Comentario de Hechos 1:21 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Por tanto, de estos hombres que han estado junto con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,
1:21 — Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, — durante las varias actividades de su ministerio personal.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
estos hombres. Luc 10:1, Luc 10:2; Jua 15:27.
Jesús entró y salió entre nosotros. Núm 27:17; Deu 31:2; 2Sa 5:2; 1Re 3:7; Jua 10:1-9.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
entraba y salía entre nosotros. El primer requisito para el sucesor de Judas era que hubiera participado en el ministerio terrenal de Jesús.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
1:21 — Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, — durante las varias actividades de su ministerio personal.
— comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, — El bautismo de Juan marca el principio de la predicación del evangelio (10:37; 13:24; Mar 1:1-4). Era necesario que el candidato hubiera sido fiel «todo el tiempo». Algunos volvieron atrás (Jua 6:66).
— uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. — Había diferencia entre el ser testigo y el ser hecho testigo. Los apóstoles fueron escogidos o nombrados formal y oficialmente como testigos. Eran testigos que no solamente testificaban acerca de lo que habían visto, sino que testificaban infaliblemente porque el Espíritu Santo los guiaba. El apóstol tuvo que ser testigo de la resurrección, porque este era el tema central de su predicación para efectuar el arrepentimiento.
Por eso, son falsos los «apóstoles» católicos (se dice que los obispos son los sucesores de los apóstoles y citan Mat 28:20 para probarlo); también lo son los «apóstoles» mormones. «Has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos» (Apo 2:2). Desde luego, ahora no hay testigos de la resurrección.
Fuente: Notas Reeves-Partain
REQUISITOS DE LOS APÓSTOLES
Hechos 1:21-26
Así que hay que nombrar -siguió diciendo Pedro-, para que sea testigo con nosotros de la Resurrección de Jesús, a -uno de los que han formado parte de nuestró grupo todo este tiempo que Jesús ha estado conviviendo con nosotros, desde que Juan le bautizó hasta que se nos Le llevaron al Cielo.
Y propusieron a dos: a José, de apellido Barsabás, al que llamaban Justo, y a Matías. Y se pusieron a orar:
-Señor, Tú conoces el corazón de todos. Muéstranos a cuál de estos dos has elegido Tú para que ocupe el puesto de este ministerio y apostolado que ha dejado vacante Judas para seguir su propio camino.
Lo echaron a suertes, y le tocó a Matías, que completó el número de los apóstoles con los otros once.
Lo primero que debemos notar es el método para elegir al que había de ocupar el lugar de Judas en el número de los apóstoles. Nos extrañará que se echara a suertes; pero entre los judíos era lo más natural, porque así era como se elegían los cargos y turnos en el Templo. Lo corriente era escribir los nombres de los candidatos en piedrecitas, poner éstas en una vasija que se sacudía hasta que salía una de ellas: El nombre que figurara en esa piedrecita era el del elegido.
Pero lo significativo es que este pasaje nos presenta dos verdades importantes:
(i) La primera, la misión de un apóstol, que era ser testigo de la Resurrección de Jesús. El distintivo de un cristiano no es saber cosas acerca de Jesús, sino conocer a Jesús. El error más fundamental que se puede cometer con Jesús es considerarle como alguien que vivió y murió, y cuya vida estudiamos, y cuya historia leemos. Pero Jesús no es el personaje de un libro, sino una presencia viva, y el cristiano es aquel cuya vida entera es un testimonio del hecho de que se ha encontrado con el Señor Resucitado y Le conoce.
(ii) La segunda, los requisitos de un apóstol, que eran haber convivido con Jesús. El cristiano verdadero es el que vive todos los días con Jesús. Se decía del gran predicador escocés John Brown of Haddington -que fue uno de los antepasados de la familia de obreros evangélicos españoles Fliedner Brown-que, cuando estaba predicando, se paraba a menudo como si estuviera escuchando una voz. Y Jerome K. Jerome nos cuenta que un viejo zapatero remendón dejaba abierta la puerta de su taller los días más fríos; y contestaba a los que le preguntaban por qué lo hacía: «Para que Él entre si pasa por aquí.» Hablamos a veces de lo que sucedería si Jesús estuviera aquí, y de lo diferente que sería nuestra vida si Él estuviera en nuestras casas y trabajos. La señora Acland nos cuenta que una vez su hija tuvo un ataque de mal genio; y, cuando pasó la tormenta, madre e hija estaban sentadas en la escalera poniendo en orden sus pensamientos, y dijo la pequeña: «Me. gustaría que Jesús viniera a quedarse en casa para siempre.» Pero, lo bonito del caso es que Jesús está aquí; y el cristiano verdadero, como el apóstol verdadero, vive toda la vida con Cristo.
EL DÍA DE PENTECOSTÉS
Puede que nunca sepamos explicar exactamente lo que pasó el Día de Pentecostés; pero sabemos que fue uno de los días auténticamente grandes de la Iglesia Cristiana, porque ese día vino el Espíritu Santo a la Iglesia de una manera especial.
El Libro de los Hechos se ha llamado El Evangelio del Espíritu Santo; si hay .alguna doctrina que nos hace falta descubrir de nuevo, es la doctrina del Espíritu Santo; así es que, antes de estudiar en detalle el capítulo 2 de Hechos, vamos a echarle una ojeada a lo que este libro tiene que decir y enseñar acerca del Espíritu Santo.
La venida del Espíritu
Tal vez no sea muy afortunado que hablemos tair a menudo de lo que sucedió en Pentecostés como la venida del Espíritu Santo. El peligro es que pensemos que el Espíritu Santo empezó a existir entonces, y eso no es cierto; Dios es eternamente Padre, Hijo y Espíritu Santo. Hechos lo deja bien claro. El Espíritu Santo habló por medio de David Hch 1:16 ); habló por medio de Isaías (28:25); Esteban acusa en su discurso a los judíos de haberse opuesto al Espíritu a lo largo de toda su historia (7:51). Ahí vemos que el Espíritu Santo es Dios revelando su verdad y su voluntad a los hombres en cada generación. Sin embargo, al mismo tiempo, algo especial sucedió en Pentecostés.
La Obra del Espíritu en Hechos
A partir de Pentecostés, el Espíritu Santo es la realidad
dominante en la vida de la Iglesia Primitiva.
(i) El Espíritu Santo es la fuente de toda dirección. Es el Espíritu el Que mueve a Felipe a ponerse en contacto con el eunuco etíope Hch 8:29 ); el Que prepara a Pedro para recibir a los emisarios de Cornelio (10:19); el Que manda a Pedro que vaya con ellos sin dudar (11:12); el Que inspira aAgabo para que anuncie el hambre que se avecina (11:28); el Que ordena que aparten a Bernabé y a Saulo para que- lleven el Evangelio a los gentiles (13:2, 4); el Que guía a las decisiones del concilio de Jerusalén (15:28); el Que guía a Pablo a través de las provincias romanas de Asia, Misia y Bitinia, a Troas, y de allí a Europa (16:6), y el Que le dice a Pablo lo que le espera en Jerusalén (20:23). Jamás se tomó ninguna decisión ni se dio ningún paso que fueran importantes en la Iglesia Primitiva sin la dirección del Espíritu Santo. La Iglesia Primitiva era una comunidad guiada por el Espíritu Santo.
(ii) Todos los líderes de la Iglesia eran hombres llenos del Espíritu. Los Siete eran hombres llenos del Espíritu (Hch 6:3 ); Esteban y Bernabé estaban llenos del Espíritu (7:55;
11:24). Pablo les dice a los ancianos de Éfeso que había sido el Espíritu Santo el Que los había puesto como supervisores en la Iglesia de Dios (20:28). Todos los miembros de la Iglesia Primitiva vivían en el Espíritu, Que era la nueva atmósfera que respiraban.
(iii) El Espíritu era la fuente del valor y del poder de día en día. Los discípulos habían de recibir poder cuando viniera el Espíritu Santo Hch 1:8 ); el poder y la elocuencia de Pedro ante el Sanedrín eran el resultado de la obra del Espíritu (4:31); la victoria de Pablo sobre Elimas en Chipre es obra del Espíritu (13:9). El valor de los cristianos para enfrentarse con situaciones peligrosas; el poder para resolver más que adecuadamente sus problemas; la elocuencia necesaria; el gozo que no dependía de las circunstancias -todo es obra del Espíritu Santo.
(iv) Por último, en Hch 5:32 leemos algo muy sugestivo: se dice que es el Espíritu » Que Dios ha dado a los que le obedecen.» Aquí encontramos la gran verdad de que la medida del Espíritu que puede poseer una persona depende de la clase de persona que sea. Quiere decir que el que sinceramente trate de hacer la voluntad de Dios experimentará más y más la dirección y el poder del Espíritu; que el vivir la vida cristiana lleva consigo su propio poder.
En los primeros trece capítulos se menciona al Espíritu Santo más de cuarenta veces. La Iglesia Primitiva estaba llena del Espíritu, y en eso radicaba su poder.
Ahora, pasemos a estudiar el segundo capítulo, que nos cuenta la venida del Espíritu Santo a la Iglesia.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
Luc 1:2; Jua 15:27.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) O: “efectuó sus actividades”.
REFERENCIAS CRUZADAS
n 40 Jua 15:27
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
es necesario. Aquí se define el requisito para el oficio apostólico: Debe ser uno que estuvo presente con los apóstoles a través del ministerio terrenal del Señor, desde su bautismo por Juan hasta su resurrección.
Fuente: La Biblia de las Américas
21 super (1) O, delante.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
M13 n.2 El tiempo aoristo de συνελθόντων, εἰσῆλθεν y ἐξῆλθεν se refiere a una acción lineal (contraste Hch 9:28; comp. T71; un aoristo de resumen).
M94 y sig. El contexto sugiere fuertemente, para la frase ἐν παντὶ χρόνῳ, el significado: durante todo el tiempo (para este significado generalmente el sustantivo lleva artículo); no en toda ocasión.
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
Lit., entraba y salía