¿Para qué habréis de ser golpeados aún? Pues todavía persistiréis en rebelaros. Toda cabeza está dolorida, y todo corazón está enfermo.
¿Por qué querréis ser castigados aún? Isa 9:13, Isa 9:21; Jer 2:30; Jer 5:3; Jer 6:28-30; Eze 24:13; Heb 12:5-8.
¿Todavía os rebelaréis? 2Cr 28:22; Jer 9:3; Apo 16:8-11.
Toda cabeza está enferma. Isa 1:23; Neh 9:34; Jer 5:5, Jer 5:31; Dan 9:8-11; Sof 3:1-4.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Primero, Isaías compara a la aflicción de la nación con un soldado gravemente herido (vv. Isa 1:5, Isa 1:6) y luego describe la ruina en que queda el territorio por la guerra.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
Isaías responde su propia pregunta, ¿Por qué querréis ser castigados aún? El pueblo sólo se rebela nuevamente. Más prediga sólo hará sus corazones más duros (Isa 6:9, Isa 6:10). En Isa 53:4-6, Isaías revela la gracia en la respuesta de Dios a sus tercos corazones: el Señor dará a Su siervo a cambio de los pecadores (Isa 53:4-6). Ese amor puede vencer incluso al rebelde más desconsiderado (Rom 5:8).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
¿Por qué … castigados aún? Aunque ya estaba en ruinas a causa de su rebelión contra Dios (vv. Isa 1:7-8), la nación se comportaba de forma irracional al continuar en rebelión.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Lev 26:14-33; Jer 5:3; Amó 4:6-13.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
La devastación de Judá
Sea que se trate de uno de los últimos oráculos de Isaías, colocado aquí para iniciar el libro con una nota de urgencia, o de un fogonazo de una visión pre via (tal cual lo sugiere el como de los vv. 7d, 8d, pues el profeta parece describir lo que nadie sino él puede ver), en ambos casos pone de relieve ciertos temas que le fueron señalados en ocasión de su llamado. Cf. la cerrazón mental del v. 5a con 6:9 s.; la devastación del v. 7 con 6:11 s., la preservación de los pocos en el v. 9 con 6:13. Tenemos aquí la primera insinuación del motivo “remanente” que se hará prominente a medida que avanza la profecía (ver especialmente 10:20-22).
5, 6 El cuadro no es el de un hombre enfermo, sino de uno azotado hasta el borde de la muerte y que, sin embargo, pide más. Así lo deja entrever el v. 5a y los síntomas de 6b son los de heridas recibidas, cf. las llagas con las “heridas” de 53:5. 7, 8 Aparece aquí la realidad literal: es la tierra de Judá la que ha sido pisoteada por las hordas extranjeras, quedando en pie solamente Jerusalén (Sion). Es evidente que se trata de las consecuencias de la invasión de Senaquerib, bosquejada en 2 Rey. 18:13, con sus efectos entrevistos en Isa. 37:30-32, y su estadística registrada en el “Prisma Taylor” donde Senaquerib declara haber capturado no menos de 46 ciudades amuralladas, junto con innumerables aldeas y 200.000 personas. La cabaña es la choza del labriego o del vigía, abandonada reliquia de la cosecha.9 Es lo que se merece la gloriosa Sion, en un tris de ser barrida de la faz de la tierra como Sodoma.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
REFERENCIAS CRUZADAS
r 18 Jer 2:30; Jer 5:3
s 19 Jer 9:3
t 20 Neh 9:34; Dan 9:8
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
El cuadro presentado no es el de un enfermo sino de alguien que ha sido azotado.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
dónde… Es decir, en qué parte de vuestro ser.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
Es decir, en qué parte de vuestro ser.