Comentario de Gálatas 4:19 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros,

4:19

— Hijitos míos, — Eran discípulos muy amados (1Jn 2:1; 1Jn 2:12; 1Jn 2:28; 1Jn 3:7; 1Jn 3:18; 1Jn 4:4; 1Jn 5:21). Como Pablo dijo a los filipenses (1:8), «Porque Dios me es testigo de cuánto os añoro a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús» (LBLA). Esta expresión indica el cariño profundo de una madre que sufre mucho por dar a luz sus hijos. Léanse otra vez Hch 13:1-52 y 14 para recordar los sufrimientos y ansiedades que el apóstol Pablo sufrió para poder convertir a los gálatas.

— por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, — Al predicar el evangelio a los gálatas Pablo los engendró (1Co 4:15; compárese 1Pe 1:23-25) y sufrió mucho por realizar ese propósito (Hch 13:1-52; Hch 14:1-28). La conversión de la gente requiere trabajo y aun sufrimiento de parte de los que predican el evangelio. Como el dar a luz no es sin dolor para la madre, así tampoco la conversión de la gente será sin dolor para los que les enseñan. Los falsos maestros no tuvieron nada que ver con el nacimiento espiritual de los gálatas, sino solamente con su caída. La figura bíblica (en este caso una metáfora) no ha de aplicarse literalmente en todo detalle, sino que recalca cierto pensamiento principal, como en este caso enfatiza el trabajo, sufrimiento y ansiedad que el apóstol Pablo tuvo que pasar para convertir a los gálatas y que ahora sufre otra vez para rescatarlos del error y confirmarlos en la verdad. De esa manera Pablo hizo el papel de padre y madre (1Ts 2:7; 1Ts 2:11), para efectuar la conversión (nuevo nacimiento) de los gálatas, pero los falsos maestros no tenían nada que ver con este proceso.

— hasta que Cristo sea formado en vosotros, — Al bautizarse para perdón de pecados los gálatas estuvieron «en Cristo» (3:26, 27; 5:6; 2Co 5:17; Efe 2:13) y estando en Cristo deberían crecer «en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor» (2Pe 3:18) para ser transformados a la imagen de Cristo (Rom 8:29; 2Co 3:18; Efe 4:13; Gál 5:22-23). Este proceso requiere que el converso tenga el Espíritu de Cristo (Rom 8:9), que posea «el entrañable amor de Cristo» (Flp 1:8), y que el cuerpo y sus miembros sean los miembros de Cristo (Rom 6:13; Rom 6:15). Esto era el propósito de Pablo

— porque esto es el propósito del Señor — , pero los judaizantes no tenían ese propósito, sino que solamente buscaban candidatos para la circuncisión, porque querían gloriarse en su carne (Gál 6:13); de esa manera los judaizantes impedían el proceso de transformación que el Señor quería.

Pablo quería que los hermanos gálatas llegaran a la madurez (Efe 4:13-14; Heb 6:11-14) y estaba preocupado por ellos hasta que ese propósito se lograra.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Hijitos míos. 1Co 4:14; 1Ti 1:2; Tit 1:4; Flm 1:10, Flm 1:19; Stg 1:18; 1Jn 2:1, 1Jn 2:12; 1Jn 5:21.

vuelvo a sufrir dolores de parto. Núm 11:11, Núm 11:12; Isa 53:11; Luc 22:44; Flp 1:8; Flp 2:17; Col 2:1; Col 4:12; Heb 5:7; Apo 12:1, Apo 12:2.

hasta que Cristo sea formado en vosotros. Rom 8:29; Rom 13:14; Efe 4:24; Flp 2:5; Col 1:27; Col 3:10.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

En la más tierna forma, Pablo llama a los cristianos gálatas hijitos míos, por falta de crecimiento y profundidad espiritual. El apóstol también se retrata a sí mismo como «madre espiritual» de los gálatas. Vuelve a sentir todos los dolores de parto porque cayeron en graves errores.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

DOLORES DE PARTO. La metáfora «sufrir dolores de parto» describe la angustia, el dolor y el anhelo con los cuales Pablo desea la salvación de aquellos gálatas que se han alejado de Cristo y han caído de la grada (Gál 5:4). Es como si ellos necesitaran un segundo nacimiento espiritual y él mismo, como una madre, sufriera de huevo los dolores de parto para que Cristo pudiera formarse en ellos.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

Hijitos míos. El único uso que Pablo hace de esta frase afectuosa que Juan utiliza con frecuencia (1Jn 2:1; 1Jn 2:18; 1Jn 2:28; 1Jn 3:7; 1Jn 3:18; 1Jn 4:4; 1Jn 5:21). hasta que Cristo sea formado en vosotros. A diferencia de los motivos malignos de los judaizantes (vea la nota sobre Gál 3:1), el objetivo de Pablo era que los gálatas alcanzaran la semejanza plena a Cristo. Esta es la meta de la salvación (vea las notas sobre Rom 8:29).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:19 — Hijitos míos, — Eran discípulos muy amados (1Jn 2:1; 1Jn 2:12; 1Jn 2:28; 1Jn 3:7; 1Jn 3:18; 1Jn 4:4; 1Jn 5:21). Como Pablo dijo a los filipenses (1:8), «Porque Dios me es testigo de cuánto os añoro a todos con el entrañable amor de Cristo Jesús» (LBLA). Esta expresión indica el cariño profundo de una madre que sufre mucho por dar a luz sus hijos. Léanse otra vez Hch 13:1-52 y 14 para recordar los sufrimientos y ansiedades que el apóstol Pablo sufrió para poder convertir a los gálatas.
— por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, — Al predicar el evangelio a los gálatas Pablo los engendró (1Co 4:15; compárese 1Pe 1:23-25) y sufrió mucho por realizar ese propósito (Hch 13:1-52; Hch 14:1-28). La conversión de la gente requiere trabajo y aun sufrimiento de parte de los que predican el evangelio. Como el dar a luz no es sin dolor para la madre, así tampoco la conversión de la gente será sin dolor para los que les enseñan. Los falsos maestros no tuvieron nada que ver con el nacimiento espiritual de los gálatas, sino solamente con su caída. La figura bíblica (en este caso una metáfora) no ha de aplicarse literalmente en todo detalle, sino que recalca cierto pensamiento principal, como en este caso enfatiza el trabajo, sufrimiento y ansiedad que el apóstol Pablo tuvo que pasar para convertir a los gálatas y que ahora sufre otra vez para rescatarlos del error y confirmarlos en la verdad. De esa manera Pablo hizo el papel de padre y madre (1Ts 2:7; 1Ts 2:11), para efectuar la conversión (nuevo nacimiento) de los gálatas, pero los falsos maestros no tenían nada que ver con este proceso.
— hasta que Cristo sea formado en vosotros, — Al bautizarse para perdón de pecados los gálatas estuvieron «en Cristo» (3:26, 27; 5:6; 2Co 5:17; Efe 2:13) y estando en Cristo deberían crecer «en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor» (2Pe 3:18) para ser transformados a la imagen de Cristo (Rom 8:29; 2Co 3:18; Efe 4:13; Gál 5:22-23). Este proceso requiere que el converso tenga el Espíritu de Cristo (Rom 8:9), que posea «el entrañable amor de Cristo» (Flp 1:8), y que el cuerpo y sus miembros sean los miembros de Cristo (Rom 6:13; Rom 6:15). Esto era el propósito de Pablo — porque esto es el propósito del Señor –, pero los judaizantes no tenían ese propósito, sino que solamente buscaban candidatos para la circuncisión, porque querían gloriarse en su carne (Gál 6:13); de esa manera los judaizantes impedían el proceso de transformación que el Señor quería.
Pablo quería que los hermanos gálatas llegaran a la madurez (Efe 4:13-14; Heb 6:11-14) y estaba preocupado por ellos hasta que ese propósito se lograra.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Este versículo está muy ligado al versículo Gál 4:18, aunque en relación de contraste. Pablo ha dado a entender a los gálatas que el interés de los otros misioneros respecto a ellos no es sincero, y ahora describe su propio interés por ellos como el de una madre por sus hijos. Para comunicar esto, el apóstol recurre a una emotiva metáfora, un recurso muy usual en él: Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto. La forma de trato es en griego un diminutivo, literalmente, “mis niñitos”, una forma que es común en 1 Juan, pero que Pablo usa solamente aquí. El apóstol no usa este diminutivo en sentido irónico, sino que desea comunicar su auténtico amor por los creyentes gálatas. En 1Ti 2:7, Pablo se describe él mismo como una madre cariñosa. En este versículo, en cambio, se presenta como una madre en el momento de dar a luz, sufriendo los dolores previos al alumbramiento. En esta imagen, Pablo piensa a los gálatas como si aún estuvieran en el vientre materno, necesitados de renacimiento espiritual.

La traducción debe comunicar la idea de lo doloroso del proceso, algo que las versiones hacen de diversas maneras: «De nuevo sufro los dolores del alumbramiento» (BL), «a los que doy a luz de nuevo» (BP), «otra vez me causáis dolores de parto» (NBE), “a quienes estoy dando a luz de nuevo dolorosamente” (Vidal: 103).

Es probable que el uso de esta metáfora cause extrañeza en algunos contextos, pues es imposible que un hombre dé a luz. Por esta razón, se debe especificar que se trata de una metáfora o de una comparación: “Por causa de ustedes, me siento como una mujer que está a punto de dar a luz”, “los dolores que siento por ustedes son como los de una mujer que está a punto de tener un bebé”.

La meta de tales dolores es definida con una segunda imagen. En efecto, lo que está en formación y debe por fin nacer es la imagen de Cristo en los creyentes: Hasta que Cristo sea formado en vosotros. No se trata de que los gálatas se parezcan físicamente a Cristo, sino de que adquieran sus virtudes, entre las cuales Pablo tiene en mente la libertad.

El verbo griego presente aquí es el que se utiliza para expresar la formación de un objeto o una imagen, como una escultura o un grabado. El énfasis está puesto en el proceso, durante el cual va apareciendo la figura, poco a poco. Algunas versiones se acercan a esta idea: «Hasta que adquiráis la figura de Cristo» (BP), «hasta ver a Cristo formado en vosotros» (BJ). También podría traducirse: “Hasta que se conviertan en fieles seguidores de Cristo”, “hasta que se conduzcan como Cristo”, “hasta que se parezcan tanto a Cristo en su forma de ser, que la gente los identifique como sus seguidores”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

REFERENCIAS CRUZADAS

j 210 1Co 4:15; 1Ts 2:11; Flm 1:10

k 211 Heb 6:1

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

hasta que Cristo sea formado en vosotros. O sea, hasta que ellos muestren madurez, mostrando a Cristo en su vida (2:20).

Fuente: La Biblia de las Américas

19 (1) Pablo se consideraba a sí mismo el padre engendrador y consideraba a los creyentes gálatas los hijos que engendró en Cristo (cfr. 1Co_4:15 ; Flm_1:10).

19 (2) La labor dolorosa de dar a luz. En esta metáfora Pablo se comparó con una madre que da a luz. El había laborado así para regenerar a los gálatas cuando por primera vez les predicó el evangelio. Debido a que se habían desviado del evangelio que les había predicado, de nuevo sufría dolores de parto hasta que Cristo fuera formado en ellos.

19 (3) Cristo, una persona viviente, es el enfoque del evangelio dé Pablo. La predicación de Pablo, la cual era muy diferente de la enseñanza de la ley de la letra, tenía como fin producir en los creyentes a Cristo, el Hijo del Dios viviente. Por eso, todo el énfasis de este libro está en Cristo como centro. Cristo fue crucificado (3:1) para redimirnos de la maldición de la ley (3:13) y rescatarnos de la maligna corriente religiosa del mundo (1:4), y resucitó de los muertos (1:1) para vivir en nosotros (2:20). Nosotros fuimos bautizados en El, siendo identificados con El, y nos hemos vestido de El (3:27). Así que, estamos en El (3:28) y hemos llegado a ser Suyos (3:29; 5:24). Por otro lado, El ha sido revelado en nosotros (1:16); ahora vive en nosotros (2:20), y será formado en nosotros (v.19). La ley nos ha conducido a El (3:24), y en El todos somos hijos de Dios (3:26). En El heredamos la bendición prometida por Dios y disfrutamos el Espíritu todo-inclusivo (3:14). Además, es en El que todos somos uno (3:28). No debemos dejarnos privar de todo el provecho que tenemos en Cristo y así ser separados de El (5:4). Necesitamos que El suministre Su gracia en nuestro espíritu (6:18) para que lo vivamos a El.

19 (4) Cuando por primera vez Pablo predicó el evangelio a los gálatas y ellos fueron regenerados por medió de su predicación, Cristo nació en ellos pero no fue formado en ellos. Aquí el apóstol volvía a sufrir dolores de parto para que Cristo fuese formado en ellos. Cuando Cristo esté formado en nosotros, El estará plenamente maduro en nosotros. Primero, Cristo nació en nosotros cuando nos arrepentimos y creímos en El, luego El vive en nosotros en nuestra vida cristiana (2:20), y, finalmente, será formado en nosotros en nuestra madurez. Es necesario que Cristo sea formado en nosotros para que seamos hijos mayores de edad y herederos de la bendición prometida por Dios, y para que maduremos en la filiación divina.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

R713 El pronombre relativo οὕς tiene el género según el sentido, y no según la forma gramatical (está precedido tanto por ὑμᾶς como por τεκνία; es decir, el género masculino se usa para referirse a personas).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

?V. 19:? ?Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros.??¡Fíjate en el maravilloso amor del apóstol que lo hace identificarse enteramente con los gálatas!?Todo lo transfiere a si mismo de una manera tal que se olvida por completo de su propia persona. ¡Cómo sufre con ellos, cómo se esfuerza, cómo se agita, cuán solícito es, no en su propio interés sino exclusivamente en interés de los gálatas! ¡Qué hermoso ejemplo da el apóstol de lo que es un pastor cristiano! El amor verdadero «no busca lo suyo» (?1 Co. 13:5?). «Queridísimos hijitos míos» (dice Pablo), «mi corazón maternal está atormentado. He sido vuestro padre,?68? y he llegado a ser vuestra madre. Os llevo en mi seno, os doy forma y figura. Quisiera daros a luz y haceros entrar en la vida, si de alguna manera pudiera hacerlo ». San Jerónimo se extiende en largas alabanzas de este tierno afecto; pues sólo una actitud como la de Pablo conduce a que realmente se busque las almas y no el dinero.?69? ¡Fíjate además en el cuidado con que el apóstol escoge las palabras! No dice: «hasta que yo forme a Cristo en vosotros», sino hasta que Cristo sea formado»: lo que hace él, Pablo, es lo de menos; la mayor parte de la obra la atribuye a la gracia de Dios. Como una madre, él los lleva en su seno, cual semilla aun no desarrollada, hasta que intervenga el Espíritu y los forme en Cristo. Un predicador puede preocuparse mucho acerca de cómo «dar a luz» cristianos; pero para formarlos, él no tiene más capacidad que la que tiene una madre para formar el fruto en su vientre: ella no hace más que llevar ese feto que ha de ser formado y dado a luz. Tampoco dijo Pablo: «hasta que seáis formados en semejanza de Cristo (?Lat.? in Christum)», sino hasta que Cristo sea formado en vosotros», porque la vida del cristiano no es la de él mismo, sino que es la vida de Cristo que vive en él, como se indicó en el capítulo 2 (v. 20): «Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí». Nosotros tenemos que ser destruidos y «deformados» para que Cristo cobre forma en nosotros como el único que llena nuestro ser.?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero