Biblia

Comentario de Hageo 1:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hageo 1:12 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Zorobabel hijo de Salatiel, el sumo sacerdote Josué hijo de Josadac, y todo el remanente del pueblo escucharon la voz de Jehovah su Dios y las palabras del profeta Hageo, como lo había enviado Jehovah su Dios. Y el pueblo temió ante la presencia de Jehovah.

Y oyó Zorobabel. Hag 1:14; Esd 5:2; Isa 55:10, Isa 55:11; Col 1:6; 1Ts 1:5, 1Ts 1:6; 1Ts 2:13, 1Ts 2:14.

y temió el pueblo. Gén 22:12; Sal 112:1; Pro 1:7; Ecl 12:13; Isa 50:10; Hch 9:31; Heb 12:28.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

el pueblo eran literalmente los que hicieron la caminata de vuelta a Judá desde el cautiverio en Babilonia; también se refiere a aquellos dentro de una gran población que son fieles al Señor.

 PARA VIVIRLO

Recuerda el pasado, pero enfrenta el presente

Mientras un Templo nuevo empezaba a tomar forma en el lugar donde estaba ubicado el antiguo, algunos de los antiguos residentes aún recordaban la «gloria primera» del primer Templo (Hag 2:3). Recordaban los hermosos paneles de cedro, las cubiertas de oro y otros magníficos mobiliarios. Al compararlos, el nuevo Templo era «como nada» delante de sus ojos.

El Señor no los desalentó por honrar ese pasado dorado y glorioso, pero sí les exhortó a volver sus ojos al presente. Desafió a los líderes y al pueblo: «Esfuérzate … y trabajad; porque yo estoy con vosotros» (Hag 2:4). La nueva estructura no traería de vuelta los días de Salomón pero sí era, al menos, un edificio del cual estar orgullosos.

Con frecuencia las Escrituras nos alientan a recordar y a honrar el pasado, pero también nos instan a encarar la realidad del presente. Dios obra hoy, tal como lo hizo en el pasado. Su Espíritu permanece con nosotros (Hag 2:5; Jua 14:16, Jua 14:17), tal como estuvo con los creyentes en épocas pasadas. Si cooperamos con lo que el Espíritu está haciendo, podríamos dar aun más gloria a Dios y llevar a cabo un ministerio aun más grande de lo que se ha visto.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

TEMIÓ EL PUEBLO. Los dirigentes y el pueblo respondieron al mensaje de Hageo al obedecer y temer al Señor; ellos tomaron en serio la palabra de Dios y se comprometieron a reanudar la obra en la casa de Dios.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

el resto del pueblo. Los exiliados que regresaron de Babilonia aceptaron el mensaje en su corazón. Al darse cuenta de que las palabras del profeta provenían del Señor, obedecieron y temieron porque sabían que Dios estaba presente.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

El segundo mensaje de Hageo vino veintitrés días después del primero (v. Hag 1:15), alrededor del 21 de septiembre de 520 a.C. El llamado del Señor a «meditar bien» sobre sus caminos (vv. Hag 1:5; Hag 1:7) hizo que el pueblo respondiera con arrepentimiento y obediencia (v. Hag 1:12). El mensaje nuevo «Yo estoy con vosotros», animó todavía más a los judíos a emprender acciones concretas (vv. Hag 1:13-14).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

la Respuesta Del Pueblo: “empieza la Reconstruccion.”

Los dirigentes y el pueblo aceptaron el mensaje de Hageo y actuaron por él. Se nos ha dicho que la gente estaba en contra de la construcción del templo, pero no sabemos si esto se aplicaba también a Josué y a Zorobabel. Si ellos compartían el criterio del pueblo, entonces su cambio de corazón fue notable, puesto que sus antepasados se habían opuesto a los profetas desde que seguían a Moisés en el desierto. Hageo debe haber sabido cómo hablar al pueblo tan bien como a Dios. Parece más fácil ver a los dirigentes como hombres piadosos, capaces de aceptar la palabra de Dios y también capaces de llevar al pueblo con ellos. No es de extrañar que Dios tuviera tan alta opinión de Zorobabel y de Josué (2:23; Zac. 6:11-13).

Una vez que obedecieron, vino un corto mensaje de Dios para el pueblo por medio de Hageo. En vista de la maldición, ellos podrían haber esperado: “Yo estoy en contra de vosotros”; en lugar de eso, escucharon a Dios decirles: Yo estoy con vosotros. La maldición de Dios no es una señal de que él haya rechazado a su pueblo; más bien muestra su amor por ellos. El quiere acercarlos de nuevo a sí mismo, y usa el desastre para despertarlos (Amós 4:6-11; cf. Amós 3:2; Isa. 7:13-25, donde Emanuel significa “Dios con nosotros”).

Cuando ellos humildemente obedecieron la palabra de Dios y empezaron a trabajar, éste los ayudó. Nosotros participamos en obtener la bendición de Dios decidiendo actuar en sumisión a su voluntad (2 Tim. 1:6, 7). En heb. las palabras mensajero y obra son similares. Su uso tan juntas aquí nos recuerda que una profecía no es una “bendición” por la cual uno debe estar complacido, sino una instrucción que debe llevar a la acción.

Algunos piensan que la repetición de en el día 24 (15) en 2:10 es una indicación de que el texto esté alterado, pero no hay razón para dudar de su autenticidad.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

NOTAS

(1) Lit.: “el gran sacerdote”.

(2) “Su Dios.” Heb.: ’Elo·heh·hém.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 27 Esd 5:2

b 28 1Cr 6:15

c 29 Jer 7:23; Heb 3:7

d 30 Esd 5:1; Esd 6:14

e 31 Sal 112:1; Pro 1:7; Ecl 12:13; Hch 9:31; Heb 12:28

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

el remanente del pueblo. Sólo una parte del pueblo había regresado de la cautividad (Esd 2). Ellos eran el tizón arrebatado del fuego por la gracia de Dios (Zac 3:2).

obedecieron…temió. En respuesta a la reprensión de Hageo, el pueblo se arrepintió y comenzaron a reedificar el templo (vers. 14).

Fuente: La Biblia de las Américas

Raras veces un sermón ha tenido un impacto práctico tan inmediato (si bien Hageo comprendió que era por intervención de Dios, v. Hag 1:14). Sólo 23 días transcurrieron entre los sucesos registrados en el v. Hag 1:1 y los del v. Hag 1:15.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie