Comentario de Gálatas 5:24 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

5:24

— Pero los que son de Cristo — Pablo habla de «el fruto del Espíritu » y luego habla de «los que son de Cristo «. Compárese Efe 3:16-17, «fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones». Los carismáticos quieren separar la obra del Espíritu Santo de la obra de Cristo. Hablan mucho de lo que el Espíritu Santo hace como si fuera cosa distinta a lo que Cristo hace. Pero si el Espíritu ocupa el corazón, Cristo lo ocupa, y si Cristo ocupa el corazón, el Espíritu lo ocupa. El Espíritu vino para hacer la obra de Cristo (Jua 15:26; 2Co 3:17).

— han crucificado la carne (vers. 16, 17, 19) con sus pasiones y deseos. — 2:20. Los que querían someterse a la ley de Moisés no podían vencer la carne, pero «los que son de Cristo han crucificado la carne», habiéndose arrepentido de estas obras de la carne y habiéndose bautizado para perdón de pecados (3:27; Hch 2:38). Haciendo esto «nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado» (Rom 6:6).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

los que son de Cristo. Gál 3:29; Rom 8:9; 1Co 3:23; 1Co 15:23; 2Co 10:7.

han crucificado la carne. Gál 5:16-18, Gál 5:20; Gál 6:14; Rom 6:6; Rom 8:13; Rom 13:14; 1Pe 2:11.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Los cristianos están espiritualmente «crucificados con Cristo» (Gál 2:20). Ellos no deberían seguir más los deseos o los valores del mundo (Gál 6:14). Sin embargo, para los cristianos permanece la dificultad de aplicar esta realidad espiritual a las pasiones (afecciones) y deseos (lujurias) de la carne (v. Gál 5:16). Los que vencen estos deseos pecaminosos son los que mantienen sus ojos en Dios (Jer 9:23, Jer 9:24; Dan 11:32; Jua 17:3; Heb 12:1-3).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

han crucificado la carne. Uno de los cuatro usos de la noción de «crucificado» que no se refieren a la crucifixión de Cristo (cp. Gál 2:20; Gál 6:14; Rom 6:6). Aquí Pablo declara que la carne ha sido ejecutada pero la batalla espiritual todavía se libra dentro del creyente (vea las notas sobre Rom 7:14-25). La afirmación de Pablo alude a la cruz de Cristo, donde se llevó a cabo la muerte de la carne y se puso fin a su poder para reinar sobre los creyentes (Rom 6:1-11). Los cristianos deben esperar hasta su glorificación antes de que puedan liberarse por completo de su condición humana no redimida (Rom 8:23), pero lo cierto es que si andan en el Espíritu pueden agradar a Dios en este mundo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:24 — Pero los que son de Cristo — Pablo habla de «el fruto del Espíritu » y luego habla de «los que son de Cristo «. Compárese Efe 3:16-17, «fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones». Los carismáticos quieren separar la obra del Espíritu Santo de la obra de Cristo. Hablan mucho de lo que el Espíritu Santo hace como si fuera cosa distinta a lo que Cristo hace. Pero si el Espíritu ocupa el corazón, Cristo lo ocupa, y si Cristo ocupa el corazón, el Espíritu lo ocupa. El Espíritu vino para hacer la obra de Cristo (Jua 15:26; 2Co 3:17).
— han crucificado la carne (vers. 16, 17, 19) con sus pasiones y deseos. — 2:20. Los que querían someterse a la ley de Moisés no podían vencer la carne, pero «los que son de Cristo han crucificado la carne», habiéndose arrepentido de estas obras de la carne y habiéndose bautizado para perdón de pecados (3:27; Hch 2:38). Haciendo esto «nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado» (Rom 6:6).

Fuente: Notas Reeves-Partain

La expresión literal “los que son de Cristo Jesús” debe entenderse como “los que pertenecemos a Cristo Jesús” o como “aquellos que somos creyentes en Cristo”.

Para traducir la afirmación de este versículo, hay que tener en cuenta que se trata de un lenguaje figurado. “Crucificar la carne” se refiere a aceptar el regalo de salvación que Cristo realizó al morir en la cruz y, por tanto, abandonar la forma de vivir dañina. La expresión sugiere una conexión entre esta acción de los creyentes y la muerte de Cristo en la cruz. El verbo “crucificar” está en tiempo aoristo, lo cual da a entender que la acción aconteció en el pasado ―en la conversión o en el bautismo― o resultó en un cambio completo y decisivo: «Ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos» (TLA), «han crucificado sus apetitos desordenados junto con sus pasiones y malos deseos» (BA), “desde que aceptaron el regalo de la salvación, viven como si hubieran clavado en la cruz de Cristo todo lo malo que había en su vida”.

Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción

Gál 2:19; Rom 6:6.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Véase Ap. 5C.

REFERENCIAS CRUZADAS

t 281 Rom 6:6; 1Pe 2:11

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

han crucificado. El que pone su fe en Cristo y anda por el Espíritu (vers. 16, 25), no se somete a los deseos de la carne (Gá 2:20; 6:14).

Fuente: La Biblia de las Américas

24 (1) La palabra mas del v.22 presenta, un contraste entre el fruto del Espíritu en ese versículo y las obras de la carne en el v. 19. La palabra pero en este versículo presenta un contraste entre la crucifixión de la carné aquí y las obras de la carne en el v.19.

24 (2) La crucifixión del viejo hombre en Rom_6:6 y la crucifixión del «yo» en Gál_2:20 no fueron llevadas a cabo por nosotros. Pero aquí dice que nosotros hemos crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias. El viejo hombre y el «yo» son nuestro ser; la carne es la expresión de nuestro ser en nuestro vivir práctico. La crucifixión de nuestro viejo hombre y del «yo» es un hecho cumplido por Cristo en la cruz, mientras que la crucifixión de nuestra carne con sus pasiones y concupiscencias es nuestra experiencia práctica del hecho. Debemos llevar a cabo esta experiencia práctica por medio del Espíritu, poniendo en vigencia la crucifixión que Cristo realizó. Esto es hacer morir, por el Espíritu, los hábitos de nuestro cuerpo lujurioso y de sus miembros malignos ( Rom_8:13 b; Col_3:5). Experimentar la cruz consta de tres aspectos: (1) el hecho cumplido por Cristo ( Rom_6:6 ; Gál_2:20); (2) nuestra aplicación del hecho cumplido (y. 24); y (3) ‘la experiencia que tenemos de dicha aplicación, llevando la cruz diariamente ( Mat_16:24 Luc_9:23).

24 (3) Este libro revela que la ley, cuando es mal empleada, se opone a Cristo (2:16) y que el deseo de la carne es contra el Espíritu (v. 17). La cruz ha anulado el «yo», el cual tiende a guardar la ley (2:20), y la carne, cuyo deseo es contra el Espíritu, con la finalidad de que Cristo reemplace la ley y que el Espíritu reemplace la carne. Dios no quiere que guardemos la ley por medio de la carne; El desea que Vivamos a Cristo por el Espíritu.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

crucificado. Véase nota en Gál 2:20.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

?V. 24:? ?Pero los que son de Cristo, han crucificado la carne con sus vicios y deseos.? ??Con esto, el apóstol responde a una velada pregunta que algún lector, bajo el efecto de lo que acaba? ?de exponerse, podría dirigirle: «Si la ley no está en contra de personas de este tipo, y si son justos y no? ?deben nada a la ley, ¿por qué les ordenas entonces que no hagan las obras de la ley, que anden en el Espíritu, y otras cosas más? ¿Acaso con esto no les exiges que ‘deben hacer’ algo? ¿no les estas prescribiendo una ley? ¿No van tus preceptos dirigidos en contra de ellos? ¿Por qué te contradices a ti mismo?» ¿Y qué crees que responderá Pablo? Sin duda repetirá, a manera de respuesta, lo que ya hemos aprendido en párrafos anteriores, a saber: Los que son perfectos en rendir aquellos frutos, no están bajo la ley. Ellos cumplen la ley plenamente, por eso la ley no tiene nada en contra de ellos. Pero esta meta nadie la llega a alcanzar completamente mientras esté aún en la carne. Por esta razón, los que están en Cristo son guardados al menos hasta el punto de que crucifican su carne y luchan contra sus deseos cumpliendo así la ley de Dios en su espíritu, aun cuando «con la carne» (como leemos en ?Romanos 7:25?) «sirvan a la ley del pecado». De ahí que al describir los frutos del espíritu «contra los cuales no hay ley», el apóstol no piensa tanto en que pueda haber quienes ya los están produciendo, sino que más bien propone una meta a la cual los hombres espirituales deben esforzarse por llegar. Por consiguiente: en tanto que los hombres vivan en el Espíritu, la ley no tiene nada en contra de ellos; mas en tanto que sean llevados por los deseos de la carne, la ley está en contra de ellos.? ??Que con esto se ha dado una regla que abre el entendimiento para todo lo demás que se dice en? ?alabanza de los justos y santos de la tierra, lo demuestra San Agustín con gran acierto y lujo de detalles en? ?su obra Acerca de la Naturaleza y la Gracia.?117? Así se lee también en ?Romanos 6? (v. 6): «Nuestro viejo? ?hombre! fue crucificado juntamente con Cristo»; y en el cap. 2 de nuestra carta (v. 20), Pablo dice: «Con? ?Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí». Paso por alto lo que San? ?Jerónimo acota a este respecto citando a Orígenes; tampoco llega a convencerme.?118? Había dicho el apóstol que la ley no está en contra del espíritu, que es el que produce los frutos prescritos por la ley. Así, por otra parte, los hombres espirituales tampoco actúan en contra de la ley mediante obras de la carne, sino que hacen lo bueno y se apartan de lo malo. ¿Y porque qué hacen esto? Por cuanto son de Cristo, por eso se allegan a Cristo, no a Moisés, no a la ley. Mas si son de Cristo, sin duda tienen crucificada su carne, no mediante la ley, ya que ésta incitaba aún más a la carne, sino por medio de Cristo. Es como si apóstol dijera: «No podéis pertenecer a Cristo si queréis pertenecer a la ley. Si pertenecéis a la ley, no crucificaréis la carne, y la ley estará en contra de vosotros.» Así que: los que pertenecen a Cristo, no están bajo la ley y al mismo tiempo crucifican la carne con sus vicios y deseos.? ??Jerónimo cree que «vicios» -o como dice el texto griego «pasiones» (ðáèÞìáôá)- es un término más? ?bien general, que fue agregado a «deseos» porque las pasiones pueden relacionarse también con el padecimiento.? ?¿Y qué si con «vicios» o “pasiones» Jerónimo quisiera entender las violentas emociones de un? ?ánimo irascible que se agitan con furor en la amargura del corazón, y con «concupiscencias» los apetitos? ?concupiscibles que causan placer cosquilleando la carne? Dejemos a cada uno la libertad de pensar lo que? ?quiera.? ?La forma como se produce esta «crucifixión» es bien conocida: Los clavos, en efecto, son la palabra? ?de Dios; bajo el impulso de la gracia de Dios penetran profundamente e impiden a la carne seguir sus? ?propios deseos. Así está escrito en ?Eclesiastés 12? (v. 11, Vulg.): «Las palabras de los sabios son como? ?aguijones, y como clavos hincados profundamente, dados mediante el consejo de los maestros por un? ?Pastor», es decir, por Cristo mediante los apóstoles y profetas.? ?

Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero