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Comentario de Isaías 3:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Comentario de Isaías 3:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia

Porque he aquí que el Señor Jehovah de los Ejércitos quitará de Jerusalén y de Judá la provisión y el sustento: toda provisión de pan y toda provisión de agua.

Porque he aquí. Isa 2:22.

el Señor Jehová. Isa 1:24; Isa 36:12; Isa 51:22.

quita … todo sustento de pan. Lev 26:26; Sal 105:16; Jer 37:21; Jer 38:9; Eze 4:16, Eze 4:17; Eze 14:13.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

Las grandes calamidades que vienen por el pecado, Isa 3:1-9.

La recompensa diferente del justo y el malo, Isa 3:10-11.

La opresión y codicia de los príncipes, Isa 3:12-15.

Los juicios que serán por el orgullo de las mujeres, Isa 3:16-24.

La desolación general, Isa 3:25-26.

Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico

El juicio en contra de Israel y de Judá está en dos partes:

(1) una sentencia judicial en contra de la anarquía (vv. Isa 3:1-7); y

(2) una acusación de arrogancia (vv. Isa 3:8Isa 3:9).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

Porque une esta predicción con la exhortación anterior de mantener una relación con el arrogante (Isa 2:22). Dios quita los líderes de Judá por medio de la espada y del cautiverio. No existe ninguna referencia histórica porque esta verdad es universal (2Re 25:18-21).

Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe

QUITA DE JERUSALÉN. Como resultado de los pecados del pueblo, el juicio de Dios alcanzaría cada segmento de la sociedad y sufrirían todas las personas (vv. Isa 3:2-3).

Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena

3. Castigo de Juda.
En el capítulo anterior, el profeta destacaba la defección religiosa del pueblo escogido; aquí más bien se considera la situación desde el punto de vista social y político. Las costumbres disolutas han dado al traste con la misma vida nacional en sus fundamentos. Faltan todas las clases dirigentes que con su honestidad puedan dar estabilidad y base a la vida social. No sabemos si esta situación fue a causa de una guerra o más bien de una revolución social. En 9:8ss, hablando al Israel del Norte, se describe una anarquía social antes del desastre originado por la invasión asiría. Quizá aquí estemos ante una situación similar. Algunos creen que este oráculo reflejaría la época en que Acaz (c.735) era aún menor de edad y el poder estaba en manos débiles y desaprensivas.

La anarquía social en Jerusalén (1-7).
1 Porque he aquí que el Señor Yahvé de los ejércitos quitará a Jerusalén y a Judá todo apoyo y sostén, el sostén de pan y el sostén de agua, 2el guerrero, el hombre de armas, el juez, el profeta, el adivino y el anciano, 3el jefe de cincuenta, el grande y el consejero, el mago y el hechicero. 4Y les dará mozos por príncipes, y reinará sobre ellos el capricho, 5y las gentes se revolverán los unos contra los otros, cada uno contra su compañero, y el mozo se alzará contra el anciano, y el villano contra el noble. 6Y se echarán unos sobre otros, diciendo en la casa de su padre: “Tú tienes un manto, ven y sé nuestro jefe, y toma en tus manos esta ruina.” 7Y el otro en aquel día les responderá: “No quiero ser médico, y en mi casa no hay ni pan ni vestido; no quiero ser jefe del pueblo.”

La situación va a ser trágica, ya que Dios va a quitar todos los medios de subsistencia (el sostén de pan y el sostén de vino), juntamente con la desaparición de las clases representativas que puedan salvar la situación (el guerrero, el hombre de armas, el profeta) “y todos los que tenían algún relieve en la dirección del pueblo” (v.2-3), y en vez de ellos hará que se encarguen de los resortes de la vida pública gentes sin solvencia (dará a los mozos por príncipes), cuya inexperiencia e ineptitud harán crear un malestar social general, de tal forma que surgirá una revolución fratricida, en la que las clases bajas se alzarán contra las personas más honorables de la sociedad (v.5), y la anarquía será de tales proporciones que no faltarán quienes busquen desesperadamente remediar tal situación en algún hombre que aún represente algo en la sociedad por su posición social, para que se encargue de su dirección; pero las cosas llegarán a tal extremo, que las rehusará, porque cree que ya no hay remedio; no podrá hacer de médico (v.6) para curar las llagas sociales.
Es una idea muy arraigada en los orientales que el gobierno de los pueblos pertenece a las clases de mejor posición económica y social. Y esto es lo que se refleja en el v.6: los que nada tienen dirán al que todavía tiene algo de herencia: Tienes un manto, sé nuestro jefe; es decir, nosotros no tenemos nada, lo hemos perdido todo en la catástrofe general y estamos totalmente amiseriados. Tú aún tienes algo de herencia y un manto para vestirte, nosotros no tenemos más que harapos. El manto, pues, es aquí signo de ascendencia social, de honorabilidad, que hará que le respeten al que lo lleve, y así el interpelado aparece como un patricio en medio de la miseria general de los heredados, pues figura todavía como propietario, ya que en la catástrofe ha conservado la casa de su padre. Ese manto sería, pues, como la toga patricia, símbolo de la calidad social de la persona, que la hacía apta y elegible para cargos públicos.22 Pero el interpelado se niega a ello: No puedo ser médico, es decir, no puedo encargarme de salvar la situación, porque estoy como vosotros, totalmente arruinado; no tengo medios para ello: en mi casa no hay pan ni vestido (v.7), y, en consecuencia, es inútil que se me ponga como jefe del pueblo.

Conducta impía de la nación y de sus magistrados. (8-12)
8 Sí, Jerusalén está al borde de la ruina, porque sus palabras y sus obras todas son contra Yahvé, para irritar los ojos de su majestad. 9 Sus frentes dan testimonio contra ellos 23, pues llevan, como Sodoma, sus pecados a la vista, no los disimulan. Ay de ellos, que se acarrean su propia ruina! 10 Bienaventurado el justo, porque habrá bien, comerá el fruto de sus obras 11 Ay del impío, porque habrá mal, recibirá el pago de las obras de sus manos 12 Mi pueblo está oprimido por caprichosos, y se han apoderado de él exactores. Pueblo mío, los que te guían te descarrían, han torcido el camino por el que ibas.

Continuando la idea de disolución general, quiere acusar el profeta a los verdaderos culpables, precisamente los que estaban encargados de orientar al pueblo. La ruina es tan inminente, que el profeta la ve como ya cumplida, pues la conducta de Jerusalén está desafiando e irritando los ojos de Dios, que lo ven (v.8).24 La insolencia es tan general, que no se avergüenzan de sus prevaricaciones, y están degenerados como en otro tiempo los de Sodoma. En realidad, el mal que hacen caerá sobre ellos, porque Dios los va a castigar (v.9). A continuación encontramos dos versículos (10-11) que parecen estar fuera de contexto, ya que interrumpen la diatriba contra los abusos de las clases dirigentes. Quizá sean dos versículos de otro capítulo, desplazados aquí por algún escriba. El estilo de ellos recuerda algo la literatura sapiencial.25
Y la razón de tanta anarquía, como había dicho en el v.4, es que la nación será juguete de gente inexperta,26 y el profeta, ante esta situación de anomalía, no puede menos de lanzar un grito de angustia: ¡Pueblo mío! porque le ve desorientado, fuera de las rutas tradicionales religiosas, inducido por la conducta pagana de sus magistrados.

Yahvé, acusador y juez (13-15).
13 Yahvé está en pie para acusar, se alza para juzgar a los pueblos.27 14Yahvé vendrá a juicio contra los ancianos y los jefes de su pueblo, porque habéis devorado la viña, y los despojos del pobre llenan vuestras casas, 15 porque habéis aplastado a mi pueblo y habéis machacado el rostro de los pobres, dice el Señor, Yahvé de los ejércitos.

Ante este estado de prevaricación general, la manifestación del “día de Yahvé” es inminente, y, en efecto, Dios va a surgir de un momento a otro para poner las cosas en su punto, para juzgar a su pueblo, como lee la versión de los LXX. No hay ningún indicio cierto de que aquí se trate de un juicio universal sobre todos los pueblos en el plan escatológico en que se ponen otros oráculos profetices.
Si conservamos la lectura del texto hebreo, a los pueblos, podría ella explicarse sencillamente de un juicio de Dios sobre los distintos pueblos, y en primer término sobre el pueblo israelita, queriendo dar a entender cómo Dios vela por los derechos de su justicia en todos los pueblos (v.13). Y los principales responsables, los ancianos y jefes del pueblo (v.14), serán los primeros en comparecer ante el tribunal divino, ya que, encargados de guardar su viña, su pueblo elegido, contra las incursiones de las fieras salvajes, los enemigos religiosos, no han hecho sino aprovecharse de su posición social para devorar sus frutos. En el c.5, el profeta volverá con más detención sobre este símil de la viña del Señor.28

Oráculo contra las mujeres de Jerusalén (16-24).
16 Dice Yahvé: Ya que tan engreídas son las hijas de Sión, y caminan con la cabeza erguida, mirando con desvergüenza, pisando como si bailaran y haciendo sonar las ajorcas de sus pies, 17 el Señor afeitará la cabeza de las hijas de Sión y decalvará Yahvé sus frentes 29. 18 Aquel día quitará el Señor sus atavíos, ajorcas, redecillas y lunetas, 19 collares, pendientes, brazaletes, 20 cofias, cadenillas, cinturones, pomos de olor y amuletos, 21 anillos, arillos, 22 vestidos preciosos, túnicas, mantos, bolsitos, 23 espejos y velos, tiaras y mantillas. 24 Y en vez de perfumes, habrá hediondez, y en vez de cintura, un cordel, y en vez de trenzas, calvicie, y en vez de vestido suntuoso, saco, y en vez de hermosura, vergüenza.

El profeta se encara con la altivez y vanidad desmesurada de las mujeres de Jerusalén, quienes también con su vida provocativa han contribuido a la desmoralización del pueblo, y se fija precisamente en las de alta posición social, que centran su vida en torno a sus adornos y joyas. Es admirable, desde el punto de vista psicológico, la descripción que nos hace Isaías; las presenta caminando, con la cabeza, altiva, mirando de reojo a los transeúntes para captar la impresión que les causa su paso gracioso e insinuante a pasitos ligeros y menudos, para hacer sonar las cadenillas y joyas que llevan enlazadas a sus tobillos, como aún se ve entre las mujeres beduinas. En castigo de su insolencia y desvergüenza, Dios las va a castigar, privándolas de lo que más estiman, su cabellera. Según el Código de Hammurabi, se rasuraba los rizos que caían sobre la frente al que había violado a una sacerdotisa.30 Aquí se trataría de algo que se consideraba como ignominioso, sobre todo para las mujeres; y, por otra parte, Dios las va a privar de todas sus joyas y objetos de tocador, cuyo inventario se describe con todo detalle precisamente para ridiculizar el lujo desmesurado de estas doncellas desvergonzadas. Quizá muchos de estos objetos tenían, además del valor ornamental, un significado de amuleto religioso (v. 18-24).31

Duelo de Jerusalén por la muerte de sus hijos (25-26).
25 Y tus hombres caerán a la espada, y tus héroes en la batalla. 26 Sus puertas gemirán y se lamentarán.

1 Ose 3:5; Eze 38:16; Jer 48:47; Jer 48:49, Jer 48:391Jer 23:20; Jer 23:30, Jer 23:24. – 2 Miq 3:12: “monte de la casa”; 1Ma 16:20 : “monte del templo.” – 3 Eze 40:2; Zac 14:10. – 4 Joe 3:10. Marcial: “falx ex ense” (Ep. XIV 34), y Ovidio: “sarcula cessabunt, versique in pila ligones” (Fast. I 699). – 5 Ose 2:18; Zac 9:10; Isa 9:5. – 6 Miq 4:4. – 7 Miq 4:1. – 8 Miq 5:1-6. – 9 Isa 7:14-16. – 10 Deu 18:11. – 11 1Sa 6:2; 2Re 1:2. – 12 2Re 14:22. – 13 Cf. 2Cr 26:7. – 14 Deu 17:16; Deu 20:1; Isa 31:3; Miq 5:10; Zac 9:10. – 15 1Re 20:34. – 16 El último hemistiquio falta en el hebreo, pero lo trae el griego, y hay que suponerlo por el ritmo y por el paralelismo con los v.1q y 21, donde aparece ya en el hebreo. – 17 Literalmente: “en cuya nariz no hay más que un soplo de vida,” que puede faltar en cualquier momento. El profeta quiere destacar la fragilidad del hombre, y, por tanto, la insensatez de confiar en él. – 18 Eze 27:5-6; Zac 11:2. – 19 Cf. Estrabón, Geog. III 2:3; 2:8; 2:9; 3:5; 4:2; IV 6:12; XI 2:19. – 20 Isa 23:1. – 21 Amo 5:18. – 22 Skinner, o.c., p.26; Condamin, Le livre d’Isaie (1905) 0.24; Pirot Klamer, hale (iQ47) p.32. – 23 “Sus frentes dan testimonio…” es frase dudosa. Otros leen: “su parcialidad testifica contra ellos” (Skinner, o.c., 28). – 24 Hab M3. – 25 Skinner, o.c., 27. – 26 Esd 10:16. – 27 Los LXX y Peshitta leen “a su pueblo” (en vez de “a los pueblos,” lo que está mejor en el contexto). – 28 Miq 3:2; Amo 2:7; Isa 3:25. – 29 La palabra hebrea que traducimos por sus fuentes es de significado incierto. Así la traducen Gondamin, Dillman y Stade. Otros, como Skinner, leen “sus vergüenzas.” Pero, por paralelismo con “las cabezas de las hijas de Sión” del primer hemistiquio, creemos preferible la primera interpretación, que, por otra parte, es perfectamente inteligible en el contexto. – 30 Código de Hammurabi art.127- – 31 Es difícil precisar bien el sentido de cada objeto. Muchos de ellos aparecen en otras partes del Antiguo Testamento, mientras que otros sólo se registran en este lugar de Isaías. Cf. Pro 7:22; Jue 8:26; Exo 39:28; Eze 24:17; ; Jer 2:32; Gen 41:42; Est 3:12; Gen 24:47; Zac 3:4; Rut 3:15; Pro 31:24; Zac 3:5; Job 29:14; Can 5:7. – 32 En una moneda de plata de la época de Vespasiano, Judea aparece con un vestí do de mujer enlutada, sentada a los pies de una palmera, con esta inscripción: “ludaea capta.” Cf. Knabenbauer, In Isaiam 4:1. – 33 Jer 14:2; Lam 1:4; Lam 2:10; Job 2:13; Ts 47:1; 13:2,

Fuente: Biblia Comentada

el Señor Jehová de los ejércitos. Dios recalca su autoridad última al referirse a sí mismo con el título de Adonai («el Señor soberano sobre todos»), y con el título poderoso y guerrero «Jehová de los ejércitos».

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

quita … el hábil orador. El juicio de Dios incluía la remoción del liderazgo del pueblo.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Los capítulos Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30 corresponden a un solo discurso conectado.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Tras dar una vislumbre del futuro glorioso de Judá (Isa 2:1-5), el profeta regresa al presente para dar una reprensión fuerte de su idolatría y anunciar el juicio divino que incurre.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

La acusación y el juicio justos del Señor contra Jerusalén y Judá continúan.

Fuente: Biblia de Estudio MacArthur

Eze 22:1-31.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

— pan… agua: Posibles imágenes de las clases socialmente influyentes (milicia, judicatura, nobleza, gremios de artesanos, etc.) en cuanto elementos básicos para la subsistencia y la salud sociales.

Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana

Juicio por decadencia

Así como en la escena anterior todo era a lo cósmico y abrumador, aquí es a lo pordiosero. Es un estudio en desintegración, bajo la presión de la esca sez en un pueblo sin ideales. Esa escasez, que es desesperante, se manifiesta de dos maneras: en las cosas materiales (pan y agua, v. 1; vestido, v. 7) y en un déficit de liderazgo (vv. 2-4). En algunas partes de Judá la profecía comenzaba a cumplirse, sin duda alguna, cuando los asirios saquearon la tierra y deportaron a los cautivos (ver sobre 1:5-9), pero su total cumplimiento esperó un siglo hasta que Nabucodonosor llevó a los ciudadanos más capa ces a Babilonia (cf. 2 Rey. 24:14), dejando atrás un régimen débil e irresponsable.

2, 3 La lista de los cabecillas nos permite un vistazo de primera mano a la sociedad en los tiempos de Isaías, cuyas respetables figuras incluían una mezcla de charlatanes (adivinos … experto … encantador); 4 ss. Pero con todo el desgobierno de este grupo diverso, peores cosas habrían de ocurrir: al principio una total incompetencia y la anarquía resultante (vv. 4, 5), y finalmente una ruina tan completa, que parecería irrecuperable (vv. 6-8). Los muchachos del v. 4 constituyen una eficaz metáfora como los muchachos y mujeres del v. 12; pero esta ruina (v. 6) bien puede tener un sentido lite ral. A pesar de la certeza de que Jerusalén no caería ante Senaquerib (37:33-35) Isaías vio, con la misma claridad con que lo vio Miqueas, que su gloria final (cf. 2:2, 5) tendría que ser precedida por la destrucción (22:4, 5; 32:6; cf. Miq. 3:12; 4:1-8). No formó parte de su enseñanza (si bien con frecuencia se asegura que lo fue) que Dios preservaría su ciudad en forma incondicional.

Paradójicamente, el total derrotismo predicho en los vv. 6 y 7 es detectado en los versículos siguientes al actual espíritu de bravata. 8, 9 La clara muestra del libre pensar y osada inmoralidad descritas en estos versículos no sólo afrentan a Dios mismo, quien es la única fuente de gloria (como lo hace patente el sorprendente cierre del v. 8), sino que, en última instancia, no le deja a uno nada en que creer. Luego que el escéptico se haya dado gusto, queda va rado en el yermo que él mismo ayudó a producir. De manera que los 13-15 dictan sentencia contra los contemporáneos brutales y despiadados de Isaías, que dieron impulso al fatal proceso. El cap. 5 será más explícito; pero no será más condenatorio.

Fuente: Nuevo Comentario Bíblico Siglo Veintiuno

3.1-3 Jerusalén sitiada, sus líderes destruidos. Esta triste descripción pronto se volvería una realidad. La desobediencia de la gente acarrearía serias aflicciones y gran destrucción, así como Dios lo advirtió (Deuteronomio 28).3.2 Isaías no condonaba el uso de adivinos al incluirlos en esta lista. Mostraba lo bajo que había caído la nación. Véase la nota a 2.6.3.4-9 Esta sección describe lo que sucede cuando una nación pierde su liderazgo.3.9-11 El pueblo estaría orgullosos de sus pecados, alardeando de ellos abiertamente. El pecado destruye al ser humano. En el mundo actual, la vida pecaminosa parece encantadora, excitante y audaz. Sin embargo, a pesar de la forma en la que la sociedad lo perciba, el pecado es algo malo ya que a la larga nos hará miserables y nos destruirá. Dios trata de protegernos al advertirnos acerca del daño que podemos causarnos al pecar. Los que se enorgullecen de sus pecados recibirán el merecido castigo de Dios. Rechazan el camino de vida de Dios (véase Salmo 1) y la única alternativa es el camino de la destrucción.3.10, 11 En medio de su mensaje sombrío, Dios nos da esperanza: A la larga el justo recibirá la recompensa de Dios y el malvado su castigo. Es desalentador ver que el malvado prospere mientras nos sentimos derrotados cuando seguimos el plan de Dios. Aun así, ¡debemos continuar asidos a la verdad de Dios y cobrar ánimo! Al final, Dios traerá justicia y recibiremos su recompensa si hemos sido fieles.3.14 Los ancianos y los príncipes eran responsables de ayudar a la gente, pero en vez de eso defraudaban al pobre. Debido a que fueron líderes injustos, Isaías dijo que serían los primeros en recibir la ira de Dios. Los líderes tendrán que rendir cuentas de cómo ejercieron su liderazgo. Si usted está en una posición similar, debe hacerlo de acuerdo con los mandamientos justos de Dios. La corrupción acarrea la ira de Dios, sobre todo si otros siguen su ejemplo.3.14 ¿Por qué la justicia es tan importante en la Biblia? (1) La justicia es parte de la naturaleza de Dios; es la forma de administrar el universo. (2) Es un deseo natural en cada persona. Incluso como pecadores, todos queremos que se nos haga justicia. (3) Cuando los líderes del gobierno y de la iglesia son injustos, los pobres y los desvalidos sufren. Por lo tanto, impide su adoración a Dios. (4) Dios tiene al pobre en alta estima. Son los que con mayor probabilidad se vuelvan a El para pedirle ayuda y consuelo. Entonces, la injusticia ataca a los hijos de Dios. Cuando no hacemos algo para ayudar al oprimido, en realidad nos aliamos al opresor. Debido a que seguimos solo a Dios, debemos defender la justicia.3.16-26 Las mujeres de Judá se afanaron más por la ropa y la joyería que por Dios. Se vestían para llamar la atención, ganar aprobación y estar a la moda. Pasaban por alto el verdadero propósito de la vida. En vez de preocuparse por la opresión que las rodeaba (3.14, 15), procuraban autosatisfacerse, solo pensaban en ellas. Los que abusan de sus posesiones terminan sin nada. Estos versículos no van en contra de la ropa ni de las alhajas, sino son un castigo sobre quienes los usan con derroche mientras se ciegan ante las necesidades de los demás. Cuando Dios lo bendiga, no haga alarde de su riqueza. Utilice lo que tiene para ayudar a los demás, no para impresionarlos.

Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir

NOTAS

(1) Véase Isa 1:24, n.

REFERENCIAS CRUZADAS

a 140 Isa 37:20; Isa 44:6; Jer 10:10

b 141 2Re 23:27; 2Cr 36:19

c 142 Lev 26:26; Deu 28:51; Jer 37:21; Eze 4:16

Fuente: Traducción del Nuevo Mundo

Jerusalén y de Judá. Este mensaje es contra el reino del sur (cp. 1:1).

Fuente: La Biblia de las Américas

Los vocablos sustento y socorro indican algo que sirve de apoyo.

quita. A través de Nabucodonosor (véase 2Re 24:15-16).

Fuente: Biblia de Estudio Anotada por Ryrie

Se sigue LXX.

Fuente: Biblia Textual IV Edición

Heb., YHWH, generalmente traducido {I SEÑOR}

Fuente: La Biblia de las Américas

[2] Adivino a veces se toma por el que explica cosas ocultas o difíciles.[6] Figura para expresar la carencia de hombres capaces de gobernar la comunidad destrozada.[12] Se puede entender hombres sin firmeza.[16] Descripción del porte altanero.[17] Como esclavas del enemigo. Deut 21, 12; Is 7, 20.

Fuente: Notas Torres Amat