Pues en verdad estuvo enfermo de muerte, pero Dios tuvo misericordia de él; y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza.
2:27 — » Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza «, porque Epafrodito fue a Roma únicamente en servicio para Pablo. Habría sido una carga muy pesada para Pablo, si, aparte de tanta aflicción causada por sus prisiones y por el juicio cercano, este amado hermano hubiera muerto. El hizo el viaje difícil y peligroso hasta Roma, la Ciudad Imperial, con misión sagrada, y la cumplió fielmente. Los más fieles siervos de Dios sufren enfermedades y otras aflicciones y mueren. Los falsos maestros dicen que Cristo murió en la cruz tanto para sanar el cuerpo como para salvar el alma (usan mal 1Pe 2:24, «por cuya herida fuisteis sanados»), pero aun en el tiempo cuando Cristo y sus discípulos sanaron a muchos enfermos, otros quedaron sin sanar (Timoteo, 1Ti 5:23; Trófimo, 2Ti 4:20, y posiblemente el «aguijón en la carne» que Pablo sufrió era físico). Resucitaron a unos cuantos muertos (por ejemplo, Lázaro, Jua 11:1; Dorcas, Hch 9:37), pero no resucitaron a Esteban y Jacobo (Hch 7:60; Hch 12:2), porque el propósito primordial de los milagros no era beneficiar al pueblo, sino confirmar la palabra (Mar 16:20; Hch 14:3; Heb 2:3-4).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
a punto de morir. Flp 2:30; 2Re 20:1; Sal 107:18; Ecl 9:1, Ecl 9:2; Jua 11:3, Jua 11:4; Hch 9:37.
pero Dios tuvo misericordia de él. Job 5:19; Sal 30:1-3, Sal 30:10, Sal 30:11; Sal 34:19; Sal 103:3, Sal 103:4; Sal 107:19-22; Isa 38:17; Isa 43:2; Hch 9:39-41.
sino también de mí. Isa 27:8; Jer 8:18; Jer 10:24; Jer 45:3; Hab 3:2; 1Co 10:13; 2Co 2:7.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
enfermo, a punto de morir: Pablo se asegura que los filipenses comprendieran el esfuerzo que Epafrodito hizo por la causa de Jesucristo. El estado de Epafrodito era muchísimo peor de lo que tal vez imaginaran. Pablo observó a Epafrodito recuperar su salud por la intervención directa de Dios. Aunque ejercía poderes apostólicos (2Co 12:12), aquellos poderes eran inútiles fuera de la voluntad y la oportunidad que Dios les otorgaba.
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PERSPECTIVA
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El fanatismo de Pablo
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Al leer la descripción de la juventud de Pablo (Flp 3:4-6), descubrimos un profundo fanatismo, como si quisiera probar algo. Existen indicios que sugieren la existencia de este problema. Nació en Tarso, es decir, fuera de Palestina y de Judea. Dedicó su vida a un estudio intenso de la Ley. Atacó a los cristianos con singular saña. A esto tal vez podamos agregar un gran deseo de ser aceptado por la sociedad judía en Jerusalén.
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Existen dos formas principales a través de las que las minorías y otros grupos marginados enfrentan el rechazo o discriminación de las sociedades constituidas. La primera consiste en cerrarse en sí mismo rehusándose a participar de la cultura dominante. La otra consiste en eliminar o disminuir al máximo las diferencias e integrarse con la mayoría. Tal vez uno sea aceptado, aunque nunca se le trate como un igual. Aparentemente Pablo tomaría esta segunda opción.
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Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
enfermo, a punto de morir. Quizá tenía alguna enfermedad grave al llegar a Roma, pero ahora se había recuperado lo suficiente para regresar a su ciudad natal y ocuparse en el ministerio, porque la iglesia lo necesitaba más que Pablo.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2:27 — » Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza «, porque Epafrodito fue a Roma únicamente en servicio para Pablo. Habría sido una carga muy pesada para Pablo, si, aparte de tanta aflicción causada por sus prisiones y por el juicio cercano, este amado hermano hubiera muerto. El hizo el viaje difícil y peligroso hasta Roma, la Ciudad Imperial, con misión sagrada, y la cumplió fielmente.
Los más fieles siervos de Dios sufren enfermedades y otras aflicciones y mueren. Los falsos maestros dicen que Cristo murió en la cruz tanto para sanar el cuerpo como para salvar el alma (usan mal 1Pe 2:24, «por cuya herida fuisteis sanados»), pero aun en el tiempo cuando Cristo y sus discípulos sanaron a muchos enfermos, otros quedaron sin sanar (Timoteo, 1Ti 5:23; Trófimo, 2Ti 4:20, y posiblemente el «aguijón en la carne» que Pablo sufrió era físico). Resucitaron a unos cuantos muertos (por ejemplo, Lázaro, Jua 11:1; Dorcas, Hch 9:37), pero no resucitaron a Esteban y Jacobo (Hch 7:60; Hch 12:2), porque el propósito primordial de los milagros no era beneficiar al pueblo, sino confirmar la palabra (Mar 16:20; Hch 14:3; Heb 2:3-4).
Pablo no dice que Dios sanó milagrosamente a Epafrodito. Es posible que sí pero no sabemos. Es importante recordar que toda sanidad es divina, porque toda bendición es de Dios (Stg 1:17). Sin embargo, Dios obra a través de procesos naturales y normales. El nos da el pan de cada día y le damos gracias. El pone los medios, hace que la tierra produzca, hace que el sol salga y que las lluvias rieguen la tierra, pero también obra a través del trabajo nuestro (Efe 4:28; 2Ti 3:10). Así también Dios provee la ciencia médica: medicamentos, doctores, enfermeras y técnicas. Espera que nosotros aprovechemos esta bendición, siempre suplicando la dirección divina para todo el proceso de la sanidad.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
w 110 Sal 30:3; Sal 34:19
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
BD235(3) La preposición ἐπί significa: además de (esto es similar al uso multiplicativo de ἐπί -H173).