Biblia

Comentario de Hechos 15:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hechos 15:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Cuando terminaron de hablar, Jacobo respondió diciendo: —Hermanos, oídme:

15:13-18 — Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió (a lo que los hermanos fariseos enseñaban, vers. 1, 5; este Jacobo era el hermano de Jesús, Gál 1:19; Gál 2:8.) diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. (cómo Dios al principio tuvo a bien tomar entre los gentiles un pueblo para su nombre, LBLA). Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, (Isa 2:2-4; Isa 49:6; Miq 4:1-4) como está escrito: Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, (equivale a entregar su mensaje a ellos) Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. — Los profetas entendían que la casa de David iba a caer, y que, años después, el Mesías (descendiente de David) ocuparía su trono (2Sa 7:12-16; Jer 23:5-6; Isa 9:6-7; Eze 37:24-25). Pero nadie lo había hecho hasta que Dios levantara a Jesucristo para hacerlo (Luc 1:32-33; Hch 2:29-36).

Los profetas entendían también que después de este gran evento los gentiles buscarían a Dios. Por lo tanto, si los hermanos entendían que Jesucristo era el Cristo, entonces deberían entender que los gentiles pueden ser hijos de Dios de la misma manera que los judíos (es decir, por medio del evangelio solamente).

Tuercen este texto los que enseñan que cuando Cristo venga la segunda vez establecerá un reino terrenal para reinar mil años. Estos dicen que la palabra después se refiere a la segunda venida de Cristo. Creen que entonces El establecerá su reino, pero la consecuencia de esa teoría es que todavía no hubiera salvación para los gentiles (y, por eso, que nadie debe predicarles el evangelio), pero todo el texto (Hch 15:1-35) trata de gentiles convertidos y del tema de si éstos debieran guardar la ley después de bautizarse.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

después que hubieron callado. 1Co 14:30-33; Stg 1:19.

Jacobo respondió. Hch 12:17; Hch 21:18; Mar 15:40; Gál 1:19; Gál 2:9, Gál 2:12; Stg 1:1.

Varones hermanos, oidme. Hch 2:14, Hch 2:22, Hch 2:29; Hch 7:2; Hch 22:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El concilio escuchó a Jacobo porque él es el primero de los tres pilares de la iglesia (Gál 2:9). Fue el líder en la iglesia de Jerusalén hasta que fue apedreado y muerto por la insistencia del sumo sacerdote en el año 62 d.C Jacobo era el medio hermano del Señor, el que no creyó hasta que se le apareció en privado después de la resurrección (1Co 15:7). Probablemente es el autor de la epístola universal de Santiago, en donde explica a los judíos creyentes la verdadera esencia de la fe genuina.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Jacobo respondió. Este el tercer discurso en defensa de la salvación solo por fe. Santiago relató la manera como los planes futuros de Dios para la salvación de los gentiles concuerdan con su obra actual.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

15:13-18 — Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió (a lo que los hermanos fariseos enseñaban, vers. 1, 5; este Jacobo era el hermano de Jesús, Gál 1:19; Gál 2:8.) diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. (cómo Dios al principio tuvo a bien tomar entre los gentiles un pueblo para su nombre, LBLA). Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, (Isa 2:2-4; Isa 49:6; Miq 4:1-4) como está escrito: Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, (equivale a entregar su mensaje a ellos) Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. — Los profetas entendían que la casa de David iba a caer, y que, años después, el Mesías (descendiente de David) ocuparía su trono (2Sa 7:12-16; Jer 23:5-6; Isa 9:6-7; Eze 37:24-25). Pero nadie lo había hecho hasta que Dios levantara a Jesucristo para hacerlo (Luc 1:32-33; Hch 2:29-36).
Los profetas entendían también que después de este gran evento los gentiles buscarían a Dios. Por lo tanto, si los hermanos entendían que Jesucristo era el Cristo, entonces deberían entender que los gentiles pueden ser hijos de Dios de la misma manera que los judíos (es decir, por medio del evangelio solamente).
Tuercen este texto los que enseñan que cuando Cristo venga la segunda vez establecerá un reino terrenal para reinar mil años. Estos dicen que la palabra después se refiere a la segunda venida de Cristo. Creen que entonces El establecerá su reino, pero la consecuencia de esa teoría es que todavía no hubiera salvación para los gentiles (y, por eso, que nadie debe predicarles el evangelio), pero todo el texto (Hch 15:1-35) trata de gentiles convertidos y del tema de si éstos debieran guardar la ley después de bautizarse.

Fuente: Notas Reeves-Partain

EL LIDERATO DE SANTIAGO

Hechos 15:13-21

Cuando Bernabé y Pablo acabaron su informe, Santiago tomó la palabra:
-Hermanos, prestadme atención. Simón os ha referido la primera ocasión en que Dios demostró su interés en los gentiles y su intención de tomar de ellos un pueblo para Sí. Y esto está de acuerdo con lo que los profetas dijeron que sucedería. Ya conocéis el pasaje: » «Después de esto volveré a reconstruir el tabernáculo derruido de David, reedificaré sus ruinas y lo volveré a levantar, para que el resto de la humanidad busque al Señor, y todos los gentiles que ya me conocen de Nombre» – dice el Señor que hace saber todo esto con amplia antelación.» En vista de lo cual yo considero que no debemos imponerles cargas a los gentiles que se convierten, sino simplemente advertirles que no se involucren en nada que esté contaminado por el contacto con los ídolos, ni en la inmoralidad sexual, ni coman carne de animales que no se hayan desangrado debidamente. Si alguno de ellos a título personal quiere cumplir la Ley, por supuesto que puede hacerlo; para eso están las sinagogas en las que se proclama la Ley de Moisés todos los sábados.

Tenemos la impresión de que la aceptación de los gentiles estaba en la balanza hasta que habló Santiago. Era el moderador de la iglesia de Jerusalén. Su autoridad no dependía de un cargo oficial, sino de su carácter como hombre fuera de lo corriente. Se le conocía como » el hermano del Señor» Gal 1:19 ). El Señor Resucitado se le había aparecido una vez a él solo (1Co 15:7 ). Era uno de los pilares de la Iglesia Gal 1:19 ). Se dice que tenía las rodillas tan encallecidas como las de un camello de pasar tanto tiempo en oración. Era un hombre tan bueno que le llamaban Santiago el Justo. Además, era un riguroso cumplidor de la Ley. Si tal hombre se ponía de parte de los gentiles, todo iría bien. Y eso fue lo que pasó, pronunciándose a favor de que los creyentes gentiles fueran admitidos en la Iglesia sin impedimento.

Pero entonces se planteó una cuestión social. ¿Cómo podría un judío estricto tener relación con un gentil? Para facilitar las cosas Santiago sugirió ciertas reglas que debían observar los gentiles:

(i) Tenían que abstenerse de lo que estuviera contaminado por los ídolos. Uno de los grandes problemas de la iglesia primitiva era el de la carne que había sido sacrificada a los ídolos. Pablo lo trata ampliamente en 1 Corintios 8 y 9. Cuando alguien ofrecía un sacrificio en un templo pagano, lo corriente era que se quemara una pequeña porción de la carne. La mayor parte se le devolvía para que hiciera una fiesta con sus amigos, muchas veces en el templo mismo, y otras en su casa. Y otra parte se la quedaban los sacerdotes, y normalmente se vendía en las carnicerías. Ningún cristiano debía arriesgarse a la contaminación al comer esa carne, porque se había ofrecido a un ídolo.

(ii) Tenían que abstenerse de la inmoralidad sexual. Se ha dicho que la castidad es la única nueva virtud que trajo al mundo el Cristianismo. En un mundo impuro, los cristianos tenían que ser puros.
(iii) Tenían que abstenerse de carne de animales que hubieran sido estrangulados y de la sangre. Para los judíos la sangre era la vida, y la vida pertenecía sólo a Dios. Por tanto los judíos de todos los tiempos matan los animales desangrándolos completamente; y el que los gentiles no observaran esta regla era algo abominable para los judíos. Así es que se dispuso que los gentiles comieran solo carne que se hubiera preparado a la manera de los judíos.
Si no se observaban estas reglas, la relación entre judíos y gentiles podría haber resultado imposible; pero su cumplimiento eliminaba la última barrera. En la Iglesia se estableció el principio de que los judíos y los gentiles formaban un solo pueblo de Dios.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— Santiago: Ver nota a Hch 12:17.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

w 792 Hch 12:17

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

13 super (1) Lit., callaron.

13 super (2) Véase la nota 16 super (1) del cap.1.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

Jacobo. Véanse notas en Mat 4:21 y la Introducción a Santiago.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

B37 El aoristo incoativo aparece en este versículo: y después que ellos hubieron llegado a estar en silencio (μετὰ τὸ σιγῆσαι), Jacobo respondió. Es evidente que el infinitivo tiene que referirse al hecho de llegar a hacer silencio, no a todo el período de silencio, ya que en el último caso, Jacobo hubiera tenido que guardar silencio mientras que los otros lo guardaban, y hubiera tenido que comenzar a hablar cuando el silencio de ellos hubiera terminado.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O, Santiago

Fuente: La Biblia de las Américas