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Comentario de Hebreos 9:15 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hebreos 9:15 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Por esta razón, también es mediador del nuevo pacto, para que los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna, ya que intervino muerte para redimirlos de las transgresiones bajo el primer pacto.

9:15 — «Así que, por eso es mediador». Es uno que interviene o se interpone entre dos, para hacer paz o ratificar un pacto. Véase Gál 3:19-20. Cristo es el mediador del Nuevo Pacto (8:6; 12:24; 1Ti 2:5).

— «de un nuevo pacto». Es el referido en 8:8.

— «para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto». Véase 10:4; la sangre de animales no podía quitar el pecado. Antes de la muerte de Jesucristo, el perdón era solamente simbólico y no real. Por eso era necesario que Cristo muriera por el pecador (versículo 14), y así tendría el «llamado» de toda época el derecho absoluto de gozar de la herencia eterna.

El «primer pacto» aquí referido es el de 8:7. Véase también 11:39,40.

— «los llamados». Los herederos del testamento son los de toda época que por la fe y la obediencia han llegado a ser hijos de Dios. Véase 1Pe 1:3-5.

— «reciban la promesa de la herencia eterna»; es decir, en realidad y de hecho. A esto se refieren «los bienes» del versículo 11. El Espíritu Santo fue dado como «arras de nuestra herencia» (Efe 1:14).

La muerte de Cristo puso el Nuevo Testamento en vigor, porque fue el precio de rescate del pecador (Hch 20:28; Mat 26:28). Los pecadores que aceptan los términos del testamento, reciben la salvación por herencia.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

es mediador. Heb 7:22; Heb 8:6; Heb 12:24; 1Ti 2:5.

del nuevo pacto. Heb 8:8; 2Co 3:6.

interviniendo muerte. Heb 9:16, Heb 9:28; Heb 2:14; Heb 13:20; Isa 53:10-12; Dan 9:26.

para la remisión. Heb 9:12; Heb 11:40; Rom 3:24-26; Rom 5:6, Rom 5:8, Rom 5:10; Efe 1:7; 1Pe 3:18; Apo 5:9; Apo 14:3, Apo 14:4.

bajo el primer pacto. Heb 9:1; Heb 8:7, Heb 8:13.

los que son llamados. Heb 3:1; Rom 8:28, Rom 8:30; Rom 9:24; 2Ts 2:14.

la promesa. Heb 6:13; Heb 11:13, Heb 11:39, Heb 11:40; Stg 1:12; 1Jn 2:25.

de la herencia eterna. Sal 37:18; Mat 19:29; Mat 25:34, Mat 25:36; Mar 10:17; Luc 18:18; Jua 10:28; Rom 6:23; 2Ti 2:10; Tit 1:2; Tit 3:7; 1Pe 1:3, 1Pe 1:4; 1Pe 5:10.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El nuevo pacto provee de dos beneficios a los creyentes: redención y herencia. Los creyentes reciben redención de los pecados que cometieron bajo la Ley. En otras palabras, Cristo pagó el precio para liberarnos de nuestro pecado. Su muerte sustituye nuestra muerte, el castigo de nuestros pecados. Como los israelitas, los creyentes reciben una herencia, pero nuestra herencia es eterna (v. Heb 9:14). Al imitar la fe y la paciencia de Abraham, lo creyentes aseguran que recibirán las maravillosas promesas que Dios ha hecho (Heb 6:12; Heb 8:6-12).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

MEDIADOR DE UN NUEVO PACTO. Véase el ARTÍCULO EL PACTO ANTIGUO Y EL NUEVO PACTO, P. 1782. [Heb 8:6], para comentarios sobre la función de Jesucristo como mediador de un nuevo pacto.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

mediador. Vea la nota sobre Heb 8:6. muerte. En el establecimiento de algunos pactos bíblicos se realizaron ciertos sacrificios. En el pacto de Dios con Abraham, cinco animales diferentes fueron sacrificados en la ceremonia (Gén 15:9-10). El pacto mosaico fue afirmado por medio de sacrificios animales (Éxo 24:5-8). remisión. El término compuesto que se usa aquí ocurre con más frecuencia que el término usado en el v. Heb 9:12 (cp. Heb 11:35; Luc 21:28; Rom 3:24). La muerte de Jesús también redimió a todos los que habían creído en Dios bajo el antiguo pacto (cp. Rom 3:24-26). Esto concuerda con el simbolismo del día de la Expiación. Cada año el sumo sacerdote cubría o hacía expiación por los pecados que el pueblo había cometido durante el año anterior (Lev 16:16; Lev 16:21; Lev 16:30). el primer pacto. Vea la nota sobre Gén 9:16. El primer pacto histórico fue el establecido por Dios con Noé (Gén 6:18; Gén 9:9). Después vino el pacto de Dios con Abraham (Gén 15:18). No obstante, en el contexto de esta exposición, el pacto más antiguo que se discute en esta epístola es el que se conoce como pacto mosaico o pacto de la ley (Éxo 19:1-25; Éxo 20:1-21). En este versículo «primer» significa anterior o previo, que es el pacto conectado con el sistema levítico. los llamados. Lit. «los que han sido llamados», mirando hacia atrás a aquellos que vivieron bajo el pacto antiguo y que fueron llamados por Dios a la salvación con base en el sacrificio de Jesucristo que vendría mucho tiempo después de que la mayoría de ellos hubieran muerto. Como siempre en las epístolas del NT, esta es una referencia al llamado eficaz para salvación (cp. Heb 3:1), que en este contexto se aplica a creyentes del AT. promesa de la herencia eterna. Es decir, la salvación en su plenitud (vea las notas sobre Heb 3:11 ; Heb 4:1 ; Heb 4:9 ; Heb 6:12; 1Pe 1:3-5).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

9:15 — «Así que, por eso es mediador». Es uno que interviene o se interpone entre dos, para hacer paz o ratificar un pacto. Véase Gál 3:19-20. Cristo es el mediador del Nuevo Pacto (8:6; 12:24; 1Ti 2:5).
–«de un nuevo pacto». Es el referido en 8:8.
–«para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto». Véase 10:4; la sangre de animales no podía quitar el pecado. Antes de la muerte de Jesucristo, el perdón era solamente simbólico y no real. Por eso era necesario que Cristo muriera por el pecador (versículo 14), y así tendría el «llamado» de toda época el derecho absoluto de gozar de la herencia eterna.
El «primer pacto» aquí referido es el de 8:7. Véase también 11:39,40.
–«los llamados». Los herederos del testamento son los de toda época que por la fe y la obediencia han llegado a ser hijos de Dios. Véase 1Pe 1:3-5.
–«reciban la promesa de la herencia eterna»; es decir, en realidad y de hecho. A esto se refieren «los bienes» del versículo 11. El Espíritu Santo fue dado como «arras de nuestra herencia» (Efe 1:14).
La muerte de Cristo puso el Nuevo Testamento en vigor, porque fue el precio de rescate del pecador (Hch 20:28; Mat 26:28). Los pecadores que aceptan los términos del testamento, reciben la salvación por herencia.

Fuente: Notas Reeves-Partain

LA ÚNICA MANERA DE OBTENER EL PERDÓN

Hebreos 9:15-22

Es por medio de ÉL como se instituye el Nuevo Pacto entre Dios y la humanidad; y el propósito que subyace detrás de este Nuevo Pacto es que los que han sido llamados reciban la herencia eterna que se les ha prometido; pero esto sólo podía suceder después de producirse una muerte, cuyo propósito sería rescatarlos de las consecuencias de las transgresiones que se habían cometido bajo las condiciones del Antiguo Pacto. Porque, tratándose de un testamento, es necesaria la evidencia de la muerte del testador para que entre en vigor. Es con la muerte de las personas como se confirma un testamento, porque no cabe duda de que no puede ser operativo mientras el testador continúe vivo. Por eso es por lo que hasta el Antiguo Pacto-Testamento no se inauguró sin sangre. Porque, después de anunciar Moisés a todo el pueblo todos y cada uno de los mandamientos que establece la Ley, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y también a todo el pueblo, mientras decía: » Esta es la sangre del Pacto cuyas condiciones Dios os manda que cumpláis.» Y también roció con sangre el tabernáculo y todos los instrumentos que se usa ban en su culto. Bajo las condiciones que establece la Ley, se puede decir que casi todo se purifica con sangre. Sin derramamiento de sangre no puede haber perdón.

Este es uno de los pasajes más difíciles de toda la carta, aunque no lo sería para los primeros destinatarios, que estaban familiarizados con los detalles del ritual sacerdotal así como con estos métodos de exégesis y de expresión.
Como ya hemos visto, la idea del pacto es fundamental en el pensamiento del autor, que entiende por él la relación entre Dios y el hombre. El primer Pacto dependía del cumplimiento de la Ley por parte del hombre; en cuanto se quebrantaba la Ley, el Pacto quedaba sin efecto. Recordemos que, para nuestro autor, Religión quiere decir acceso a Dios. Por tanto, el significado básico del Nuevo Pacto que ha establecido Jesús es que el hombre puede tener acceso a Dios; o, para decirlo de otra manera, puede vivir en relación con Él. Pero aquí está la dificultad. Las personas ya llegan al Nuevo Pacto manchadas por los pecados que han cometido en el Antiguo Pacto, que el antiguo sistema sacrificial era impotente para expiar. Por tanto, el autor de Hebreos tiene una idea luminosa, y dice que el Sacrificio de Cristo es retroactivo; es decir, es eficaz para borrar los pecados que se cometieron bajo el Antiguo Pacto, y para inaugurar la relación que se promete en el Nuevo.

Todo eso parece muy complicado, pero detrás de ello hay dos grandes verdades eternas. La primera, que el Sacrificio de Jesús obtiene el perdón para los pecados pasados. Debería castigársenos por lo que hemos hecho e impedido hacer a Dios; pero, en virtud de lo que Jesús ha hecho, la deuda queda saldada, la desobediencia perdonada y la barrera retirada. La segunda verdad es que el Sacrificio de Jesús abre una nueva vida hacia el futuro: abre el acceso a la comunión con Dios. El Dios al Que nuestro pecado había convertido en un extranjero, es ahora nuestro Amigo por el Sacrificio de Cristo. Gracias a Su Obra, la carga del pasado se nos ha quitado de encima, y ahora podemos vivir con Dios.
El siguiente paso del argumento nos parece una manera extraña de razonar. La cuestión que tenía en mente el autor es por qué esta nueva relación con Dios exigía la muerte de Cristo. Y la contesta de dos maneras.

(i) La primera respuesta se encuentra en el sentido de la palabra diathéké, que ha llegado a ser el más frecuente en la literatura cristiana. Todos nos hemos acostumbrado a hablar del Antiguo y Nuevo Testamento (Diathéké) en lugar de pacto o alianza, y debemos esta terminología a este pasaje de la Carta a los Hebreos. Hasta el versículo 16 se ha venido usando diathéké en el sentido bíblico corriente de pacto; pero a partir de aquí se le aplica el sentido de última voluntad o testamento. Como un testamento no llega a ser operativo hasta que muere el testador, el autor de Hebreos dice que el Nuevo Diathéké no puede darse por definitivo sin la muerte de Cristo.

(ii) La segunda respuesta se remonta al sistema sacrificial del Antiguo Testamento y a Lv 17:11 : » Porque la vida de la carne en la sangre está, y Yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; porqué es la sangre la que hace expiación.» » Sin derramamiento de sangre no puede haber expiación por el pecado», era un principio bien conocido entre los judíos. Así es que el autor de Hebreos se retrotrae a la inauguración del primer Pacto, en tiempos de Moisés; al momento en que el pueblo aceptó la Ley como la condición de su especial relación con Dios. Se nos dice que se hicieron sacrificios, y que Moisés «tomó la mitad de la sangre y la puso en vasijas; y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.» Después de leer el libro de la Ley y que el pueblo lo aceptara, Moisés tomó la sangre que quedaba y la roció sobre el pueblo y dijo: «He aquí la sangre del pacto que el Señor ha hecho con vosotros de acuerdo con todas estas palabras» (Ex 24:1-8 ). Al parecer aquí el autor de Hebreos iritroduce en la cita los becerros y machos cabríos y la lana escarlata y el hisopo que aparecen en el pasaje del Día de la Expiación, y menciona el tabernáculo, que todavía no se había construido; probablemente lo hace porque todo estaba presente en su mente y tiene relación con el tema que viene desarrollando. La idea fundamental es que no puede haber purificación ni ratificación de ningún pacto sin derramamiento de sangre. Por qué haya de ser así no hace falta explicarlo; basta con que lo afirme la Escritura. La razón que se implica y alude aquí es que la sangre es la vida, y la vida es lo más precioso que hay en el mundo, por lo que sólo se ha de ofrecer a Dios.

Todo esto se remonta al ritual del Antiguo Testamento, que no tiene más que un interés histórico; pero detrás de ello hay un principio eterno: El perdón es costoso. EL perdón humano es costoso. Un hijo o una hija se pueden descarriar, y puede que el padre o la madre los perdonen; pero ese perdón conlleva lágrimas, canas en el pelo, arrugas en el rostro, angustia y dolor de corazón. No se puede decir que no cueste nada. El perdón de Dios es costoso. Dios es amor, pero también es santo. Él es el Que menos puede quebrantar las grandes leyes morales sobre las que está construido el universo. El pecado debe recibir su castigo, o se desintegrará la misma estructura de la vida. Y Dios es el único que puede pagar el terrible precio que cuesta el perdón de la humanidad. Perdonar no es nunca decir: » Está bien. No importa.» Es lo más costoso del mundo. Sin el derramamiento de la sangre del corazón no puede haber perdón de pecados. Nada le hace a uno recapacitar con más fuerza que el ver el efecto que ha producido su pecado en alguien que le ama en este mundo, o en Dios, Que le ama por toda eternidad; y el decirse: «Eso es lo que costó perdonar mi pecado.» Donde ha de haber perdón, alguien ha de ser crucificado.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

Heb 8:8-12; Heb 12:24.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

w 381 1Ti 2:5; Heb 12:24

x 382 Mat 20:28; Luc 22:20

y 383 Gál 3:13

z 384 Rom 8:17

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

15 super (1) Es decir, transgresiones que se consideran pecados conforme a la norma de los términos del primer pacto.

15 super (2) La promesa de la herencia eterna se basa en la redención eterna de Cristo, no en nuestro esfuerzo, y es diferente de la promesa mencionada en 10:36, la cual depende de nuestra perseverancia y nuestra obediencia a la voluntad de Dios (véase la nota 36 super (2)del cap.10). Aquí la herencia eterna incluida en la promesa se obtiene por la redención eterna de Cristo, mientras que el gran galardón (10:35) de la promesa en 10:36 es dado en virtud de nuestra perseverancia y nuestra obediencia a la voluntad de Dios.

15 super (3) Véase la nota 34 super (1) del cap.10.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

mediador…Heb 12:24.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

BD235(2) En los vv. 15 y 17, ἐπί con el dativo significa: basado en (comp. Heb 9:10).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, testamento

Fuente: La Biblia de las Américas

Por eso Cristo es mediador de un nuevo pacto,1 para que los llamados reciban la promesa de la herencia eterna, pues con su muerte libera a los hombres de los pecados cometidos bajo el primer pacto.

1. La misma palabra griega significa tanto pacto como testamento.

Fuente: Notas de la Biblia