Biblia

Comentario de Génesis 37:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Génesis 37:7 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

He aquí que atábamos gavillas en medio del campo. Y mi gavilla se levantaba y se mantenía erguida, mientras que vuestras gavillas la rodeaban y se inclinaban ante la mía.

vuestros manojos. Gén 42:6, Gén 42:9; Gén 43:26; Gén 44:14, Gén 44:19.

se inclinaban al mío. Flp 2:10; Col 1:18.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

mi manojo se elevaba: El sueño de José le mostró la preeminencia que algún día tendría en su familia. En la cultura de la época, el primogénito era quien tenía el predominio (Gén 35:23), por esa razón, el sueño de José no sólo insultaba a su hermano mayor, sino que también violaba las costumbres de aquel tiempo.

 PARA VIVIRLO

El pecado se transfiere a través de las generaciones

Por lo general, la gente cree que sus «pecados privados» no tienen consecuencias para nadie, excepto para ellos mismos. Por ejemplo, ¿cuánto podrá afectar el pecado de la envidia a otras personas? En realidad, no es algo que le competa estrictamente a una sola persona y al Señor.

Los pecados del carácter tienden a herir a todos los que nos rodean, especialmente a los que más amamos, nuestra familia.

Justamente esto fue lo que le sucedió durante tres generaciones a la familia de Isaac. Rebeca, su mujer, tenía la fuerte determinación de conseguir la bendición de su esposo para su hijo favorito Jacob, incluso si esto significaba engañarlo (Gén 25:28; Gén 27:5-29). Así, ella le enseñó a su hijo a crecer como una persona mentirosa (Gén 27:35, Gén 27:36).

Años más tarde, la segunda esposa de Jacob, Raquel, llegaría a ser rival de su propia hermana Lea, debido a que le había dado a luz a Jacob cuatro hijos, mientras que ella era estéril. Su angustia la llevó a desarrollar una envidia tan profunda que creó una gran tensión y tristeza en el corazón de su marido, a pesar de que él la amaba muchísimo (Gén 29:34-35; Gén 30:1-2).

Una situación similar al engaño de Rebeca y Jacob y la envidia de Raquel, fue repetida en la tercera generación, cuando los hermanos de José comenzaron a sentir envidia de él (Gén 37:23-35).

¿De dónde aprendieron a sentir celos de sus hermanos y a engañar a sus padres tan cruelmente? ¡Obviamente, todos ellos siguieron los pasos de sus antepasados!

El pecado puede transferirse de generación en generación, no sólo en dichos, sino en la realidad misma. Las actitudes no son tan pensadas como hechas.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

SE INCLINABAN. Más tarde se cumplió literalmente ese sueño (Gén 42:6; Gén 43:26; Gén 44:14).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

REFERENCIAS CRUZADAS

n 1648 Gén 42:6; Gén 42:9

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Se sigue LXX → §194.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., y he aquí

Fuente: La Biblia de las Américas