Biblia

Comentario de Gálatas 1:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Gálatas 1:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

1:8 — Más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. — El evangelio predicado por Pablo, un apóstol inspirado por Dios, era y es completo y perfecto, absoluto y final. «Más si aun nosotros…» Algunos predicadores cambian. Muchos lo han hecho. Comienzan bien y después predican el error. Dios no hace acepción de personas: si Pablo mismo en algún momento hubiera cambiado el evangelio que había predicado a los gálatas, él habría merecido la condenación.

¿Por qué dice «o un ángel del cielo»? Sin duda los judaizantes citaban sus «autoridades» para probar su doctrina, pero Pablo dice, «aunque un ángel del cielo predique algún mensaje diferente al mensaje que originalmente prediqué entre ustedes, sea anatema». Si ni aun los ángeles del cielo pueden cambiar el evangelio, ¿por qué se atreven a hacerlo los católicos, mormones, testigos, bautistas y muchos otros grupos religiosos? (¡Qué curioso que los mormones hagan precisamente esto citando como autoridad la supuesta visita de un ángel!). Compárese 2Co 11:11-13. Al principio los gálatas recibieron a Pablo como si fuera un ángel (4:14), pero obviamente de la misma manera recibieron a los falsos maestros.

Todo predicador debe predicar frecuentemente el capítulo 13 de 1 Reyes que habla del profeta que con tanta valentía llevó a cabo su obra en una ciudad idólatra, pero entonces perdió su vida por dejarse engañar por la mentira de otro profeta.

Pablo usa la palabra anatema en 1Co 16:22, «El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema». Si no se arrepintieran los judaizantes serían castigados. «Más el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea» (5:10). ¿Por qué denunció tan severamente a los judaizantes? Porque si se cambia el evangelio, la eficacia de la sangre de Cristo queda anulada y toda esperanza de salvación se pierde. Todos los que fueron bautizados en Cristo (3:27) iban a perder su salvación si aceptaban el «evangelio diferente» de los judaizantes.

El clero romano emplea la palabra anatema como excomunión, pero no se excomulga a los ángeles. Más bien se refiere al castigo de Dios. Literalmente significa «dedicado a Dios», sea para su servicio, o para la destrucción (Deu 7:26; Jos 6:17).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

mas aun si nosotros. Gál 1:9; 1Co 16:22; 2Co 11:13, 2Co 11:14; 1Ti 1:19, 1Ti 1:20; Tit 3:10; Apo 22:18, Apo 22:19.

sea anatema. Gál 3:10, Gál 3:13; Gén 9:25; Deu 27:15-26; Jos 9:23; 1Sa 26:19; Neh 13:25; Mar 14:71; Mat 25:41; Hch 23:14; Rom 9:3; 1Co 12:3; 1Co 16:22; 2Pe 2:14.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Pablo pasa de lo hipotético (vv. Gál 1:6, Gál 1:7) a lo real al denunciar la perversión del evangelio por los Gálatas. Si aun el apóstol o un ángel del cielo os anunciare un falso evangelio, será anatema. Si era este el caso, alguno, quienquiera que proclamase una perversión del mensaje que los Gálatas habían recibido de Pablo merece la completa destrucción eterna. El interés de Pablo por la pureza del mensaje del evangelio se revela por su afirmación de que condenaría a la destrucción a todo el que enseñase un falso evangelio.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

nosotros, o un ángel del cielo. El punto de Pablo es hipotético porque cita los ejemplos más improbables de falsos maestros: él mismo y los ángeles santos. Los gálatas no deberían recibir a ningún mensajero, sin importar cuán impecables sean sus credenciales, si su doctrina de salvación difiere en el grado más insignificante de la verdad de Dios revelada a través de Cristo y los apóstoles. anatema. La palabra común anathema en griego puede traducirse «maldito», y se refiere al acto de dedicar alguien a su destrucción en el infierno eterno (cp. Rom 9:3; 1Co 12:3; 1Co 16:22).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

En el transcurso de la historia Dios ha consagrado ciertos objetos, individuos y grupos de personas para su destrucción (Jos 6:17-18; Jos 7:1; Jos 7:25-26). El NT ofrece muchos ejemplos de un grupo que forma parte de esa categoría: los falsos maestros (Mat 24:24; Jua 8:44; 1Ti 1:20; Tit 1:16). Aquí los judaizantes son identificados como miembros de este séquito infame.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:8 — Más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. — El evangelio predicado por Pablo, un apóstol inspirado por Dios, era y es completo y perfecto, absoluto y final. «Más si aun nosotros…» Algunos predicadores cambian. Muchos lo han hecho. Comienzan bien y después predican el error. Dios no hace acepción de personas: si Pablo mismo en algún momento hubiera cambiado el evangelio que había predicado a los gálatas, él habría merecido la condenación.
¿Por qué dice «o un ángel del cielo»? Sin duda los judaizantes citaban sus «autoridades» para probar su doctrina, pero Pablo dice, «aunque un ángel del cielo predique algún mensaje diferente al mensaje que originalmente prediqué entre ustedes, sea anatema». Si ni aun los ángeles del cielo pueden cambiar el evangelio, ¿por qué se atreven a hacerlo los católicos, mormones, testigos, bautistas y muchos otros grupos religiosos? (¡Qué curioso que los mormones hagan precisamente esto citando como autoridad la supuesta visita de un ángel!). Compárese 2Co 11:11-13. Al principio los gálatas recibieron a Pablo como si fuera un ángel (4:14), pero obviamente de la misma manera recibieron a los falsos maestros.
Todo predicador debe predicar frecuentemente el capítulo 13 de 1 Reyes que habla del profeta que con tanta valentía llevó a cabo su obra en una ciudad idólatra, pero entonces perdió su vida por dejarse engañar por la mentira de otro profeta.
Pablo usa la palabra anatema en 1Co 16:22, «El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema». Si no se arrepintieran los judaizantes serían castigados. «Más el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea» (5:10). ¿Por qué denunció tan severamente a los judaizantes? Porque si se cambia el evangelio, la eficacia de la sangre de Cristo queda anulada y toda esperanza de salvación se pierde. Todos los que fueron bautizados en Cristo (3:27) iban a perder su salvación si aceptaban el «evangelio diferente» de los judaizantes.
El clero romano emplea la palabra anatema como excomunión, pero no se excomulga a los ángeles. Más bien se refiere al castigo de Dios. Literalmente significa «dedicado a Dios», sea para su servicio, o para la destrucción (Deu 7:26; Jos 6:17).

Fuente: Notas Reeves-Partain

Pablo continúa con una fuerte amenaza de maldición dirigida a los que quieran pervertir el evangelio. Tan firme es la convicción de Pablo, que él mismo se sitúa bajo la amenaza de maldición, si acaso en algún momento cambiara el mensaje que ha venido predicando: Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, «no importa si se trata de mí mismo o de un ángel venido del cielo» (DHH96). La palabra griega que se traduce como ángel también significa “mensajero”, pero en este contexto se refiere claramente a un “enviado del cielo”, como lo indica la preposición griega ex (“de”, “desde”).

Aquí podría tratarse de una alusión a la enseñanza de los opositores, quienes, al parecer, afirmaban que la ley había sido dada por mediación de “ángeles” (cf. Jua 12:29; Hch 23:9). Se puede ofrecer una traducción con un sentido más claro: “Nadie, ni siquiera un enviado del cielo, ni siquiera yo mismo, debe cambiar nada del mensaje de salvación”.

La palabra griega para, traducida como diferente, también significa “junto a” y se refiere aquí a un mensaje paralelo al de Pablo. La mayoría de las versiones optan por la idea de un solo mensaje, pero modificado: «Diferente» (DHH96), «de otra manera» (BL).

Pablo recurre a una amenaza divina que podría parecer desproporcionada: Sea anatema. Esta palabra aramea es una tradicional fórmula fija de maldición que originalmente se refería a lo dedicado a la destrucción cúltica, a lo que se había apartado para ser consumido por el fuego (cf. v. Gál 1:9; 1Co 12:3; 1Co 16:22; Rom 9:3). Con el transcurso del tiempo adquirió connotaciones negativas, llegando a ser expresión de maldición. Las traducciones ofrecen diversas posibilidades de expresarla: «¡Sea maldito!» (BL), «que caiga sobre él la maldición de Dios» (DHH96), «¡que caiga bajo maldición!» (NVI), «¡que Dios lo castigue!» (TLA). En contextos latinoamericanos, el sentido podría hacerse más claro con frases tales como “¡afuera con él!”

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

— yo mismo… yo les anuncié: Lit. nosotros mismos… nosotros les anunciamos. También en esta carta utiliza Pablo de vez en cuando la primera persona del plural aunque, como sucede con frecuencia en 2 Co, en más de una ocasión se refiere a su misma persona, como se refleja en la traducción (ver notas a 2Co 1:4; 2Co 6:11; 2Co 8:18 y 2Co 10:2).

— caiga sobre él la maldición: Lit. sea anatema. Ver notas a Rom 9:3 y 1Co 12:3.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

2Co 11:4.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Lit.: “anatema”, es decir, alguien que ha sido dado por entero a la destrucción, o maldecido. Véanse Deu 7:26 y Deu 13:17, nn.

REFERENCIAS CRUZADAS

q 17 1Co 16:22; Gál 5:12

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

anatema. Es decir, bajo maldición.

Fuente: La Biblia de las Américas

anatema. I.e., maldito, destinado a ser destruido. Eclesiásticamente, comportaba el ser puesto fuera de comunión.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

del Cielo… Es decir, procedente del Cielo; anunciara… Lit. os anuncie; contrario… Otra traducción posible: en lugar de.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R402 Cuando el sujeto comprende a dos o aun a las tres personas, la primera prevalece sobre la segunda y la tercera. Pero en G?l 1:8 sucede lo contrarío, bien porque Pablo sigue lo más cercano tanto en persona como en número, o porque así él reconoce la exaltación superior del ángel (es imposible abarcar ambos sujetos con εὐαγγελιζώμεθα -BD135[4]): nosotros o un ángel del cielo les predica.

R616 En los vv. 8 y sigs., παρʼ ὅ tiene la idea de más allá y así contrario a (otro diferente -M51).

R939 En el N.T., hay una fuerte inclinación a usar el imperativo en vez del optativo, no solo en peticiones, donde el imperativo también tiene un lugar legítimo en el griego clásico, sino del mismo modo en imprecaciones, donde toma el lugar del clásico optativo, como ἀνάθεμα ἔστω: sea maldito.

B278 En G?l 1:8, el cumplimiento del elemento de la prótasis expresado en παρʼ ὃ εὐηγγελισάμεθα es favorable al cumplimiento de la apódosis ἀνάθεμα ἔστω. La cláusula hasta este punto sólo expresa una cuarta parte de la condición. Pero el elemento expresado en ἡμεῖς ἢ ἄγγελος ἐξ οὐρανοῦ, que καί destaca, no es favorable para el cumplimiento de la apódosis, y así la cláusula resulta concesiva. Pudiera expresarse por medio de dos cláusulas, así: si alguien les predica cualquier otro evangelio diferente del que nosotros les predicamos, que sea anatema.

B285 Καὶ ἐάν introduce un caso extremo (de una cláusula concesiva), que usualmente se presenta como muy improbable.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, aparte del, o, distinto al

I.e., maldito

Fuente: La Biblia de las Américas

Esto es, procedente del.

1.8 Es decir, au241?adido.

1.8 Lit. maldición.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

?V. 8, 9:? ?Pero aunque nosotros o un ángel del cielo os predicara un evangelio distinto del que (o: fuera del? ?que) nosotros os hemos predicado, sea anatema; así como hemos dicho antes, vuelvo a decir también? ?ahora: si alguien os predicare un evangelio distinto del que habéis recibido, sea anatema.? ??Según afirmaciones de Jerónimo, el vocablo griego “anathema” es propiamente una palabra de los? ?judíos. En el idioma de ellos es «Horma». En ?Josué 6? (v. 17) leemos: «Sea esta ciudad anatema junto con? ?todo lo que hay en ella». El texto hebreo tiene aquí «Herem», lo que equivale a devastación, destrucción,? ?matanza. Por ser, pues, una palabra que implica males de diversa índole, se la toma como una maldición,? ?execración e imprecación. En este sentido dice el ?Salmo 42? (v. 6): «Me acordaré de ti, desde la tierra del? ?Jordán, y de los hermonitas (Hermonim), desde el monte pequeño», donde el alma angustiada a causa de? ?sus pecados se consuela acordándose de Cristo que por ella fue crucificado y hecho anatema. Pues también? ?el «rocío del Hermón», al cual el ?Salmo 133? (v. 3) describe como «descendiendo sobre el monte de Sion»,? ?es a todas luces una palabra que se refiere al Hijo de Dios crucificado. Los de habla latina empero se? ?expresarían así: «(el que os predicare . . . etc) sea un anatematizado», o de un modo más literal aún: «sea? ?una cosa anatematizada». Entre los hebreos es frecuente el uso de palabras abstractas. Y bien: dejemos para los lingüistas investigar si el griego “anthema” (que indica esos exvotos que se suspenden o deponen en? ?los templos) cubre enteramente el alcance del término hebreo. A nosotros nos hasta con entender esto: el? ?apóstol, ardiendo en celo por el evangelio, preferiría que él mismo y los ángeles del cielo, para no hablar de? ?los demás apóstoles, fuesen desterrados, cubiertos de imprecaciones, execrados, segregados y maldecidos? ?antes de que corriese peligro la verdad del evangelio. Y para recalcarlo aún más, lo repite; no porque? ?creyera que los ángeles del cielo, o él mismo, o los apóstoles, predicarían otra cosa, sino porque era preciso? ?abatir como con una tormenta a los que en el nombre de los apóstoles e invocando su ejemplo?44? difundían? ?una enseñanza legalista; a éstos había que taparles la boca (como Pablo escribe en su carta a Tito [?Tit. 1:11? ?] ), y extirparlos de raíz. Es como si el apóstol quisiera decir a sus lectores: Vosotros me venís con el? ?nombre la autoridad de los apóstoles; bien, imaginaos además que también yo y los ángeles del cielo? ?estemos enseñando o podamos enseñar otro evangelio: pues entonces, quisiera que también éstos sean? ?anatema. ¡Cuánto menos motivo tenéis de dejarlos amedrentar por gente que sólo exhibe el título de apóstoles? ?sin serlo!? ??¡Oh, que también en el siglo nuestro surgiesen tales heraldos che Cristo para oponerse a quienes? ?ejecutan inexorablemente y con prepotencia los decretos y las decrétales del papa! Estos señores, escudándose con el nombre de los apóstoles Pedro y Pablo y de la iglesia romana, nos apremian hasta el punto de que se atreven a llamarnos «herejes», con increíble desvergüenza, si no creemos y aceptamos como necesario para la salvación todo lo que en aquellos documentos se dice, se escribe y a veces también se fantasea. Hereje empero es sólo aquel que peca contra la palabra de la fe. Aquellas palabras de hombres en cambio están relacionadas tan exclusivamente con el buen comportamiento humano, y están tan vacías de fe, que no se le puede hacer a la fe un mayor beneficio ni mejor servicio que abrogarlas de una vez completa y radicalmente. ¿Qué crees tú que habría hecho Pablo al ver que en nuestro tiempo, tantas leyes humanas inútiles y hasta perniciosas causan estragos en el orbe entero y hacen desaparecer a Cristo totalmente, -este Pablo que se dirige con tanta vehemencia contra las leyes de Dios que nos fueron entregadas por Moisés y que hicieron desaparecer a Cristo en un solo lugar, precisamente entre los Gálatas? Por lo tanto, digamos confiados con Pablo: «Perezca y sea maldita toda doctrina, provenga del cielo o de la tierra o de donde quiera, que enseña depositar la confianza en otras obras, otra justicia, otros méritos que no sean las obras, la justicia y los méritos de Cristo.» Y con esto no damos expresión a una actitud de rebeldía contra los papas y los? ?sucesores de los apóstoles, sino a nuestra sincera obediencia a Cristo. Pues a éste hay que ;fiarle la preferencia sobre aquellos; y si no quieren acomodarse a ello, hay que rehuirlos como gente maldita? ?(«anathemata»). ? ?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero

† Claramente Pablo no cree que esto sea en absoluto una buena noticia, así que posiblemente debería ir entre comillas, a manera de ironía: “buena noticia”.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento

Biblia Peshitta 2006 Notas:

[1] 1.8 Arameo, nihve jerim, que se traduce apartado para destrucciu243?n, maldito, fuera de la comuniu243?n.

Fuente: Peshitta en Español