Biblia

Comentario de Hechos 4:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hechos 4:13 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y viendo la valentía de Pedro y de Juan, y teniendo en cuenta que eran hombres sin letras e indoctos, se asombraban y reconocían que habían estado con Jesús.

4:13

— Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, — Jesús le dio a Simón el nombre Pedro (piedra), Jua 1:42. Cuando negó a Jesús se vio como tímido y miedoso, pero se ha transformado en piedra. Ahora sí, es una roca. Jesús conoce a todos. Sabe lo que somos y lo que podemos ser. Los doce hijos de Jacob eran, por un tiempo, hombres indignos de los honores que Dios tenía para ellos, pero después se transformaron en hombres responsables. Así también los apóstoles tuvieron que crecer. Jesús no solamente vio sus debilidades y deficiencias sino también sabía lo que serían después.

— y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo. — Lucas entendía que Pedro y Juan eran más inteligentes que los sacerdotes y sus compañeros. Eran hombres bien preparados, pero no habían estudiado en las escuelas de los rabinos (22:3). Eran pescadores sin escuela formal, pero bien instruidos por Jesucristo (Mar 3:14). Compárese Hch 16:1-3; 2Ti 2:2. Los apóstoles no ignoraban la ley (como los judíos acusaban, Jua 7:49), porque habían sido instruido por el Maestro de maestros. Sin embargo, es cierto que los apóstoles no eran de los «grandes» según el concepto del mundo. «Pues, mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia» (1Co 1:26-29). La predicación de Pedro y Juan y los otros apóstoles era la sabiduría de lo alto y las tácticas de los saduceos y otros líderes judíos era la sabiduría terrenal, animal y diabólica (Stg 3:13-18).

— y se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. — Les reconocían que habían estado con Jesús por su conocimiento y uso de las Escrituras, sus argumentos bien ordenados y poderosos, su comportamiento, su manera respetuosa, y su denuedo (no estaban intimidados por el concilio). Sabían bastante de Jesús y lo recordaban bien. Pedro y Juan eran verdaderos discípulos de El. Los gobernantes creían que ya habían acabado con Jesús, pero ahora reconocen que Jesús todavía está con ellos en la persona de sus apóstoles. Al observar nuestro conocimiento y uso de las Escrituras, nuestro testimonio, valor y actitud buena, ¿puede la gente reconocer que nosotros hemos estado con Jesús? (Gál 2:20).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

eran hombres sin letras. Hch 2:7-12; Mat 4:18-22; Mat 11:25; Jua 7:15, Jua 7:49; 1Co 1:27.

reconocían que habían estado con Jesús. Mat 26:57, Mat 26:58, Mat 26:71, Mat 26:73; Luc 22:52-54, Luc 22:56-60; Jua 18:16, Jua 18:17; Jua 19:26.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Aunque Pedro y Juan eran pescadores galileos sin letras, hablaron con soltura y propiedad. La presentación que hicieron del evangelio fue impecable gracias a que fueron testigos personalmente de todo lo que hablaron (Hch 1:22).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

hombres sin letras y del vulgo. Pedro y Juan no habían sido educados en las escuelas rabínicas y no tenían instrucción formal en teología.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:13 — Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, — Jesús le dio a Simón el nombre Pedro (piedra), Jua 1:42. Cuando negó a Jesús se vio como tímido y miedoso, pero se ha transformado en piedra. Ahora sí, es una roca. Jesús conoce a todos. Sabe lo que somos y lo que podemos ser. Los doce hijos de Jacob eran, por un tiempo, hombres indignos de los honores que Dios tenía para ellos, pero después se transformaron en hombres responsables. Así también los apóstoles tuvieron que crecer. Jesús no solamente vio sus debilidades y deficiencias sino también sabía lo que serían después.
— y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo. — Lucas entendía que Pedro y Juan eran más inteligentes que los sacerdotes y sus compañeros. Eran hombres bien preparados, pero no habían estudiado en las escuelas de los rabinos (22:3). Eran pescadores sin escuela formal, pero bien instruidos por Jesucristo (Mar 3:14). Compárese Hch 16:1-3; 2Ti 2:2. Los apóstoles no ignoraban la ley (como los judíos acusaban, Jua 7:49), porque habían sido instruido por el Maestro de maestros. Sin embargo, es cierto que los apóstoles no eran de los «grandes» según el concepto del mundo. «Pues, mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia» (1Co 1:26-29). La predicación de Pedro y Juan y los otros apóstoles era la sabiduría de lo alto y las tácticas de los saduceos y otros líderes judíos era la sabiduría terrenal, animal y diabólica (Stg 3:13-18).
— y se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. — Les reconocían que habían estado con Jesús por su conocimiento y uso de las Escrituras, sus argumentos bien ordenados y poderosos, su comportamiento, su manera respetuosa, y su denuedo (no estaban intimidados por el concilio). Sabían bastante de Jesús y lo recordaban bien. Pedro y Juan eran verdaderos discípulos de El. Los gobernantes creían que ya habían acabado con Jesús, pero ahora reconocen que Jesús todavía está con ellos en la persona de sus apóstoles. Al observar nuestro conocimiento y uso de las Escrituras, nuestro testimonio, valor y actitud buena, ¿puede la gente reconocer que nosotros hemos estado con Jesús? (Gál 2:20).

Fuente: Notas Reeves-Partain

LEALES A DIOS POR ENCIMA DE TODO

Hechos 4:13-22

Cuando los miembros del Sanedrín se percataron del coraje de Pedro y Juan, y se dieron cuenta de que eran hombres que no tenían una educación especial ni eran profesionales de nada sino gente corriente, se quedaron alucinados, y los reconocieron como seguidores de Jesús. Como también estaban viendo al que había sido sanado, que estaba allí de pie con ellos, no se les ocurría nada que pudieran decir en contra de ellos. Entonces dieron orden de que se salieran y esperaran fuera, y se pusieron a discutir la situación en privado.
-¿Qué podemos hacer con estos? -decían-. Porque no se puede negar que se ha manifestado el poder de Dios por medio de ellos, y toda Jerusalén se ha enterado. Lo mejor que podemos hacer para impedir que esto se siga extendiendo entre la gente es advertirles que se atengan a las consecuencias si no están dispuestos a dejar de hablarle a nadie en absoluto acerca del Nombre del tal Jesús.
Así es que los llamaron otra vez, y les prohibieron terminantemente que hablaran o enseñaran nada acerca del Nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les contestaron:
-Juzgad vosotros mismos si está bien delante de Dios obedeceros a vosotros por encima de Dios. En cuanto a nosotros, no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
Los del Sanedrín entonces les dijeron que se atuvieran alas consecuencias si no los obedecían, y luego los soltaron, porque no encontraban forma de castigarlos; porque la gente estaba alabando a Dios por lo que había sucedido, ya que el hombre en el que se había realizado el milagro de sanidad tenía más de cuarenta años.

Aquí vemos con toda claridad tanto el ataque del enemigo como la defensa cristiana. El ataque del enemigo tiene dos características: la primera es el desprecio. La versión ReinaValera dice que el Sanedrín consideraba a Pedro y Juan «hombres sin letras y del vulgo» (13). La palabra que se traduce por sin letras quiere decir que no tenían ninguna clase de prepa- ración técnica, especialmente en las cuestiones intrincadas de la Ley. La palabra que se traduce por del vulgo quiere decir que eran laicos sin cualificación profesional. El Sanedrín, como si dijéramos, los veía como personas sin títulos académicos ni categoría profesional. A menudo le es difícil a la gente sencilla enfrentarse con los que presumen de intelectuales. Pero el que tiene a Cristo en su corazón tiene una dignidad que no dan ni la universidad ni la cámara de comercio. Y en segundo lugar: el Sanedrín recurrió a las amenazas. Pero el cristiano sabe que lo que los hombres le puedan hacer es cosa de un momento, mientras que las cosas de Dios son para la eternidad.

Al enfrentarse con este ataque Pedro y Juan tenían ciertas defensas. La primera, un hecho indiscutible. Que el cojo había sido sanado no se podía negar. La defensa más incontestable del Cristianismo es un cristiano. Y la segunda defensa, una total fidelidad a Dios. Si tenían que escoger entre obedecer a los hombres o a Dios, Pedro y Juan no vacilaban lo más mínimo. Como decía H. G. Wells: «Lo que pasa con muchas personas es que la voz de los vecinos les llega a los oídos más alta que la voz de Dios.» El verdadero secreto del Cristianismo está en el elogio que le hicieron una vez al reformador escocés John Knox: «Tenía tanto verdadero temor de Dios que nunca se dejaba intimidar por ningún ser humano.» Pero la tercera defensa era la más grande: la de una experiencia personal de Jesucristo. No les había llegado ese mensaje de oídas. Sabían de primera mano que era verdad; y estaban tan seguros que estaban dispuestos a jugarse la vida por él.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

REFERENCIAS CRUZADAS

r 188 Mat 11:25; 1Co 1:27

s 189 Jua 7:15

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

confianza. El estar los cristianos siempre prestos para hablar confiadamente el evangelio es otro tema que se repite en el libro de los Hechos (2:29; 9:27– 28; 13:46; 14:3; 18:26; 26:26).

sin letras y sin preparación. La educación en el judaísmo estaba a cargo de los rabinos. Para ser reconocido como rabino o como líder en Israel, toda persona debía haber recibido sus enseñanzas bajo un rabino (cp. 22:3). Jesús era reconocido como rabino, al menos por sus seguidores y por Nicodemo, un miembro del concilio (Jn 3:2; 7:50). La educación rabínica se basaba mucho en las tradiciones, y no sólo en las Escrituras.

Fuente: La Biblia de las Américas

13 super (1) Lit, iletrados.

13 super (2) Se refiere a alguien que carece de preparación profesional.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

hombres sin letras y del vulgo. Esto significa que Pedro y Juan no estaban formados oficialmente en las escuelas rabínicas; no eran eruditos profesionales ni maestros ordenados (cp. también Jua 7:15).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

sin letras… Esto es, sin una formación académica rabínica.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

R415 En este versículo, tanto a Pedro como a Juan se los llama: ἀγράμματοι καὶ ἰδιῶται. No es necesario insistir demasiado en esto y, sin embargo, es notable que la Segunda de Pedro y Apocalipsis son precisamente los dos libros del N.T. cuyo griego choca más contra la mente culta, y los que muestran el más cercano parentesco con el koiné. Una de las teorías acerca de la relación que hay entre la Primera y la Segunda de Pedro es que Silvano fue el escriba de Pedro cuando escribió la Primera Epístola, y por tanto, el griego es suave y fluido, mientras que en la Segunda de Pedro aparece el tosco y no corregido griego de Pedro. Así también en Hechos, Lucas refina el griego de Pedro, cuando informa acerca de sus discursos.

R812 La fuerza intensiva de la voz media se ve en καταλαβόμενοι, que denota comprensión mental (este verbo no tiene forma activa en el N.T., pero sí la tiene en el griego clásico; uno espera la voz activa en Hch 4:13; Hch 10:34; Hch 25:25 y Efe 3:18 -T55).

R1421 El verbo en imperfecto ἦσαν lleva la idea del perfecto en el pasado: habían estado.

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

Esto es, sin una formación académica rabínica.

4.13 Lit. estaban.

Fuente: La Biblia Textual III Edición