Comentario de Gálatas 3:9 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Desde luego, los que se basan en la fe son benditos junto con Abraham, el hombre de fe.

3:9 — De modo que los de la fe (de fe, LBLA) son bendecidos con el creyente Abraham. — Creyente, pisto, creyente o fiel. Hch 16:1, «Timoteo, hijo de una mujer judía creyente «; Hch 16:15, «Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor»; 1Co 4:17, «Timoteo… fiel en el Señor»; 2Co 6:15, «¿O qué parte el creyente con el incrédulo?»; Efe 1:1, «a los santos y fieles en Cristo Jesús»; Efe 6:21, «Tíquico, hermano amado y fiel «; 1Ti 1:12, «me tuvo por fiel «; 1Ti 5:16, «Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas…»; 2Ti 2:2 «esto encarga a hombres fieles «, etcétera. Los creyentes son los fieles hijos de Dios. Creyente es sinónimo de cristiano (discípulo, santo).

«Los de fe» son todos los fieles de Dios desde el principio y hasta el fin del mundo. Dios tiene solamente un pueblo. Todos sus hijos son «los de fe». Hay un solo olivo, y de éste algunos se cortan y a éste otros se injertan. 144,000 es el número de los salvos desde el principio hasta el fin del mundo; este número representa las 12 tribus (los salvos bajo Antiguo Testamento) más los 12 apóstoles (representando los salvos bajo el Nuevo Testamento) x 1000 (número simbólico). Hay un solo Salvador, nuestro Señor Jesucristo. Antes de El no había salvador. Hay un solo plan de salvación: creer a Dios y obedecerle de corazón. En las tres dispensaciones ha habido diferentes requisitos pero los que creen a Dios le obedecen, sean lo que sean los mandamientos. Todos son salvos por fe (por creer a Dios y obedecerle de corazón). Abraham, Moisés, David, Isaías, Daniel, los judíos y gentiles del primer siglo fueron salvos por creer a Dios y obedecerle de corazón.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Gál 3:7, Gál 3:8, Gál 3:14, Gál 3:29; Gál 4:28; Rom 4:11, Rom 4:16, Rom 4:24.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

los de la fe … Abraham. Sean judíos o gentiles. El AT predijo que los gentiles recibirían las bendiciones de la justificación por fe, tal como sucedió a Abraham. Esas bendiciones son derramadas sobre todos gracias a Cristo (cp. Jua 1:16; Rom 8:32; Efe 1:3; Efe 2:6-7; Col 2:10; 1Pe 3:9; 2Pe 1:3-4).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

3:9 — De modo que los de la fe (de fe, LBLA) son bendecidos con el creyente Abraham. — Creyente, pisto, creyente o fiel. Hch 16:1, «Timoteo, hijo de una mujer judía creyente «; Hch 16:15, «Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor»; 1Co 4:17, «Timoteo… fiel en el Señor»; 2Co 6:15, «¿O qué parte el creyente con el incrédulo?»; Efe 1:1, «a los santos y fieles en Cristo Jesús»; Efe 6:21, «Tíquico, hermano amado y fiel «; 1Ti 1:12, «me tuvo por fiel «; 1Ti 5:16, «Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas…»; 2Ti 2:2 «esto encarga a hombres fieles «, etcétera. Los creyentes son los fieles hijos de Dios. Creyente es sinónimo de cristiano (discípulo, santo).
«Los de fe» son todos los fieles de Dios desde el principio y hasta el fin del mundo. Dios tiene solamente un pueblo. Todos sus hijos son «los de fe». Hay un solo olivo, y de éste algunos se cortan y a éste otros se injertan. 144,000 es el número de los salvos desde el principio hasta el fin del mundo; este número representa las 12 tribus (los salvos bajo Antiguo Testamento) más los 12 apóstoles (representando los salvos bajo el Nuevo Testamento) x 1000 (número simbólico). Hay un solo Salvador, nuestro Señor Jesucristo. Antes de El no había salvador. Hay un solo plan de salvación: creer a Dios y obedecerle de corazón. En las tres dispensaciones ha habido diferentes requisitos pero los que creen a Dios le obedecen, sean lo que sean los mandamientos. Todos son salvos por fe (por creer a Dios y obedecerle de corazón). Abraham, Moisés, David, Isaías, Daniel, los judíos y gentiles del primer siglo fueron salvos por creer a Dios y obedecerle de corazón.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Este versículo debe ser expresado como la conclusión del argumento anterior, mediante giros tales como de modo que, «de manera que» (DHH96), «así pues» (BJ). Algunas versiones hacen más explícita la frase del texto original, que es muy concisa: «Así que Dios bendecirá, por medio de Abraham, a todos los que confían en él como Abraham lo hizo» (TLA), «de modo que los que toman el camino de la fe reciben la bendición junto con el creyente Abraham» (BL).

El versículo puede ser aún más específico, si se deja claro que Pablo se refiere a los creyentes en Cristo y se señala la distancia temporal con Abraham. Una buena opción de traducción sería: “A partir de esto que la misma Biblia dice, deben ustedes tener muy claro que quienes reciben los grandes favores de Dios son las personas que han puesto su confianza en Cristo, de igual manera que en el pasado Abraham confió plenamente en Dios”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Rom 4:16-17.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O: “que creyó”.

REFERENCIAS CRUZADAS

ñ 123 Heb 13:7

o 124 Gál 3:28; Gál 3:29; Heb 2:16

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

9 super (1) La fe en Cristo nos introduce en la bendición que Dios prometió a Abraham, la cuál es la promesa del Espíritu (v.14).

9 super (2) Abraham, sometido al trato de Dios, no hacía obras para agradar a Dios, sino que creía en El.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

M144 Parece que ὥστε es una partícula de inferencia que significa: así que, por tanto.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Es decir, hombre de fe.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

?V. 9:? ?De modo que los de la fe serán benditos con el creyente Abraham.?Fíjate bien en el epíteto «creyente» aplicado a Abraham: los de la fe serán benditos con el Abraham? ?que cree, no con el Abraham que engendra físicamente o que hace alguna otra cosa. Pues la Escritura? ?asigna hijos o descendencia sólo al Abraham creyente. Por lo tanto, los que carecen de fe no llevan la? ?imagen de su padre ni obtienen su herencia: así que ni siquiera son hijos, sino bastardos nada más.?No faltará algún amante de sofisterías que aún ahora quiera objetar: «Tampoco esta forma de argumentar? ?tiene consistencia: `Abraham creyó, por lo tanto los que creen son hijos suyos’, pues si bien Abraham? ?obtuvo un hijo y descendencia por su fe, de ello no se sigue que sus hijos necesariamente tengan que creer. De otra manera, por fuerza ellos también tendrían que esperar con fe todo lo que Abraham obtuvo por la fe? ?suya, o no serán hijos de Abraham. Mas entonces, hasta se hará necesario esperar con fe la tierra de Canaán».?36??Basta, pues, conque Abraham creyó y obtuvo hijos; pero esto no es motivo para que también estos hijos? ?tengan que ser creyentes». A esto podemos responder: En primer término, el apóstol considera que para? ?gente con conocimientos aún bastante rudimentarios como lo eran los gálatas, es suficiente saber que no se puede ser hijo de Abraham si no se es semejante a él. La motivación más profunda de este misterio, que? ?Pablo expone en Romanos 10,?37? la omite aquí deliberadamente. Pues en verdad, los Únicos hijos de Abraham que existen son los hijos de la promesa. Pero como la promesa, y la predestinación divinas no pueden ser mentira, se podrá inferir de ello sin dificultad y con infalible lógica que todos los que han sido prometidos, son también creyentes, de modo que la fe de los que han sido prometidos no se basa en las obras que ellos necesariamente deban hacer, ni en la fe que ellos tengan, sino en la firmeza de la elección divina. En el presente pasaje bastaba con mostrar cuán recomendable es el imitar a Abraham; no hacía falta inculcar lo sublime que es la promesa y la predestinación.?El hecho es, pues, el siguiente: Es verdad que la argumentación «Abraham cree, luego también sus? ?hijos creerán» sólo tiene consistencia si piensas en los hijos de la promesa. (Éstos no serán confirmados? ?como tales a causa de su propia justicia o la de Abraham, sino a causa de la elección por parte de Dios; ni? ?tampoco llegarán a la fe por el hecho de ser hijos de Abraham, sino que serán hijos de Abraham por el? ?hecho de que con absoluta certeza llegarán a la fe, puesto que serán donados a Abraham por el Dios que al? ?hacer promesas no miente.) Pero en todo caso vale la argumentación siguiente: «Abraham creyó; luego sus? ?hijos también deben creer, si en realidad quieren ser sus hijos». Esto, digo, era suficiente para los «gálatas? ?insensatos» (cap. 3:1); con los «sabios romanos»?38? había que hablar en otra forma. Así, pues, hijos de? ?Abraham son los que creen, otros no. ?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero