Comentario de Hechos 22:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
vino a mí y puesto de pie me dijo: “Hermano Saulo, recibe la vista.” Y yo le vi en aquel instante.
22:13 — vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré — «ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista» (9:12). Es importante entender el propósito de la imposición de las manos de Ananías. Ya aprendimos (8:17, 18) que aunque Felipe el evangelista podía hacer milagros, solamente por la imposición de las manos de los apóstoles se recibía el Espíritu Santo. El caso de Ananías y Saulo no es una excepción de esta regla. Algunos se basan en el ver. 17 para probar que Ananías sí podía impartir el Espíritu: «el Señor Jesús… me ha enviado para que recibas la vista y seas llenos del Espíritu Santo», pero Hch 9:12 es específico: «le pone las manos para que recobre la vista». También aquí mismo (22:13), «Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré». En cuanto a «que seas lleno del Espíritu Santo», esto se refiere a lo mismo que Pedro prometió, «Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo» (2:38). Cuando Saulo fue bautizado en agua, recibió el perdón de los pecados y el don del Espíritu Santo. «Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista» (9:18). Algunos citan Gál 4:15, «Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos», y suponen que los ojos de Pablo quedaron dañados. También citan como prueba de esto Gál 6:11, «Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano». Sin embargo, debemos reconocer que no hay revelación que explique la enfermedad de Pablo (Gál 4:13), ni tampoco el «aguijón» que tenía en la carne (2Co 12:7) y, por lo tanto, no conviene la especulación sobre estos asuntos. Además de esto, es importante recordar que cuando el Señor sanó a la gente siempre fue una sanidad perfecta y no debemos suponer que el milagro de sanar los ojos de Pablo fue una excepción.Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain
hermano Saulo. Hch 9:17; Flm 1:16.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
22:13 — vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré — «ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista» (9:12). Es importante entender el propósito de la imposición de las manos de Ananías. Ya aprendimos (8:17, 18) que aunque Felipe el evangelista podía hacer milagros, solamente por la imposición de las manos de los apóstoles se recibía el Espíritu Santo. El caso de Ananías y Saulo no es una excepción de esta regla. Algunos se basan en el ver. 17 para probar que Ananías sí podía impartir el Espíritu: «el Señor Jesús… me ha enviado para que recibas la vista y seas llenos del Espíritu Santo», pero Hch 9:12 es específico: «le pone las manos para que recobre la vista». También aquí mismo (22:13), «Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré». En cuanto a «que seas lleno del Espíritu Santo», esto se refiere a lo mismo que Pedro prometió, «Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo» (2:38). Cuando Saulo fue bautizado en agua, recibió el perdón de los pecados y el don del Espíritu Santo.
«Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista» (9:18). Algunos citan Gál 4:15, «Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos», y suponen que los ojos de Pablo quedaron dañados. También citan como prueba de esto Gál 6:11, «Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano». Sin embargo, debemos reconocer que no hay revelación que explique la enfermedad de Pablo (Gál 4:13), ni tampoco el «aguijón» que tenía en la carne (2Co 12:7) y, por lo tanto, no conviene la especulación sobre estos asuntos. Además de esto, es importante recordar que cuando el Señor sanó a la gente siempre fue una sanidad perfecta y no debemos suponer que el milagro de sanar los ojos de Pablo fue una excepción.
Ananías le dice «hermano» a Saulo antes de bautizarlo. ¿Es prueba esto de que Saulo ya era salvo? No. Saulo era su hermano de raza (ambos eran judíos).
Fuente: Notas Reeves-Partain
NOTAS
(1) O: “hermano, ¡mira hacia arriba!”.
REFERENCIAS CRUZADAS
u 1176 Hch 9:17
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
13 (1) Véase la nota 12 (1) del cap.9.
Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro
vino… Lit. viniendo.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
M122 Αὐτῇ τῇ ὥρᾳ significa: en esa misma hora (comp. Hch 16:18).
Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego
O, Al instante; lit., Y en esa misma hora
Fuente: La Biblia de las Américas
Lit. habiendo venido.