Comentario de Hechos 5:17 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Entonces se levantó el sumo sacerdote y todos los que estaban con él, esto es, la secta de los saduceos, y se llenaron de celos.

5:17 — Entonces levantándose el sumo sacerdote (Caifás Mat 26:57) , y todos los que estaban con él, esto es, la secta de los saduceos (4:1, 2) , — Recuérdese que éstos rechazaban la resurrección (23:8), y el tema principal de los apóstoles era la resurrección de Jesucristo. Por esta causa los saduceos estaban enfurecidos contra los apóstoles.

— se llenaron de celos — (4:2; 13:45). Los saduceos podían ver la mano que escribía sobre la pared, «Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto» (Dan 4:5; Dan 4:27), porque si el pueblo aceptara la resurrección de Cristo, entonces la casa de los saduceos caería de su propio peso. Por eso, se llenaron de celos por causa del gran éxito de la obra de los apóstoles, y también porque las órdenes que habían entregado a los apóstoles fueron totalmente ignoradas. Muchos sanaron. Muchos obedecieron al evangelio y posiblemente algunos de los sacerdotes mismos (6:7).

Los apóstoles trabajaban bajo la gracia de Dios pero tenían que afrontar la malicia del infierno. Los apóstoles se llenaron del Espíritu Santo, pero sus enemigos se llenaron del espíritu satánico y, por eso, se llenaron de celos y también de odio. El celo de estos judíos no se puede comparar con el celo de Pablo (2Co 11:2). El problema era que los apóstoles habían ganado el favor del pueblo (5:12-16) y, por eso, el control y la influencia de los gobernantes disminuían. Desde luego, todos los judíos que se convertían a Cristo, creían en la resurrección; por eso, el número de los saduceos se reducía. El éxito del evangelio siempre provoca a los incrédulos y falsos maestros, pero éstos no molestan a una iglesia muerta.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

el sumo sacerdote. Hch 4:26; Sal 2:1-3; Jua 11:47-49; Jua 12:10, Jua 12:19.

todos los que estaban con él. Hch 4:1, Hch 4:2, Hch 4:6; Hch 23:6-8.

se llenaron de celos. Hch 7:9; Hch 13:45; Hch 17:5; 1Sa 18:12-16; Job 5:2; Pro 14:30; Pro 27:4; Ecl 4:4; Mat 27:18; Gál 5:21; Stg 3:14-16; Stg 4:5; 1Pe 2:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Los saduceos … se llenaron de celos al verse amenazados con las enseñanzas de los apóstoles. La gente simpatizaba con este movimiento que desafiaba el rechazo que sentían los saduceos por la resurrección y los culpaban por el asesinato del Mesías.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

el sumo sacerdote. Vea la nota sobre Hch 4:6. Este título podría referirse a Anás (cp. Hch 4:6) o a Caifás. saduceos. Vea las notas sobre Hch 23:8; Mat 3:7.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:17 — Entonces levantándose el sumo sacerdote (Caifás Mat 26:57) , y todos los que estaban con él, esto es, la secta de los saduceos (4:1, 2) , — Recuérdese que éstos rechazaban la resurrección (23:8), y el tema principal de los apóstoles era la resurrección de Jesucristo. Por esta causa los saduceos estaban enfurecidos contra los apóstoles.
— se llenaron de celos — (4:2; 13:45). Los saduceos podían ver la mano que escribía sobre la pared, «Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto» (Dan 4:5; Dan 4:27), porque si el pueblo aceptara la resurrección de Cristo, entonces la casa de los saduceos caería de su propio peso. Por eso, se llenaron de celos por causa del gran éxito de la obra de los apóstoles, y también porque las órdenes que habían entregado a los apóstoles fueron totalmente ignoradas. Muchos sanaron. Muchos obedecieron al evangelio y posiblemente algunos de los sacerdotes mismos (6:7).
Los apóstoles trabajaban bajo la gracia de Dios pero tenían que afrontar la malicia del infierno. Los apóstoles se llenaron del Espíritu Santo, pero sus enemigos se llenaron del espíritu satánico y, por eso, se llenaron de celos y también de odio. El celo de estos judíos no se puede comparar con el celo de Pablo (2Co 11:2). El problema era que los apóstoles habían ganado el favor del pueblo (5:12-16) y, por eso, el control y la influencia de los gobernantes disminuían. Desde luego, todos los judíos que se convertían a Cristo, creían en la resurrección; por eso, el número de los saduceos se reducía. El éxito del evangelio siempre provoca a los incrédulos y falsos maestros, pero éstos no molestan a una iglesia muerta.

Fuente: Notas Reeves-Partain

OTRA VEZ ARRESTO Y JUICIO

Hechos 5:17-32

A eso el sumo sacerdote y sus adeptos, es decir, la secta de los saduceos, estaban que se morían de envidia; así es que prendieron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública. Pero, por la noche, un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó de allí. Y les dijo:
-Id a hacer acto de presencia en el Templo, y decidle a la gente todo lo relativo a esta nueva manera de vivir.
Los apóstoles hicieron lo que se les dijo, y fueron al Templo al rayar la mañana y se pusieron a enseñar.
Cuando llegaron el sumo sacerdote y sus secuaces, convocaron una reunión del Sanedrín, es decir, del senado judío en pleno, y mandaron traer a los presos. Pero los guardias del Templo, cuando fueron a buscarlos, se encontraron con que no estaban allí. Cuando volvieron, informaron:
-Hemos encontrado la cárcel debidamente cerrada, y a los guardias en sus puestos delante de las puertas; pero, cuando hemos abierto, no hemos encontrado a nadie dentro.
Cuando el jefe de la policía del Templo y los sumos sacerdotes oyeron aquello se quedaron alucinados. Pero entonces llegó uno diciendo:

-¡Los que metisteis en la cárcel están ahí en medio del Templo enseñando a la gente!
Entonces el jefe de la policía del Templo se dirigió al lugar con su guardia y trajeron a los apóstoles; pero sin hacer uso de la fuerza, porque tenían miedo a que la gente los apedreara. Así es que los trajeron y los presentaron ante el Sanedrín. Y el sumo sacerdote les preguntó:
-¿Es que no os prohibimos terminantemente que siguierais hablando de esa persona? ¡Habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y nos estais echando las culpas de la muerte de ese hombre!
-Tenemos que obedecer a Dios más que a los hombres -contestaron Pedro y los demás apóstoles-. Vosotros matasteis a Jesús en la cruz, ¡pero el Dios de nuestros antepasados le ha resucitado! Dios le ha exaltado a su diestra como Jefe supremo y Salvador, y ofrece a Israel por medio de Él la posibilidad de arrepentirse para que se le perdonen los pecados. Nosotros garantizamos personalmente que esto es verdad, y lo mismo hace el Espíritu Santo que Dios ha dado a los que le obedecen.

El segundo arresto de los apóstoles era inevitable. El Sanedrín les había prohibido terminantemente que siguieran impartiendo enseñanza acerca de la persona de Jesús, y ellos habían desobedecido abiertamente esa orden. La cuestión era doblemente seria para el Sanedrín: los apóstoles eran no sólo herejes, sino alborotadores en potencia. Palestina siempre estaba a punto para una conflagración; y, si aquello no se atajaba, podría originarse un levantamiento popular. Y eso era lo último que querían los sacerdotes y los saduceos, porque haría que intervinieran los Romanos.
Puede que no fuera un milagro la liberación de los apóstoles. La palabra ánguelos tiene dos sentidos: puede querer decir un ángel, pero también un mensajero humano. Aun en este segundo caso, el agente de la liberación habría sido un ánguelos del Señor, y su intervención un milagro de la providencia divina cuando una solución humana parecía imposible.

En el relato de los acontecimientos que siguieron a la liberación se reflejan claramente las cualidades de aquellos hombres de Dios. (i) Eran hombres de valor. La orden de volver a predicar en el Templo le sonaría inaceptable a cualquier persona sensata. Obedecer esa orden era asumir un riesgo insensato. ¡Pero la cumplieron! (ii) Eran hombres de principios, y su principio prioritario era que, en todas las circunstancias, obedecer a Dios era lo más importante. No se preguntaban: «¿Es seguro este curso de acción?», sino: «¿Es esto lo que Dios quiere que hagamos?» (iii) Tenían una idea clara de su misión. Sabían que eran testigos de Cristo. Un testigo es esencialmente alguien que dice lo que sabe de primera mano. Sabe por propia experiencia que lo que dice es verdad. Y es imposible detener a un hombre así, porque es imposible detener la verdad.

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento

— saduceos: Ver nota a Hch 4:1.

— ciegos de furor: O también, según otra posible traducción: llenos de envidia.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

REFERENCIAS CRUZADAS

q 241 Pro 27:4; Mat 27:18

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

los saduceos. Véase coment. en 4:1.

Fuente: La Biblia de las Américas

De nuevo los saduceos, que no creían en la resurrección (Hch 23:8), estaban particularmente irritados porque los discípulos predicaban la resurrección de Cristo (Hch 4:33).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

R1108 Parece que ἡ οὖσα tiene un sentido técnico: la escuela local de los saduceos (comp. MT228; este uso redundante del participio es una característica del libro de los Hechos, y significa un poco más que corriente, o existente -T151 y sig.) [Editor. Realmente, no hay mucha diferencia entre estas dos sugerencias, pero la primera puede ser preferible en vista del uso común que Lucas hace de este participio con artículo; comp. Hch 11:22; Hch 13:1; Hch 14:13 y Hch 28:17.]

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego

O partido.

Fuente: La Biblia Textual III Edición