para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
4:5 — para que redimiese a los que estaban bajo la ley, — «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición» (3:13).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
para que redimiese. Gál 4:21; Gál 3:13; Mat 20:28; Luc 1:68; Hch 20:28; Efe 1:7; Efe 5:2; Col 1:13-20; Tit 2:14; Heb 1:3; Heb 9:12, Heb 9:15; 1Pe 1:18-20; 1Pe 3:18; Apo 5:9; Apo 14:3.
a fin de que de que recibiésemos la adopción. Gál 4:7; Gál 3:26; Jua 1:12; Rom 8:19, Rom 8:23; Rom 9:4; Efe 1:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
para que redimiese. Vea la nota sobre Gál 3:13. los que estaban bajo la ley. Los pecadores culpables que están bajo las demandas de la ley y sus maldiciones (vea las notas sobre Gál 3:10; Gál 3:13), en necesidad extrema de un Salvador (vea la nota sobre Gál 3:23). la adopción de hijos. «Adopción» es el acto de incorporar a la familia propia a una persona que ha sido engendrada por otra persona. Puesto que los seres humanos no regenerados son por naturaleza hijos de Satanás (vea la nota sobre Gál 3:26), la única manera en la que pueden convertirse en hijos de Dios es mediante un acto de adopción espiritual (Rom 8:15; Rom 8:23; Efe 1:5).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
4:5 — para que redimiese a los que estaban bajo la ley, — «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición» (3:13).
— a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. — El Padre adopta a los esclavos para que sean herederos por medio de la obra redentora de Jesucristo quien nos ha reconciliado con Dios (Efe 2:12-13; Efe 2:16).
Fuente: Notas Reeves-Partain
La frase de este versículo está construida en dos partes presentadas en forma paralela con dos verbos y el doble uso de una partícula que puede traducirse “de manera que”, “por ello” o “a fin de que”: Para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. El primer verbo expresa en sentido religioso una liberación efectuada mediante la compra de los derechos, operación cuyo contexto original era la liberación de esclavos por medio de un pago. En el cristianismo de los orígenes llegó a ser una de las principales formas de expresar la “redención” o “salvación”. Algunas versiones comunican correctamente esa dimensión de “liberación” del sentido original: «Para liberar a todos los que teníamos que obedecer la ley» (TLA), «para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley» (DHH96), «para que rescatase a los súbditos de la ley» (BP).
Para Pablo, sólo las personas libres pueden ser hijos o hijas de Dios. Por esa razón, fue necesario recibir la liberación antes de poder ser adoptados como tales. Si se es esclavo de la ley, entonces no se puede tener la filiación divina, que es el propósito de la obra de Cristo. La expresión literal dice: “Para que recibiéramos la adopción” (cf. Rom 8:15, Rom 8:23). Ahora bien, el término adopción no debe ser entendido en sentido legal, sino como una expresión religiosa que significa que Dios nos da el estatus de hijos e hijas junto con todos los privilegios que esto conlleva: «Y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios» (DHH96), «y nosotros recibiéramos la condición de hijos» (BP), “la dignidad de hijos” (Vidal: 101). Algunas versiones subrayan la condición de hijos adoptivos: «Y luego nos adoptó como hijos suyos» (TLA), «para que así llegáramos a ser hijos adoptivos de Dios» (BL), «para que recibiéramos la filiación adoptiva» (BJ).
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
Gál 3:13; Gál 3:26.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
h 181 1Co 7:23; Gál 3:13
i 182 Mat 20:28
j 183 Jua 1:12; Rom 8:23; 2Co 6:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
5 (1) El pueblo escogido de Dios estaba encerrado por la ley bajo la custodia de ésta (3:23). Cristo nació bajo la ley a fin de redimir a los escogidos de Dios de la custodia de la ley, para que recibieran la filiación y llegaran a ser hijos de Dios. Por lo tanto, no debían volver a la custodia de la ley para estar bajo su esclavitud, como a los gálatas se les indujo a hacer, sino que debían permanecer en la filiación divina para disfrutar el suministro de vida del Espíritu en Cristo.
5 (2) La obra redentora de Cristo nos trae a la filiación para que disfrutemos la vida divina. La economía de Dios no consiste en hacernos personas que guardan la ley, personas que obedecen los mandamientos y ordenanzas de la ley, que se dio solamente con un propósito temporal, sino en hacernos hijos de Dios, quienes heredan la bendición de la promesa de Dios, la cual se dio para Su propósito eterno. El propósito eterno de Dios es tener muchos hijos para Su expresión corporativa ( Heb_2:10 ; Rom_8:29). Con tal objetivo, El nos predestinó para filiación ( Efe_1:5) y nos regeneró a fin de que fuésemos hijos Suyos ( Jua_1:12-13). Nosotros debemos permanecer en Su filiación para llegar a ser Sus herederos con miras a recibir todo lo que El ha planeado para Su expresión eterna, y no debemos apreciar la ley que nos distrae y nos lleva al judaísmo.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
la adopción de hijos. Véase nota en Rom 8:15.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
R960 Parece que ἵνα aparece en un sitio donde hubiera podido usarse un pronombre relativo. [Editor. El usual sentido de propósito de ἴνα parece que cuadra bien en las dos cláusulas de este versículo.]