Comentario de Isaías 21:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
Profecía acerca del Desierto del Mar: Como los torbellinos que pasan por el Néguev, así viene del desierto, de la tierra horrenda.
Profecía. Los diez primeros versículos de este capítulo contienen la predicción de la toma de Babilonia por los medas y persas, el cual es aquí denominado “el desierto del mar”, porque el país, a su alrededor, y sobre todo hacia el mar, era una gran ciénaga, a menudo el Tigris y Eufrates se desbordaban, y solo era vuelto habitable drenado por varios canales. Isa 13:1; Isa 17:1.
sobre el desierto del mar. Isa 13:20-22; Isa 14:23; Jer 51:42.
Como torbellino. Job 37:9; Dan 11:40; Zac 9:14.
de la tierra horrenda. Isa 13:4, Isa 13:5, Isa 13:17, Isa 13:18; Eze 30:11; Eze 31:12.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
El profeta, lamentando el cautiverio de su gente, ve en una visión la caída de Babilonia por los medas y persas, Isa 21:1-10.
Edom, desdeñando al profeta, es movido al arrepentimiento, Isa 21:11-12.
El tiempo establecido de Arabia, Isa 21:13-17.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Esta profecía sobre Babilonia, después de una superstición enigmática (v. Isa 21:1), consiste de una visión de ensueño de la caída de Babilonia (v. Isa 21:2-9) y su importancia para Judá (v. Isa 21:10)
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
La frase desierto del mar puede ser un sarcasmo sobre Babilonia, a cuya región sur del golfo pérsico se le llama «tierra del mar».
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
PROFECÍA. Estos capítulos registran los juicios pronunciados sobre las naciones extranjeras y la apóstata Jerusalén. Isaías comienza con Babilonia (Isa 13:1-22; Isa 14:1-23) y Asiria (Isa 14:24-27), y prosigue con profecías contra naciones más pequeñas. Estos capítulos enseñan que todas las naciones y todos los pueblos son responsables ante Dios; serán juzgados y destruidos todos los que se oponen a Él y a su plan divino de salvación, y finalmente triunfarán los que creen en Él.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
EL DESIERTO DEL MAR. Dios le dio a Isaías una segunda visión de la caída y destrucción de Babilonia, que estaba situada al norte del Golfo Pérsico (véanse cap. Isa 13:1-22, notas).
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
21. Oráculos sobre Babilonia, Edom y Arabia.
Estos tres oráculos se caracterizan por su expresión oscura, sus elementos visionarios y la simpatía por las naciones extranjeras, a las que se refieren las profecías. Muchos autores creen que éstas no son características literarias de Isaías; no obstante, reconocen que hay muchas expresiones isaianas en la primera parte (1-10).
Oráculo sobre Babilonia (1-10).
El horizonte histórico es similar al de los c.40-66 del libro de Isaías. De ahí que la solución al problema de su autenticidad tiene que ser también semejante. Esa caída de Babilonia debe de ser la conquista de Babilonia por Ciro en el 538 antes de Cristo, ayudado de medos y elamitas.
Anuncio de la invasión (1-4).
1 Oráculo sobre el desierto del mar. Como huracán del Negeb desencadenado, viene del desierto, de la tierra espantosa. 2 Me ha sido mostrada una dura visión: saqueadores saqueando, aseladores asolando, Sube Elam, asedia Media. Yo hago cesar todo gemido. 3 Por eso mis ríñones se han llenado de espasmo; soy presa de dolores como de parturienta; y aturdido, ya no oigo; espantado, ya no veo. 4 Pasmóse mi corazón, el terror me invadió; la hora del crepúsculo, por mí deseada, se trocó para mí en espanto.
La profecía versa acerca del desierto del mar, expresión que suele considerarse como paralela a la de país del mar de los documentos cuneiformes2, que comprendía la Arabia desde el golfo Pérsico hasta el mar Rojo. Pero las palabras del mar faltan en el texto griego, y por eso muchos creen que se titula profecía sobre el desierto, porque de esa región proviene la invasión. Otros creen que es una designación enigmática de Babilonia, que, según Herodoto, había sido un tiempo mar 3. No olvidemos que el estilo de este fragmento profético es enigmático y lacónico en extremo, y se buscan intencionadamente las frases oscuras. El profeta presenta la invasión como un huracán procedente del Negeb, o del sur de Palestina (v.1); viene del desierto, e.d., la zona inmensa esteparia que separa Babilonia de Palestina. El profeta confiesa que su visión es dura (v.2), por las cosas terribles que presencia, y que conmueven las entrañas del mismo. Ve a los elamitas y medos haciendo presa en la gran ciudad de Babilonia (v.2), y en su visión le parece percibir una voz que empuja a los invasores: Sube Elam, asedia Media. El profeta se figura a Babilonia, como a Jerusalén, sobre una montaña, y así a los invasores “subiendo” hacia su objetivo militar. Elam tenía por capital Susa, estaba al norte del golfo Pérsico y al este del Tigris. Media estaba al norte de Elam. Ciro, príncipe de Anzán, provincia elamita, logró ponerse al frente de ambos reinos en el 549 antes de Cristo, y en el 539-38 cayó sobre Babilonia. La expresión yo hago cesar el gemido (v.2) parece debe aplicarse a las poblaciones que se ven libres de la opresión babilónica. El profeta se siente conmovido ante tanta tragedia: la hora del crepúsculo deseada se trocó para mí en espanto, e.d., la hora del frescor de la tarde, tan deseada después de un día de fatiga y de calor, en lugar de darle el reposo esperado, le ha fatigado más al contemplar tan trágica visión, que le conmueve y excita.
La invasión, en marcha (5-10).
5 Han puesto la mesa, han tendido el mantel, se come, se bebe. ¡Arriba, príncipes, a engrasar el escudo! 6 Porque así me ha dicho el Señor: Ve, pon un atalaya que comunique lo que vea, 7 y si ve un tropel de caballos, de dos en dos, tiros de asnos, tiros de camellos, 8 que mire atentamente, muy atentamente, y que grite: “Ya veo.”4 Así estoy yo, Señor, en atalaya, sin cesar todo el día, y me quedo en mi puesto toda la noche. 9 Y he aquí que llegan tropeles de gente, tiros de caballos, y comenzaron a hablar, diciendo: ¡Cayó, Babilonia ha caído, y todas las estatuas de sus dioses yacen por tierra destrozadas! 10 ¡Oh mi (pueblo) trillado e hijo mío de la era! lo que he oído de parte de Yahvé de los ejércitos, del Dios de Israel, yo te lo he hecho saber.
El profeta describe gráficamente la llegada de los invasores cuando más descuidados estaban preparando el banquete los babilonios. El nerviosismo y preocupación del profeta contrasta con la despreocupación de los grandes de Babilonia, que se entregan a las orgías sin sospechar el peligro: Han puesto la mesa. (v.5), y de pronto se oye la voz de alarma: ¡Arriba, príncipes, a engrasar el escudo! El enemigo está a las puertas y es preciso prepararse a la defensa, y para ello deben entesar el escudo de cuero, dándole de grasa, para que los cuerpos resbalen 5. De repente la descripción cambia, y aparece el profeta invitado por Dios a poner un centinela para comunicar lo que pasa: Ve, pon un atalaya (v.6). Cuando éste vea tropeles de caballos con carros de guerra, comprenderá la visión. Los ejércitos entonces utilizaban el caballo como animal de tiro para los carros de combate, no como soporte del jinete, del caballero, que pondrían de moda los escitas. Los elamitas se dedicaban a la cría de asnos, y los medopersas empleaban los camellos. Con ellos iban los asnos y camellos para el abastecimiento general. Los persas los empleaban también como cabalgaduras para la batalla 6. El profeta mismo se ofrece de centinela: Aquí estoy en atalaya (v.8), y es testigo de la invasión: tropeles de gente, tiros de caballos (v.9). Y por fin se oye la aclaración del enigma: ¡Cayó, Babilonia ha caído! es el grito de una voz que resuena en el espacio. Con ello desapareció el culto de los ídolos. El profeta se vuelve, por fin, a su pueblo para consolarle por tantas aflicciones, y le compara al grano (hijo de la era) batido en la era. Como el trigo es purificado en la era, así lo será Israel después de las aflicciones causadas por la opresión babilónica. Lo que ha oído lo comunica para consolarles.
Oráculo sobre Edom (11-12).
11 Oráculo sobre Edom. Danrne voces desde Seir: Centinela, ¿qué hora es de la noche? Centinela, ¿qué hora es de la noche? 12 El centinela dice: Viene la mañana y también la noche. Preguntad si queréis, volved a venir.
El oráculo es sumamente misterioso y enigmático. El autor juega con nociones oscuras, dando frases concisas, cuyo sentido es ambiguo. El texto hebreo no dice Edom, sino Duma, que era probablemente la actual Dumat ed-Djendel, al norte de Tema, al sudeste de Seir, en Edom. El texto griego lee expresamente Edom. Indudablemente que se refiere a esta región. Quizá haya escogido el nombre de Duma jugando con el nombre de Edom, aludiendo al carácter misterioso del oráculo (duma en hebreo significa “silencio”); así aquí sería el “oráculo del silencio,” conforme a lo que sigue 7. Seir es la zona montañosa al sudeste del mar Muerto, que fue poblada primero por los joritas y después por los edomitas (Gen 14:6). Aquí aparecen los edomitas, o habitantes de Seir, inquietos, preguntando al profeta cuándo pasa la noche de la tribulación: Centinela, ¿qué hora es de la noche? Aquí noche parece tener el mismo sentido que en Isa 8:22; Isa 9:1, e.d., un tiempo de desventura. La respuesta del profeta o centinela es enigmática. Parece decir que la presente noche está para terminar, y que vendrá pronto la claridad del día, pero que no tardará en volver otra noche de desventura: Viene la mañana y también la noche (v.12), invitándoles a que vuelvan a preguntarle para poder precisarles más esto. Quizá quiera decir el profeta que aún no sabe detalles sobre la próxima noche, pero que espera nuevas luces de Dios, que más tarde les podrá comunicar. Si se une esta profecía con la anterior sobre Babilonia, podemos considerar a los edomitas preocupados por la suerte de su aliada Babilonia, pues se comprometerá su comercio y bienestar.
Oráculo sobre Arabia (13-17).
Si esta profecía forma parte de las otras dos anteriores, podemos ver aquí las consecuencias de la invasión persa en el desierto, comprometiendo las caravanas comerciales de Arabia, ya que éstas se verían obligadas a salir de las rutas caravaneras ordinarias para vivir en lugares apartados. Arabia era famosa por su tráfico comercial en especias, y el ataque a sus rutas comerciales formaba parte de la estrategia de los antiguos conquistadores orientales.
13 Oráculo sobre Arabia 8. Pasad la noche en el bosque, en la estepa, caravanas de Dedán. 14 Al encuentro de los sedientes traed agua; habitantes de la tierra de Tema, con su pan id al encuentro de los fugitivos. 15 Porque van huyendo de la espada, de la espada desenvainada, ante los tensos arcos y ante la violencia de la batalla. 16 Porque así me ha dicho Yahvé: Dentro de un año, como año de jornalero, se acabará toda la gloria de Cedar, 17 y el resto del número de arcos de los valientes hijos de Cedar será reducido, porque Yahvé, Dios de Israel, ha hablado.
El profeta invita a la tribu árabe de Dedán a refugiarse en los lugares inaccesibles de la estepa 9, y llama después a los habitantes de Tema para que vayan en su socorro con agua y pan. Las caravanas de Dedán han tenido que abandonar la ruta caravanera regular, escalonada con puestos comerciales de auxilio, y se ven obligadas a vivir en la estepa para no caer en manos de los asaltantes que controlan los caminos regulares (v.15). El profeta siente compasión por esas caravanas en situación crítica, y llama a los de Tema, que está cerca, para que las auxilie 10. Con su pan, e.d., el que necesitan los fugitivos. No se especifica quiénes son los invasores de espada desenvainada. Los que creen que esta profecía es de Isaías suponen que los de Dedán huyen de alguna incursión asiría; en cambio, los que mantienen que el autor de la profecía vivía en la época del exilio, dicen que el invasor es el ejército persa, que se habría infiltrado en una razzia por el desierto después de caer Babilonia.
En el ν. 16 se da la interpretación de la profecía, y es considerado generalmente por los autores como un apéndice posterior, similar al Deu 16:14 Que hemos visto. Cedar es una famosa tribu del desierto siró-arábigo (Isa 60:7; Eze 27:21), y su nombre era sinónimo del desierto arábigo del norte. La principal arma de los árabes era el arco (v.17; cf. Gen 16:13).
1 Así el texto hebreo. – 2 Cf. RB (1922) p.403ss. – 3 Herod., 1:184. – 4 El texto hebreo dice “gritó el león,” que algunos entienden “gritó como león.” Con un ligero cambio de vocalización, tenemos “yo veo.” – 5 2Sa 1:21. – 6 Cf. Herod., 1:80; Skinner, o.c., 171. – 7 Cf. Skinner, o.c., 172. – 8 En el texto griego falta “Oráculo sobre Arabia,” y en vez de “estepa” se lee “en la tarde,” que hace también sentido. Depende de un cambio de vocales. – 9 Cf. Gén 10:7; 25:3; Eze 27:20; Eze 38:13; Jer 49:8; Eze 25:13. Se supone que estaba al norte del golfo del Akaba actual. – 10 Tema es la actual Teima, al norte del Hedjaz, entre Akaba y el golfo Pérsico.
Fuente: Biblia Comentada
desierto del mar. El profeta se refería a un área al S de Babilonia y cerca del Golfo Pérsico, conocida por su fertilidad. Como torbellino del Neguev. El símil tiene sentido porque el derrocamiento de Babilonia sería tan súbito y repentino como las tormentas de viento que se forman en el Neguev y atraviesan todo el territorio de Israel.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Estos once capítulos incluyen profecías dirigidas en contra de ciertas naciones extranjeras, de manera muy similar a Jer 46:1-28; Jer 47:1-7; Jer 48:1-47; Jer 49:1-39; Jer 50:1-46; Jer 51:1-64 y Eze 25:1-17; Eze 26:1-21; Eze 27:1-36; Eze 28:1-26; Eze 29:1-21; Eze 30:1-26; Eze 31:1-18; Eze 32:1-32.
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
— estepa marítima: El título resulta enigmático: la “estepa marítima” podría referirse a la parte del desierto sirio-arábigo al oeste del curso inferior del Éufrates y que se extiende hasta el Golfo Pérsico.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Isa 13:1-22; Isa 14:3-23; Isa 47:1-15; Jer 50:1-46; Jer 51:1-64; Apo 18:1-24.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
Babilonia, “Desierto del Mar”
Este oráculo, al igual que el próximo, tiene una vigorosa cualidad visionaria (en la metáfora del “centinela”) y un título simbólico. El tema aparece en el v. 9 como la caída de Babilonia. 1 La frase Desierto del Mar pareciera combinar dos aspectos de la naturaleza indomable y avasalladora que se observa más explícitamente en Jer. 51:42, 43. Pero las mismas consonantes podrían traducirse simplemente “desiertos” o posiblemente “destructores”.
2-7 Se pinta un cuadro vivo y dislocado de un ataque de los persas (Elam, como un sátrapa persa) y de los medos (v. 2) que sorprenderá a los defensores de Babilonia descuidados y banqueteando (v. 5), tal como lo registra Dan. 5. Pero lo más sorprendente de todo es la parte que le tocó representar a Isaías en la visión. Su gran agitación en los vv. 3, 4 es parecida a la de Jeremías en Jer. 4:19-26, a pesar de que la caída de esa persecutoria ciudad, este lugar de gemido (v. 2) fue el anochecer que yo anhelaba (v. 4). Pero estas reacciones opuestas incidentalmente arrojan luz sobre lo escrito en los últimos capítulos en el sentido de que revelan el verdadero sentimiento de uno en quien (como a todos los exiliados) Babilonia se les hacía tanto prisión como hogar. Si en verdad Isaías habría de hablarles “al corazón” (40:2) de una generación posterior, como si él mismo fuera parte de ellos, este profundo envolvimiento es claramente un prerrequisito; es el lado interior de su profetizar. Obsérvese también su doble estado consciente: en cierta medida se mantiene al margen en su papel de centinela (v. 6), y debe informar solamente lo que ve y oye (cf. Hab. 2:1-3). Se pone mucho énfasis en esta objetividad (vv. 6, 7, 10).
En 8a (realmente inconsecuente luego del v. 7), NC justificadamente traduce “ya los veo”. El profeta, justo cuando su vigilia parece interminable, ve la prometida cabalgata, y sabe que significa el fin de Babilonia. Apoc. 18:2 retoma el grito de “Ha caído, ha caído”, y trata a Babilonia como típico de un mundo impío. 10 La frase final del pasaje: Oh trillado pueblo mío, hijo de mi era capta no sólo la agonía, sino el propósito de las interminables pruebas que sufrió Israel.
Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno
21.1ss «El desierto del mar» es Babilonia, al lado del golfo Pérsico. Algunos dicen que esta profecía se cumplió con la caída de Babilonia en 539 a.C. (véase Daniel 5). Sin embargo, otros dicen que se trata de una profecía de la revuelta de Babilonia en contra de Asiria aproximadamente en 700 a.C.21.5 Si la profecía se refiere a la caída de Babilonia en el año 539 a.C., esto se refiere a la fiesta en Daniel 5.21.6, 7 Los centinelas (vigías sobre los muros de la ciudad) aparecen a menudo en las visiones proféticas de destrucción. Son los primeros en ver que el problema se acerca. El profeta Habacuc fue un centinela (Hab 2:1). Quizás la visión de los jinetes de dos en dos represente el ataque de los medos y persas a Babilonia en 539 a.C.21.8, 9 Babilonia no solo era una gran ciudad poderosa, sino también estaba llena de pecados horribles (idolatría, brujería y prostitución en el templo). Babilonia era, y sigue siendo, un símbolo de todo lo que se opone a Dios. A pesar de toda su gloria y poder, Babilonia sería destruida junto con todos su ídolos. No prestarían ayuda en tiempos de problemas.21.10 Dos pasos en el proceso agrícola del Israel antiguo era trillar y aventar. Primero, se golpeaban las espigas de trigo (a menudo empleadas para simbolizar a Israel) para romper las semillas y sacar el valioso grano que tenían en su interior (trillado). Las semillas entonces se aventaban al aire, para que se llevara el viento la paja sin valor y quedara el grano que caía de nuevo al piso (aventamiento). Israel experimentaría esta misma clase de proceso: se desecharía a la gente indigna, pecadora y rebelde, pero Dios mantendría el «grano» bueno para volver a poblar Israel.21.11 Duma, o Edom, fue un constante enemigo del pueblo de Dios. Se regocijó cuando Israel cayó ante los asirios y esto marcó su destino (34.8ss; 63.4). Seir era otro nombre de Edom, porque la el monte de Seir se le otorgó a Esaú y sus descendientes (véase Jos 24:4). Abdías predice, en detalles, la destrucción de Edom.21.13ss Los lugares que se enumeran aquí se encuentran todos en Arabia. Son ciudades fronterizas que controlaban las rutas del comercio a lo largo de la tierra. Esta es la predicción de desastre de Isaías.
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
NOTAS
(1) O: “Négueb”.
REFERENCIAS CRUZADAS
a 882 Isa 13:1; Isa 13:20; Jer 51:42
b 883 Zac 9:14
c 884 Isa 13:4; Isa 13:18
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
el desierto del mar. Es decir, Babilonia junto al golfo pérsico. Otros nombres simbólicos empleados por Isaías son: « tierra del zumbido de alas» para Egipto (18:1), Ariel (« león de Dios» ) para Jerusalén (29:1) y Rahab (« arrogancia» ) para Egipto (30:7).
Fuente: La Biblia de las Américas
el desierto del mar. I.e., la planicie donde Babilonia fue edificada.
Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie
Desierto del Mar… Esto es, el babilonio; lejana… TM/LXX: terrible, temible. Se sdigue Q.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
O, Carga del
O, país marítimo
I.e., región del sur
Fuente: La Biblia de las Américas
Prob. modo de referirse a Babilonia.
21.1 Esto es, él enemigo.
Fuente: La Biblia Textual III Edición
[1] Is 14, 23; Jer 51, 42.[2] Persia, de donde vendríaCiro.[10] El pueblo de Dios como las mieses, será trillado a fuerza de golpes, para separar el grano de la paja. Luc 3, 17.[13] Ciudad de la Idumea.[14] La descripción traza un marco de guerra. En países de poca población y donde escasea el agua, es más necesario ejercitar la caridad con los caminantes.[16] De la Arabia.