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Comentario de Hechos 1:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hechos 1:4 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen el cumplimiento de la promesa del Padre, “de la cual me oísteis hablar;

1:4

— Y estando juntos, — De esta ocasión hablan Mat 28:16-20; Mar 16:14-18; y Luc 24:36-49, en la cual Jesús les dio la «Gran Comisión» de ir y predicar el evangelio a todas las naciones.

— les mandó que no se fueran de Jerusalén — Esto corresponde a Luc 24:49, «pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto». Por esta razón «les mandó que no se fueran de Jerusalén». Iban a predicar el evangelio a todas las naciones, pero no podían hacerlo sin la ayuda del Espíritu Santo. Deberían, pues, esperar su venida en el día de Pentecostés. Dice Luc 24:52, «volvieron a Jerusalén con gran gozo». Hch 1:12 dice, «Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar».

Al hablar del reino el profeta Isaías dijo (2:3) que la palabra de Dios saldría de Jerusalén.

— sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. — Es decir, la promesa del Espíritu Santo . Véase el ver. 5. El «poder» prometido a los apóstoles fue el bautismo con el Espíritu Santo. Luc 24:49, Jesús habla de «poder desde lo alto», y en Hch 1:5 dice, «seréis bautizado con el Espíritu Santo»; y otra vez en Hch 1:8 Jesús habla de «poder».

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

estando juntos, o comiendo juntos. Hch 10:41; Luc 24:41-43.

les mandó. Luc 24:49.

que esperasen la promesa del Padre. Hch 2:33; Mat 10:20; Luc 11:13; Luc 12:12; Jua 7:39; Jua 14:16, Jua 14:26-28; Jua 15:26; Jua 16:7-15; Jua 20:22.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Tal como lo predijo Juan el Bautista (Mat 3:11; Mar 1:8; Luc 3:16; Jua 1:33) y lo reiteró Jesús, la promesa del Padre era la promesa del bautismo en el Espíritu Santo. Existen siete referencias en las Escrituras al bautismo en el Espíritu. Cinco de ellas son proféticas (v. Hch 1:5; Mat 3:11; Mar 1:8; Luc 3:16; Jua 1:33); una es histórica (Hch 11:15, Hch 11:16), la que se refiere al día de Pentecostés; y la última es doctrinal (1Co 12:13), en donde se explica el significado del bautismo en el Espíritu.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

LA PROMESA DEL PADRE. El don prometido por el Padre (Joe 2:28-29; Mat 3:11) es el bautismo en el Espíritu Santo (véase v. Hch 1:5, nota). Se describe el cumplimiento de esa promesa como el ser «lleno del Espíritu Santo» (Hch 2:4). Así que el ser «bautizado en el Espíritu» y «lleno del Espíritu» se emplean a veces de manera intercambiable en Hechos. No debe identificarse el bautismo en el Espíritu Santo con el recibir el Espíritu Santo en la regeneración (véase el ARTÍCULO LA REGENERACION P. 1455. [Jua 3:3]). Esas son dos obras distintas del Espíritu con frecuencia separadas por período de tiempo (véase el ARTÍCULO LA REGENERACIÓN DE LOS DISCÍPULOS, P. 1491. [Jua 20:22]).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

estando juntos. También se puede leer «comiendo con ellos», que es lo que hacía Jesús con sus discípulos en el momento (cp. Hch 10:41; Luc 24:42-43). El hecho de que Jesús comiera constituye una prueba adicional de su resurrección corporal. que esperasen la promesa del Padre. Jesús prometió de forma reiterada que Dios les enviaría a su Espíritu (Luc 11:13; Luc 24:49; Jua 7:39; Jua 14:16; Jua 14:26; Jua 15:26; Jua 16:7; vea la nota sobre Jua 20:22).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

1:4 — Y estando juntos, — De esta ocasión hablan Mat 28:16-20; Mar 16:14-18; y Luc 24:36-49, en la cual Jesús les dio la «Gran Comisión» de ir y predicar el evangelio a todas las naciones.
— les mandó que no se fueran de Jerusalén — Esto corresponde a Luc 24:49, «pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto». Por esta razón «les mandó que no se fueran de Jerusalén». Iban a predicar el evangelio a todas las naciones, pero no podían hacerlo sin la ayuda del Espíritu Santo. Deberían, pues, esperar su venida en el día de Pentecostés. Dice Luc 24:52, «volvieron a Jerusalén con gran gozo». Hch 1:12 dice, «Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar».
Al hablar del reino el profeta Isaías dijo (2:3) que la palabra de Dios saldría de Jerusalén.
— sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. — Es decir, la promesa del Espíritu Santo . Véase el ver. 5. El «poder» prometido a los apóstoles fue el bautismo con el Espíritu Santo. Luc 24:49, Jesús habla de «poder desde lo alto», y en Hch 1:5 dice, «seréis bautizado con el Espíritu Santo»; y otra vez en Hch 1:8 Jesús habla de «poder».

Fuente: Notas Reeves-Partain

Ver Hch 2:33; Luc 24:49; Jua 14:15-17; Jua 15:26; Jua 16:7; Jua 16:13-15; Gál 3:14; Efe 1:13.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

El don del Espíritu Santo

4 Una de las pruebas convincentes mencionadas en el v. 3 puede haber sido el mismo hecho de que comió con ellos (ver Luc. 24:42, 43). Ya en tiempo de Lucas parece haber habido quienes negaron que Jesús se levantó físicamente de los muertos (o sea que “siguió viviendo”, pero “en alguna forma espiritual”). Los testigos oculares podían contestar: las alucinaciones, las visiones y aun los espíritus separados del cuerpo no comen (cf. Luc. 24:42, 43; Hech. 10:41). Sin embargo, el énfasis del pasaje es lo estrecho de la comunión, ya que se trata de algo más que un proceso físico de comer.

La promesa del Padre, como resulta claro en el versículo siguiente, es el Espíritu Santo. Los discípulos habrían oído a Jesús hablando del Espíritu a lo largo de su ministerio, pero la enseñanza de Juan 15:26-16:16 era de especial importancia al respecto. El mandamiento se registra con diferentes palabras en Luc. 25:49.

5 La comparación con el agua del bautismo de Juan no quiere indicar dos hechos separados en las vidas de los creyentes: el bautismo en agua y luego el bautismo espiritual. A los discípulos se les dijo que esperasen (unos pocos días) porque el Espíritu Santo sólo había de venir después que Jesús se fuera. Esa necesidad de esperar no obliga a los cristianos de tiempos posteriores más que el mandato de recibir al Espíritu en Jerusalén. Más bien, la razón para este contraste es la comparación de una “señal” con el “poder”. El bautismo de Juan con agua era sólo una señal (como Juan mismo entendió; Luc. 3:16) del “poder”, el bautismo con el Espíritu Santo que habría de venir. Cómo sería usado exactamente ese “poder” es el tema del malentendido de los discípulos en el siguiente episodio que Lucas registra.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

REFERENCIAS CRUZADAS

g 6 Luc 24:49

h 7 Jua 14:16; Hch 2:33

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

la promesa del Padre. Es decir, el Espíritu Santo (cp. Jn 14:16; 16:7). La promesa ya había sido anunciada por el profeta Joel (2:28– 32) y por Juan el Bautista (Mt 3:11; Mr 1:8; Lc 3:16), y confirmada por Jesús (Lc 24:49).

Fuente: La Biblia de las Américas

4 super (1) O, comiendo con ellos.

4 super (2) Véase la nota 49 super (1) de Lc 24; cfr. nota 17 super (1) de Jn 14.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

la promesa…Luc 24:49; se inserta dijo para suplir elipsis del original.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R618 Note la idea de más allá en el verbo compuesto περιμένω.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, comiendo con ellos, o, posiblemente, hospedándose con ellos

Fuente: La Biblia de las Américas

g Luc 24:49.

1.4 M i registran les dijo.

Fuente: La Biblia Textual III Edición

† O, “mientras compartía una comida con ellos”.

Fuente: Versión Biblia Libre del NuevoTestamento