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Comentario de Gálatas 1:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Gálatas 1:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Estoy asombrado de que tan pronto os estéis apartando del que os llamó por la gracia de Cristo, para ir tras un evangelio diferente.

1:6

— Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado — Al saludar a los filipenses Pablo se acuerda de «vuestra comunión en el evangelio… en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia» (Flp 1:5; Flp 1:7). Al saludar a los tesalonicenses se acuerda de «la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo» (1Ts 1:3), pero al saludar a los hermanos gálatas no les alaba, sino que inmediatamente expresa su preocupación por la condición lamentable de estas congregaciones.

«El presente de indicativo en voz media de metatithemi, cambiar lugares, transferir. ‘Os estáis transfiriendo a vosotros mismos'» (Robertson). Los hermanos gálatas estaban en el proceso de alejarse del evangelio puro. Seguramente no habían estudiado bien la cuestión, comparando la nueva doctrina con la de Pablo. No tenían la actitud de los de Berea (Hch 17:11). Si hubieran apreciado la libertad en Cristo, y si hubieran estudiado objetivamente la nueva doctrina, la habrían rechazado, pero lamentablemente estaban fascinados por sus nuevos maestros (3:1). Eran como «niños fluctuantes, llevados por doquiera por todo viento de doctrina» (Efe 4:14). Todos los santos que no están cimentados, arraigados y sobreedificados en la verdad (Col 2:7), pueden ser víctimas de falsos maestros. «Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento» (Ose 4:6).

Jesús «estaba asombrado de la incredulidad de ellos» (Mar 6:6). La situación de los gálatas fue sorprendente. ¡Cómo habían cambiado! «Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos» (4:13-15).

Pablo considera el caso de los gálatas como una «fascinación» («¡Oh Gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad?» 3:1). La palabra «fascinar» (ebaskanen) significa «atraer mal sobre uno mediante fingida alabanza o el mal de ojo (vudú), extraviar mediante malas artes» (Vine). El sustantivo de esta palabra (baskania) significa brujería. Los gálatas fueron fascinados por los judaizantes porque estos no aparecieron como los lobos rapaces que eran (Mat 7:15), sino que llegaron disfrazados como «ministros de justicia» (2Co 11:13).

El predicador fiel que ha trabajado diligentemente en algún campo y tiene que combatir falsos maestros que quieren destruir su obra entiende perfectamente este lenguaje de Pablo.

Pero Satanás se aprovecha de la debilidad e inconstancia de miembros de la iglesia (Hch 20:29-30; Efe 4:14; Heb 6:12-14). El gran anhelo de Pablo y de todo fiel obrero es que los hermanos estén «arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe» (Col 2:7).

— del que os llamó por la gracia de Cristo, — «Esta persuasión no procede de aquel que os llamó» (5:8). Dios llamó solamente por el evangelio puro (2Ts 2:14). Los hermanos gálatas estaban abandonando a Aquel que los llamó y retractando su confesión de fe en Cristo.

— para seguir un evangelio diferente. — heteron, de otra clase, de otro carácter. El asunto tratado por Pablo no tiene que ver con pormenores ni opiniones. No eran pequeñas diferencias que no importaban. Cuando los gálatas obedecieron al evangelio puro, fueron perdonados y librados de «este presente siglo malo» y disfrutaron de la libertad con que Cristo nos hizo libres (5:1); fueron justificados por la fe de Cristo (2:16). Entonces llegaron los judaizantes y les llevaban otra vez a la esclavitud (5:1), sujetaban sus almas a la maldición (3:10) y les hacía caer de la gracia (5:4). Así fue la consecuencia de aceptar «otro evangelio». La palabra evangelio significa buenas nuevas, pero el «otro evangelio» no se puede llamar buenas nuevas.

Se trataba de otro evangelio completamente diferente, un evangelio que no salvaba a nadie. En otro texto (2Co 11:4) Pablo habla de predicar «a otro Jesús». Los «testigos» de El Atalaya predican a otro Jesús; dicen que fue creado, que es una criatura. De esta manera blasfeman a Cristo. También los «apostólicos» predican a otro Jesús diciendo que El es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Algunos hermanos enseñan que Jesús no usó ningún atributo divino (que hizo todo como mero hombre); éste no es el Jesús del Nuevo Testamento. También todos los que predican otro evangelio predican a otro Jesús.

El propósito del evangelio de los judaizantes no fue para salvar, sino (1) para ganar seguidores para sí mismos, 4:17; Hch 20:29; (2) para gloriarse en la carne de sus conversos (6:13); y (3) para evitar la persecución (5:11; 6:12).

A través de los siglos muchos hombres (y mujeres) han inventado «evangelios» diferentes: los adventistas son semejantes a los judaizantes, pues requieren que sus conversos observen la ley de Moisés (guardar el sábado, diezmar, abstenerse de comidas, etc.); los líderes católicos han agregado muchas cosas al evangelio original y quitan cosas enseñadas por los apóstoles; los evangélicos también requieren el diezmo y los instrumentos de música y quitan el bautismo como requisito del evangelio; los mormones no requieren solamente la fe en Jesucristo sino también la fe en José Smith como profeta; en fin, todas las religiones establecidas por los hombres predican «un evangelio diferente».

Lo muy triste del asunto es que millones de personas aceptan y siguen tales religiones falsas simplemente porque no se animan a investigarlas a la luz de las Escrituras (1Ts 5:21; Hch 17:11; 1Jn 4:1; 2Jn 1:9-11; 1Pe 4:11).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

estoy maravillado. Mar 6:6; Jua 9:30.

que tan pronto. Gál 3:1-5; Gál 4:9-15; Gál 5:4, Gál 5:7; Sal 106:13; Isa 29:13; Jer 2:12, Jer 2:13.

del que os llamó. Gál 5:8; 1Co 4:15; 2Ts 2:14; 2Ti 1:9; 1Pe 1:15; 2Pe 1:3.

a la gracia de Cristo. Hch 15:11; Rom 5:2; 1Ti 1:14; 2Ti 2:1; Apo 22:21.

para seguir un evangelio diferente. Rom 10:3; 2Co 11:4.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El uso de la palabra maravillado revela el impacto que causó en Pablo el que los gálatas se hubiesen apartado del evangelio de la inmerecida gracia de Dios. Los Gálatas cayeron sin darse cuenta en un mensaje diferente, uno que no era otro mensaje verdadero de salvación. Los causantes del problema eran culpables de tratar de pervertir el evangelio de Cristo, no de presentar una alternativa mejor.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

UN EVANGELIO DIFERENTE. Los falsos maestros habían ido a los gálatas, a tratar de persuadirlos a que rechazaran las enseñanzas de Pablo y aceptaran «un evangelio diferente». En su presentación de ese evangelio ellos enseñaban que la salvación implicaba no sólo creer en Cristo, sino también incorporarse a la fe judía mediante la circuncisión (Gál 5:2), la obediencia a la ley (Gál 3:5) y la observancia de los días que los judíos consideraban sagrados (Gál 4:10).

(1) La Biblia afirma claramente que hay un solo evangelio, «el evangelio de Cristo» (v. Gál 1:7), que ha llegado al hombre «por revelación de Jesucristo» (v. Gál 1:12) e inspiración del Espíritu Santo (véase el ARTÍCULO LA INSPIRACIÓN Y LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA, P. 1756. [2Ti 3:16-17]). Este evangelio se define y se revela en la Biblia, la Palabra de Dios.

(2) No se deben incluir en el evangelio de Cristo enseñanzas, doctrinas ni ideas procedentes de personas, iglesias o tradiciones, que no se expongan o se impliquen en la Palabra de Dios (v. Gál 1:11). Mezclarlas con el contenido original del evangelio es «pervertir el evangelio de Cristo» (v. Gál 1:7).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

tan pronto. Esta palabra griega puede significar «con tanta facilidad» o «con tal rapidez» y en algunas ocasiones las dos cosas al mismo tiempo. Sin duda alguna ambos significados caracterizaron la respuesta de los gálatas a las doctrinas herejes de los falsos maestros. alejado. Esto es mejor traducido «desertando». La palabra griega se empleaba para aludir a la deserción militar que se castigaba con la muerte. La forma de este verbo griego indica que los creyentes en Galacia abandonaron la gracia por voluntad propia a fin de dedicarse al legalismo enseñado por los maestros falsos (vea las notas sobre Gál 5:4). os llamó. Esto podría traducirse «quien os llamó una sola vez y para siempre» (cp. 2Ts 2:13-14; 2Ti 1:8-9; 1Pe 1:15), y se refiere al llamado eficaz de Dios a la salvación (vea la nota sobre Rom 1:7). gracia de Cristo. El acto gratuito y soberano de misericordia que Dios realiza al conceder salvación por los méritos de la muerte y la resurrección de Cristo, aparte por completo de cualquier obra o mérito humano (vea la nota sobre Rom 3:24). un evangelio diferente. Cp. 2Co 11:4. La perversión que los judaizantes hicieron del evangelio verdadero. Añadieron requisitos, ceremonias y parámetros del antiguo pacto como requisitos previos y necesarios para la salvación. Vea las notas sobre Gál 3:3; Gál 4:9; Gál 5:7; Flp 3:2.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:6 — Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado — Al saludar a los filipenses Pablo se acuerda de «vuestra comunión en el evangelio… en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia» (Flp 1:5; Flp 1:7). Al saludar a los tesalonicenses se acuerda de «la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo» (1Ts 1:3), pero al saludar a los hermanos gálatas no les alaba, sino que inmediatamente expresa su preocupación por la condición lamentable de estas congregaciones.
«El presente de indicativo en voz media de metatithemi, cambiar lugares, transferir. ‘Os estáis transfiriendo a vosotros mismos'» (Robertson). Los hermanos gálatas estaban en el proceso de alejarse del evangelio puro. Seguramente no habían estudiado bien la cuestión, comparando la nueva doctrina con la de Pablo. No tenían la actitud de los de Berea (Hch 17:11). Si hubieran apreciado la libertad en Cristo, y si hubieran estudiado objetivamente la nueva doctrina, la habrían rechazado, pero lamentablemente estaban fascinados por sus nuevos maestros (3:1). Eran como «niños fluctuantes, llevados por doquiera por todo viento de doctrina» (Efe 4:14). Todos los santos que no están cimentados, arraigados y sobreedificados en la verdad (Col 2:7), pueden ser víctimas de falsos maestros. «Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento» (Ose 4:6).
Jesús «estaba asombrado de la incredulidad de ellos» (Mar 6:6). La situación de los gálatas fue sorprendente. ¡Cómo habían cambiado! «Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio; y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos» (4:13-15).
Pablo considera el caso de los gálatas como una «fascinación» («¡Oh Gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad?» 3:1). La palabra «fascinar» (ebaskanen) significa «atraer mal sobre uno mediante fingida alabanza o el mal de ojo (vudú), extraviar mediante malas artes» (Vine). El sustantivo de esta palabra (baskania) significa brujería. Los gálatas fueron fascinados por los judaizantes porque estos no aparecieron como los lobos rapaces que eran (Mat 7:15), sino que llegaron disfrazados como «ministros de justicia» (2Co 11:13).
El predicador fiel que ha trabajado diligentemente en algún campo y tiene que combatir falsos maestros que quieren destruir su obra entiende perfectamente este lenguaje de Pablo.
Pero Satanás se aprovecha de la debilidad e inconstancia de miembros de la iglesia (Hch 20:29-30; Efe 4:14; Heb 6:12-14). El gran anhelo de Pablo y de todo fiel obrero es que los hermanos estén «arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe» (Col 2:7).
— del que os llamó por la gracia de Cristo, — «Esta persuasión no procede de aquel que os llamó» (5:8). Dios llamó solamente por el evangelio puro (2Ts 2:14). Los hermanos gálatas estaban abandonando a Aquel que los llamó y retractando su confesión de fe en Cristo.
— para seguir un evangelio diferente. — heteron, de otra clase, de otro carácter. El asunto tratado por Pablo no tiene que ver con pormenores ni opiniones. No eran pequeñas diferencias que no importaban. Cuando los gálatas obedecieron al evangelio puro, fueron perdonados y librados de «este presente siglo malo» y disfrutaron de la libertad con que Cristo nos hizo libres (5:1); fueron justificados por la fe de Cristo (2:16). Entonces llegaron los judaizantes y les llevaban otra vez a la esclavitud (5:1), sujetaban sus almas a la maldición (3:10) y les hacía caer de la gracia (5:4). Así fue la consecuencia de aceptar «otro evangelio». La palabra evangelio significa buenas nuevas, pero el «otro evangelio» no se puede llamar buenas nuevas.
Se trataba de otro evangelio completamente diferente, un evangelio que no salvaba a nadie. En otro texto (2Co 11:4) Pablo habla de predicar «a otro Jesús». Los «testigos» de El Atalaya predican a otro Jesús; dicen que fue creado, que es una criatura. De esta manera blasfeman a Cristo. También los «apostólicos» predican a otro Jesús diciendo que El es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Algunos hermanos enseñan que Jesús no usó ningún atributo divino (que hizo todo como mero hombre); éste no es el Jesús del Nuevo Testamento. También todos los que predican otro evangelio predican a otro Jesús.
El propósito del evangelio de los judaizantes no fue para salvar, sino (1) para ganar seguidores para sí mismos, 4:17; Hch 20:29; (2) para gloriarse en la carne de sus conversos (6:13); y (3) para evitar la persecución (5:11; 6:12).
A través de los siglos muchos hombres (y mujeres) han inventado «evangelios» diferentes: los adventistas son semejantes a los judaizantes, pues requieren que sus conversos observen la ley de Moisés (guardar el sábado, diezmar, abstenerse de comidas, etc.); los líderes católicos han agregado muchas cosas al evangelio original y quitan cosas enseñadas por los apóstoles; los evangélicos también requieren el diezmo y los instrumentos de música y quitan el bautismo como requisito del evangelio; los mormones no requieren solamente la fe en Jesucristo sino también la fe en José Smith como profeta; en fin, todas las religiones establecidas por los hombres predican «un evangelio diferente».
Lo muy triste del asunto es que millones de personas aceptan y siguen tales religiones falsas simplemente porque no se animan a investigarlas a la luz de las Escrituras (1Ts 5:21; Hch 17:11; 1Jn 4:1; 2Jn 1:9-11; 1Pe 4:11).

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL ESCLAVO DE CRISTO

Gálatas 1:6-10

Estoy de lo más sorprendido de que hayáis desertado tan rápidamente del Que os llamó por la Gracia de Cristo y os hayáis pasado tan pronto a un evangelio diferente, que no es en realidad un evangelio ni nada que se le parezca. Lo que ha sucedido de hecho es que algunos hombres han trastocado toda vuestra fe, y se proponen darle la vuelta al Evangelio de Cristo. Pero si alguien os predicara un evangelio distinto del que habéis recibido, aunque fuéramos nosotros mismos o hasta un ángel del Cielo, ¡que se vaya al infierno! ¿Es que estoy tratando de congraciarme con la gente, o con Dios? ¿O estoy tratando de complacer a la gente? Si después de todo lo que me ha sucedido todavía estuviera buscando la aprobación de la gente, no llevaría en mi cuerpo la divisa de esclavo de Cristo.

La verdad fundamental que se esconde en esta epístola es que el Evangelio de Pablo era el Evangelio de la Gracia. Él creía con todo su corazón que una persona no podía hacer nada para ganar el amor de Dios; y, por tanto, lo único que uno podía hacer era rendirse a merced de Dios en un acto de fe. Lo único que uno podía hacer era aceptar con admirada gratitud lo que Dios le ofrecía; lo importante no es lo que podamos hacer por nosotros mismos, sino lo que Dios ha hecho por nosotros.
Lo que Pablo había predicado a los Galátatas había sido el Evangelio de la Gracia de Dios. Después de él habían llegado unos predicando una versión judía del Evangelio. Proclamaban que si se quería agradar a Dios había que circuncidarse y consagrarse a cumplir todas las reglas y normas de la Ley. Siempre que uno realizara una obra de la ley, decían, se apuntaba algo positivo en su cuenta corriente con Dios. Estaban enseñando que una persona necesitaba ganarse el favor de Dios. Para Pablo eso era imposible.
Los oponentes de Pablo declaraban que él ponía la religión demasiado fácil para congraciarse con la gente. De hecho, esa acusación era lo contrario de la verdad. Después de todo, si la religión consistiera en cumplir un conjunto de reglas y normas sería posible, por lo menos en teoría, satisfacer sus exigencias; pero Pablo presentaba la Cruz diciendo: » Así os ha amado Dios.» La religión se convierte en un asunto, no de satisfacer las exigencias de la ley, sino de cumplir las demandas del amor. Una persona puede satisfacer las exigencias de la ley, porque tienen límites estrictos y estatutarios; pero nunca podrá cumplir las demandas del amor, que son infinitas. Si una persona pudiera darle al ser querido el Sol, la Luna y las estrellas, seguiría sintiendo que todo eso era una ofrenda demasiado pequeña. Pero lo único que podían ver los oponentes judíos de Pablo era que había enseñado que la circuncisión ya no era necesaria, ni la ley pertinente.

Pablo negaba estar intentando congraciarse con la gente. No era a la gente a la que servía, sino a Dios. No le importaba lo más mínimo lo que la gente pensara o dijera de él: su único Amo era el Señor. Y entonces presentó una prueba concluyente: «Si yo estuviera tratando de congraciarme con la gente no sería esclavo de Cristo.» Lo que tenía en mente era que un esclavo llevaba marcado en el cuerpo con un hierro candente el nombre de su amo; y él llevaba en su cuerpo las cicatrices de sus sufrimientos, que eran la marca de ser esclavo de Jesucristo. «Si -decía- no me propusiera más que ganar el favor de los seres humanos, ¿llevaría estas señales en el cuerpo?» El hecho de que estuviera marcado era la prueba definitiva de que su propósito era servir a Cristo, y no agradar a los demás.
John Gunther nos dice que los primeros comunistas de Rusia habían estado en la cárcel bajo el régimen zarista y llevaban en el cuerpo las cicatrices de lo que habían sufrido; y nos dice que, lejos de avergonzarse de sus desfiguraciones, las exhibían con el mayor orgullo. Puede que pensemos que estaban equivocados y equivocando a otros, pero no podemos poner en duda lo genuino de su lealtad a la causa comunista.
Es cuando los demás ven que estamos dispuestos a sufrir por la fe que decimos tener cuando empiezan a creer que la tenemos de veras. Si la fe no nos costara nada, los demás no la valorarían en nada.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Pablo afirma que hay un solo mensaje de salvación (Gál 1:6-10)

Análisis de discurso

En los primeros versículos ya se han delineado algunos de los principales temas que Pablo va a tratar a lo largo de la carta, pero es ahora cuando el apóstol inicia con toda su fuerza el argumento a desarrollar. Sorprende la dureza con que Pablo se dirige a los creyentes de las comunidades gálatas. Ni siquiera envía un saludo personal o expresa una acción de gracias, como regularmente hace en sus cartas. Pablo pasa directamente a tratar los problemas que le preocupan, como si la situación fuera tan urgente y seria que no se podría perder tiempo en formalidades para comenzar a afrontarla.

Pablo expresa su asombro ante la deserción que está en marcha en Galacia, donde los creyentes están siguiendo una enseñanza que él considera como un evangelio adulterado. Cuando se trata de la defensa del evangelio, Pablo se convierte en un verdadero luchador, lo cual, en ocasiones, lo hace aparecer incluso como intolerante. Es esa pasión para vivir sus convicciones lo que hace de él una de las personalidades más fascinantes del cristianismo de los orígenes. Pablo considera tan dramática la situación, que no duda en lanzar una doble maldición destinada a quien anuncie un mensaje de salvación diferente del que él proclama.

TÍTULO: En esta sección hay más divergencias entre diferentes versiones en cuanto a propuestas de título: «No hay otro evangelio» (RV95, NVI), «Un solo mensaje verdadero» (TLA), «Extrañeza de Pablo» (DHH96), «Amonestación» (BJ), «Dura reprensión» (BA). Nuestra propuesta, “Pablo afirma que hay sólo un mensaje de salvación”, tiene la ventaja de indicar con claridad el motivo central del pasaje y de usar un equivalente claro para la palabra “evangelio”.

Análisis textual y morfosintáctico

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Los gálatas están prestando oídos al mensaje de otros misioneros, quienes habían llegado a la comunidad algún tiempo después de la partida de Pablo. Estos misioneros enseñaban sobre la necesidad de cumplir el rito de la circuncisión y seguir algunas de las prescripciones de la ley mosaica para lograr la plena pertenencia al pueblo de Dios. Algunos gálatas estaban empezando a seguir sus enseñanzas.

Pablo expresa con asombro su decepción ante el cambio repentino de los gálatas, quienes se han dejado convencer con este mensaje distinto del suyo: Estoy maravillado. El verbo griego que se traduce como maravillado comunica una intensa incredulidad, algo que hay que intentar reproducir en la traducción: «Me extraña» (BL), «casi no puedo creer» (TLA), «estoy muy sorprendido» (DHH96), «me maravillo» (BJ), “¡Apenas si puedo creer esto de ustedes!”, “¡Vaya, qué gran sorpresa!”

El mensaje de los misioneros rivales de Pablo probablemente exigía ―como complementos de la fe en Cristo― la circuncisión (cf. Gál 5:2), la obediencia a preceptos de la ley (cf. Gál 3:5) y la observancia de algunos días considerados sagrados, especialmente el sábado (cf. Gál 4:10).

Un aspecto que aumenta la sorpresa de Pablo es la celeridad con que se produjo el cambio: De que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, «de que ustedes se hayan alejado tan pronto de Dios, que los llamó mostrando en Cristo su bondad» (DHH96). El “corto tiempo” parece referirse al que transcurrió entre la conversión y la deserción. Pueden usarse expresiones coloquiales para expresar este breve tiempo, como “en un dos por tres”, “en un abrir y cerrar de ojos”, o “en menos de lo que canta un gallo”.

La gracia es el actuar bondadoso de Dios, el amor que él manifiesta por los seres humanos, “el favor”, la gratuidad de la salvación operada en Cristo. En un lenguaje más cercano al de uso corriente en las iglesias, “el increíble regalo de su amor sin límites”.

La expresión para seguir un evangelio diferente puede generar cierta confusión. El verbo seguir puede sugerir la idea de que el evangelio es algo que se mueve y que uno puede ir detrás de él. En realidad, Pablo se refiere a “creer”, “aceptar” o “pasarse” a la enseñanza de otro mensaje: «Para volverse a un evangelio diferente» (NVI), «y se hayan pasado a otro evangelio» (DHH96). Se refiere a la actitud de obediencia a las enseñanzas aportadas por los predicadores rivales. Se puede traducir: “Para dedicarse a cumplir los mandamientos de un mensaje que no es el que yo les he enseñado”.

Originalmente, la palabra evangelio significaba “una buena noticia”, por lo general el nacimiento de un personaje importante o una victoria militar. El cristianismo la adoptó y transformó para referirse a la obra salvadora de Cristo. Especialmente en el caso de Pablo, evangelio se refiere a la buena noticia de que la fe en Cristo salva, por su muerte y resurrección, y está abierta a todos los que acepten esta salvación como un regalo. Algunas versiones optan por traducir el término con su significado original de «buena noticia» (TLA) o “anuncio salvador” (Vidal: 75). La mayoría de las versiones dejan, simplemente, evangelio.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Gál 1:15; Gál 5:8; Rom 1:6.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— de mi asombro: Es fácil advertir la ausencia de la “acción de gracias” propia del comienzo de las cartas paulinas; en Gálatas ha sido sustituida por una severa amonestación.

— la gracia de Cristo: Varios mss., alguno de cierta importancia, no tienen: de Cristo. También puede traducirse: de quien los llamó a vivir la gracia de Cristo.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— mensaje… anunciar su mensaje evangélico: Lit. evangelio… evangelizar. Ver notas a Mar 1:1 y Rom 1:1. De hacer caso a quienes propagaban este “otro evangelio” (ver Gál 2:3-5; Gál 2:12-14), el acceso a la salvación exigiría, además de la fe en Jesucristo, el sometimiento a las prescripciones de la ley judía, en especial a la circuncisión y a la total separación con respecto a los no judíos.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Ocasión

Cualquier persona que esté familiarizada con las cartas de Pablo a las iglesias esperaría ver una sección de acción de gracias inmediatamente después del saludo (en el caso de 2 Cor. y Ef., “Bendito sea el Dios y Padre … ”). No sólo esta sección no está presente aquí, sino que Pablo la reemplaza con una reprensión: Estoy asombrado de que tan pronto os estéis apartando … (6). Esta característica es una clave muy importante para apreciar el carácter de Gál. La apertura ya nos había alertado de que hay algo fuera de lo común en esta carta, pero ahora nos damos cuenta de lo seria y urgente que era la situación sobre la que Pablo debía hablar.

Al describir el error de los gálatas, el Apóstol utiliza el vocabulario propio de la deserción militar (6) y de la lucha política: algunos … os perturban (7; el mismo verbo se utiliza en 5:10; Hech. 15:24; 17:8, 13). Pablo es muy específico: los gálatas están en camino de abandonar la enseñanza de la gracia del evangelio. Sin embargo, no se refiere a un cambio meramente intelectual. La acción de ellos es intensamente personal: están abandonando a aquel que con inmensa gracia los llamó a sí mismo. Esta idea doble de separación, tanto de la gracia como de una persona, se presenta explícitamente en 5:4: “Vosotros que pretendéis ser justificados en la ley, ¡habéis quedado desligados de Cristo y de la gracia habéis caído!” A la luz de estas palabras, seguramente nuestra lectura personal de Gál. será más que un ejercicio histórico o intelectual. Todos los que leen esta carta son confrontados con asuntos que afectan su destino eterno.

Sin embargo, lo que hacía más complicadas las cosas para Pablo era que el error en que estaban cayendo los gálatas no era simplemente el resultado de una debilidad entre los creyentes. Tenía una fuente externa. Algunos cristianos judíos, descontentos con la forma en que Pablo invitaba libremente a los gentiles a venir a Dios, habían comenzado a visitar las iglesias que él había establecido. El propósito de ellos era “judaizar” a los creyentes gentiles; persuadirlos de que, después de creer en Cristo, debían dar un paso más y convertirse en judíos por medio de la circuncisión (ver la Introducción).

El Apóstol consideraba que estos judaizantes no eran simplemente cristianos errados, sino peligrosos falsos maestros. Su mensaje no era, en lo más mínimo, el evangelio, sino lo opuesto. Su misión era, en realidad, tan destructiva que Pablo se vio obligado a pronunciar las palabras más duras que puedan encontrarse en cualquiera de sus cartas: echar un anatema sobre cualquiera que predicara un evangelio diferente del que los gálatas habían escuchado y recibido de él. La palabra anatema (utilizada también en 1 Cor. 12:3; 16:22; y especialmente en Rom. 9:3, que tiene reminiscencias de Exo. 32:32) se refiere a la maldición propia de Dios, y por lo tanto, DHH traduce correctamente: “caiga bajo maldición” (8, 9).

Este lenguaje tan fuerte podría perturbar a sus lectores, por lo que en el v. 10 Pablo justifica su reacción, llamando la atención hacia sus propios motivos. Aparentemente, los judaizantes lo habían acusado de predicar la circuncisión cuando le conven ía, para ganar la aprobación de los hombres (5:11). Pablo niega vehementemente tener otro motivo que el de agradar a Dios; de otra forma ya no podría ser considerado siervo de Cristo. De cualquier manera, el mismo hecho de que había echado una maldición sobre los judaizantes debería convencer a los gálatas de que sus acciones difícilmente fueran motivadas por el deseo de no ofender a las personas. Lightfoot parafrasea el v. 10 de esta forma: “Ustedes me acusan de seguir una política conciliatoria; sí; conciliatoria con Dios” (J. B. Lightfoot, Saint Paul’s Epistle to the Galatians, 10 ed., [Macmillan, 1898], p. 79). DHH traduce: “Yo no busco la aprobación de los hombres, sino la aprobación de Dios.”

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

m 12 Heb 3:6

n 13 2Co 1:2

ñ 14 2Co 11:4; Gál 5:7

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

evangelio diferente. . Pablo acusa a los gálatas de cambiar el evangelio de la gracia por la fe, por un evangelio de las obras por la ley.

Fuente: La Biblia de las Américas

6 (1) Aquí Pablo llega al tema de esta epístola. El tenía la carga de escribir esta epístola a las iglesias de Galacia debido a que estaban abandonando la gracia de Cristo y estaban volviéndose atrás, a la observancia de la ley.

6 (2) O, por.

6 (3) La gracia de Cristo es el Dios Triuno -el Padre, el Hijo y el Espíritu- procesado para ser nuestro disfrute. Esta gracia está en contraste con la ley de Moisés ( Jua_1:17 y la nota 1).

6 (4) Se refiere a la observancia de la ley conforme al judaísmo. El evangelio de Pablo, el cual está fuera de la ley judaica, incluye todos los puntos principales de los cuatro evangelios. Además, abarca muchos más puntos para que sea completada la revelación de la palabra de Dios en el Nuevo Testamento ( Col_1:25) con puntos cruciales tales como: Cristo en los creyentes como esperanza de gloria ( Col_1:27); el Espíritu de Dios como sello y arras ( Efe_1:13-14); el hecho de que el Hijo de Dios es revelado en nosotros (v.16), está siendo formado en nosotros (4:19), hace Su hogar en nosotros ( Efe_3:17), y nos llena hasta la plenitud de Dios ( Efe_3:19); y Cristo como el misterio de Dios ( Col_2:2) y como Aquel en quien habita corporalmente la plenitud de la Deidad ( Col_2:9). El punto focal del evangelio de Pablo es que el Hijo de Dios, el Ungido de Dios (el Cristo), ha entrado en nosotros para ser nuestra vida hoy ( Col_3:4) y nuestra gloria en el futuro ( Col_1:27), a fin de que seamos los miembros ( Rom_12:5) del Cuerpo de Cristo ( Efe_4:16), del cual Cristo es la Cabeza ( Efe_4:15).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

os hayáis alejado del que os llamó. I.e., de Dios Padre. Estaban desertando de la gracia para retirarse hacia la ley, y cargaban con su responsabilidad por tal defección.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

estáis siendo desviados… La pasiva es importante → Gál 5:8. El príncipe de la tiniebla, incansablemente, trata de alejar al creyente de la luz → §032. Otras versiones traducen en voz media: os estáis desviando; por gracia… M↓ añaden de CRISTO; a… M↓ para seguir.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R879 En θαυμάζω, estoy maravillado, se presenta la idea de duración, aunque, es necesario que la traducción de μετατίθεσθε sea: ustedes están cambiando.

BD306(4) Parece que algunas veces los adjetivos ἄλλος y ἕτερος se usan juntos sólo por motivo de variedad. En G?l 1:6 y sigs., parece que se usan sin distinción: ἄλλος se usa hasta cierto punto con sentido pleonástico para introducir εἰ μή …: no que haya algún otro, sino que … (comp. T197); la opinión de Blass parece que tiene apoyo en 1Co 12:9 y sigs., donde ciertamente no se puede encontrar ninguna diferencia real. Pero debo insistir en que hay una diferencia real en G?l 1:6 y sigs. Allí se cambia ἕτερον por ἄλλον en atención a la razón muy real de que Pablo no está dispuesto a admitir que ese evangelio esté en el mismo plano (ἄλλο) en que está el que predica él. El admite a ἔτερον pero rechaza a ἄλλο. El hecho de que Pablo usa εἰ μή estigmatiza el evangelio de los judaizantes como ἕτερον (v. 6) y al espíritu predicado por ellos, mientras que no está dispuesto a admitir otro (ἄλλον) Jesús, aun del mismo tipo que él predica -R747; Ramsay (en G?l 1:6) sostiene que, cuando ἕτερος aparece en contraste con ἄλλος, no significa: diferente (como opina Lighfoot), sino que significa: otro del mismo tipo. [Editor. En vista de que la declaración positiva con ἕτερον cambia a una cláusula negativa con ἄλλον, hay una indicación de que ocurre alguna distinción entre los dos adjetivos: no que haya otro, es decir, otro verdadero evangelio. Pero uno no debe hacer más distinción de la que en realidad se expresa allí.]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, desertado

Lit., en

Fuente: La Biblia de las Américas

M i añaden de Cristo.

1.6 M i añaden seguir.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

?V. 6, 7:? ?Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis dejado desviar del que os llamó a la gracia de? ?Cristo, hacia otro evangelio, cuando en realidad no hay otro, sino que hay algunos que os perturban y? ?quieren pervertir el evangelio de Cristo.? ??San Jerónimo dice que aquí hay un hipérbaton (una alteración en el orden regular de las palabras);? ?el orden regular, según él, sería el siguiente: Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis dejado desviar? ?de Cristo Jesús, que os llamó a la gracia.?33? En el original griego, «de Cristo» está reemplazado por «de? ?Dios», y este término, como observa Erasmo, puede traducirse al latín tanto con el lenitivo como con el? ?ablativo.?34? Además, la frase «cuando en realidad no hay otro» (quod non est aliud), Erasmo la entiende en? ?el sentido de «el cual no es nada, o no es ningún evangelio» (quod sit nihil, aut nullum). Si se me permitiera? ?aportar mi propia conjetura al respecto, yo diría: el apóstol subraya aquí que no hay otro evangelio fuera del? ?que había predicado él mismo; y si cambiamos la conjunción «sino» (nisi) en «pero» (sed), el sentido se? ?haría más claro, de modo que el texto (si debo tomarme el atrevimiento) se leería así: «Estoy maravillado? ?de que tan pronto os hayáis dejado desviar de Dios (que os llamó a la gracia) a otro evangelio, cuando en? ?realidad no hay otro evangelio. Pero hay algunos ore os perturban y quieren pervertir el evangelio de? ?Cristo.» Pero tampoco resultaría, inadecuada la lectura si se quiere mantener el hipérbaton; tendríamos? ?entonces: «del que os llamó mediante la gracia de Dios, o por Dios».? ??Pablo se expresa aquí en tono cortante, y sin embargo muy moderado. Dice «estar maravillado»,? ?cuando en lo que sigue no oculta que está indignado y profundamente enardecido. No obstante, procede? ?con mesura, no dando lugar a la conmoción que se había apoderado de él. Con esto da un buen ejemplo a? ?todos los dirigentes eclesiásticos, máxime a los que siempre están prontos a lanzar rayos aun por cosas de? ?ninguna importancia. No dice que los Gálatas están sumidos en el error, y entregados al pecado; antes bien,? ?dice que por un mal aún mayor han sido desviados del evangelio, ubicados fuera de él, han sido distanciados? ?de Dios. Pues es más llevadero si un árbol permanece en su sitio, aunque le fueran quebradas? ?algunas ramas o tenga que sufrir algún otro daño, que si es arrancado de cuajo del lugar donde estaba y? ?trasladado a otro lugar donde necesariamente tiene que secarse y hacerse infructífero. Tan terrible cosa es? ?buscar su propia justicia y confiar en las obras que resultan de la observación de la ley y de los esfuerzos de? ?la voluntad. Pues esto no es otra cosa que negar a Cristo, rechazar la gracia y la verdad, y (como Pablo? ?mostrará más adelante)?35? erigirse a sí mismo en un ídolo. De esto habla Job en el cap. 31 (v. 27, 28): «… si? ?yo he besado mi mano con mi boca, lo cual es la más grande iniquidad y una negación contra Dios el? ?Altísimo».?36? «Besar la mano con la propia boca» es (así opinan los santos padres ?37?) ensalzar el valor de las? ?propias obras, confiar en la propia justicia; y esta iniquidad conduce a que nos gloriemos no en Dios sino en? ?nosotros mismos, y le quitemos a Dios su gloria. De tal práctica depravada se los culpa a los adoradores de? ?Baal; en ?1 Reyes 19? (v. 18) se lee: «… los que no doblaron sus rodillas ante Baal, y toda boca que no le adoró? ?besándole la mano», y en ?Isaías 2? (v. 8, 9): «Adoraron la obra de sus propias manos, lo que sus dedos? ?fabricaron». En el ?Salmo 2? (v. 12) en cambio dice, conforme al original hebreo: «Besad al Hijo» como? ?equivalente de «aceptad su enseñanza»,?38? lo que significa: creed en Cristo con fe no fingida, y a él adorad.? ?Fe, en efecto, es lo que se debe a la verdad; y verdad no hay más que una: el solo Dios. Por lo tanto, la fe es? ?el culto realmente verdadero y personal (Lat. `interior’) a Dios.? ??Esto nos ayuda a entender también la aserción que se hace a base de lo escrito por San Agustín 57? ?de que el mal existe en doble forma: contra la fe, y contra las buenas costumbres. La depravación de la fe? ?-que bien puede ir acompañada de un excelente comportamiento moral- produce herejes, hombres arrogantes,? ?cismáticos, a quienes la Escritura llama apropiadamente impíos (en hebreo «reshaím»). La depravación? ?de las costumbres produce pecadores, con lo que no queda afectada la fe, por lo menos la fe de los demás?39? ; quiere decir, estos pecadores no luchan contra la fe, si bien son conscientes de que ;lo la poseen, pero que? ?la debieran poseer; de ahí que no sea difícil curarlos. Pero donde hay depravación de la fe, pronto e ataca? ?también y se persigue la fe de los demás para implantar la propia.? ??Respecto del verbo «pervertir», San Jerónimo observa: «Como traducción del griego “metaseyai”? ?significa volver lo de adelante atrás y lo de atrás adelante»; pues es un infinitivo de futuro.?40? Lo que Pablo? ?quiere decir es, entonces, lo siguiente: los pervertidores del evangelio intentan volver a dar al evangelio,? ?que es una doctrina del espíritu y de la gracia, el carácter de letra.?41? Pero la letra ya fue dejada atrás hace? ?mucho tiempo, mientras que por medio del evangelio se logra precisamente un avanzar paso a paso hacia? ?el espíritu de la libertad. Esto es lo que intentan, digo; pero su intento fallará.? ??Por cierto, también hoy día el evangelio está pervertido en buena parte de la iglesia, puesto que no? ?se enseña al pueblo otra cosa que decretos papales y «mandamientos de hombres que se apartan de la? ?verdad» (?Tit. 1:14?) , o se trata el evangelio de una manera tal que ya no difiere en nada de leyes y preceptos? ?morales. El conocimiento de la fe y de la gracia ha caído en descrédito aun entre los mismos teólogos.? ??San Jerónimo cree además que el verbo «os dejáis desviar» se aplica muy bien a los Gálatas, ya que? ?en opinión de él, «Galacia» significa en hebreo «desviación»?42? ; como si el apóstol tomase el nombre propio? ?de los destinatarios de la carta como ocasión para este exordio, y les dijese: «Sois en verdad Gálatas,? ?dispuestos prontamente a dejaros desviar, cosa que concuerda con vuestro nombre», al menos si se hace? ?alusión al hebreo. En realidad, tales alusiones a idiomas foráneos son a veces bastante oportunas, si es que? ?vienen al caso. Así podría decirse p. ej. en cuanto a Roma: Verdaderamente, tú eres una «Roma», ya que en? ?hebreo esta palabra (Ramah) significa «soberbia y altanera». Pues ¿qué hace el apóstol en su carta a los? ?romanos sino abatir el orgullo y la arrogancia de ellos, de modo que el tema mismo parecería darle ocasión? ?para aludir al nombre de «romanos»??43?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero