Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, ya que yo me hice como vosotros. No me habéis hecho ningún agravio.
4:12 — Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho. — Aunque Pablo estaba muy preocupado por los gálatas, él no estaba dispuesto a abandonarlos, sino que persistía en su esfuerzo por rescatarlos de las manos de los judaizantes. En esta sección (vers. 12-16, 19,20) deja la argumentación (la resume en el ver. 21) y en base a la buena relación que antes sostuvieron con él les exhorta con mucha ternura. «Deja por un momento su arsenal de armas sacadas del A. T. y vuelve conmovido a memorar los primeros días de su alegre comunión con los gálatas, anhelando que éstos también se dejen conmover por tan sagrados recuerdos» (Trenchard). — Os ruego, hermanos, — El evangelista que dice, «No voy a rogar a los hermanos» no comparte el espíritu de Pablo porque él sí les rogaba. A través de esta carta Pablo emplea lenguaje fuerte para exhortar y reprender, pero también emplea palabras de ternura y manifiesta su sincera preocupación por ellos. No dice, «Yo requiero» ni «Yo ordeno», sino que «Os ruego» (compárese 1Ts 2:7; 1Ts 2:11; 2Ti 2:24-25).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
que os hagáis como yo. Gál 2:14; Gál 6:14; Gén 34:15; 1Re 22:4; Hch 21:21; 1Co 9:20-23; Flp 3:7, Flp 3:8.
ningún agravio me habéis hecho. 2Co 2:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Os ruego: Para ir más allá del presente dilema, Pablo apela a los gálatas que seguían su ejemplo (1Co 11:1). Él abandonó las reglas del ceremonial y las regulaciones conectadas con el judaísmo, así que podía predicar libremente el evangelio de Cristo a los judíos y gentiles por igual, en las ciudades de Galacia. Ellos además no obstaculizarían el evangelio de Cristo con leyes y regulaciones.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Pablo había sido un fariseo orgulloso que se justificaba a sí mismo y confiaba en que su propia rectitud lo salvaría (cp. Flp 3:4-6). Pero al llegar a Cristo, él abandonó todos sus esfuerzos para salvarse a sí mismo y decidió confiar del todo en la gracia de Dios (Flp 3:7-9). Por esto urgió a los gálatas que siguieran su ejemplo y evitaran el legalismo de los judaizantes. Ningún agravio me habéis hecho. Aunque los judíos lo persiguieron durante su primera estadía en Galacia, los creyentes de esa región no habían hecho daño a Pablo, sino que lo recibieron con entusiasmo al escuchar su predicación del evangelio (cp. Hch 13:42-50; Hch 14:19). ¿Cómo era posible que lo rechazaran ahora?
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Después de su reprensión severa a los gálatas, Pablo cambia su metodología y hace un ruego basado en su afecto intenso por ellos.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:12 — Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho. — Aunque Pablo estaba muy preocupado por los gálatas, él no estaba dispuesto a abandonarlos, sino que persistía en su esfuerzo por rescatarlos de las manos de los judaizantes. En esta sección (vers. 12-16, 19,20) deja la argumentación (la resume en el ver. 21) y en base a la buena relación que antes sostuvieron con él les exhorta con mucha ternura. «Deja por un momento su arsenal de armas sacadas del A. T. y vuelve conmovido a memorar los primeros días de su alegre comunión con los gálatas, anhelando que éstos también se dejen conmover por tan sagrados recuerdos» (Trenchard).
— Os ruego, hermanos, — El evangelista que dice, «No voy a rogar a los hermanos» no comparte el espíritu de Pablo porque él sí les rogaba. A través de esta carta Pablo emplea lenguaje fuerte para exhortar y reprender, pero también emplea palabras de ternura y manifiesta su sincera preocupación por ellos. No dice, «Yo requiero» ni «Yo ordeno», sino que «Os ruego» (compárese 1Ts 2:7; 1Ts 2:11; 2Ti 2:24-25).
— que os hagáis como yo, — Que sean simplemente cristianos como Pablo, no «cristianos judaizantes». ¿Cómo podían hacerse como él? Abandonando el judaísmo como él lo había hecho (Flp 3:7; Flp 3:9). Pablo desea la reciprocidad de ellos. Anteriormente los hermanos gálatas (los gentiles) vivieron alejados del judaísmo y Pablo vivió sometido al judaísmo, pero ahora Pablo había obedecido al evangelio de Cristo y alejándose del judaísmo llegó a ser como los gentiles que nunca vivieron bajo ese sistema. Sin embargo, los gálatas querían someterse al judaísmo. Por eso, les rogó que se alejaran de la esclavitud de la ley como él lo había hecho. Aunque eran gentiles, algunos de ellos no querían ser libres como Pablo sino esclavizados con los judaizantes.
— porque yo también me hice como vosotros. — 2:14. El se hizo como ellos al dejar la esclavitud de la ley. «En el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación» (1:14), pero al convertirse a Cristo y gozar de la libertad en El, abandonó el judaísmo, como también todas las ventajas que tenía como judío (Flp 3:4-8). Como cristiano Pablo era como los gentiles que no tenían relación alguna con la ley de Moisés.
— Ningún agravio me habéis hecho. — El agravio no fue contra Pablo sino contra sí mismos, contra su alma. El problema no era personal; no se trataba de injusticias contra Pablo. El no quería que los hermanos pensaran que él usaba lenguaje fuerte por causa de algún sentimiento u ofensa personal, que él les reprendía por estar enojado o irritado. Personalmente no tenía nada contra ellos, a pesar de haber sufrido muchas injusticias cuando predicó en esa área (Hch 13:45; Hch 13:50; Hch 14:4-6; Hch 14:19), y aunque algunos gentiles estuvieron involucrados, toda la persecución fue promovida por los judíos.
Fuente: Notas Reeves-Partain
LA LLAMADA DEL AMOR
Gálatas 4:12-20
Hermanos, os lo suplico: Haceos como yo, porque yo me hice como vosotros. No tengo queja de la manera como me tratasteis una vez. Vosotros sabéis que fue porque estaba enfermo por lo que os prediqué el Evangelio al principio. Tendríais la tentación de mirarme con desprecio y volverme la espalda con asco; pero no lo hicisteis, sino que me recibisteis como si fuera un ángel de Dios, como habríais recibido al mismo Jesucristo. Yo tuve una vez motivos para felicitaros. ¿Qué ha sido de esos motivos? Estoy dispuesto a dar testimonio en vuestro favor de que os habríais sacado vuestros propios ojos. para dármelos. Y, entonces, ¿qué? ¿Es que me he convertido en vuestro enemigo por deciros la verdad? No es por ninguna razón respetable por lo que esas otras personas os hacen la rosca, sino porque quieren levantar barreras para que vosotros seáis los que les hagáis el juego a ellos. Siempre está bien el ser celosos en un asunto noble, y eso no solo cuando estoy fisicamente presente con vosotros. ¡Hijitos míos, por los que sigo pasando dolores de parto hasta que asumáis la forma de cristo! ¡Cuánto me gustaría estar con vosotros ahora! Me encantaría no tener que hablaros así; pero es que me tenéis de lo más preocupado.
Pablo no les dirige una demostración teológica, sino una llamada personal. Les recuerda que por amor a ellos se había hecho como un gentil; había cortado las amarras de las tradiciones en las que se había criado, para hacerse como ellos; y su llamada es que no deben tratar de hacerse judíos, sino que hagan como él.
Aquí tenemos una referencia al «aguijón en la carne» de Pablo. Fue a causa de una enfermedad por lo que llegó a ellos por primera vez. Tratamos este asunto más extensamente en el comentario de 2Co 12:7 . Se ha sugerido que se trataba de la persecución de que era objeto; o de las tentaciones de la carne, que nunca dominó del todo; o de su aspecto físico, que los corintios consideraban despreciable (2Co 10:10 ). La tradición más antigua es que Pablo sufría de horribles dolores de cabeza que le dejaban postrado. De este mismo pasaje surgen dos indicaciones.
(i) Los Galátatas le habrían dado sus propios ojos si hubieran podido. Se ha sugerido que Pablo había tenido siempre problemas en la vista, porque le había deslumbrado tanto la visión del camino de Damasco que desde entonces no podía ver sino confusa y dolorosamente.
La palabra que traducimos por no me volvisteis la espalda con asco quiere decir literalmente no me escupisteis. En el mundo antiguo era costumbre escupirle a un epiléptico para evitar la influencia del mal espíritu que se suponía que poseía al enfermo. Así es que se ha sugerido que Pablo sufría epilepsia.
Si podemos descubrir simplemente cuándo vino Pablo a Galacia, puede que nos ayudara a deducir por qué vino. Es posible que Hch 13:13 s describa esa llegada. Ese pasaje presenta un problema. Pablo, Bernabé y Marcos habían venido desde Chipre a la tierra firme. Llegaron a Perge de Panfilia, donde Marcos abandonó el grupo; y entonces se dirigieron a Antioquía de Pisidia, que estaba en la provincia de Galacia. ¿Por qué no predicaron en Panfilia? Era un distrito populoso. ¿Por qué escogieron dirigirse a Antioquía de Pisidia? La carretera que conducía allá, a lo alto de la meseta central, era una de las más dificultosas y peligrosas del mundo. Tal vez fue por eso por lo que Marcos se volvió a su casa. ¿Por qué, entonces, esta huida repentina de Panfilia? La razón puede muy bien que fuera que, puesto que Panfilia y la llanura costera eran distritos en los que la malaria hacía estragos, Pablo contrajo esta enfermedad, y su único remedio sería buscar las tierras más altas de Galacia, lo que le hizo llegar a Galacia enfermo. Ahora bien, la malaria se reproduce y va acompañada de unos dolores de cabeza que inutilizan a la persona, y que se han comparado con los que produciría un hierro candente que le metieran a uno por las sienes. Puede que fuera ese dolor inaguantable el aguijón en la carne de Pablo que le torturaba cuando llegó por primera vez a Galacia.
Pablo habla de los que estaban cortejando a los Galátatas para seducirlos; se refiere a los que estaban tratando de persuadirlos a que adoptaran la religión judía. Si hubieran conseguido su propósito, los Galátatas habría tenido que rendirles pleitesía para que les permitieran circuncidarse e ingresar en la nación judía. Parecían muy complacientes, pero lo único que querían era ejercer control sobre los Galátatas para reducirlos a una condición de esclavitud y dependencia de ellos y de la Ley.
Pablo acaba usando una metáfora gráfica. El llevar a los Galátatas a Cristo le había costado verdaderos dolores de parto a él, y tenía que seguirlos pasando. Cristo estaba en ellos, pero en embrión; todavía tenía que darlos a luz de nuevo.
No se puede por menos de percibir el profundo afecto que encierran estas últimas palabras. Hijitos míos -los diminutivos expresan siempre ternura en griego y en latín, como en español. Juan usa a menudo esta expresión; pero Pablo, solo aquí; se le salía el corazón del pecho. Haremos bien en notar que Pablo no les echa la bronca con palabras duras; anhelaba a sus hijillos descarriados. Se decía de la famosa misionera y máestra Florence Allshom que, cuando tenía que regañar a algunos de sus estudiantes, lo hacía rodeándolos con sus brazos. El acento del amor penetrará hasta donde los tonos de la ira no se pueden introducir.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Ahora Pablo hace un alto en la presentación de sus argumentos teológicos para dirigir a sus lectores una exhortación llena de emoción. De nuevo usa el tratamiento de hermanos y hace referencia a las muestras de amistad y amor del pasado reciente entre él y los gálatas.
Casi todas las versiones reestructuran el texto original, que, literalmente, dice: “Háganse como yo, pues también yo me hice como ustedes, hermanos, les pido”. En español es mejor iniciar la frase con el apelativo y luego presentar la apelación: «Hermanos, les ruego: sean como yo, porque yo me he vuelto como ustedes» (DHH96), «hermanos míos, yo les ruego que se amolden a mí como yo me he amoldado a ustedes» (TLA). La fuerte emotividad de la apelación puede comunicarse así: “Les hablo ahora con el corazón en la mano”.
El verbo griego usado aquí tiene una amplia gama de significados: “Devenir”, “llegar a ser”, “surgir”, “existir”, “ser”. Esto explica en parte los diversos matices que registran las versiones respecto al contenido del ruego de Pablo: Que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros, «que se comporten conmigo como yo me comporté con ustedes» (BA), «yo me he identificado con ustedes. Les suplico que ahora se identifiquen conmigo» (NVI), «imítenme a mí como yo me hice semejante a ustedes» (BL), «poneos en mi lugar, hermanos, por favor, que yo, por mi parte, me pongo en el vuestro» (NBE). Vidal registra una dimensión diferente de la petición: “¡Seguid siendo mis compañeros, como también yo lo soy vuestro!” (Vidal: 103).
En el texto no está claro en qué consiste la imitación o la ejemplaridad a la que alude Pablo aquí. Varios especialistas consideran que lo más probable es que Pablo esté exhortando a los gálatas para que lo imiten a él en el abandono de la ley como camino para lograr una adecuada relación con Dios. Se podría también traducir: “Hermanos, por favor, tomen mi ejemplo, pues yo renuncié al cumplimiento de los mandamientos de la ley como manera de ponerme a cuentas con Dios. ¡Hagan ustedes lo mismo!”
