Comentario de Filipenses 4:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¡Regocijaos en el Señor siempre! Otra vez lo digo: ¡Regocijaos!

4:4 — » Regocijaos en el Señor», véase 3:1, notas. Un preso que pronto será llevado delante del tribunal de César para recibir la sentencia de muerte habla de regocijo. A Pablo lo habían perseguido, golpeado, apedreado, y encarcelado varias veces, pero a media noche, aprisionado con el cepo, podía cantar himnos y orar a Dios (Hch 16:24-25), y esto ocurrió en Filipos. Como la palabra de Dios que nunca puede estar «presa» (2Ti 2:9), tampoco el espíritu de Pablo podía estar preso. ¡Cuán grande es el poder consolador del evangelio! Nunca se le ve a Pablo amargo o agrio de espíritu. ¡Regocijaos!

— «siempre» . Bajo todas las circunstancias de la vida: si sufrimos persecución; si los seres amados sufren persecución; cuando sufrimos aflicción física; cuando nos amenaza la muerte, o cuando mueren nuestros seres amados (familiares o hermanos en Cristo); cuando los días están llenos de tristeza y oscuridad. ¿Cómo es posible regocijarnos bajo tales circunstancias? Es posible porque las circunstancias adversas no deben afectar nuestro gozo en Cristo. Muchas personas no saben nada de gozo a menos que haya prosperidad, buena salud, y muchos placeres, pero los cristianos saben transformar las circunstancias malas en bendiciones (1:12-14; Rom 5:3-5; Stg 1:2-4).

Esto no significa que el cristiano sea como un robot que no siente el dolor ni que la muerte y la aflicción no le causan tristeza, sino que se regocija en el Señor en todo esto porque sabe que Dios todavía está sentado sobre su trono, que El es el Gobernador del mundo entero, y que El puede emplear todas las adversidades de la vida para el beneficio espiritual de sus hijos (Gén 50:20; 2Co 12:8-12).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Gozaos en el Señor. Flp 3:1; Rom 12:12.

siempre. Sal 34:1, Sal 34:2; Sal 145:1, Sal 145:2; Sal 146:2; Mat 5:12; Hch 5:41; Hch 16:25; Rom 5:2, Rom 5:3; 1Ts 5:16-18; Stg 1:2-4; 1Pe 4:13.

otra vez digo. Flp 3:1; 2Co 13:1, 2Co 13:2; Gál 1:8.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Pablo exhorta a los creyentes a esforzarse por conseguir las cuatro virtudes cristianas básicas:

(1) Regocijarse en el Señor siempre (v. Flp 4:4),

(2) ser gentil con todos los hombres (v. Flp 4:5),

(3) permanecer en oración, no afanarse (v. Flp 4:6), y

(4) pensar en lo bueno (v. Flp 4:8).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

En medio de las dificultades, en medio de cualquier circunstancia, los cristianos deben regocijarse. El gozo de los cristianos no se fundamenta en las circunstancias agradables sino en su relación con Dios. Los cristianos habrán de enfrentar dificultades en este mundo, pero ellos deben regocijarse en las dificultades que enfrentan porque saben que Dios usa estas circunstancias para moldear su carácter (Stg 1:2-4).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

REGOCIJAOS EN EL SEÑOR SIEMPRE. El creyente debe alegrarse y cobrar fuerza al reconocer la grada, la cercanía y las promesas del Señor (véase Flp 1:4, nota).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Regocijaos en el Señor. Vea la nota sobre Flp 3:1.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:4 — » Regocijaos en el Señor», véase 3:1, notas. Un preso que pronto será llevado delante del tribunal de César para recibir la sentencia de muerte habla de regocijo. A Pablo lo habían perseguido, golpeado, apedreado, y encarcelado varias veces, pero a media noche, aprisionado con el cepo, podía cantar himnos y orar a Dios (Hch 16:24-25), y esto ocurrió en Filipos. Como la palabra de Dios que nunca puede estar «presa» (2Ti 2:9), tampoco el espíritu de Pablo podía estar preso. ¡Cuán grande es el poder consolador del evangelio! Nunca se le ve a Pablo amargo o agrio de espíritu. ¡Regocijaos!
— «siempre» . Bajo todas las circunstancias de la vida: si sufrimos persecución; si los seres amados sufren persecución; cuando sufrimos aflicción física; cuando nos amenaza la muerte, o cuando mueren nuestros seres amados (familiares o hermanos en Cristo); cuando los días están llenos de tristeza y oscuridad. ¿Cómo es posible regocijarnos bajo tales circunstancias? Es posible porque las circunstancias adversas no deben afectar nuestro gozo en Cristo. Muchas personas no saben nada de gozo a menos que haya prosperidad, buena salud, y muchos placeres, pero los cristianos saben transformar las circunstancias malas en bendiciones (1:12-14; Rom 5:3-5; Stg 1:2-4).
Esto no significa que el cristiano sea como un robot que no siente el dolor ni que la muerte y la aflicción no le causan tristeza, sino que se regocija en el Señor en todo esto porque sabe que Dios todavía está sentado sobre su trono, que El es el Gobernador del mundo entero, y que El puede emplear todas las adversidades de la vida para el beneficio espiritual de sus hijos (Gén 50:20; 2Co 12:8-12).

Fuente: Notas Reeves-Partain

LAS MARCAS DE LA VIDA CRISTIANA

Filipenses 4:4-5

Regocijaos en el Señor en todo tiempo. Os lo diré otra vez: ¡Regocijaos! Que todo el mundo os reconozca por vuestra agradable gentileza. ¡El Señor está cerca!

Pablo propone a sus amigos Filipenses dos grandes cualidades de la vida cristiana.
(i) La primera es la cualidad del gozo. » Regocijaos… Oslo diré otra vez: ¡Regocijaos!» Es como si al haber dicho

» ¡Regocijaos!» se le representara en la mente el cuadro de todo lo que se les echaba encima. Él mismo estaba en la cárcel, con la perspectiva de una muerte casi cierta; los Filipenses estaban iniciando la carrera cristiana, y les esperaban inevitablemente días tenebrosos, peligros y persecuciones. Así es que Pablo dice: » Sé lo que estoy diciendo. He pensado en todo lo que nos puede suceder. Y todavía digo: ¡Regocijaos!» El gozo cristiano es independiente de todas las cosas de la Tierra, porque tiene su fuente en la presencia continua de Cristo. Dos amantes están siempre felices cuando están juntos, no importa dónde. El cristiano no puede nunca perder el gozo porque no puede nunca perder a Cristo.

(ii) Pablo prosigue: » Vuestra moderación sea conocida de todos los hombres:» La palabra epieikés, traducida por modestia -siguiendo a la Vulgata- hasta la R-Y09 y por gentileza desde R-V’ 60, es una de las palabras griegas más intraducibles. La dificultad se puede ver por el número de traducciones que se le dan, de las que citamos solo unas pocas: B-C, moderación; NBE, lo comprensivos que sois; Nou Testament’79, gent de bon tracte; N T.Living’72, individubs desinteresados y considerados; R-V’77(CLIE), mesura; Hispanoamericana, 1916, y RVA’ 89, amabilidad. Se han sugerido, y usado los equivalentes en otras lenguas de: ser comprensivos, simpatía, magnanimidad, autodominio, buenos modales, buena educación, cortesía, gracia. Queda claro que no encontramos una sola palabra española que abarque todos estos sentidos y matices.

Los griegos mismos explicaban esta palabra como » justicia y algo mejor que la justicia.» Decían que la epiea7ceia, palabra gemela de la anterior, debería entrar en juego cuando la estricta justicia resultaría injusta. Puede haber ejemplos individuales en los que una ley perfectamente justa sería injusta, o en los que no seria equitativa. Una persona tiene la cualidad de epieikeia si sabe cuando no debe aplicar la estricta letra de la ley, cuando debe relajar la justicia para introducir la gracia, la misericordia.

Tomemos un ejemplo sencillo que vive un profesor casi todos los días. Tiene dos estudiantes. Corrige sus exámenes. Aplica la justicia, y descubre que uno tiene 80% y el otro 50%. Pero resulta que el primero ha tenido todas las facilidades de libros, tranquilidad y comodidad para estudiar, mientras que el segundo vive en condiciones humildes, tiene un equipo inadecuado, o ha estado enfermo, o ha pasado recientemente por experiencias dolorosas y tensas. En estricta justicia merece 50% y no más; pero epiecWeia elevará su calificación.

EpieaWeia es la cualidad del que sabe que las reglas no deben tener la última palabra, y cuándo no se debe aplicar la letra de la ley. Puede que un consejo de iglesia se reúna con el reglamento de la iglesia sobre la mesa, y tome todas las decisiones de acuerdo con las normas de su denominación; pero hay veces en que la situación exige que no se tome el libro de orden como la última palabra.

El cristiano, como lo veía Pablo, sabe que hay algo por encima de la justicia. Cuando Le trajeron a Jesús a la mujer que había sido sorprendida en adulterio, Jesús podía haber aplicado la letra de la Ley según la cual debía ser lapidada; pero El fue más allá de la justicia. En estricta justicia, ninguno de nosotros merece nada más que la condenación de Dios; pero Él va más allá de la justicia. Pablo establece que el cristiano en sus relaciones personales con sus semejantes debe mostrar que sabe cuándo insistir en la justicia y cuándo recordar que hay algo mejor más allá de la justicia.
¿Por qué hemos de ser así? ¿Por qué hemos de tener en nuestra vida ese gozo y esa amable gentileza? Porque, dice Pablo, el Señor está cerca. Si esperamos la venida triunfal de Cristo, no podemos perder nunca la esperanza ni el gozo. Si recordamos que la vida es corta, no insistiremos en aplicar la estricta justicia que tantas veces divide a las personas, sino querremos tratarlas con amor, como esperamos que Dios nos trate. La justicia es humana, pero epiefeia es divina.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Llamado al gozo y a la vida de oración

Otra vez el tema del gozo sobresale en esta carta cuando el Apóstol dice a sus lectores: ¡Regocijaos … siempre!, y agrega en el Señor repitiendo la frase aun otra vez: “Estad firmes en el Señor … ” (1) “que se pongan de acuerdo en el Señor” (2), y ahora: ¡Regocijaos en el Señor … ! El total del vivir cristiano es un asunto de esa relación con el Señor Jesús viviente, en la atmósfera de su presencia y su gracia que lo hace todo posible.

5 Hay una calidad de vida que debe ser conocida por todos en cada expresión de la vida y las relaciones interpersonales del cristiano. El término traducido amabilidad por la RVA, admite otras traducciones: “bondad” (DHH); “mesura” (BJ); “gentileza” y “cortesía” en otras versiones. De estas diversas traducciones podemos obtener la idea subyacente. La cercanía al Señor que motiva esta cali dad espiritual podría significar su cercanía al creyente en todo tiempo, la cercanía de su regreso, o ambas cosas.

6 La ansiedad no tiene lugar en la vida de los cristianos ya que en todo puede haber oración, la oración en sus varias formas y modos: petición, ruego, pero por sobre todo acción de gracias. Esto es porque debemos siempre alabanza a Dios, y porque la fe es vivificada cuando recordamos en acción de gracias lo que Dios ha hecho por nosotros en el pasado. Hay un eco aquí de la enseñanza de Jesús (Mat. 6:25-34; 7:7-11). Primera Ped. 5:7 dice algo semejante: “Echad sobre él toda vuestra ansiedad, porque él tiene cuidado de vosotros”, y como J. A. Bengel ( New Testament Word Studies, Vol. 2 [Kregel Pub., 1978] p. 447) señala apropiadamente: “Ansiedad y oración son más opuestos entre sí que el fuego y el agua.”

7 Cuando la oración reemplaza a la preocupación sobreviene la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, y esa paz actúa como un centinela que resguarda la mente y las emociones del cristiano de ser abrumadas por un repentino arrebato de miedo, ansiedad o tentación. Esta realidad deberían comprobarla los cristianos diariamente.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) “Señor”, אABVg; J7,8,13,14,16,24: “Jehová”.

REFERENCIAS CRUZADAS

i 173 Sal 64:10; Sal 104:34

j 174 Deu 26:11; Sal 97:12; Isa 9:3; 1Ts 5:16

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

4 super (1) El regocijo nos proporciona la fortaleza para la unidad de la que se habla en los vs.2 y 3. Además, regocijarse en el Señor es la clave para tener las virtudes excelentes que se enumeran en los vs.5-9.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro