Comentario de Hechos 5:3 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Y Pedro dijo: —Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo y sustraer del precio del campo?

5:3 — Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? — Satanás ya había atacado a la iglesia por medio del concilio (Hch 4:1-37), y ahora la ataca a través de los que estaban dentro de la iglesia.

«¿Por qué ha llenado Satanás tu corazón?» Compárense Gén 3:1-3; Jua 8:44-45; Jua 13:27. Su corazón estaba «lleno» de avaricia y orgullo y con el deseo de engañar; estaba resuelto a hacerlo. Stg 1:14, «cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión (concupiscencia)». El corazón de Ananías no pertenecía a Cristo sino a Satanás. Voluntariamente se lo prestó para que lo llenara con avaricia y engaño, y llegó a ser siervo del pecado (Rom 6:16). Ananías y Safira ofrecieron a Dios la obra de Satanás.

Dice Efe 5:18, «Sed llenos del Espíritu», es decir, estar plenamente bajo la influencia del Espíritu, estar bajo su control. La palabra «morar» indica la misma cosa: Rom 7:17, «el pecado que mora en mí»; 8:9, «el Espíritu de Dios que mora en vosotros»; Apo 3:13, «donde mora Satanás».

En Hch 2:1-47 y 3 observamos el plan predeterminado de Dios y el libre albedrío de los judíos y en este caso vemos el poder de Satanás y el libre albedrío de esta pareja. Es interesante observar las dos acusaciones: «¿por qué ha llenado Satanás tu corazón?» (ver. 3), y «¿por qué pusiste (concebiste) este asunto en tu corazón?» (ver. 4). Lo que hicieron Ananías y Safira fue obra de Satanás, pero Pedro no reprende a Satanás sino a ellos; es decir, ellos son reprendidos por hacer lo que Satanás hizo. Ananías era responsable por su conducta porque Satanás no tiene poder alguno sobre el hombre sin su plena cooperación. El hombre puede resistir a Satanás (Stg 4:7; 1Pe 5:9).

Dios conoce los secretos del corazón y juzga no solamente los hechos sino el propósito del corazón (Sal 139:1-24; Mat 6:1-18; Mat 23:1-39; Rom 2:16; Heb 4:12-13). Jesucristo podía

— por su propio poder — leer los pensamientos de los hombres (Jua 2:24-25; Mat 9:4; Mat 12:25; Luc 5:22; Luc 11:17, etc.), pero Pedro no podía

— por su propio poder — leer los pensamientos de los hombres, sino que en esta ocasión el Espíritu Santo le concedió tal poder.

Dicen los testigos del Atalaya que el Espíritu Santo no es Dios, sino una «fuerza» como la electricidad, pero Ananías mintió al Espíritu Santo, y no es posible mentir a la electricidad. El Espíritu Santo es una persona; la Biblia describe las características que lo identifican como persona (oye, habla, etc.)

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento por Partain

por qué ha llenado Satanás. Gén 3:13-17; 1Re 22:21, 1Re 22:22; 1Cr 21:1-3; Mat 4:3-11; Mat 13:19; Luc 22:3; Jua 13:2, Jua 13:27; Efe 6:11-16; Stg 4:7; 1Pe 5:8; Apo 12:9-11.

para que mintieses al Espíritu Santo. Hch 5:9; Job 22:13; Sal 94:7-9; Isa 29:15; Jer 23:24; Ose 11:12.

y sustrajeses del precio. Núm 30:2; Deu 23:21; Pro 20:25; Ecl 5:4; Rom 2:21, Rom 2:22.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

por qué llenó Satanás tu corazón: Ananías y Safira creían en el Señor Jesucristo; sin embargo, sucumbieron ante la tentación del orgullo y la avaricia. Fíjese que la misma palabra llenó se usa aquí en conexión con Satanás como se usa con el Espíritu Santo en Hch 4:8. El término significa tomar posesión o controlar. Los hijos de Dios, que se liberan de la tiranía de Satanás, tienen la habilidad de escoger a quién permitirán que los controle. Cuando escogemos el pecado, abrimos la puerta a Satanás. El maligno tentó a Ananías y Safira con deseos y pensamientos malvados y ellos se rindieron a sus tentaciones.

mintieses al Espíritu Santo: El autor de todas las mentiras es Satanás (Jua 8:44). Cuando Ananías y Safira mintieron deliberadamente, adquirieron el carácter moral del que está detrás de todas las mentiras, el diablo mismo.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

MINTIESES AL ESPÍRITU SANTO. A fin de ganar gloria y reconocimiento, Ananías y Safira mintieron a la iglesia acerca de su ofrenda. Dios considero esa mentira contra el Espíritu Santo una ofensa grave.

La muerte de Ananías y Safira tuvo la intención de dar un ejemplo de la actitud de Dios hacia cualquier corazón engañoso entre los que dicen haber nacido de nuevo y ser creyentes llenos del Espíritu.

Obsérvese también que mentir al Espíritu Santo es lo mismo que mentir a Dios (vv. Hch 5:3-4; véanse Apo 22:15, nota, y el ARTÍCULO LA DOCTRINA DEL ESPIRITU SANTO, P. 1518. [Hch 5:3-4]).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

ARTÍCULO

La doctrina del Espíritu Santo

Hch 5:3-4 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

Es esencial que los creyentes reconozcan la importancia del Espíritu Santo en el plan redentor de Dios. Muchos de ellos no tienen idea de lo diferente que sería todo si no hubiera Espíritu Santo en este mundo. Sin el Espíritu Santo no habría creación, ni universo ni raza humana (Gén 1:2; Job 33:4). Sin el Espíritu Santo no habría Biblia (2Pe 1:21), ni Nuevo Testamento (Jua 14:26; Jua 15:26-27; 1Co 2:10-14) ni poder para proclamar el evangelio (Hch 1:8). Sin el Espíritu Santo no habría fe, ni nuevo nacimiento, ni santidad ni creyente alguno en el mundo.

Este ARTÍCULO examina algunas de las enseñanzas fundamentales sobre el Espíritu Santo.

LA PERSONA DEL ESPIRITU SANTO. A través de toda la Biblia el Espíritu se revela como persona con individualidad propia (2Co 3:17-18; Heb 9:14; 1Pe 1:2). Es una persona divina como el Padre y como el Hijo. De modo que nunca se puede pensar que el Espíritu Santo es solo un poder o una influencia. Él tiene características personales, porque piensa (Rom 8:27), siente (Rom 15:30), tiene voluntad (1Co 12:11), y tiene la capacidad de amar y disfrutar del compañerismo. Fue enviado por el Padre a llevar a los creyentes a una íntima presencia y comunión con Cristo (Jua 14:16-18; Jua 14:26; véase el ARTÍCULO JESÚS Y EL ESPIRITU SANTO, P. 1412. [Luc 11:13]). En vista de esas verdades hay que tratarlo como persona y considerarlo como el Dios infinito que vive en el corazón y es digno de adoración, amor y obediencia (véase Mar 1:11, nota sobre la Trinidad).

LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO.

(1) La revelación del Espíritu Santo en el AT. Para una descripción de la obra del Espíritu de Dios en el AT, véase el ARTÍCULO EL ESPIRITU SANTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO, P. 1186. [Joe 2:28-29].

(2) La revelación del Espíritu Santo en el NT.

(a) El Espíritu Santo es el agente de la salvación y convence de culpa (Jua 16:7-8), revela la verdad sobre Jesucristo (Jua 14:16; Jua 14:26), da el nuevo nacimiento (Jua 3:3-6) y bautiza a los creyentes para formar el cuerpo de Cristo (1Co 12:13). En la conversión se recibe el Espíritu (Jua 3:3-6; Jua 20:22) y se llega a participar de la naturaleza divina (2Pe 1:4; véase el ARTÍCULO LA REGENERACION DE LOS DISCIPULOS, P. 1491. [Jua 20:22]).

(b) El Espíritu Santo es el agente de la santificación. En la conversión el Espíritu Santo viene a vivir en los creyentes, los cuales quedan bajo su influencia santificadora (Rom 8:9; 1Co 6:19). Nótense algunas cosas que el Espíritu hace cuando vive en los creyentes: los santifica, es decir, los limpia, lleva y motiva a una vida santa, liberándolos de la esclavitud del pecado (Rom 8:2-4; Gál 5:16-17; 2Ts 2:13); les dice que son hijos de Dios (Rom 8:16), los ayuda en su adoración a Dios (Hch 10:46) y su vida de oración, e intercede por ellos cuando claman a Dios (Rom 8:26-27); produce cualidades propias del carácter de Cristo que lo glorifican (Gál 5:22-23; 1Pe 1:2); es el maestro divino y guía a toda verdad (Jua 16:13; Jua 14:26; 1Co 2:9-16), revela a Jesús y lleva a la comunión íntima y la unión con El (Jua 14:16-18; Jua 16:14); continuamente imparte el amor de Dios (Rom 5:5) y da gozo, consuelo y ayuda (Jua 14:16; 1Ts 1:6).

(c) El Espíritu Santo es el agente de servicio que da poder a los creyentes para el servicio y el testimonio. Esta obra del Espíritu Santo se relaciona con el bautismo en el Espíritu o la plenitud del Espíritu (véase el ARTÍCULO EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO, P. 1506. [Hch 1:5]). Cuando se recibe el bautismo en el Espíritu, se tiene poder para testificar de Cristo y trabajar con eficacia dentro de la iglesia y delante del mundo (Hch 1:8). Se recibe la misma unción divina que descendió sobre Cristo (Jua 1:32-33) y los discípulos (Hch 2:4; véase Hch 1:5), dándoles poder para proclamar la Palabra de Dios (Hch 1:8; Hch 4:31) y hacer milagros (Hch 2:43; Hch 3:2-8; Hch 5:15; Hch 6:8; Hch 10:38). Es el plan de Dios que todos los creyentes reciban el bautismo en el Espíritu Santo en esta época (Hch 2:39). En lo concerniente al servicio, el Espíritu Santo imparte dones espirituales a personas de la iglesia para edificarla o fortalecerla (1Co 12:1-31; 1Co 14:1-40). Esos dones son una manifestación del Espíritu por medio de personas, por las cuales se hacen realidad la presencia, el amor, la verdad y las normas de justicia de Cristo para el bien de toda la comunidad de creyentes (1Co 12:7-11).

(d) El Espíritu Santo es el agente que bautiza a los creyentes para formar un solo cuerpo de Cristo (1Co 12:13), vive en la iglesia (1Co 3:16), la edifica (Efe 2:22), inspira su adoración (Flp 3:3), dirige su misión (Hch 13:2; Hch 13:4), designa a sus obreros (Hch 20:28), le imparte dones (1Co 12:1-11), unge a sus predicadores (Hch 2:4; 1Co 2:4), guarda el evangelio que le ha confiado (2Ti 1:14) y promueve su justicia (Jua 16:8; 1Co 3:16; 1Co 6:18-20).

(3) Las diversas actividades del Espíritu son complementarias y no contradictorias. Al mismo tiempo, esos facetas de la obra del Espíritu Santo están entrelazadas y no pueden separarse totalmente. No se pueden tener

(a) la plenitud de la nueva vida en Cristo,

(b) la justicia como modo de vivir,

(c) el poder para testificar del Señor ni

(d) la comunión en su cuerpo, sin participar de cada una de esas cuatro experiencias. Por ejemplo, el bautismo en el Espíritu Santo no puede mantenerse aparte de la obra del Espíritu que produce justicia dentro del creyente y lo guía al conocimiento de las verdades bíblicas y a su dedicación a ellas.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

llenó Satanás tu corazón. Ananías y Safira se dejaron influenciar por algún tipo de inspiración satánica, a diferencia de Bernabé cuyo gesto de generosidad estaba lleno del Espíritu (Hch 4:37).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

mintieses al Espíritu Santo. Ananías debió haber prometido al Señor que entregaría toda la cantidad. Mintió al Espíritu Santo con cuya presencia podía contar todo el tiempo (1Co 6:19-20), tanto en su interior como en la iglesia (Efe 2:21-22).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

5:3 — Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? — Satanás ya había atacado a la iglesia por medio del concilio (Hch 4:1-37), y ahora la ataca a través de los que estaban dentro de la iglesia.
«¿Por qué ha llenado Satanás tu corazón?» Compárense Gén 3:1-3; Jua 8:44-45; Jua 13:27. Su corazón estaba «lleno» de avaricia y orgullo y con el deseo de engañar; estaba resuelto a hacerlo. Stg 1:14, «cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión (concupiscencia)». El corazón de Ananías no pertenecía a Cristo sino a Satanás. Voluntariamente se lo prestó para que lo llenara con avaricia y engaño, y llegó a ser siervo del pecado (Rom 6:16). Ananías y Safira ofrecieron a Dios la obra de Satanás.
Dice Efe 5:18, «Sed llenos del Espíritu», es decir, estar plenamente bajo la influencia del Espíritu, estar bajo su control. La palabra «morar» indica la misma cosa: Rom 7:17, «el pecado que mora en mí»; 8:9, «el Espíritu de Dios que mora en vosotros»; Apo 3:13, «donde mora Satanás».
En Hch 2:1-47 y 3 observamos el plan predeterminado de Dios y el libre albedrío de los judíos y en este caso vemos el poder de Satanás y el libre albedrío de esta pareja. Es interesante observar las dos acusaciones: «¿por qué ha llenado Satanás tu corazón?» (ver. 3), y «¿por qué pusiste (concebiste) este asunto en tu corazón?» (ver. 4). Lo que hicieron Ananías y Safira fue obra de Satanás, pero Pedro no reprende a Satanás sino a ellos; es decir, ellos son reprendidos por hacer lo que Satanás hizo. Ananías era responsable por su conducta porque Satanás no tiene poder alguno sobre el hombre sin su plena cooperación. El hombre puede resistir a Satanás (Stg 4:7; 1Pe 5:9).
Dios conoce los secretos del corazón y juzga no solamente los hechos sino el propósito del corazón (Sal 139:1-24; Mat 6:1-18; Mat 23:1-39; Rom 2:16; Heb 4:12-13). Jesucristo podía — por su propio poder — leer los pensamientos de los hombres (Jua 2:24-25; Mat 9:4; Mat 12:25; Luc 5:22; Luc 11:17, etc.), pero Pedro no podía — por su propio poder — leer los pensamientos de los hombres, sino que en esta ocasión el Espíritu Santo le concedió tal poder.
Dicen los testigos del Atalaya que el Espíritu Santo no es Dios, sino una «fuerza» como la electricidad, pero Ananías mintió al Espíritu Santo, y no es posible mentir a la electricidad. El Espíritu Santo es una persona; la Biblia describe las características que lo identifican como persona (oye, habla, etc.)

Fuente: Notas Reeves-Partain

Ver Luc 22:3; Jua 13:2.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

NOTAS

(1) Lit.: “llenado tu corazón”. Véanse Est 7:5; Ecl 8:11.

REFERENCIAS CRUZADAS

b 225 Luc 22:3

c 226 Sal 101:7; Sal 119:118; Efe 4:25; Col 3:9; Rev 21:8

d 227 Núm 30:2; Ecl 5:4; Hch 5:9

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

3 super (1) Aparentemente Ananías mintió a los apóstoles, pero en realidad mintió al Espíritu Santo, quien es Dios (v.4). En la obra que hacían los apóstoles para el Señor, el Espíritu Santo y ellos eran uno. Véase la nota 32 super (2).

Fuente: Comentario Del Nuevo Testamento Versión Recobro

para que mintieses. El pecado de Ananías y Safira no consistió en no vender toda su propiedad, ni en guardarse parte de los emolumentos de la venta, sino en mentir en cuanto a la cantidad que habían recibido. Mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios, porque el Espíritu Santo es Dios.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

B389 Ψεύσασθαι puede considerarse como un infinitivo de complemento directo gobernado por la idea de persuación que está implícita en ἐπλήρωσεν … τὴν καρδίαν, o como un infinitivo consecutivo de resultado previsto (el infinitivo tiene un sentido consecutivo, es decir, Ananías realmente había mentido -R1101; comp. T136 y BD391[4]).

Fuente: Ayuda gramatical para el Estudio del Nuevo Testamento Griego