Comentario de Isaías 38:1 – Exégesis y Hermenéutica de la Biblia
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Entonces el profeta Isaías hijo de Amoz fue a él y le dijo: —Así ha dicho Jehovah: “Pon en orden tu casa, porque vas a morir y no vivirás.”
Año 718 a.C.
Ezequías enfermó de muerte. 2Re 20:1-11; 2Cr 32:24; Jua 11:1-5; Hch 9:37; Flp 2:27-30.
Y vino a él el profeta Isaías. Isa 37:21; Isa 39:3, Isa 39:4.
Ordena tu casa. 2Sa 17:23; Ecl 9:10.
porque morirás, y no vivirás. Jer 18:7-10; Jon 3:4, Jon 3:10.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Ezequías, habiendo recibido un mensaje acerca de su muerte, ora para alargar su vida, Isa 38:1-7.
El sol se regresa diez grados hacia atrás, como una señal de la promesa, Isa 38:8.
Su cántico de acción de gracias, Isa 38:9-22.
Fuente: El Tesoro del Conocimiento Bíblico
Isa 39:1-8
Aunque Ezequías confiaba en que el Señor lo sanaría (Isa 38:1-22), falló cuando los emisarios babilónicos fueron a visitarlo. Después de recuperarse, hizo gala de su propia gloria, y no del Señor (Isa 39:1, Isa 39:2). De este modo, depositó implícitamente su confianza en la fuerza militar de las alianzas políticas en vez de hacerlo en el Todopoderoso. Debido a su incredulidad, Judá partiría al destierro (Isa 39:3-8).
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
En aquellos días: Se refiere a un tiempo anterior a los acontecimientos registrados en los capítulos Isa 36:1-22 y Isa 37:1-38 (v. Isa 38:6). Estos acontecimientos se presentan antes de la liberación de Jerusalén del poder asirio, porque esta liberación no es la última palabra para Ezequías ni para Jerusalén.
Fuente: Nuevo Comentario Ilustrado de la Biblia Caribe
MORIRÁS. Dios profetizó por medio de Isaías que Ezequías moriría como la inevitable consecuenda física de su enfermedad. Sin embargo, gran parte de la profecía es condicional (e.g., véase Jer 18:7-10). Dios no actúa con engaños (Heb 6:18), pero puede cambiar sus planes como resultado de la respuesta de los creyentes a su palabra. La palabra de Dios para Ezequías fue una declaración directa e indudable que expresaba una genuina posibilidad. Sin embargo, por cuanto Ezequías respondió en oración ferviente y con confianza en el poder de Dios para sanar su dolencia física, Dios en su misericordia respondió a su oración y le añadió quince años a su vida.
Fuente: Biblia de Estudio Vida Plena
38. Curación Milagrosa del Rey.
Enfermedad de Exequias (1-8)
1 En aquellos días enfermó Ezequías de enfermedad mortal, y el profeta Isaías, hijo de Amos, fue a verle, y le dijo: Así dice Yahvé: Dispon de tu casa, porque vas a morir, no curarás. 2 Ezequías volvió su rostro cara a la pared, dirigiendo a Yahvé esta plegaria: 3 ¡Ay Yahvé! acuérdate, te suplico, de que he andado delante de ti con fidelidad e íntegro corazón y que he hecho lo que era bueno a tus ojos. Y se puso a sollozar Ezequías con gran llanto. 4 Y fue palabra de Yahvé a Isaías, diciéndole: 5 Vete y di a Ezequías: Así habla Yahvé, el Dios de tu padre David: He oído tu oración y he visto tus lágrimas. He aquí que voy a añadir a tus días quince años más. 6 Y de la mano del rey de Asiría yo te libraré a ti y a esta ciudad, y yo protegeré a esta ciudad. 7 Y ésta será la señal para ti de parte de Yahvé de que cumplirá Yahvé esta palabra que he dicho: 8 He aquí que haré retroceder la sombra diez grados, los grados que el sol ha descendido en el cuadrante de Acaz. Y retrocedió el sol diez grados que había descendido.
La expresión en aquellos días tiene un sentido general de introducción histórica, sin que quiera decir que fuera con motivo de la invasión de Senaquerib (701 a.C.), como se narra en el capítulo anterior. Por el c.39 sabemos que el babilonio Merodacbaladan vino a Jerusalén a felicitar a Ezequías por haber curado de una grave enfermedad; quizá sea ésta. Por otra parte, la embajada del babilonio fue mucho antes de la invasión de Senaquerib. Isaías quiere que se prepare a morir, haciendo testamento (dispon de tu casa, v.1), porque le llega la hora de la muerte. Algunos teólogos plantean un gran problema respecto de la presciencia divina, pues la opinión de Isaías es corregida por Dios, añadiendo quince años más. No es necesario apelar a la presciencia divina, en cuanto se refiere, no a los futuros contingentes en sí mismos, sino al orden de las causas a los efectos. Lo más sencillo es suponer que Isaías profirió un vaticinio condicionado 2. Su cumplimiento dependía de la aceptación de la plegaria de Ezequías. Con este relato, el hagiógrafo no quiere sino hacer resaltar la eficacia de la oración humilde y confiada. Ezequías se consternó ante el anuncio de la muerte, porque la muerte prematura era considerada entonces como un castigo de Dios por pecados cometidos, una pérdida de la amistad de Dios. El rey, por otra parte, tenía la conciencia tranquila. Sin embargo, acató la voluntad de Dios, suplicándole se acordase de sus buenas obras. Dios oyó su súplica, y al punto comunicó a Isaías la prolongación de la vida del rey en quince años. En 2Re 20:4 se dice que el profeta recibió esta comunicación cuando aún no había salido del patio central.
El v.6 interrumpe la narración y es una repetición Deu 37:35; por tanto, debe considerarse como glosa de un escriba posterior.
En 2 Re 20 se dice que se aplicó a Ezequías una cataplasma de higos, y después preguntó cuál era la señal de que dentro de tres días subiría al templo. Todo esto está narrado en los v.21-22 de este c.38 del libro de Isaías, y desde luego que están desplazados, siendo su lugar propio entre el v.6 y el v.7 de este capítulo. Además, según la narración de 2 Re 20, Isaías dejó al rey elegir que la sombra del reloj avanzara o retrocediera; Ezequías escogió lo último, pues era un signo más extraordinario, ya que lo normal es que avance. La señal, pues, era el retroceso de la sombra de diez grados en el reloj o cuadrante de Acaz, llamado así porque habría sido este rey, padre de Ezequías, quien lo había puesto, y probablemente lo había traído de Damasco (cf. 2 Rev 16:10), tomándolo de los babilonios, los cuales, según Herodoto, fueron los inventores del reloj solar. No sabemos cuál era la forma de ese reloj de Acaz, pero podemos relacionarlo por otro que conocemos de Fenicia, región próxima a Judá, y que había tenido mucha influencia cultural desde los tiempos de Salomón en Jerusalén.
Este reloj solar está formado por un cuadrante con diversos radios, que sin duda señalan los grados u horas del día a medida que la sombra iba avanzando o descendiendo por ellos. El milagro, pues, consistía en que, en vez de avanzar, con el movimiento del sol retrocediera. Esto sería una señal de que Ezequías recuperaría la salud.
Cántico de Acción de Gracias de Ezequías (9-20).
Peligro de muerte (9-14).
9 Cántico de Ezequías, rey de Judá, cuando enfermó y curó de su enfermedad: 10 Yo dije: En la tranquilidad de mis días, voy a caminar hacia las puertas del “seol,” privado del resto de mis años. Y dije: Ya no veré más a Yahvé en la tierra de los vivientes ni contemplaré más al hombre entre los moradores del mundo3; 12 mi morada es arrancada, arrebatada de mí, como tienda de pastores. Como un tejedor ha enrollado mi vida 4 y la separa de su trama. 13 Día y noche me consumes, grito hasta la mañana, pues como león quebranta todos mis huesos. 14 Día y noche me consumes 5, chillo como golondrina, gimo como paloma. Mis ojos se consumen mirando a lo alto. ¡Oh Yahvé! estoy angustiado; sal fiador por mí.
El título (v.9) atribuye a Ezequías este cántico, llamado miktam, palabra misteriosa cuyo significado desconocemos, y que algunos han querido traducir por cántico didáctico6. Falta en el relato de 2 Re, y no pocos creen que es de un autor posterior a Ezequías, puesto en labios de éste por seudonimia (cf. Jon 2:3). La composición es bellísima, y comúnmente se divide en dos partes: a) angustia ante la próxima muerte (10-15); b) acción de gracias por la curación (16-19), con un apéndice litúrgico (v.19).
El rey se siente acongojado, porque en el apogeo de sus días tiene que dejarlo todo y acercarse a la región de los muertos o seol (v.10). Según la concepción popular hebrea, eco de la babilónica, la morada de los muertos estaba cerrada por varias puertas (siete según los babilonios). Lo que más le apesadumbra era tener que romper las relaciones de trato litúrgico con Yahvé (ya no veré a Yahvé, v.11), pues aunque el seol estaba bajo el dominio de Yahvé, señor de todo, no obstante, no tenía trato íntimo con sus moradores, que estaban en un estado de sombras o semiconsciencia y aletargados, sin poder alabar y reconocer los beneficios de Dios7. Faltaba mucho aún para llegar a la noción de retribución de ultratumba tal como aparece en el libro de la Sabiduría 8. Con la muerte desaparecen las alegrías de la vida, y ya no podrá el hombre conversar con los hombres (v.11). La vida es concebida como una tienda movediza que es arrancada por los pastores en busca de nuevos pastos (v.12). Una segunda imagen ilustra el carácter breve y limitado de la existencia humana: la vida no es sino el hilo que un tejedor va recogiendo poco a poco, y lo corta de su trama cuando le parece. Dios es quien señala los días de cada uno. Para Ezequías, en la situación de enfermo condenado a muerte, sus días son una angustia continuada, pues se consume día y noche (v. 13) por efecto de la voluntad de Dios, que le tritura y quebranta como un león, mientras que él se lamenta como una golondrina y gime como una paloma (v.14) 9. Por ello, Ezequías se dirige hacia lo alto, buscando como fiador a Yahvé mismo. Es como un deudor que necesita uno que salga por él. Está condenado a muerte, y sólo Yahvé puede salvarle de este tributo mortal (cf. Job 17:3).
Acción de gracias (15-20).
15 ¿Qué voy a decir yo? Ya me ha dicho El, y ha hecho; caminaré lentamente todos mis años en la amargura de mi alma. 16 Señor, sobre ellos viven, y a todos, entre ellos, la vida de mi espíritu 10. Tú me curas y me haces vivir. 17 He aquí que en paz se me ha tornado la amargura 11 y has preservado mi alma del hoyo de la corrupción 12, porque has echado a tu espalda todos mis pecados. 18 Pues no te alaba el “seol,” ni te celebra la muerte, ni los que descienden a la fosa esperan en tu fidelidad. 19 Los vivos, los vivos te alaban como yo hoy; el padre da a conocer a los hijos tu fidelidad. 20 Yahvé, (apresúrate) a salvarme, y pulsaremos nuestras arpas todos los días de nuestra vida en la casa de Yahvé.
No hay unanimidad sobre el sentido del v.15, pues mientras unos lo consideran, como los anteriores, expresión de las lamentaciones por la enfermedad y peligro de la muerte, otros creen que se alude aquí al beneficio de la curación ya realizada. En el primer sentido, el enfermo se resignaría a soportar la suerte que le ha otorgado Yahvé, continuando en el lecho del dolor el resto de su vida: caminaré. en la amargura de mi alma. En la segunda interpretación, Ezequías celebraría ya su curación, que Dios ha hecho; pero al mismo tiempo recordará el resto de sus días en la amargura de su alma, su trágica enfermedad, que estuvo a punto de llevarle al sepulcro.
El v.16 es ininteligible tal como está en el texto hebreo actual, que sin duda está incompleto. Hemos dado la traducción literal del texto hebreo actual como suena. únicamente el tercer estilo hace sentido: me curas y me haces vivir: Dios es la causa de su salvación. Creía Ezequías que la enfermedad era consecuencia de pecados anteriores ocultos; por eso, antes de curarle tuvo que perdonarle (v.17), salvándole de la muerte (hoyo de la corrupción) o sepulcro. Y añade un motivo más por el que Yahvé le ha salvado: porque en la región tenebrosa del seol, morada de los muertos, éstos no podían tener vida consciente y alabar a Yahvé (v.18). Allí no hay más “esperanza. en la fidelidad” de Yahvé, puesto que las promesas hechas por Dios eran terrenas, y para el muerto todo se había acabado. Sólo los vivientes podían experimentar la fidelidad de Dios a sus promesas en el futuro.
El v.20 es considerado generalmente como una glosa litúrgica para adaptar el cántico al servicio del templo.
Curación de Ezequías (21-22).
Estos dos versículos están desplazados, y deben colocarse entre los v.6 y 7. Quizá hayan sido introducidos por un redactor posterior para concordar el c.38 del libro de Isaías y el relato del libro de los Reyes.
21 Y dijo Isaías: Tomen una torta de higos y friccionen sobre la úlcera, y curará. 22 Y dijo Ezequías: ¿Cuál es la señal de que subiré al templo de Yahvé?
Sabemos por Plinio que se utilizaban cataplasmas de higos para acelerar la maduración de una pústula ulcerosa 13. Parece que aún se emplean entre los beduinos. Se suele hacer notar que, por las imágenes que emplea, Isaías tenía sus conocimientos de medicina 14. Pero el rey no se contentaba con este remedio natural para creer en la promesa de Isaías de que curaría, y por eso le pide una señal (v.22), y la señal fue el milagro del retroceso de la sombra del reloj de Acaz (v.8).
1 Lit. en hebreo “grados.” – 2 Cf. santo tomás, S. Th. II-II q.i?2 a.3. – 3 El hebreo dice “moradores de la cesación*, e.d., cuya vida cesa. Pero algunos mss. hebreos leen “mundo”) (una palabra hebrea parecida: tebel, en vez de jeled), que hace paralelismo con “tierra de los vivientes” del primer estico. – 4 El texto hebreo dice “he arrollado,” en primera persona; pero el griego pone en tercera persona, como hemos puesto en el texto. – 5 Este estico parece repetición indebida del v.13, por ditografía. – 6 Aparece este título en algunos salmos, como Sal 16:56.60. – 7 Cf. Sal 87:12. 8 Cf. Sabs.i? – 9 Cf. Jer 8:7; Isa 59:11; Eze 7:16; Nah 2:7. – 10 El estico no hace sentido en el original hebreo. La Vg.: “Domine si sic vivitur, et in talibus vita spiritus mei.” skinner: “Por estas cosas viven los hombres, y completamente dentro está la vida de mi espíritu.” Condamin renuncia a traducirlo, y sencillamente prescinde del versículo. – 11 Este estico falta en el texto griego. – 12 El texto hebreo lee: “has deseado mi alma.” Pero el griego pone: “has preservado mi alma,” que se obtiene con un ligero cambio de letras, y hace mejor sentido en el contexto. – 13 Cf. punió, Hist. Nat. XIX 34. – 14 Cf. Isa 1:4ss; Nah 3:7; Nah 6:10. Nada se puede concretar sobre la naturaleza de la enfermedad de Ezequías. Sólo sabemos que tenía manifestaciones ulcerosas.
Fuente: Biblia Comentada
En aquellos días … enfermó de muerte. La enfermedad de Ezequías ocurrió antes del hostigamiento asirio de Jerusalén que se describe en los capítulos Isa 36:1-22 y Isa 37:1-38. Isaías coloca aquí la descripción de esa enfermedad, al lado del capítulo Isa 39:1-8, con el propósito de introducir los capítulos Isa 40:1-31 a Isa 66:1-24. Vea la nota sobre 2Re 20:1. Ordena tu casa. El profeta instruye al rey que haga conocer su última voluntad a su familia (cp. 2Sa 17:23; 1Re 2:1-9). porque morirás, y no vivirás. La predicción parecía definitiva, pero Ezequías sabía que Dios estaba dispuesto a escuchar su ruego (cp. Éxo 32:7-14).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
Los cuatro capítulos duplican casi palabra por palabra 2Re 18:13-37; 2Re 19:1-37; 2Re 20:1-19 (cp. 2Cr 32:1-23). Vea las notas sobre 2 Reyes para ampliar el tema. Isaías añadió este material para hacer más comprensibles las referencias a Asiria. Lo más probable es que Isaías sea el autor de esta sección, ya que 2Cr 32:32 dice que Isaías también escribió los demás hechos de Ezequías. El registro de Isaías fue incorporado a 2 Reyes por el autor de ese registro. Estos capítulos son una transición que culmina la primera sección de la profecía de Isaías. Los capítulos Isa 36:1-22 y Isa 37:1-38 son la consumación histórica de los capítulos Isa 1:1-31 al Isa 35:1-10 (la liberación de Jerusalén de los asirios), y los capítulos Isa 38:1-22 y Isa 39:1-8 son la base histórica para los capítulos Isa 40:1-31 al Isa 66:1-24 (un adelanto del cautiverio en Babilonia).
Fuente: Biblia de Estudio MacArthur
2Re 20:1-11.
Fuente: Traducción Interconfesional HispanoAmericana
38.1ss Los hechos de los capítulos 38 y 39 ocurrieron antes de los narrados en los capítulos 36 y 37.38.1-5 Cuando Isaías fue a Ezequías, quien estaba muy enfermo, y le habló acerca de su muerte inminente, Ezequías se volvió de inmediato a Dios. El contestó su oración, permitiendo que viviera otros quince años. En respuesta a una oración ferviente Dios puede cambiar el curso de nuestras vidas también. Nunca dude en pedirle cambios radicales si lo va a honrar con esos cambios.38.1-6 De acuerdo con 2Ch 32:24-26, Ezequías tenía un problema con su soberbia aun después de este doble milagro de sanidad y liberación. A la larga, él y sus súbditos se humillaron y el juicio de Dios se pospuso durante varias generaciones más.38.16-18 Ezequías se dio cuenta de que su oración les dio liberación y perdón. Sus palabras «el Seol no te exaltará» quizás revelen que no estaba consciente de la bienaventuranza de la vida futura para los que confían en Dios (57.1, 2), o a lo mejor solo significan que los cuerpos muertos no pueden alabar a Dios. En cualquier caso, Ezequías sabía que Dios le salvó la vida y sus palabras lo alaban. Ezequías reconoció el bien que surgió de su amarga experiencia. La próxima vez que pase por una amarga experiencia, ore que Dios produzca lo mejor de ella.38.19 Ezequías habla del significado de trasmitir el gozo del Señor de padre a hijo, de generación en generación. La herencia de fe nos ha llegado debido a los fieles que han llevado el mensaje de Dios a lo largo de los siglos. ¿Trasmite usted a sus hijos o a otra gente joven el gozo de su relación con Dios?
Fuente: Comentarios de la Biblia del Diario Vivir
REFERENCIAS CRUZADAS
a 1776 2Cr 32:24
b 1777 2Re 19:20; Isa 1:1
c 1778 2Sa 17:23
d 1779 2Re 20:1
Fuente: Traducción del Nuevo Mundo
→ §232.
Fuente: Biblia Textual IV Edición
[1] 2 Re 20, 1.[10] Sal 55 (54), 24; 90 (89), 10.[12] 2 Cor 5, 4.[15] Todas mis culpas y vanidades.[16] Con tu espíritu.[17] Para no pensar más en ellos.[18] Sal 6, 6; 115 (113b), 17.[19] Sal 6, 6; 115 (113b), 17.