Comentario de Filipenses 4:21 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan.

4:21 — » Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan». Aprendemos los nombres de algunos de los colaboradores de Pablo en sus otras cartas escritas desde Roma (por ejemplo, a los colosenses y a Filemón). Véanse Col 4:7-18; Flm 1:23-24. Por ejemplo, Aristarco, Marcos, Justo, Epafras, Lucas y Demas estuvieron a veces con él. Pero Demas volvió al mundo, y Pablo enviaba a estos evangelistas a varios campos para enseñar, corregir problemas y animar a las iglesis. En este momento Timoteo estaba con Pablo (1:1; 2:20,22). También es probable que algunos de los hermanos sinceros (1:15b,16a) estuvieran con él.

Los saludos eran una parte esencial de las cartas de Pablo. Los hermanos eran muy amados, muy apreciados, por él. Compárense Rom 16:1-27; 1Co 16:19-21; Col 4:10-18; 2Ti 4:19-22.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Saludad a todos. Rom 16:3-16.

los santos en Cristo Jesús. Flp 1:1; 1Co 1:2; Efe 1:1.

Los hermanos … os saludan. Rom 16:21, Rom 16:22; Gál 1:2; Gál 2:3; Col 4:10-14; Flm 1:23, Flm 1:24.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Los hermanos: Pablo les recuerda que ellos son parte de la familia del Señor Jesucristo.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

todos los santos. Vea la nota sobre Flp 1:1. En el original, en lugar de utilizar el plural «todos» Pablo usó la expresión «cada uno de los santos», para declarar que cada santo era digno de su interés y atención hermanos que están conmigo. Incluidos Timoteo y Epafrodito (Flp 2:19; Flp 2:25). También estaban presentes otros que predicaban el evangelio en Roma (Flp 1:14). Es posible que Tíquico, Aristarco, Onésimo y Jesús a quien llamaban Justo (Col 4:7; Col 4:9-11).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:21 — » Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan». Aprendemos los nombres de algunos de los colaboradores de Pablo en sus otras cartas escritas desde Roma (por ejemplo, a los colosenses y a Filemón). Véanse Col 4:7-18; Flm 1:23-24. Por ejemplo, Aristarco, Marcos, Justo, Epafras, Lucas y Demas estuvieron a veces con él. Pero Demas volvió al mundo, y Pablo enviaba a estos evangelistas a varios campos para enseñar, corregir problemas y animar a las iglesis. En este momento Timoteo estaba con Pablo (1:1; 2:20,22). También es probable que algunos de los hermanos sinceros (1:15b,16a) estuvieran con él.
Los saludos eran una parte esencial de las cartas de Pablo. Los hermanos eran muy amados, muy apreciados, por él. Compárense Rom 16:1-27; 1Co 16:19-21; Col 4:10-18; 2Ti 4:19-22.

Fuente: Notas Reeves-Partain

SALUDOS

Filipenses 4:21-23

Recuerdos en Jesucristo a todos los que están dedicados a Dios. Los hermanos que están conmigo os mandan muchos recuerdos, especialmente los que son de la casa de César. ¡Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu!

La carta llega a su final con saludos. En esta última sección hay una frase intensamente interesante. Pablo manda recuerdos especialmente de los hermanos cristianos que son de la casa de César. Es importante que entendamos correctamente esta frase. No quiere decir que fueran de la familia de César en el sentido corriente. La casa de César era el nombre que se daba a lo que nosotros llamaríamos el servicio civil del Imperio, que tenía miembros por todo el mundo. Los funcionarios de palacio, los secretarios, los que estaban a cargo de los fondos imperiales, los responsables de la administración cotidiana de los asuntos del Imperio, todos estos eran la casa de César. Es del máximo interés que nos demos cuenta de que el Cristianismo ya había penetrado hasta en el mismo centro del gobierno romano y sus esferas más elevadas. Esta es la frase que nos lo revela más claramente en todo el Nuevo Testamento. Habrían de pasar otros trescientos años antes de que el Cristianismo llegara a ser la religión del Imperio, pero ya se vislumbraban las primeras señales del triunfo definitivo de Cristo. El Carpintero que fue crucificado ya había empezado a reinar en las vidas de los que gobernaban el mayor imperio del mundo.

Y así termina la carta: «¡Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu!» Los Filipenses le habían enviado su donativo a Pablo. Él no tenía más que un regalo que hacerles: su bendición. Pero, ¿qué mayor don se le puede dar a nadie que recordarle en nuestras oraciones?

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— creyente… cristianos: Lit. santo, santos. Ver nota a Rom 1:7.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Saludos finales

21, 22 Pablo comenzó su carta de acuerdo con una costumbre de la época, pero mejorada por el hecho de darse cuenta de lo que eran los escritores y lectores por causa de su llamamiento cristiano, y la finaliza de la misma manera. Dice de nuevo que sus lectores son santos (ver 1:1). Están en Cristo Jesús, y por ello son verdaderamente hermanos y hermanas. Así que los saludos fueron enviados, e incluidos entre los que los enviaron estaban los que pertenecen a la casa del César. Precisar quiénes serían estas personas depende de alguna manera del lugar donde la carta fue escrita (ver la Introducción en relación con el tiempo y el lugar en que fue escrita). Sin embargo, si el lugar era Roma o no, la probabilidad es que no eran realmente miembros de la familia del César, sino “personas empleadas en el establecimiento doméstico y admi nistrativo del emperador” (Beare). Aun así, es significativo que había en este tiempo cristianos fieles en el servicio imperial.

23 La carta cierra como comenzó, con la oración, la cual abarca todas las otras peticiones, por la gracia de nuestro Señor Jesucristo presente, morando en los creyentes, siempre vivificando el espíritu humano.

Francis Foulkes

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

l 203 Col 4:18

m 204 1Ts 1:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

todo santo… M↓ registran todos los santos.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

M i insertan todos los santos.

Fuente: La Biblia Textual III Edición