La oración final del versículo puede parecer un tanto extraña, pues no se sabe a ciencia cierta a qué se refiere Pablo. El original dice: “En nada me agraviaron ustedes”. El sentido puede ser: 1) ustedes no me han ofendido a mí, sino a Cristo o a Dios; 2) no me han ofendido a mí, sino a ustedes mismos. Tal vez Pablo se refiera a que los gálatas desoyeron su enseñanza de poner su confianza sólo en Cristo. Si fuera así, la frase debería entenderse como “no les digo esto porque me sienta ofendido, sino porque ustedes mismos están causándose un mal al actuar de esta manera”. Lo mejor es traducir de manera cercana al original: «Ustedes no me causaron ningún daño» (TLA), «ustedes no me ofendieron en nada» (BL), “No me preocupo por mí, sino por ustedes. No es a mí a quien han ofendido”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
1Co 4:16; 1Co 9:20-22.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
v 196 Gál 6:14
w 197 Gál 1:14
x 198 2Co 2:5
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
12 super (1) Pablo era libre de la esclavitud de las prácticas judías. El rogaba a los gálatas que se hicieran como él.
12 super (2) Pablo se hizo como un gentil, por la verdad del evangelio.
12 super (3) Anteriormente, los gálatas no habían hecho ningún agravio a Pablo. El contaba con que tampoco lo harían ahora.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Pablo está diciendo que tiene una buena relación con los gálatas: en el pasado estabais prestos a «sacaros vuestros propios ojos para dármelos» (expresión corriente en aquel tiempo para indicar que se estaba dispuesto a darlo todo por otra persona, no es una indicación de que Pablo padeciese de una enfermedad de los ojos). Aunque en su primera visita estaba enfermo, no le habían tratado con desprecio, sino que le habían tratado como Cristo les había tratado a ellos. Pablo quería ahora que se asiesen con firmeza a la verdad que él les había enseñado.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
?V. 12a:? ?Sed como yo, porque yo también fui como vosotros.?También en este pasaje, lo oscuro del significado origina variedad de interpretaciones. San Jerónimo ofrece dos. La primera es: «Sed como yo» quiere decir: «sed fuertes y varoniles en la fe en Cristo, tal como yo lo soy ahora», lo que da a estas palabras el carácter de una exhortación al perfeccionamiento «Porque yo también fui como vosotros» quiere decir: «fui como vosotros cuando primeramente os di la leche?46? del evangelio. Pues para vuestro bien me hice un niñito y un hombre débil; mantuve ocultas las doctrinas más difíciles (?Lat.? perfectiora), y os comuniqué las doctrinas más elementales de la fe,?47? presentándome ante vosotros como un maestro al cual también vosotros, los débiles, pudieseis entender. Así que en aquel entonces yo era como vosotros. Retribuídmelo pues ahora, y sed como yo, esto es, lo suficientemente fuertes como para entenderme si os presento doctrinas más difíciles». La otra interpretación de San Jerónimo es: «En un tiempo, también yo estuve apegado a la observancia de ceremonias, como lo estáis vosotros ahora; pero lo tuve por basura, para ganar a Cristo (?Fil. 3?:8). Lo mismo tenéis que hacer vosotros, y ser como yo soy ahora».?48? San Agustín cree que la opinión de Pablo es: «Sed como yo», que a pesar de ser judío, desprecio las cosas de la ley; «porque yo soy como vosotros», esto es, soy hombre tal como lo sois vosotros. Si yo que soy hombre igual a vosotros tengo la libertad de despreciar los «elementos», también vosotros tendréis la misma libertad».?49? Puede pensarse también en otra interpretación: Pablo había reprendido severamente a los gálatas. Para evitar que se sientan irritados y heridos, él se les adelanta y los exhorta a que se comporten con él en la misma forma como él se está comportando con ellos. El sentido de las palabras del apóstol sería entonces: «Yo por cierto no me sentí herido por vosotros, ni me irritasteis. Pues entonces, no os sintáis tampoco vosotros heridos por mí ni irritados; antes bien, deploremos cada uno el mal como mal de todos. El mal mío es que vosotros queréis dar pasos atrás; consecuentemente, no he sido mortificado por vosotros, sino por el mal que ahora es el mal mío. De igual manera, no os sintáis vosotros mortificados por mi reprensión sino más bien por vuestro propio mal proceder.» Esta interpretación parece apoyarla también lo que Pablo dice inmediatamente después (v. 12b): «Ningún agravio me habéis hecho». Un sentido bastante similar al que acabo de proponer se obtiene si se conecta la frase con lo dicho ya anteriormente (v. 11), en la siguiente forma: «Ocurre que el mal vuestro me afecta exactamente como si fuera el mío propio, de modo que en verdad ‘me he hecho débil con los débiles” (?1 Co. 9:22?), ‘lloro con los que lloran’ (?Ro. 12:15?), y ‘me he hecho de todo a todos’ (?1 Co. 9:22?). Os ruego, pues, por mi parte, que os unáis también vosotros al sentir mío si temo haber trabajado en vano entre vosotros. Os pido: temed con el que teme, lamentaos con el que se lamenta de que su trabajo fue en vano; así, aunque permanezcáis indiferentes ante vuestro propio mal, al menos quedaréis conmovidos a causa del mío, y de esta manera llegaréis a deplorar también el mal vuestro.» Así, en efecto, procedió también Cristo, conforme al testimonio de San Bernardo: ?50? como nosotros no nos sintiéramos atormentados por nuestros pecados, él cargó en lugar nuestro con los dolores y padecimientos, a fin de que con su dolor por nuestros pecados nos moviera tanto más fuertemente a la compunción. En el mismo sentido dijo también a aquellas mujeres que le seguían: «No lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas» (?Lc. 23:28?). Por mi parte dejo al lector la plena libertad de formarse su propio juicio respecto de estas conexiones.??V. 12b:? ?Os ruego, hermanos: ningún agravio me habéis hecho.?San Jerónimo relaciona esto con la frase precedente y lee así: «Hermanos, os ruego, sed como yo, porque yo también fui como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho».?51? Pero tengo mis dudas acerca de si debe mantenerse este orden de las palabras, ya que cuando el apóstol dice: «Os ruego, hermanos», suele iniciar una nueva oración. ¿No será que Pablo emplea aquí una elipsis, y que quiere decir lo siguiente, o algo parecido: «Os ruego, perdonadme; me expresé en términos duros, pero fue necesario que así lo hiciera.?Sobrellevad por un poco de tiempo mi celo» San Jerónimo lo explica así: «Si no me hicisteis agravio hasta el presente, en circunstancias en que me hice débil y os comuniqué cosas ‘débiles’ a vosotros que erais niños y débiles -¿por qué me hacéis agravio ahora que os quiero estimular a recibir cosas más importantes?» Y este entendimiento lo corrobora Pablo con lo que sigue (v. 14), donde dice que «les anunció el evangelio a causa de una debilidad y no obstante le recibieron como a un ángel de Dios», etc. Lo cierto es, pues, que el apóstol, movido por paternal solicitud suaviza y atenúa con este texto la aspereza que desplegó en todo su discurso precedente. Había reprendido a los gálatas por ser Insensatos (cap. 3:1), por haberse alejado tan pronto (1:6), por haberse vuelto a los elementos del mundo (4:3, 9) por querer acabar por la carne (3:3), por haberse dejado fascinar (3:1). Les había dicho que Jesucristo fue crucificado entre ellos (3:1), que habían desechado la gracia (2:21) e invalidado el testamento de Dios (3:15 y sigtes.), que de hijos se habían convertido en esclavos (4:1-7); y ahora añade, como un resumen, que todo lo que había hecho fue en vano, y que todo su trabajo se había echado a perder. De esta manera les había indicado que la situación en que se hallaban era malísima y casi totalmente desesperada. Y toda esta reprimenda se la había dado impulsado por su fuerte emoción y por el vivísimo afán de defender la gracia de Dios. Por esto adopta ahora un tomo más moderado y mitiga su castigo con el bálsamo de la apacibilidad, rogándoles que no se lo tomen a mal y que le perdonen este celo de Dios?52? con que había actuado para con ellos, así como él tampoco les había tomado a mal sino perdonado muchas cosas, entre ellas el presente proceder reprobable. «Estimadísimos hermanos míos», les dice, «os ruego que no penséis que todos estos reproches me los haya dictado el odio hacia vosotros. Os digo la verdad, sí; pero no por eso debéis considerarme vuestro enemigo » -pues su temor de haberlos ofendido demasiado, lo revela claramente con lo que dice más adelante (v. 16): «¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?» y luego nuevamente (v. 20): «Quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono como queriendo decir: «Me temo que las palabras que os escribí resulten demasiado ofensivas», como veremos enseguida. Y para dejarlos plenamente convencidos de que no se sentía amargado ni les decía todas estas cosas en un arrebato de odio, comienza a colmarlos de elogios: «No soy vuestro enemigo, hermanos; jamás ‘me habéis hecho ningún agravio’; al contrario; tan lejos estuvisteis de agraviarme que hasta me brindasteis una recepción excepcional como a un ángel de Dios».?
Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero
‡ En otras palabras, un “gentil liberado”.