Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
5:18 — Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. — — En esta carta hay contraste entre el Espíritu y la ley (3:2-6; 5:4, 5, 18); entre la fe (el evangelio) y la ley (3:23-24); entre la esclavitud y la libertad (4:21-31); y entre la carne y el Espíritu (5:16, 17). «Bajo la ley» significa esclavitud y derrota porque la ley no podía salvar (3:11-13; 21-23, 25; 4:3, 24, 25; 5:1), y «guiados por el Espíritu» significa vivir de acuerdo al evangelio (ver. 5), porque «donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad» (2Co 3:17), es decir, donde está el evangelio revelado por el Espíritu allí hay libertad; en este texto Pablo contrasta al evangelio a la letra, la ley de Moisés. Los que son guiados por el Espíritu (Rom 8:14) son los que andan por el Espíritu (ver. 16). A éstos Cristo «hizo libres» (ver. 1). Estos pertenecen a Cristo (3:29), son de la fe (3:9). Es decir, todos los hijos de Dios son guiados por el Espíritu. Pero ¿no implica Pablo en los ver. 13-17 que en las iglesias de Galacia había mucha carnalidad? Sí, pero en esta misma carta el Espíritu Santo está corrigiéndoles y llamándoles al arrepentimiento. No hemos de suponer que la condición descrita en esta carta haya sido la condición permanente de esas iglesias (recuérdese el optimismo de Pablo, 5:10).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
mas si sois guiados por el Espíritu. Gál 5:16, Gál 5:25; Gál 4:6; Sal 25:4, Sal 25:5, Sal 25:8, Sal 25:9; Sal 143:8-10; Pro 8:20; Isa 48:16-18; Eze 36:27; Jua 16:13; Rom 8:12, Rom 8:14; 2Ti 1:7; 1Jn 2:20-27.
no estáis bajo la ley. Gál 4:5; Rom 6:14, Rom 6:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Los que son guiados por el Espíritu Santo exhiben una calidad de conducta superior (Gál 5:22, Gál 5:23), que va más allá de los requerimientos de la Ley de Moisés.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Dos alternativas claras que se excluyen mutuamente. Usted puede vivir por el poder del Espíritu Santo, lo cual trae como resultado una conducta justa y actitudes espirituales (vv. Gál 5:22-26), o conforme a la ley que solo puede producir conducta y actitudes injustas (vv. Gál 5:19-21). Cp. 1Co 15:56.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
5:18 — Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. – – En esta carta hay contraste entre el Espíritu y la ley (3:2-6; 5:4, 5, 18); entre la fe (el evangelio) y la ley (3:23-24); entre la esclavitud y la libertad (4:21-31); y entre la carne y el Espíritu (5:16, 17). «Bajo la ley» significa esclavitud y derrota porque la ley no podía salvar (3:11-13; 21-23, 25; 4:3, 24, 25; 5:1), y «guiados por el Espíritu» significa vivir de acuerdo al evangelio (ver. 5), porque «donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad» (2Co 3:17), es decir, donde está el evangelio revelado por el Espíritu allí hay libertad; en este texto Pablo contrasta al evangelio a la letra, la ley de Moisés. Los que son guiados por el Espíritu (Rom 8:14) son los que andan por el Espíritu (ver. 16). A éstos Cristo «hizo libres» (ver. 1). Estos pertenecen a Cristo (3:29), son de la fe (3:9). Es decir, todos los hijos de Dios son guiados por el Espíritu.
Pero ¿no implica Pablo en los ver. 13-17 que en las iglesias de Galacia había mucha carnalidad? Sí, pero en esta misma carta el Espíritu Santo está corrigiéndoles y llamándoles al arrepentimiento. No hemos de suponer que la condición descrita en esta carta haya sido la condición permanente de esas iglesias (recuérdese el optimismo de Pablo, 5:10).
El Espíritu Santo no nos guía por medio de los impulsos e imaginaciones del corazón nuestro sino por su palabra que fue escrita por los apóstoles y otros hombres inspirados. Cuando la Biblia dice que el Espíritu mora en nosotros (Rom 8:9, etc.) esto no significa que El nos guía en alguna manera intuitiva o misteriosa que no se puede explicar. Como el pecado mora en el pecador (Rom 7:17), es decir, el pecado tiene control de su vida, así también el Espíritu controla la vida nuestra y lo hace por medio de su enseñanza revelada en el Nuevo Testamento.
La palabra andar (ver. 16) indica la responsabilidad del hombre. El Espíritu guía y nosotros andamos. El ciego fue traído (guiado) a Jesús pero no fue llevado sino que él mismo tuvo que caminar (Luc 18:40). El Espíritu nos guarda en el camino pero nosotros mismos tenemos que caminar — paso por paso — hasta llegar al destino.
Fuente: Notas Reeves-Partain
Este versículo puede ser considerado como un resumen de lo que Pablo ha venido argumentando durante todo el capítulo. Es otra forma de expresar lo ya dicho en el versículo Gál 5:16, donde el apóstol aseguró que quienes son guiados por el Espíritu “no satisfacen los deseos dañinos de la naturaleza humana”. Aquí Pablo asegura que si los creyentes en Cristo son guiados por el Espíritu, entonces no están sometidos al cumplimiento legalista de la ley: «Pero si el Espíritu los guía, entonces ya no estarán sometidos a la ley» (DHH96).
El verbo en presente pasivo (“son conducidos”) está en relación directa con el imperativo (“caminen”, “condúzcanse”) del versículo Gál 5:16, con un énfasis en la sujeción de la propia voluntad a la guía del Espíritu. El tiempo del verbo sugiere una acción continua, lo que hace posible las siguientes traducciones: «Si os dejáis llevar por el Espíritu» (NBE), «pero si se dejan conducir por el Espíritu» (BA) o, aún mejor, “si ustedes permanecen bajo la guía del Espíritu”.
El resultado de ser guiados por el Espíritu es la liberación de la obediencia legalista a la ley: «Entonces ya no estarán sometidos a la ley» (DHH96), «ya no están obligados a obedecer la ley» (TLA), «no están bajo el dominio de la ley» (BA), “ustedes no son empujados a hacer lo que la ley exige”.
Ahora Pablo pasa a contraponer los resultados concretos de la vida bajo la guía del Espíritu y los de la vida bajo el poder de las tendencias humanas dañinas. Para esto, echa mano a un recurso típico de su contexto, muy usado especialmente por filósofos y pedagogos, que consiste en presentar catálogos de virtudes y vicios.
Los estudiosos han propuesto varias formas de organizar los elementos de las listas, pero no se ha logrado un consenso. Una posibilidad es dividir los vicios en cuatro grupos: 1) los relacionados con la conducta sexual; 2) los relacionados con el culto; 3) los relacionados con la convivencia social; y 4) los relacionados con el autocontrol. Debe notarse que casi todos los vicios aparecen en plural, lo que puede estar indicando su frecuencia.
Nuestra versión base traduce literalmente: Y manifiestas son las obras de la carne, pero es mejor buscar equivalentes como los que siguen: «Es fácil ver lo que hacen quienes siguen los malos deseos» (DHH96), «todo mundo conoce la conducta de los que obedecen a sus malos deseos» (TLA), «las acciones que proceden de los bajos instintos son conocidas» (NBE).
Respecto a la lista de palabras que sigue, la mejor manera de orientar la traducción es ofrecer juntas la versión base, la traducción literal (cuando ésta difiere de la versión base), luego las dos versiones que nos parecen más claras (DHH96 y TLA), y, por último, nuestra propia sugerencia. Así, cada traductor o traductora podrá orientarse y buscar la palabra o la situación de su propio contexto que mejor responda al texto bíblico.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
h 268 Rom 8:14
i 269 Rom 6:14; Rom 8:2
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
18 (1) La ley está relacionada con nuestra carne ( Rom_7:5), y nuestra carne es contra el Espíritu (v.17). Por lo tanto, el Espíritu está en contraste con la ley. Cuando andamos por el Espíritu, quien está en nuestro espíritu regenerado, no satisfacemos; los deseos de la carne (v.16); cuando somos guiados por el Espíritu, no estamos bajo la ley. El Espíritu de vida, y no la ley de la letra, es el principio que nos guía y regula nuestro andar cristiano en nuestro espíritu regenerado.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
M44 Πνεύματι se usa como un dativo instrumental aquí y en el v. 25 (denota el agente -T240): guiados por el Espíritu.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
?V. 18:? ?Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.? ??Dice el apóstol: «Os he exhortado a que andéis en el Espíritu, que sigáis el deseo del Espíritu, que? ?resistáis el deseo de la carne, a fin de que no os mordáis y comáis unos a otros sino que os sirváis unos a? ?otros en el amor que es el cumplimiento de la ley; porque si hacéis esto, y si de esta manera os dejáis guiar? ?por el Espíritu y obedecéis el deseo del Espíritu, `no estáis bajo la ley’: no debéis nada a la ley sino que la? ?cumplís. ¿Por qué, entonces, os decidisteis a volver nuevamente a la ley? ¿Por qué tratáis de llegar al? ?cumplimiento de la ley por otro camino?»? ??En párrafos anteriores ya expliqué con suficiente claridad qué es «estar bajo la ley»: es no cumplirla,? ?o cumplirla a la manera de un esclavo, sin dedicación gozosa. Mas esta dedicación gozosa no la produce? ?ni la ley ni la naturaleza sino la fe en Cristo Jesús. Y este dejarse conducir por el. Espíritu, este obedecer el? ?deseo del Espíritu, este combate y serio intento que constituye nuestra vida entera, es lo que da por resultado? ?que Dios nos perdone misericordiosamente si no hacemos lo que queremos. Pues todavía no somos? ?espiritas, sino que estamos siendo guiados por el Espíritu. En efecto: la palabra de Jesús en ?Juan 3? (v. 6):? ?«Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es» nos muestra lo que debemos ser; la palabra escrita aquí . por? ?Pablo nos muestra lo -que somos: Debemos ser espíritu, pero hasta el momento sólo estamos bajo la? ?conducción del Espíritu, o para decirlo así: en proceso de formación a cargo del Espíritu. En cambio, los? ?que están bajo la ley, también están sujetos a las obras de la carne. Así está escrito en ?Romanos 7? ( v. 5 ):? ?«Mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros? ?para llevar frutos para la muerte», y también en ?Romanos 8? (v. 14): «Los que son guiados por el? ?Espirita de Dios, éstos son hijos de Dios». . Porque este «conducir» y «guiar» es lo mismo que el «traer» de? ?que se habla en ?Juan 6? ( v. 44): «Nadie viene a mí si el Padre no le trajere» y en ?Juan 12? (v. 32): «Si fuere? ?levantado de la tierra; a todos atraeré a mí mismo», es decir, los moveré amablemente, haré que actúen con? ?gozo y de buena voluntad. Con el Espíritu despertaré un deseo?86? en aquellos que se veían obligados, por? ?Moisés y por la ley y sus terrores, a obrar con ánimo triste y contra su voluntad, o también seducidos, tamo? ?niños, con promesas referentes a bienes temporales. Así dice la esposa en el Cantar de los Cantares, cap. 1? ?(v. 4, Vulg.): «Atráeme en pos de ti; correremos hacia la fragancia de tus ungüentos». Esto significa: «Con? ?la palabra de la ley v con severas amenazas, Moisés y los profetas me aterran, débil y reacio como soy, y me? ?apremian; tú empero atráeme dulcemente y úngeme suavemente con la palabra de la ley y el recuerdo de la? ?misericordia, que me has demostrado». Pues la fragancia de los ungüentos es el evangelio de la gracia de? ?Dios. En este evangelio se huele, o sea, se percibe mediante la fe, el ungüento de la gracia de Dios. Por esto? ?se dice en el Eclesiástico,?87? cap. 24 (v. 20): «En las calles he dado olor cual cinamomo y bálsamo aromático,? ?y como mirra selecta he dado suave perfume», y en el ?Salmo 44? (45:8): «Mirra y áloe y casia exhalan tus? ?vestidos». Pablo por su parte declara (?2 Co. 2:14?, ?15?) «Somos grato olor de Cristo… a aquellos olor de vida? ?para vida». Este mismo «atraer» es llamado también un «silbar» en ?Isaías 7? (v. 18): «En aquel día silbará el? ?Señor a la mosca que está en los últimos confines de Egipto», quiere decir, soplará sobre ellos con el? ?Espíritu Santo; despertará el espíritu de ellos para que tengan deseos contrarios a los de la carne, etc. (v. 17). Y en ?1 Reyes 19? (v. 11 y sigtes.) está escrito que lo que hizo percibir a Elías la presencia del Señor no fue? ?el fuerte viento ni el terremoto ni el fuego (todo lo cual son los terrores de la ley) sino el silbo de una suave,? ?brisa; porque la ley del Señor se cumple no con un corazón lleno de tristeza o apremiado por la necesidad,? ?sino con gozo y placer.? ?