Comentario de Hebreos 9:14 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
¡cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios vivo!
cuánto más. Deu 31:27; 2Sa 4:11; Job 15:16; Mat 7:11; Luc 12:24, Luc 12:28; Rom 11:12, Rom 11:24.
la sangre de Cristo. Heb 9:12; 1Pe 1:19; 1Jn 1:7; Apo 1:5.
el cual mediante. Isa 42:1; Isa 61:1; Mat 12:28; Luc 4:18; Jua 3:34; Hch 1:2; Hch 10:38; Rom 1:4; 1Pe 3:18.
el Espíritu eterno. Deu 33:27; Isa 57:15; Jer 10:10; Rom 1:20; 1Ti 1:17.
se ofreció a si mismo. Heb 9:7; Heb 7:27; Mat 20:28; Efe 2:5; Efe 5:2; Tit 2:14; 1Pe 2:24; 1Pe 3:18.
sin mancha. Lev 22:20; Núm 19:2-21; Núm 28:3, Núm 28:9, Núm 28:11; Deu 15:21; Deu 17:1; Isa 53:9; Dan 9:24-26; 2Co 5:21; 1Pe 1:19; 1Pe 2:22; 1Jn 3:5.
limpiará vuestras conciencias. Heb 9:9; Heb 1:3; Heb 10:2, Heb 10:22.
de obras de muerte. Heb 6:1.
para que sirváis. Luc 1:74; Rom 6:13, Rom 6:22; Gál 2:19; 1Ts 1:9; 1Pe 4:2.
al Dios vivo. Heb 11:21; Deu 5:26; 1Sa 17:26; 2Re 19:16; Jer 10:10; Dan 6:26; Hch 14:15; 2Co 6:16; 1Ti 3:15.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
el Espíritu eterno es el Espíritu Santo; las tres personas de la Trinidad están involucradas en la purificación.
limpiará vuestras conciencias: La contaminación es interna, no externa (v. Heb 9:13). La muerte de Cristo tiene el poder de purificar la mente y alma de la persona.
obras muertas son los rituales de la Ley Mosaica que no podían dar vida (Heb 6:1). Es inútil poner la fe y la confianza en lo que cumplió su propósito y expiró. Esto es desobediencia. El autor de Hebreos ordena a su audiencia que liberen su conciencia de las regulaciones de la Ley Mosaica y en su lugar se aferren a Cristo para purificarse. Al hacerlo, podrían verdaderamente servir al Dios vivo y no a las obras muertas.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
LA SANGRE DE CRISTO. El concepto de la redención en el NT gira en torno a la sangre de Jesucristo (1Co 10:16; 1Co 11:27; Efe 2:13; 1Pe 1:2; Apo 7:14; Apo 12:11). Cristo vertió su sangre inocente en la cruz a fin de quitar los pecados de la humanidad y reconciliarla con Dios (Heb 5:8; Rom 5:19; Flp 2:8; cf. Lev 16:1-34). Mediante su sangre efectuó:
(1) el perdón de los pecados de todos los que se arrepienten y creen (Mat 26:28);
(2) el rescate de todos los creyentes del poder de Satanás y de los poderes del mal (Hch 20:28; Efe 1:7; 1Pe 1:18-19; Apo 5:9; Apo 12:11);
(3) la justificación de todos los que creen en Él (Rom 3:24-25);
(4) la limpieza de la conciencia de los creyentes para que sirvan a Dios sin culpa con plena confianza (Heb 9:14; Heb 10:22; Heb 13:18);
(5) la santificación del pueblo de Dios (Heb 13:12; 1Jn 1:7-10);
(6) la apertura del camino para que los creyentes se acerquen directamente a Dios por medio de Cristo a fin de hallar gracia, misericordia, ayuda y salvación (Heb 7:25; Heb 10:19; Efe 2:13; Efe 2:18);
(7) la garantía de todas las promesas del nuevo pacto (Heb 10:29; Heb 13:20; Mat 26:28; 1Co 11:25);
(8) la continua aplicación de su poder salvador, reconciliador y purificador a los creyentes a medida que se acercan a Dios por medio de Cristo (Heb 7:25; Heb 10:22; 1Jn 1:7).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
cuánto más. Superior a la capacidad limpiadora de las cenizas de un animal es el poder limpiador del sacrificio de Cristo. la sangre de Cristo. Esta es una expresión que no solo se refiere al líquido, sino a toda la obra expiatoria y el sacrificio perfecto de Cristo en su muerte. La sangre se usa como sinónimo de la muerte (cp. Mat 23:30; Mat 23:35; Mat 27:6; Mat 27:8; Mat 27:24-25; Jua 6:54-56; Hch 18:6; Hch 20:26). Vea las notas sobre Mat 26:28; Rom 3:25 ; Rom 5:9; Col 1:14. el Espíritu eterno. Vea la nota sobre Heb 2:4 (cp. Isa 42:1; Isa 61:1; Luc 4:1; Luc 4:14). Algunos intérpretes argumentan que la falta del artículo definido en el original hace de esta una referencia al «Espíritu eterno» de Cristo (en el sentido de una vida interminable, cp. Heb 7:16). Sin embargo, las referencias al Espíritu Santo en Heb 2:4 y Heb 6:4 tampoco tienen el artículo definido. El uso de «eterno» como adjetivo calificador sirve para conectar el Espíritu con la «eterna redención» (v. Heb 9:12) y «la herencia eterna» (v. Heb 9:15) que Cristo alcanzó por medio de su muerte y sacrificio. se ofreció a sí mismo. Vea las notas sobre v. el Heb 9:7; Jua 10:17-18. Como es obvio, los animales que eran sacrificados en el sistema levítico no acudían por voluntad propia ni entendían el propósito de su muerte. Cristo vino de manera voluntaria y con una comprensión plena de la necesidad y las consecuencias de su sacrificio. Él no solo sacrificó su sangre, sino toda su naturaleza humana (cp. Heb 10:10). sin mancha. En la Septuaginta se usa el término para describir sacrificios aceptables, incluida la vaca alazana (Núm 19:3; cp. Éxo 29:1; Lev 1:3). Una referencia similar se encuentra en 1Pe 1:19. conciencias. Vea la nota sobre el v. Heb 9:9. obras muertas. Vea la nota sobre Heb 6:1. Estas obras son muertas porque los no regenerados están «muertos en [sus] delitos y pecados» (Efe 2:1), sus obras son infructuosas e inservibles (Gál 2:16; Gál 5:19-21) y solo conducen a la muerte (Rom 6:23). para que sirváis al Dios vivo. La salvación no es un fin en sí mismo. El creyente ha sido liberado del pecado para servir a Dios, salvado para servir (cp. Rom 6:16-18; 1Ts 1:9). El contraste entre obras muertas y el Dios vivo (cp. Heb 3:12; Heb 10:31; Heb 12:22) es básico. Cp. Stg 2:14-26.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— nuestra: Según varios mss., alguno de valor, habría que leer: de ustedes.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Heb 10:19; 1Pe 1:18-19; 1Jn 1:7.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
REFERENCIAS CRUZADAS
r 376 Lev 17:11; 1Pe 1:19
s 377 Efe 5:2
t 378 Heb 10:2; 1Jn 1:7
u 379 1Co 6:11; Heb 6:1
v 380 Rom 12:1; Flp 3:3; Heb 12:28
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
sangre de Cristo. Se refiere a su muerte expiatoria.
por el Espíritu eterno. Es un recuerdo de que el Espíritu Santo vino sobre el Siervo Sufriente (cp. Is 42:1; 53:12; 61:1). El Espíritu Santo preservó sin pecado a Cristo en su humanidad al nacer (Lc 1:35), vino sobre El en su bautismo (Mt. 3:16) y ministró a Cristo en su muerte (9:14).
purificará…para servir al Dios vivo. La redención eterna (vers. 12) que Cristo provee hace posible una completa expiación del pecado, quitando de la conciencia la culpabilidad, y asegurando a los creyentes de la gracia y el perdón de Dios. (Esta verdad se desarrolla en 10:1– 22).
Fuente: La Biblia de las Américas
14 (1) La sangre de Cristo fue derramada para el perdón de los pecados ( Mat_26:28), y el nuevo pacto fue consumado con esta sangre (10:29; Luc_22:20). La sangre de Cristo efectuó una redención eterna para nosotros (v.12; Efe_1:7 ; 1Pe_1:18-19) y compró la iglesia para Dios ( Hch_20:28). Nos lava de nuestros pecados ( 1Jn_1:7) , purifica nuestras conciencias (v.14), nos santifica (13:12), y habla mejor por nosotros (12:24). Por esta sangre entramos al Lugar Santísimo (10:19), y vencemos a Satanás el acusador ( Rev_12:10-11). Por lo tanto, es preciosa y mejor que la sangre de machos cabríos y toros (vs. 12-13). Debemos darle un gran valor y no considerarla cosa común, como la sangre de los animales. Si lo hacemos, sufriremos el castigo de Dios (10:29-31).
14 (2) En la cruz, Cristo se ofreció a Sí mismo a Dios en el cuerpo humano (10:5, 10), el cual estaba limitado por el tiempo. Sin embargo, El se ofreció por medio del Espíritu eterno, el cual está en la eternidad y no está limitado por el tiempo. Por lo tanto, a los ojos de Dios, Cristo como Cordero de Dios fue inmolado desde la fundación del mundo ( Rev_13:8). El se ofreció a Sí mismo de una vez y para siempre (7:27), y la redención consumada por medio de Su muerte es eterna (v.12), y tiene un efecto eterno. El alcance de Su obra redentora abarca todo el pecado. Véase la nota 26 (1) , párr. 2.
14 (3) La sangre de Cristo purifica nuestra conciencia para que sirvamos al Dios vivo. Servir al Dios vivo requiere una conciencia purificada con sangre. Adorar en la religión, que es algo muerto, o servir cualquier cosa muerta, cualquier cosa que esté separada de Dios, no requiere que nuestra conciencia sea purificada. La conciencia es la parte principal de nuestro espíritu. El Dios vivo a quien deseamos servir viene siempre a nuestro espíritu ( Jua_4:24) y toca nuestra conciencia. El es justo, santo y viviente. Es necesario que nuestra conciencia contaminada sea purificada para que le sirvamos a El de una manera viva. Adorar a Dios en nuestra mente de una manera religiosa no requiere eso.
14 (4) Puesto que estábamos muertos ( Efe_2:1 ; Col_2:13), todo lo que hicimos, bueno o malo, fueron obras muertas delante del Dios vivo.
14 (5) Este libro no enseña religión, sino que revela al Dios vivo (3:12; 9:14; 10:31; 12:22). Para tocar al Dios vivo necesitamos ejercitar nuestro espíritu (4:12) y tener en nuestro espíritu una conciencia purificada por la sangre.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
nuestras… TR: vuestras; servir… Gr. latreúo.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
O, su espíritu eterno
Algunos mss. antiguos dicen: nuestra
Fuente: La Biblia de las Américas
TR registra vuestras.