Biblia

Comentario de Hebreos 5:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hebreos 5:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Así también Cristo no se glorificó a sí mismo para ser hecho sumo sacerdote, sino que le glorificó el que le dijo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy.

5:5 — Con este versículo, el autor comienza a demostrar la superioridad del sacerdocio de Jesucristo. Como nadie tomaba el sacerdocio bajo la ley de Moisés sin ser designado por Dios, tampoco lo tomó Cristo así. Dios le designó, demostrando al mundo con levantarle de los muertos que Jesucristo es su Hijo. Sal 2:7, aquí citado, se refiere a la resurrección de Jesucristo de los muertos (Hch 13:33; Rom 1:4). Véase 1:5, comentarios. El Mesías es Sumo Sacerdote, Profeta y Rey. Aquí se enfatiza su puesto como Sumo Sacerdote. Jesús no se exaltó a esta posición, sino Dios le exaltó (glorificó), llamándole «Hijo».

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

Cristo no se glorificó a si mismo. Jua 7:18; Jua 8:54.

Tú eres mi hijo. Heb 1:5; Sal 2:7; Miq 5:2; Jua 3:16; Hch 13:33; Rom 8:3.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Cristo no se nombró a sí mismo para el oficio de sumo sacerdote: El Padre le dio el honor. Se recurre a los Sal 2:7 y Sal 110:4 para probar este hecho. El Sal 2:7 también se cita en Heb 1:5 para demostrar la superioridad de Cristo frente a los ángeles, y ahora el autor usa la cita para probar la estrecha relación de Jesús con Dios el Padre. En el Sal 110:4 se destaca la naturaleza humana del sacerdocio de Jesús. Él será el mediador entre Dios y nosotros para siempre.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Con las citas de Sal 2:7 y Sal 110:4, el escritor demuestra que Cristo fue Hijo (vea las notas sobre Heb 1:5) y sumo sacerdote por designación divina (cp. Jua 8:54). Esto significa que ambos son títulos de subordinación. Ahora bien, esta subordinación no se relaciona con la esencia o la naturaleza de Cristo (cp. Jua 10:30; Jua 14:9; Jua 14:11), sino con el cumplimiento del programa divino de redención. Ninguno de estos oficios disminuye la deidad eterna de Cristo ni su igualdad dentro de la Trinidad. Ambos oficios tuvieron un principio, por eso cabe anotar que el Sal 2:1-12 reconoce al Hijo como rey y Mesías, y que Cristo es el rey sacerdote.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:5 — Con este versículo, el autor comienza a demostrar la superioridad del sacerdocio de Jesucristo. Como nadie tomaba el sacerdocio bajo la ley de Moisés sin ser designado por Dios, tampoco lo tomó Cristo así. Dios le designó, demostrando al mundo con levantarle de los muertos que Jesucristo es su Hijo. Sal 2:7, aquí citado, se refiere a la resurrección de Jesucristo de los muertos (Hch 13:33; Rom 1:4). Véase 1:5, comentarios. El Mesías es Sumo Sacerdote, Profeta y Rey. Aquí se enfatiza su puesto como Sumo Sacerdote. Jesús no se exaltó a esta posición, sino Dios le exaltó (glorificó), llamándole «Hijo».

Fuente: Notas Reeves-Partain

Heb 1:5; Sal 2:7.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

h 173 Jua 8:54

i 174 Heb 4:14

j 175 Jua 12:28

k 176 Sal 2:7; Hch 13:33

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Hijo mío eres tú. Dios no le dice a ningún sacerdote del A.T. hijo mío . Esta expresión enfatiza la aprobación y el llamamiento del Hijo por el Padre a ser el único Sumo Sacerdote por excelencia (cp. Jn 5:18– 27).

te he engendrado hoy. No se refiere al principio del Hijo ya que el Hijo ha existido eternamente (Mi 5:2; Jn 1:1; Co 1:17; v. coment. en 1:5).

Fuente: La Biblia de las Américas

5 (1) En este versículo glorificarse sustituye a honra del versículo anterior. Con respecto al sumo sacerdote tomado de entre los hombres, sólo hay honra, lo cual es un asunto de posición. Con respecto a Cristo como Sumo Sacerdote, no sólo hay honra sino también gloria, no solamente el valor de Su posición sino también el esplendor de Su persona. Véase la nota 9 (2) del cap.2.

5 (2) Esto se refiere a la resurrección de Cristo ( Hch_13:33), la cual le da los requisitos para ser nuestro Sumo Sacerdote. Para ser nuestro Sumo Sacerdote, Cristo tuvo que participar de nuestra humanidad, como se menciona en 2:14-18, y entrar, con esta humanidad, en la resurrección. En Su humanidad El puede ser conmovido con el sentimiento de nuestras debilidades y ser misericordioso para con nosotros (4:15; 2:17). En resurrección, en Su divinidad El puede hacerlo todo por nosotros y ser fiel para con nosotros (7:24-25; 2:17).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

engendrado…Sal 2:7.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

M127 El infinitivo γενηθῆναι se usa con un sentido explicativo (es decir, define más concretamente de cerca el contenido de la acción que denota el verbo precedente): Cristo no tomó para Sí el honor de llegar a ser sumo sacerdote (comp. B375; este infinitivo expresa la idea de resultado -R1089) [Editor. El contexto inmediato de este versículo introduce la idea de que uno no adquiere la posición honorable de sumo sacerdote por medios humanos, sino que sólo le es dada por Dios. En consecuencia, a Cristo le fue dada esta posición en su glorificación (comp. la traducción de Moule). Además, el paralelismo entre los segmentos iniciales de los vv. 4 y 5 es más evidente con esta traducción.]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

g Sal 2:7.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

5.5–11 Jesús cumple perfectamente con todos los requerimientos para el sumo sacerdocio, él tiene el perfil adecuado. Su nombramiento proviene de Dios; participando de nuestra humanidad se ofreció a sí mismo una vez y por siempre en propiciación, es decir en sacrificio aceptable antes Dios por nuestros pecados (7.27).
5.6 Su sacerdocio es eterno, según el orden de Melquisedec, sacerdocio sobre el cual se ocupa el autor más en detalle en la argumentación del capítulo siete.

5.7 Es probable que se aluda a la oración del Señor Jesús en el huerto de Getsemaní (Lucas 22.42), la cual fue oída a causa del temor reverente y sumiso expresado en ella.

5.8–10 Por medio de la obediencia y sumisión fue perfeccionado, así mismo es autor de salvación para todos aquellos quienes nos sujetamos a Él por medio de la autoridad de su Palabra.
5.9 Su perfeccionamiento no tiene relación con el aspecto moral, puesto que él no hizo pecado ni se halló engaño en su boca (I de Pedro 2:22), más bien hace relación a su preparación para llegar a ser el autor de eterna salvación a quienes le obedecen (2.10).
5.11 – 13 Se habían hecho tardos para oír y entender, su crecimiento espiritual se había detenido en la consideración de los rudimentos de la Doctrina de Cristo, ellos ya deberían ser maestros y maduros en este punto de su fe.
5.14 El alimento sólido, es decir la instrucción avanzada en la fe, es para quienes por el ejercicio de los sentidos espirituales están en capacidad de discernir o distinguir entre el bien y el mal, entre la doctrina del error y la sana doctrina que ya se les había impartido.

Fuente: Comentario sobre Hebreos