EN CONTEXTO

Demonio mortal

El profeta Isaías describe la desolación absoluta que Dios impondrá sobre Edom debido a la hostilidad hacia Él (Isa 34:2, Isa 34:5). Dentro de las descripciones que se hacen de la ira de Dios, se recurre en una sola oportunidad en las Escrituras al famoso demonio mesopotámico llamado Lilit. Posteriormente, la tradición judía relacionaría el nombre Lilit con la palabra hebrea para noche, lo que llevó a la tradicional traducción hispana de «criaturas de la noche» o «fieras» (v. Isa 34:14). Sin embargo, por ser un nombre mesopotámico, Lilit viene de la palabra sumeria lil que significa «espíritu» o «viento».

Los antiguos registros y amuletos mesopotámicos señalan que el pueblo le temía a los Lilu, un grupo de demonios particularmente malvados. Se creía que Lilit atacaba tanto a los bebés como a las madres en el momento del parto para comerse su carne y beberse su sangre. La única protección en contra de Lilit consistía en clamar por ayuda al rey de los demonios.

Las inscripciones y amuletos judíos describen a Lilit de manera similar, pero le agregan características adicionales. Se creía que era una mujer de largos cabellos y alas, que atacaba a hombres que dormían solos. Se han encontrado pocillos judíos en los que se le pide a Dios que derrote y amordace a Lilit cuando ella anda en busca presas humanas.

Para Isaías y sus oyentes, la amenaza de que Lilit (las fieras del desierto) buscase un refugio para su «reposo» (v. Isa 34:14) entre los seres humanos era simplemente aterrorizadora. Por eso se convertiría en un baldío el lugar en donde una vez las ciudades edomitas albergaron la vida, la sabiduría y la sociedad civilizada. Edom será inhabitable y la morarán bestias salvajes. La nobleza que alguna vez reinó en la tierra se extinguirá (v. Isa 34:12). Ningún ser humano se atreverá a vivir en esa tierra porque Lilit se asegurará de su desolación eterna.