Biblia

Comentario de Gálatas 4:31 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Gálatas 4:31 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

4:31

— De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre. — Esto nos lleva a las siguientes conclusiones: (1) el evangelio es superior a la ley de Moisés; (2) el evangelio nos libera de la esclavitud de la ley; (3) en Cristo «ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor» (5:6); (4) ya no estamos bajo guardianes (tutores y curadores); (5) por eso, debemos vivir y actuar de acuerdo a nuestra libertad en Cristo, porque ahora no somos esclavos, sino libres.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

que no somos hijos de la sierva. Gál 5:1, Gál 5:13; Jua 1:12, Jua 1:13; Jua 8:36; Heb 2:14, Heb 2:15; 1Jn 3:1, 1Jn 3:2.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Gál 5:1

De manera representa la conclusión de la sección anterior; mientras que pues, señala que Pablo va a aplicar esta verdad espiritual a la vida de los creyentes gálatas. Ser hijos de la esclava significa estar encadenados al pacto del monte Sinaí (Gál 4:24, Gál 4:25), la Ley de Moisés. Ser de la libre es seguir el ejemplo de fe de Abraham (Gál 3:6-9), «haber nacido según el Espíritu» (Gál 3:2; Gál 4:29) y estar destinados a la «Jerusalén de arriba» (Gál 4:26). Al entender tales realidades, el creyente en Cristo debe estar constantemente firme en la libertad de no tener que guardar la Ley de Moisés con el fin de salvarse. Los gálatas estaban a punto de convertirse nuevamente en esclavos a la Ley.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

no somos hijos de la esclava. Vea las notas sobre Gál 4:24; Gál 4:26.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:31 — De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre. — Esto nos lleva a las siguientes conclusiones: (1) el evangelio es superior a la ley de Moisés; (2) el evangelio nos libera de la esclavitud de la ley; (3) en Cristo «ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor» (5:6); (4) ya no estamos bajo guardianes (tutores y curadores); (5) por eso, debemos vivir y actuar de acuerdo a nuestra libertad en Cristo, porque ahora no somos esclavos, sino libres.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Al igual que en la conclusión del versículo Gál 4:28, aquí Pablo también trata a sus conversos de hermanos. Por otro lado, mientras que en el versículo Gál 4:28 usa el pronombre “ustedes”, aquí usa el “nosotros”, incluyéndose él mismo junto con los gálatas como hijo de la “mujer libre”.

Este versículo funciona como resumen de lo dicho anteriormente y como paso a las consecuencias prácticas, las cuales conforman el contenido de la carta en los próximos dos capítulos. El sentido de conclusión lo expresa la partícula griega dio, que puede traducirse “por lo cual”, “debido a lo dicho previamente”, “siendo esto así”, o alguna expresión similar.

Pablo concluye ahora su discusión con una afirmación de lo que ha estado tratando de decir a los gálatas a través de su complicado argumento: No somos hijos de la esclava, sino de la libre. Es mejor salirse aquí de la alegoría y del estilo concentrado de Pablo, para que el sentido quede más evidente en la traducción. TLA es la única versión que apunta en esa dirección: «Hermanos, nosotros no somos esclavos de la ley, sino libres. No somos como el hijo de la esclava, sino como el de la mujer libre».

Lo que Pablo está diciendo es que los creyentes en Cristo no son hijos de la esclavitud, ya sea de un sistema legalista o de alguna forma fija de rituales y prácticas religiosas. Es posible orientar la lectura con una traducción como la siguiente: “Tenemos que aprender mucho de esta historia. Los que hemos puesto la confianza en Cristo somos como Isaac, libres y herederos de las promesas de Dios. Ya no somos esclavos de ningún sistema legalista”.

Reflexión bíblica y pastoral

El método alegórico genera problemas de interpretación a los lectores y lectoras modernos. No estamos acostumbrados al mismo ni a su manejo de personajes, acontecimientos y pensamientos, tan alejados de nosotros en el tiempo y en la cultura. Por esta razón, debemos tener cuidado y no buscar aplicaciones directas de este tipo de pasajes. En este texto, Pablo utiliza referencias de la Biblia y de la tradición judía que le ayuden a construir su argumento.

Al poner la atención en la enseñanza principal del pasaje, nos damos cuenta de que Pablo está intentando convencer a los creyentes cristianos para que vivan su fe en la libertad que debe caracterizar a las personas que están bajo la influencia del Espíritu. Los creyentes en Cristo no viven ya sujetos a leyes, sino de acuerdo con las promesas de Dios. La convicción de que Dios cumple sus promesas genera una esperanza activa que da a la vida dirección y sentido.

En esta alegoría de Pablo es importante notar que los creyentes se convierten en hijos e hijas de la promesa por su capacidad de creer, así como Abraham creyó. En efecto, esa capacidad de creer convirtió a Abraham en el origen de una genealogía de creyentes que se extiende más allá del cristianismo, porque él es también la figura central y el prototipo de fe en el judaísmo y el Islam.

De este pasaje aprendemos que hay una fuerza de Dios que impulsa siempre hacia adelante y supera cualquier situación que intente sembrar el desánimo. Sara, la esposa de Abraham, tuvo un hijo en su vejez, y así se convirtió ella también en canal de bendición y madre de las personas creyentes. Agar, la sirvienta que fue expulsada con su hijo al desierto, también se convirtió en la madre de un gran pueblo. Dios la socorrió y la bendijo en medio de la desolación y el abandono. Las circunstancias de ambas mujeres con sus respectivos hijos fueron diferentes, pero cada una experimentó la bendición de Dios en su momento.

Como en muchísimos pasaje de la Biblia, también aquí vemos que Dios invierte la lógica de los acontecimientos. Pablo cita un texto profético donde se anima a la estéril a regocijarse. Ahora ella tiene la promesa de Dios y esa promesa genera esperanza, y donde hay esperanza, ahí está el Espíritu de Dios mostrando abundancia de vida, incluso donde en apariencia sólo reina la esterilidad.

La Escritura que pide “echar fuera a la esclava y a su hijo” es un texto narrativo convertido en alegoría, es decir, en un ejemplo edificante, por lo que no debe entenderse en su sentido literal. Lo importante es el sentido que procura revelar, esto es, que Dios es capaz de cambiar cualquier situación desgraciada en una acción de gracia, cualquier situación desesperada en una fuente de esperanza.

Según la alegoría de Sara y Agar, los verdaderos hijos e hijas de Dios no siguen las indicaciones de la ley de manera ciega y acrítica, y esta libertad incluye no sólo a gentiles, sino también a judíos. El mensaje cristiano es un llamado a una libertad tal, que abarca la liberación integral de todos los obstáculos que impiden desarrollar la vida humana en plenitud. La Jerusalén celestial no sólo es una ciudad imaginaria o alegórica; es un espacio de vida donde reina la libertad evangélica, que debe ser defendida de toda acción que intente destruirla o limitarla. El uso de esta libertad en situaciones prácticas de la vida comunitaria será el tema de los próximos capítulos.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

— de la libre: Todo el pasaje de Gál 4:21-31 constituye un magnífico ejemplo de cómo Pablo comentaba de vez en cuando la Escritura al estilo rabínico de su tiempo.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

e 232 Rom 6:14

f 233 Jua 8:36; Gál 5:13

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

hijos…de la libre. Los creyentes son hijos de la promesa (3:29), herederos de Dios y coherederos con Cristo (Ro 8:17).

Fuente: La Biblia de las Américas

31 super (1) Nosotros, los que creemos en Cristo, no somos hijos de la ley bajo la esclavitud de la ley, sino hijos de la gracia bajo la libertad de la gracia que han de disfrutar el Espíritu todo-inclusivo con todas las riquezas de Cristo.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Véase la nota en 5:1

Fuente: La Biblia de las Américas

?V. 31:? ?De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.??Con esto, Pablo hace la aplicación del hecho histórico y de su interpretación alegórica, y presenta el resultado final en una breve conclusión, que ahora se entiende plenamente por lo que fue dicho antes. No cabe duda: «ser hijo de la esclava» es servir a la ley, estar en deuda con la ley, tener la obligación de cumplirla, ser un pecador, un hijo de ira (?Ef 2:3?), un hijo de la muerte, un enajenado de Cristo; es estar separado de la gracia, no tener parte en la herencia futura, quedar desprovisto de la bendición de que habla la promesa, ser un hijo de la carne, un hipócrita, uno que trabaja por sueldo; es, además, vivir en el espíritu de esclavitud, en temor (?Ro. 8:15?), y todo lo demás que el apóstol mencionó aquí y en otras partes. Pues los nombres de este mal son incontables. Nuestro traductor agregó al final de este capítulo las palabras: «en la libertad con que Cristo nos hizo libres”.?110? No obstante, seguiremos el texto griego y trataremos este apéndice como comienzo del capítulo quinto.?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero