Comentario de Hebreos 13:8 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!
13:8 — «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos». El carácter nada cambiable de Jesús se presenta aquí para afirmar la fe variable de los hebreos, fluctuando entre su fidelidad a Cristo y la tentación de volver atrás al judaísmo. Jesús, dice el autor, no es así cambiable, sino el mismo que fue predicado «ayer» por los que «guiaban» (versículo 7), y es el mismo hoy, sentado a la diestra de Dios como Sumo Sacerdote intercediendo por nosotros, y así el mismo para siempre. La inmutabilidad de Jesús aquí se presenta para exhortar a los hebreos a perseverar. Compárese 1:11,12, comentarios.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Heb 1:12; Sal 90:2, Sal 90:4; Sal 102:27, Sal 102:28; Sal 103:17; Isa 41:4; Isa 44:6; Mal 3:6; Jua 8:56-58; Stg 1:17; Apo 1:4, Apo 1:8, Apo 1:11, Apo 1:17, Apo 1:18.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
el mismo: la naturaleza inmutable del Hijo se menciona en los comienzos de este libro (Heb 1:12).
ayer: Cristo dio su gracia a los antiguos líderes que confiaron en Él (v. Heb 13:7).
hoy y por los siglos: la gracia de Cristo está en el presente, y permanentemente, disponible para todos los que creen en Él.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
JESUCRISTO ES EL MISMO. La verdad de que Jesucristo no cambia es ancla segura de la fe. Significa que los creyentes de hoy no deben sentirse satisfechos hasta que tengan la misma salvación, la misma comunión con Dios, el mismo bautismo en el Espíritu Santo y el mismo poder del reino que los creyentes de la época del NT conocieron en su servicio a Dios por medio de Jesucristo (véase el ARTÍCULO EL REINO DE DIOS, P. 1302. [Mat 12:28]).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
13:8 — «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos». El carácter nada cambiable de Jesús se presenta aquí para afirmar la fe variable de los hebreos, fluctuando entre su fidelidad a Cristo y la tentación de volver atrás al judaísmo. Jesús, dice el autor, no es así cambiable, sino el mismo que fue predicado «ayer» por los que «guiaban» (versículo 7), y es el mismo hoy, sentado a la diestra de Dios como Sumo Sacerdote intercediendo por nosotros, y así el mismo para siempre. La inmutabilidad de Jesús aquí se presenta para exhortar a los hebreos a perseverar.
Compárese 1:11,12, comentarios.
Nótese: Este versículo no tiene absolutamente nada que ver con la cuestión de hacer Jesús milagros hoy en día, o de no hacerlos. Los que practican la llamada «santidad divina» a menudo citan este versículo pero ignoran el contexto por completo y tuercen las Escrituras, afirmando que Jesús sigue obrando (por ellos, desde luego) milagros de sanidad como lo hacía en la tierra. Pero el propósito de los milagros y la duración de la era de milagros, ¡no es tema de este contexto!
Fuente: Notas Reeves-Partain
REFERENCIAS CRUZADAS
q 696 Rev 1:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. El pasado, presente y futuro aquí sugieren los temas principales del libro. Ayer: la obra salvadora de Cristo muriendo por los pecadores; hoy : intercediendo delante del Padre por los creyentes; y por los siglos : iniciando el reino de Dios cuando El regrese en gloria (9:28). Jesucristo nunca cambia; es eternamente fiel (cp. Mal 3:6; Stg 1:17). Por eso, los creyentes pueden tener gran confianza en El.
Fuente: La Biblia de las Américas
8 (1) Cristo, quien es la palabra que los ministros mencionados en el v. 7 predicaban y enseñaban, quien es la vida que ellos vivían, y quien es el Autor y Perfeccionador de su fe, es perpetuo, inmutable y no cambia. El permanece para siempre (1:11-12). No se debe predicar ni otro Jesús ni otro evangelio en la iglesia ( 2Co_11:4 ; Gál_1:8-9). Para tener una verdadera y perseverante vida de iglesia, debemos asirnos al Cristo que es el mismo ayer, hoy y por siempre, y no debemos dejarnos llevar de enseñanzas diversas y extrañas (v.9).