Biblia

Comentario de Gálatas 1:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Gálatas 1:18 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Luego, después de tres años, subí a Jerusalén para entrevistarme con Pedro y permanecí con él quince días.

1:18

— Después, pasados tres años — (Hch 9:23-25, «pasados muchos días»; predicó el evangelio por tres años antes de conocer a los apóstoles.

— subí a Jerusalén para ver a Pedro (no para ser instruido por Pedro sino simplemente para verlo, es decir, conocerlo) .

— y permanecí con él quince días; — Quince días no es suficiente tiempo para ser doctrinado en el evangelio.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

subí a Jerusalén. Hch 9:26-29; Hch 22:17, Hch 22:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

pasados tres años: Estos podían ser 36 meses, o también un corto período de tiempo, que se midió desde el final de un año, a través del segundo año completo, y terminó en el comienzo del tercer año. Estos tres años pueden comenzar en el momento de la conversión de Pablo (vv. Gál 1:15, Gál 1:16) o desde su partida a Arabia (v. Gál 1:17). Indudablemente, Pablo y Pedro conversaron extensamente acerca de Cristo y del evangelio durante los quince días que Pablo estuvo en Jerusalén.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

tres años. El tiempo aproximado desde la conversión de Pablo hasta su primer viaje a Jerusalén. Durante esos años él hizo una visita a Damasco y residió en Arabia, bajo la instrucción del Señor. Esta visita se discute en Hch 9:26-30 (vea la nota sobre Hch 9:23). subí a Jerusalén. Los viajeros en Israel siempre hablaban de subir a Jerusalén debido a su elevación geográfica (vea la nota sobre Hch 18:22). ver. Se traduce mejor «familiarizarse con». Pedro. Vea las notas sobre Mat 10:2; vea la Introducción a Primera Pedro: Autor y fecha. El apóstol que fue el acompañante personal del Señor y el vocero más poderoso del evangelio en los primeros años de la iglesia en Jerusalén (Hch 1:1-26; Hch 2:1-47; Hch 3:1-26; Hch 4:1-37; Hch 5:1-42; Hch 6:1-15; Hch 7:1-60; Hch 8:1-40; Hch 9:1-43; Hch 10:1-48; Hch 11:1-30; Hch 12:1-25).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:18 — Después, pasados tres años — (Hch 9:23-25, «pasados muchos días»; predicó el evangelio por tres años antes de conocer a los apóstoles.
— subí a Jerusalén para ver a Pedro (no para ser instruido por Pedro sino simplemente para verlo, es decir, conocerlo) .
— y permanecí con él quince días; — Quince días no es suficiente tiempo para ser doctrinado en el evangelio.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA CARRERA DE LOS ELEGIDOS

Gálatas 1:18-25

Tres años más tarde subí a Jerusalén para visitar a Cefas, y pasé con él una quincena. No vi a ningún otro apóstol, salvo a Santiago, el hermano del Señor. En cuanto a lo que os estoy escribiendo Dios me es testigo de que no os estoy engañando. Después pasé a las regiones de Siria y de Cilicia, pero seguía siendo. un desconocido para las iglesias cristianas de Judasa. Lo único que sabían de mí era la noticia que les había llegado: «¡El que era antes nuestro perseguidor, ahora está predicando la fe que antes trataba de erradicar!» Así que ellos encontraban en mí una causa para glorificar a Dios.

Cuando leemos este pasaje a continuación de la sección anterior vemos lo que Pablo hizo cuando la mano de Dios le detuvo.
(i) Primero, se retiró a Arabia. Se retiró para estar a solas, y por dos razones. La primera, porque tenía que pensar a fondo eso tan tremendo que le había sucedido. La segunda, tenía que hablar con Dios antes de hablar a los hombres.

Desgraciadamente son los menos los que se toman tiempo para ponerse cara á cara ante sí mismos y ante Dios; ¿cómo puede uno enfrentarse con las tentaciones, los estreses y las tensiones de la vida, a menos que se haya pensado las cosas a fondo e intensamente?
(ii) Segundo, volvió a Damasco. Eso requería coraje. Había ido a Damasco la vez anterior para acabar con la Iglesia, y entonces Dios le detuvo; y todo Damasco lo sabía. Volvió lo antes posible para darles su testimonio a las personas que conocían muy bien su pasado.

Kipling tiene un poema famoso que se llama Mulholland’s Vow -El voto de Mulholland. Se trata de uno que trabajaba en un barco que transportaba ganado. Se desencadenó una tormenta, y los toros se desencadenaron también. Mulholland hizo un trato con Dios: Si le salvaba de los cuernos y las pezuñas amenazantes, Le serviría desde aquel momento toda su vida. Cuando se encontró a salvo en tierra, se propuso cumplir su parte del trato. Pero su idea era predicar la religión donde nadie le conociera. Pero la orden de Dios le llegó con toda claridad: «Vuelve a los barcos del ganado, y predica Mi Evangelio allí.» Dios le envió de vuelta al lugar que conocía y donde le conocían. Nuestro testimonio cristiano, como nuestra caridad, debe empezar en casa.

(iii) Tercero, Pablo fue a Jerusalén. De nuevo le vemos exponiendo su vida. Sus amigos judíos de antes, estarían buscando su vida, porque le consideraban un renegado. Sus víctimas de antes, los cristianos, no le querrían recibir, porque les costaría creer que fuera un hombre cambiado. Pablo tuvo el valor de enfrentarse con su pasado. No nos libramos realmente de nuestro pasado huyendo de él; tenemos que asumirlo y vencerlo.

(iv) Pablo fue a Siria y Cilicia. Allí era donde estaba Tarso, donde se había criado. Allí estaban los amigos de su niñez y juventud. De nuevo escogió el camino más dificil. Sin duda le tendrían por loco; se enfrentarían con él con ira o, con algo aun peor, con sarcasmo. Pero él estaba preparado a que le tomaran por loco por causa de Cristo.

En estos versículos, Pablo estaba tratando de defender y demostrar la independencia de su Evangelio. No lo había recibido de ningún hombre, sino de Dios. No lo consultó con ninguna persona, sino con Dios. Pero, mientras escribía, se retrató a sí mismo inconscientemente como un hombre que tenía valor para testificar de su cambio y predicar su Evangelio en los lugares más difíciles.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

No es sino mucho tiempo después que Pablo va a Jerusalén, pero no con la intención de instruirse en el evangelio, sino con la de conocer a Pedro y tal vez buscar algún acuerdo con él, aunque esto Pablo no lo menciona: Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días.

Es importante mantener en la traducción el énfasis en la distancia temporal, punto que le interesa dejar en claro a Pablo: «Luego, de allí a tres años, subí a Jerusalén» (BJ), “Después, pasados ya tres años” (Vidal: 81). También se podría traducir: “Sólo después de tres años”, “No fui a Jerusalén antes de que hubieran pasado tres años”.

El verbo que se traduce como ver tiene en el original la connotación de visitar con la intención de conocer a alguien o algo. Casi todas las versiones optan por «conocer». La BL entiende aquí la palabra griega como «entrevistarme». Es importante que la traducción no deje ninguna posibilidad de entender esta visita de Pablo como un deseo suyo de preguntar algo sobre doctrina o de buscar enseñanza: “Mi único interés era conocer a Pedro”.

El texto griego utiliza el nombre arameo «Cefas», que es retenido en varias versiones (DHH96, BJ, BP). Otras versiones optan por Pedro (RV60, TLA, NVI), más familiar en el ámbito de las iglesias. El texto griego usa ambos nombres en diferentes pasajes, lo cual podría tener alguna intención. Por esa razón, es mejor mantener en la traducción los cambios de nombre. Según parece, Pablo utiliza «Cefas» cuando el argumento está relacionado con el origen judío de Pedro, en tanto que prefiere usar Pedro para hablar de él en su nueva condición de cristiano.

De la referencia a esta visita, es importante reflejar la intención de Pablo, quien pone énfasis en el tiempo limitado de la misma. Esto es bien captado por algunas versiones: «Y sólo estuve quince días con él» (TLA), “y permanecí con él sólo quince días” (Vidal: 81). La mayoría prefiere una expresión más neutral: «Con quien estuve quince días» (DHH96), «y permanecí quince días en su compañía» (BJ), «y me quedé quince días con él» (BP).

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Hch 9:26-30.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— Pedro: Lit. Cefas. Ver Jua 1:42 y 1Co 1:12.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Lit.: “visitar para inquirir”.

REFERENCIAS CRUZADAS

k 37 Hch 9:26

l 38 Jua 1:42; 1Co 15:5

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

18 super (1) La palabra griega implica visitar para conocer.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Relato de Pablo acerca de sus relaciones con los apóstoles de Jerusalén. Aunque no dependía de los hombres. Pablo deja bien claro que se encuentra dentro de la corriente de la tradición apostólica representada por Santiago, Pedro y Juan.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

para ver a Pedro. Mejor, visitar. El objetivo de la visita de Pablo a Cefas (Pedro) era familiarizarse con él, más bien que consultar con el. También vio a Jacobo, el medio hermano del Señor (v. Gál 1:19), pero no visitó las iglesias de Judea (v. Gál 1:22).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Jerusalén…Hch 9:26-30 Cefas… El TR sustituye el nombre arameo Cefas por el más familiar Pedro.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

M53 Πρός denota posición: con.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., Cefas

Fuente: La Biblia de las Américas

g Hch 9:26-30.

1:18 El TR sustituye el nombre arameo Cefas e inserta el más familiar Pedro.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

?V. 18: ?Después, pasados tres años, vine a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días.? ? ??Obsérvese el cuidado con que Pablo agrega «pasados tres años», y no «para oír» sino «para ver» a? ?Pedro. Pues si declara haber enseñado en Damasco por espacio de tres años (esto es, hasta que se vio? ?obligado a abandonar la ciudad por sobre el muro), seguramente lo hace para poner de manifiesto que su? ?labor evangelística no comenzó con el encuentro con Pedro ni por iniciativa de éste, sino ya mucho antes.? ?Y con esto quiere tapar la boca a los apóstoles falsos, quienes tal vez se valieron de dicho encuentro como? ?de un argumento para afirmar que Pablo recibió instrucciones de Pedro, cuyo ejemplo habían invocado? ?para instigar a los Gálatas a que guardaran la ley. San Jerónimo empero habla de un doble sentido que él? ?encontró en este pasaje: se lo puede entender como afirmación de que Pablo fue instruido por Pedro, y? ?también como negación de este hecho. En su «Carta a Paulino» sin embargo, se inclina decididamente al? ?primer sentido, y expresa su opinión de que u1 maestro de los gentiles (para usar sus propias palabras) fue? ?instruido en el misterio de la ogdoada y la hebdomada.?83? Menciono estos detalles para que el avisado lector? ?entienda a Jerónimo en este sentido, y no lo interprete mal a Pablo, el cual, al dar tan inusitado énfasis a? ?todo esto, lo hace para demostrar con argumentos irrebatibles que él no aprendió nada de los apóstoles sino? ?que lo recibió todo de Dios (como ya se repitió un buen número de veces). Pero que San Jerónimo se haya? ?dado frecuentemente el gusto de jugar con el misterio de los quince días no es de condenar; sólo que es? ?preciso reconocer que Pablo los menciona aquí no simplemente porque le gustaran las expresiones enigmáticas, sino también horque lo requerían el tema y la historia que estaba relatando. Es posible que Pablo se refiera a estos quince días para hacer ver que el tiempo de su permanencia con Pedro habría sido suficiente si hubiese venido con el propósito de enseñarle algo; o para decirlo de otra manera: que estuvo con? ?Pedro no con intención de recibir instrucción en él, pues para esto se habría requerido más tiempo, sino en? ?calidad de huésped, sólo para visitarlo.? ?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero