parte integral del fundamento de la iglesia (Efe 2:20). La palabra «apóstol» se usa varias veces en el Nuevo Testamento para significar sencillamente «mensajero, uno que es enviado».

— » y ministrador de mis necesidades » (ver. 30; 4:14-18), LEITOURGOS, ministro. Epafrodito bien entendió la enseñanza de Jesús (Mat 20:26). Su servicio casi le costó la vida.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Epafrodito. Flp 4:18.

mi hermano. 2Co 2:13; 2Co 8:22; Flm 1:1.

y colaborador. Flp 4:3; 1Co 3:9; 2Co 8:23; Col 1:7; Col 4:11; 1Ts 3:2; Flm 1:1, Flm 1:24.

y compañero de milicia. 2Ti 2:3, 2Ti 2:4; Flm 1:2.

vuestro mensajero. Pro 25:13; Jua 17:18; 2Co 8:23; Heb 3:1.

y ministrador de mis necesidades. Flp 4:18; 2Co 11:7-9.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Epafrodito era un cristiano enviado por la iglesia en Filipos para llevar un regalo a Pablo (Flp 4:18) y asistirlo en su ministerio. Se le describe con una serie de términos elogiosos: un «hermano», un «colaborador», un «compañero de milicia», un «mensajero» para los filipenses y un «ministrador» para Pablo. Se le menciona en la Biblia sólo en esta carta.

colaborador: Pablo considera a Epafrodito como un igual en el trabajo del evangelio. El título de compañero de milicia se otorgaba solamente a aquellos que combatían honorablemente al lado de otro. De este modo, Pablo concede un alto mérito a Epafrodito por su fiel servicio en la causa de Cristo.

vuestro mensajero: Aquí Pablo utiliza el término griego que se traduce habitualmente como «apóstol», en un sentido no técnico. Tanto Pablo como Epafrodito son mensajeros, pero la autoridad de Pablo es superior a la de Epafrodito. Pablo tiene un mandato directo de Jesucristo, en tanto Epafrodito fue enviado por los filipenses.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Epafrodito. Pablo enviaría a Timoteo (v. Flp 2:23) y vendría él mismo (v. Flp 2:24), pero consideró necesario enviar a este hombre, un nativo de Filipos de quien poco se conoce fuera de este pasaje. Tenía un nombre griego bastante común que se derivaba de la palabra cuyo significado original era «favorito de Afrodita» (la diosa griega del amor). Después el nombre llegó a significar «primoroso» o «amoroso». Fue enviado a Pablo con dádivas (Flp 4:18) y debía quedarse a servir como pudiera a Pablo (v. Flp 2:30). mensajero. Se deriva de la misma palabra que se traduce «apóstol», aunque no fue un apóstol de Cristo (vea la nota sobre Rom 1:1), sino «uno enviado» en el sentido más amplio de la palabra (vea la nota sobre Rom 1:5) que ejercía como apóstol de la iglesia en Filipos y fue enviado a Pablo con su regalo monetario que fue una expresión de su amor (vea la nota sobre Flp 1:7; cp. 2Co 8:23). El hecho de que Pablo lo enviara de regreso a la iglesia con esta carta requería una explicación, para que ellos no pensaran que Epafrodito no había servido bien a Pablo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Este pasaje es una mirada conmovedora al amor y la unidad entre creyentes. Todos los participantes demuestran un afecto abnegado entre todos sin egoísmo en absoluto.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:25 — » Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito «, el mensajero de la iglesia de Filipos que llevó ayuda a Pablo. Pablo envía a este hermano a su hogar (Filipos), porque se enfermó y luego se angustió mucho porque supo que los filipenses se enteraron de su enfermedad.
— » mi hermano «. Eran de la misma familia (gozaban la «común salvación», Jud 1:3). ¡Qué gozo y honor que Pablo diga de alguno, «mi hermano»! Cuando Pablo empleó la palabra «hermano», tenía significado rico e importante. Sus «hermanos» eran Cuarto (Rom 16:23); Sóstenes (1Co 1:1); Apolos (1Co 16:12); Timoteo (2Co 1:1), Tito (2Co 2:13); Tíquico (Col 4:7); Onésimo (Col 4:9), etcétera.
Los verdaderos hermanos nuestros son los que en verdad son hermanos de Jesús (Mat 12:46-50) y de Pablo. Los sectarios (y algunos hermanos liberales) quieren que nos sujetemos a la voluntad humana para ampliar la comunión. Pero tenemos comunión solamente con los que hacen la voluntad de Dios. No hay varios planes de salvación, sino uno solo. Si no obedecemos el plan bíblico de salvación, no llegamos a ser hijos de Dios y hermanos de los otros hijos de Dios.
Muchos hacen burla de nosotros, llamándonos «legalistas», «intolerantes» y «fanáticos». ¿ Piensan estos que Pablo era hermano de toda persona que profesaba ser cristiano ? Lamentablemente habrá muchos en el infierno que se llaman «hermanos» en este mundo.
— » y colaborador y compañero de milicia «. Hacían trabajo y sufrían peligros en común como colaboradores y soldados de Cristo. Como colaborador de Pablo Epafrodito se incluyó en tales textos como 1Co 3:9; 3Jn 1:8; 1Ts 3:2; Flp 4:3; Col 4:11.
Además, para ser colaborador de Pablo tanto nosotros como aquellos hermanos tenemos que ser soldados, porque hay muchos que se oponen a esta obra. Es necesario llevar toda la armadura de Dios (Efe 6:10-20) y luchar fielmente (1Ti 6:12; 2Ti 2:3-4).
Aunque la batalla se ponga muy recia, no debemos huir. Como Epafrodito debemos estar dispuestos a exponer la vida por la obra de Cristo. Tales compañeros de milicia no corren al «campo de Ono» para discutir condiciones de paz con los enemigos (Neh 6:2-4). Ni tampoco esperan ser decorados con medallas por los hombres por su valentía.
Pablo y sus compañeros de milicia no se dedicaban a consolar al enemigo ni tampoco a hacer que los demás soldados de Jesús se sintieran bien acerca de sí mismos. No tenían miedo de que con tanto pelear fueran acusados de ser «muy negativos» y ofensivos. Su propósito fijo era causar toda clase de incomodidad para las fuerzas de Satanás en todo lugar, aun dentro de la iglesia. «Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón, no temáis, no os azoréis (alarméis), ni tampoco os desalentéis delante de ellos; porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros… ¿Quién es hombre medroso y pusilánime (de corazón apocado)? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque (haga desfallecer) el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo» (Deu 20:3-8).
Sin duda, actualmente hay más de 22,000 hermanos en la iglesia que deben devolverse del monte de Galaad, porque no quieren enfrentar el error y el pecado. («Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil», Jue 7:3). Muchos hermanos ya no creen en debatir. Parece que son como aquellos soldados que con solamente ver al enemigo sufren trauma sicológico. Lo más triste es que aun entre nosotros (hermanos conservadores) hay quienes critican la «mentalidad» de la década ’50 (cuando tuvimos que luchar tanto contra el institucionalismo que estaba dividiendo la iglesia). Lamentablemente hay hermanos que profesan ser «conservadores» que van por todo lado con la «hoja de olivo en el pico» buscando paz.
— » vuestro mensajero «, APOSTOLON, «apóstol» de la iglesia de Filipos (véase 2Co 8:23). Solamente los doce apóstoles y Pablo eran embajadores de Cristo (2Co 5:20) y parte integral del fundamento de la iglesia (Efe 2:20). La palabra «apóstol» se usa varias veces en el Nuevo Testamento para significar sencillamente «mensajero, uno que es enviado».
— » y ministrador de mis necesidades » (ver. 30; 4:14-18), LEITOURGOS, ministro. Epafrodito bien entendió la enseñanza de Jesús (Mat 20:26). Su servicio casi le costó la vida.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA CORTESÍA DE PABLO

Filipenses 2:25-30

He creído necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero y servidor de mi necesidad, porque os echa mucho de menos, y está preocupado por todos vosotros, porque sabe que os habéis enterado de que estaba enfermo. ¡Y vaya si lo estuvo, y en peligro de muerte! Pero Dios tuvo misericordia de él, y no solo de él, sino también de mí, para que no se me echara encima una tristeza sobre otra. Así es que os le env~o con la presente, para que, al verle, recuperéis el gozo, y á mí se me quite un peso de encima. Recibidle en el Señor con el mayor gozo, y tened en el debido aprecio a los que son como él; porque estuvo a las puertas de la muerte por la obra de Cristo, jugándose la vida para suplir el servicio que vosotros no me podíais prestar.

Hay una historia dramática detrás de este pasaje. Cuando los cristianos Filipenses se enteraron de que Pablo estaba preso, su amante corazón los movió a la acción. Le enviaron un donativo por conducto de Epafrodito. Lo que ellos mismos no podían hacer por Pablo personalmente a causa de la distancia, delegaron en Epafrodito para que lo hiciera por ellos. No querían que se limitara a ser el portador del regalo, sino también que se quedara en Roma con Pablo para prestarle la ayuda que necesitara. Está claro que Epafrodito era un valiente; porque el que estuviera dispuesto a ofrecerse a prestar ayuda a uno que estaba pendiente de juicio por un delito grave se exponía al riesgo consiguiente y considerable de verse envuelto en la misma acusación. Es verdad que Epafrodito se jugó la vida para ayudar a Pablo.
Epafrodito cayó enfermo en Roma, posiblemente con una de las famosas fiebres romanas que barrían la ciudad de cuando en cuando como un verdadero azote, y estuvo a las puertas de la muerte. Se enteró de que la noticia de su enfermedad había llegado a Filipos, y estaba preocupado porque sabía que sus amigos lo estarían por él; y por Pablo, que, lejos de recibir ayuda, tendría que ser él el que la prestara, y tuviera muchas molestias más, como si no tuviera ya bastantes. Dios, en Su misericordia, evitó la muerte de Epafrodito, y a Pablo le evitó más angustias. Pero Pablo sabía que ya era hora de que Epafrodito volviera a Filipos, y es de suponer que sería el portador de esta carta.
Pero había un problema. La iglesia filipense había enviado a Epafrodito para que se quedara con Pablo; y, si se volvía atrás, no faltarían quienes dijeran que era un rajao. Por eso Pablo le da aquí un testimonio estupendo para acallar cualquier crítica a su regreso.
Pablo escoge cada palabra en este testimonio. Epafrodito era su hermano, su colaborador y compañero de milicia. Como dice Lightfoot, Epafrodito era uno con Pablo en simpatía, en acometer trabajos y en asumir riesgos. Había estado en la línea de fuego. Luego Pablo pasa a llamarle vuestro mensajero y servidor en mi necesidad. Es imposible suplir el sabor de estas palabras en una traducción.

La palabra que usa Pablo para mensajero es apóstolos. Apóstolos quiere decir literalmente uno que es enviado a un recado, pero el uso cristiano había ennoblecido la palabra, y Pablo la usa aquí para colocar a Epafrodito a su misma altura y a la de los demás apóstoles de Cristo.

La palabra que utiliza para servidor es leiturgós. En el griego secular, esta era una palabra noble. En los antiguos días de las ciudades de Grecia había hombres que, por amor a su ciudad, se hacían cargo de los gastos de ciertos debes cívicos, como los de una embajada, o del montaje de uno de los dramas de sus grandes poetas, o del entrenamiento de los atletas que habían de representar a su ciudad en los juegos, o de aparejar un barco de guerra y pagar a la tripulación. Estos benefactores recibían el nombre de leiturgoi.

Pablo toma la gran palabra cristiana apóstolos y la gran palabra griega leiturgós, y se las aplica a Epafrodito. » Dadle a un hombre de su calibre la bienvenida que se merece -les dice-. Tenedle en el debido aprecio, porque se jugó la vida por Cristo.»

Pablo le está poniendo fácil a Epafrodito la vuelta a casa. Aquí hay algo muy precioso. Es conmovedor pensar en Pablo, él mismo en el valle de sombra de muerte, en la cárcel y en espera del juicio, dando muestras de tal consideración cristiana. Él mismo estaba arrostrando la muerte; pero lo que le preocupaba era que a Epafrodito le diera corte volver a Filipos. Pablo era un verdadero cristiano en su actitud hacia los demás; porque nunca estaba tan inmerso en sus propios problemas como para no pensar en los de sus amigos.
Ocurre una palabra en este pasaje que tuvo más tarde un uso emblemático. La versión Reina-Valera dice que Epafrodito puso o expuso su vida; nosotros lo hemó’g~Uaducido por jugarse la vida. La palabra original es el verbo parabóleúesthai; es un término de los juegos de azar, y quiere decir jugarse el todo por el todo a una baza. Pablo está diciendo que, por la causa de Jesucristo, Epafrodito se jugó la vida. En la Iglesia Primitiva había una asociación de hombres que se llamaban los parabolani, los jugadores. Se ofrecían a visitar a los presos y a los enfermos, especialmente los que tenían enfermedades infecciosas o contagiosas. En el año 252 d C. se declaró una peste en Cartago; los paganos arrojaban los cadáveres y huían aterrados. Cipriano, el obispo cristiano, reunió a su congregación y los puso a enterrar a los muertos y a atender a los enfermos en la ciudad apestada; y así salvaron la ciudad, a riesgo de sus vidas, de la destrucción y la desolación.

El cristiano debería tener ese coraje casi temerario que le predispusiera a jugarse la vida para servir a Cristo y a la humanidad.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— Epafrodito: Se trata de un cristiano cualificado de Filipos, de quien se habían servido los filipenses para llevar ayuda material a Pablo (ver Flp 4:18).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Explicaciones referentes a Epafrodito

25 No tenemos conocimiento de Epafrodito excepto lo que se dice en este párrafo y en 4:18, donde Pablo reconoce la ofrenda recibida de los filipenses por medio de él. Era, así, su mensajero (se usa la palabra apostolos pero en un sentido diferente al de apóstol de Cristo con una tarea fundacional, cf. 2 Cor. 8:23), pero fue enviado también con la intención de que permaneciera con Pablo y cuidara de sus necesidades. Nótese el compañerismo que se implica en las palabras hermano, colaborador y compañero de milicia. Muchos creyentes son respe tables trabajadores y soldados de la causa de Cristo, pero no todos trabajan bien con sus compañeros.

26-28 Algo había sucedido que hizo que Pablo enviara a Epafrodito a Filipos en vez de mantenerlo consigo. Epafrodito había estado gravemente en fermo, pero por la misericordia de Dios (tal como Pablo consideró lo acontecido) se recuperó. El informe de la gravedad de la enfermedad de Epafrodito había llegado a los filipenses y la noticia de la ansiedad de sus amigos de Filipos había llegado de vuelta. Esto le causó angustia al mismo Epafrodito cuyo corazón comenzó a añorar a los suyos en Filipos (angustiado es una palabra muy fuerte en el gr., usada en el NT sólo aquí y para describir el sentir de nuestro Señor en el Getsemaní en Mat. 26:37 y Mar. 14:33). Así que Pablo consideró que lo mejor para Epafrodito era regresar a su ciudad.

29, 30 Pablo, sin embargo, fue sensible a la situación. Estaba la posibilidad de que los filipenses no comprendieran la razón del regreso de su mensajero. Así les pide que reciban a Epafrodito con una calurosa bienvenida cristiana, no sólo como uno de sus compañeros que regresa del extranjero, sino como alguien altamente calificado por su fidelidad y el alto costo del servicio encomendado. No sabemos de qué manera Epafrodito estuvo cercano a la muerte, arriesgando su vida. Pudo haber sido simplemente el estar identificado con Pablo como prisionero. Pudo haber sido el que “cayera gra vemente enfermo en camino, casi matándose por completar su misión, estando demasiado enfermo para viajar” (Caird, Paul’s Letters from Prision ). La palabra arriesgando es lit. “jugándose”, y aquí puede haber un juego de palabras intencional con el nombre de Epafrodito (tal como lo hizo con Onésimo en Film. 11). Afrodita era la diosa gr. de los juegos de azar, y un apostador, teniendo la esperanza de ganar, podría llamarle a ella epafrodita (Hawthorne, Philippians ). Este hombre “se jugó” la vida al servir a Pablo, pero fue un riesgo a correr por causa de Dios, y él ganó.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) O: “apóstol”. Gr.: a·pó·sto·lon.

REFERENCIAS CRUZADAS

t 107 Flp 4:18

u 108 2Co 8:23

v 109 Flm 1:2

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Epafrodito. Este nombre significa agradable . Sólo se menciona aquí y en 4:18. Epafrodito era colaborador y compañero de Pablo, y también mensajero y servidor de los filipenses.

Fuente: La Biblia de las Américas

25 (1) Primero un hermano, luego un colaborador, y más adelante un compañero de milicia.

25 (2) Uno que es enviado con una comisión.

25 (3) Derivada de la misma palabra griega que se traduce servicio en el v.17; se refiere a un ministro cuyo ministerio es semejante al de un sacerdote. Todos los creyentes neotestamentarios son sacerdotes para Dios ( 1Pe_2:9 Rev_1:6). Por esto, nuestro ministerio al Señor, en todo aspecto, es un servicio sacerdotal (vs.17, 30).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

enviado… Lit. apóstol; servidor… Gr. leitourgós.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R418 Un agudo contraste puede expresarse mediante la cercana proximidad de los dos genitivos, como ocurre con μοῦ y ὑμῶν (mi compañero de labor … pero el mensajero de ustedes).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., apóstol

O, ministro

Fuente: La Biblia de las Américas

Lit. apóstol.

2.25 Lit. servidor en el culto.

Fuente: La Biblia Textual III Edición