Comentario de Gálatas 5:20 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones, partidismos,

5:20

— idolatría, — 1Jn 5:21, «Hijitos, guardaos de los ídolos». Los cristianos del primer siglo tenían que aprender a abstenerse de las contaminaciones de ídolos (Hch 15:20; Hch 15:28; 1Co 8:12; 1Co 10:20-21; 2Co 6:14-18; 2Co 7:1). Un problema grande para el cristiano del primer siglo era el requisito de que todos adoraran la imagen del emperador. Esta práctica comenzó como expresión de gratitud al emperador por la seguridad, la justicia y el buen orden del imperio. La consecuencia de no adorar la estatua del emperador era grave porque esto afectó su empleo y negocios. Para vender y comprar tenían que dar muestra de su servicio al emperador. Este tema se trata extensamente en el Apocalipsis. Pero, cueste lo que cueste, como Jesús nos dice, «Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás» (Mat 4:10).

Recuérdese también que la avaricia es idolatría (Col 3:5; Mat 6:24; 1Ti 6:9-10).

— hechicerías, — pharmakía. Brujería . «En la hechicería, la utilización de drogas, tanto si eran sencillas como si eran potentes, iba generalmente acompañada de encantamientos e invocaciones a poderes ocultos, de la aplicación de diversos amuletos, etc., todo ello con la pretensión de proteger al paciente de la atención y del poder de los demonios, pero en realidad para impresionar al paciente con los misteriosos recursos y poderes del hechicero» (Vine). Pero la hechicería no se usa solamente para la protección del enemigo, sino para perjudicarlo. Simón el Mago (Hch 8:9; Hch 8:11) y Bar-jesús (13:6, 8) practicaban la hechicería. En Efeso los que practicaban «artes mágicas» quemaron sus libros (19:13, 19).

Muchos no consultan a Dios y no confían en Dios porque tienen su confianza en las estrellas. No les preocupa la providencia de Dios porque creen que su suerte está en el horóscopo.

— enemistades, — echthra. — Esta obra de la carne es lo opuesto del amor (5:22). Dice Pablo en Rom 8:7, «Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios». Obviamente había enemistades entre los judaizantes y otros hermanos. Pablo dijo, «Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros» (ver. 15).

Había enemistades entre judíos y samaritanos (Jua 4:9; Luc 9:54), pero al obedecer los samaritanos (Hch 8:12) habían de recibirse como hermanos amados.

En Efe 2:14-15 Pablo habla de la abolición de la ley de Moisés para quitar las enemistades causadas por ella. Esa pared fue necesaria durante el período de tiempo en que estuvo en vigor la ley de Moisés. La nación de Israel fue escogida por Dios para ser su pueblo especial, para que a través de esta nación pudiera venir el Mesías, el Salvador del mundo. Fue necesario que Israel se quedara muy apartada de las otras naciones. Por lo tanto, se les dio una tierra especial, una ley especial, y costumbres especiales y peculiares. En Est 3:8 leemos, «Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey». Muchas leyes fueron diseñadas para hacerles una nación distinta y separada de las demás naciones; por ejemplo, los israelitas no podían comer la misma comida que las demás naciones comían. También se les prohibió casarse con los cananeos. Tenían que guardar el día séptimo como día consagrado a Dios. Esta y muchas otras leyes les hicieron muy diferentes y distintos a los demás. Estas leyes formaron una pared de separación entre los judíos y los gentiles y también causaron enemistades entre ellos.

Pero Pedro se dio cuenta de que a los gentiles ya no era correcto llamarles inmundos. Cuando fue a la casa de Cornelio, el Señor le dijo en el éxtasis, «Lo que Dios limpió, no lo llames tú común» (Hch 10:15). El dijo a Cornelio y a los demás, «Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo» (Hch 10:28). Cristo quitó, pues, esa ley que hizo separación entre judíos y gentiles, y al hacerlo abolió las enemistades. No lo hizo meramente por medio de sus enseñanzas, sino «en su carne», es decir, en la cruz.

Pero lamentablemente en la actualidad todavía existe

— aun en la iglesia del Señor — la cortina de hierro entre los de distintos colores, razas, niveles económicos, etc. La solución de Pablo para este problema se encuentra en 3:28, «Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (3:28). Se puede agregar que en Cristo tampoco hay diversos colores, razas, etcétera.

— pleitos, — eris. Pleitos, aquí y en 1Ti 6:4 ; contenciones, Tit 3:9. Contiendas (rivalidad, riña, discordia) como en la iglesia en Corinto, 1Co 1:11; 1Co 3:3; 2Co 12:20; «contiendas», Rom 1:29; Rom 13:13. Esta palabra bien describe el mundo de relaciones malas, lo opuesto de la unidad y comunión. Por eso, el que se convierte en cristiano deja esta obra de la carne para poder establecer una relación buena con hermanos y tener comunión no interrumpida con ellos. Es importante recordar que el uso de esta palabra en varios textos ¡tiene que ver con la conducta de los santos ! Eris dividió la iglesia de Corinto. Eris es el enemigo de la comunión entre hermanos.

— celos, — zelos. Se usa en sentido bueno en varios textos: Rom 10:2; Flp 3:6; 2Co 7:7; 2Co 7:11; 2Co 9:2; 2Co 11:2. En estos textos no se puede decir que zelos es obra de la carne; en 2Co 7:7; 2Co 7:11; 2Co 9:2; 2Co 11:1-33 :2 es el fruto del Espíritu. Pero se usa en sentido malo en Rom 13:13; 1Co 3:3; y 2Co 12:20. Seguramente en estos textos es obra de la carne.

— iras (enojos, LBLA), — thumos, arrebatos (VHA); explosiones de ira ( Ver. Valera, 1990). «Emociones agitadas y luego estallidos» (ATR). Furor, estar muy encolerizado. Rom 2:9; 2Co 12:20; Efe 4:31; Col 3:8. Thumos comúnmente es de poca duración. Hay explosión de ira expresada en palabras y acciones violentas y pronto muere pero en ese lapso de tiempo hace mucho daño. Deja heridas físicas o emocionales que duran por mucho tiempo. Aparentemente mucha gente no toma en serio el temperamento o genio explosivo. Dicen «así soy» o «así es», como si fuera una condición normal y algo más allá de su control, pero aquí está entre las obras de la carne que evitan que los culpables hereden el reino de Dios (ver. 21). En realidad tales explosiones de ira demuestran la falta de amor y la falta de paciencia. Por eso, es necesario crucificar esta pasión (ver. 24).

— contiendas (rivalidades, LBLA; facciones, VM). — eritheia. Rom 2:8; 2Co 12:20. Básicamente esta palabra se refiere a la ambición personal de la cual resulta la rivalidad o espíritu faccioso. Flp 1:17 es un buen ejemplo de ella. Estos, que se aprovecharon de su privilegio de predicar para despreciar a Pablo y para exaltarse a sí mismos, no querían que los hermanos hablaran tanto de Pablo y querían más renombre para sí mismos. Los tales querían más poder e influencia, quieren seguidores (Hch 20:29; 1Co 1:10-13). Por eso, Pablo exhorta a los filipenses (2:3), «Nada hagáis por contienda o por vanagloria» y luego les dice, «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús… » porque los que quieren exaltar a Cristo no buscan gloria para sí mismos.

Es alarmante encontrar contiendas, disensiones y partidos en esta lista tan terrible de pecados como fornicación, lascivia, borrachera, etc., pero para Dios el pecado es pecado y no hay pecados respetables. ¿Quién hace más daño, el borracho que se destruye a sí mismo o el hermano faccioso que divide la iglesia?

— disensiones, — dichostasia. Divisiones. La división destruye la unidad por la cual Jesús oró (Jua 17:21-23). Destruye la comunión entre hermanos. «Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá» (Mat 12:25). Este texto es profético y explica la debilidad de la iglesia: tiene poca fuerza porque está muy dividida. En el siglo XIX se dividió por causa de la introducción de instrumentos de música en el culto y de la sociedad misionera. Se dividió a mediados del siglo XX cuando se introdujo la «iglesia patrocinadora» que es otra forma de la sociedad misionera. Otros han dividido la iglesia enseñando

— directa o indirectamente — que todos los divorciados pueden volverse a casar. Para evitar más división algunos hermanos citan Rom 14:1-23 para probar que puede haber unidad a pesar de toda clase de diversidad y éstos incluyen en esta categoría asuntos de la fe (Jud 1:3), es decir, doctrinas claramente enseñadas a través de mandamientos, ejemplos e inferencias necesarias. Nos debe preocupar muchísimo la unidad porque Jesús la desea, pero la «unidad» en la diversidad de toda clase de enseñanza y prácticas erróneas no es unidad sino unión.

La palabra dichostasia aparece solamente en un texto más, Rom 16:17, «Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos». Jesús también basa la unidad en la doctrina (véase Jua 17:8; Jua 17:14; Jua 17:21). Pero no debe haber divisiones por causa de disgustos y ofensas personales. Los problemas personales deben resolverse de acuerdo con las enseñanza de Jesús. (Mat 5:23-24; Mat 18:15-18).

— herejías (sectarismos, LBLA; sectas, VM; partidos, VHA), — hairesis. La imposición de una opinión de la cual resulta la división y la formación de un partido o secta. «La secta de los fariseos» (Hch 15:5); la iglesia fue erróneamente llamada «la secta de los nazarenos» (Hch 24:5) y Pablo aclaró el asunto diciendo que «según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres» (ver. 14). Otra vez la iglesia fue llamada una secta (Hch 28:22) y otra vez Pablo corrigió esa idea al hablar no de una secta sino del reino de Dios (ver. 23).

No es bueno que haya sectas pero Pablo dice (1Co 11:19), «Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones (sectas, hairesis), para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados»; es decir, es preciso distinguir entre fieles e infieles. Aunque había partidos o sectas en la iglesia de Corinto todavía había una sola iglesia (no se había formado otra congregación). Es muy posible que esta carta sirviera para evitar una división permanente.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

hechicerías. Eze 22:18; Deu 18:10; 1Sa 15:23; 1Cr 10:13, 1Cr 10:14; 2Cr 33:6; Hch 8:9-11; Hch 16:16-19.

herejías. 2Co 11:19; Tit 3:10; 2Pe 2:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

hechicerías. La palabra griega pharmakeia, de la cual se deriva la palabra «farmacia» y cuyo significado original aludía a medicinas en general, pero llegó a aplicarse solo a las drogas que alteraban la mente así como a la práctica del ocultismo, la brujería y la magia. Muchas prácticas religiosas paganas requerían el uso de estas drogas para facilitar la comunicación con sus supuestas deidades. contiendas … herejías. Muchos de estos pecados que se manifestaban en el área de las relaciones humanas tienen que ver con alguna forma de enojo corrupto. Las «enemistades» resultan en «contiendas» (pleitos), los «celos» (resentimiento odioso) resultan en «iras» (explosiones súbitas e incontroladas de hostilidad). Las siguientes cuatro manifestaciones representan la animosidad entre individuos y grupos.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:20 — idolatría, — 1Jn 5:21, «Hijitos, guardaos de los ídolos». Los cristianos del primer siglo tenían que aprender a abstenerse de las contaminaciones de ídolos (Hch 15:20; Hch 15:28; 1Co 8:12; 1Co 10:20-21; 2Co 6:14-18; 2Co 7:1). Un problema grande para el cristiano del primer siglo era el requisito de que todos adoraran la imagen del emperador. Esta práctica comenzó como expresión de gratitud al emperador por la seguridad, la justicia y el buen orden del imperio. La consecuencia de no adorar la estatua del emperador era grave porque esto afectó su empleo y negocios. Para vender y comprar tenían que dar muestra de su servicio al emperador. Este tema se trata extensamente en el Apocalipsis. Pero, cueste lo que cueste, como Jesús nos dice, «Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás» (Mat 4:10).
Recuérdese también que la avaricia es idolatría (Col 3:5; Mat 6:24; 1Ti 6:9-10).
— hechicerías, — pharmakía. Brujería . «En la hechicería, la utilización de drogas, tanto si eran sencillas como si eran potentes, iba generalmente acompañada de encantamientos e invocaciones a poderes ocultos, de la aplicación de diversos amuletos, etc., todo ello con la pretensión de proteger al paciente de la atención y del poder de los demonios, pero en realidad para impresionar al paciente con los misteriosos recursos y poderes del hechicero» (Vine). Pero la hechicería no se usa solamente para la protección del enemigo, sino para perjudicarlo. Simón el Mago (Hch 8:9; Hch 8:11) y Bar-jesús (13:6, 8) practicaban la hechicería. En Efeso los que practicaban «artes mágicas» quemaron sus libros (19:13, 19).
Muchos no consultan a Dios y no confían en Dios porque tienen su confianza en las estrellas. No les preocupa la providencia de Dios porque creen que su suerte está en el horóscopo.
— enemistades, — echthra. — Esta obra de la carne es lo opuesto del amor (5:22). Dice Pablo en Rom 8:7, «Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios». Obviamente había enemistades entre los judaizantes y otros hermanos. Pablo dijo, «Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros» (ver. 15).
Había enemistades entre judíos y samaritanos (Jua 4:9; Luc 9:54), pero al obedecer los samaritanos (Hch 8:12) habían de recibirse como hermanos amados.
En Efe 2:14-15 Pablo habla de la abolición de la ley de Moisés para quitar las enemistades causadas por ella. Esa pared fue necesaria durante el período de tiempo en que estuvo en vigor la ley de Moisés. La nación de Israel fue escogida por Dios para ser su pueblo especial, para que a través de esta nación pudiera venir el Mesías, el Salvador del mundo. Fue necesario que Israel se quedara muy apartada de las otras naciones. Por lo tanto, se les dio una tierra especial, una ley especial, y costumbres especiales y peculiares. En Est 3:8 leemos, «Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey». Muchas leyes fueron diseñadas para hacerles una nación distinta y separada de las demás naciones; por ejemplo, los israelitas no podían comer la misma comida que las demás naciones comían. También se les prohibió casarse con los cananeos. Tenían que guardar el día séptimo como día consagrado a Dios. Esta y muchas otras leyes les hicieron muy diferentes y distintos a los demás. Estas leyes formaron una pared de separación entre los judíos y los gentiles y también causaron enemistades entre ellos.
Pero Pedro se dio cuenta de que a los gentiles ya no era correcto llamarles inmundos. Cuando fue a la casa de Cornelio, el Señor le dijo en el éxtasis, «Lo que Dios limpió, no lo llames tú común» (Hch 10:15). El dijo a Cornelio y a los demás, «Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo» (Hch 10:28). Cristo quitó, pues, esa ley que hizo separación entre judíos y gentiles, y al hacerlo abolió las enemistades. No lo hizo meramente por medio de sus enseñanzas, sino «en su carne», es decir, en la cruz.
Pero lamentablemente en la actualidad todavía existe — aun en la iglesia del Señor — la cortina de hierro entre los de distintos colores, razas, niveles económicos, etc. La solución de Pablo para este problema se encuentra en 3:28, «Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (3:28). Se puede agregar que en Cristo tampoco hay diversos colores, razas, etcétera.
— pleitos, — eris. Pleitos, aquí y en 1Ti 6:4 ; contenciones, Tit 3:9. Contiendas (rivalidad, riña, discordia) como en la iglesia en Corinto, 1Co 1:11; 1Co 3:3; 2Co 12:20; «contiendas», Rom 1:29; Rom 13:13. Esta palabra bien describe el mundo de relaciones malas, lo opuesto de la unidad y comunión. Por eso, el que se convierte en cristiano deja esta obra de la carne para poder establecer una relación buena con hermanos y tener comunión no interrumpida con ellos. Es importante recordar que el uso de esta palabra en varios textos ¡tiene que ver con la conducta de los santos ! Eris dividió la iglesia de Corinto. Eris es el enemigo de la comunión entre hermanos.
— celos, — zelos. Se usa en sentido bueno en varios textos: Rom 10:2; Flp 3:6; 2Co 7:7; 2Co 7:11; 2Co 9:2; 2Co 11:2. En estos textos no se puede decir que zelos es obra de la carne; en 2Co 7:7; 2Co 7:11; 2Co 9:2; 2Co 11:1-33 :2 es el fruto del Espíritu. Pero se usa en sentido malo en Rom 13:13; 1Co 3:3; y 2Co 12:20. Seguramente en estos textos es obra de la carne.
— iras (enojos, LBLA), — thumos, arrebatos (VHA); explosiones de ira ( Ver. Valera, 1990). «Emociones agitadas y luego estallidos» (ATR). Furor, estar muy encolerizado. Rom 2:9; 2Co 12:20; Efe 4:31; Col 3:8. Thumos comúnmente es de poca duración. Hay explosión de ira expresada en palabras y acciones violentas y pronto muere pero en ese lapso de tiempo hace mucho daño. Deja heridas físicas o emocionales que duran por mucho tiempo. Aparentemente mucha gente no toma en serio el temperamento o genio explosivo. Dicen «así soy» o «así es», como si fuera una condición normal y algo más allá de su control, pero aquí está entre las obras de la carne que evitan que los culpables hereden el reino de Dios (ver. 21). En realidad tales explosiones de ira demuestran la falta de amor y la falta de paciencia. Por eso, es necesario crucificar esta pasión (ver. 24).
— contiendas (rivalidades, LBLA; facciones, VM). — eritheia. Rom 2:8; 2Co 12:20. Básicamente esta palabra se refiere a la ambición personal de la cual resulta la rivalidad o espíritu faccioso. Flp 1:17 es un buen ejemplo de ella. Estos, que se aprovecharon de su privilegio de predicar para despreciar a Pablo y para exaltarse a sí mismos, no querían que los hermanos hablaran tanto de Pablo y querían más renombre para sí mismos. Los tales querían más poder e influencia, quieren seguidores (Hch 20:29; 1Co 1:10-13). Por eso, Pablo exhorta a los filipenses (2:3), «Nada hagáis por contienda o por vanagloria» y luego les dice, «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús… » porque los que quieren exaltar a Cristo no buscan gloria para sí mismos.
Es alarmante encontrar contiendas, disensiones y partidos en esta lista tan terrible de pecados como fornicación, lascivia, borrachera, etc., pero para Dios el pecado es pecado y no hay pecados respetables. ¿Quién hace más daño, el borracho que se destruye a sí mismo o el hermano faccioso que divide la iglesia?
— disensiones, — dichostasia. Divisiones. La división destruye la unidad por la cual Jesús oró (Jua 17:21-23). Destruye la comunión entre hermanos. «Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá» (Mat 12:25). Este texto es profético y explica la debilidad de la iglesia: tiene poca fuerza porque está muy dividida. En el siglo XIX se dividió por causa de la introducción de instrumentos de música en el culto y de la sociedad misionera. Se dividió a mediados del siglo XX cuando se introdujo la «iglesia patrocinadora» que es otra forma de la sociedad misionera. Otros han dividido la iglesia enseñando — directa o indirectamente — que todos los divorciados pueden volverse a casar. Para evitar más división algunos hermanos citan Rom 14:1-23 para probar que puede haber unidad a pesar de toda clase de diversidad y éstos incluyen en esta categoría asuntos de la fe (Jud 1:3), es decir, doctrinas claramente enseñadas a través de mandamientos, ejemplos e inferencias necesarias. Nos debe preocupar muchísimo la unidad porque Jesús la desea, pero la «unidad» en la diversidad de toda clase de enseñanza y prácticas erróneas no es unidad sino unión.
La palabra dichostasia aparece solamente en un texto más, Rom 16:17, «Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos». Jesús también basa la unidad en la doctrina (véase Jua 17:8; Jua 17:14; Jua 17:21). Pero no debe haber divisiones por causa de disgustos y ofensas personales. Los problemas personales deben resolverse de acuerdo con las enseñanza de Jesús. (Mat 5:23-24; Mat 18:15-18).
— herejías (sectarismos, LBLA; sectas, VM; partidos, VHA), — hairesis. La imposición de una opinión de la cual resulta la división y la formación de un partido o secta. «La secta de los fariseos» (Hch 15:5); la iglesia fue erróneamente llamada «la secta de los nazarenos» (Hch 24:5) y Pablo aclaró el asunto diciendo que «según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres» (ver. 14). Otra vez la iglesia fue llamada una secta (Hch 28:22) y otra vez Pablo corrigió esa idea al hablar no de una secta sino del reino de Dios (ver. 23).
No es bueno que haya sectas pero Pablo dice (1Co 11:19), «Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones (sectas, hairesis), para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados»; es decir, es preciso distinguir entre fieles e infieles. Aunque había partidos o sectas en la iglesia de Corinto todavía había una sola iglesia (no se había formado otra congregación). Es muy posible que esta carta sirviera para evitar una división permanente.

Fuente: Notas Reeves-Partain

Idolatría, «adoran ídolos» (DHH96), «adoran a dioses falsos» (TLA), “rinden homenaje a creaciones humanas como si fueran dioses”.

Hechicerías, literalmente “hechicería”, «practican la brujería» (DHH96, TLA), “usan malas artes para dañar”.

Enemistades, «mantienen odios» (DHH96), «odian a los demás» (TLA), “andan de los pelos con medio mundo”.

Contiendas, «discordias» (DHH96), «se pelean unos con otros» (TLA), “les encanta sembrar rencillas”.

Celos, «celos» (DHH96), «son celosos» (TLA), “siempre creen que se les da preferencia a los demás”.

Iras, literalmente “arrebatos de ira”, «se enojan fácilmente» (DHH96), «se enojan por todo» (TLA), “no se les puede ni mirar porque se encolerizan”.

Contiendas, literalmente “rivalidades”, «causan rivalidades» (DHH96), «discuten» (TLA), “siempre enfrentan a unos contra otros”.

Disensiones, literalmente “divisiones”, «divisiones» (DHH96), «causan divisiones» (TLA), “siempre sembrando cizaña”.

Herejías, literalmente “partidismos”, «partidismos» (DHH96), «son egoístas» (TLA), “forman camarillas”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

NOTAS

(1) O: “droguería”. Gr.: far·ma·kí·a. Véase Rev 21:8, n: “Espiritismo”.

(2) “Sectas.” Gr.: hai·ré·seis; lat.: séc·tae.

REFERENCIAS CRUZADAS

m 273 Lev 19:26; Lev 19:31; Deu 18:11

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

20 (1) La idolatría y las hechicerías forman un grupo y se relacionan con la adoración demoníaca.

20 (2) Las enemistades, las contiendas, los celos y las iras forman un grupo y están relacionados con los estados de ánimo malignos.

20 (3) Las disensiones, las divisiones, las sectas y las envidias forman un grupo y tienen que ver con el partidismo.

20 (4) La misma palabra griega que se traduce herejías en 2Pe_2:1. Aquí se refiere a las escuelas de opinión ( Darby’s New Translation) o las sectas.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

hechicerías. El uso de drogas y pócimas mágicas (cp. también Apo 9:21; Apo 18:23; Apo 21:8; Apo 22:15).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

contienda… TR registra contiendas.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

O, herejías

Fuente: La Biblia de las Américas

TR registra contiendas.

5.20 O sectarismos.

Fuente: La Biblia Textual III Edición