Biblia

Comentario de Gálatas 2:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Gálatas 2:6 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Sin embargo, aquellos que tenían reputación de ser importantes—quiénes hayan sido en otro tiempo, a mí nada me importa; Dios no hace distinción de personas— a mí, a la verdad, los de reputación no me añadieron nada nuevo.

2:6 — Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron. — Habiendo explicado el conflicto con los judaizantes, ahora vuelve al tema de la independencia de su apostolado, afirmando que en cuanto al evangelio que predicaba no recibió nada de los otros apóstoles. No hemos de suponer que Pablo habla con desprecio ni mucho menos con ironía, sino que sin duda utiliza el lenguaje de los judaizantes con respecto a los otros apóstoles para hacer hincapié en su propio apostolado (tan despreciado por los judaizantes). Pablo respetaba a los otros apóstoles y tenía plena comunión con ellos, pero tuvo que aclarar que ellos

— por grandes e importantes que fuesen — no le suplieron ninguna parte del evangelio que él predicaba ni tampoco recibió alguna autoridad de ellos.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

de los que tenían reputación. Gál 2:2, Gál 2:9; Gál 6:3; 2Co 11:5, 2Co 11:21-23; 2Co 12:11; Heb 13:7, Heb 13:17.

lo que hayan sido … nada me importa. Gál 2:11-14; Job 32:6, Job 32:7, Job 32:17-22; Mat 22:16; Mar 6:17-20; Mar 12:14; Luc 20:21; 2Co 5:16.

Dios no hace acepción. Job 34:19; Hch 10:34; Rom 2:11; 1Pe 1:17.

los de reputación. Gál 2:10; Hch 15:6-29; 2Co 12:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Aunque Pablo reconoce el rol de liderazgo de Jacobo, Cefas (Pedro), y Juan (v. Gál 2:9) como «columnas» de la iglesia de Jerusalén, indica que no están en un lugar superior a él en su conocimiento del evangelio.

nada nuevo me comunicaron: Los otros apóstoles estaban satisfechos con el entendimiento de Pablo sobre el evangelio.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

DIOS NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS. Dios no tiene favoritos por razones de herencia, reputación, cargo o logros (cf. Lev 19:5; Deu 10:17; Job 34:19; Hch 10:34; Efe 6:9).

(1) Dios mira y evalúa el corazón, es decir, la persona interior, y favorece a aquellos cuyo corazón se ha vuelto con sinceridad a Él en amor, fe y pureza (cf. 1Sa 16:7; Mat 23:28; Luc 16:15; Jua 7:24; 2Co 10:7; véase 1Co 13:1, nota).

(2) Así que Dios no prefiere el amor, la comunión y las oraciones de los instruidos más que de los que no tienen instrucción, de los ricos más que de los pobres, ni de los poderosos más que de los débiles; el principio eterno de Dios es que «en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia» (Hch 10:35).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

los que tenían reputación de ser algo. Otra referencia a Pedro, Jacobo y Juan (vea la nota sobre el v. Gál 2:2). acepción de personas. También se puede traducir «favoritismo personal». Los privilegios exclusivos de los doce no hacían que su apostolado fuera más legítimo o tuviera más autoridad que el de Pablo, pues Cristo los había comisionado a todos por igual (cp. Rom 2:11). Pablo nunca se vio a sí mismo como un apóstol inferior (vea 2Co 12:11-12).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

2:6 — Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron. — Habiendo explicado el conflicto con los judaizantes, ahora vuelve al tema de la independencia de su apostolado, afirmando que en cuanto al evangelio que predicaba no recibió nada de los otros apóstoles. No hemos de suponer que Pablo habla con desprecio ni mucho menos con ironía, sino que sin duda utiliza el lenguaje de los judaizantes con respecto a los otros apóstoles para hacer hincapié en su propio apostolado (tan despreciado por los judaizantes). Pablo respetaba a los otros apóstoles y tenía plena comunión con ellos, pero tuvo que aclarar que ellos — por grandes e importantes que fuesen — no le suplieron ninguna parte del evangelio que él predicaba ni tampoco recibió alguna autoridad de ellos.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Pablo distingue al menos dos grupos entre sus interlocutores: los “falsos hermanos” y los “notables”. El texto parece indicar que los primeros son los que exigen el cumplimiento de la ley para poder ingresar al pueblo de Dios, y es a ellos a quienes Pablo se opone con toda energía. Ahora Pablo se refiere a la actitud de los principales líderes de las comunidades de Judea, quienes no intentaron limitar la libertad del cristianismo paulino por medio de alguna cláusula adicional.

Es interesante la forma en que Pablo se refiere a estos líderes: Pero de los que tenían reputación de ser algo. Pablo no nombra a los miembros de este grupo, aunque los diferencia claramente de los “falsos hermanos”. El texto griego dice, literalmente, “de los que parecían ser algo” o “tenían la apariencia de ser algo”, que, en verdad, tampoco es un tratamiento muy amable. Varias versiones interpretan esta “apariencia” en sentido positivo, es decir, que estas personas gozan del reconocimiento de su propia autoridad, lo cual tiene un margen de posibilidad de acuerdo con el texto griego: «En cuanto a los que eran reconocidos como personas importantes» (NVI), «pues bien, por parte de los respetados por ser algo» (NBE). En un lenguaje más coloquial, se puede usar las siguientes frases: “Los que a todas luces eran los que mandaban”, “los que se veía que eran los jefes”, “los que eran bien vistos por todos”.

Aquí Pablo agrega una exclamación que interrumpe la frase respecto a los “notables”. Algunas versiones prefieren poner esta exclamación al final del versículo para dejar que se complete el pensamiento de Pablo: «Aquellos que en la iglesia eran reconocidos como líderes no agregaron nada nuevo al mensaje que yo predico» (TLA). Sin embargo, casi todas las versiones reproducen la estructura del texto griego y ponen la digresión entre guiones, con lo cual acentúan el sentido de ruptura en el pensamiento de Pablo: «―¡que me importa lo que fuesen!: en Dios no hay acepción de personas―» (BJ), «―hasta qué punto lo eran no me importa, pues Dios no es parcial con los hombres―» (BP), «―no importa lo que antes fueran, pues Dios no hace distinción de personas―» (BA), «―aunque no me interesa lo que fueran, porque Dios no juzga por las apariencias―» (NVI).

El texto griego dice, literalmente: “Dios no recibe el rostro del hombre”, lo que ha sido bien entendido por las versiones como una referencia a la imparcialidad de Dios frente a las apariencias. “Rostro” es una forma de decir “persona”, y “recibir” significa “hacer valer”, “dar mérito”. Lo que Pablo dice es que, aun a pesar de que estos hermanos eran los líderes, no tenían autoridad sobre él, pues para Dios no cuentan las “apariencias” o los criterios humanos de autoridad. Además, estos líderes no añadieron nada al mensaje de Pablo: Los de reputación nada nuevo me comunicaron, «los notables nada nuevo me impusieron» (BJ), «esos respetables no me impusieron nada» (BP), «no me impusieron nada nuevo» (NVI). Se puede reforzar el énfasis: “Pues bien, ni con todo y ser tenidos por jefes respetados intentaron que añadiera alguna enmienda al mensaje que yo enseño”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Deu 10:17; Hch 10:34; Rom 2:11; Efe 6:9; Col 3:25; 1Pe 1:17.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) “Dios”, P46אABCD; J7,8: “Jehová”.

REFERENCIAS CRUZADAS

ñ 61 Gál 2:9

o 62 Gál 2:14

p 63 Deu 10:17; Hch 10:34; Rom 2:11

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

acepción…Deu 10:17.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R438 El anacoluto que aparece en G?l 2:6 es notorio por el cambio completo de construcción, tal como se demuestra por la repetición de οἱ δοκοῦντες en el nominativo, y seguido por la voz media en vez de la pasiva. Observe los dos paréntesis que conducen a la variación. En tal caso es más fácil comenzar de nuevo, como lo hace Pablo. En G?l 2:5, Blass sigue el manuscrito D al omitir οἷς para eliminar el anacoluto, como lo hace en Rom 16:27 (ᾧ); pero es más que probable que la dificultad que presentaba el anacoluto con οἷς fue lo que condujo a la omisión en el manuscrito D (para clarificar el texto).

R731 Ὁποῖος se usa en una pregunta indirecta. Junto con ποτέ, este pronombre presenta un concepto indefinido: cualquier clase (ποτέ no es una palabra separada).

R743 Como predicado, el pronombre τὶς puede ser enfático (aquí significa: algo en particular).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Lit., no recibe un rostro humano

O, contribuyeron

Fuente: La Biblia de las Américas

Es decir, de qué categoria.

2.6 g Deu 10:17. Es decir, no se fija en las apariencias.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

?V. 6a:? ?Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa;?Dios no hace acepción de personas)? Es éste el único lugar en que Pablo agrega al verbo «tenían reputación (videbantur)” el complemento? ?«de ser algo (esse aliquid)». De ahí lo tomaron los escribientes y lo insertaron también en los otros dos? ?pasajes (v. 2 y 6). Además, hay aquí nuevamente una elipsis: tras las palabras «Pero de los que tenían? ?reputación de ser algo» debes suplir «no recibí nada». Pablo mismo, repitiendo este pensamiento, dice a? ?renglón seguido: «Nada nuevo me comunicaron», empleando el mismo verbo -contulerunt- que ya había? ?usado antes (v. 2).?San Agustín ve en las palabras «lo que hayan sido en otro tiempo» una alusión a la indignidad de? ?los apóstoles, por cuanto también ellos habían sido en un tiempo pecadores.?14? Por otra parte -sigue diciendo San Agustín- esto lo tenía a Pablo sin cuidado, si bien él podría haber dado una buena respuesta a los que le reprochaban su actitud anterior como perseguidor de la iglesia, motivo por el cual lo consideraban? ?indigno de ser comparado con los demás apóstoles; podría haberles dicho: ahora que Dios no hace acepción de personas, ni el apostolado de aquellos ni el mío queda afectado por los pecados cometidos en? ?tiempos anteriores, pues Dios llama a la salvación a todos los hombres por igual. Sin embargo, me agrada? ?más lo que opina San Jerónimo.?15? Según él, las palabras mencionadas tienen que ver con la dignidad y se? ?dirigen contra los apóstoles falsos. Éstos ponderaban grandemente la gloriosa condición de los apóstoles,? ?gloriosa porque ellos habían tenido trato personal con Cristo, y en su presencia lo habían visto, oído y? ?recibido todo. Por esto se les debía dar preferencia sobre Pablo, y se debía guardar la ley como la guardaban ellos. Pablo por su parte no critica a los apóstoles; admite también que todo lo que sus adversarios le? ?objetan es correcto; pero les sale al paso con una respuesta muy oportuna y saludable, a saber, que todo? ?aquello con que ellos hacen tanta alharaca, son cosas que nada tienen que ver con la cuestión en sí. Pues un? ?asunto es verdadero y bueno no porque tenga por autor a un hombre grande, o un santo, o una persona? ?renombrada por algún otro motivo; verdadero y bueno es porque procede de Dios solo. En efecto: ¿de qué? ?le sirvió al traidor Judas el haberse tratado con Cristo y el haber tenido parte en todos aquellos privilegios? ?de los apóstoles? Por consiguiente, los antagonistas de Pablo hacen resaltar en vano la gloriosa faz exterior? ?de los apóstoles en oposición a la palabra de Dios, palabra que él revela y enseña sin necesitar de esa? ?«personalidad». Si Dios desechó el prestigio personal del apostolado en Judas, seguramente no lo tomó en? ?cuenta tampoco en el caso de los demás.?Habrás de notar también que el término «persona» es tomado aquí en un sentido muy distinto del? ?que se le suele dar en las escuelas actuales. Pues en este pasaje no significa «un ser individual dotado de? ?razón»?16? como enseñan allá, sino la calidad exteriormente visible de la vida, la obra y el comportamiento,? ?conforme a la cual un hombre puede juzgar, alabar, censurar y catalogar a otro -en fin, significa todo lo que? ?no está ubicado en la esfera espiritual, conforme a lo dicho en ?1 Samuel 16? (v. 7): «El hombre mira lo que? ?está delante de los ojos, pero Dios mira el corazón» y en el ?Salmo 7? (v. 9): “… Dios quien prueba los? ?corazones y los riñones».?17? Así que si quieres entender correctamente los pasajes bíblicos que hablan de? ?«acepción de personas», tienes que tomar los términos –“personas”, «semblantes», «apariencias» y otros? ?referentes a lo «personal» en el sentido de «lo que está ante los ojos», sea lo que fuere. El hombre siempre? ?mira las personas, nunca el corazón; por esto su juicio siempre es injusto. Dios nunca mira las personas,? ?sino siempre el corazón; por esto «juzga a los pueblos con justicia» (?Sal. 96:10?). Finalmente, en otro pasaje? ?el traductor de la Biblia latina da al griego po|o>swpon el significado de «facies» (faz, aspecto); pero en? ?el lenguaje de las Escrituras, facies significa propiamente «todo lo que aparece en lo exterior». Así está? ?usado en ?Marcos 12? ( v. 14 ): «… porque no miras la apariencia de los hombres» y en ?1 Samuel 16? (v. 7):? ?«No mires a su parecer». Pues bien: ya que el concepto «persona» cambió de significado ya hace mucho,?18? ?bueno sería que en todos los pasajes bíblicos donde ocurre, se lo sustituyera con «apariencia» (facies).?Todo esto te muestra de qué manera más saludable nos instruye Pablo a fin de que no nos dejemos? ?engañar por ningún título, nombre, apariencia y persona, y no echemos en saco roto el consejo que él? ?mismo nos da: «Examinadlo todo, retened lo bueno» (?1 Ts. 5: 21?). Y ¿qué crees que diría ahora, al oír que? ?en la iglesia de hoy se enseña todo sin reexaminación alguna, por parte de hombres que sólo exaltan la? ?capacidad, la santidad y la erudición de las autoridades que citan? Pablo se atreve a afirmar que la apariencia de los apóstoles no tiene nada que ver con la cuestión en sí: sin embargo, la «apariencia» de los apóstolesse basaba realmente en su santidad, su capacidad, su trato personal con Cristo, y en cosas mucho mayores de las que se pueden encontrar hoy día en ningún papa. No obstante, ahora la sola potestad del papa ya basta, la sola santidad de los doctores de la iglesia es el factor dominante; con este respaldo se puede enseñar lo que se quiera. Pero la potestad del papa, la cual también es en cierto modo la «persona» de un hombre, con toda seguridad es aceptada por Dios en poco como lo es su reputación de santo y su fama de erudito: todas estas cosas conciernen a la apariencia de la persona, y por lo tanto no son garantía suficiente como para que haya que creer como verdad todo cuanto bajo su nombre se publique como tal.??Seguro en cambio es esto: que ni los propios apóstoles veían con agrado que se exaltara su persona, puesto que sabían que hay que gloriarse en el Señor (?Jer. 9:23? y sigtes.) y no en sí mismo ni en lo que constituye la propia apariencia, sea la capacidad o la santidad. Y ahora, ¡toma bien a pechos esta advertencia de Pablo!??V. 6b:? ?A mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.?Así que «los de reputación» no se pusieron a detallar ante Pablo el evangelio de ellos ni a consultar? ?con él al respecto (pues esto es lo que significa el verbo «conferre», como ya queda dicho). Pero tampoco? ?era preciso. Les bastaba con darle a Pablo su aprobación, y con ver -como se informa más adelante (v. 7) – que le había sido confiada la predicación del evangelio entre los gentiles.?19? Pablo menciona esto para? ?demostrar que también a juicio de los apóstoles, que tanto habían sido ponderados en su contra, él había? ?enseñado rectamente, y para evidenciar al mismo tiempo que él tiene a los apóstoles de su parte, en contra? ?de los apóstoles falsos que rendían culto a personas. Por esto se detiene ahora en detallarlo más ampliamente.?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero

‡ O, “no hicieron ningún cambio”.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento