Comentario de Gálatas 4:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,

4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, — El tiempo indicado por los profetas (Gén 49:10; Miq 5:2; 2Sa 7:12; Hch 3:24). «En la dispensación del cumplimiento de los tiempos» (Efe 1:10). La promesa a Abraham (Gén 12:3) fue cumplida. El reino anunciado por los profetas, por Juan y por Jesús fue establecido. «Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros» (Luc 4:21). «Todo está dispuesto; venid a las bodas» (Mat 22:4). «En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación» (2Co 6:2).

La dispensación del evangelio es el último tiempo, la última dispensación. Desde el día de Pentecostés (Hch 2:1-47) estamos viviendo en «los postreros días» (Hch 2:16-17; Heb 1:1-2; 1Pe 1:20; 1Jn 2:18).

— Dios envió a su Hijo, — Con esto Pablo afirma la Deidad de Cristo; al decir que Dios «envió a su Hijo» afirma su preexistencia (Jua 1:1-2; Jua 1:14; Flp 2:6).

— nacido de mujer — Afirma la humanidad de Cristo. Gén 3:15, Cristo es la simiente de la mujer que vino para herir la serpiente en la cabeza. Era verdadero descendiente de Abraham (3:16) y de David (Rom 1:3). Participó de nuestra naturaleza (Heb 2:14-16) para destruir al que tiene el imperio de la muerte y para librarnos del temor de la muerte.

— y nacido bajo la ley, — Fue circuncidado al octavo día (Luc 2:21), y presentado en el templo (Luc 2:22-24), asistía a la sinagoga y participaba en los estudios (Luc 4:16), enseñaba a los judíos que deberían guardar toda la ley, aun los mandamientos más pequeños (Mat 7:18-19; Mat 23:3-4). Nació bajo la ley para tomar el lugar de los nacidos bajo la ley, sujetándose a sí mismo a la misma posición de ellos. Llevó el yugo insoportable de la ley (Hch 15:10).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

cuando vino el cumplimiento. Gén 49:10; Dan 9:24-26; Mal 3:1; Mar 1:15; Hch 1:7; Efe 1:10; Heb 9:10.

Dios envió a su Hijo. Isa 48:16; Zac 2:8-11; Jua 3:16; Jua 6:38; Jua 8:42; Jua 10:36; 1Jn 4:9, 1Jn 4:10, 1Jn 4:14.

nacido. Isa 9:6, Isa 9:7; Miq 5:2; Zac 6:12; Luc 2:10, Luc 2:11; Jua 1:14; Rom 1:3; Rom 9:5; Flp 2:6-8; 1Ti 3:16; Heb 2:14; Heb 10:5-7; 1Jn 4:2.

de mujer. Gén 3:15; Isa 7:14; Jer 31:22; Miq 5:3; Mat 1:23; Luc 1:31, Luc 1:35; Luc 2:7.

nacido bajo la ley. Mat 3:15; Mat 5:17; Luc 2:21-27; Rom 15:8; Col 2:14.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

el cumplimiento del tiempo es «el momento perfecto» en la historia, el «momento indicado» por Dios el Padre (v. Gál 4:2) para su Hijo nacido, y después muerto por los pecados del mundo.

nacido de mujer se refiere a la humanidad de Cristo y tal vez alude a su rol como la «simiente» fundamental de la mujer (Gál 3:16; Gén 3:15).

nacido bajo la ley significa que Cristo estaba regido por la ley judía (Mat 5:17-19), además establece su identificación con todo el pueblo que está sujeto a la Ley.

redimiese significa «comprar en el mercado de esclavos», esta palabra la usa sólo Pablo en el NT. (Gál 3:13; Efe 5:16; Col 4:5). El verbo describe el pago supremo y final de Cristo por los pecados de la humanidad (Rom 3:23-25). Este pago, su muerte en la cruz, libra a los que creen en Él de la maldición de la Ley y de la esclavitud al pecado. El pago decisivo y la libertad obtenida abren el camino para que los cristianos lleguen a ser hijos de Dios. Aunque si bien sólo hubo un hijo natural en la familia de Dios, Jesucristo (vv. Gál 4:4, Gál 4:6), Dios generosamente adopta a todos los creyentes como sus hijos. Ya no somos esclavos del pecado, ni niños bajo la tutoría de la Ley.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

el cumplimiento del tiempo. En el tiempo de Dios, cuando las condiciones exactas a escala religiosa, cultural y política requirieron el cumplimiento de ese aspecto de su plan perfecto, Jesús vino al mundo. Dios envió a su Hijo. Como un padre que determina la fecha en la que se realizará la ceremonia que marca la mayoría de edad de su hijo para que quede libre de los guardianes, custodios y tutores, Dios envió a su Hijo en el momento preciso para que librara a todos los que creen de su servidumbre a la ley. Esta es una verdad que Jesús afirmó de manera reiterada (Jua 5:30; Jua 5:36-37; Jua 6:39; Jua 6:44; Jua 6:57; Jua 8:16; Jua 8:18; Jua 8:42; Jua 12:49; Jua 17:21; Jua 17:25; Jua 20:21). El hecho de que el Padre haya enviado a Jesús al mundo demuestra su existencia previa y externa como el segundo miembro de la Trinidad. Vea las notas sobre Flp 2:6-7; Heb 1:3-5; cp. Rom 8:3-4. nacido de mujer. Esto demuestra la humanidad plena de Jesús y no solo su nacimiento de una virgen (Isa 7:14; Mat 1:20-25). Jesús tenía que ser Dios a plenitud para que su sacrificio tuviera el valor infinito que se requería para expiar el pecado, pero Él también tenía que ser hombre a plenitud para que pudiera llevar sobre sus hombros el castigo por el pecado como sustituto del ser humano. Vea Luc 1:32; Luc 1:35; Jua 1:1; Jua 1:14; Jua 1:18. bajo la ley. Como todos los hombres, Jesús tenía la obligación de obedecer la ley de Dios. A diferencia de todos, no obstante, Él mantuvo una obediencia perfecta a esa ley (Jua 8:46; 2Co 5:21; Heb 4:15; Heb 7:26; 1Pe 2:22; 1Jn 3:5). Su naturaleza inmaculada y libre de pecado hizo de Él el sacrificio perfecto por los pecados, y Él cumplió toda justicia porque tuvo obediencia perfecta a Dios en todo. Esa justicia perfecta es lo que se imputa a los que creen en Él.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, — El tiempo indicado por los profetas (Gén 49:10; Miq 5:2; 2Sa 7:12; Hch 3:24). «En la dispensación del cumplimiento de los tiempos» (Efe 1:10). La promesa a Abraham (Gén 12:3) fue cumplida. El reino anunciado por los profetas, por Juan y por Jesús fue establecido. «Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros» (Luc 4:21). «Todo está dispuesto; venid a las bodas» (Mat 22:4). «En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación» (2Co 6:2).
La dispensación del evangelio es el último tiempo, la última dispensación. Desde el día de Pentecostés (Hch 2:1-47) estamos viviendo en «los postreros días» (Hch 2:16-17; Heb 1:1-2; 1Pe 1:20; 1Jn 2:18).
— Dios envió a su Hijo, — Con esto Pablo afirma la Deidad de Cristo; al decir que Dios «envió a su Hijo» afirma su preexistencia (Jua 1:1-2; Jua 1:14; Flp 2:6).
— nacido de mujer — Afirma la humanidad de Cristo. Gén 3:15, Cristo es la simiente de la mujer que vino para herir la serpiente en la cabeza. Era verdadero descendiente de Abraham (3:16) y de David (Rom 1:3). Participó de nuestra naturaleza (Heb 2:14-16) para destruir al que tiene el imperio de la muerte y para librarnos del temor de la muerte.
— y nacido bajo la ley, — Fue circuncidado al octavo día (Luc 2:21), y presentado en el templo (Luc 2:22-24), asistía a la sinagoga y participaba en los estudios (Luc 4:16), enseñaba a los judíos que deberían guardar toda la ley, aun los mandamientos más pequeños (Mat 7:18-19; Mat 23:3-4). Nació bajo la ley para tomar el lugar de los nacidos bajo la ley, sujetándose a sí mismo a la misma posición de ellos. Llevó el yugo insoportable de la ley (Hch 15:10).

Fuente: Notas Reeves-Partain

Es muy probable que una traducción literal de la frase cuando vino el cumplimiento del tiempo no sea entendida con claridad en algunos contextos. En efecto, el texto original dice: “Pero cuando vino la plenitud del tiempo”. Los judíos del tiempo de Jesús y de Pablo esperaban la llegada de un tiempo específico en el que Dios actuaría en favor del pueblo judío. Es posible que Jesús concibiera que la irrupción de este tiempo estuviera aconteciendo con su propia llegada. Pablo, con seguridad, lo entendió así, sólo que para él la llegada de este tiempo de plenitud traía como característica distintiva la incorporación de los no judíos al pueblo de Dios. Las versiones traducen esta expresión de la siguiente manera: «Cuando se cumplió el tiempo» (DHH96), «cuando llegó la plenitud de los tiempos» (BA), «cuando se cumplió el plazo» (NBE), «cuando llegó el día señalado por Dios» (TLA).

La convicción de los primeros cristianos se expresa en la fórmula Dios envió a su Hijo (cf. Rom 8:3-4; Jua 3:16-17 y 1Jn 4:9). Esta idea era escandalosa para la mayoría de los judíos, pues era muy difícil concebir que Dios pudiera engendrar hijos. Sin embargo, se convirtió en un elemento fundamental de la fe cristiana.

La expresión nacido de mujer es una locución judía que se utiliza como indicación de un nacimiento humano o, simplemente, como sinónimo de “ser humano”. La expresión nacido bajo la ley es una formulación paulina, desarrollada en el contexto de la polémica de Pablo con los maestros judíos y con los maestros judeocristianos (cf. Job 14:1; Mat 11:11). La construcción griega de esta expresión sugiere la idea de “sujeto a la ley”, “aprisionado por las regulaciones de la ley”.

Pablo está diciendo, entonces, que el Hijo de Dios tomó por sí mismo forma humana y estuvo sujeto a todos los requerimientos de la ley judía: Nacido de mujer y nacido bajo la ley, «nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés» (DHH96), «nació de una mujer y se sometió a la ley de los judíos» (TLA). Es importante que la traducción dé el mismo peso a las dos expresiones, dado que el original las presenta como instancias paralelas y en equilibrio. Puede quedar más claro como sigue: “Y Cristo nació como cualquier ser humano y vivió en una sociedad regulada por la ley judía”, “y Cristo tuvo una madre humana como cualquiera de nosotros y vivió de acuerdo con las ordenanzas de la ley de su pueblo”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Efe 1:10; (ver Mar 1:15).

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— el momento cumbre de la historia: Lit. cuando llegó la plenitud del tiempo. Expresión tomada de la literatura apocalíptica judía.

— nacido de mujer: El único lugar de las cartas paulinas en que se alude a la madre de Jesús.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

d 177 Gén 3:15; Gén 49:10

e 178 Mat 3:17; Jua 8:42

f 179 Jua 1:14; 1Ti 3:16; Heb 2:14

g 180 Mat 5:17

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

la plenitud del tiempo. Es decir, el tiempo fijado por el Padre para la llegada de su Hijo para redimir a los que estaban bajo la ley (vers. 5).

Fuente: La Biblia de las Américas

4 (1) La culminación de los tiempos del Antiguo Testamento, la cual sucedió en el tiempo señalado por el Padre (v.2).

4 (2) La virgen María ( Luc_1:27-35). El Hijo de Dios nació de ella para poder ser la simiente de la mujer, según lo prometido en Gén_3:15 .

4 (3) Cristo nació bajo la ley, como se revela en Luc_2:21-24 , Luc_2:27 , y guardó la ley, como se revela en los cuatro evangelios.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

nacido bajo la ley. Cristo fue criado en conformidad con la ley mosaica.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

R820 El agente se expresa por medio de ἐκ: de una mujer.

M66 Tanto en el v. 4 como en el v. 5, ὑπὸ νόμον significa: bajo la ley.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, el cumplimiento

Fuente: La Biblia de las Américas

?V. 4, 5:? ?Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido (orig.. hecho) de mujer y nacido (hecho) bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.?El apóstol define aquí como «cumplimiento del tiempo» a lo que antes (v. 2) había llamado el «tiempo señalado por el Padre». En efecto: Así?8? también Dios había señalado de antemano el tiempo en que la bendición prometida a Abraham se cumpliría en Cristo, su descendiente. No que en el ínterin los santos patriarcas no hayan obtenido la bendición aquella, sino que en Cristo, la bendición debía ser revelada a través del mundo, y él debía ser manifestado como Aquel en quien tanto los padres como nosotros somos benditos. Y a esto lo llama Pablo el «cumplimiento del tiempo»: es que se había cumplido el tiempo señalado (por el Padre, V. 2). Otros llaman «cumplimiento del tiempo» al tiempo del cumplimiento, es decir, al tiempo de la gracia. Entre ellos está el autor a quien cita San Jerónimo; dicho autor, contradiciéndose a sí mismo, afirma: «Si era necesario que Cristo naciera (o fuera hecho) bajo la ley para que redimiese a los que estaban bajo la ley, también habría sido necesario que naciera sin ley para que redimiese a aquellos que estaban sin ley, es decir, a los gentiles. En cambio, si esto no era necesario, también aquello otro es superfluo».?9? El citado autor, digo, supone que el apóstol se refiere sólo a la ley ceremonial, cuando en realidad Pablo está hablando de la ley entera. Pues es un hecho que Cristo nos redimió no sólo de las ceremonias; antes bien, nos redimió de las concupiscencias o de la ley que prohíbe la concupiscencia; porque él mismo no debía nada a nadie, y sin embargo se hizo deudor viviendo (bajo la ley) como si fuese un pecador.?Por esto debe observarse cuidadosamente cómo se expresa el apóstol. Pues «vivir bajo la ley» no es lo mismo que «vivir en el tiempo de la ley y en el radio de su vigencia» (en este sentido, ni Job ni Naamán el Sirio estuvieron bajo la ley, ni tampoco la viuda de Sarepta en tierra de Sidón?10? ); «vivir bajo la ley» es ser deudor de la ley, es no tener con qué cumplirla, es ser reo de todos los castigos que la ley impone. Cristo empero, aunque no estaba bajo la ley ni podía estarlo, no obstante fue hecho bajo la ley, fue hecho pecado (?2 Co. 5:21?) y pecador; y esto no porque hubiera atentado contra la ley como lo hacemos nosotros, sino porque cargó sobre sus propios hombres los castigos impuestos por la ley a los pecados _él, el Inocente, en favor nuestro. Por ende todos los pueblos estuvieron bajo la ley, al menos bajo la ley natural y los Diez Mandamientos.?11? De ahí que Cristo no fuera hecho bajo la ley del mismo modo como nosotros estamos bajo la ley. Así como tampoco fue hecho «maldición» y «pecado» (?Gá. 3:13?; ?2? Co. 5:21?) del mismo modo como lo somos nosotros: él fue hecho bajo la ley sólo en cuanto al cuerpo, nosotros en cambio estamos bajo la ley tanto por lo que atañe al cuerpo como por lo que atañe al espíritu; y como dice San Agustín en su obra «Acerca de la Trinidad», libro IV capítulo 3: «Por lo que Cristo tiene en forma simple, él está en armonía con lo que nosotros tenemos en forma doble y lo complementa en una hermosa octava».?12?La expresión «hecho de mujer”: ¿no parece casi una afrenta a la virginal madre de Cristo? Pues usando el mismo verbo, Pablo podría haber dicho «hecho de una virgen». San Jerónimo, lee que el apóstol escogió estas palabras pensando en Manes:?13? éste sostiene que Cristo nació por medio de (per) una mujer, no de (ex) una mujer, y asevera sin poder probarlo que la carne de Cristo no fue real sino putativa. Pero podría decirse también que el apóstol quiere destacar aquí la condescendencia divina, la cual llegó a un extremo tal que Cristo tuvo a bien nacer no sólo de la naturaleza humana sino incluso del sexo más débil de la misma; y que por este motivo resultó más adecuado señalar el sexo que señalar el estado personal. Al mismo tiempo puede decirse que Pablo quiere llamar la atención al hecho de que Adán no fue hecho de mujer, Eva en cambio fue hecha de varón, no de mujer; de la misma manera pues como una mujer hecha de varón fue la causante del pecado y de la perdición, un varón hecho de mujer habría de ser el causante de la justicia y de la salvación,?14? resultando así que los sexos opuestos producen efectos opuestos. Esto no habría podido observarse si no se hubiese hecho referencia expresa al sexo. Sin embargo, el apóstol tampoco omite mencionar la virginidad de María; pues su insistencia en que Cristo «fue hecho de mujer» cuando todos los demás seres humanos provienen de hombre y mujer, es una no pequeña ponderación del milagro de que la madre de Cristo es una mujer virgen, y él mismo el Hijo de una virgen. Finalmente, por cuanto Cristo tenía que ser un hombre natural y un «hijo» (?Is. 9:5?), era preciso que naciera. Mas para que pueda haber un nacimiento, es menester también la concurrencia del sexo femenino; pues Cristo Hombre no habría sido «hijo» si no hubiese nacido de mujer. Tal es el caso de Adán y Eva, que siendo seres humanos, sin embargo no fueron «hijo» ni «hija».?El concepto «adopción de hijos» se halla expresado más adecuadamente en el término griego, nioJesia que proviene de «poner» e «hijo», tal como el término latino legispositio, que es un sustantivo compuesto de «poner» y «ley». Esta nioJesia empero, como nos enseñó Pablo en párrafos anteriores,?15? es efectuada por medio de la fe en Cristo -esta fe en el Cristo venidero que había sido prometida a Abraham.?Pues creer en Cristo es «revestirse de él», «llegar a ser uno con él» (cap. 3:27, 28). Mas Cristo es el Hijo: por consiguiente, también los que creen en él, son hijos juntamente con él.?En consideración a aquellos que aún no han recibido la suficiente instrucción acerca de Cristo, repito lo que ya dije más de una vez, a saber, que las expresiones «redimiese», «recibiésemos la adopción» (v. 5), «sois hijos», «envió el Espíritu» (v. 6), «ya no es esclavo, sino hijo y heredero» (v. 7) y otras similares no deben entenderse como si ya estuviesen cumplidas en nosotros; antes bien, Cristo las cumplió plenamente para que también en nosotros hallasen pleno cumplimiento. Pues todo fue iniciado de tal manera que día a día debía alcanzar un perfeccionamiento siempre mayor. Por esto se habla también de la «Pascua del Señor» (?Ex. 12:11?, ?12?), es decir, de su tránsito o paso, y a nosotros se nos llama «galileos»,?16? o sea, “gente que está en camino”, ya que continuamente estamos saliendo de Egipto y dirigiéndonos a través del desierto, es decir, por el camino de la cruz y del padecimiento, hacia la Tierra de Promisión. Hemos sido redimidos, y somos redimidos continuamente. Hemos recibido la adopción de hijos, y aún la seguimos recibiendo. Hemos sido hechos hijos de Dios, lo somos, v llegaremos a serlo. Ha sido enviado el Espíritu, es enviado ahora y será enviarlo en lo futuro. Conocemos, y conoceremos.?Pues bien: no debes imaginarte la vida del cristiano como un estar parado y en posición de descanso, sino como un estar en camino y en avance, de los vicios a la virtud, de claridad en claridad, de virtud en virtud: y al que no está en camino, tampoco lo debes tener por cristiano, sino por un pueblo amante del reposo y de la paz, contra el cual el profeta hace marchar a sus adversarios.?17? No creas por lo tanto a aquellos teólogos embusteros que te dicen: Con tal de haber alcanzado un grado del amor, el primero, ya tienes lo suficiente para ser salvo.?18? En su necia fantasía, estos teólogos se imaginan que existe un amor que yace inactivo en el corazón, como el vino en el barril. Pero el amor no es inactivo, sino que continuamente está crucificando la carne.?Tampoco se conforma con permanecer en un determinado grado, sino que busca expandirse por todo el ser del hombre a fin de purificarlo. Aquellos empero con su grado único, cuando les llegue el tiempo de la tentación y de la muerte, no poseerán ni el primer grado ni el segundo.

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero