Comentario de Génesis 46:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Así partió Israel con todo lo que tenía y llegó a Beerseba, donde ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
Año 1706 a.C.
Y vino a Beerseba. Gén 21:14, Gén 21:31, Gén 21:33; Gén 26:22, Gén 26:23; Gén 28:10; 1Sa 3:20.
y ofreció sacrificios. Gén 4:4; Gén 8:20; Gén 12:8; Gén 22:13; Gén 33:20; Gén 35:3, Gén 35:7; Job 1:5; Job 42:8.
al Dios de su padre Isaac. Gén 21:33; Gén 26:23, Gén 26:25; Gén 28:13; Gén 31:42, Gén 31:53.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Dios consuela a Jacob en Beerseba, Gén 46:1-4.
De allí va con su familia a Egipto, Gén 46:5-7.
El número de su familia que fue a Egipto, Gén 46:8-27.
José se encuentra con Jacob, Gén 46:28-30.
Él instruye a sus hermanos como contestar a Faraón, Gén 46:31-34.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El viaje de Jacob a Egipto duró 400 años, antes que le dieran la bienvenida a la Tierra Prometida de Canaán. Israel entró a Egipto con sus 12 hijos, incluido José, y pasados esa cantidad de años, salieron convertidos en una pequeña nación. Jacob pasó por el mismo sitio que había sido tan importante para su abuelo Abraham (Gén 21:22-34) y para su padre Isaac (Gén 26:26-33).
a Beerseba: Lugar donde Jacob (o Israel) dejó a su familia para dirigirse a Harán (Gén 28:10).
ofreció sacrificio: Además de adorar a Dios en Beerseba, le consagró a su familia antes de dejar la Tierra Prometida.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
SALIO ISRAEL. Israel (i.e., Jacob) y su familia emigraron a Egipto.
(1) El reasentamiento del pueblo de Dios fue la consecuencia directa de la grave hambruna que Dios había traído sobre el mundo (Gén 47:13). Literalmente Dios obligó a Israel a trasladarse a Egipto mediante su dominio soberano (cf. Gén 15:13-14). En aquella tierra el pueblo escogido de Dios se multiplicaría y llegaría a ser una gran nación y desde allí volvería a Canaán (cf. Gén 50:24).
(2) En respuesta a la exigencia de los egipcios (cf. Gén 43:32; Gén 46:34), los hijos de Israel vivieron aislados en la tierra de Gosén. Allí permanecerían separados, un pueblo apartado para Dios, esperando el día de su regreso a la patria prometida de Canaán, donde asumirían su papel en el plan redentor de Dios.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
46. Jacob y sus Hijos en Egipto.
Visión Nocturna de Jacob en Bersabé (1-5a).
1Partióse Israel con todo cuanto tenía, y, al llegar a Bersabé, ofreció sacrificios al Dios de su padre, Isaac. 2Dios habló a Israel en visión nocturna, diciéndole: “Jacob, Jacob”; él contestó: “Heme aquí”; 3y le dijo: “Yo soy El, el Dios de tu padre; no ternas bajar a Egipto, pues yo te haré allí un gran pueblo. 4Yo bajaré contigo a Egipto y te haré volver a subir. 5José te cerrará los ojos.”
En este capítulo termina el drama, que hasta aquí nos tenía suspensos, con el encuentro del padre y del hijo. Si hubiéramos de atenernos a 37:14, diríamos que Jacob parte de la región de Hebrón y llega a Bersabé, donde se hallaba el altar levantado por su padre1. Allí tiene la visión en que Dios le alienta a emprender el viaje, como lo .había hecho en Betel cuando se encaminaba a Siria, y le renueva las promesas tantas veces hechas a sus antepasados y a él mismo2. Dios se presenta aquí como El, o sea, el Dios de Abraham y de Isaac3. Después añadirá el nombre de Jacob, o dirá simplemente el “Dios de tus padres,” el “Dios de Israel.”4
Jacob había recibido promesas de que su descendencia poseería Canaán, e Isaac había sido advertido por Dios para que no descendiera a Egipto5. Por eso, podemos suponer las perplejidades del patriarca al abandonar la región que consideraba como objeto de las promesas divinas. Para calmar estas inquietudes se le aparece Dios, diciéndole que, a pesar de que ahora baja a Egipto por designio suyo, esto no supone renunciar a las antiguas promesas divinas. Como le había acompañado en Siria, así ahora le hará prosperar en Egipto, y llegará a tener una gran descendencia en aquella tierra (v.3). Pero, al fin, volverán sus descendientes a retornar a Canaán, y el mismo Jacob, si bien éste después de muerto. Tendrá la gran ilusión de que su hijo José le cerrará los ojos (v.4). Así serán colmadas todas sus aspiraciones de anciano, que sentía terribles añoranzas del hijo desaparecido.
Jacob Baja con sus Hijos a Egipto (5b-27).
5bLevantóse Jacob y dejó a Bersabé, y los hijos de Israel pusieron a Jacob, su padre, y a sus mujeres e hijos, en los carros que había mandado el faraón para transportarlos. 6Lleváronse también sus ganados y los bienes que habían adquirido en la tierra de Canaán, y Jacob se encaminó a Egipto con toda su familia. 7Llevó con él a Egipto a sus hijos y a los hijos de sus hijos, a sus hijas y a las hijas de sus hijas; toda su familia entró con él en Egipto. 8He aquí los nombres de los hijos de Israel que llegaron a Egipto: Jacob y sus hijos, el primogénito, Rubén. 9Hijos de Rubén: Janoc, Falú, Jesrom y Carmi. 10Hijos de Simeón: Yemuel, Yamín, Obad, Yakín, Sojar y Saúl, hijo de la cananea. 11Hijos de Leví: Gersón, Quehat y Merarí. 12Hijos de Judá: Er, Onán, Selá, Fares y Zeraj. Pero Er y Onán habían muerto en la tierra de Canaán. Hijos de Fares: Jesrom y Yamuel. 13Hijos de Isacar: Tola, Púa, Yob y Simrón. 14Hijos de Zabulón: Sered, Elón y Yajleel. 15Estos son los hijos que Lía parió a Jacob en Padán-Aram, con su hija Dina. Sus hijos e hijas eran en total treinta y tres personas. 16Hijos de Gad: Sifyón y Jagguí, Suní y Esbón, Erí, Arodí y Arelí. 17Hijos de Aser: Yimná, Yisvá, Yisví, Beriá y Seraj, hermana de ellos. Hijos de Beriá: Jeber y Malkiel. 18Estos son los hijos de Zelfa, la esclava que había dado Labán a Lía, su hija, y que ella parió a Jacob. Dieciséis personas. 19Hijos de Raquel, la mujer de Jacob: José y Benjamín. 20Nacieron a José, en Egipto, de Asenet, hija de Putifar, sacerdote de On, Manasés y Efraím. 21Hijos de Benjamín: Bela, Beker, Asbel, Guerá, Naamán, Ejí, Ros, Muppim, Juepim y Ared. 22Estos son los hijos de Raquel que le nacieron a Jacob: en total catorce personas. 23Hijos de Dan: Jusim. 24Hijos de Neftalí: Yajseel, Guní, Yeser y Sillem. 25Estos son los hijos de Bilhá, que dio Labán a Raquel, su hija, y de ella le nacieron a Jacob. En todo, siete personas. 26El total de las personas que vinieron con Jacob a Egipto procedentes de él, sin contar las mujeres de sus hijos, era de sesenta y seis. 27Los hijos de José nacidos en Egipto eran dos. El total de las personas de la familia de Jacob que vinieron a Egipto fueron setenta.
El estilo redundante del documento aparece en este fragmento. El autor ha insertado una lista genealógica de la familia de Jacob al estilo de las de Exo 6:14 y Num 26:5s. Así se dice en v.12 que Er y Onán (hijos de Judá) bajaron a Egipto, añadiendo el redactor posterior que habían muerto antes en Canaán. Se nombra a los hijos de José, que ya estaban en Egipto, y se da la lista de los hijos de Benjamín, a pesar de que, cuando bajó a Egipto, era aún un niño. Todo esto indica la yuxtaposición de datos posteriores de un genealogista, adaptados por el autor6. Se dice que el total de descendientes de Jacob que bajaron a Egipto son 70 personas, número convencional7. Pero en el v.26 se dice que son 66, cifra que se obtiene restando los dos hijos de José, éste y los dos hijos de Judá por Tamar (Er y Onán), muertos en Canaán. También es artificial el número de hijos y nietos de las esposas de Jacob, pues a Lía se le atribuyen 32, y a su esclava 16 (la mitad), y a Raquel 14, y a su esclava siete (la mitad). Los LXX traen 75 nombres, añadiendo otros cinco hijos de José8. En el v.27 se habla de nueve hijos de José según los LXX. Todo esto indica el carácter artificial de las listas, que han sido retocadas conforme a criterios selectivos diversos9.
Encuentro de Jacob con José (28-34).
28Jacob había mandado delante de él a Judá para que se presentase a José y se informase acerca de Gosén; y, llegado a la tierra de Gosén, 29hizo José preparar su carro, y, subiendo en él, se fue a Gosén al encuentro de Israel, su padre. En cuanto le vio, se echó al cuello, y lloró largo tiempo sobre su cuello. 30Israel dijo a José: “Ya puedo morir, pues he visto tu rostro y vives todavía.” 31José dijo a sus hermanos: “Voy a subir a dar la noticia al faraón: Han venido mis hermanos y toda la casa de mi padre, que estaba en la tierra de Canaán. 32Son pastores y tienen rebaños de ovejas y bueyes, que con todo lo suyo han traído consigo. 33Cuando el faraón os llame y pregunte: “¿Cuál es vuestra ocupación?,” 34le diréis: “Tus siervos somos ganaderos desde nuestra infancia hasta ahora, nosotros y nuestros padres”; para que habitéis en la tierra de Gosén, porque los egipcios abominan de todos los pastores.”
Jacob envía a Judá para explorar el camino y territorio de Gosén con vista a instalarse en él pacíficamente10. Quiere advertir a José de la próxima llegada para que tome las medidas pertinentes, de forma que no encuentren dificultad en su instalación pacífica. José le sale al encuentro en su carro de gobernador de Egipto para dar satisfacción plena al anciano al verle gozar de tan alta dignidad. Al encontrarle, se echó a su cuello y con lágrimas le abrazó efusivamente. José aleccionó a sus hermanos para que se presenten al faraón y digan que son “ganaderos” y no “pastores” o nómadas, que son despreciados por los egipcios, como bárbaros y gentes que viven de la espada y la razzia.
¿Cuándo bajaron los hijos de Jacob a Egipto? Podemos suponer que su emigración tuvo lugar durante el dominio de Egipto por los reyes hicsos, es decir, hacia el siglo XVII-XVI a.C. Sabemos que los reyes hicsos tenían su residencia en Avaris, junto a la frontera oriental del Delta, lo que se compagina bien con el relato bíblico, que presenta a los hijos de José cerca de la corte del faraón. La tradición que hace a José contemporáneo del rey Apopis es muy verosímil.”11 Como hemos indicado antes, los reyes hicsos favorecían a los asiáticos, y así se hace más inteligible el encumbramiento de José.
1 Gen 26:25 – 2 Gen 28:15. – 3 Gén 16; 1s. – 4 Jesucristo hará la exégesis de estas denominaciones. La frase “Dios de Abraham, Isaac y Jacob” indica que éstos están vivos, pues Dios no es Dios de muertos (Mat 22:23s). – 5 Gen 26:2. – 6 En el v.15 se dice que los descendientes de Lía son 33, y al dar los nombres salen 34, pues se ha insertado Dina. – 7 Así se habla en la Biblia de setenta días de duelo por Jacob (Gen 50:3); setenta años dura la cautividad babilónica (Jer 25:11-12); setenta ancianos de Israel (Exo 24:1); setenta semanas de Dan 9:24. El número es múltiplo de 7, que también es convencional, número de perfección y plenitud. – 8 Cf. Hec 7:14. – 9 Cf. P. Heinisch, Das Buch Génesis 399-400; A. Clamer, o.c., 476. – 10 El TM está oscuro. Los LXX traducen: “para ir al encuentro”; la Peshitta: “para aparecer ante él.” Así traduce la Bib. de Jer.: “Israel envió a Judá hacia José para que éste se presentase ante él en Gosén.” – 11 Montet, Le drame d’Avaris (París 1940) 84.
Fuente: Biblia Comentada
ofreció sacrificios. La ruta a Egipto para Jacob pasaba por Beerseba, un lugar distinguido a unos cuarenta km al SO de Hebrón y un lugar favorito de adoración tanto para Abraham como para Isaac (Gén 21:33; Gén 26:25).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
La genealogía de Jacob (v. Gén 37:2)
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— Berseba: Desde Hebrón hasta la región de Gosen, en Egipto, hay una distancia de unos 350 km. Berseba era la primera escala antes de penetrar en las zonas semidesérticas; según Gén 26:23-25 es un lugar especialmente asociado al ciclo de Isaac.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
46.3, 4 Los israelitas se convirtieron en una gran nación, y con el tiempo los descendientes regresaron a Canaán. El libro de Exodo cuenta la historia de los cuatrocientos años de esclavitud de Israel en Egipto (cumpliendo las palabras de Dios a Abraham en 15.13-16). El libro de Josué relata con entusiasmo la entrada de los israelitas a Canaán y la conquista de la tierra prometida.46.3, 4 Dios dijo a Jacob que saliera y viajara a una tierra extraña y distante. Le alentó con la promesa de que iría con él y lo cuidaría. Cuando las nuevas circunstancias o las nuevas cosas que lo rodean lo atemoricen o preocupen, reconozca que es normal temer. Sin embargo, dejarnos paralizar por el miedo es indicio de que estamos poniendo en duda la capacidad de Dios para cuidarnos.46.4 Jacob nunca retornó a Canaán. Esta fue una promesa a sus descendientes. «Y la mano de José cerrará tus ojos» se refiere a que él atendería a su padre en el lecho de muerte. Esta fue una promesa de Dios a Jacob de que nunca tendría la amargura de volver a estar solo.46.31-34 Jacob se trasladó con toda su familia a Egipto, pero quisieron vivir separados de los egipcios. Para lograr esto, José les indicó que dijeran a Faraón que eran pastores. A pesar de que Faraón sentía cierta simpatía por los pastores (probablemente descendía de una dinastía de los hicsos nómadas), la cultura egipcia despreciaba a los pastores y todavía no estaba lista para aceptarlos. La estrategia funcionó y la familia de Jacob se vio beneficiada por la generosidad de Faraón y por el prejuicio de los egipcios.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 2071 Gén 21:31
b 2072 Gén 31:42; Éxo 3:6; Luc 20:37
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Beerseba. La carretera de Israel a Egipto pasa por Beerseba. Fue en Beerseba donde Isaac adoró a Dios con sacrificios (26:25).
Fuente: La Biblia de las Américas
[=] *Gn 28:10
[.] Las aventuras de José tienen aquí una consecuencia de importancia. Jacob viene a Egipto con toda su familia. Los hebreos vienen a radicarse en Egipto y parecen olvidar la tierra de Canaán que Abrahán y Jacob habían recorrido con sus rebaños y que Dios les había prometido. En Egipto se van a quedar algunos siglos, hasta que Dios les envíe a Moisés, quien los conducirá de vuelta a la tierra de las promesas. Esta larga demora formaba parte del plan de Dios.
Fuente: Notas de la Biblia Latinoamericana
[5] Hech 7, 15.[6] Jos 24, 4; Sal 105 (104), 23; Is 52, 4.[8] Ex 1, 2; 6, 14; Num 26, 5; 1 Cro 5 , 1, 3.[20] Gen 41. 50; 48, 5.