Biblia

Comentario de Génesis 30:31 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Génesis 30:31 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

El le preguntó: —¿Qué te daré? Jacob respondió: —No me des nada. Pero si haces para mí lo siguiente, volveré a apacentar y a cuidar tus ovejas:

2Sa 21:4-6; Sal 118:8; Heb 13:5.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Es posible que las ovejas manchadas y salpicadas hayan sido una minoría en todo el rebaño, entonces, toda la ventaja sería de Labán.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

¿Qué te daré? Labán quería que Jacob se quedase y le preguntó cuánto le costaría. Jacob no quería otra cosa que encontrarse en una posición en la que Dios le bendijera. Estaba dispuesto a quedarse, pero no a identificarse más con el intrigante y egoísta Labán. Ofreció a Labán un plan que le podría bendecir, y que no le costaría nada a Labán. Seguiría cuidando de los animales de Labán, como lo había estado haciendo hasta entonces. Su paga consistiría en animales todavía no nacidos, animales que podrían parecer menos deseables para Labán debido a sus marcas y colores. Jacob no tomaría ninguno de los animales de colores uniformes, y si alguno de ellos nacía en los rebaños de Jacob, Labán podría tomarlos (se considerarían como hurto). Solo los animales manchados y salpicados, rayados o con colores anormales pertenecerían a Jacob. Evidentemente, la mayoría de los animales serían blancos (ovejas), negros (cabras) y color café (vacas). Pocos de ellos caerían dentro del grupo pedido por Jacob. Además, Jacob no podría ni siquiera usar los animales manchados o anormalmente coloreados para criar más como ellos. Los separaría en un rebaño propio, aparte de los animales de coloración normal. Solo los descendientes manchados o anormalmente coloreados nacidos en el futuro de los normalmente coloreados serían suyos. Debido a que le pareció a Labán que el nacimiento de estos animales anormalmente coloreados era improbable en una cantidad significativa respecto de los normalmente coloreados, accedió. Creyó que esta sería una concesión pequeña y favorable de su parte para conservar los capaces servicios de Jacob para aumentar más sus manadas y rebaños. Por su parte, Jacob, con esto, se ponía enteramente en manos de Dios. Solo el Señor podría determinar qué animales serían de Jacob. Para asegurar que Jacob no iba a defraudarlo en este excelente trato, Labán separó los animales con marcas anormales de aquellos que quedaban al cuidado de Jacob (vv. Gén 30:34-36).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

REFERENCIAS CRUZADAS

l 1318 Sal 118:8; Heb 13:5

m 1319 Gén 46:34; Gén 47:3

n 1320 1Sa 25:7; Ose 12:12

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Jacob aceptó cuidar del rebaño de Labán si podía retener como salario los animales de color manchado y salpicado que nacieran.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie