Entonces Pablo se puso de pie en medio del Areópago y dijo: —Hombres de Atenas: Observo que sois de lo más religiosos en todas las cosas.
17:22 — Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos. — Literalmente, eran muy temerosos de los demonios (grandes héroes que al morir fueron deificados). Tenían miedo de ofenderles; por eso fielmente les ofrecían sacrificios, adornaban sus estatuas, etc. Para los griegos que oyeron el evangelio y quedaron incrédulos, Cristo era el «demonio» de los cristianos. También este fenómeno explica el origen de los «santos» de los católicos; éstos equivalen a los «demonios» de los griegos, porque según la tradición católica, los personajes que eran muy santos durante la vida fueron «canonizados» cuando murieron. Esto corresponde a la deificación de los héroes griegos, porque a los «santos» católicos se ora, se pide favores, se prende velas, etc. de la misma manera que los griegos oraban y sacrificaban a sus «demonios».Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
Areópago. Hch 17:19.
observo que sois muy religiosos. Hch 17:16; Hch 19:35; Hch 25:19; Jer 10:2, Jer 10:3; Jer 50:38.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Puesto que los hombres de Atenas tenían escaso conocimiento de las Escrituras hebreas, Pablo comenzó con la gran revelación que se ve en la creación misma. Se dice que en el siglo VI a.C. un poeta de nombre Epimenides alejó una plaga horrible que azotaba a la gente de Atenas al invocar el nombre de un dios del que nunca oyeron hablar. Se construyó un altar en honor de ese dios, a quienes los ateneos llaman el DIOS NO CONOCIDO. Es evidente que Pablo conocía a Epimenides, ya que citó al poeta en Tit 1:12. De este modo comenzó su presentación del evangelio por apelar a una revelación natural y a ciertas afirmaciones verdaderas de los poetas atenienses.
de una sangre: Dios creó soberanamente a un hombre: Adán. Como descendientes de Adán, nos multiplicamos y formamos naciones y fue Dios el que diseñó nuestro destino (Dan 2:20, Dan 2:21).
para que busquen a Dios: El Señor puso en cada uno de nosotros el anhelo de buscarlo y adorarlo. Nosotros lo tentamos al crear imágenes para adorarlo, aun cuando son trozos de piedra para nuestro deleite personal. Sin una revelación divina de Dios, continuaremos adorando a esa clase de dioses. Pero Pablo afirma que Dios no está tan lejos: Podemos estar en compañía de Él. Por cierto, cada día dependemos de Él para respirar y vivir. Nuestro amado creador envió a su Hijo, Jesucristo, para demostrarnos su amor por nosotros. Es nuestra responsabilidad responderle y seguirle.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
religiosos. Lit. «atemorizados de los dioses».
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
17:22 — Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos. — Literalmente, eran muy temerosos de los demonios (grandes héroes que al morir fueron deificados). Tenían miedo de ofenderles; por eso fielmente les ofrecían sacrificios, adornaban sus estatuas, etc.
Para los griegos que oyeron el evangelio y quedaron incrédulos, Cristo era el «demonio» de los cristianos. También este fenómeno explica el origen de los «santos» de los católicos; éstos equivalen a los «demonios» de los griegos, porque según la tradición católica, los personajes que eran muy santos durante la vida fueron «canonizados» cuando murieron. Esto corresponde a la deificación de los héroes griegos, porque a los «santos» católicos se ora, se pide favores, se prende velas, etc. de la misma manera que los griegos oraban y sacrificaban a sus «demonios».
Pablo no podía abrir las Escrituras y hablar del Mesías. Tuvo que comenzar donde estaban sus oyentes, y paso por paso, llevarles al conocimiento primero de Dios y luego de Cristo.
Fuente: Notas Reeves-Partain
EL SERMÓN DE LOS FILÓSOFOS
Hechos 17:22-31
Pablo se puso en pie en medio del tribunal del Areópago, y empezó a hablar:
Atenienses: No puedo por menos de notar que, en general, sois un pueblo muy religioso. Andando por la ciudad y contemplando vuestros lugares y objetos de culto, me encontré entre otros con un altar en el que había esta inscripción: «A UN DIOS DESCONOCIDO». Pues de Ése, al que dais culto aunque no le conocéis, he venido a hablaros: el Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él es el Señor del Cielo y de da Tierra. No vive en templos Hechos por los hombres, ni hay nada que podamos hacer con nuestras manos para servirle, como si tuviera necesidad de nosotros. Él es Quien da a todos la vida, el aliento y absolutamente todo. Es Él Quien ha creado todas las naciones de la humanidad de un principio común, y les ha dado sus patrias en todo el mundo. Es Él Quien determina los períodos en los que surge y desaparece cada nación, y Quien les fija las fronteras dentro de las que han de vivir. Los ha creado para que busquen a Dios con la esperanza de encontrarle palpando en las sombras de su ignorancia; porque no cabe duda de que Él está cerca de cada uno de nosotros. «En Él vivimos, y nos movemos y somos» -como han dicho algunos de vuestros poetas; y también-: «Somos sus hijos.» Y como hijos de Dios, no debemos pensar que la Divinidad es como una imagen de oro, o plata, o piedra, esculpida por arte y diseño humanos. Dios ha cerrado los ojos a la locura de aquel tiempo en el que la humanidad no sabía nada, y ahora manda a todos que se arrepientan; porque ha fijado un Día del Juicio justo que ha de llegarle al mundo por medio del Hombre que ha designado para ello. Ese Hombre es Jesús, y Dios ha dado la prueba definitiva para todo el género humano al hacer volver a Jesús a la vida después de haber muerto.
Había muchos altares de dioses desconocidos en Atenas. Hacía seiscientos años hubo una peste terrible que no se podía detener de ninguna manera. Un poeta cretense, Epiménides, propuso un plan: que soltaran desde el Areópago un rebaño de ovejas blancas y negras, y donde se acostara cada una la sacrificaran al dios más cercano; y si no había ningún altar cerca, que la sacrificaran «A un dios desconocido.» De esa situación partió Pablo. Hay una serie de pasos en su sermón:
(i) Dios no es hecho, sino Hacedor; y el Que lo ha hecho todo no puede ser adorado con cosas hechas por los hombres. Es un hecho que los hombres adoran muchas veces lo que ellos mismos han hecho. Si el dios de uno es aquello a lo que dedica todo su tiempo, su energía y su pensamiento, muchos adoran cosas hechas por los hombres.
(ii) Dios es el Señor de -la Historia. Él estaba presente en el surgimiento y en la desaparición de las naciones del pasado, y su mano dirige el timón del presente.
(iii) Dios ha hecho a los hombres de tal manera que Le anhelan instintivamente y Le buscan a tientas en la oscuridad.
(iv) Los días de ir a tientas y de la ignorancia han pasado. Cuando los seres humanos tenían que buscar en la sombra no podían conocer a Dios, y Él disculpaba sus necedades y errores; pero ahora, en Cristo, ha venido la plenitud del conocimiento de Dios y se ha terminado el tiempo de las disculpas.
(v) El Día del Juicio se acerca. La vida no es una marcha hacia la extinción como decían los epicúreos, ni hacia la absorción en la divinidad como decían los estoicos, sino un can-finar hacia el tribunal de Dios en el que Jesucristo es el Juez.
(vi) La prueba de la Soberanía de Cristo está en la Resurrección. No se trata de aceptar a «un dios desconocido», sino al Cristo Resucitado que nos presenta el Evangelio.
Fuente: Comentario al Nuevo Testamento
(Ver Hch 13:16-41; Hch 20:18-35; Hch 22:1-21).
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
NOTAS
(1) H* “Más entregados […] al temor a las deidades.” Lit.: “más llenos del pavor a los demonios”. Gr.: dei·si·dai·mo·nesté·rous; lat.: su·per·sti·ti·o·si·ó·res. Los griegos creían que los demonios eran deidades, buenas o malas. Compárese con Hch 25:19, n.
REFERENCIAS CRUZADAS
e 916 Hch 17:34
f 917 Hch 17:16
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
dijo…muy religiosos. O, « temerosos de la deidad.» Al notar Pablo el obvio fanatismo de ellos (vers. 22– 31), su mensaje fue preciso: Dios, el Creador, establece las razones por las cuales todos deben arrepentirse (v. 1 P 3:9). Positivamente, religioso puede indicar « muy devoto» ; negativamente, « ser supersticioso.»
Fuente: La Biblia de las Américas
22 (1) Denota mayor dignidad que simplemente «atenienses».
22 (2) Esta palabra griega significa temer a un demonio, a un espíritu sobrenatural; así que, significa estar entregado a la adoración de demonios, reverenciar mucho a las deidades. La misma palabra se usa en forma de sustantivo en 25:19.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
R464 Simcox nota que Demóstenes a menudo decía: ἄνδρες Ἀθηναῖοι; exactamente como dijo Pablo en este caso (el sustantivo que está en aposición, ἀθηναῖοι, trasmite la idea principal -R399).
R665 En este versículo, δεισιδαιμονεστέρους significa: más religiosos (o superticiosos) que lo ordinario, o que lo que yo supuse (parece que se usa como un intensivo popular fortalecido por ὡς, y significa: extremadamente temerosos de Dios; comp. el v. 15 -T30). [Editor. En realidad la traducción más religiosos que lo ordinario es similar a extremadamente temerosos de Dios.]
T57 Aunque se usa el participio pasivo σταθείς, nadie colocó a Pablo en el Areópago; él se paró allá (intransitivo activo; comp. Luc 18:11).
T161 Aquí el uso de ὡς con θεωρῶ significa: según lo que veo, parece como si. [Editor. Realmente, ὡς se usa con el adjetivo comparativo, y no con el verbo; comp. el anterior comentario.]
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, posiblemente, Concilio del Areópago
O, supersticiosos