Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu.
5:25 — Si (Puesto que) vivimos por el Espíritu, — El es la fuente de nuestra vida (3:3). La palabra «Si» es como la «si» de Flp 2:1 y quiere decir «puesto que» (dice «vivimos», incluyendo a sí mismo en el verbo).Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
si vivimos por el Espíritu. Jua 6:63; Rom 8:2, Rom 8:10; 1Co 15:45; 2Co 3:6; 1Pe 4:6; Apo 11:11.
andemos también en el Espíritu. Gál 5:16; Rom 8:4, Rom 8:5.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
En estos versículos, Pablo exhorta a los gálatas a caminar en el Espíritu puesto que ya viven en el Espíritu. Tal forma de ser debería ser natural, pero desgraciadamente, estamos en guerra con la carne.
Andemos … por el Espíritu quiere decir que debemos obedecer el impulso del Espíritu Santo. Un creyente que sigue la dirección del Espíritu (v. Gál 5:16) no se volverá vanaglorioso, ni provocará ni envidiará a otros.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
andemos también por el Espíritu. Vea la nota sobre el v.Gál 5:16.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
5:25 — Si (Puesto que) vivimos por el Espíritu, — El es la fuente de nuestra vida (3:3). La palabra «Si» es como la «si» de Flp 2:1 y quiere decir «puesto que» (dice «vivimos», incluyendo a sí mismo en el verbo).
— andemos (avancemos) también por el Espíritu. — Con esto les recuerda que «habiendo comenzado por el Espíritu» (3:3), «son de Cristo» (5:24), que «han crucificado la carne» y, por eso, deben ser guiados por el Espíritu. ¡Seamos en realidad lo que profesamos ser!
Fuente: Notas Reeves-Partain
Recordemos que el “vivir en el Espíritu” se relaciona con otras dos expresiones de Pablo presentes en este capítulo: “Caminar en el Espíritu” (v. Gál 5:16) y “ser guiados por el Espíritu” (v. Gál 5:18). La oración está estructurada en el griego como condicional: “Si , entonces ”, o “debido a que , la consecuencia es ”. La condición ha sido traducida como sigue: «Si ahora vivimos por el Espíritu» (DHH96), «si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir» (TLA), «si el Espíritu nos da vida» (NBE), «si vivimos gracias al Espíritu» (BA), “si es que nuestra vida está animada por el Espíritu” (Vidal: 113). La consecuencia ha sido traducida así: «Dejemos también que el Espíritu nos guíe» (DHH96), «debemos obedecerlo en todo» (TLA), «sigamos también los pasos del Espíritu» (NBE), «comportémonos también según el Espíritu» (BA), “que el Espíritu guíe también nuestro caminar” (Vidal: 113).
El verbo que se usa aquí para “caminar” es diferente en el griego del que venía usando Pablo (peripatein). En esta frase se usa stoijeo, que puede traducirse, literalmente, como “caminar en línea recta”, “marchar”, indicando un avance sin desviaciones ni vacilaciones.
En conjunto, sugerimos la siguiente alternativa de traducción, evitando la forma condicional: “Ahora vivimos bajo la dirección del Espíritu de Dios, así que debemos marchar siempre hacia delante, dejando que él mande en nuestra vida”.
Fuente: Comentario para Exégesis y Traducción
REFERENCIAS CRUZADAS
u 282 Rom 8:4
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
25 (1) Vivir por el Espíritu significa que nuestra vida depende del Espíritu y es regulada por el Espíritu, y no por la ley. Esto equivale al andar por el Espíritu que se menciona en el v. 16, pero difiere del andar por el Espíritu de este versículo (véase la nota 2).
25 (2) Lit., andar de acuerdo con reglas. La palabra griega significa observar los rudimentos, andar conforme a los rudimentos y por lo tanto significa desfilar, marchar militarmente, conservar el paso, y por derivación, andar de una manera ordenada y regulada (cfr.6:16; Hch_21:24 Rom_4:12 y la nota; Flp_3:16 y la nota 3). Tanto el andar que se menciona en el v.16 como este andar son realizados y regulados por el Espíritu. Aquél se refiere al andar cotidiano y general; éste se refiere al andar que toma la meta única de Dios como su dirección y propósito de vida, y que sigue al Espíritu como regla elemental, como principio básico. Se cultiva dicho andar viviendo en la nueva creación (6:16 y la nota 2), yendo en pos de Cristo para ganarlo ( Flp_3:12 y las notas), y practicando la vida de la iglesia ( Rom_12:1-5 Efe_4:1-16), y cumpliendo así la intención de Dios en Cristo para la iglesia.
O, sigamos también al Espíritu
?5:25:? Si vivimos en el espíritu, andemos también por el espíritu.??En nuestros códices (latinos) el capítulo 6 se inicia ya aquí; Jerónimo en cambio y los textos griegos? ?lo hacen comenzar algo más adelante, con las palabras «Hermanos, si alguno fuere sorprendido etc:». No? ?creo que sea una cuestión de importancia.??El apóstol observa en esta carta el mismo orden que observa también en la carta a los romanos. Pues? ?también allá comienza con una instrucción acerca de la fe, a través de once capítulos; en el capitulo doce? ?habla del amor y de los frutos del espíritu, y en los capítulos restantes a partir del decimotercero trata de? ?hacer ver la necesidad de que «se reciba a los débiles en la fe» (?Ro. 14:1?). De la misma manera procede? ?también aquí: Después de haber impartido a los gálatas una enseñanza en cuanto a la fe y al amor, y de? ?haberles dado diversas reglas para su comportamiento moral, trata de llevarlos también a que no desdeñen? ?a los débiles o a los que han caído. Así, pues, San Agustín opina y creo que con mucha razón que el? ?presente párrafo va dirigido a los que después de su recaída en la «letra» se habían dejado guiar nuevamente al espíritu, y ahora, llenos de vanagloria, miran con desdén a los más débiles.?1? Por tal motivo, piensa Agustín, el apóstol les advierte que si son hombres espirituales, no deben «vivir para sí» sino «soportar las flaquezas de los débiles», como dice Pablo en ?Romanos 14? (v. 7) y 15 (v. 1); pues si no procedían de esta manera habían hecho un comienzo en el espíritu pero no andaban en el espíritu, puesto que se habían convertido en orgullosos despreciadores de sus hermanos.??Lo que Pablo quiere decir es, por lo tanto, lo siguiente: «Pese a que habéis sido aleccionados en? ?vuestro espíritu mediante mi instrucción presente o la que os impartí anteriormente, estoy seguro de que? ?todavía quedan entre vosotros algunos que se ven asaltados por dudas y que aún no son capaces de diferenciar claramente entre la sana doctrina de la fe y las obras de la ley, lo cual se evidencia por el hecho de que en sus escrúpulos de conciencia no quieren desistir de las obras de la ley por cuanto todavía no tienen suficiente confianza en la justicia por la fe sola. A éstos, digo, no hay que despreciarlos, sino que hay que usar de bondad y cuidado para con ellos hasta que adquieran vigor y firmeza por el trato con los fuertes y el ejemplo de éstos. Pues hay un buen motivo de por qué siempre son dejados algunos de estos débiles cual «menesterosos en medio del pueblo» (?Dt. 15:11?): es para que siempre tengáis algunas personas a las cuales podáis hacer objeto de las funciones del amor. Por esto la exhortación «si vivimos en el espíritu, andemos también por el espíritu» equivale a: perseveremos en esto, y hagamos progresos en ello. Y esto se logra si no permitimos que la poca firmeza de los débiles nos tiente a tratarlos con desdén y a mirar con complacencia nuestro propio comportamiento. Pues esto significaría apartarnos de la senda del espíritu, hallar placer en nosotros mismos, y dejar de servir por amor los unos a los otros. Así hay también hoy día un elevado número de débiles, aun entre los más eruditos, que sufren indecibles tormentos en su conciencia a causa de leyes dictadas por hombres, y no se atreven a confiar en la sola fe en Cristo. Y los jovenzuelos y hombres afeminados que ejercen el dominio de la iglesia no tienen consideración alguna con nuestras debilidades, sino que con intemperada violencia nos sirven la masa enorme e informe de sus opiniones, con el único fin de hacer aún más estable su gobierno tiránico. Si no respondes al instante como ellos quisieran, te dicen: «Esto es prueba de que tú eres un hereje, un pagano, un cismático». Pero volvamos sobre esto en otro momento.??Andemos.? El apóstol usa aquí el mismo verbo (óíóôïé÷åú) que había empleado en el capitulo 4 (v.??25) al decir que «el Sinaí está conectado (óíóôïé÷åú) con Jerusalén, etc.», de modo que el sentido de aquella frase es: «El Sinaí es un monte en Arabia que está conectado con Jerusalén, o sea, que se extiende hasta, que va, que avanza hasta Jerusalén», como dijimos al comentar aquel pasaje; y la misma expresión aparece también más adelante (6:16, Vulg.): «todos los que siguieren (óôïé÷Þóïíßí) esta regla», es decir, los que anduvieren, los que avanzaren en ella. Entonces, lo que este verbo quiere expresar, su significado propio, es: avanzar en orden, caminar por la senda recta, ir hacia adelante. Así lo traduce Erasmo.?2? Es muy adecuado empero el uso que el apóstol hace de este verbo en nuestro pasaje: los gálatas no deben apartarse ni a la izquierda ni a la derecha, sino avanzar en orden y en línea recta, y andar conforme al espíritu que habían recibido.??Pues como entre el pueblo hay tanto fuertes como débiles, se produce una doble ofensa, una por el? ?lado izquierdo, entre los débiles, y otra por el lado derecho, entre los fuertes. El apóstol se esfuerza por? ?retenerlos en el camino del medio y evitar así ambas ofensas. La ofensa entre los débiles se produce cuando se hacen cosas que sin ser malas en su esencia, tienen un mal aspecto exterior, y cuando esos débiles no sin capaces entonces de comprender estas cosas y de distinguir entre el mal aspecto y la esencia. De esto se habla en forma amplísima en ?Romanos 14?. Vaya un ejemplo: Los débiles veían que otros comían todos los alimentos prohibidos por la ley como inmundos; apremiados por su conciencia, no se atrevían a comerlos también ellos, pero tampoco se atrevían a desaprobar el ejemplo dado por aquellos otros. En este caso, Pablo se hacía judío a los judíos y débil a los débiles (?1 Co. 9:20? y sigtes.) para servirles por amor hasta que adquiriesen firma en Cristo. Por esto dice en ?Romanos 14? (v. 15): «Si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor». Tal proceder debe aplicarse respecto de todas las demás ceremonias que tienen que ver con días, fiestas, vestidos, etc. La otra ofensa se produce entre los orgullosos cuando éstos a su vez se ofenden a causa de los débiles y se ponen impacientes por la lentitud y la torpeza de estos últimos. Así, sin la menor consideración para con los débiles, hacían uso demasiado amplio de la libertad frente a la ley que Cristo otorgó a los suyos. Pues lo que hacían, no podía sino causar ofensa entre los débiles, cuando lo que correspondía era, por el contrario, guardar toda ley antes que constituirse en ofensa para uno solo; porque esto es lo que se llama «andar por el espíritu». ¿Qué provecho trae, en efecto, hacer uso del espíritu de libertad en contra del espíritu y del amor? «Es lícito», dicen (?1 Co. 6:12?; ?10:23?). Exacto; pero tu licitud debe considerarse de menor importancia que la debilidad del hermano: tú no sufres ningún daño cuando es refrenada tu libertad; pero tu hermano sufre un daño si en su debilidad se ofende ante tu libertad. Pero es característico del amor el «mirar por lo de los otros» (?Fi1. 2?:4), no mirar tanto hasta dónde se extiende tu libertad, sino en qué medida puedes ser útil a tu hermano. Pues esta es la servidumbre a que te somete el amor al libertarte de la servidumbre de la ley. Pero hoy día -¡Dios mío, cuántas monstruosidades de la peor especie. se están cometiendo! ¡Y luego dejan todo esto para que los débiles carguen con ello y lo interpreten en el mejor sentido, cuando apenas los más robustos son capaces de llevarlo! Pero sin el pastor verdadero, hoy día ya no hay pastores; todas las cosas son en su apariencia exterior diferentes de lo que son en su verdadero valor y en realidad.?
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
Fuente: La Biblia de las Américas
Fuente: Comentario de Gálatas por Martin Lutero