Comentario de Filipenses 3:16 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

En todo caso, sigamos fieles a lo que hemos logrado.

3:16 — » Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa «, «Sin embargo, continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado» (BAS). Este texto se ha empleado mal para enseñar que cada cristiano está bien con el conocimiento que tenga; por ejemplo, si algún hermano cree que está bien usar instrumentos de música en el culto, o si otro hermano cree que está bien que haya iglesias patrocinadoras e instituciones iglesias de Cristo, no debe haber problema, porque los demás hermanos deben aceptar a los tales porque » ellos predican y practican de acuerdo al nivel de ‘aquello a que han llegado’ y todos deben seguir unidos». Tal «explicación» es absurda y es obviamente una perversión de lo que Pablo dice. No concuerda nada con el contexto. Pablo no defiende ni en este texto ni en otro tales prácticas sectarias.

Tampoco enseña Pablo que la ignorancia justifica la práctica de tales errores. Dicen algunos hermanos que el que ha obedecido al evangelio y lleva una vida «fiel» no será separado de Dios aunque practique estos errores con tal que lo haga por ignorancia. Citan 1Jn 1:7 («si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado») para probar que habrá «limpieza continua», porque Dios no les carga a los tales su pecado de ignorancia o de debilidad. 1Jn 1:7 no enseña tal doctrina.

Pero léase 1Co 4:3-4. «Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor». ¿Somos justificados por ser sinceros ? Claro que no. Léanse también Pro 16:2; Pro 16:25.

En la carta a los filipenses Pablo dice que los hermanos judaizantes eran «perros… malos obreros… mutiladores del cuerpo» (3:2). ¿ Justifica Pablo en el ver. 16 a los que siguieron por ignorancia a estos falsos hermanos mencionados en el mismo capítulo ? También en el mismo capítulo (3:18) les llama «enemigos de la cruz de Cristo». Pero entre los vers. 2 y 18 ¿enseña que los que siguen por ignorancia a estos falsos están perfectamente bien porque practican aquello que hasta esa fecha habían entendido ?

Pablo dice simplemente que todos debemos continuar (perseverar) en la verdad («asidos de la palabra», 2:16) que hemos aprendido, y, como hermanos maduros y fieles, debemos seguir unidos en esa verdad divina. No hemos alcanzado la perfección absoluta (3:12-14), pero sí somos maduros y debemos esforzarnos con toda diligencia para obtener el premio. El pensamiento principal y sencillo es que debemos perseverar en el mismo camino que nos ha traído hasta aquí. Nos ha traído a esta medida de perfección y nos llevará hasta el final de la carrera. Los hermanos liberales han olvidado esta exhortación. Si todos hubieran perseverado en el camino seguro, siguiendo el patrón bíblico, el crecimiento de la iglesia habría sido incalculable. Pero muchos hermanos estaban descontentos con las «sendas antiguas» y dijeron, «No andaremos» ya en ellas. Querían ser como las «naciones» vecinas (grupos sectarios); véase 1Sa 8:5. Dejaron la base y los principios que nos habían traído tanto crecimiento y fuerza. Todo cristiano debe tomar muy en serio esta exhortación de Pablo. Examínese su vida. Que todos digamos, como dijo Samuel: «Hasta aquí nos ayudó Jehová» (1Sa 7:12) y a la vez preguntar, «Si seguimos por el mismo rumbo, ¿no nos llevará con seguridad hasta su trono?» Si seguimos en el camino original, El dirá: «No te desampararé, ni te dejaré» (Heb 13:5).

— » misma regla «, KANONI, «canon» (una vara o caña derecha usada para medir), 2Co 10:13; Gál 6:16. Muchos renuncian a lo que ellos llaman el «legalismo». Se nos dice que debemos seguir el «espíritu» y no la «letra», que no estamos bajo ley sino bajo gracia. Tuercen 2Co 3:6 («porque la letra mata, mas el espíritu vivifica») texto en el cual Pablo identifica la religión de Moisés como «letra» que mata (condena pero no tenía salvador) y el evangelio como el «espíritu» que da vida. Pero los maestros falsos enseñan hoy en día que el seguir el «espíritu» significa enseñar y hacer religiosamente como a ellos les convenga. Los que enseñan que no estamos bajo ley ignoran voluntariamente tales textos como Rom 3:27, «la ley de la fe»; 8:2, «ley del Espíritu»; Stg 1:25, «perfecta ley de libertad»; y Gál 6:2 «la ley de Cristo».

Si todos los cristianos seguimos esta misma regla, cumpliremos al mismo tiempo con la última parte del versículo: «sintamos una misma cosa».

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

en aquello a que hemos llegado. Gál 5:7; Heb 10:38, Heb 10:39; 2Pe 2:10-20; Apo 2:4, Apo 2:5; Apo 3:3.

sigamos una misma regla. Rom 12:16; Rom 15:5; Gál 6:16; Efe 5:2-8; Col 2:6.

sintamos una misma cosa. Flp 1:27; Flp 2:2; Flp 4:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

sigamos: Pablo manda a los filipenses a comportarse como soldados que «marchan juntos en formación», organizados, ocupando cada cual el lugar que le corresponde.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla. La palabra griega que se traduce «regla» se refiere a una marca en el camino que ayuda a caminar derecho, o a varias personas a caminar en fila. La orden de Pablo a los creyentes de Filipos era que se mantuvieran alineados en el progreso espiritual hacia la santificación conforme a los mismos principios que les habían llevado hasta aquí en su crecimiento espiritual (cp. 1Ts 3:10; 1Pe 2:2).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:16 — » Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa «, «Sin embargo, continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado» (BAS). Este texto se ha empleado mal para enseñar que cada cristiano está bien con el conocimiento que tenga; por ejemplo, si algún hermano cree que está bien usar instrumentos de música en el culto, o si otro hermano cree que está bien que haya iglesias patrocinadoras e instituciones iglesias de Cristo, no debe haber problema, porque los demás hermanos deben aceptar a los tales porque » ellos predican y practican de acuerdo al nivel de ‘aquello a que han llegado’ y todos deben seguir unidos». Tal «explicación» es absurda y es obviamente una perversión de lo que Pablo dice. No concuerda nada con el contexto. Pablo no defiende ni en este texto ni en otro tales prácticas sectarias.
Tampoco enseña Pablo que la ignorancia justifica la práctica de tales errores. Dicen algunos hermanos que el que ha obedecido al evangelio y lleva una vida «fiel» no será separado de Dios aunque practique estos errores con tal que lo haga por ignorancia. Citan 1Jn 1:7 («si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado») para probar que habrá «limpieza continua», porque Dios no les carga a los tales su pecado de ignorancia o de debilidad. 1Jn 1:7 no enseña tal doctrina.
Pero léase 1Co 4:3-4. «Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor». ¿Somos justificados por ser sinceros ? Claro que no. Léanse también Pro 16:2; Pro 16:25.
En la carta a los filipenses Pablo dice que los hermanos judaizantes eran «perros… malos obreros… mutiladores del cuerpo» (3:2). ¿ Justifica Pablo en el ver. 16 a los que siguieron por ignorancia a estos falsos hermanos mencionados en el mismo capítulo ? También en el mismo capítulo (3:18) les llama «enemigos de la cruz de Cristo». Pero entre los vers. 2 y 18 ¿enseña que los que siguen por ignorancia a estos falsos están perfectamente bien porque practican aquello que hasta esa fecha habían entendido ?
Pablo dice simplemente que todos debemos continuar (perseverar) en la verdad («asidos de la palabra», 2:16) que hemos aprendido, y, como hermanos maduros y fieles, debemos seguir unidos en esa verdad divina. No hemos alcanzado la perfección absoluta (3:12-14), pero sí somos maduros y debemos esforzarnos con toda diligencia para obtener el premio. El pensamiento principal y sencillo es que debemos perseverar en el mismo camino que nos ha traído hasta aquí. Nos ha traído a esta medida de perfección y nos llevará hasta el final de la carrera. Los hermanos liberales han olvidado esta exhortación. Si todos hubieran perseverado en el camino seguro, siguiendo el patrón bíblico, el crecimiento de la iglesia habría sido incalculable. Pero muchos hermanos estaban descontentos con las «sendas antiguas» y dijeron, «No andaremos» ya en ellas. Querían ser como las «naciones» vecinas (grupos sectarios); véase 1Sa 8:5. Dejaron la base y los principios que nos habían traído tanto crecimiento y fuerza. Todo cristiano debe tomar muy en serio esta exhortación de Pablo. Examínese su vida. Que todos digamos, como dijo Samuel: «Hasta aquí nos ayudó Jehová» (1Sa 7:12) y a la vez preguntar, «Si seguimos por el mismo rumbo, ¿no nos llevará con seguridad hasta su trono?» Si seguimos en el camino original, El dirá: «No te desampararé, ni te dejaré» (Heb 13:5).
— » misma regla «, KANONI, «canon» (una vara o caña derecha usada para medir), 2Co 10:13; Gál 6:16. Muchos renuncian a lo que ellos llaman el «legalismo». Se nos dice que debemos seguir el «espíritu» y no la «letra», que no estamos bajo ley sino bajo gracia. Tuercen 2Co 3:6 («porque la letra mata, mas el espíritu vivifica») texto en el cual Pablo identifica la religión de Moisés como «letra» que mata (condena pero no tenía salvador) y el evangelio como el «espíritu» que da vida. Pero los maestros falsos enseñan hoy en día que el seguir el «espíritu» significa enseñar y hacer religiosamente como a ellos les convenga. Los que enseñan que no estamos bajo ley ignoran voluntariamente tales textos como Rom 3:27, «la ley de la fe»; 8:2, «ley del Espíritu»; Stg 1:25, «perfecta ley de libertad»; y Gál 6:2 «la ley de Cristo».
Si todos los cristianos seguimos esta misma regla, cumpliremos al mismo tiempo con la última parte del versículo: «sintamos una misma cosa».

Fuente: Notas Reeves-Partain

NOTAS

(1) Lit.: “al mismo andar en línea”.

REFERENCIAS CRUZADAS

h 149 Gál 6:16

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

16 (1) Esta palabra concluye los versículos anteriores, y nos exhorta a hacer una sola cosa: andar conforme a la misma regla.

16 (2) En aquello a que hemos llegado modifica a andemos.

16 (3) Gr. stoijéo significa andar en orden, derivado de stéjo, que significa arreglar en líneas regulares, marchar enfilas, llevar el paso, ser conformados a la virtud y a la piedad, como es usado en Rom_4:12 Gál_5:25 Gál_6:16. Es diferente de la palabra andan en los vs. 17 y 18, que significa vivir, comportarse estar ocupado o pasearse, según se usa en Rom_6:4 8:4; 13:13; 1Co_3:3 ; Gál_5:16 Efe_4:1 , Efe_4:17. Con esta palabra el apóstol nos exhorta a que andemos y a que pongamos orden a nuestras vidas-en aquello a que hemos llegado, al grado que hayamos avanzado-siguiendo la misma regla, estando en la misma fila, en la misma senda, en los mismos pasos. Cualquiera que sea el estado al que hayamos llegado en nuestra vida espiritual, todos tenemos que andar, como lo hizo el apóstol, siguiendo la misma regla, en la misma senda, es decir, debemos seguir a la meta (a Cristo) para ganar al máximo a Cristo como el premio del llamamiento a lo alto que Dios nos ha hecho. Véase la nota 25 (2) de Gá 5.

16 (4) La misma línea, la misma senda, los mismos pasos. La manera en que Pablo usa esta palabra indica que debemos andar por la misma senda según el mismo principio elemental.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

sigamos lo mismo… TR registra y añade sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R1187 Pablo usa πλήν al fin de un argumento para resaltar el punto principal.

T75 El presente de infinitivo στοιχεῖν se usa como un imperativo (continuemos andando) paralelo al subjuntivo exhortativo φρονώμεν (comp. R944; B364; M126; MT179).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., siguiendo en línea

Fuente: La Biblia de las Américas

El TR registra sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa.

Fuente: La Biblia Textual III Edición