Biblia

Comentario de Isaías 28:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Isaías 28:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

¡Ay de la corona de soberbia de los borrachos de Efraín y de la flor marchita de la hermosura de su gloria, que está sobre la cabeza de los que se glorían de la abundancia, de los aturdidos por el vino!

¡Ay de la corona de soberbia! Isa 28:3; Ose 5:5; Ose 6:10.

de los ebrios de Efraim. Isa 28:7; Isa 5:11, Isa 5:22; Pro 23:29; Ose 4:11; Ose 7:5; Amó 2:8, Amó 2:12; Amó 6:6.

y de la flor caduca. Isa 28:4; Isa 7:8, Isa 7:9; Isa 8:4; 2Re 14:25-27; 2Re 15:29; 2Re 18:10-12; 2Cr 28:6; 2Cr 30:6, 2Cr 30:7; Amó 6:1.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El profeta amenaza a Efraim por su orgullo y embriaguez, Isa 28:1-4.

El remanente en el reino venidero, Isa 28:5-6.

Él reprocha su error, Isa 28:7-8;

su obstinación para aprender, Isa 28:9-13;

y su seguridad será probada, Isa 28:14-15.

El Mesías como fundamento es prometido, Isa 28:16.

Su seguridad será probada, Isa 28:17-22.

Exhortados a la consideración de la providencia de Dios, Isa 28:23-29.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10

Esta sección consiste de seis ayes (Isa 28:1Isa 29:1Isa 29:15Isa 30:1Isa 31:1Isa 33:1), incluyendo los lamentos por los futuros gobernadores (Isa 28:1-29; Isa 29:1-24); los lamentos por aceptar consejos tontos (Isa 30:1-33; Isa 31:1-9), con un apéndice que promete la salvación en Dios el Rey (Isa 32:1-20); y los lamentos contra Asiria, que dio promesa de la gloria futura de Dios (Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Este lamento profético que pesa sobre los futuros regidores del gobierno del norte (vv. Isa 28:1-13) sirve como ejemplo para los gobernadores de Judá (vv. Isa 28:14-29). Ponga atención al por lo tanto en el v. Isa 28:14.

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Este lamento profético consiste en una acusación contra los líderes políticos ebrios del reino del norte (vv. Isa 28:1-4) que se contrapone con el Rey ideal (vv. Isa 28:5, Isa 28:6); una acusación en contra de los líderes religiosos por su borrachera (vv. Isa 28:7, Isa 28:8) y por censurar a los verdaderos profetas de Dios (vv. Isa 28:9, Isa 28:10); y el envío de un mensajero (vv. Isa 28:11, Isa 28:12) con el anuncio de un juicio (v. Isa 28:13).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

corona de soberbia se refiere a Samaria.

ebrios: Los autores bíblicos a menudo condenan el abuso del vino, la borrachera y el libertinaje (Isa 5:11, Isa 5:12).

Efraín: En ocasiones, este nombre se refiere a toda Israel (Isa 7:2-9).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

EFRAÍN. En los caps. Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24, Isaías vuelve a su propia época para profetizar acerca de Israel (llamado Efraín) y Judá. Denuncia el pecado y la apostasía de ellos, y revela el venidero juicio de Dios. Sin embargo, el juicio no será más severo que lo necesario para purificar al pueblo escogido de Dios y producir un remanente santo.

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

28. Ruina de Samaría.
Los capítulos 28-35 suelen considerarse como un grupo especial de profecías caracterizadas por empezar todas por la palabra conminatoria ¡Ay! Los capítulos 28-33 están constituidos por oráculos del tiempo de Ezequías, mientras que los capítulos 34-35 son de tipo escatológico.
La autenticidad del c.28 es generalmente admitida, si bien algunos exceptúan los v.5-6, por razones métricas y de estilo. La parte relativa a Samaría (1-4) se supone que es anterior a la caída de ésta en el 721 antes de Cristo, si bien no es posible precisar si es del tiempo de la guerra siro-efraimita (733) o posterior, cuando estaban ya cerca las tropas de Salmanasar V, dispuestas a atacar a Samaría. Como no se menciona a Damasco, aliada de Samaría contra Jerusalén, se supone que la profecía es más bien de los tiempos inmediatos a la caída de aquélla.

Amenaza contra Samaría (1-4).
1 Ay de la corona soberbia, de los ebrios de Efraím y de la flor marchita de su esplendoroso ornato, que (se alza) sobre la cima del fértil valle, de los que se atracan de vino. 2 He aquí que el Señor dispone de un fuerte y poderoso, como turbonada de granizo, como huracán devastador, como chaparrón impetuoso de aguas torrenciales, que derriba a tierra con violencia. 3 Será hollada con los pies en la corona soberbia de los ebrios de Efraím, 4y la flor marchita de su esplendoroso ornato, que (se alza) sobre la cima del fértil valle, será como breva tempranera que se adelanta a la cosecha, que, en viéndola, apenas se la tiene en la mano, se la traga.

El oráculo se abre con un apostrofe contra Samaría: corona soberbia. sobre la cima de un fértil valle, que es la mejor definición de su posición geográfica, sobre una colina redonda, con sus calles escalonadas, rodeada por otras colinas, formando como una corona o guirnalda, colocada sobre la cabeza de los ebrios, entregados a todos los excesos sensuales (cf. Sab 2:7ss: “coronémonos de rosas.”). La corrupción sensual de los nobles de Efraím (tribu principal del reino del norte, que aparece como sinónima de éste y de su capital, Samaría) había sido desenmascarada unos años antes por Amos (Sab 6:1ss). Por eso, la frase ebrios de Efraím adquiere todo su realismo en esta descripción. Samaría es como una corona adornada con flores marchitas de los entregados a la orgía. Es una flor marchita (v.1) porque está próxima a la ruina y a perder su orgulloso esplendor. Los palacios de Samaría eran famosos por sus labores de marfil y por su fastuosidad. La corrupción moral consiguiente al período de prosperidad debido a Jeroboam II llegó a su colmo pocos años antes de su ruina. Las dinastías se sucedieron con rapidez increíble, porque no había más ley que la fuerza y la espada. El castigo sobre la ciudad corrompida vendrá enviado por Dios, que tiene reservado un instrumento punitivo (un fuerte y poderoso, como turbonada de granizo., v.a), que es el ejército asirio, que ya entonces había tomado Siria y se disponía a emprender sus incursiones por Palestina. Teglatfalasar III había sido el iniciador de las grandes conquistas en la costa del Mediterráneo. Su sucesor, Salmanasar V (727-722), las continuaría, y pondría sitio a Samaría (722); pero el conquistador real de ésta sería Sargón II (721-705). Y Samaría será para los conquistadores asirios •como una breva tempranera (v.4), que se come con toda ilusión por ser las primicias de los frutos, y aparecer unos dos meses antes de los otros normales (en junio, mientras que el fruto normal de la higuera madura en agosto en Palestina). Samaría, pues, sería las primicias de las conquistas de los asirios en Palestina, y por eso su conquista constituía una verdadera ilusión para los asirios l.

La gloria de los tiempos mesiánicos (5-6).
5 En aquel día Yahvé de los ejércitos será corona de gloria y diadema de hermosura para las reliquias de su pueblo, 6 espíritu de juicio para el que se sienta en juicio, y de valentía para los que rechazan la batalla hasta la puerta.

La idea de la corona le trae, por asociación de ideas y por contraste, la verdadera corona de gloria, que es Yahvé para su pueblo. De nuevo el profeta, después de anunciar un castigo inminente para su pueblo, se vuelve a los tiempos mesiánicos para sembrar esperanza y confianza en Dios. Todas las crisis nacionales son limitadas, porque hay una promesa de gloria para el pueblo elegido. Para que el auditorio no se dejara llevar demasiado por el horizonte negro de castigo que acababa de presentar, les pone ante los ojos esta nueva perspectiva gloriosa. En toda catástrofe nacional se salvará un “resto” (las reliquias de su pueblo), que será heredero de las promesas de rehabilitación y núcleo de resurrección nacional en los tiempos mesiánicos. Y en la época mesiánica habrá un ambiente de equidad, porque Yahvé infundirá un espíritu de juicio (cf. Isa 11:2) en los gobernantes (v.6), de modo que juzguen conforme a justicia y no se dejen llevar del cohecho o de la acepción de personas. Además, Yahvé infundirá espíritu de valentía a los guerreros que se vean obligados a rechazar al enemigo hasta la puerta fuera de la ciudad (los que rechazan la batalla hasta la puerta, v.6) 2.

Corrupción de los sacerdotes y profetas (7-8).
7 Y también ellos se tambalean por el vino y vacilan por los licores. Sacerdotes y profetas se tambalean por los licores, se ahogan en vino, titubean por los licores, vacilan por las bebidas fuertes, se tambalean en la visión, tropiezan en los juicios. 8 Porque todas las mesas están llenas de vómitos e inmundicias, no hay lugar para más.

El profeta había expuesto la situación de orgía entre los jefes de Samaría, pero también en Jerusalén se respira el mismo ambiente (v.7). Sobre todo, los que tenían más obligación de dar ejemplo y dirigir al pueblo son los más degenerados. Eran los enemigos de la predicación de los verdaderos profetas, que preconizaban una política de abandono en Dios y no alianza con potencias extranjeras. La descripción es sumamente plástica. Por efecto del vino, los profetas no aciertan a dar el sentido de sus visiones, e.d., no pueden comunicar el oráculo divino, que era privativo de los profetas, ni los sacerdotes pueden dar rectos juicios (v.8). Según Deu 17:8; Deu 19:17, los sacerdotes eran los encargados de las cuestiones judiciales.

Diálogo entre Isaías y sus adversarios (9-13).
9 ¿A quién va a enseñar ciencia y a quién hará entender los oráculos? 3 ¿A los recién destetados, a los arrancados de los pechos? 10 Porque: “Tsaw latsaw,” “tsaw latsaw,” “qaw laqaw,” “qaw laqaw,” “zer sham,” “zer sham”4 11Pues por balbucientes de labios y con lengua extranjera hablará a este pueblo. 12Aquel que les dijo: Este es el reposo, dad reposo al fatigado, y éste es el descanso; pero no quisieron escuchar, 13 y será para ellos palabra de Yahvé: “Tsaw latsaw,” “tsaw latsaw,” “qaw laqaw,” “qaw laqaw,” “zer sham,” “zer sham,” para que anden y caigan de espaldas y sean quebrantados, tomados en el lazo y aprisionados.

Los sacerdotes y profetas se sienten heridos en su amor propio ante la acusación de Isaías contra su depravada conducta, y por eso dicen: ¿A quién va a enseñar ciencia? Este oficio era privativo de ellos, y por eso consideran a Isaías como un ingenuo intruso en sus oficios. Y los profetas, por su parte, le dicen: ¿A quién hará entender los oráculos? lo que era privativo de los profetas, públicamente reconocidos por el Estado como ellos. El profeta Isaías transcribe con ironía materialmente los balbuceos de esos sacerdotes y profetas en estado de embriaguez y atolondramiento: tsaw, latsaw. No obstante, las traducciones de estas palabras han sido variadísimas entre los comentaristas5. Sin embargo, parece que Isaías recoge las palabras burlonas de sus adversarios y les anuncia un castigo terrible; pues si ellos ahora balbucean irónicamente con palabras entre dientes e ininteligibles, esto será un anticipo del balbuceo de unos invasores que hablan lenguas extrañas, los asirios. Dios les hablará, pero por balbucientes de labios y con lengua extranjera, e.d., traerá un ejército como instrumento de su justicia, que los castigará, profiriendo palabras para ellos ininteligibles (v.11). Y a continuación enuncia sus principios de política internacional: En vez de fatigarse yendo de aquí para allá en busca de alianzas extranjeras, lo mejor es que estén tranquilos confiando en Yahvé (éste es el reposo., v.12), dejando tranquilo al pobre pueblo, fatigado de tantos tributos para preparativos bélicos. Pero, puesto que no han querido entender este lenguaje sencillo de reposo del Señor, éste les hablará en un lenguaje que remedará ese lenguaje burlón que han empleado con el profeta (tsaw, latsaw., ν.13), es decir, les enviará a un ejército que habla una lengua extraña, que los hará caer de espaldas, y serán tomados prisioneros.

Falsa presunción de los jefes israelitas (14-22).
14 Oíd, pues, burlones, la palabra de Yahvé; dominadores de este pueblo que está en Jerusalén. 15 Porque dijisteis: Hemos hecho pacto con la muerte, nos hemos concertado con el “seol”; el azote desencadenado pasará sin llegar a nosotros, porque nos hemos hecho de la mentira abrigo, de la perfidia refugio. 16 Por eso dice el Señor Yahvé: He aquí que he puesto en Sión por fundamento una piedra, piedra probada, piedra angular, de precio, sólidamente asentada; el que en ella se apoye no titubeará. 17 Y del derecho haré regla, y de la justicia haré nivel. Y la granizada echará abajo el abrigo de la mentira, y las aguas torrenciales inundarán el refugio. 18 Vuestro pacto con la muerte será roto 7, y vuestra convención con el “seol” no subsistirá; cuando el azote desencadenado pase, os aplastará; 19 siempre que pase, os tomará y pasará todas las mañanas, de día y de noche, y su espantoso terror os servirá de lección 8. 20 Porque la cama será corta para estirarse, y la manta demasiado estrecha para envolverse. 21 Porque se alzará Yahvé como en el monte de Perasim, y rugirá la cólera como en el valle de Gabaón, para realizar su obra, obra extraordinaria; para hacer su obra, obra inaudita. 22 Y ahora no os burléis, no sea que se aprieten vuestras ataduras, pues decretada está la ruina sobre toda la tierra. Yo se lo he oído al Señor, Yahvé de los ejércitos.

El profeta se encara con sus adversarios, que hacen mofa de su ministerio profético. Se consideran superiores a él y como dominando la situación. Su loca autosuficiencia les hace creer que se hallan a salvo de todo peligro, y consideran a Isaías como a profeta de mal agüero. No: creen que les alcanzará el azote, porque han hecho pacto con la muerte,., con el seol, para que les respete sus vidas. El seol, como morada de la muerte, era insaciable en su exigencia de vidas humanas; por eso se le llama el “insaciable”9. Pero los jefes de Jerusalén creen que no les afectará el peligro de muerte. En todo esto hay un fuerte dejo de ironía 10. Además han acudido a todos los medios diplomáticos de falsedad para librarse del peligro, sin excluir la traición: Hemos hecho de la mentira abrigo, de la perfidia refugio (v. 15). Dios va a poner una piedra angular probada (v.16) como fundamento de un nuevo edificio, que es la nueva teocracia establecida en Sión; y esa piedra simboliza el resto de bendición o núcleo de restauración sobre el que se asentará el reino de Dios en su nueva fase definitiva. Esa piedra llevará una inscripción: El que en ella se apoye no titubeará. Esa piedra es probada quién acepta a Dios. Ha pasado por la prueba de la tribulación y aceptada con complacencia por parte de Dios, y será la base del nuevo edificio que Yahvé va a edificar n. Pero ese edificio estará asentado sobre la equidad y la justicia, ya que Dios utilizará como regla y plomada en su edificación el derecho y la justicia (v.17). Y ese edificio permanecerá en medio de las tormentas, mientras que el abrigo de la mentira que se han construido los adversarios del profeta desaparecerá cuando llegue el turbión. Los que se libren de uno serán presa de otro. Y de nada les servirán entonces los medios escogidos para librarse del peligro: la cama será corta para estirarse, y la manta demasiado estrecha para envolverse (v.20), frase proverbial para indicar la escasez de medios de liberación que tendrán a mano. Tendrán que aguantar el turbión a la intemperie y como encogidos por la estrechez material en que se verán. Dios mismo intervendrá en este castigo, como lo hizo en el monte de Perasim y en Gabaón ayudando a David en la batalla contra los filisteos (2Sa 5:12-20) 12. Pero ahora Dios hace una obra extraordinaria e inaudita, e.d., se pondrá al frente de los enemigos de Israel, los asirios invasores, para caer sobre su pueblo. Y el profeta termina con una reconvención por bien de ellos: que no sigan pecando, burlándose de él, no sea que se aprieten más sus ataduras (v.22), el yugo asirio. Mientras más prosigan en su política de buscar auxilio en Egipto, olvidándose de Dios, más dura será la represión por parte de los futuros vencedores asirios, que el profeta ve venir ya sobre Palestina. Dios ha decidido ya la invasión asiría, y no resta sino someterse pacíficamente, sin tomar parte en aventuras políticas.

Parábola agrícola (23-29).
23 Atended y oíd mi voz, prestad atención y oíd mi palabra: 24 ¿Acaso está el labrador arando todo el día para sembrar, abriendo y rastrillando su tierra? 25 Después de allanar la superficie, ¿no siembra la neguilla o esparce el comino, o echa el trigo en líneas o la cebada en su sitio y la avena en sus lindes? 26 Su Dios le instruye y le enseña cómo ha de hacer. 27 Pues no se trilla la neguilla con el trillo ni se hace pasar sobre el comino la rueda de la carreta, sino que la neguilla se bate con el palo, y el comino se bate con la vara. 28 Y el trigo, ¿se muele acaso? No, es pisado sin cesar, se hace pasar sobre él la rueda de su carro, pero no se muele. 29 También esto proviene de Yahvé de los ejércitos, cuyo consejo es admirable y cuya sabiduría es grande.

En esta hermosa parábola, tomada de la agricultura, el profeta da una gran lección teológica sobre la marcha de la Providencia divina sobre su pueblo. Dios no obra ciegamente, sólo con el fin de castigar y aniquilar a su pueblo, sino que hace las cosas según las circunstancias exigidas por cada momento. Como el labrador no está siempre cavando o trillando, sino que alterna sus labores según las necesidades, y como no trata igual el trigo que la avena o la neguilla, así Dios en su proceder con el pueblo israelita le trata según merezca en cada momento. El labrador sabe lo que conviene en cada caso, y esta enseñanza la recibió del mismo Dios (v.26). Según los antiguos, la agricultura había sido enseñada por la misma divinidad. Era un oficio tan importante y complicado, que no podía tener el hombre otro instructor que Dios (Eco 7:15ss) 13. Así, Yahvé dirige el curso de la historia y sabe lo que conviene al pueblo de Israel, y si le castiga no es por capricho, sino por exigencias de su justicia y sabiduría, para hacerlos volver al buen camino. Como el labrador no rotura la tierra por capricho, sino con vistas a la cosecha, así Dios castiga para bien de su pueblo, para prepararlos a la era de justicia y paz mesiánicas, que es la meta del pueblo escogido. Tal es la gran lección de esta bellísima parábola.

1 La imagen con este sentido es corriente en los Profetas (cf. Ose 9:10; Miq 7:1; Nah 3:12; Jer 24:2. – 2 Algunos autores, por razones métricas, creen que estos dos versículos son adición posterior, pero la psicología profética es muy especial, y no siempre sigue nuestras categorías lógicas occidentales. – 3 Literalmente en hebreo, “lo que se oye,” e.d., el comunicado divino u oráculo. – 4 Muchos autores prefieren traducir estas palabras de un supuesto balbuciente; así Skin-ner traslada: “porque precepto sobre precepto, regla sobre regla, un poco aquí, un poco allá” (223). También lo entiende así Dennefeld (o.c., 108). En ese caso, el sentido sería que los adversarios del profeta, cansados de sus oráculos y preceptos, le contestarían en un tono balbuciente, en conformidad con su estado de embriaguez: “ya estamos cansados de que nos trates como niños destetados, dándonos preceptos y reglas sin fin..” – 5 El texto griego traduce: “tribulación sobre tribulación, esperanza sobre esperanza, aún un poco, aún un poco.” La Peshitta: “excremento sobre excremento, excremento sobre excremento, deyección sobre deyección, un poco aquí, un poco allá.” La Vulgata: “Manda remanda, manda remanda, expecta, reexpecta, modicum ibi, modicum ibi.” Y San Jerónimo comenta: “Praecipe, impera. exspecta paulisper. venient quae futura praediximus” (cf. Condamin, o.c., 182). – 7 Literalmente en hebreo, “será cubierto”. Con un ligero cambio de letras tenemos “será roto,” que se adapta bien al contexto. – 8 Otros traducen: “y el entender el oráculo infundirá terror.” – 9 Cf. Pro 27:20; Pro 30:15.’ – 10 No parece probable la interpretación que supone que ese pacto con “la muerte y el seol” se refiera a ritos religiosos por los qué se pusieran bajo la protección dé ósiris é Isi.s, divinidades egipcias de la muerte. Esto repugna a la más elemental sensibilidad religiosa hebrea. – 11 La tradición ha considerado esa “piedra angular” como tipo del Mesías, en cuanto que es la culminación del pueblo israelita, el instaurador del nuevo Israel de Dios, que empalmaba con el resto fiel del A.T. – 12 Cf. 1Cr 14:11ss (Baal Perasim). Se suele identificar Perasim con Ras-en Nadir, entre Jerusalén y Jaffa, cerca de Aim Karim. Y Gabaón con el actual ed-Gib (véase Vincent, Jerusalem I p.119). – 13 Cf. Virg., Geor.” 1.147.

Fuente: Biblia Comentada

¡Ay … ! La noción primordial de esta expresión tiene que ver con un desastre inminente. corona. Los muros de Samaria eran la «corona» de una colina hermosa desde la cual se divisaba un valle fértil que llegaba hasta la costa del Mediterráneo. Efraín. El reino del norte (Israel) había caído ante los asirios y así dejó una lección a Jerusalén que se encontraba en circunstancias similares, para que aprendiera a no confiar en alianzas con extranjeros. aturdidos del vino. La vida licenciosa prevaleció en Efraín antes de su caída (vv. Isa 28:3; Isa 28:7; Amó 4:1; Amó 6:1; Amó 6:6).

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24 : Más oráculos sobre Judá e Israel: Esta serie de oráculos (cps. Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24) contiene ciertamente poemas atribuibles al Primer Isaías, pero también algún material posterior, proveniente de círculos de discípulos del profeta.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— ¡Ay de la hermosa corona…!: Lamentación ante la inminente ruina de Samaría acaecida en los años 722/721 a. C. El vocablo corona designa las murallas que rodean la ciudad y dominan el paisaje.

— ahítos de vino: Imagen de la incapacidad a la que han llegado los habitantes de Samaría para percibir lo que el Señor quiere de ellos. El que está borracho no distingue con claridad las cosas.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Isa 5:11-12+.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Los ebrios de Efraín. Se trata de una profecía clara y temprana, antes de la caída de Samaria en 721 a. de J.C. En cuanto a su función, en este contexto, ver sobre los vv. 7-13. 1-4 Capta la hermosura exterior de esa opulenta ciudad edificada en un cerro, pero la ve como una guirnalda adornando las sienes de un borracho (v. 1b), espléndida metáfora para una gloria que es incongruente (v. 4a) y que rápidamente se va marchitando. La amenaza del granizo del v. 2 (referencia a Asiria) es un nuevo énfasis que se pone sobre el segundo aspecto de la metáfora anterior, que luego es retomada en el v. 17, y por la metáfora de la fruta temprana del v. 4b. En un solo párrafo Isaías ha compendiado las advertencias de Amós a esta ciudad amante del placer y saturada de vino (cf. Amós 2:12; 4:1; 6:6).5, 6 Característicamente, las nubes se abren por unos instantes para dejar ver la verdadera diadema que adorna al verdadero Israel, el remanente (ver sobre 10:20-23). Obsérvese que el espíritu de justicia … y de valor (ver sobre 11:2) es el Señor mismo, presente y activo dentro de sus siervos.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

28.1 Efraín representa el reino del norte de Israel, gobernado por una sucesión de reyes malvados. Cuando Israel se dividió después del reinado de Salomón, Jerusalén quedó en el reino del sur. Los líderes del reino del norte, deseando permanecer separados por completo de sus parientes del sur, levantaron ídolos para evitar que el pueblo fuera al templo de Jerusalén a adorar (véase 1 Reyes 12). Esto llevó al pueblo del reino del norte a la idolatría. Isaías dio este mensaje a Israel para amonestarlo, así como también a Judá para instarlo a arrepentirse antes de que recibiera el mismo castigo que el reino del norte recibió solo unos años después.28.9-14 Estos versículos ponen de manifiesto la reacción del pueblo ante Isaías. Es más, decían: «Isaías nos habla como un maestro de escuela lo hace a los niños pequeños. No necesitamos que nos enseñen. Nosotros decidiremos». Por tener esta actitud, Isaías les profetizó que los asirios les enseñarían de una manera que les gustaría mucho menos.28.15 Judá temía a los asirios, «el turbión del azote». En vez de confiar en Dios, se volvió a otras fuentes de seguridad. Dios la acusó de negociar con la muerte. Se usa esto para significar la tumba o el estado de la muerte. Quizás este pasaje se refiera a la alianza que Ezequías hizo con el rey Tirhaca (faraón de la XXV dinastía, la etíope, de Egipto) en contra de Asiria (2Ki 19:9; Isa 37:9). Dios cancelaría este acuerdo. Egipto no ayudaría cuando Asiria atacara. ¿Vale la pena vender nuestras creencias por una protección temporal en contra de un enemigo? Si quiere una protección perdurable, vuélvase al único que puede salvarlo de la muerte eterna: Dios.28.16 Si va a construir algo, necesita una base firme. Isaías habla de una piedra angular, que se colocará en Sion. Esta piedra angular es el Mesías, el cimiento sobre el que construimos nuestras vidas. ¿Está su vida construida sobre la base frágil de sus propios éxitos o sueños? ¿O está establecida sobre un cimiento firme (véanse Psa 118:22; 1Pe 2:8)?28.21 Dios luchó a favor de Josué en el valle de Gabaón (Jos 10:1-14) y a favor de David en Baal-perazim (2Sa 5:20). Pero ahora lucharía en contra de Israel, su pueblo, en estos mismos lugares.28.23-29 El agricultor utiliza herramientas especiales para sembrar y cosechar las plantas delicadas para no destruirlas. Se preocupa de su fragilidad. Toma en cuenta todas nuestras circunstancias y debilidades personales. Debemos seguir su ejemplo cuando tratemos a otros. Cada persona necesita un trato diferente. Identifíquese con las necesidades de quienes lo rodean y el trato especial que quizás les haga falta.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Lit.: “la corona de la eminencia”.

(2) Lit.: “el valle de grosuras [o: terrenos fértiles]”.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 1169 Isa 7:2; Ose 7:11

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

¡Ay. Esta palabra en heb. conlleva tristeza; enfoca la atención en un juicio o desastre inminente (cp. 5:8– 23).

la corona de arrogancia. La referencia aquí es a Samaria, capital del reino del norte. La corona o guirnalda es un apropiado lenguaje para esta bella y fértil región.

Fuente: La Biblia de las Américas

Efraín. La tribu principal del Reino del Norte de Israel.

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Efraín… Se refiere a las diez tribus de Israel.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Lit., valle de grosura

Lit., golpeados

Fuente: La Biblia de las Américas

[1] La tribu de Efraín se ensoberbeció aún más cuando se vio cabeza del reino de las diez tribus. Jue 8, 1; 12, 1.[16] Cuantos crean en él no quedarán confundidos. Mat 21, 42; 1 Pe 2, 6; Hech 4, 11; Rom 9, 33.[20] Con esta frase proverbial, indica el Señor que su pueblo no puede estar unido con él y con los falsos dioses.[21] Jos 10, 10.

Fuente: Notas Torres Amat