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Comentario de Hechos 4:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Hechos 4:5 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Al día siguiente, aconteció que se reunieron en Jerusalén los gobernantes de ellos, los ancianos y los escribas;

4:5-6 — Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes. — Estos eran los principales del concilio: Anás, el sumo sacerdote, fue depuesto por los romanos y su yerno, Caifás, ocupó su lugar (véase Jua 18:12-14). No se sabe más de Juan y Alejandro pero este texto los representa como hombres conocidos por el pueblo y de autoridad. Estos mismos hombres condenaron a Jesús, y el éxito de la obra de los apóstoles demostraba que Dios estaba con ellos, y aumentaba la culpa de los oficiales. Se reunieron pues para decidir qué se debía hacer con los apóstoles (en realidad para decidir cómo callarlos).

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

al día siguiente. Hch 5:20, Hch 5:21; Miq 2:1; Mat 27:1, Mat 27:2.

los gobernantes. Hch 4:8; Hch 5:34; Hch 6:12; Isa 1:10; Mar 15:1; Luc 20:1; Luc 22:66; Luc 24:20.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

se reunieron: El Sanedrín, compuesto por 70 hombres más el sumo sacerdote, era la máxima corte judía. El grupo contaba con los hombres más ricos, educados y poderosos de Israel.

el sumo sacerdote Anás: Los romanos removieron a Anás de su cargo de sumo sacerdote en el año 14 d.C En el tiempo de Cristo, los gobernadores romanos designaban a los sumos sacerdotes. Aparentemente, Anás se convirtió en una amenaza política para Roma. Pero el pueblo judío rehusó reconocer la autoridad romana en tales materias; por lo que la gente aún consideraba a Anás como el sumo sacerdote pese a que fue removido de tal cargo.

Caifás, el yerno de Anás, era en efecto, el sumo sacerdote. Es muy probable que este Juan sea el otro hijo de Anás que sucedió en el cargo a Caifás en el año 37 d.C

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

los gobernantes, los ancianos y los escribas. Estas posiciones conformaban el cuerpo legislativo judío, denominado sanedrín (vea la nota sobre el v.Hch 4:15).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

4:5-6 — Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes. — Estos eran los principales del concilio: Anás, el sumo sacerdote, fue depuesto por los romanos y su yerno, Caifás, ocupó su lugar (véase Jua 18:12-14). No se sabe más de Juan y Alejandro pero este texto los representa como hombres conocidos por el pueblo y de autoridad. Estos mismos hombres condenaron a Jesús, y el éxito de la obra de los apóstoles demostraba que Dios estaba con ellos, y aumentaba la culpa de los oficiales. Se reunieron pues para decidir qué se debía hacer con los apóstoles (en realidad para decidir cómo callarlos).

Fuente: Notas Reeves-Partain

ANTE EL SANEDRÍN

Hechos 4: 5-12

Al día siguiente hubo una reunión de las fuerzas vivas: los ancianos y los escribas, el sumo sacerdote Anás y Caifás y Juan y Alejandro y todos los de las familias de los sumos sacerdotes. Hicieron comparecer a Pedro y Juan, y empezó el interrogatorio:
-¿Con qué potestad y en nombre de quién habéis actuado?
Entonces Pedro, totalmente bajo la inspiración del Espíritu Santo, les contestó:
-Jefes del pueblo y ancianos de Israel: Puesto que hoy se nos está interrogando acerca del favor que le hemos hecho a un enfenno, y cómo ha sido posible que recibiera la salud total, daos por enterados todos vosotros y toda la nación de Israel de que esto se ha hecho en el Nombre del Mesías Jesús de Nazaret, al Que vosotros mismos crucificasteis y Dios ha resucitado. ¡Sí: es gracias a Jesús que se os puede presentar el enfermo, completamente curado! Jesús es » la Piedra que desechasteis despectivamente vosotros, constructores, que se ha convertido en la Piedra clave que sustenta todo el edificio.» La Salvación no está en ningún otro; su Nombre es el único en toda la creación que se ha dado a la humanidad para que pueda salvarse.

El tribunal ante el que comparecieron Pedro y Juan era el Sanedrín, el tribunal supremo de los judíos. Aun bajo el dominio de Roma, el Sanedrín tenía autoridad para arrestar. Lo único que no podía hacer era dictar sentencia de muerte, excepto en el caso único de que un gentil penetrara en la parte reservada del Templo.
Había setenta y un miembros en el Sanedrín. El sumo sacerdote era, ex off cio, el presidente. Entre los miembros había sacerdotes, que eran casi todos saduceos, cuyo único propósito era retener el status quo para que no peligraran su posición y emolumentos. Estaban también los escribas, que eran los expertos en la ley tradicional; los fariseos, fanáticos cumplidores de dicha ley, y los ancianos, que eran hombres respetados de la comunidad.

También formaban parte del Sanedrín los que se describen como los de las familias de los sumos sacerdotes; algunas veces se los llama principales o jefes de los sacerdotes. Eran de dos clases. La primera, los ex sumos sacerdotes; en los grandes días del pasado, el sumo sacerdocio había sido heredi- tario y vitalicio; pero en tiempo de los Romanos era objeto de intrigas, soborno y corrupción, y los sumos sacerdotes ascendían y caían de tal forma que, entre los años 37 a C. y 67 d C. hubo no menos de 28. Pero, a veces, hasta después de depuesto, seguía siendo el poder tras el trono. Segunda clase: aunque el sumo sacerdocio había dejado de ser hereditario, seguía siendo prerrogativa de unas pocas familias. De los 28 mencionados, todos menos 6 pertenecían a 4 familias sacerdotales. Los miembros de estas familias tenían un prestigio especial, y se les llamaba principales sacerdotes.

Cuando leemos este discurso de Pedro, y recordamos a quiénes lo dirigió, no podemos por menos de reconocerlo como una de las mayores pruebas de valor que se han dado en el mundo. Iba dirigido a una audiencia formada por los más ricos, intelectuales y poderosos del país; y sin embargo Pedro, un sencillo pescador galileo, se presenta ente ellos más como su juez que como su víctima. Además, este era el tribunal que había condenado a muerte a Jesús. Pedro sabía que se estaba jugando la vida.
Hay dos clases de valor. Hay un valor insensato, que apenas se da cuenta de los peligros que arrostra. Y hay una clase de valor mucho más elevada y consciente, que conoce el peligro, pero se niega a dejarse intimidar. Pedro dio muestras de la segunda clase de valor. Cuando le dijeron a Aquiles, el gran héroe griego, que si iba a la batalla moriría, contestó: » A pesar de todo, estoy decidido a ir.» Pedro, en aquel momento, sabía el peligro que le acechaba; pero, a pesar de todo, habló.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— ancianos y maestros de la ley: Ver VOCABULARIO BÍBLICO.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) O léase: “hombres mayores”. Gr.: tous pre·sby·té·rous.

REFERENCIAS CRUZADAS

g 176 Mar 13:9

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

gobernantes, ancianos y escribas. Estos constituían el concilio (Sanedrín), el cuerpo gobernante del judaísmo formado de 70 personas, más el sumo sacerdote. Los gobernantes eran de la familia del sumo sacerdote, y eran saduceos. Los ancianos eran hombres prominentes en la comunidad religiosa y eran originalmente las cabezas de tribus y familias (cp. Nm 7:2). Los escribas eran maestros de la ley, y usualmente eran fariseos.

Fuente: La Biblia de las Américas

5 (1) Esta fue una reunión del sanedrín judío (v.15). En los cuatro evangelios, este sanedrín, compuesto por los líderes judíos, llegó a ser el mayor opositor del Señor Jesús y de Su ministerio y le condenó a muerte ( Mat_26:59). Ahora, en este libro, el mismo sanedrín con los mismos miembros empezó la persecución de los apóstoles y de su ministerio (5:21; 6:12; 22:30). Esto indica que el judaísmo había caído en manos del enemigo de Dios, Satanás el diablo, y era usado por él en su intento de estorbar y destruir el mover de Dios en Su economía neotestamentaria, el cual tiene como fin llevar a cabo el propósito eterno de Dios, es decir, traer Su reino a la tierra al establecer y edificar las iglesias por medio de la predicación del evangelio de Cristo.

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro