Comentario de Génesis 50:24 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Luego José dijo a sus hermanos: —Yo voy a morir, pero Dios ciertamente os visitará con su favor y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró dar a Abraham, a Isaac y a Jacob.
Yo voy a morir. Gén 50:5; Gén 3:19; Job 30:23; Ecl 12:5, Ecl 12:7; Rom 5:12; Heb 9:27.
Dios … os visitará. Gén 21:1; Éxo 4:31.
y os hará subir. Gén 15:14-16; Gén 26:3; Gén 35:12; Gén 46:4; Gén 48:21; Éxo 3:16, Éxo 3:17.
que juró a Abraham. Gén 12:7; Gén 13:15, Gén 13:17; Gén 15:7, Gén 15:18; Gén 17:8; Gén 26:3; Gén 28:13; Gén 35:12; Gén 46:4; Éxo 33:1; Núm 32:11; Deu 1:8; Deu 6:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Dios ciertamente os visitará: En el lecho de su muerte, José expresa su inquebrantable fe en las promesas de Dios y reafirma a sus parientes que Él continuará desarrollando su obra en la familia. En su tiempo (Gén 15:12-16), Dios cumpliría su promesa de dar Canaán a los descendientes de Abraham (Gén 12:7; Gén 26:3; Gén 35:12; Gén 46:4).
A Abraham, a Isaac y a Jacob: Esta frase es la manera de referirse al pacto entre Dios y la familia de Abraham (Gén 48:15; Gén 49:25; Éxo 2:24; Éxo 3:16) y la mención de estos tres nombres reafirma la certeza de la verdad de las promesas y del compromiso de Dios.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Dios ciertamente os visitara. José murió como había vivido, confiando firmemente en que Dios cumpliría sus promesas (cp. Heb 11:22). Casi cuatro siglos después. Moisés sacó de Egipto los restos de José (Éxo 13:19) y Josué los sepultó en Siquem (Jos 24:32). a Abraham, a Isaac y a Jacob. La muerte de Jacob permitía finalmente mencionar a los tres patriarcas juntos.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
NOTAS
(1) O: “tierra que él prometió bajo juramento”.
REFERENCIAS CRUZADAS
e 2346 Éxo 4:31
f 2347 Gén 12:7; Gén 17:8; Gén 26:3; Gén 28:13
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
visitará… Es decir, os hará saber vuestro destino.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
O, visitará
Lit., juró
Fuente: La Biblia de las Américas
Es decir, determinará vuestro destino.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[.] Nótese cómo mueren Jacob y José, esos creyentes de tiempos antiguos que todavía no sabían de la Resurrección de los Muertos. Habían vivido plenamente la vida que Dios les daba en esta tierra, llevados por la certeza de que, siendo fieles a su misión, trabajaban por un mundo mejor que verían sus descendientes. La vejez larga y dichosa que Dios les concedía al final de sus pruebas les daba a entender que Dios es justo y generoso con todos. Sin embargo, mientras no tenían esperanza de una vida más allá, ¡cuánto les faltaba para ser personas colmadas! Pensaban que, al morir el hombre, algo de él iba a vivir debajo de la tierra junto con sus padres, en un lugar del que Dios estaba tan ausente como las inquietudes y la bulla de los vivos. Así, pues, Dios, su amigo y fiel defensor, ¡dejaba que lo perdieran para siempre! Seguramente que debían reprimir sus anhelos y acallar sus dudas para convencerse de que esto era lo bueno y lo justo. Sus esfuerzos por resignarse hacían de ellos hombres graves, concienzudos, sometidos a la voluntad misteriosa de Dios; pero, a cambio de esto, se les escapaban la alegría, la espontaneidad propia de los niños y el amor apasionado por su Salvador. En esto no diferían mucho de los que hoy viven sin la fe en la Resurrección.